AUDIENCIA GENERAL: SOLUCIÓN A LA SITUACIÓN INHUMANA Y ALCANZAR LA PAZ EN TIERRA SANTA El Papa realizó un nuevo y apremiante llamamiento, durante la audiencia general del miércoles, en favor de Tierra Santa, para que, con la ayuda de todos, se encuentre una solución a esta situación inhumana y se llegue a la deseada paz en aquella Región tan querida por todos los creyentes. Juan Pablo II reflexionó, en la catequesis de la audiencia general, sobre el Salmo 80, que es una invitación solemne a renovar la alianza. Ante miles de fieles romanos y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro. "Tocad la trompeta por la luna nueva, por la luna llena, que es nuestra fiesta". Estas palabras nos llevan a una celebración litúrgica según el calendario lunar del antiguo Israel. Es difícil precisar la festividad a la que alude el Salmo; lo cierto es que el calendario litúrgico bíblico, partiendo del fluir de las estaciones y por lo tanto de la naturaleza, se presenta sólidamente unido a la historia de la salvación y, en particular, al evento capital del éxodo de la esclavitud de Egipto, enlazado con el plenilunio del primer mes. Allí, en efecto, se ha revelado Dios como libertador y salvador. Este canto litúrgico se abre con una invitación a la fiesta, al canto, a la música: es la convocación oficial de la asamblea litúrgica según el antiguo precepto del culto, que tuvo su origen en tierra egipcia con la celebración de la Pascua. El tema del salmo, dijo el Pontífice, es sencillo y gira en torno a dos polos ideales. Por un lado está el don divino de la libertad que ha sido ofrecida a Israel oprimido e infeliz: "Clamaste en la aflicción y te libré". Se alude también al apoyo que el Señor prestó a su pueblo durante la marcha por el desierto, es decir al don del agua en Meribá, en un contexto de dificultad y de prueba. El segundo polo consiste en un elemento significativo. El Salmista pone de relieve que la religión bíblica no es un monólogo solitario de Dios. Se trata de un diálogo, de una palabra seguida de una respuesta, un gesto de amor que requiere adhesión. De ahí que se dedique un amplio espacio a las invitaciones dirigidas por Dios a Israel. El Señor lo invita sobre todo a la observancia fiel del primer mandamiento, base de todo el Decálogo, es decir fe en el único Señor y Salvador y rechazo de los ídolos. : "Escucha, pueblo mío Israel, a ver si me escuchas" "Pero mi pueblo no me hizo caso; Israel no me quiso obedecer Si mi pueblo me escuchara " Solo a través de la fidelidad en la escucha y en la obediencia el pueblo puede recibir plenamente los dones del Señor. La última parte del Salmo tiene tonalidades melancólicas. Dios expresa un deseo que aún no ha sido satisfecho: "Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino " Pero esta melancolía está inspirada en el amor y unida a un deseo vivo de colmar de bienes al pueblo elegido. Si Israel caminara por los caminos del Señor, Dios podría darle de inmediato la victoria sobre sus enemigos, nutrirlo con flor de harina, y saciarlo con miel silvestre". En la relectura cristiana del Salmo, la oferta divina se manifiesta en toda su amplitud. Como siempre en la historia de la salvación, la última palabra en el contraste entre Dios y su pueblo pecador no es nunca el juicio y el castigo, sino el amor y el perdón. Dios, terminó diciendo al Papa, no desea juzgar y condenar, sino salvar y liberar a la humanidad del mal. La liturgia, pues, se convierte en el lugar privilegiado en el que escuchar el llamamiento divino a la conversión y volver al abrazo del Dios "misericordioso y piadoso, lento a la ira y rico en gracia y fidelidad". RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL Queridos hermanos y hermanas: El Salmo que hemos escuchado, al convocar a la celebración litúrgica, invita a la fiesta, al canto, a la música. En la historia de la salvación vemos que Dios quiere liberar de la esclavitud a su pueblo oprimido. Por una parte, está el don divino de la libertad; por otra, se presenta la religión bíblica como un diálogo, que pide una respuesta de amor y adhesión. Dios invita a su pueblo a observar el primer mandamiento, es decir, la fe en el único Señor y Salvador, y a rechazar los ídolos. Sólo siendo fiel a la escucha y obediencia, el pueblo puede recibir plenamente los dones del Señor. En la perspectiva cristiana, este don divino manifiesta su generosidad. La última palabra en el contraste entre Dios y el pueblo pecador no es el juicio y el castigo, sino el amor y el perdón. Saludo con afecto a los visitantes de lengua española, en particular a los Catequistas mexicanos, acompañados por Mons. Felipe Padilla, Obispo de Tehuantepec. Saludo también a los demás peregrinos de México y de Chile. Invito a todos a agradecer al Señor su infinita misericordia y el generoso perdón con que nos salva. ******** Como de costumbre, terminados los saludos en las diversas lenguas, Juan Pablo II dirigió unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, recordándoles que el jueves la Iglesia celebraba la memoria litúrgica de san Marcos evangelista que, formado en la escuela del divino Maestro, anunció el Evangelio con incansable ardor. "Que su ejemplo y su intercesión os anime a vosotros, jóvenes, a vivir auténtica y coherentemente vuestra vocación cristiana; que a vosotros, enfermos, os ayude a perseverar en la esperanza y a ofrecer vuestros sufrimientos en unión a los de Cristo para la salvación de la humanidad; y a vosotros, recién casados, os sostenga en la recíproca responsabilidad de fidelidad y de amor". LLAMAMIENTO POR TIERRA SANTA Al final de la Catequesis, una vez más, Juan Pablo II ha hecho un apremiante llamamiento por la paz en Tierra Santa: "Mi pensamiento sigue dirigiéndose a la Basílica de la Natividad en Belén, donde la comunidad religiosa y numerosas personas continúan padeciendo el asedio, que se prolonga ya desde hace 22 días. Sus condiciones, de por sí dramáticas por la falta de agua y de comida, se han agravado aún más por la interrupción de las líneas telefónicas. Seguimos rezando al Señor para que, con la ayuda de todos, se encuentre finalmente una solución a esta situación inhumana y se llegue a la deseada paz en aquella Región tan querida por todos los creyentes".
