PRESENTACIÓN CARTAS CREDENCIALES DE LA NUEVA EMBAJADORA DE POLONIA
LOS OBISPOS DE HONDURAS FINALIZAN SU VISITA AD LIMINA APOSTOLORUM
CATEQUÉSIS DEL MIÉRCOLES: "SALMO 117"
LLAMAMIENTO: MAYOR COMPROMISO EN LA JUSTICIA, PAZ Y CONTRA LA MISERIA

150 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL FUNDADOR DE LA FAMILIA ROGACIONISTA
NUEVA EMBAJADORA DE TURQUÍA ANTE LA SANTA SEDE
"MISSA PRO PACE" INTERPRETADA POR LA FILARMÓNICA NACIONAL DE VARSOVIA

ÁNGELUS EN LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
LLAMAMIENTO EN FAVOR DE LA PAZ EN LA ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA
HOMENAJE FLORAL A LA INMACULADA EN LA PLAZA DE ESPAÑA

COMENTARIO SOLEMNIDAD DEL DIA DE LA INMACULADA
ADHESIÓN DE MUSULMANES Y JUDIOS AL DÍA DE AYUNO POR LA PAZ
EL PAPA PIDE A LOS CREYENTES UN GESTO CONCRETO DE CARIDAD
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO
INTENCIÓN GENERAL PARA EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN PARA DICIEMBRE
MENSAJE A LOS VOLUNTARIOS: "UN EJÉRCITO DE PAZ Y UN SIGNO DE ESPERANZA"

MANUAL DE PASTORAL "IGLESIA, DROGA Y TOXICOMANÍA"
REPRESENTACIÓN DEL NACIMIENTO EN LA PLAZA DE SAN PEDRO
MENSAJE PARA EL ADVIENTO DEL PATRIARCA LATINO DE JERUSALÉN
RENUNCIAS Y NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS


DICIEMBRE 2001
SEMANA DEL 3 AL 9

 

 

EL INGRESO DE POLONIA EN LA UE NO DEBE IMPLICAR LA PÉRDIDA DE SUS BIENES ESPIRITUALES

El Santo Padre Juan Pablo II recibió la mañana del lunes a la nueva embajadora de Polonia ante la Santa Sede Hanna Suhozka quién le presentó sus cartas credenciales. En su discurso el Pontífice subrayó como desde el año 1989, año de la histórica "caída de los muros" - hasta hoy, muchas crisis han marcado la actualidad internacional, de la Guerra del Golfo a Afganistán. Polonia se ha resentido por este inestable clima internacional, pero el renacer de sus libertades políticas y religiosas no se han detenido.

También la economía, manifestó el Santo Padre, ha continuado mejorando, aunque el desempleo y la indigencia de muchos continua siendo una asignatura pendiente: "numerosas familias" - dijo Juan Pablo II - "se dirigen al Papa para que les ayude, material y espiritualmente". El esfuerzo es por lo tanto todavía conspicuo, y los desafíos enormes. Sobre este surco, paralelamente al trabajo del Estado, se une la ayuda autónoma de la milenaria Iglesia polaca, que con el Concordato de 1993 ha sido finalmente colocada en condiciones de cumplir su propia misión espiritual.

"La Iglesia - recordó el Pontífice - no busca privilegios, sólo medios para que Polonia continúe enraizada sólidamente en su alma más auténtica y profunda, la cristiana". Precisamente en esta óptica como ha considerado Juan Pablo II el futuro ingreso de su patria en la Unión Europea: comunidad de valores espirituales y no solamente político-económicos, de ideales éticos y no de modelos de vida marcados por el consumismo. Entrando pues, en el circuito comunitario, Polonia "no puede perder ninguno de sus bienes materiales y espirituales cuyas generaciones pasadas han defendido a precio de sangre".

 

"LOS POBRES Y MARGINADOS DEBEN SENTIR LA CERCANÍA DE SUS PASTORES"

JPII aboga por "un auténtico desarrollo del pueblo hondureño, respetando debidamente la dignidad de la persona humana y sus derechos fundamentales". E insiste en "una opción preferencial por los pobres, no exclusiva ni excluyente", en su discurso a los Obispos de Honduras que han finalizado su Visita ad Limina.

"No se ha de olvidar que la preocupación por lo social forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia (cf. Sollicitudo rei socialis, 41) y que "la promoción humana forma parte de la evangelización, pues ésta tiende a la liberación integral de la persona" (Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, 12-X-1992, 13)". Eran palabras del discurso que Juan Pablo II entregó el martes a los Obispos de Honduras, que finalizaban ese mismo día su Visita ad Limina Apostolorum.

Recordando la importante contribución de la Iglesia en este campo, el Papa invitó una vez más, a los prelados hondureños, "a insistir en una opción preferencial por los pobres, no exclusiva ni excluyente, programando también actividades pastorales en las aldeas y zonas rurales. La gente pobre y marginada tiene derecho a sentir la cercanía especial de sus Pastores, recordando lo que dice el Salmista: "Dichoso el que cuida del débil y del pobre" (Sal 41/40, 2)".

El Santo Padre, citando entre las profundas preocupaciones de los obispos de este país centroamericano "la situación de persistente pobreza en Honduras" a pesar de las riquezas de esta tierra, pone de relieve la "necesidad de mejorar el orden social, promoviendo una mayor justicia y unas estructuras que favorezcan una distribución de los bienes más equitativa, y sobre todo, evitar que unos pocos ciudadanos detenten tantos recursos en detrimento de la gran mayoría".

Y es que cuando se producen fenómenos como éste - señalaba Juan Pablo II - "a la penuria económica se añade el aislamiento de los más pobres que, encerrados en su propio mundo, pierden la esperanza de una sociedad mejor. Por eso el país sufre cuando los campesinos se sienten marginados, las etnias indígenas olvidadas y abandonados a su suerte los ciudadanos más necesitados de protección, como son los niños y los jóvenes".

"Me siento muy unido a vosotros compartiendo "el gozo y la esperanza, la tristeza y angustia" (Gaudium et spes, 1) de los ciudadanos hondureños - afirmaba el Papa -, "teniendo presente aún el dolor y ansiedades ante la devastación causada por el huracán "Mitch" en octubre de 1998, y más recientemente la tormenta tropical "Michelle"". Y, destacando en este contexto la obra de la Iglesia, "ante tales catástrofes para aliviar los sufrimientos del pueblo, ya tan probado por la pobreza, y suscitar en él nuevas esperanzas", el Santo Padre expresaba su esperanza en que "los nuevos líderes políticos, elegidos recientemente, puedan continuar los trabajos de verdadera reconstrucción nacional, llevando al País a un auténtico desarrollo, y respetando debidamente la dignidad de la persona humana y sus derechos fundamentales".

Asimismo, el Pontífice recordaba como "motivo de gozo y esperanza para la Iglesia en Honduras la próxima conmemoración de los 500 años de la Primera Misa celebrada en tierra firme" del Continente Americano. Efemérides que ha de ser vivida como una oportunidad providencial para comenzar un nuevo camino lleno de iniciativas, recordando siempre las palabras del Señor: "Yo estoy con vosotros todos los días" (Mt 28,20). Y ocasión propicia para analizar la historia de la evangelización de esa tierra, que forma parte de la historia de la Nación hondureña, lo cual ayudará a comprender la acción providencial del Señor y a mirar esperanzados hacia el futuro, a fortalecer la fe y a dar nuevo impulso a la vida eclesial en todos sus aspectos.

