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Sumario del 22/04/2009

Pedro en diálogo con las culturas

  •  Tensiones de familia

  • Hacia el encuentro

  •  Gozosa verdad que cambia nuestras vidas

  • Para el mundo

  •  Por una sociedad más inclusiva

    Valorizar tan importante ocasión para dialogar juntos

  • Octava dies

  •  "Cinco continentes, un mensaje". Editorial de P. Federico Lombardi SJ.

  • Pedro en diálogo con las culturas



     Tensiones de familia

    ◊    Saludo de Benedicto XVI (Audio: Saludo en español Benedicto 16)

    Los boletines anteriores puede verlos en: www.radiovaticana.org/spa/boletin_america_latina.asp

    Discípulos y misioneros de Jesucristo
    Audiencia general – En español, síntesis catequesis Benedicto XVI, 22-04-09 (Audio)

    TENSIONES DE FAMILIA Cuando se quiebra la confianza entre personas se produce un verdadero terremoto interior y podemos quebrarnos de muerte. Y cuánto cuesta perdonar si es que el arrepentido regresa; si vencemos la resistencia tan fuerte a pedir perdón. Cuánta desazón, soledad, angustia.
    ¿Hay alguien en quien confiar?
    Algunas personas están heridas en la confianza que es la base de la fe, la confianza en Dios. Pero el misterio es que Él también transitó ese abismo feroz: “Mi alma tiene tristeza de muerte (Mateo 26,38)”, “Dios mío, Dios mío, porque me abandonas (Mateo 27,46)”, expresó Jesús en su pasión. Y, en ese momento, la familia lograda con tanto trabajo se dispersó despedazada por miedo, vergüenza, cobardía.
    Con todo, Jesús resucitado, victorioso del mal y la muerte, vuelve a apostar por sus discípulos a pesar del abandono, la infidelidad, la negación, la traición. En la misericordia y la confianza loca de Dios radica la esperanza de los primeros que consolidaron la familia; en ese Amor más fuerte que el pecado y la infidelidad.
    ¿Qué sentimientos te animan? La gran comunidad de la Iglesia vive esta tensión espiritual constante. Y es en esta clave existencial crucial de las relaciones, donde encuentra espacio la voz del Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo: Los “católicos formamos y debemos sentirnos una sola familia, animada por los mismos sentimientos que la primera comunidad cristiana… ‘…un sólo corazón y una sola alma’ (Hch 4,32)…” “La comunión de los primeros cristianos tenía como centro al Cristo resucitado…
    Resucitado, Jesús donó a los suyos una nueva unidad, más fuerte que la primera, invencible, porque está fundada no sobre los recursos humanos, sino en su misericordia divina, que les hizo sentir a todos amados y perdonados por Él. Es por tanto el amor misericordioso de Dios el que une firmemente, hoy como ayer, a la Iglesia y el que hace de la humanidad una sola familia; el amor divino, que mediante Jesús crucificado y resucitado nos perdona los pecados y nos renueva interiormente…”.
    En este marco Benedicto XVI agradeció la comunión que lo rodea y apoya, “una solidaridad espiritual nutrida esencialmente de oración” manifestada de diversos modos en las fiestas de Pascua, su cumpleaños y en el cuarto aniversario de su elección, que hace que jamás se sienta solo. (Regina Coeli del domingo 19 de abril)
    ‘Jesús, en ti confío’ es la oración sincera de los miles de peregrinos que se cobijaron en el Amor de Jesús con el sacramento de la reconciliación, en distintos lugares del mundo el ‘Domingo de la Misericordia’, para construir esta única familia con un corazón renovado. Guillermo Ortiz SJ

    Regina Coeli 19-04-09 en español: (Audio)
    Reconocer a Cristo Resucitado como fuente de toda esperanza actuando su misericordia
     