"NO
HAY LUGAR EN EL SACERDOCIO PARA AQUELLOS QUE DAÑEN A LOS MENORES" Juan Pablo II profundamente afectado por el escándalo de los abusos sexuales de sacerdotes en Estados Unidos indicó a los cardenales y obispos estadounidenses, con los que se reunió el martes en el Vaticano, que la pederastia es un "crimen" y un "horrible pecado", e invitó a toda la comunidad católica a purificarse para salir santificada de esta grave crisis. Con el discurso de Juan Pablo II y el rezo del Regina Coeli, finalizó el martes la primera parte de la reunión interdicasterial - que se celebró el 23 y el 24 de abril en el Vaticano - con los Cardenales y Obispos de Estados Unidos, para examinar los problemas y escándalos que se han planteado en la Iglesia de este país, provocados por casos de pederastia. Para establecer las líneas a seguir y con el objetivo de dar seguridad y serenidad a las familias y confianza al clero y a los fieles. "Las puertas de esta casa están abiertas siempre para vosotros. Sobre todo cuando vuestras comunidades están en tribulación", subrayó el Papa tras agradecer la presencia de los purpurados estadounidenses que viajaron a Roma para informar a la Santa Sede y al mismo Pontífice sobre "la compleja y difícil situación" que ha surgido en Estados Unidos en los últimos meses. Y, manifestando su confianza en que estas discusiones serán de gran provecho para el bien de la Iglesia Católica en Estados Unidos, Juan Pablo II afirmó que él también, al igual que los pastores norteamericanos, "está profundamente afligido por el hecho de que sacerdotes y religiosos, cuya vocación es la de ayudar a las personas a vivir vidas santas en presencia de Dios, hayan causado ellos mismos tanto sufrimiento y escándalo en la juventud". "Debido a este grave daño cometido por algunos sacerdotes y religiosos" - se lamentó el Papa - "la Iglesia misma es vista con desconfianza, y son muchos los que se sienten ofendidos por la forma en que los líderes de la Iglesia han pensado que tenían que actuar al respecto". "El abuso que ha causado estas crisis es absolutamente malo y la sociedad lo considera justamente un crimen y a los ojos de Dios es además un pecado espantoso. A las víctimas y a todos sus familiares expreso mi más profunda solidaridad" Asimismo, el Papa señaló que "una generalizada falta de conocimiento de la naturaleza de este problema, así como algunas veces los consejos de expertos han llevado a los Obispos a tomar decisiones que los eventos subsiguientes han demostrado erradas". Ahora - afirmó Juan Pablo II - "estáis trabajando para que semejantes errores no se vuelvan a repetir". Recordando luego la importancia del poder de la conversión cristiana, y que no hay que olvidar el inmenso bien espiritual, humano y social cumplido por la gran mayoría de sacerdotes y religiosos en Estados Unidos; promoviendo los valores humanos y cristianos; y ayudando a consolidar todo lo que es noble en el pueblo de este país, Juan Pablo II evocó y agradeció, también en nombre de toda la Iglesia, el apostolado de las comunidades católicas, de los religiosos y religiosas, de los profesores de universidades y colegios católicos y de los misioneros norteamericanos en todo el mundo. "El abuso de los menores es síntoma de una grave crisis que afecta no sólo a la Iglesia sino a toda la sociedad". Luego el Papa recordó que el abuso de los menores es una profunda crisis de la moral sexual y que la Iglesia podrá ayudar en este contexto afrontando con claridad y determinación el problema. Juan Pablo II recomendó que hay que dejar claro de forma absoluta que "la gente debe saber que no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa para aquellos que pueden causar daños a los menores". También hay que dejar claro que los obispos y los sacerdotes están comprometidos plenamente en la verdad católica sobre los temas de moralidad sexual. Juan Pablo II subrayó su confianza en que este tiempo podrá otorgar purificación a toda la comunidad católica. Purificación - enfatizó el Papa - que es una "necesidad urgente si la Iglesia quiere predicar con mayor eficacia el Evangelio de Jesucristo con toda su fuerza liberadora". INTERVENCIÓN DEL CARDENAL SECRETARIO DE ESTADO Al comenzar el encuentro, el cardenal Secretario de Estado señaló que es un tiempo de aflicción para la Iglesia y para toda la comunidad. Y recordó que el motivo de esta cita de Pastores estadounidenses con el Papa y algunos de sus colaboradores es "nuestra común preocupación sobre lo que ha emergido con tanta fuerza en los últimos tres meses". El cardenal Angelo Sodano transmitió la recomendación del Pontífice de que se subraye la importancia que el mismo Papa da a esta reunión, dejando claro también que la Iglesia debe ser transparente. ABUSOS SEXUALES: COMUNICADO DEL ENCUENTRO INTERDICASTERIAL CON PRELADOS ESTADOUNIDENSES
GLOBALIZAR
LA SOLIDARIDAD EN EUROPA Y EN EL MUNDO El Papa realizó un llamamiento a la globalización de la solidaridad, en Europa y en el mundo, testimoniando a Cristo, que camina con la humanidad de todo tiempo, en su discurso a las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos. Juan Pablo II exhortó a los miembros de las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos a ser, en el comienzo del Tercer milenio, "anuncio vivo de la constante presencia de Cristo, que camina con la humanidad de todo tiempo". Al recibir el sábado a unos ocho mil miembros de esta Asociación, con motivo de su Conferencia Organizativa y Programática, el Papa destacó la importante tarea que se proponen de "evangelizar el trabajo y la vida social" ante los "nuevos escenarios y rápidos cambios de la sociedad", promoviendo la "globalización de la solidaridad", en Europa y en el mundo. Reiterando la permanente actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia "para responder a los grandes desafíos de la edad contemporánea", el Pontífice alentó a "anunciarla en toda su integridad, con propuestas valientes y concretas que afirmen con evidente inmediatez la centralidad de la persona humana", y haciendo fructificar "esta herencia preciosa, actualizando la fidelidad a la Iglesia, a los trabajadores y a los valores de una sana democracia". Siempre con la firme determinación en el compromiso de "defender al hombre, su dignidad, sus derechos y su dimensión trascendente". Ello significa obrar concretamente para construir "una sociedad basada en el trabajo libre, en la empresa y en la participación" (Centesimus annus, 35), dando cuerpo a nuevas y compartidas perspectivas de auténtico desarrollo, señaló Juan Pablo II para luego destacar, como hizo en el Jubileo de los trabajadores, la "urgencia de una coalición global en favor del trabajo digno". En el contexto de esta urgencia, el Papa señaló que "ello implica que se haga lo posible para consentir efectivas oportunidades de trabajo para todos, asegurando al mismo tiempo una adecuada retribución a cada uno". Así como la necesidad de "cuidar las modalidades de ejercicio del trabajo, actuando de forma que no entren en conflicto con el equilibrio personal y familiar, y que no impidan el desarrollo armónico del proyecto de vida de cada uno". "Las rápidas transformaciones en acto en los sistemas productivos deben ser acompañadas con inteligencia, con especial atención a las exigencias de las zonas geográficas y de los estratos sociales menos favorecidos", recomendó Juan Pablo II, recordando que un compromiso valiente y determinado al respecto debe reafirmar el papel de la familia. Por lo que se necesitan políticas sociales "a medida de la familia". Políticas de la formación y del trabajo encaminadas a "conciliar el tiempo del trabajo y el tiempo para el cuidado de la familia". El Santo Padre señaló también la importancia de "invertir en el diálogo entre las generaciones, formando y valorizando a jóvenes capaces de dar sabor e iluminar a nuestra sociedad, como sal de la tierra y luz del mundo". Ante la urgencia de una perspectiva de "apertura europea y