"Un fenómeno no menos preocupante en nuestros días, y que también se percibe en Honduras" - advirtió Juan Pablo II - es "una cierta desintegración familiar". Hay numerosas familias que no viven según las normas cristianas. Cualesquiera que sean las circunstancias que llevan a esta situación problemática no podemos permanecer inermes ante ella. Se debe reconocer que las actuales condiciones sociales, económicas y culturales hacen con frecuencia más ardua y difícil la misión de la familia al servicio de la vida. Es necesario y urgente - recomienda el Santo Padre - "que la familia misma sea ayudada y apoyada", para que pueda realizar su vocación de "santuario de la vida", como célula de una sociedad que ama y acoge la vida.

Y, tras reiterar la necesidad de promover incansablemente la pastoral familiar, y de salir al paso de otras situaciones "dramáticas como la de las madres solteras o abandonadas, que tienen que luchar por el sustento y educación de los hijos, y el problema de los niños solos en la calle, hechos ante los cuales la Iglesia y la sociedad no pueden permanecer insensibles", Juan Pablo II reiteró su llamamiento a "sensibilizar todos los ámbitos disponibles, incluidos los medios de comunicación social, para fortalecer el matrimonio y la familia, y hacer frente a ciertas campañas o modas que atentan solapadamente contra la institución familiar y contra la vida misma".

Fue un denso discurso, en el que el Papa abordó también a la educación apropiada para los niños y jóvenes, de capital importancia de cara al futuro de la humanidad. "En el campo de la educación todos están interesados y hace falta un esfuerzo común. La contribución de la Iglesia en Honduras -subrayó el Santo Padre- no puede limitarse a unos pocos colegios. A las escuelas católicas ha de añadirse el testimonio de los profesores y maestros cristianos con el fin de asegurar una formación adecuada de las futuras generaciones.

Repasando los distintos campos pastorales de la comunidad eclesial de Honduras, que tuvo la alegría de visitar en 1983, el Papa destacó la importancia de la espiritualidad de comunión; de la Vida consagrada. El signo de esperanza al constar un ligero incremento en el número de seminaristas en Honduras, aunque sigue siendo urgente un generoso esfuerzo en la promoción de las vocaciones al sacerdocio y a la vida de especial consagración. Así como la importancia decisiva que tiene para la Iglesia un esmerado discernimiento de las vocaciones y una seria formación espiritual, humana, teológica y cultural de los candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada. En ningún caso la escasez de vocaciones ha de llevar a un descuido en el examen de su idoneidad, la cual, dadas las circunstancias sociales y culturales de nuestro tiempo, ha de ser aún más exigente, si cabe, que en el pasado.

Asimismo, el Papa destacó la importante "participación de los laicos en la vida eclesial hondureña y recuerda que todo fiel tiene derecho a recibir por parte de la Iglesia una formación profunda en la fe católica, apropiada a su edad y condición, para así crecer en la fe". Y que "las carencias que se producen en este campo pueden ser una de las causas por la que muchos fieles se alejan y se pasan a las sectas".

 

CATEQUÉSIS DEL MIÉRCOLES: "SALMO 117"

Juan Pablo II eligió para la catequesis de este miércoles, un Salmo que tiene resonancias especiales en al Evangelio. Se trata del Salmo 117, que forma parte del "Halel pascual", es decir de la alabanza salmódica con la que el pueblo de Israel glorificaba a Dios en los actos de culto y procesionales de los principales momentos del año litúrgico, especialmente en la Pascua. El cristiano encuentra en este Salmo, particularmente cultual, dos frases que aparecen en el Evangelio, adquiriendo, afirma el Santo Padre, una tonalidad nueva.

La primera aparece en el versículo 22: "La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular". Esta frase, que encontramos en Mateo 21,42, es citada por Jesús y aplicada a su misión de muerte y de gloria, después de la narración de la parábola de los viñadores perversos. Esta misma frase es recordada por Pedro en los Hechos de los Apóstoles: "Jesús es la piedra que desechasteis vosotros los constructores y que se ha convertido en piedra angular".

La segunda frase tomada por el Nuevo Testamento, recuerda el Papa, es proclamada por la muchedumbre, aclamando a Jesús en su solemne entrada en Jerusalén entre palmas y ramos de olivo: "Bendito el que viene en nombre del Señor". Esta aclamación aparece enmarcada en el Evangelio de Mateo, 21,9, por la palabra 'Hosanna', locución hebrea que significaba: "Sálvame", y que posteriormente pasó a ser una aclamación.

El Salmo 117 se abre y se cierra con una espléndida antífona: "Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor". La palabra amor o también misericordia, es la traducción de la palabra hebrea 'hesed' , que designa la fidelidad de Dios hacia su pueblo, amigo y aliado. Por eso aunque a veces surja la angustia provocada por las fuerzas del mal, hay que tener levantada la antorcha de la confianza, porque el Señor conduce al fiel a la victoria sobre el mal y a la salvación.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

En el salmo 117 (ciento diecisiete), que hemos escuchado antes, hay dos frases que resuenan en el Nuevo Testamento; una es "La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular"; la otra es "Bendito el que viene en el nombre del Señor". Este salmo pertenece a lo que se llama el "Hallel pascual", la alabanza salmódica que se usaba en el culto hebreo para la noche de Pascua y las grandes solemnidades. Es como un canto procesional que, con la Ciudad Santa de Jerusalén como telón de fondo, ensalza la misericordia divina: "Cantad al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia".

La misericordia aquí es entendida como la fidelidad generosa de Dios para con su pueblo. Por eso se invita a todo Israel, a la casa de Aarón, es decir, los sacerdotes y, finalmente, a todos los fieles, a unirse a la oración. Recorriendo como en una peregrinación los diversos versículos, este salmo invita a los cristianos a reconocer en el misterio pascual de Jesús "el día que hizo el Señor", y a manifestarlo como verdadera roca de salvación para todo el género humano.

Saludo con afecto a todos los presentes de lengua española. En especial, al Grupo Cultural "Lo Rat Penat", de Valencia, a los alumnos del Colegio Sagrado Corazón, de Logroño, y a los alumnos de la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, así como a los demás peregrinos de España y América latina. Muchas gracias por vuestra atención.

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LLAMAMIENTO PARA QUE FINALICE LA INÚTIL ESPIRAL DE MUERTE EN TIERRA SANTA

Una vez más Juan Pablo II se ha hecho eco del dolor, de la violencia y del sufrimiento que están padeciendo algunos pueblos del mundo. En esta ocasión dirigió con tristeza su mirada hacia Tierra Santa, lanzando un nuevo llamamiento a favor de la paz y de la convivencia en aquella región con estas palabras: "Siento la necesidad de expresar mi profundo pésame por las nuevas víctimas de la absurda violencia que sigue ensangrentando la región de Oriente Medio. Una vez más repito con ánimo apesadumbrado que la violencia no resuelve nunca los conflictos, sino que más bien aumenta sus dramáticas consecuencias. Lanzo un nuevo y apremiante llamamiento a la Comunidad internacional, para que cada vez con mayor determinación y valentía ayude a Israelíes y a Palestinos a romper esta inútil espiral de muerte. Que se reanuden inmediatamente las negociaciones para que se pueda alcanzar finalmente la tan deseada paz".

Terminados los saludos en las diversas lenguas, Juan Pablo II, como de costumbre, dirigió unas afectuosas palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, recordándoles que el Adviento, que acabamos de comenzar, nos presenta en estos días el ejemplo refulgente de la Virgen Inmaculada.

Que sea ella, dijo el Santo Padre a los jóvenes, la que os guíe en vuestro camino espiritual de adhesión a Cristo. Que sea para vosotros, queridos enfermos, sostén de esperanza renovada, y que os guíe a vosotros, recién casados, en el descubrimiento cada vez más profundo del amor de Cristo.