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    Hacia el encuentro



     Gozosa verdad que cambia nuestras vidas

    ◊    GOZOSA VERDAD QUE CAMBIA NUESTRAS VIDAS ¿Puede suceder algo nuevo que tuerza el rumbo del viejo dominio de la muerte?, ¿Qué pasa si todo continúa en la misma dirección?, ¿Crees que las cosas van bien, o que hay necesidad de un cambio?
    Hay una novedad sorprendente, extraordinaria, capaz de renovar radicalmente las cosas y cambiar la vida de las personas. ¿Cómo es esto? Escuchemos al Obispo de Roma, sobre un hecho histórico, con testigos del hecho y de los cambios producidos: “Queridos hermanos y hermanas: El gozo espiritual de estos días de Pascua, que ningún sufrimiento o pena pueden borrar, se basa en la certeza que Cristo, con su muerte y resurrección, ha triunfado definitivamente sobre el mal y la muerte. La novedad sorprendente de la resurrección es tan importante que la Iglesia no deja de proclamarla, prologando su recuerdo especialmente el domingo, que es el día del Señor y la Pascua semanal del pueblo de Dios. Para nuestra fe y nuestro testimonio cristiano es fundamental proclamar la resurrección de Jesús como un hecho real, histórico y atestiguado por testigos acreditados, que implica a toda la familia humana. Este evento cambió la vida de los testigos oculares y a lo largo de los siglos generaciones enteras de hombres lo acogieron con fe y lo testimoniaron, incluso con el martirio. Como afirma San Agustín, la resurrección de Cristo es nuestra esperanza, e ilumina además todo nuestro peregrinar terreno. El misterio pascual es el corazón de todo el mensaje evangélico, el núcleo central de nuestro “Credo”, en el que se cumplen las escrituras. En la Pascua, Dios se revela a sí mismo y la potencia del amor trinitario que aniquila las fuerzas destructoras del mal y la muerte.
    …. Los aliento a todos a que, como hicieron los Apóstoles, reciban con fe el misterio de la resurrección de Cristo y, llenos de alegre esperanza, sean testigos de esta gozosa verdad que cambia nuestras vidas.” (Benedicto XVI -Miércoles 15-04-09) Audio (Audiencia gral. 150409)

    ¿Cómo se puede llegar a esto? Por el Encuentro con Jesús resucitado y luchando con sus mismas armas, como exhortó el Papa el domingo de Pascua: “Que nadie se arredre en esta batalla pacífica comenzada con la Pascua de Cristo, el cual, lo repito, busca hombres y mujeres que lo ayuden a afianzar su victoria con sus mismas armas, las de la justicia y la verdad, la misericordia, el perdón y el amor.”

    El gozo es el signo del Encuentro con Jesús y del cambio interior “La vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y desarrolla en plenitud la existencia humana –afirman nuestros pastores en el Documento de Aparecida-. …Para ello, hace falta entrar en un proceso de cambio que transfigure los variados aspectos de la propia vida. Sólo así, se hará posible percibir que Jesucristo es nuestro salvador en todos los sentidos de la palabra. Sólo así, manifestaremos que la vida en Cristo sana, fortalece y humaniza. Porque “Él es el Viviente, que camina a nuestro lado, descubriéndonos el sentido de los acontecimientos, del dolor y de la muerte, de la alegría y de la fiesta… (DA 356)”
    “El Señor nos dice: “No tengan miedo” (Mt 28, 5). Como a las mujeres en la mañana de la Resurrección, nos repite: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?” (Lc 24, 5). Nos alientan los signos de la victoria de Cristo resucitado, mientras suplicamos la gracia de la conversión y mantenemos viva la esperanza que no defrauda… No tenemos otro tesoro que éste. No tenemos otra dicha ni otra prioridad… que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y resistencias.. (DA 14)”.
    “Nuestra alegría, pues, se basa en el amor del Padre, en la participación en el misterio pascual de Jesucristo quien, por el Espíritu Santo, nos hace pasar de la muerte a la vida, de la tristeza al gozo, del absurdo al hondo sentido de la existencia, del desaliento a la esperanza que no defrauda. Esta alegría no es un sentimiento artificialmente provocado ni un estado de ánimo pasajero… (DA 17)”.
    “Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado. Con los ojos iluminados por la luz de Jesucristo resucitado, podemos y queremos contemplar al mundo, a la historia, a nuestros pueblos de América Latina y de El Caribe, y a cada una de sus personas (DA 18)”.

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    Para el mundo



     Por una sociedad más inclusiva

    Valorizar tan importante ocasión para dialogar juntos 

    ◊    POR UNA SOCIEDAD MÁS INCLUSIVA Las diferencias, en la comunión son riqueza, como los colores del único arco iris. Pero en nuestras sociedades y culturas dominadas por el mercado y las multinacionales, estas diferencias se transforman en lugares de violencia, agresión, enfrentamiento.
    A raíz de la Conferencia de examen de la Declaración de Durban de 2001 contra el racismo, organizada por las Naciones Unidas, el 19 de abril de 2009 Benedicto XVI llamó a poner fin a toda forma de racismo, discriminación e intolerancia: “Se trata de una iniciativa importante porque aún hoy, a pesar de las enseñanzas de la historia, se registran estos fenómenos deplorables. La Declaración de Durban reconoce que “todos los pueblos y las personas forman una familia humana, rica en diversidad. Ellos han contribuido al progreso de la civilización y de las culturas que constituyen el patrimonio común de la humanidad... la promoción de la tolerancia, del pluralismo y del respeto puede conducir a una sociedad más inclusiva”. A partir de estas afirmaciones se requiere una acción firme y concreta, a nivel nacional e internacional, para prevenir y eliminar toda forma de discriminación y de intolerancia. Es necesaria, sobre todo, una vasta obra de educación, que exalte la dignidad de la persona y tutele sus derechos fundamentales. La Iglesia, por su parte, reafirma que sólo el reconocimiento de la dignidad del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, puede constituir una referencia segura para este empeño. Desde este origen común, de hecho, brota un destino común de la humanidad, que debería suscitar en cada uno y en todos, un fuerte sentido de solidaridad y de responsabilidad. Formulo mis votos sinceros para que los Delegados presentes en la Conferencia de Ginebra trabajen juntos, con espíritu de diálogo y de acogida recíproca, para poner fin a toda forma de racismo, discriminación e intolerancia, marcando así un paso fundamental hacia la afirmación del valor universal de la dignidad del hombre y de sus derechos, en un horizonte de respeto y de justicia para toda persona y pueblo”.