mundial", Juan Pablo II llama a "seguir de forma creativa el debate sobre el proceso 'constituyente' en acto en la Unión Europea, así como el de su misma ampliación, dando voz a la inspiración cristiana y a las razones de las formaciones sociales libres". Recomendando una vez más la tutela de las personas más pobres de instrucción y recursos, el Papa destacó asimismo la urgencia de ampliar los confines de la acción social, contemplando los nuevos fenómenos de la inmigración y mundialización. En particular - afirmó el Santo Padre - "el fenómeno de la globalización, que es el nuevo nombre de la cuestión social, impone la necesidad de cumplir todos los esfuerzos necesarios para hacer converger las fuerzas hacia un auténtico espíritu de fraternidad". En el fenómeno de la globalización, el Papa subrayó que a "los países más favorecidos les competen formas más exigentes de responsabilidad en relación con los países en vías de desarrollo". En este contexto, el Santo Padre hizo hincapié en que "esta responsabilidad se debe manifestar con urgencia también en lo que respecta a los recursos de la tierra y de la salvaguarda de la creación. En ello consiste también el reiterado llamamiento a 'globalizar la solidaridad'". Obrando con esta coherencia se realiza también la fidelidad a la Iglesia, puesto que la "globalización de la solidaridad" - explicó Juan Pablo II - "es consecuencia directa de aquella caridad universal que es el alma del Evangelio". Una vez más, el Papa subrayó que "éste es el tiempo de los fieles laicos, que sepan reconocer en la realidad social y en el trabajo las esperanzas y angustias de las personas de nuestro tiempo. Laicos capaces de testimoniar con su vida los 'valores del Reino', también cuando ello conlleve ir contra corriente con respecto a la lógica del mundo. Es el tiempo de los laicos que, en un contexto social sembrado con tantas esperanzas falaces, quieran testimoniar la esperanza que nunca defrauda" (cfr Rm 5, 5)
EL EVANGELIO ES INDISPENSABLE PARA LA PAZ EN EUROPA Y EN EL MUNDO El Evangelio es indispensable para renovar la cultura y construir un futuro de paz en Europa y en el mundo. Esta era la afirmación de Juan Pablo II que dirigió a los participantes en el X Simposio de obispos europeos. A las once de la mañana del jueves, en la sala Clementina del palacio apostólico del Vaticano, Juan Pablo II recibió a los participantes en el X Simposio de obispos europeos que se ha celebrado del 24 al 28 de abril en Roma, sobre el tema "Jóvenes de Europa en el cambio. Laboratorio de la Fe". "La función eclesial de las Conferencias Episcopales de Europa - afirmó el Santo Padre, en primer lugar - constituye un fruto providencial del Concilio Vaticano II y representa un don especial de comunión para nuestro tiempo". Luego, hablando ya sobre el tema de la juventud en el mundo de hoy, el Pontífice dijo que en realidad son precisamente los jóvenes los que "piden que el Evangelio sea sembrado de manera nueva en su corazón". Son ellos mismos los que nos repiten a menudo de manera exigente, la necesidad de recepción de la "buena nueva". Efectivamente advertimos, explicó el Santo Padre, la urgencia de presentar a las nuevas generaciones, como único Redentor del hombre, a aquel Jesús que, siendo Dios, quiso por amor entrar en las heridas de la historia hasta comprobar el abandono de la Cruz. Ante el vacío de valores y los profundos interrogantes existenciales que cuestionan a la sociedad actual debemos proclamar y testimoniar que Cristo, con su resurrección, ha hecho plenamente posible la realización del deseo de vida y de eternidad que alberga en el corazón de cada hombre y especialmente de los jóvenes. Cristo ha tomado sobre sí mismo las esperanzas y los dramas de la humanidad. Europa tiene urgencia de encontrar a este Dios -dijo el Papa. Este Dios que ama a los hombres y les ayuda ante las dificultades. En este tiempo litúrgico resplandeciente por la luz del Resucitado, deseo que Él os dé su paz y sea Maestro como lo fue para los discípulos de Emaús. "Seguidlo confiadamente con entusiasmo y perseverancia. No permitáis que sea marginado. El Evangelio es indispensable para renovar la cultura, es indispensable para construir un futuro de verdadera paz en Europa y en el mundo".
LA IGLESIA NECESITA LAICOS QUE EVANGELICEN TODOS LOS AMBIENTES Juan Pablo II invitó a los miembros de la Acción Católica italiana a "Remar mar adentro" y "contemplar a Cristo" para que "la sociedad de hoy recupere el verdadero sentido del hombre y de su dignidad, el valor de la vida y de la familia, de la paz y de la solidaridad, de la justicia y de la misericordia". Juan Pablo II, en su discurso a los participantes en la Asamblea General de la Acción Católica italiana, señalando que la Iglesia necesita que esta asociación de laicos sea "viva, fuerte y bella", animó a todos sus miembros a "Remar mar adentro". A "tener valentía de cara al futuro"; "ser presencia profética en el mundo"; "tener la humilde audacia de fijar la mirada en Jesús"; y "no tener miedo", recordando que "pertenece a la Iglesia y está en el corazón del Señor". Tras recordar que la historia de la Acción Católica italiana está marcada por el ejemplo luminoso de Santos y Beatos, el Papa exhortó a los miembros de esta Asociación, a quienes recibió el viernes en audiencia, para que "brillen también hoy por su fidelidad a la Iglesia y a las exigencias de nuestro tiempo, con aquella libertad típica del que se deja guiar por el soplo del Espíritu y tiende con fuerza hacia grandes ideales". Con el fin de que "la sociedad de hoy recupere el verdadero sentido del hombre y de su dignidad, el valor de la vida y de la familia, de la paz y de la solidaridad, de la justicia y de la misericordia", el Pontífice, llamó a los miembros de la Acción Católica italiana a promover las dimensiones de la vida, a menudo olvidadas y por ello aún más "urgentes". Como la interioridad y el silencio, la responsabilidad y la educación, la gratuidad y el servicio, la sobriedad y la fraternidad, la esperanza del mañana y el amor a la vida. Y, siempre remando mar adentro, Juan Pablo II les exhortó también a contemplar el rostro de Jesús, y, a partir de Él, cumplir su propia renovación. Distinguiendo lo verdaderamente necesario de aquello que es fruto de nuestro tiempo, dejándose guiar por el Espíritu por las sendas difíciles del desierto y de la purificación, para lograr experimentar la belleza de la vida nueva, que Dios nunca deja de donar a los que se le encomiendan. Al destacar la importancia de hacer emerger, mansa y serenamente, el rostro maduro de un laicado abierto que presente propuestas válidas, el Santo Padre señaló la necesidad de que se afiancen lazos de comunión y de diálogo en el Pueblo de Dios, en los Consejos Pastorales, y en las relaciones con los sacerdotes y con los demás grupos y movimientos. Para ello, Juan Pablo II recomendó la importancia de "plasmar verdaderas conciencias cristianas, a través de una formación dirigida a jóvenes y adultos, a chicos y ancianos, a familias y adolescentes". En este contexto, el Papa expresó su profundo aprecio por todos aquellos que desempeñan el servicio educativo. Con el compromiso de acompañar a las personas con la enseñanza y la escucha, la compresión y el apoyo de la exhortación y el ejemplo. Siempre dispuestos a la entrega total por el ideal que Cristo propone en el Evangelio. Y, reiterando que la Iglesia necesita de la Acción Católica, es decir de "un grupo de laicos, que fieles a su vocación y reunidos en torno a sus legítimos Pastores, estén dispuestos a compartir, junto con ellos, la fatiga cotidiana de la Evangelización en todos los ambientes", el Santo Padre hizo hincapié en la necesidad de que los laicos no "reduzcan la fe a un hecho privado" y que "no titubeen en introducir el fermento del Evangelio en el tejido de las relaciones humanas, en las instituciones y en los nuevos lugares de la globalización, para construir la civilización del amor".
