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Sumario del 09/11/2011
Pedro en diálogo con las culturas
Pedro en diálogo con las culturas
Cercanía del Papa a los damnificados por los aluviones
◊ Miércoles, 9 nov (RV)- En el pensamiento del Papa la preocupación por las poblaciones de América Latina, y del sureste asiático seriamente dañadas a causa de desastres naturales. Esta mañana en el marco de la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro Benedicto XVI lanzó un llamamiento por las víctimas de aluviones que están damnificando diversas partes del mundo. (Audio) 
TEXTO DEL LLAMAMIENTO DEL PAPA
"En este periodo, varias partes del mundo, a partir de América Latina – en especial aquella Central – hasta el sudeste asiático, han sido azotadas por aluviones, inundaciones, derrumbes, que han provocado numerosos muertos, dispersos y sin techo. Una Vez más deseo manifestar mi cercanía a todos aquellos que sufren por estos desastres naturales, mientras invito a la oración por las víctimas y por sus familiares y a la solidaridad, para que las instituciones y los hombres de buena voluntad colaboren, con espíritu generoso, para socorrer a las miles de personas probadas por tales calamidades".
Una herencia estupenda
◊ Miércoles, 9 nov (RV)- Esta mañana, día de Audiencia General Benedicto XVI dedicó su catequesis al Salmo 118, que despliega todo un vocabulario del bien que representa para el hombre la Ley de Dios, lo ha dicho el Papa hablando en nuestro idioma. (Audio)
TEXTO DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL:
"Queridos hermanos y hermanas: Hoy nos centramos en el Salmo 118, el más largo, construido de manera acróstica, comenzando cada estrofa con una de las veintidós letras del alfabeto hebreo. Está centrado en la Ley de Dios, la Torá, que es don de gracia, orientación de vida, enseñanza, de la cual el salmista da gracias a Dios y sobre la cual medita con gozo. Quien camina sobre sus preceptos es llamado «beato». Así es llamada la Virgen María en el Evangelio, por haber creído y seguido la voluntad de Señor (cf. Lc 1,45), y también todos los que observan la ley divina (Lc 11,28). El Salmo despliega todo un vocabulario del bien que representa para el hombre la Ley de Dios, hasta el punto de declarar que ella es «la parte», la única heredad para el fiel, más que tierras u otras propiedades. Así se interpretó para la tribu del Levi, y así también en el nuevo Pueblo de Dios para quien se entrega incondicionalmente a Cristo y se abandona enteramente a Él. De este modo, el escuchar, meditar, acoger y cumplir la ley del Señor, es la seguridad y el gozo de vivir nuestra existencia terrena. Como dice el Salmo, de verdad «lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero» (v. 105)".
"Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de peregrinos de Segovia, con su Obispo, Monseñor Ángel Rubio Castro, así como los demás grupos venidos de España, Argentina, México y otros países latinoamericanos. En Ecuador comienza hoy el Congreso Nacional de las Familias. Saludo desde aquí a los participantes y pido a todos una oración para que también las familias escuchen al Señor y cumplan su designio salvador. Muchas gracias".
Lea el texto completo de la catequesis del Papa en español en el sitio web de Radio Vaticana http://www.radiovaticana.org/spa/index.asp
Octava dies: "Siete mil millones"
◊ Audio y texto en español
¡Querido bebé siete mil millones! No sé si tú seas una niña o un niño, si indio o chino, nacido en una metrópolis o en una aldea, o si en cambio nacido en la pampa o bajo un iglú, o en una pequeña isla perdida, o en fuga bajo una carpa. No sé si tu estés sano o enfermo o portador de minusvalía. No sé si quienes te abrazan sean tus dos progenitores o solamente tu mamá. No sé si dirán que tú y tus coetáneos son demasiados o demasiado pocos. Hoy esto no me importa.
Este mundo al que llegas es un poco complicado y no es hospitalario para todos. No hemos sido demasiado buenos para preparártelo bien. Los jefes de los pueblos más ricos y potentes están reunidos en torno a una mesa para debatir cómo salir adelante si combinar otros desastres, y también nosotros nos interrogamos sobre tu futuro.
Pero hoy quiero decirte que tú eres único y diverso de todos los demás, que eres un don maravilloso, que eres un milagro, que tu espíritu vivirá para siempre, y por lo tanto que eres bienvenido. Nosotros de auspiciamos que cuando sonrías alguien responda a tu sonrisa y cuando llores alguien te acaricie. Que tú puedas ir a la escuela y no sufrir el hambre. Que alguien responda sabiamente a tus preguntas y te aliente en tus iniciativas y en el asumir tus responsabilidades. Que tú puedas querer bien a los demás, crecer, trabajar y vivir con tu familia, con tantos amigos, en un pueblo y en un mundo libre y en paz. Que tú puedas comprender que tu vida tiene un sentido pleno más allá de la muerte.
