AUDIENCIA GENERAL:¡EL SEÑOR REINA, LA TIERRA GOZA, SE ALEGRAN LAS ISLAS TODAS!
"NO TENGÁIS MIEDO DE DEJAROS VENCER POR EL SEÑOR"

REGINA COELI: "¡QUE ACABE PRONTO EL DOLOROSO CALVARIO DE BELÉN!
TODOS LOS HIJOS DE LA IGLESIA UNIDOS EN UNA SÚPLICA EN FAVOR DE LA PAZ

TIERRA SANTA: "IMPARABLE ESPIRAL DE INHUMANA CRUELDAD"
GRAN BRETAÑA: TELEGRAMA DE PÉSAME POR LA MUERTE DE LA REINA MADRE

COMUNICADO DE LA SANTA SEDE SOBRE TIERRA SANTA
"NO EXISTE UN PLAN PARA DESALOJAR LA BASÍLICA DE LA NATIVIDAD EN BELÉN"
DECLARACIÓN DEL PORTAVOZ SOBRE LA SALUD DEL PAPA
VIAJE APOSTÓLICO A AZERBAIYAN Y BULGARIA EN MAYO
MISA EN SUFRAGIO DEL ARZOBISPO DE CALI

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

"LA MUERTE DULCE: ¿SUICIDIO O ASESINATO?"
LA IGLESIA DE LA NATIVIDAD DE BELÉN ASEDIADA
VÍDEO DE LA JORNADA INTERRELIGIOSA POR LA PAZ EN ASÍS
ADHESIONES A LA JORNADA DE PAZ EN TIERRA SANTA


ABRIL 2002
SEMANA DEL 1 AL 7

 

AUDIENCIA GENERAL:¡EL SEÑOR REINA, LA TIERRA GOZA, SE ALEGRAN LAS ISLAS TODAS!

Todos conocemos la importancia que el anuncio del Reino de Dios tenía en la predicación de Jesús. No se trata solamente del reconocimiento de la dependencia del ser creado respecto del Creador; se trata también de la convicción de que dentro de la historia se encuentran insertados un proyecto, un designio, una trama de armonías y de bienes queridos pos Dios. Y todo esto se ha realizado plenamente en la Pascua de la muerte y de la resurrección de Jesús.

Este fue el tema central desarrollado en la catequesis del miércoles por el Santo Padre ante miles de fieles romanos y peregrinos de todo el mundo, durante la Audiencia General, celebrada en la Plaza de San Pedro. El tema del Reino de Dios es ofrecido por el Salmo 96, propuesto por el Papa a la meditación de los fieles, cuyo inicio es: "El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas todas". Es una solemne proclamación de la celebración del Rey divino, Señor del cosmos y de la historia. Se le puede definir a este salmo, ha dicho el Pontífice, como un Salmo "Pascual". "La luz, la alegría y la paz que en el tiempo pascual inundan a la comunidad de los discípulos de Cristo y se difunden en toda la creación, afirmó el Papa, impregnan nuestro encuentro".

Es el triunfo de Cristo sobre el mal y sobre la muerte que celebramos durante estos días. Precisamente con su muerte y resurrección es restaurado definitivamente el reino de justicia, y de amor deseado por Dios. Este Salmo lo propone la Liturgia en la celebración de los Laudes. El salmista, recurriendo al uso de citas o alusiones de otros pasajes de los Salmos o de los Profetas, en especial de Isaías, describe la irrupción en la escena del mundo del Gran Rey que aparece rodeado de una serie de ministros o servidores cósmicos: las nubes, las tinieblas, el fuego, los relámpagos. Se personifica también la acción histórica del Gran Rey a través de la justicia, del derecho y de la gloria. Su entrada en escena hace que se regocije la creación. La tierra exulta, incluso las islas más remotas. En los cielos resuenan himnos angélicos que exaltan la justicia, es decir la obra de salvación realizada por el Señor. Toda la humanidad contempla el desvelarse de la gloria divina, es decir, de la realidad misteriosa de Dios, mientras los enemigos, o sea, los inicuos e los injustos ceden delante de la fuerza irresistible del juicio del Señor.

Una vez más el Salmista nos describe la contraposición del bien y del mal. La entrada del Gran Rey en la historia provoca dos tipos de reacciones. Por un lado los idólatras y los ídolos caen a tierra confundidos y derrotados; por otro, los fieles, reunidos en Sión pata la celebración litúrgica en honor del Señor, elevan gozosos un himno de alabanza. "Ante él se postran todos los dioses y se regocijan los pueblos de Judá. Por un lado, el Salmo anuncia la victoria sobre los ídolos y sus adoradores, y por otro se describe lo que podíamos llamar espléndida jornada de los fieles. "Amanece la luz para el honrado y la alegría para los hombres sinceros". Es como si despuntase una aurora de alegría, de fiesta, de esperanza pues la luz es símbolo de Dios. El salmo, además de ayudarnos a descubrir el rostro del Señor, nos describe el rostro del fiel, descrito con rasgos de perfección y plenitud. Los que esperan la venida del Gran Rey divino odian el mal, aman al Señor. Son los "hasidim", es decir, los fieles ; caminan por el camino de la justicia, tienen rectitud de corazón, se alegran ante las obras de Dios y dan gracias al nombre del Señor.