 

LLAMAMIENTO PARA UN COMPROMISO MAYOR EN LA JUSTICIA, PAZ Y LUCHA CONTRA LA MISERIA

JPII reiteró su llamamiento "a los dirigentes de las Naciones, a los diplomáticos y a todos los hombres de buena voluntad" a comprometerse cada vez más en favor de la justicia, la paz, y la lucha contra la miseria, durante el curso de su audiencia a 10 nuevos embajadores ante la Santa Sede.

"Los responsables de las naciones y sus representantes en el servicio diplomático tienen la especial tarea de comprometerse más que nunca, y de forma cada vez más intensa, a través del diálogo y de la cooperación internacional, para erradicar toda causa de conflicto y tensiones entre los grupos humanos y entre las naciones". Así lo recordó Juan Pablo II la mañana del jueves, al recibir a los embajadores de diez países, que le presentaron sus Cartas Credenciales.

Un acto en el que el Santo Padre reiteró su llamamiento "a los dirigentes de las Naciones, a los diplomáticos y a todos los hombres de buena voluntad" a comprometerse cada vez más en favor de la justicia, la paz, la lucha contra la miseria y contra la falta de formación espiritual, moral e intelectual de los jóvenes".

El Papa, hizo hincapié, una vez más, en que "ninguna cuestión particular, a la que se pueden encontrar siempre soluciones negociadas, debe prevalecer sobre el respeto de las personas y de los pueblos". Tras señalar que "hoy más que nunca, nuestros contemporáneos están marcados por el miedo, causado, al mismo tiempo, por la situación de inestabilidad que conoce nuestro mundo y la incertidumbre del futuro", el Santo Padre recordó que la misión de los embajadores "consiste en servir tanto a la noble causa de su mismo país, como a la también noble causa de la paz".

En este contexto, Juan Pablo II calificó dichos servicios como "auténticos actos de amor hacia el prójimo, que deben ser cumplidos con el anhelo de contribuir al bien común y a un entendimiento cada vez mayor entre las personas y entre los pueblos". De esta forma -señaló el Papa - "podremos ofrecer a las generaciones venideras una tierra en la cual podrán vivir a gusto".

En su discurso general a los diez nuevos embajadores ante la Santa Sede, Juan Pablo II recomendó que "debemos recordar sin cesar que todas las injusticias que pueden conocer nuestros contemporáneos; las situaciones de pobreza; y la falta de acceso a la educación para los jóvenes, suelen ser caldo de cultivo para gran parte de la violencia que se produce en todo el mundo".

Tras este discurso general, en el que se dirigió de forma especial al nuevo jefe de la misión diplomática de Suiza ante la Santa Sede, el Papa entregó los discursos particulares a los otros nueve embajadores de Bangladesh; Yibuti; Finlandia; Eritrea; Georgia; Lesotho; Ruanda; Islas Mauricio; y Malí, respectivamente, que inauguraban ese día sus labores.

BANGLADESH

En el discurso entregado al nuevo embajador de Bangladesh, el Pontífice reiteraba que "a partir de los trágicos sucesos del pasado 11 de septiembre, es más evidente que nunca la urgente necesidad de impulsar un diálogo constructivo para fomentar el entendimiento entre las culturas y las civilizaciones". Y pone de relieve que nunca se debe "alimentar un pretendido, malentendido conflicto entre el Islam y el Cristianismo, manipulado con fines políticos o ideológicos".

ERITREA

En el discurso entregado al nuevo embajador de Eritrea ante la Santa Sede, el Papa se refiere al Acuerdo de cese de hostilidades firmado por este país y Etiopía, y a las dificultades que aún quedan para que sean aplicados plenamente todos sus puntos. También se lee el llamamiento de Juan Pablo II para que la "comunidad internacional nunca olvide sus responsabilidades en las tareas de pacificación entre los pueblos", asegurando el compromiso de la Santa Sede en este sentido.

FINLANDIA

Felicitaciones especiales las del Papa para el embajador de Finlandia, país que el mismo jueves celebraba sus 84 años de independencia, alcanzada durante la tragedia de la guerra que ensangrentó entonces Europa. Y, en el marco de la construcción europea fundada en la paz, el Santo Padre subraya que la llegada de la moneda común, el próximo 1 de enero, constituye un paso más en la deseada armonía y cooperación entre todos los pueblos de este continente.

GEORGIA

En su discurso al embajador de Georgia, Juan Pablo II pone de relieve que "hoy, con su presencia, se inaugura un nuevo período de relaciones diplomáticas formales" entre esta ex República soviética y la Santa Sede. Destacando asimismo que la historia de esta nación, que visitó en 1999, enseña que la libertad es siempre frágil; y que el siglo pasado ha demostrado dramáticamente que la misma libertad es socavada cada vez que se niega la verdad de la persona humana. La mentira más destructora sobre la persona humana que el siglo XX produjo - reitera el Papa recordando el Comunismo y el Fascismo - nació de las visiones materialistas del mundo y de la persona.

YIBUTI

La importancia de la búsqueda paciente y obstinada de la paz, se destaca también el discurso entregado al embajador de Yibuti, en el que JPII felicita de modo especial a las autoridades de este país africano por su precioso y activo aporte en la resolución del conflicto de Somalia.

LESOTHO

También en el discurso al nuevo embajador de Lesotho, se lee la preocupación del Papa ante los trágicos hechos que sacuden al mundo, destacando la urgencia de promover la justicia social. Urgencia que se vuelve más dramática aún en África, cuyos pueblos siguen sufriendo el peso de una pobreza endémica. En este contexto, Juan Pablo II renueva su "apremiante llamamiento a las naciones ricas para que contribuyan de forma más efectiva al desarrollo de los pueblos africanos".

MALÍ

Al nuevo embajador de la República de Malí, Juan Pablo II recuerda la importante reunión de la Organización para la Unidad Africana, que se celebró en su capital, Bamako, el año pasado, en la que se debatió sobre la reducción de la proliferación de las armas ligeras. Así como la destacada obra de democratización que se está impulsando en esta nación.

ISLAS MAURICIO

En el discurso entregado al embajador de las Islas Mauricio, el Papa recuerda las riquezas étnicas, religiosas y culturales que tuvo la oportunidad de apreciar en su Visita Pastoral hace doce años. Así como la importancia de la educación católica en este contexto, para impulsar la unidad de la familia humana.

RUANDA

Y, finalmente, en su discurso a la nueva embajadora de Ruanda, Juan Pablo II recuerda los trágicos años de destrucción y matanzas que sufrió este país. Y la difícil tarea de reconstrucción material y moral. Poniendo de relieve la importancia de la verdad, de forma especial, en la administración de la justicia y en la promoción del bien común; y reiterando la sacralidad de la vida humana a la hora de infligir los castigos, sobre todo ante la aplicación de la pena de muerte. El Santo Padre recuerda la importante misión de la Iglesia Católica en Ruanda en favor de la reconciliación. De forma especial, en este año en que se celebra el centenario de su apostolado en tierra ruandesa.

 

ROGACIONISTAS CELEBRAN 150 ANIVERSARIO NACIMIENTO FUNDADOR, BEATO ANIBAL DE FRANCIA

Juan Pablo II recibió el jueves por la mañana a una nutrida representación de la Familia Rogacionista, que celebra el 150 aniversario del nacimiento de su fundador, el beato Aníbal de Francia. "La celebración de este acontecimiento tan significativo -dijo el Papa- no puede limitarse a una simple evocación del luminoso pasado, sino que debe transformarse en incitación a mirar al porvenir para responder, con el fervor de los comienzos, a los nuevos retos de la humanidad".