EL PRIMER VOLUMEN DE LA ENCICLOPEDIA CATÓLICA RUSA PARA EL PAPA Juan Pablo II recibió el martes el primer volumen de la gran Enciclopedia Católica Rusa, que constituye - afirmó el Papa - una "importante contribución que los católicos rusos desean ofrecer a todas las personas de lengua rusa, que quieran profundizar en los tesoros que Dios ha dispensado a los hombres, por medio de su Iglesia". Con esta obra - señaló Juan Pablo II - "la comunidad católica, presente en tierra rusa desde hace varios siglos, desea reafirmar su voluntad de estar al lado de la gran cultura rusa para entretejer con ella un diálogo provechoso y fecundo, para la plena ventaja del pueblo que la expresa". El Santo Padre dirigió un saludo a los miembros del Consejo editorial de la Enciclopedia Católica Rusa, encabezados por el arzobispo metropolitano de la Madre de Dios en Moscú, destacando que ha sido precisamente Mons. Tadeusz Kondrusievicz el que ha acogido y sostenido esta iniciativa, ofreciendo "al pueblo ruso tan significativo don, que ilustra la tradición, la vida y la doctrina de la Iglesia Católica". Asimismo, dirigiéndose a Mons. Kondrusievicz, Juan Pablo II extendió su "saludo afectuoso también a los Pastores y fieles católicos de la Federación Rusa". Tras expresar su profunda gratitud a los numerosos estudiosos, académicos, redactores y colaboradores, que con la coordinación del Padre Gregorio Ciorok, han emprendido con competencia esta benemérita empresa, el Papa agradeció la contribución de todos aquellos que han sostenido generosamente la realización de la obra. El Pontífice finalizó su saludo y agradecimiento expresando su anhelo de que esta Enciclopedia Católica Rusa contribuya a profundizar en el recíproco conocimiento y estima de "cuántos viven el Evangelio de Cristo en su amada patria" rusa, puesto que las "fuentes comunes de la fe y las legítimas tradiciones respectivas testimonian el mandato del Señor Jesús de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra (cfr Mt 28, 19-20)". Con estos sentimientos, invocando la intercesión de María, Madre de la Iglesia, y de los Santos Cirilo y Metodio sobre todo el amado pueblo ruso, Juan Pablo II impartió su bendición propiciando abundantes frutos espirituales, sobre los presentes y sus comunidades.
LA PROMOCIÓN DE LA BIBLIA, META DE TRABAJO COMÚN ENTRE LOS CRISTIANOS "A pesar de las diferencias que permanecen entre nosotros, la promoción de la Biblia es una meta en la que los cristianos pueden trabajar en estrecha unión por la gloria de Dios y el bien de toda la familia humana". Lo reiteraba una vez más Juan Pablo II, señalando "la urgencia de esta meta", al recibir el lunes a los participantes en el Encuentro internacional promovido por las Sociedades Bíblicas, organismo - destacó el Papa - que "existe para abrir la inagotables riquezas de la Sagrada Escritura a aquél que está a la escucha". Tras expresar su acción de gracias a Dios por el "noble servicio cristiano" que desarrollan las Sociedades Bíblicas, "comprometidas desde hace varios años en la traducción y distribución de la Escritura y, de modo especial, en la proclamación de Cristo al mundo", el Santo Padre hizo hincapié en que es, precisamente, "Jesucristo, prometido en el Antiguo Testamento y proclamado en el Nuevo, Aquél que debemos presentar al mundo que tiene tanta hambre de Él, a menudo sin darse cuenta de ello". En este contexto, el Papa recordó las palabras de San Jerónimo, que advertía que "la ignorancia de las Escritura es ignorancia de Cristo", por lo que el trabajo de las Sociedades Bíblicas es "ante todo un servicio a Cristo". Y, poniendo de relieve que "la urgencia de esta meta requiere que nos comprometamos en la causa de la unidad de los cristianos, pues la división de los discípulos de Cristo ha dañado nuestra misión", Juan Pablo II destacó que este Encuentro Internacional de miembros de diversas Iglesias y Comunidades Eclesiales representa una oportunidad de crecimiento en la senda de la unidad, enlazados por el amor a la Biblia y por el anhelo de que "la escucha de la Palabra de Dios se convierta en un encuentro vital , que permite encontrar en el texto bíblico la palabra viva que interpela, orienta y modela la existencia". (Novo Millennio Ineunte, 39). El Santo Padre finalizó su saludo recordando que el Gran Jubileo ha sido una "estupenda ocasión para todos los cristianos, vivida en el gozo de celebrar juntos la Encarnación de Jesucristo, no como un evento pasado sino como un perdurable misterio", y manifestó su ferviente anhelo de que las Sociedades Bíblicas perseveren en su importante misión alentadas por las vivencias del Año 2000, que deben seguir impulsando a los Cristianos a profundizar en el amor y conocimiento de la Sagrada Biblia.
EL DON DE LA FE ES UNA PRECIOSA HERENCIA QUE DEBE TRANSMITIRSE Juan Pablo II recibió el jueves en el Aula Pablo VI a numerosos grupos de distintas regiones italianas, llegados en peregrinación a Roma, "donde -como les dijo el Papa- los apóstoles Pedro y Pablo dieron, con el martirio, su valiente testimonio de Cristo. El Santo Padre se dirigió en primer lugar a un grupo de numerosos acólitos de la archidiócesis de Nápoles. "Vuestro servicio especial -dijo- os ofrece la posibilidad de vivir de cerca la presencia y la obra eficaz de Cristo en cada acto litúrgico y en particular en la celebración eucarística. Es Cristo eucarístico quien nutre y fortifica a los creyentes como una admirable fuente. Llevando a cabo vuestro servicio litúrgico no solamente sois colaboradores del sacerdote sino sobre todo servidores de Jesús". Luego el Papa saludó a los representantes de la Obra salesiana de Génova-Sampierdarena, llegados a Roma en ocasión del 130 aniversario de la fundación de su centro pastoral. De Sampierdarena, recordó el Santo Padre, partieron hacia las Américas los primeros misioneros de la obra de san Juan Bosco, y con ellos las Hijas de María Auxiliadora. "Considerad el ardor apostólico de estos intrépidos evangelizadores y haced lo posible para que este Instituto de Sampierdarena sea una ventana abierta al mundo. En particular, trabajad para una "nueva siembra del Evangelio", descubriendo la urgencia de la tarea misionera, "ya que el don de la fe es una preciosa herencia que ha de conservarse y transmitirse". Y finalmente, Juan Pablo II dirigió un cordial saludo a la Comunidad juvenil "Los alumnos del cielo" llegados de la ciudad de Turín, que desde hace muchos años están comprometidos en dar testimonio del Evangelio a través del lenguaje universal del canto y de la música. "Comunicad a cuántos encontréis en vuestro camino -les dijo el Papa- un mensaje de esperanza, proponiendo siempre la auténtica visión evangélica de la realidad".