 

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas: La luz, la alegría y la paz, que en el tiempo pascual inundan la comunidad de los discípulos de Cristo hasta alcanzar a toda la creación, caracterizan este encuentro dentro del clima de la Octava de Pascua. Celebramos el triunfo de Cristo sobre el mal y a muerte, ya que con su muerte y resurrección se instaura de modo definitivo el reino de justicia y amor que3rido por Dios. A meditar sobre el tema del Reino nos lleva hoy la reflexión del Salmo 96, que se abre con una solemne proclamación: "El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables". El anuncio del Reino de Dios ocupa un lugar importante en la predicación de Jesús, haciéndonos ver que dentro de la historia hay un proyecto, un designio querido por Dios y que ha tenido su realización en la Pascua, con la muerte y la resurrección de Jesús.

Saludo a los fieles de lengua española; en especial a los Seminaristas de Barbastro, así como a los grupos provenientes de distintas parroquias de Cartagena, Albacete, Petrola, Murcia y Valencia; a la Asociación de Amas de Casa, de Pego, así como a los alumnos de los Colegios alicantinos aquí presentes; también a los peregrinos de Ciudad Juárez (México) y a los estudiantes de la Escuela Italiana de Bogotá. Muy buenos días de Pascua a todos.

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Una vez más, el Santo Padre dirigió unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, presentes como de costumbre en este encuentro semanal con el Papa. A los jóvenes, en esta ocasión muy numerosos, procedentes de diversas parroquias de la diócesis de Milán, les pidió que hagan suya la "Profesión de fe" y que sean entusiastas protagonistas en la Iglesia y en la sociedad; y que con su fidelidad al Evangelio contribuyan a la construcción de la civilización del amor, que se funda en Cristo muerto y resucitado por nosotros. Deseó de corazón a los enfermos que la luz de la resurrección ilumine y sostenga su sufrimiento cotidiano y lo haga fecundo en beneficio de toda la humanidad. Y por último a pedido a los recién casados que saquen cada día del Misterio pascual la fuerza y la alegría necesarias para un amor sincero e inagotable.

 

"NO TENGÁIS MIEDO DE DEJAROS VENCER POR EL SEÑOR"

Juan Pablo II pidió a los jóvenes de la archidiócesis francesa de Rouen que abran su corazón a Cristo para que correspondan con confianza y generosidad a la llamada personal que Jesucristo hace a cada uno. El sábado, Juan Pablo II recibió en audiencia en la sala Clementina del Vaticano, a un grupo de jóvenes peregrinos de la diócesis francesa de Rouen presididos por su arzobispo monseñor Duval.

"Os recibo con alegría, les dijo el Papa, viendo como seguís la escuela de Cristo, muerto y resucitado que os invita a vivir su vida y a ser sus testigos. El Señor os invita para que seáis, cada día, responsables de vuestra existencia y de las opciones que tendréis que hacer.

Que este tiempo de gracia, prosiguió el Santo Padre, os permita abrir vuestro corazón a Cristo para que correspondáis con confianza y generosidad a la llamada personal que Él os hace a cada uno y cada una de vosotros. No tengáis miedo de dejaros vencer por el Señor. Él os ayudará a vivir en plenitud, porque quiere hacer de vuestra existencia una cosa hermosa.

El Pontífice finalizó su discurso a los jóvenes franceses de la archidiócesis de Rouen, a seguir el ejemplo de Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia, en la escucha cotidiana de la Palabra de Dios y en la participación frecuente de los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación. Que la luz de Cristo Resucitado os ayude a suprimir el lastre del egoísmo, de la violencia, del placer fácil y de la desesperación que tantas veces fermenta en el corazón de los jóvenes y no favorece un auténtico desarrollo para la promoción de la paz, de la justicia y de la solidaridad.

 

REGINA COELI: "¡QUE ACABE PRONTO EL DOLOROSO CALVARIO DE BELÉN!

Este grito, este llamamiento fue lanzado por el Papa a mediodía del lunes de Pascua ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para el canto del Regina Coeli. "Hoy os invito a rezar de manera especial, dijo el Pontífice después del canto mariano, por los habitantes de Belén, la ciudad donde nació Jesús, la cual en estos momentos está viviendo horas difíciles y se encuentra en grave peligro. Llegan noticias tristes y preocupantes que han turbado la atmósfera del día de Pascua, que debería ser fiesta de paz, de alegría y de vida. Con gran aprensión y dolor el Papa está al lado de nuestros hermanos y hermanas, como lo está también la Iglesia entera que reza y trabaja para que pronto termine tan doloroso calvario".

La palabra paz que tantas veces fue pronunciada por el Papa en su mensaje Urbi et Orbi del Domingo de Pascua, seguía resonando el Lunes del Ángel en la Plaza de San Pedro con más fuerza e intensidad, si cabe.

El Lunes de Pascua es conocido también como Lunes del Ángel, ya que recuerda el encuentro del enviado celestial con las mujeres que corrieron al sepulcro. "Vosotras no temáis, dijo el ángel a las mujeres. Ya sé que buscáis a Jesús el crucificado; no está aquí, ha resucitado, como tenía dicho. Venid a ver el sitio donde yacía". También hoy, dijo el Santo Padre ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro a mediodía de hoy para cantar con el Papa el "Regina Coeli", también hoy resuena con fuerza el gran anuncio de la resurrección de Jesús.