Hablando del Beato Fundador, el Pontífice subrayó que él eligió consagrarse totalmente a los pobres y a los humildes, una pequeña semilla que en el curso de estos 150 años se ha desarrollado de forma prodigiosa. "El terreno de la santidad, un terreno fértil en el que ha crecido vuestra familia religiosa y que podrá asegurar flores y frutos en abundancia, también en el nuevo milenio, en un futuro prometedor y fecundo".

Juan Pablo II añadió en este contexto, que la vida consagrada asume, hoy más que nunca, un papel significativo y determinante y que debe ser vivida con plenitud respecto a sus severas exigencias de oración, humildad, pobreza, espíritu de sacrificio y respeto austero de los votos.

 

DIÁLOGO ISLAM-CRISTIANISMO Y DERECHOS DE LA MINORÍA CATÓLICA EN TURQUÍA

El dialogo entre Islam y Cristianismo y los derechos de la minoría católica en Turquía fueron los temas centrales del discurso del Papa a la nueva embajadora de Turquía ante la Santa Sede. En Turquía la minoría católica, que no percibe como una contradicción su condición de católicos y turcos, espera, al igual que el Santo Padre, que el estatuto jurídico de la Iglesia sea reconocido. Este es el deseo que Juan Pablo II expresó a la nueva embajadora de Turquía ante la Santa Sede que el viernes por la mañana presentó sus cartas credenciales. El Papa subrayó el papel de puente que puede desarrollar Turquía, en momentos de incertidumbre, en los que es necesario dejar bien claro que la unidad nacional no entra en conflicto con el respeto de los derechos individuales y de las minorías.

El Santo Padre, que recordó que en el último milenio las relaciones entre Turquía y la Santa Sede no siempre han sido cordiales, subrayó que sin embargo en el siglo XX ha habido tentativas para construir una relación basada en el respeto y la confianza que el momento requiere y que el Papa denominó cicatrización de la memoria.

La determinación de Turquía y la Santa Sede de trabajar juntas por el bien de la comunidad internacional adquiere una relevancia especial tras los recientes acontecimientos -como advirtió el Papa- y justifica aún más la necesidad de la cooperación, cuando nuevos conflictos, gran parte de ellos en esta región, se añaden a los antiguos. "En un momento en el que existe un riesgo real de un incremento de la tensión entre las distintas tradiciones culturales y religiosas, Turquía protagoniza un papel particular".

En este mismo contexto el Pontífice recordó que la situación geográfica del país, entre el este y el oeste, la convierte en un importante puente. "La ancestral interacción entre cristianos del oeste y musulmanes del este, más compleja e intensa de lo que a menudo se reconoce, continúa aún en Turquía". Por esta razón la comunidad internacional pone sus esperanzas en esta nación, en un momento en que la causa de la paz debe servir para promover el diálogo entre las culturas religiosas del mundo, en especial entre Islam y Cristianismo.

Un estado, donde la cultura islámica se ha abierto a las fuerzas de la modernización, que a su vez han encaminado a la distinción entre religión y política. "Sin embargo -continuó el Santo Padre- la distinción no implica la separación total y de esta forma esta nación se caracteriza por ser una sociedad que puede construir puentes entre la religión y la política". Por el contrario cuando la distinción se convierte en separación la dimensión trascendental desaparece de la vida pública y es entonces -advirtió el Papa- cuando aparece el totalitarismo, caracterizado por su habitual desprecio de la libertad y la dignidad humana.

Juan Pablo II recordó en su discurso la visita que en 1979 realizó a Turquía, y que le permitió comprobar personalmente que no obstante sea una sociedad con complejos problemas de identidad en un mundo cambiante, es posible, sin embargo para las personas vivir juntas en un espíritu de comprensión y conciliación entre culturas diferentes.

 

"LA PAZ ES UN DON DE DIOS Y EL FRUTO DEL ESFUERZO COTIDIANO"

"La paz es un don de Dios y a la vez fruto del esfuerzo cotidiano llevado a cabo por los hombres de buena voluntad". Así se expresaba el Papa al final de la interpretación de la "Missa pro pace" compuesta por el músico polaco Wojciech Kilar e interpretada por la orquesta filarmónica nacional de Varsovia en el aula Nervi del Vaticano, el viernes por la tarde.

"El siglo XX a pesar de haber estado marcado, quizá como ningún otro anteriormente, por las guerras y el derramamiento de sangre, se cerró con tantas esperanzas de justicia y de paz". Pero desgraciadamente, los trágicos eventos del 11 de septiembre han roto bruscamente aquella confiada espera. Sin embargo, no debemos desanimarnos. "La paz es un don de Dios". "Que la vida de todo creyente, terminó diciendo el Papa, sea el eco de aquel amor que derrota la violencia y marca el inicio de un cielo nuevo y de una tierra nueva".

 

INVITACIÓN A CONTEMPLAR EL ROSTO DE MARÍA

En la Solemnidad de la Inmaculada Juan Pablo II se reunió con los fieles romanos y peregrinos presentes en la Plaza de san Pedro para rezar el Ángelus. "Celebramos hoy, recordó en su breve alocución antes de la plegaria mariana, la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen María".

"Recordamos, dijo el Papa, la intervención extraordinaria, mediante la cual el Padre celeste ha preservado del pecado original a Aquella que habría de ser la Madre de su Hijo hecho hombre. A María, que resplandece en el Cielo en el centro de la asamblea de los Beatos, se dirige hoy la mirada de todos los creyentes. Vuelven las palabras que Dante, en el canto trigésimo segundo del Paraíso, oye dirigidas por San Bernardo, guía ultima de su peregrinar.

Es la invitación a contemplar el rostro de María, porque más que cualquier criatura, la Madre asemeja al Hijo Jesús. El esplendor que irradia de ese rostro ayuda a Dante a sostener el impacto con la visión beatifica del rostro glorioso de Cristo.

¡Cuán preciosa es la exhortación del Santo Doctor de la Iglesia para nosotros peregrinos sobre la tierra, mientras conmemoramos con alegría a la "Toda Hermosa"! Pero la Inmaculada nos invita a no solamente a detener la mirada en Ella sino a avanzar, penetrando en lo posible en el misterio en el que ha sido concebida: el misterio de Dios Uno y Trino, lleno de gracia y de fidelidad.

Como la luna brilla por la luz del sol, así, así el esplendor inmaculado de María es totalmente relativo al del Redentor. La Madre, ha recordado el Papa, nos dirige al Hijo, pasando a través de Ella se llega a Cristo. Por ello oportunamente Dante Alighieri subraya: "sólo su claridad te puede disponer para ver a Cristo".

Después el Santo Padre, mencionó la actividad pastoral que desarrollaría por la tarde. "Como cada año, dijo, me acercaré esta tarde con íntima alegría a la Plaza de España, para unirme al homenaje tradicional que la ciudad de Roma rinde a la Inmaculada. A Ella confiaré de nuevo a la Iglesia y a la humanidad, en este difícil momento de la historia".

Para alcanzar confianza y para dar sentido a la vida, los hombres tienen necesidad de encontrar a Cristo. Y la Virgen es guía segura para el manantial de luz y de amor que es Jesús: nos prepara al encuentro con Él. El pueblo cristiano sabiamente ha comprendido esta realidad de salvación y, dirigiéndose a la "Toda Santa", con filial confianza La implora así: "Enséñanos, después de este exilio, a Jesús, el fruto bendito de tu vientre. O clemente, o pía, o dulce Virgen María" .