    VALORIZAR TAN IMPORTANTE OCASIÓN PARA DIALOGAR JUNTOS
    Declaración de la Sala de Prensa de la Santa Sede 21-04-09
    La Sala de Prensa de la Santa Sede, a través de su Director, P. Federico Lombardi SJ, ha ya anticipado en la tarde algunos comentarios relativos al discurso de ayer (20-04-09) del presidente iraní en la Conferencia de Examen de la Declaración de Durban del 2001 contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia e la relativa intolerancia.
    En agregado, la misma Sala de Prensa desea retomar las palabras del Santo Padre Benedicto XVI, el cual el domingo pasado dijo: “Formulo mis sinceros votos para que los Delegados presentes en la Conferencia de Ginebra trabajen juntos, con espíritu de diálogo y de acogida recíproca, para poner fin a toda forma de racismo, de discriminación e intolerancia, marcando así un paso fundamental hacia la afirmación del valor universal de la dignidad del hombre y de sus derechos, en un horizonte de respeto y de justicia para cada persona y pueblo”.

    Como consecuencia la Santa Sede deplora la utilización de este Forum del ONU para asumir posiciones políticas, extremistas y ofensivas, contra cualquier estado. Esto no contribuye al diálogo y provoca una conflictividad inaceptable. Se trata, en cambio, de valorizar tal importante ocasión para dialogar juntos, según la línea de acción que la Santa Sede ha siempre adoptado, en vista de una lucha eficaz contra el racismo y la intolerancia que todavía hoy afectan a niños, mujeres, afro-descendientes, migrantes, poblaciones indígenas, etc. en cada parte del mundo. La Santa Sede, mientras renueva el llamado del Papa, asegura que con tal espíritu su Delegación está presente y trabaja en la Conferencia.
     

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    Octava dies



     "Cinco continentes, un mensaje". Editorial de P. Federico Lombardi SJ.

    ◊    "CINCO CONTINENTES, UN MENSAJE"
    Hace un año, Benedicto XVI festejaba su cumpleaños y el aniversario de su elección mientras se encontraba en los Estados Unidos y se dirigía a los pueblos del mundo desde la tribuna de las Naciones Unidas. Luego ha recorrido otros países: en julio estaba en Austra"cINCOlia para encontrar a los representantes de los jóvenes del mundo; en septiembre en Francia, en París y Lourdes, puntos de referencia de la cultura y de la espiritualidad europea; pocas semanas atrás en África, a animar la esperanza de pueblos deseosos de rescate y a iniciar el camino de un nuevo Sínodo continental… Cuatro viajes, cuatro continentes; y dentro de menos de un mes el quinto, Asia, para peregrinar en la fe a los lugares de la Tierra Santa y para hablar de reconciliación en una tierra crucial para el diálogo entre las grandes religiones y la paz en el mundo.
    Y luego no va olvidado el grande Sínodo sobre la Palabra de Dios, verdadero tiempo de gracia para la Iglesia, y la riqueza de una catequesis y de un magisterio espiritual que enriquece y nutre quienquiera abra los oídos para escucharlo.
    Llevar Dios a los hombres y los hombres a Dios, el Dios que se ha manifestado en el rostro de Cristo, y traducir la fe en diálogo, en fuerza de unidad y en testimonio de caridad laboriosa. Éste es el sentido del pontificado de Benedicto XVI, como lo ha reafirmado él mismo con fuerza apasionada en su Carta reciente al Episcopado mundial, para que un breve periodo de tensiones en la Iglesia y entorno a ella no haga perder de vista el centro, lo que es verdaderamente esencial, y no haga olvidar la vastedad de la tarea y las fronteras históricas, culturales y espirituales a las cuales se dirige. Miremos entonces adelante, a un quinto año de pontificado que se abre con el peregrinaje más difícil. Cada persona de buena voluntad y de paz no puede no acompañar al Papa hacia la Tierra Santa con el más sincero augurio y con la más profunda solidariedad humana y espiritual.
    Traducción: Cecilia Mutual

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