Desde la tumba vacía, añadió Juan Pablo II, este anuncio se difunde por todo el mundo y alcanza todos los rincones de la tierra; es un mensaje de esperanza para todos. Precisamente en el mensaje Urbi et Orbi Juan Pablo II puso de relieve esta esperanza centrada en aquella frase con que Jesús saluda a los suyos en su primera aparición después de resucitar: "La paz con vosotros". En este contexto hemos de decir que el momento actual es uno de esos momentos en que la paz es ansiada, deseada con especial intensidad. Es en extremo paradójico y contradictorio que en los lugares donde se realizó, donde se vivió el misterio de la salvación del hombre con la muerte y resurrección de Cristo, donde Él pronunció el saludo "La paz con vosotros", en esos mismos lugares, que llamamos Tierra Santa, se esté atentando tan dramáticamente contra la paz. Se esté provocando la muerte de manera tan sangrienta y cruel.

Desde que el Nazareno crucificado ha resucitado al alba del tercer milenio, siguió diciendo el Papa, la última palabra no es ya la de la muerte, sino la de la vida. En el Señor resucitado Dios ha revelado en plenitud su amor por toda la humanidad. Un amor encarnado en Jesucristo de cuya resurrección han constatado la consoladora verdad primero las mujeres y luego Pedro y los demás discípulos han sido testigos. Pedro fue quien, después de Pentecostés, hablando a los judíos y a los vecinos de Jerusalén les dijo: "Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos.

Al igual que ellos y junto con ellos, recordó una vez más el Santo Padre, todos nosotros estamos llamados a difundir entre los hombres y las mujeres de nuestro tiempo esta "buena noticia": "Cristo, mi esperanza, ha resucitado". ¡Cómo deseo que el anuncio pascual fortalezca cada vez más la fe de todo bautizado! ¡Cómo deseo que la paz, don de Cristo resucitado, alcance a cada corazón humano y dé esperanza a los oprimidos y a los que sufren! "Sólo la paz, don de Cristo resucitado, decía el Papa en su mensaje de ayer al mundo, puede reconciliar al hombre con Dios, consigo mismo y con la creación.

Que la paz es un don de Dios lo proclaman muchas religiones. Esa fue la experiencia de Asís. De ahí que las convicciones religiosas no deban ser nunca causa de odio y de división, sino sólo y siempre fuente de fraternidad, de concordia y de amor. Las palabras del Papa dirigidas el domingo a todas las comunidades cristianas de todos los continentes fueron un toque de atención a la responsabilidad de todos los bautizados: "Os pido, con emoción y esperanza, decía el Pontífice, que deis testimonio de que Jesús ha resucitado verdaderamente y que trabajéis para que su paz frene la dramática espiral de violencia y muerte que ensangrienta la Tierra Santa, sumida de nuevo en el horror y la desesperación".

¡Parece, añadía el Santo Padre, como si se hubiese declarado la guerra a la paz! Pero la guerra, siguió diciendo, no resuelve nada, acarrea solamente mayor sufrimiento y muerte; no valen retorsiones o represalias. La tragedia es verdaderamente grande. ¡Nadie puede quedarse callado e inerte; ningún responsable político o religioso! A las denuncias sigan hechos concretos de solidaridad… Son también muchos lo miembros de la familia humana que viven oprimidos aún por la miseria y la violencia… En cuantos rincones de la tierra resuena el grito que implora auxilio, porque se sufre y se muere… Son muchos los Países del Planeta donde desequilibrios sociales y ambiciones contrapuestas golpean a innumerables hermanas y hermanos nuestros.

Juan Pablo II terminó su breve alocución, anterior al canto del Regina Coeli, pidiendo a María, testigo silencioso de la muerte y resurrección de su hijo Jesús, que nos ayude a creer profundamente en este misterio de salvación que puede cambiar la vida. "Abrid el corazón a Cristo crucificado y resucitado, terminaba ayer su mensaje Juan Pablo II. Con Él entra la verdadera paz… que entre en todo corazón humano…. Que impregne también las relaciones entre las clases sociales, entre pueblos, lenguas y mentalidades diversas, llevando a todo ello el fermento de la solidaridad y del amor.

 

TODOS LOS HIJOS DE LA IGLESIA UNIDOS EN UNA SÚPLICA EN FAVOR DE LA PAZ

"¡La Paz esté con vosotros!", con estas palabras de Jesús, saludó Juan Pablo II en su alocución antes del Regina Coeli, del domingo, "ante la preocupante situación en Tierra Santa", reiterando su invitación a la oración.

"¡La Paz esté con vosotros!" Con estas palabras de Jesús a los Apóstoles, de la página evangélica de este domingo, que cierra la Octava de Pascua, saludaba Juan Pablo II en su alocución antes del Regina Coeli. "Palabras que en estas horas asumen un eco especial ante la preocupante situación en Tierra Santa", destacó el Papa, reiterando su invitación a la oración: "Es un saludo que encuentra en estas horas un eco particularmente profundo, en nuestros corazones, ante la preocupante persistencia de los enfrentamientos en Tierra Santa. Precisamente por ello he pedido a todos los hijos de la Iglesia que se unan, hoy, en una concorde e insistente súplica en favor de la paz".