Después del rezo del Ángelus y del responso por los fieles difuntos el Santo Padre saludó con especial afecto a los miembros de la Pontificia Academia de la Inmaculada, acompañados por su Presidente, el Cardenal Andrea María Deskur. "Estoy contento de que hoy estén con vosotros los consagrados de las "Casas de María", con los que habéis profundizado el texto de la Carta Apostólica Novo Millennio ineunte, esforzandos, en particular, para que al Iglesia sea "casa y escuela de comunión". Os doy las gracias por ello y por vuestra aportación a la celebración de la festividad de hoy. Que la Virgen acompañe siempre vuestro camino".

"Extiendo también mi saludo a todos los peregrinos presentes, en particular al grupo de la Obra de la Iglesia, que está viviendo un encuentro fraterno con espíritu de profunda devoción mariana. Al mismo tiempo que os deseo a todos una feliz fiesta de la Inmaculada, os invito esta tarde a la Plaza de España".

 

LLAMAMIENTO EN FAVOR DE LA PAZ EN LA ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Juan Pablo II pidió la intercesión de la Virgen Inmaculada, en un momento en que "sobre el mundo se ciernen "nubes negras", un momento en que la humanidad siente sobre sí la amenaza de nuevos y terribles conflictos y que la paz está en peligro. El sábado por la tarde el Pontífice oró ante la imágen de la Inmaculada Concepción que se alza en la Plaza de España en Roma y pidió a la "Madre comprensiva" que libere los ánimos de los ríos de odio, y que se abran al perdón recíproco, a la solidaridad constructiva y a la paz.

En la Plaza de España, el Papa renovó la tradicional ofrenda de flores a la Virgen e hizo un vehemente llamamiento en favor de la paz, en una época marcada por los atentados terroristas contra Estados Unidos y la guerra en Afganistán. "Nubes negras se agolpan en el horizonte del mundo. La humanidad, que ha acogido con esperanza la aurora del tercer milenio, siente ahora que pende sobre ella la amenaza de nuevos y terribles conflictos. La paz del mundo corre serios riesgos", dijo el Papa en la oración que pronunció.

 

HOMENAJE FORAL A LA INMACULADA EN LA PLAZA DE ESPAÑA

Como cada año, el Santo Padre rindió un homenaje floral a la estatua de la Virgen Inmaculada erigida en una columna en la plaza de España delante mismo de la sede de la embajada española ante la Santa Sede. Por vigésima cuarta vez desde el inicio de su pontificado, el Papa fue protagonista de esta ceremonia en el día de la Inmaculada Concepción.

Además de las autoridades religiosas y civiles españolas e italianas, entre ellas el embajador de España Carlos Abella y el alcalde Roma Walter Veltroni, este año estuvieron presentes en la plaza algunos coros universitarios que participan en el Foro europeo de los universitarios enfermos y discapacitados de la UNITALSI.

Acto seguido, el Papa se dirigió desde la plaza de España a la basílica de Santa María la Mayor para rendir también homenaje a la antigua imagen de Nuestra Señora que atesora esta basílica: la conocida "Salus Populi Romani". El Santo Padre este año bendijo, asimismo, la nueva Puerta Santa de la basílica. La puerta, proyectada por el escultor Luigi Mattei, es de bronce y representa a Jesús resucitado que se presenta a su Madre.

Pero ésta no será la única novedad. El arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor, el cardenal Carlo Furno, presentó también al Papa la restauración del bellísimo cuadro de Sermoneta que se encuentra en el altar de la capilla Sforza y que representa la Ascensión de Jesús a los cielos; y luego, en la parte inferior de la basílica, el Santo Padre bendijo el nuevo patriarcal donde están expuestos los tesoros más importantes de Santa María la Mayor, conocida también como "la Belén de Occidente".

 

COMENTARIO SOLEMNIDAD DEL DÍA DE LA INMACULADA

Nuestra fe cree, por revelación divina, que la Virgen María, desde el primer instante de su concepción, por los méritos de Jesucristo, ha sido preservada de toda mancha original. Esta verdad de fe nos viene presentada en el tiempo del Adviento, ya que ella está indisolublemente unida a la Trinidad en el plan de Salvación y a la Iglesia en su camino temporal, realizando una misión maternal y ejemplar, que santifica y une a todo el pueblo de Dios.

El Libro del Génesis pone a Eva al comienzo de la humanidad. María es la nueva Eva, la nueva Madre de los vivientes. Eva se encuentra en el origen del pecado y ha perdido la gracia; María ha sido concebida sin pecado y se convierte en llena de gracia. Este inicio de una nueva generación está expresado en el misterio de la Inmaculada Concepción. No se produce en un momento secundario de su historia personal, sino en el primer instante de su distinta existencia es cuando la gracia entró en María.

Este privilegio inmaculado de María, su vocación y su misión "tiene siempre como fin a Cristo, origen de toda verdad, santidad y devoción" (LG 67). No se puede hablar de María sin verla en Cristo, que es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida. El punto fundamental de esta relación es que María es la Madre de Jesús, hombre y Dios. Así podemos afirmar que es la criatura más próxima a Cristo, no sólo por su maternidad física, sino por su cercanía a la santidad de Dios. Su maternidad divina fue, de suyo, santificante, ya que unió a María con el Verbo divino, que es la santidad misma. Pero esta santificación sería sólo una especie de consagración en la persona de María, sin todos los dones de gracia y caridad que Dios le ha donado, desde el instante de su inmaculada concepción, para prepararla a su misión materna. Ya que Dios da a cada uno la gracia según la misión que le ha confiado, tenemos que concluir que María ha recibido de Dios una plenitud de gracia que la hace muy cercana a Cristo, el autor de la gracia.

En María se realiza lo que sucederá en la Iglesia. Ella representa a la creación liberada, que se transformará en la Iglesia. María se encuentra al comienzo de la Iglesia, es la primera de la Iglesia, porque va a la cabeza de la humanidad liberada de todos los tiempos. Por ello la Inmaculada Concepción no es un privilegio sólo personal de la Virgen, sino que resume, en la conciencia de la Iglesia, todo lo que es María. Ella ha sido redimida de un modo extraordinario y único. Su concepción Inmaculada no le dispensa de la salvación, sino que es una primera realización; su perfección original es para nosotros el ejemplo y el empeño de lo que será la perfección final en cada uno de nosotros, aunque si nuestra perfección final y la de la Iglesia no podrán nunca igualar la santidad personal de María.

Cada día experimentamos en nosotros una dolorosa tensión: somos conscientes de existir en esta tierra, pero nos descubrimos hechos para otra realidad que no es la terrena. Amamos esta tierra, porque es la nuestra, pero al mismo tiempo, como dice el Apóstol, "aceptamos considerar todo basura, con tal de ganar a Cristo e incorporarnos a Él". Esta no es una lucha sin esperanza. Jesús nos presenta hoy a María, liberada del pecado, unificada en su vida personal, purificada en su humanidad. Ella es el modelo más alto de esta Iglesia sin mancha y sin arruga, y nos invita a realizar en nosotros por medio de la conversión, lo que Dios ha realizado en ella en la concepción. Debemos morir con Cristo para renacer con Él. Nada es tan semejante a la muerte como el nacimiento. Despegarse de un mundo para entrar en otro, esto es morir, pero es al mismo tiempo inaugurar una vida nueva. Así podremos experimentar, también nosotros, que Cristo nace y crece en nuestra vida personal.

 

ADHESIÓN DE MUSULMANES Y JUDIOS AL DÍA DE AYUNO POR LA PAZ

Como cada domingo el Santo Padre Juan Pablo II se reunió a las doce en la plaza de san Pedro con los fieles romanos y peregrinos presentes en la Ciudad Eterna para rezar el Ángelus. El Pontífice comenzó su breve alocución antes de la plegaria mariana recordando que el próximo viernes 14 de diciembre ha invitado a los católicos a vivir un día de ayuno para implorar a Dios una paz estable fundada en la justicia.