Porque tú has nacido para esto. Tu Creador y Padre te ha hecho para esto. Nosotros haremos nuestra parte para que esto sea posible; tu empéñate, porque tu futuro dependerá también de ti y tocará a ti darle la bienvenida al bebé ocho mil millones.
El primer resucitado
◊ jesuita Guillermo Ortiz - RV
En las largas carreteras de Latinoamérica; en los lugares más desiertos y desolados de la montaña, el valle o la costa del mar, y a cientos o miles de kilómetros de la capilla o parroquia más cercana, siempre junto al camino vemos la cruz precaria que se levanta humilde y a veces florida, allí donde ese difunto -tantas veces anónimo- paso de su breve vida terrena a los brazos del Padre Dios.
La cruz, como la puerta al gozo de Dios, que Jesús mismo abrió con su muerte y resurrección, se multiplica como una despareja plantación muda, en incontables cementerios del mundo, como signo visible de la esperanza en la resurrección de nuestros seres queridos fallecidos.
A veces es difícil distinguir entre cementerio y necrópolis, porque las cruces que revelan la esperanza cristiana de los que duermen el sueño de la paz hasta la resurrección de los muertos, están mezcladas con las tumbas de aquellos sin fe, que no tienen esta esperanza en la resurrección, y por lo tanto integran una oscura ciudad de muertos.
También hay cruces pobres, de dos palos cruzados atados con alambre y cruces ricas de mármol o de bronce. Pero el final de todo, la luz de Cristo no hará resplandecer las cruces sino las intenciones, las decisiones, las obras de los que ahora duermen hasta ese día.
No quieren las sombras de muerte
Refieren nuestros obispos en el Documento de Aparecida: “DA 349. El llamado de Jesús en el Espíritu y el anuncio de la Iglesia apelan siempre a nuestra acogida confiada por la fe. “El que cree en mí tiene la vida eterna”. El bautismo no sólo purifica de los pecados. Hace renacer al bautizado, confiriéndole la vida nueva en Cristo, que lo incorpora a la comunidad de los discípulos y misioneros de Cristo, a la Iglesia, y lo hace hijo de Dios, le permite reconocer a Cristo como Primogénito y Cabeza de toda la humanidad. … débiles.
350. Nuestros pueblos no quieren andar por sombras de muerte; tienen sed de vida y felicidad en Cristo. Lo buscan como fuente de vida. Anhelan esa vida nueva en Dios, a la cual el discípulo del Señor nace por el bautismo y renace por el sacramento de la reconciliación. Buscan esa vida que se fortalece, cuando es confirmada por el Espíritu de Jesús y cuando el discípulo renueva en cada celebración eucarística su alianza de amor en Cristo, con el Padre y con los hermanos. …
351. Sin embargo, en el ejercicio de nuestra libertad, a veces rechazamos esa vida nueva (Cf. Jn 5, 40) o no perseveramos en el camino (Cf. Hb 3, 12-14). Con el pecado, optamos por un camino de muerte. Por eso, el anuncio de Jesucristo siempre llama a la conversión, que nos hace participar del triunfo del Resucitado e inicia un camino de transformación.
Algo que nos atañe a todos
Dijo Benedicto el 2 de noviembre, día de todos los difuntos: “En estos días se visitan los cementerios para rezar por ellos, recordando, de ese modo, la comunión de los santos que profesamos en el Credo, ya que en ella se manifiesta el estrecho vínculo que nos une a los que ya han alcanzado la eternidad. El hombre siempre ha tenido consideración con los muertos. Y, aunque nuestra sociedad intenta eliminar por todos los medios incluso el pensamiento sobre la muerte, nos preguntamos: ¿Por qué esto es así? La respuesta es que la muerte atañe a todos, en cualquier tiempo y lugar. Ante un mundo positivista, incapaz de abordar este misterio, estas celebraciones nos ayudan reconocer en la muerte la gran esperanza, de que la vida del hombre no termina aquí, que su anhelo de eternidad ha sido colmado por el Dios cuyo Hijo, muerto y resucitado por nosotros, venciendo a la muerte nos ha abierto el camino a la vida eterna.
… Invito a todos a que al recitar el Credo proclaméis al mundo la fe en la vida eterna, pues si el Buen Pastor nos guía en la noche de la muerte, seremos capaces de trabajar con denuedo en este mundo, con la esperanza del futuro que nos promete. Muchas gracias.”
Escuche el programa "A paso de peregrino"
Emisoras de Latinoamérica
◊ La segunda parte de la entrevista al P. Felix Cabasés, sacerdote jesuita español, historiador de Radio Vaticana, este viernes 11 de noviembre en Cadena de Amistad. AUDIO
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