Una vez más, el Papa puso de relieve que "la paz es un don de Dios" y que el Creador mismo ha escrito en el corazón de los hombres la ley del respeto a la vida. En este contexto, Juan Pablo II citó el primer libro del Pentateuco, el Génesis: "Si uno derrama la sangre de un hombre, otro derramará la suya; porque Dios hizo al hombre a su imagen" (n. 9,6). Y, haciendo hincapié en que "cuando todo está dominado por la lógica despiadada de las armas, sólo Dios puede reconducir a los corazones hacia pensamientos de paz", ha subrayado que tanto los israelíes como los palestinos creen en un solo Dios: "Sólo Él puede dar las energías necesarias para librarse del odio y de la sed de venganza, emprendiendo el camino de la negociación en vistas del acuerdo y de la paz. ¿Cómo olvidar que israelíes y palestinos, siguiendo el ejemplo de Abraham, creen en un único Dios? A Él, que Jesús nos ha revelado como Padre misericordioso, se eleva hoy la coral oración de los cristianos, que repiten junto con San Francisco de Asís, "Señor, haz que yo sea un instrumento de tu paz"".

El Santo Padre recordó en este momento, en especial, a las Comunidades de Franciscanos, Greco-ortodoxos y Armenios ortodoxos, que están viviendo horas difíciles en la Basílica de la Natividad. Y aseguró a todos su oración constante.

La liturgia de hoy - señaló asimismo Juan Pablo II - nos invita a encontrar en la Misericordia divina la fuente de aquella paz auténtica que Cristo nos ofrece. Las llagas del Señor resucitado y glorioso constituyen el "signo permanente del amor misericordioso de Dios hacia la humanidad". De ellas mana una luz espiritual, que ilumina las conciencias e infunde en los corazones consuelo y esperanza.

En esta hora difícil, el Santo Padre invitó a repetir: "Jesús, en ti confío", sabiendo que necesitamos aquella Misericordia divina, que hace más de medio siglo el Señor manifestó con tanta generosidad a Santa Faustina Kowalska. Allí donde más arduas son las pruebas y las dificultades -exhortó Juan Pablo II - se pronuncie con mayor insistencia la invocación al Señor resucitado, y con mayor fervor se implore el don de su Santo Espíritu, manantial de amor y de paz.

Y, recordando que el lunes era la fiesta litúrgica de la Anunciación del Señor, el Papa invitó a encomendar esta oración nuestra a la Virgen María, reiterando que la vida humana es inviolable: "El misterio de la concepción de Jesús en el seno de la Virgen, por obra del Espíritu Santo nos recuerda que la vida humana, asumida por Cristo, es inviolable desde el primer instante. La contemplación del misterio nos impulsa a renovar el compromiso de amar, acoger y servir a la vida. Compromiso éste que aúna a creyentes y no creyentes, porque la defensa y la promoción de la vida no son monopolio de nadie, sino deber y responsabilidad de todos (Evangelium vitae, 91)".

Después del Regina Coeli, el Papa saludó a los numerosos fieles, que se habían reunido en la iglesia romana del Espíritu Santo en Sassia, cerca del Vaticano, para celebrar precisamente el Domingo de la Misericordia Divina, agradeciendo al Cardenal Angelini que había celebrado la Santa Misa para ellos y exhortando a todos a "ser siempre y en todo lugar apóstoles del amor misericordioso". Asimismo, el Santo Padre saludó a los fieles polacos presentes en la Plaza de San Pedro y dirigió unas palabras en su lengua a los numerosos peregrinos que han peregrinado al Santuario nacional de la Misericordia Divina en Lagiewniki-Cracovia, donde se encuentra la tumba de Santa Faustina Kowalska.

 

TIERRA SANTA: "IMPARABLE ESPIRAL DE INHUMANA CRUELDAD"

La dramática situación que vive Tierra Santa llevó una vez más al Papa a dirigir un nuevo y urgente llamamiento a toda la Iglesia con el fin de que se intensifiquen las oraciones de todos los creyentes para las poblaciones de aquella región actualmente destrozada por formas de violencia inauditas. "Precisamente en este período en el que el corazón de los cristianos se dirige hacia los lugares en los que el Señor Jesús sufrió murió y resucitó, llegan noticias cada vez más trágicas -escribe el Papa- que contribuyen a acrecentar la turbación de la opinión pública y que suscitan la impresión de una imparable espiral de inhumana crueldad".

Frente a la obstinada determinación con la que una y otra parte continúan avanzando por el camino de la violencia y la venganza, el Santo Padre en una carta al secretario de estado vaticano, cardenal Angelo Sodano, invita a los creyentes a orar para que Dios pueda cambiar el corazón de los hombres incluso de los más obstinados.

El domingo, 7 de abril, la Iglesia celebra con particular fervor el misterio de la Divina Misericordia y rendirá gracias a Dios que se ha hecho cargo de las miserias de nuestra humanidad. Una ocasión propicia - dice el Pontífice- para invocar coralmente al Cielo el perdón y la Misericordia y pedir una especial intervención divina sobre todos aquellos que tienen la responsabilidad y el poder de cumplir los pasos necesarios con los que emprender el camino para unos acuerdos justos y dignos para todos".