"Esta iniciativa del Papa, continuó diciendo, ha encontrado también la adhesión por parte de los fieles de otras religiones, en particular de los judíos y musulmanes, así como de tantas personas de buena voluntad. En la compleja situación internacional que estamos viviendo, la humanidad está llamada a movilizar sus mejores energías, para que el amor prevalezca sobre el odio, la paz sobre la guerra, la verdad sobre la mentira, el perdón sobre la venganza".

"La paz o la violencia brotan del corazón del hombre, sobre el cual sólo Dios tiene el poder. Con esta convicción, los creyentes adoptan desde siempre contra los más graves peligros las armas del ayuno y de la oración, acompañándoles con obras de caridad concretas".

El ayuno, prosiguió diciendo el Papa, expresa el dolor por una grave desventura, pero también la voluntad de asumir de cualquier modo la responsabilidad, confesando los propios pecados y empeñándose a convertir el corazón y las obras a una mayor justicia hacia Dios y hacia el prójimo. Ayunando se reconoce con confiada humildad que una auténtica renovación personal y social sólo puede venir de Dios, del que todos dependemos radicalmente. El ayuno consiente también compartir el pan cotidiano con el que carece de él, fuera de todo pietismo o engañosa asistencia.

Es deseo del Santo Padre que todo el Pueblo de Dios pueda cumplir el ayuno del próximo viernes con un espíritu de fe, de humildad y mansedumbre. Por ello agradeció a los Pastores diocesanos el interés con el que están preparando esta jornada en sus comunidades.

Esta iniciativa, concluyo Juan Pablo II, asume para nosotros cristianos un significado singular, ya que nos encontramos en el tiempo del adviento, tiempo de esperanza en el que estamos llamados a esforzarnos en preparar los caminos del Señor, que ha venido a la historia como salvador, y que volverá al final de los tiempos como juez misericordioso.

"La fecha del 14 de diciembre coincide también con el final del Ramadán durante el cual los seguidores del Islam expresan con el ayuno su misión al Único Dios. Espero vivamente que la actitud común de religiosa penitencia aumente la comprensión recíproca entre cristianos y musulmanes, llamados más que nunca, en la época actual a ser juntos constructores de justicia y de paz". La Virgen María, que ayer hemos celebrado solemnemente, y que también los musulmanes veneran con devota admiración, nos asistan y consiga para el mundo entero la paz"

Tras el rezo del Ángelus y del responso por los fieles difuntos, el Papa se refirió a la próxima reunión de los representantes de los representantes de 140 estados en Ginebra para reafirmar la Convención de 1951, relativa al Estatuto de los refugiados y el protocolo de 1967. El Pontífice expresó que las naciones lleven a la práctica la protección legal para las personas, por desgracia tan numerosas, obligadas a huir de sus propios países, así como para los llamados "prófugos internos".

"Que el esfuerzo común, manifestó el Papa, pueda poner fin a la grave violación de los derechos humanos que se encuentran en el origen de estos movimientos forzados". Por último saludó a los participantes en el Forum Europeo de los universitarios que se está desarrollando en Roma estos días sobre el tema "Una cultura para Europa", y les invitó a participar en la tradicional Santa Misa para los universitarios que celebrará el próximo martes, once de diciembre en la Basílica de san Pedro.

EL PAPA PIDE A LOS CREYENTES UN GESTO CONCRETO DE CARIDAD

Recordamos que Juan Pablo II ha proclamado para el próximo 14 de diciembre una jornada de ayuno, oración y caridad en todo el mundo, para implorar la paz, señalando que "todo de lo que nos privamos en el ayuno podrá ser puesto a disposición de los pobres, en particular de los que sufren en este momento las consecuencias del terrorismo y de la guerra". El Papa quiere alcanzar de este modo, como en un abrazo simbólico, a todo hombre necesitado. Y, por lo tanto, pide a todos los creyentes que cumplan un gesto concreto de caridad para llevar la esperanza y el pan de cada día.

Con tal motivo, la Santa Sede ha abierto una cuenta corriente extraordinaria, gestionada por el Consejo Pontificio Cor Unum en la "BANCA DI ROMA", con el número 10-10-10; así como una cuenta en POSTE ITALIANE, con el número 60-30-35. Todas las ofertas serán destinadas por el Papa el día de Navidad, a aquellos que, víctimas de las consecuencias del terrorismo y de la guerra, una vez superada la emergencia inmediata, corren el riesgo de ser olvidados.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

II DOMINGO DE ADVIENTO (A): (09.12.01)
"Retrato del Mesías, el Libertador ansiosamente esperado."

Dos grandes profetas nos hacen oír su voz en la liturgia del segundo Domingo de Adviento: son Isaías y Juan Bautista. Los dos hablan en nombre de Dios, pero nos dejan entrever caracteres muy diversos: Isaías es delicado, incluso cuando debe decir cosas duras; Juan es duro, incluso cuando dice cosas delicadas. Los dos están movidos a hablar por el Espíritu Santo siendo acogidos como sus portavoces.

Con algunos siglos de anticipación sobre los acontecimientos de la historia, Isaías intuyó el retrato del Mesías, el Libertador ansiosamente esperado desde el pecado de Adán. Lo presentó como un débil vástago, como un renuevo del tronco de Jesé, que es lo mismo que decir de la familia de David. La gloria de David y las riquezas de Salomón eran, sin duda, luces radiantes cuando Isaías hace su profecía. Pero la humildad de aquel niño fue vista por el profeta envuelta de omnipotencia, ya que sobre él vio posarse el Espíritu de Dios, que lo colmaría de todos sus dones. Será un juez que actuará con la ciencia y la potencia propia de Dios; no juzgará por apariencias, sino que será el testigo fiel y veraz. Defenderá con justicia al desamparado, con equidad dará sentencia al pobre. En la humildad de este niño se manifestará claramente la omnipotencia de Dios. Además replanteará todas las reglas del mundo; es el Hijo de Dios, igual al Padre y al Espíritu Santo. De esta manera Isaías ha desvelado el misterio de la Navidad y nos ha enseñado a sacar las consecuencias: para estar del lado del Mesías necesitamos la humildad, la simplicidad, la pobreza, la fraternidad con todas las criaturas.

El profeta que se vestía con piel de camello y se alimentaba de dátiles, continúa la profecía de Isaías y nos describe al Mesías como un juez infalible y severo con el que no se convierte con sinceridad. Isaías había dicho que la palabra del Mesías sería un látigo que hiere al violento; Juan toma este látigo y fustiga violentamente a su auditorio.

El evangelio nos advierte que entre la masa de gente llegada al Jordán para ser bautizada había grupos de fariseos y saduceos, personas que salvaban las apariencias pero traicionaban la sustancia de la vida religiosa. Incluso éstos, los hipócritas, se acercaban al río para bautizarse, creyendo manifestar así su conversión. Sí, Juan Bautista había comprendido como hacían la comedia: querían aparecer como convertidos, pero su corazón permanecía inmutable. Fariseos y saduceos estaban muy seguros de sí mismos, eran descendencia de Abraham y, por lo tanto, su salvación era segura; podían incluso permitirse jugar con la conversión. Pero Juan les desilusiona: ser hijos de Abraham no sirve para nada, lo que vale realmente es dar frutos dignos de conversión, que se manifiestan, precisamente, en el modo de vivir del convertido.