REGINA COELI: EL DRAMA DE TIERRA SANTA NO TIENE FIN Numerosos jóvenes del Movimiento Juvenil Misionero, que celebra en estos días el trigésimo aniversario de fundación, y centenares de jóvenes milaneses, venidos a Roma para renovar su profesión de fe, junto con miles de fieles romanos y peregrinos, llegados de todo el mundo, animaron a mediodía del domingo el canto del Regina Coeli. Iluminada por un sol espléndido, la Plaza de San Pedro fue una vez más escenario de este encuentro dominical entre el Papa y la catolicidad, representada por los peregrinos presentes en ella. Juan Pablo II, en su alocución previa al canto mariano, puso de relieve que la liturgia de este quinto domingo del tiempo pascual nos presenta a Cristo como "camino, verdad y vida". Él es la única vía de salvación, la verdad plena que nos hace libres, la vida verdadera que da sentido a nuestra existencia. El Rostro fulgurante de Cristo nos revela en plenitud la verdad de Dios y la verdad del hombre. "Cada uno de nosotros, reiteró el Papa, puede dirigir sus ojos siempre que quiera hacia ese Rostro, en el que encuentra comprensión, serenidad y perdón. Nos lo recuerda también Santa Catalina de Siena, cuya fiesta celebraremos mañana". "Sabed, hermanos, decía la Santa a los ancianos de la ciudad de Lucca, que todos nosotros estamos en camino, peregrinos y viandantes Pero confortaos, porque se nos ha dado un guía, el unigénito Verbo encarnado, Hijo de Dios, el cual nos enseña cómo debemos caminar por aquel camino tan esplendoroso que es Él mismo". El Santo Padre recordó también que el miércoles empiezaba el mes de mayo, consagrado a María. "La piedad popular, dijo el Papa, ha convertido este mes, desde hace siglos, en una ocasión estupenda para multiplicar las iniciativas de piedad mariana". Tras exhortar a vivir intensamente estos días dedicados a la Madre del Señor, el Papa recomendó el rezo del Santo Rosario, si es posible, todos los días, solos o en comunidad, incluso para pedir gracias en favor de las familias, de las comunidades y del mundo entero. Una vez más el Santo Padre tuvo presente la situación internacional, que presenta numerosas necesidades y problemas. No podía faltar una alusión concreta a Tierra Santa, "cuyo drama, dijo, no tiene fin. Debemos acudir con confianza a la materna intercesión de la Virgen, con la seguridad de que Ella puede sostener los esfuerzos de quien busca la paz con sinceridad y empeño. Nadie más que Ella, Reina de la Paz, vigila constantemente este fatigoso camino de la humanidad". El Pontífice concluyó sus palabras lanzando al mundo un nuevo llamamiento a favor de la Paz en tierra Santa y en el mundo con estas palabras: "Que durante el mes de mayo, ha insistido el Papa, se eleve hacia el cielo, desde todas las partes del mundo, una oración coral e ininterrumpida, para que finalmente se solidifiquen las iniciativas de distensión y de diálogo en la Tierra de Cristo, y en todos los lugares del Planeta, marcado por la violencia y el dolor. Terminado el canto del Regina Coeli y el responso por los difuntos, Juan Pablo II saludó al grupo del Movimiento Juvenil Misionero exhortándolos a ser jóvenes santos y valientes, capaces de anunciar a Jesucristo en las situaciones difíciles que, a veces, depara el ambiente circunstante, procurando implicar en esta tarea a sus coetáneos, y así ser, juntos, sal de la tierra y luz del mundo. A los jóvenes milaneses, venidos a Roma para hacer la profesión de fe, el Papa les pidió que, unidos a Cristo, piedra fundamental, sean también piedras vivas en la construcción de la Iglesia.
TELEGRAMA POR LA TRAGEDIA EN EL INSTITUTO ALEMÁN DE ERFURT El Santo Padre, tras conocer la noticia de la tragedia ocurrida el viernes en el instituto alemán de Erfurt, en el que perdieron la vida 17 personas, entre ellas 13 profesores, y dos estudiantes, un policía y el autor de los disparos, un ex alumno de 19 años, con dolor y tristeza, a través de un telegrama firmado por el Secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano, y dirigido al Obispo de la Diócesis alemana de Erfurt expresa su pesar a los familiares de las víctimas y a la comunidad escolar su profunda participación y cercanía en la oración.
DESARROLLO JUSTO Y SOLIDARIO GLOBAL CON BENEFICIOS PARA TODOS La reforma del comercio internacional y del sistema financiero mundial para alcanzar un desarrollo justo y solidario global cuyos beneficios estén al alcance de todos, fueron algunos de los puntos del Mensaje del Papa a la Federación de universitarios católicos italianos. "La creciente interdependencia entre los pueblos requiere el rechazo del terrorismo y la violencia como camino viable para reconstruir las condiciones esenciales de justicia y libertad, pero sobre todo exige una solidaridad moral, cultural, y económica fortalecida y una organización política de la sociedad internacional que garantice los derechos de todos los pueblos". Así lo afirma Juan Pablo II en un mensaje dirigido a la Federación de Universitarios Católicos Italianos que se dispone a celebrar su Congreso nacional sobre un tema que el Papa define interesante y actual para la Iglesia y la sociedad: "Solidaridad en la red de las interdependencias". Un tema particularmente urgente y delicado el de este Congreso universitario que analizará la progresiva intensificación de las relaciones entre los pueblos, un fenómeno que hoy viene definido con el término de globalización. "La solución al mal del subdesarrollo y a las situaciones dramáticas en que viven y mueren millones de personas -escribe el Papa- es de naturaleza fundamentalmente ética, y basándose en ella deben hacerse las elecciones económicas y las políticas coherentes. La primera y decisiva contribución para un desarrollo verdaderamente digno del hombre es el apoyo de programas de educación cultural". Retomando su Encíclica "Redemptoris missio", el Pontífice manifiesta que "el verdadero progreso de la sociedad deriva en primer lugar de la formación de las conciencias, de la madurez de las mentalidades y las costumbres. Es el hombre el verdadero protagonista del desarrollo, no el dinero o la técnica". También el Papa considera necesaria la reforma del comercio internacional y del sistema financiero mundial, así como que cada individuo asuma compromisos precisos, según sus propias posibilidades, y modifique su estilo de vida, para que se pueda alcanzar una desarrollo justo y solidario, cuyos beneficios se pongan a disposición de todos. Abordando otro tema distinto el Papa se dirige a los universitarios católicos exhortándoles a no avergonzarse jamás del Evangelio, a profesar con humilde orgullo la alegría de pertenecer a la comunidad eclesial y no confundir el diálogo con una acogida irreflexiva de las opiniones dominantes. En cambio el Papa aconseja a los universitarios seguir la exhortación del apóstol Pablo y examinad cada cosa, conservando lo que tenga de bueno. En cuanto al ámbito específico de vida y actividad de la Federación Universitaria, el Santo Padre ha subrayado la misión de los católicos de ser "levadura, sal y luz" del Evangelio en los ambientes de investigación científica y de especialización profesional. "Para ello -continúa el mensaje- es necesario cultivar una intensa vida espiritual, nutrida por el alimento de la Palabra de Dios, la oración asidua y la participación en la liturgia de la Iglesia. Junto al esfuerzo en el estudio y en las actividades de asociación, no debe faltar nunca la conciencia de ser contemplativos del misterio de Dios". Por último, en cuanto al lenguaje con el que anunciar la buena nueva de Jesús, Juan Pablo II escribe que debe inspirarse en la franqueza escueta y mansa de los verdaderos testigos de la fe. De esta forma se podrá evitar tanto los aspectos polémicos como los riesgos del "complejo de inferioridad", que por desgracia a veces se insinúa en la conciencia de algunos católicos.