 

GRAN BRETAÑA: TELEGRAMA DE PÉSAME POR LA MUERTE DE LA REINA MADRE

Juan Pablo II envió un telegrama de pésame a la Reina de Inglaterra, a la Familia Real y a toda la Nación con motivo de la muerte de la Reina Isabel, la Reina Madre. Ella a lo largo de una centuria se ha dedicado totalmente al pueblo británico, especialmente en los momentos más dramáticos. El Papa ofrece también sus oraciones por su eterno descanso y para que goce de la infinita paz de Jesucristo.

 

COMUNICADO DE LA SANTA SEDE SOBRE TIERRA SANTA

"Ante el preocupante deteriorarse de la situación en Tierra Santa y las numerosas peticiones de ayuda, que de todas partes han llegado al Santo Padre, tanto la Secretaría de Estado como la Representación Pontificia en Jerusalén han mantenido contactos con las partes en causa. El 2 de abril, Mons. Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados, ha convocado al Sr. Yosef Neville Lamdan, embajador de Israel y en la mañana del 3 de abril al Sr. James Nicholson, embajador de los Estados Unidos de América, deteniéndose de manera particular en la dramática situación que se ha creado en Belén.
En los diversos encuentros ha sido confirmada siempre la posición de la Santa Sede, expresada autorizadamente por el Santo Padre Juan Pablo II y reiterada también en las intervenciones públicas de los últimos días:

1. Condena inequívoca del terrorismo, de cualquier parte que provenga;
2. Reprobación de las condiciones de injusticia y de humillación impuestas al pueblo palestino, así como las represalias y retorsiones, que no hacen otra cosa que aumentar el sentido de frustración y de odio;
3. Respeto de las Resoluciones de las Naciones Unidas por parte de todos;
4. Proporcionalidad en el uso de los medios legítimos de defensa;
5. Deber de las partes en conflicto de tutelar los Lugares sacros, muy significativos para las tres religiones monoteístas y patrimonio de toda la humanidad.

Al mismo tiempo, en la mañana del 3 de abril, monseñor Celestino Migliore, subsecretario para las Relaciones con los Estados, recibió al sr. Mamad Alí Mamad, director de la Oficina de Representación de la Liga de los Estados Árabes ante la Santa Sede, al que expuso la conocida posición de la Santa Sede, insistiendo, en particular, en la necesidad de poner fin a los actos indiscriminados de terrorismo.
Por su parte, el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, y el sustituto, monseñor Leonardo Sandri, han estado en estrecho contacto con el Patriarcado Latino de Jerusalén y con las comunidades religiosas de Belén, transmitiéndoles la solidaridad del Santo Padre en este doloroso momento".

 

"NO EXISTE UN PLAN PARA DESALOJAR LA BASÍLICA DE LA NATIVIDAD EN BELÉN"

El sábado, el director de la Oficina de Prensa vaticana respondiendo a algunas preguntas sobre un supuesto plan de la Santa Sede para desalojar la Basílica de la Natividad en Belén, afirmaba que "no existe" ningún plan al respecto.

Naturalmente - señalaba el doctor Navarro Valls - el representante diplomático de la Santa Sede en Israel prosigue su apreciada obra de asistencia a las personas que sufren. Por su parte, la misma Santa Sede reitera sus auspicios de que en Belén y en toda la región sean aceptados por parte de todos los principios ya manifestados por vía diplomática y las resoluciones de las Naciones Unidas nuevamente ratificadas.

 

DECLARACIÓN DEL PORTAVOZ SOBRE LA SALUD DEL PAPA

"Nunca se ha tomado en consideración la eventualidad de una operación en la rodilla derecha del Santo Padre"; "carecen de fundamento las informaciones de una presunta hospitalización del Papa en una clínica romana para ser sometido a una resonancia magnética" y "no resulta que algunos especialistas, cuyos nombres han aparecido en estas informaciones, hayan visitado al Pontífice o hayan sido consultados". Lo afirmaba el martes el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, doctor Joaquín Navarro Valls, desmintiendo así rotundamente las informaciones de estos días, sobre de una posible intervención quirúrgica para curar la artrosis que padece Juan Pablo II en su rodilla derecha.

 

VIAJE APOSTÓLICO A AZERBAIYAN Y BULGARIA EN MAYO

El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, anunció el martes el próximo viaje del Papa: "El Santo Padre Juan Pablo II realizará un Viaje Apostólico a Azerbaiyán y a Bulgaria del 22 al 26 de mayo próximo.

 

MISA EN SUFRAGIO DEL ARZOBISPO DE CALI

El sábado 13 de abril, en la Basílica de los 12 Apóstoles de Roma, el Cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos, presidirá una misa en sufragio de Mons. Isaías Duarte Cancino, Arzobispo de Cali, en Colombia, "bárbaramente asesinado" el día 16 de marzo pasado, en su Archidiócesis, después de una celebración litúrgica. La homilía será pronunciada por el Cardenal Alfonso López Trujillo.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

ARCHIDIÓCESIS DE CALCUTA (INDIA)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis presentada por monseñor Henry Sebastian D'SOUZA y le sucede monseñor Lucas SISKAR, arzobispo coadjutor de la misma archidiócesis.

ARCHIDIÓCESIS DE LIPA (FILIPINAS)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia de auxiliar de Lipa, presentada por monseñor Salvador QUIZON y ha nombrado en su lugar al sacerdote Buenaventura FAMADICO.