Este mensaje de Juan va dirigido hoy a todos nosotros. Cercana ya la Navidad, nace en nuestros corazones un cierto deseo de novedad y de bondad pero, ¿qué es lo que provoca todo esto en nuestro interior? ¿Es sentimentalismo o fe? ¿Es moda o convicción? Lo dirán los frutos. Si nacerán frutos dignos de conversión, todo será válido. Si nos faltan los frutos, será signo de que hemos jugado a la Navidad.

Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, nos dice hoy San Pablo. Para él la cruz y la gloria son inseparables. Es cierto que nunca seremos abandonados del amor y de la ayuda de Dios, pero tenemos que ejercitarnos en la virtud de la perseverancia, que es hermana de la paciencia. El Apóstol nos invita, también, a vivir en comunidad con los demás, imitando la paciencia de Jesús y teniendo los mismos sentimientos los unos hacia los otros, alabando con una sola voz a nuestro Dios.

 

INTENCIÓN GENERAL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN QUE JUAN PABLO II PROPONE PARA DICIEMBRE

"Para que los cristianos se liberen de los condicionamientos culturales que impiden reconocer la dignidad y los derechos de los demás". Es la Intención General para el Apostolado de la Oración que propone Juan Pablo II para este mes de diciembre. El Consejo Pontificio para la Cultura, reflexionando sobre esta Intención, señala que se nos sugiere que pidamos ser liberados de los condicionamientos culturales que obstaculizan y estorban la visión, impidiéndonos reconocer la dignidad y los derechos de los demás. Y recuerda que no vivimos en un vacío, sino que vivimos en el mundo que Dios amó tanto que le envió a su Hijo único, no para juzgarlo o condenarlo, sino para redimirlo y salvarlo. Jesús nos pide, más aún, nos exhorta a ser luz del mundo y sal de la tierra. La luz dispersa la oscuridad e ilumina; la sal da sabor y preserva. En síntesis, ésta es nuestra vocación y misión de cristianos, dar luz al mundo, la luz del mismo Jesucristo, Luz del mundo, protegiendo al mundo de la corrupción y embebiéndolo con los valores del Evangelio.

En este contexto, no podemos olvidar que nosotros no producimos la luz, lo único que debemos hacer es reflejar e irradiar la luz de Cristo. Es suya la luz que debemos derramar sobre el mundo con el fin de dispersar y alejar la oscuridad dl pecado y del mal. En su luz hemos de caminar porque si seguimos sus huellas, no nos moveremos en la oscuridad ni tropezaremos nunca, sino que dispondremos de la luz de la vida. Juan Pablo II, en el Encuentro que mantuvo con los representantes de otras religiones y confesiones cristianas en Nueva Delhi, el 7 de noviembre de 1999, "como peregrino de paz", se refirió al Diwali. Fiesta de las luces que simboliza la victoria de la vida sobre la muerte, del bien sobre el mal, expresando la esperanza de que ese encuentro hablara "al mundo entero de lo que nos une a todos, nuestro origen y destino humano común, así como nuestra responsabilidad común con respecto al bienestar y progreso de las personas.

Nuestra necesidad de luz y fuerza, que buscamos en nuestras convicciones religiosas". Mi presencia aquí, entre vosotros - añadía el Papa en la India - "es un signo más de que la Iglesia católica desea proseguir de modo cada vez más intenso el diálogo con las religiones del mundo. Considera que este diálogo es un acto de amor que hunde sus raíces en Dios mismo. 'Dios es amor', proclama el Nuevo Testamento, 'y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (.)Nosotros debemos amar, porque Él nos amó primero (.) Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve" (1Jn 4,16.19-20). Y, destacando que "es un signo de esperanza", "el hecho de que las religiones del mundo estén tomando cada vez mayor conciencia de su responsabilidad común con respecto al bienestar de la familia humana", el Santo Padre ponía de relieve que "éste es un aspecto fundamental de la globalización de la solidaridad que debe existir, si queremos asegurar el futuro del mundo. Sentido de responsabilidad compartida que aumenta a medida que descubrimos lo que tenemos en común como hombres y mujeres".

El discurso de Juan Pablo II en el Encuentro con los representantes de otras religiones y confesiones cristianas, en 1999 en Nueva Delhi, finalizaba preguntando "¿quién de nosotros no debe afrontar el misterio del sufrimiento y la muerte? ¿Quién de nosotros no considera la vida, la verdad, la paz, la libertad y la justicia como los valores más importantes? ¿Quién de nosotros no está convencido de que la bondad moral está sólidamente arraigada en la apertura de la persona y de la sociedad al mundo trascendente de la divinidad? ¿Quién de nosotros no cree que el camino hacia Dios exige oración, silencio, ascetismo, sacrificio y humildad? ¿Quién de nosotros no está interesado en que el progreso científico y técnico vaya acompañado por una conciencia espiritual y moral? Y, ¿quién de nosotros no cree que los desafíos planteados actualmente a la sociedad sólo pueden afrontarse construyendo una civilización del amor, basada en los valores universales de la paz, la solidaridad, la justicia y la libertad? Y, hacía hincapié el Santo Padre, ¿Cómo podemos hacerlo si no es a través del encuentro, la comprensión y la cooperación?

 

MENSAJE A LOS VOLUNTARIOS: "UN EJERCITO DE PAZ Y UN SIGNO DE ESPERANZA"

En nombre de los pobres de todo el mundo, el Papa agradece el constante compromiso de los voluntarios, "un ejército de paz difundido por todos los rincones de la tierra y signo de esperanza en nuestros tiempos". En la clausura del Año Internacional del Voluntariado, el mensaje del Santo Padre se dirige a todos los voluntarios del mundo para elogiar el papel que desarrollan como factor de humanización de la sociedad y de defensa de la dignidad humana.

El Pontífice, en su mensaje hecho público en la Jornada Internacional del Voluntariado, subraya las distintas formas de solidaridad y servicio que desarrolla este colectivo, gracias a las cuales la sociedad presta más atención a la dignidad del hombre y sus múltiples expectativas. "A través de la actividad que desarrolla -escribe el Papa- el Voluntariado experimenta que sólo amando y donándose a los demás, la criatura humana se realiza plenamente".

"El Voluntariado - dice en otro momento el Papa- es un rayo de esperanza para tantos niños, ancianos, enfermos, refugiados y perseguidos en cualquier parte del mundo, un rayo de luz que disipa las tinieblas de la soledad y combate la tentación de la violencia y el egoísmo". Los voluntarios dedican su vida a los demás siguiendo el instinto innato del corazón que impulsa a cada ser humano a ayudar a sus semejantes.

Recordando que Jesús fue quien nos enseñó a caminar en la caridad, Juan Pablo II indica que el cristianismo libera toda su potencia liberadora a través del amor. Por esta razón "la caridad representa la forma más elocuente de evangelización. Además subraya que en sus dos mil años de existencia, la Iglesia no ha dejado de ser testimonio de este amor, poniendo dos ejemplos recientes: la madre Teresa de Calcuta, que consagró su vida "a los más pobres de entre los pobres" y San Massimiliano Kolbe, que se sacrificó para salvar a un padre de familia.

"No es suficiente ayudar a quien tiene necesidades materiales, advierte el Pontífice en su mensaje: es necesario responder también a su sed de valores y de respuestas profundas". Por último el Papa espera que este Año Internacional del Voluntariado que concluyó el miércoles, ayude a la sociedad a valorar cada vez más las distintas formas de voluntariado, que representan una factor de crecimiento y civilización.

 

MANUAL DE PASTORAL "IGLESIA, DROGA Y TOXICOMANÍA"

El martes fue presentado, en el curso de una conferencia de prensa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Manual de Pastoral "Iglesia, Droga y Toxicomanía", del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud. Intervinieron en la misma, el Arzobispo Lozano Barragán, el Obispo Redrado Marchite y el padre Felice Ruffini, Presidente, secretario y subsecretario respectivamente de dicho dicasterio. Asimismo participaron en la presentación un consultor y un Oficial del mencionado Consejo.