GENEROSO COMPROMISO DEL COMITÉ "VOX CLARA" El Santo Padre envió un Mensaje al Cardenal Jorge Arturo Medina Estévez, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en el que se dirige también a los miembros y consultores del Comité "Vox Clara", instituido para asistir y asesorar a dicho dicasterio en lo que concierne a la traducción de los textos litúrgicos al inglés. Juan Pablo II, recordando que en su Carta Apostólica con motivo del 25 aniversario del Concilio Vaticano II, señalaba la importancia de "la promoción pastoral de la Liturgia y la necesidad de un compromiso permanente para profundizar cada vez más en las riquezas de la misma Liturgia, cuya fuerza vital mana de Cristo para desembocar en los miembros de su cuerpo, que es la Iglesia", hace hincapié asimismo en la "indudable" importancia que tiene "la lengua vernácula para que los fieles tengan la capacidad de participar con mayor profundidad en el encuentro con Dios en Cristo". Y, expresando su anhelo de que "estén listas lo antes posible" las traducciones de la tercera edición del Misal Romano, cuya publicación autorizó el año pasado, el Papa expresa su profunda satisfacción por el generoso compromiso del Comité "Vox Clara" en ayudar a la Santa Sede en la revisión y "recognitio" de las mismas.
ABUSOS SEXUALES: COMUNICADO DEL ENCUENTRO INTERDICASTERIAL CON PRELADOS ESTADOUNIDENSES Al finalizar el encuentro interdicasterial sobre abusos sexuales perpetrados contra menores, celebrado en el Vaticano, los pastores de Estados Unidos expresando "profunda gratitud a Juan Pablo II por las indicaciones recibidas" y "en comunión con el Papa", y, reiterando plena y profunda solidaridad con las víctimas y sus familiares, presentaron un articulado plan de acción en el que se propone, entre otras medidas, la reducción al estado laical para los casos verificados de que se haya cometido este crimen, y suspensión de cargos pastorales para las situaciones que el Obispo sospeche puedan constituir peligro. Los Pastores de Estados Unidos citan las palabras del Santo Padre sobre este "crimen cometido contra menores que ante los ojos de Dios es un pecado espantoso", y piden perdón por no haber sido capaces de "preservar a la Iglesia de este escándalo". El documento final de este encuentro - que en parte también pretende preparar la reunión de obispos norteamericanos que tendrá lugar en junio en la ciudad estadounidense de Dallas- establece asimismo que la Curia romana, a través de sus dicasterios, siente estándares nacionales que la Santa Sede pueda examinar, en los cuales se diseñen los elementos esenciales para las líneas a seguir en lo que respecta al abuso sexual contra menores. Asimismo se solicita una visita apostólica a seminarios para verificar los criterios de formación con especial atención a los requisitos de admisión y a las capacidades de las instituciones formativas de enseñar la doctrina moral católica en su integridad. El Comunicado invita además a la celebración de una "Jornada de Oración y penitencia, en reparación de las ofensas perpetradas, rogando a Dios por la conversión de los pecadores y la reconciliación de las víctimas". Los Cardenales y prelados de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, recordando que Juan Pablo II ha señalado que "la gente necesita saber que no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa" para aquellos que pueden causar daños en los menores y jóvenes, reiteran asimismo que el celibato sacerdotal es un don de Dios para la Iglesia y dirigen, junto con los cardenales de la Curia romana que colaboran con el Sucesor de Pedro, un mensaje a los sacerdotes estadounidenses, que cumplen fielmente su misión, entregándose día tras día al servicio del pueblo de Dios. Y que sufren la carga de aflicción y vergüenza que estos escándalos han causado. En este contexto, recordando las palabras de Juan Pablo II sobre el "inmenso bien espiritual, humano y social cumplido por la gran mayoría de sacerdotes y religiosos" de Estados Unidos - a quienes el Papa ha agradecido también en nombre de toda la Iglesia - desde "la casa del Sucesor de Pedro, que nos confirma en la fe", los Pastores estadounidenses confirman a su vez a sus sacerdotes en el humilde y noble servicio del sacerdocio católico. Al final de la reunión en el Vaticano (23 y 24 de abril) de 12 cardenales norteamericanos junto con la presidencia de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos y diversos oficiales de la Curia Romana, se celebró una rueda de prensa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Juan Pablo II recibió al grupo de trabajo durante la mañana del 23 de abril e invitó ayer a los prelados americanos a almorzar para proseguir la discusión. Participaron en la conferencia de prensa los cardenales James Stafford, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos y Theodor McCarrick, arzobispo de Washington, el obispo Wilton Gregory, presidente de la conferencia episcopal estadounidense y el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls. Al final de la conferencia, que comenzó a las 22,00, se dio a conocer un comunicado final de tres páginas, escrito en inglés del que ofrecemos diversos extractos: "La
reunión se convocó por tres razones: "En primer lugar, los participantes quieren expresar su gratitud unánime al Santo Padre por sus claras indicaciones de guía y compromiso para el futuro. En comunión con el Papa reafirman algunos principios fundamentales: "1) Abusar sexualmente de los menores se considera justamente un crimen por parte de la sociedad y es un pecado horrible a los ojos de Dios, sobre todo cuando lo perpetran sacerdotes y religiosos cuya vocación es ayudar a las personas a vivir santamente ante Dios y ante los hombres. "2) Es necesario hacer llegar a las víctimas y a sus familiares un sentimiento profundo de solidaridad y facilitar la asistencia apropiada para que recuperen la fe y reciban atención pastoral. "3) Aunque si los casos de verdadera pederastia por parte de los sacerdotes y religiosos son pocos, todos los participantes reconocen la gravedad del problema. Durante la reunión se han discutido los términos cuantitativos del problema, ya que las estadísticas no son muy claras al respecto. Se ha prestado atención al hecho de que en casi todos los casos estaban implicados adolescentes y por tanto no eran verdaderos casos de pederastia. "4) Junto al hecho de que no es sostenible científicamente un nexo entre celibato y pederastia, en la reunión se ha reafirmado el valor del celibato sacerdotal como un don de Dios a la Iglesia. "5) Dadas las materias doctrinales que subyacen en la deplorable conducta en cuestión, se han propuesto algunas líneas de respuesta:
"6) Todos los participantes (...) consideran el tiempo presente como un momento de gracia. (...) No podemos subestimar, como dice el Santo Padre 'el poder de la conversión cristiana, esa decisión radical de abandonar el pecado y volver a Dios'. Al mismo tiempo, como Su Santidad afirma 'Todos deben saber que no hay cabida en el sacerdocio ni en la vida religiosa para aquellos que podrían dañar a los jóvenes'. "De nuevo, según las palabras del Santo Padre, 'tampoco debemos olvidar el inmenso bien espiritual, humano y social que hacen y siguen haciendo la inmensa mayoría de los sacerdotes y religiosos de Estados Unidos'". "Como parte de la preparación para la reunión que celebrarán en junio los obispos americanos, los participantes en la reunión de Roma han presentado a los prefectos de las congregaciones romanas las siguientes propuestas: "1) Proponemos enviar a las respectivas congregaciones de la Santa Sede un conjunto de normas nacionales que la Santa Sede analizará ('recognitio') y en las que se establezcan los elementos esenciales de las políticas relativas a como abordar el abuso sexual de menores en las diócesis e institutos religiosos de los Estados Unidos. "2) Propondremos que la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos establezca un proceso especial para la expulsión del estado clerical de los sacerdotes de quienes se sepa que son culpables de abuso sexual de menores repetido y agresivo. "3) Reconociendo que el Código de Derecho Canónico cuenta ya con un proceso judicial para la expulsión de los sacerdotes culpables de abuso sexual de menores, propondremos también un proceso especial para aquellos casos que no son conocidos pero en los que el obispo diocesano considere que el sacerdote representa una amenaza para la protección de los niños y los jóvenes, con el fin de poder evitar graves escándalos en el futuro y salvaguardar el bien común de la Iglesia. "4) Propondremos una visita apostólica en los seminarios y casas de formación religiosa, prestando una atención especial a sus requisitos de admisión y a la necesidad de enseñar en su integridad la doctrina moral de la Iglesia Católica. "5) Propondremos que los obispos de Estados Unidos hagan todos los esfuerzos posibles para responder al reto del Santo Padre de que la crisis actual 'lleve a un sacerdocio, a un episcopado y a una Iglesia más santos'. "6) Proponemos que los obispos de Estados Unidos establezcan una jornada de oración y penitencia en toda la Iglesia en este país para implorar la reconciliación y la renovación de la vida eclesial". MENSAJE A LOS SACERDOTES DE LOS ESTADOS UNIDOS Ofrecemos algunos párrafos del Mensaje hecho público el jueves por la noche por los cardenales americanos y la presidencia de la Conferencia Episcopal de EE.UU. a los sacerdotes de su país: "Nosotros, cardenales de los Estados Unidos y la presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos Católicos, reunidos con nuestros hermanos cardenales de la Curia Romana en torno al Sucesor de Pedro, deseamos transmitir unas palabras especiales a nuestros hermanos sacerdotes, que se entregan tan generosamente cada día al servicio del pueblo de Dios. "Durante este encuentro, habéis estado muy presentes en nuestra mente y en nuestros corazones, porque conocemos vuestra pesada carga de tristeza y pena debida a que algunos han traicionado la gracia de la Ordenación abusando de aquellos que han sido confiados a su cuidado. "Sentimos que la guía episcopal no haya sido capaz de preservar a la Iglesia de este escándalo. Toda la Iglesia, la Esposa de Cristo, está afligida por esta herida -las víctimas y sus familias en primer lugar-, pero también vosotros, que habéis puesto vuestras vidas al 'servicio presbiteral del Evangelio de Dios'. "Expresamos a todos nuestra profunda gratitud por cuanto hacéis para construir el Cuerpo de Cristo en santidad y amor. Prometemos que os apoyaremos en la medida de lo posible en estos difíciles momentos, y pedimos que permanezcáis unidos a nosotros en el vínculo sacerdotal mientras nos esforzamos por llevar la gracia sanadora de Cristo a las personas a las que servimos. "Estamos en total armonía con el Santo Padre cuando dijo en su discurso del martes: 'Nadie debe olvidar el inmenso bien espiritual, humano y social que hacen y siguen haciendo la gran mayoría de los sacerdotes y religiosos en Estados Unidos'. "Mientras miramos al futuro, pedimos al Sacerdote eterno la gracia de vivir este tiempo de prueba con valentía y confianza en el Señor Crucificado. "Desde la casa del Sucesor de Pedro, que nos ha confirmado en nuestra fe, deseamos volveros a confirmar en la humildad y en el excelso servicio del sacerdocio Católico al que hemos sido llamados. ¡La paz sea con vosotros!".
CONGREGACIÓN
PARA LA CAUSA DE LOS SANTOS: PROMULGACIÓN DE DECRETOS Ante la presencia del Santo Padre fueron promulgados el martes en la sala Clementina del Vaticano, presentados por el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, los decretos que hacen referencia a once milagros, de los cuales 4 son atribuidos a beatos y siete a venerables siervos de Dios. Un par de decretos aluden al martirio de dos jóvenes laicos ugandeses y otros tres se refieren a otros tantos sacerdotes búlgaros. Y seis decretos, promulgados todos ellos con la autoridad del Santo Padre, aluden a virtudes heroicas. Estos beatos y siervos de Dios representan en su conjunto las diversas partes de la Iglesia y comprenden: un obispo, dos sacerdotes diocesanos, siete sacerdotes de Institutos de Vida consagrada, diez religiosas y dos laicos. Provienen de culturas y de naciones distintas: siete son italianos, seis españoles, tres búlgaros, dos franceses, otros dos ugandeses, una polaca y una suiza. Los españoles son el beato José María Rubio y Peralta, jesuita español definido "el apóstol de Madrid" donde desarrolló su apostolado en el siglo pasado. El milagro que se atribuye se produjo en España en 1989. La beata Genoveva Torres Morales, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Sagrado Corazón y de los Santos Ángeles, que se dedicó a la asistencia de las ancianas. Su milagro ocurrió también en España. Y la beata Maravillas de Jesús Pidal y Chico de Guzmán, carmelita descalza. Hija del embajador de España ante la Santa Sede, que bajo el signo de la fidelidad a santa Teresa, fundó numerosos carmelos. Pocas semanas después de su beatificación en 1998, con su intercesión obtuvo de Dios la milagrosa curación de un niño argentino. La madre María Dolores Rodríguez Sopeña y Ortega, fundadora del Instituto de las Damas catequistas, se ocupó, por su parte, con generosidad, de los obreros y de los pobres de barrios periféricos en las grandes ciudades. Invocada con confianza, la Sierva de Dios obtuvo del Señor la milagrosa curación de un herrero, en 1957. Han recorrido, en cambio, el camino de las virtudes heroicas, con una vida ejemplar, testimoniando siempre el evangelio: la madre Matilde Téllez Robles, fundadora también de la Congregación de las Hijas de María Madre de la Iglesia; y la madre Esperanza de Jesús, fundadora de la Congregación de las Esclavas del Amor Misericordioso y de la homónima orden masculina.
VISITA PASTORAL DEL PAPA A LA DIÓCESIS ITALIANA DE ISCHIA El Santo Padre visitará pastoralmente la Diócesis italiana de Ischia el domingo, 5 de mayo. A las 10 y media de la mañana presidirá la Concelebración Eucarística en la plaza Aragonesa en Ischia-Ponte y dirigirá el canto del Regina Coeli. Almorzará con los Prelados de la Campania en la sede Episcopal de Ischia. Por la tarde el Papa tendrá un encuentro con los jóvenes y a continuación regresará al Vaticano.