DIÓCESIS DE CIUDAD VALLES (MÉXICO)
Juan Pablo II ha nombrado Obispo de la diócesis al padre Roberto Octavio BALMORI CINTA, hasta la fecha párroco en la archidiócesis de México.

DIÓCESIS DE BUNIA (REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO)
El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Léonard DHEJJU.

DIÓCESIS DE FERNS (IRLANDA)
El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Brendan Oliver COMISKEY.

EXARCADO APOSTÓLICO PARA LOS FIELES UCRANIANOS DE RITO BIZANTINO (GRAN BRETAÑA)
El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral del exarcado presentada por monseñor Michael KUCHMIAK, por motivos de edad. Y ha nombrado Exarca Apostólico para los fieles ucranianos de rito bizantino residentes en Gran Bretaña al Padre Paul Patrick CHOMNYCKY, hasta el momento superior del Monasterio de San Basilio de Edmonton, en la ciudad canadiense de Alberta, asignándole la Sede titular episcopal de Buffada.

ARCHIEPARQUÍA DE WINNIPEG DE LOS UCRANIANOS (CANADÁ)
El Santo Padre ha nombrado obispo auxiliar de la archieparquía al sacerdote David MOTIUK, del clero de la eparquía de Edmonton de los Ucranianos, asignándole la sede titular episcopal de Matara de Numidia.

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
El Papa ha nombrado subsecretario de la Congregación al dominico padre Joseph Augustine DI NOIA.

CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS
El Pontífice ha nombrado miembros de la Congregación a los monseñores Angelo ACERBI y Attilio NICORA.

ACADEMIA PONTIFICIA DE LA VIDA
Juan Pablo II ha nombrado miembro ordinario de la Academia a la señora Alicia GRZESKOWIAK (POLONIA).

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO II DE PASCUA (A):
"A los ocho días, se les apareció Jesús"

No fue la Iglesia, sino el mismo Señor quien escogió el domingo como "día de encuentro con los suyos". El mismo Resucitado inauguró así el primer signo que distingue a los cristianos: "reunirse cada domingo para encontrarse juntos con el Señor". Aquellos primeros discípulos estaban cerrados al mundo exterior, porque tenían miedo. Les faltaba coraje y valentía, porque estaban bajo el impacto bochornoso de la cruz. Todavía no habían experimentado la alegría de la resurrección; ni tenían la fuerza del Espíritu para transmitirla. Pero el Señor cumplió su promesa de volver para darles la alegría que nadie les podría ya quitar; para darles el Espíritu, como fruto de su entrega. Y así, al anochecer de aquel primer domingo, entró Jesús donde se encontraban, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros". Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo". Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo, a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos". Sí, como Él fue enviado por el Padre con el poder del Espíritu, para reunir a los hijos de Dios que el pecado dispersó, así puede ahora enviar a los suyos con la fuerza del Espíritu, para continuar su misión. Son ellos ahora el germen de una humanidad nueva, nacida de un nuevo aliento de Dios; son ellos el fermento de aquella comunión que el pecado destrozó; son ellos los portadores de esa alegría que disipa todos los temores y que ya nadie podrá apagar...

Tomás, que no estuvo con ellos reunido, se lo perdió. Por eso seguía en su ceguera, incapaz de compartir la alegría de los que le insistían: "Hemos visto al Señor". No, él no había acudido. Y, por eso, seguía influido todavía por los criterios del mundo: no admitir más de lo que sus manos alcanzasen a tocar. Como tantos otros discípulos que dejan de acudir el domingo al encuentro del Señor y terminan por creer sólo en las posibilidades del hombre, al margen ya de las de Dios... Pero el Señor tiene paciencia y vuelve a ofrecer la ocasión al domingo siguiente... Esta vez, estaba Tomás, para darle la lección. No sólo a él, sino a nosotros también: Llegó Jesús, se puso en medio y saludó: "Paz a vosotros". Luego, dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente". Contestó al fin Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!". Pero Jesús le advirtió: "¿Por qué me has visto has creído? ¡Dichosos los que crean sin haber visto!". Sí, hermanos, el encuentro con el Señor cada domingo, junto a los demás, es el sostén de la fe y de la vida cristiana. No, el Señor Jesús no viene a solas. No quiere que cada uno sea cristiano por su cuenta. Nos quiere reunidos, formando su familia, el pueblo nuevo de Dios. Y nos quiere así, para poder confiarnos a todos la misión de congregar; la tarea de hacer comunión en su mismo Espíritu; la misma que él recibió del Padre...

Es así como nos lo describe hoy el Libro de los Hechos. Esos rasgos esenciales de la comunidad que, desde el principio, el Resucitado se empeña en edificar; eso que ensayamos de un modo más denso en la misa de cada domingo: Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Era esa la fuente de su identidad como Iglesia de Jesús en medio del mundo, porque sigue diciendo: Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno... celebraban la fracción del pan alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban a salvar. Es importante tener siempre presente cuál es el ideal y ser asiduos en el empeño... Un empeño que es el mismo por el que el Señor nos convoca cada domingo, sin faltar a la cita. Para que, como nos dice hoy Pedro en la segunda lectura: nos alegremos con un gozo inefable y transfigurados, alcancemos así la meta de nuestra fe, nuestra propia esperanza.

 

"LA MUERTE DULCE: ¿SUICIDIO O ASESINATO?"