En su intervención el Arzobispo Lozano Barragán describió con detalle el camino recorrido para que saliera a la luz este Manual de pastoral "Iglesia, Droga y Toxicomanía", inspirado en un deseo expreso del Pontífice. Y manifestó que el documento está dedicado de manera particular a los Obispos de las Diócesis donde se presenta tantas veces este problema. Asimismo lo recomendó a los políticos porque de su planteamiento depende el frenar este flagelo.

En este manual, manifestó el Prelado, hemos tenido en cuenta a los profesionales que trabajan en el mundo de la salud, y a los jóvenes para que lo utilicen como prevención o para salir de la tóxico dependencia.

En el primer capítulo, señaló Mons. Lozano Barragán, se contempla el pensamiento del Papa a este propósito, mientras que el segundo da información práctica en lo que se refiere a diferentes drogas, examinado el problema de la toxicomanía incluso desde la óptica de la dependencia. El tercer capítulo propone una reflexión sobre la libertad y sobre el descubrimiento del placer y de la felicidad, para mostrar que cada persona está llamada a construir la propia vida sobre elementos positivos y a aprehender el amor de la vida. El cuarto capítulo se ocupa de los temas de la educación y de la prevención como medios fundamentales de lucha contra la toxicomanía y el quinto presenta las propuestas pastorales y el delicado ministerio de guía espiritual de los toxicómanos y de sus familias.

El manual ha sido publicado simultáneamente en italiano, español, inglés y francés por la Tipografía Políglota Vaticana.

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REPRESENTACIÓN DEL NACIMIENTO EN LA PLAZA DE SAN PEDRO

Desde 1982, por deseo del Papa Juan Pablo II, se recuerda la Natividad del Salvador en la Plaza de san Pedro, con la representación del Nacimiento a los pies del obelisco vaticano. Esta tarea la lleva a acabo la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.

De las catorce figuras que conforman la representación del nacimiento, nueve son las originales queridas por San Vicente Pallotti para el portal de Belén realizado en 1842 en la Iglesia de Sant Andrea della Valle, mientras que las otras cinco son posteriores.

Junto al nacimiento, exactamente a la derecha, se planta el Árbol de Navidad, un abeto que cada año viene regalado al Pontífice por diversas regiones montañosas de Europa. En la parte superior del Árbol, totalmente iluminado, brilla una gran estrella, que difunde desde lejos el mensaje de paz y de esperanza de la Santa Navidad.

El árbol que se colocará este año en la Plaza de San Pedro procede de Rumania. Se iluminará el próximo día 17 por la mañana. Mide 25 metros, pesa cinco toneladas y media y un diámetro de 8 metros, y procede del monte Ceahlaud, del departamento forestal de Dulghes, provincia de Harghita (región de Transilvania).

 

"TRABAJAR PARA LA RECONCILIACIÓN DE CRISTIANOS, MUSULMANES Y JUDÍOS"

En su Mensaje para el Adviento 2001, el Patriarca Latino de Jerusalén, Michel Sabbah, hace un llamamiento a "trabajar para la reconciliación de cristianos, musulmanes y judíos y construir nuevas relaciones entre israelíes y palestinos. Y recuerda que éste es un tiempo de ayuno y penitencia, durante el cual se nos invita "a purificar nuestras relaciones con todos nuestros hermanos, tanto con los que pertenecen a una religión distinta, como, incluso, con los que estamos en conflicto político y militar, para volver a poner ante nuestros ojos la verdad fundamental de que todo ser humano, cercano o lejano, amigo o enemigo, es ante todo una criatura de Dios, objeto de su amor y, como nosotros, está llamado a la santidad y a la salvación".

Lamentando la situación de violencia y destrucción que se vive en Tierra Santa, el Patriarca hace hincapié en que "la existencia de las fuerzas del mal" no debe "llenar los corazones de amargura y odio, de desconsuelo o dolor, sino renovar la fe en Dios, Señor de la historia", y en Cristo que dice: 'No tengáis miedo'".

"Nosotros rezamos y ayunamos con el Papa", continúa el mensaje del Patriarca latino de Jerusalén, recordando las tres importantes iniciativas emprendidas por Juan Pablo II. Una para el 13 de diciembre, con el encuentro con los obispos y Patriarcas de Tierra Santa y los Presidentes de varias Conferencias Episcopales. El 14, con la jornada de ayuno universal por la paz en el mundo, que coincide con el final del Ramadán. Y, el 24 de enero, el encuentro de oración con los líderes de otras religiones en Asís.

Mons. Sabbah concluye con esta exhortación: "Hermanos y hermanas: renovad en estos días vuestra fe, renovad vuestro amor. Haced penitencia y renovad vuestra esperanza. Acoged la fiesta con toda demostración de alegría, para encontrar en esta alegría la fuerza para continuar vuestra larga y fatigosa marcha hacia la verdadera libertad; y alabad el nombre de Dios, porque Él es bueno y eterna es su misericordia".

 

RENUNCIAS Y NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

DIÓCESIS DE JALAPA (GUATEMALA)
El Pontífice ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por mons Jorge Mario AVILA DEL AGUILA. En su lugar ha sido nombrado obispo mon Julio Edgar CABRERA OVALLE, hasta ahora obispo de Quiché.


DIÓCESIS DE DOURADOS (BRASIL)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por mons Alberto Johannes FÖRST, O. Carm. Le sucede en el cargo mons Redovino RIZZARDO, hasta ahora obispo coadjutor de la misma diócesis.

DIÓCESIS DE COLORADO SPRINGS (ESTADOS UNIDOS)
Juan Pablo II ha nombrado obispo coadjutor de Colorado Springs (ESTADOS UNIDOS) a monsignor Michael John SHERIDAN, hasta el momento obispo titular de Tibiuca y auxiliar de Saint Louis.

ARCHIDIÓCESIS DE ADELAIDA (AUSTRALIA)
El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis, presentada Mons. LEONARD FAULKNER. Le sucede Mons. PHILIP WILSON, hasta la fecha Arzobispo Coadjutor de la misma sede arzobispal.

NUNCIO APOSTOLICO EN SENEGAL Y DELEGADO APOSTÓLICO EN MAURITANIA
El Papa ha nombrado a mons Giuseppe PINTO, consejero de Nunciatura, elevándolo al mismo tiempo a la sede titular de Anglona, con dignidad de arzobispo.

NUNCIO APOSTÓLICO EN GEORGIA Y ARMENIA
Juan Pablo II ha nombrado a mons Claudio GUGEROTTI, hasta ahora subsecretario de la Congregación para las Iglesias orientales elevándolo al mismo tiempo a la sede titular de Ravello, con dignidad de arzobispo.

PREFECTURA APOSTÓLICA DE QUETTA (PAKISTÁN)
El Santo Padre ha erigido la Prefectura Apostólica de QUETTA (PAKISTÁN) con territorio desmembrado de la archidiócesis de Karachi y de la diócesis de Hyderabad. El Papa ha nombrado primer prefecto apostólico al Padre Victor GNANAPRAGASAM, O.M.I., Superior de la Delegación de la misma Congregación en Pakistán".

La nueva Prefectura Apostólica tiene una población de 5 millones de habitantes, de los que 27 mil son católicos, es decir un 0,54 por ciento. Otros datos referentes a esta prefectura son: presencia de 6 congregaciones religiosas, 3 femeninas y 3 masculinas; 10 iglesias, 6 de ellas en la ciudad de Quetta, 6 escuelas y 8 catequistas.