VISITA DEL CARDENAL TRUJILLO A MANILA Ha sido hecho público un comunicado sobre la visita del Cardenal López Trujillo a Manila (del 18 al 23 de abril) con motivo de la preparación del IV Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en la capital filipina del 23 al 26 de enero del 2003. El tema elegido por el Papa pare ese Encuentro es "Familia cristiana: Buena Nueva para el Tercer Milenio". Punto central de la visita ha sido la necesidad de una preparación profunda. La Archidiócesis de Manila que ha publicado 12 reflexiones en forma de catequesis, preparadas por el Consejo Pontificio para la Familia, va organizando numerosos encuentros en vistas a la reunión de las Familias. Entre ellos la fiesta del padre como conclusión de un Congreso sobre el problema de la paternidad, que fue clausurado por el Cardenal López Trujillo el pasado 19 de marzo. Otro momento importante de la visita del presidente del Consejo Pontificio para la Familia ha sido el encuentro celebrado con los movimientos familiares pro vida. Este evento ha sido preparado por "Matrimonios para Cristo", organización nacida en Filipinas y que cuenta en la actualidad con más de 1.400.000 miembros procedentes de todos los continentes. Todos los movimientos pro vida se prestarán para acoger a las diversas delegaciones de otros Países y se preparan para recibir las enseñanzas del Santo Padre, a quien acogerían con gran alegría en la celebración de este evento eclesial, si le fuera posible acudir al mismo. El Cardenal López Trujillo subrayó la importancia de los movimientos familiares pro vida frente a los desafíos del mundo moderno. La Universidad más antigua de Asia, la de Santo Tomás de Aquino, de los Padres Dominicos, concedió al purpurado colombiano el Doctorado "honoris causa" en teología. El Decano de la Facultad, P. Fausto Gómez, dominico, presentando al candidato, subrayó la labor desarrollada a favor de la familia y de la vida cuando era presidente del CELAM y de la Conferencia Episcopal de Colombia. Tras visitar los lugares en que tendrá lugar el Congreso Teológico Pastoral, la velada de los testimonios y la Santa Misa, la presencia del presidente del Consejo Pontificio para la Familia, concluyó con un encuentro con el Comité Preparatorio del IV Encuentro Mundial de las Familias. El Comité ha creado una página en Internet para dar toda clase de informaciones. Se percibe un gran entusiasmo por este acontecimiento y se multiplican las oraciones al Señor por el éxito de este Encuentro Mundial.
DIÓCESIS
DE SÉES (FRANCIA) DIÓCESIS
DE FRANCA (BRASIL) DIÓCESIS
DE ALAGOINHAS (BRASIL) DIÓCESIS
DE OSASCO (BRASIL) ARCHIDIÓCESIS
DE KINGSTON (CANADA) DIÓCESIS
DE TORONTO (CANADA) DIÓCESIS
DE PEMBROKE (CANADA) DIÓCESIS
DE ALEXANDRIA-CORNWALL (CANADA) DIÓCESIS
DE LONDON (CANADA) DIÓCESIS
DE DIGOS (FILIPINAS) DIÓCESIS
DE INCHON (COREA) DIÓCESIS
DE KENEMA (SIERRA LEONA) ARCHIEPARQUÍA
DE CHANGANACHERRY DE LOS SIRO-MALABARES CONGREGACIÓN
PARA LAS IGLESIAS ORIENTALES CIUDAD
DEL VATICANO CONSEJO
PONTIFICIO JUSTICIA Y PAZ
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO V DE PASCUA (A): 28.04.02 "Yo
soy el camino y la verdad y la vida" Lo reveló justo al reunirse con sus discípulos en aquella Cena memorable que con ellos quiso celebrar, antes de ser entregado a la muerte. Los quería disponer a lo que se avecinaba. Y, para que no se desmoralizaran, les explicaba así el motivo de su partida: "No perdáis la calma, creed en Dios y creed en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros". Sí, Él vino de Dios, su Padre, para reunir a los hijos que el pecado dispersó; Él nos llegó del seno del Padre para llevarnos a la comunión definitiva con Dios, impedida por la muerte. Y ellos, aquellos discípulos primeros que logró congregar, eran ya el fermento de una nueva fraternidad en torno a Él. Ahora volvía a Dios, a través de su libre entrega a la muerte, para consumar su obra: destruir el poder de la muerte y abrirnos el camino a la casa del Padre, que es el hogar definitivo de los hijos de Dios. Por eso, recién bautizados, se nos impone a los cristianos una vestidura blanca, como signo de que somos ya ciudadanos del cielo. Es el traje festivo como invitados al banquete eterno: ese al que ya desde entonces tenemos derecho, por ser hijos; ese que ensayamos cada domingo, cuando nos congregamos para celebrar el banquete de la Eucaristía. Es así como esa experiencia en torno al altar, de domingo en domingo, alimenta la esperanza cristiana; es así como esos encuentros con el Señor resucitado, en el seno de la Iglesia, sostienen nuestra peregrinación al hogar definitivo, como familia de Dios. Por eso, el Señor aprovecha que Tomás le pregunte "adónde va", para manifestar a sus discípulos con toda seguridad: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí". Sí, Él es el camino, el único y ninguno más, para llegar a esa familiaridad con el Padre Dios, culminada en Él al resucitar. Sí, Él es la verdad, la verdad sobre Dios y su salvación frente a toda otra aproximación, porque en Él se han cumplido ya todas las promesas de su Padre Dios y se ha revelado hasta dónde llega su amor irrevocable por todos los hombres. Sí, Él es la vida, más allá de cualquier otra siempre limitada, porque es el único que ha vencido la muerte y puede vencerla también en nosotros con el vigor de su Espíritu. Jesús puede, así, decir finalmente a Felipe -y a nosotros hoy también-: "Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre... Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí". Es decir, que quien hace experiencia de su Hijo Jesucristo, hace experiencia del Padre que se revela en Él. Es lo que nos permite, de modo privilegiado, el encuentro con el Resucitado en la Misa de cada Domingo, si nos dejamos animar por su Espíritu. El apóstol S. Pedro, nos lo recuerda hoy así: "Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo". Es así como tenemos la posibilidad de renovar y madurar nuestra identidad cristiana, según nos la define el mismo apóstol: "pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que nos llamó a salir de la tiniebla y entrar en su luz maravillosa".
ARZOBISPADO DE MADRID: CONDENA ATENTADO PERPETRADO POR ETA Ante este atentado perpetrado por ETA en Madrid, se lee en una Nota de prensa del Arzobispado de la capital española publicada esta mañana, el Cardenal Arzobispo, sus obispos auxiliares y toda la comunidad diocesana, condenan una vez más este tipo de actos execrables, que denigran a quienes los cometen y constituyen un gravísimo atentado contra la ley de Dios, contra la vida de los hombres y contra la paz y convivencia ciudadanas. El Cardenal Arzobispo de Madrid, al tiempo que da gracias al Señor porque en esta ocasión no ha habido que lamentar pérdida de vidas humanas, pide oraciones para que el terrorismo y todo tipo de violencia se erradique en España y en todo el mundo. Y para que los terroristas y sus inductores se conviertan de tan abominable actitud y comportamiento y se establezca en la vida y convivencia de los hombres la verdadera paz y justicia que nacen del derecho inalienable a la vida y el respeto a la dignidad de la persona. |