"Entra en vigor en Holanda la ley que autoriza la eutanasia". Con esta frase u otra del mismo calibre, han anunciado los medios de comunicación social la determinación de las autoridades holandesas de legalizar lo que se ha dado en llamar "muerte dulce". La eutanasia es, pues, desde el martes 2 de abril, una práctica médica legal en Holanda, el primer país del mundo que la legalizó hace un año. Pero la entrada en vigor de la ley abre muchos interrogantes, entre otros, por ejemplo, el impacto sobre el número de muertes asistidas, o si atraerá a enfermos terminales de otros países. Hay que decir también que en Holanda la eutanasia es una práctica tolerada desde hace dos decenios. La ley pide que se cumplan determinadas condiciones para que pueda ejercerse esta práctica: que el paciente, mayor de 16 años, haya formulado el deseo de forma reiterada, firme y reflexionada; que no existe un remedio para su mal y que padezca "un dolor físico insoportable". Estas condiciones serán certificadas por el médico que lo atiende y por un segundo facultativo. Pero hay más. Los menores entre 12 y 16 años pueden solicitar también la eutanasia pero se precisa el consentimiento de los padres o tutores.

Una persona medianamente formada se da cuenta enseguida de que en una cosa como esta hay algo que falla, que no funciona; que es abrir una puerta a un mundo de horrores y atrocidades incalculables, donde se puede impunemente hacer de todo, incluso que una persona muy enferma sea asesinada sin más y que pase como eutanasia, basta que alguien atestigüe que había pedido la eutanasia. Por ejemplo, durante el año 2000 las cifras oficiales hablad de más de 2.100 enfermos que pusieron fin a sus vidas con la "muerte dulce" asistidos por médicos holandeses. Se sospecha, no obstante, que el número real de casos de eutanasia sea mucho mayor, pues no es fácil establecer cuándo un médico, a petición del enfermo y de sus familiares, no esté realizando una eutanasia. Como se sabe, hoy día las curas médicas para los ciudadanos de la Unión Europea, se pueden solicitar en cualquier país miembro. Esto facilita también la solicitud de la eutanasia, basta ir, por ahora, a Holanda.

Esta ley ¿tendrá mucho impacto en los demás países europeos? Por lo pronto, Bélgica va siguiendo los mismos pasos de Holanda, y la Cámara de Diputados se pronunciará este mes sobre un proyecto de ley muy semejante al de Holanda. Hace pocos días el Alto Tribunal de Londres concedió a una mujer tetrapléjica el derecho a poner fin a sus días. Con este tipo de leyes y de tomas de posición ante la vida nos estamos poniendo en un camino sin retorno, donde la huida del sacrificio, el egoísmo, la barbarie, el dominio del más fuerte, la venganza y mil cosas más van a campear por sus respetos sin posibilidad de sujeción por parte de autoridad ninguna, ya que son las mismas autoridades las que legalizan los desvalores, las atrocidades más inauditas so capa de favorecer al sujeto y de aplicar los principios de la democracia y del bien común. Nada más falso e inicuo.

La Iglesia, experta en humanidad, habla muy claro sobre el tema. El quinto mandamiento del Decálogo "no matarás" se refiere también a la propia vida, y expresa en forma normativa que la vida del ser humano no está a disposición de nadie, ya que no es propiedad exclusiva de nadie, sino un don de Dios. La vida es un misterio insondable, pero es el misterio de un bien irrenunciable. Si la libertad, el honor, la educación, etc., son bienes irrenunciables, con más razón lo es la vida, raíz y base primordial de todos esos bienes. Se dice y se subraya que la eutanasia que se pide es voluntaria. Pero también es cierto que la eutanasia solicitada lleva consigo la malicia del suicidio y la cooperación en el suicidio. La Iglesia está claramente en contra de la eutanasia activa y trabaja con decisión a favor de que la muerte sea vivida de un modo digno del ser humano. Las personas tienen derecho a que, en cuanto sea posible, el trance de la muerte pueda ser asumido lúcida y libremente. Al cristiano, su esperanza le permite y le impulsa a asumir la muerte como el supremo acto de su libertad, por el cual entrega su vida a su Señor para que Él la transfigure junto a la suya.

La postura de la Iglesia ante la eutanasia se sitúa en el centro entre dos extremos que no son acordes con el sentido verdaderamente humano de la muerte. En un extremo se encuentra la denominada eutanasia activa, que consiste en la eliminación directa de la vida. La vida humana es intangible y nadie puede disponer de la vida, que es sagrada. Es sagrada porque es un don, cuyo sentido último radica en darse gratuitamente, tal y como la hemos recibido. En el otro extremo está el ensañamiento terapéutico o distanasia. Los magníficos avances de la medicina han hecho posible que la vida se pueda alargar hoy mucho más. Esto redunda en beneficio de todos. Pero a veces, se crean situaciones límite en las que la vida es mantenida de modo costosísimo tanto en medios económicos como en sufrimiento para los pacientes y las familias. Es lo que se llama distanasia: alargar la vida de modo irracional y desproporcionado. La Iglesia piensa que esto tampoco es digno del ser humano. Igual que no está en nuestras manos el quitarnos la vida, tampoco debemos pensar que lo esté el apegarnos a ella a toda costa. Lo digno es saber aceptar la muerte cuando llegue, a su tiempo.

En medio de estos dos extremos, la Iglesia trata de ayudar a que la muerte sea asumida con dignidad. La mejor "receta" para ello es la de la fe en Dios y la esperanza en la resurrección para la Vida eterna. Con ellas se puede morir y se puede ayudar a morir. Un ser humano que pide ser eliminado lo que, en realidad, está pidiendo casi siempre es ser ayudado a vivir su muerte. De ahí la necesidad de una pastoral eficaz y constante que atienda y ayude a las familias de los enfermos. Hay que ayudarlas a cuidar bien a sus mayores. La pastoral de los enfermos, incluido su aspecto sacramental, ha de ayudar a las familias a vivir humana y espiritualmente las situaciones difíciles. Estar junto a los que sufren, emplear con ellos nuestro tiempo y nuestros recursos es parte ineludible del seguimiento de Cristo.

 

LA IGLESIA DE LA NATIVIDAD DE BELÉN ASEDIADA

En el escenario del conflicto bélico, el viernes permanecía todavía asediada, por los tanques y las tropas israelíes, la basílica de la Natividad de Belén, donde junto a sacerdotes, religiosos y religiosas estaban atrincherados al menos 200 milicianos palestinos. Según Israel, éstos tendrían retenidos a los religiosos como rehenes.

Y el mismo viernes, con relación a los últimos trágicos acontecimientos en Tierra Santa, el Ministro General de los Franciscanos, Giacomo Bini, ofrecía una conferencia de prensa en Roma, señalando que si los palestinos sitiados en la Basílica de la Natividad deponen las armas, los franciscanos están dispuestos a darles "un sayo, es decir a protegerlos contra las represalias israelíes". El Padre Giacomo Bini recordaba que durante la segunda guerra mundial los franciscanos salvaron también a millares de judíos que corrían el riesgo de ser deportados a los campos de exterminio nazis.

El Ministro General de los Franciscanos ha señalado que los cuarenta frailes menores y las cuatro religiosas franciscanas, que se encuentran sin haberlo querido en esta situación, no abandonarán la Basílica de la Natividad con el fin de evitar de esta manera una trágica matanza. A las dos partes en conflicto, los franciscanos les hacen un firme llamamiento para una solución pacífica del conflicto recordando que el mejor modo para dialogar es el de deponer las armas.

En comunión con el Papa que no ha cesado de dirigir a todos fervientes llamamientos en favor de la paz, con todos los Frailes de Tierra Santa y los cristianos de todo el mundo, los franciscanos se sumaron la Jornada de Oración por la Paz en Tierra Santa convocada por el mismo Juan Pablo II el domingo, 7 de abril, para que el Señor conceda días de paz a los dos pueblos y puedan así vivir juntos y serenos en la misma tierra.

 

VÍDEO DE LA JORNADA INTERRELIGIOSA POR LA PAZ EN ASÍS

"Cada día el Santo Padre, desde que inició la crisis en Oriente Medio, está con el pensamiento sobre la tumba de San Francisco de Asís". Lo refería el secretario personal del Papa, el obispo Stanislaw Dziwisz, recibiendo para el Pontífice, del custodio del Convento de Asís, padre Vinzenzo Colli, un video y un pequeño volumen que resumen la histórica jornada interreligiosa por la Paz, que el pasado 24 de enero presidió el mismo Juan Pablo II en Asís.

El sábado en la sede de Radio Vaticano se presentaba el vídeo realizado por la RAI en un acto presidido por el cardenal Roger Etchegaray. El purpurado francés dijo que "el Papa ha querido hacer de Asís, desde su primera visita en 1986, la capital de la paz", ya que "sólo movilizándose con la oración a través del perdón se podrá encontrar de nuevo el camino perdido de la paz en el mundo".

Una paz necesitada hoy más que nunca en Tierra Santa, donde en estos momentos la situación ha alcanzado una gravísima espiral de odio desencadenando una violencia hasta ahora desconocida entre israelíes y palestinos. Una "violencia absurda" en los mismos lugares donde nació y vivió Jesús.

Juan Pablo II, que ha hecho innumerables llamamientos para que cese el sangriento conflicto en Oriente Medio, pidió a la Iglesia de todo el mundo dedicar la jornada del domingo de la Misericordia, a la oración por la paz en Oriente Medio. Y precisamente en Asís el sábado por la noche, la basílica por tercera vez en su historia permaneció abierta para acoger a miles de peregrinos y hombres de bien convocados en una vigilia de oración por la paz, sobre la misma tumba de san Francisco.

 

ADHESIONES A LA JORNADA DE PAZ EN TIERRA SANTA

Entre las numerosas adhesiones a la Jornada de oración por la paz en Tierra Santa, convocada por Juan Pablo II, también la de los representantes de la Iglesia Católica en Marruecos. En un comunicado fechado en Rabat, se lee la profunda conmoción y preocupación de los prelados marroquíes, así como la de todos los Obispos de los países del Magreb, ante la situación actual en Palestina.

Al término de un largo proceso de diálogo - señalan los representantes de la Iglesia Católica en Marruecos - los amigos de la Paz, tanto palestinos como israelíes, con el apoyo de la comunidad internacional habían hecho nacer esperanzas de Justicia y de Paz en toda Tierra Santa. Desdichadamente, decisiones irresponsables contradicen estas esperanzas.