AUDIENCIA
GENERAL DEL MIÉRCOLES: SALMO 150
La
liturgia de Laudes del domingo de la segunda y cuarta semana nos propone
el Salmo 150, el último del Salterio, un salmo breve, que empieza
con la palabra "Aleluya" y luego se ve entretejiendo con una
serie de imperativos que repiten la palabra "hallelû",
alabad. "Es, dijo el Papa en su catequesis del miércoles
exponiendo este Salmo, como música y canto perenne que parecen
no apagarse nunca, como sucederá luego en el célebre Mesías
de Hëndel.
Para el
Santo Padre, la alabanza a Dios se convierte en una especie de respiro
del alma que no conoce descanso. El Salmo 150 se va desgranando en tres
momentos: en la apertura, en los dos primeros versículos, la
mirada se fija en el Señor, en su santuario, en su poder, en
sus prodigios, en su grandeza. En un segundo momento -semejante a un
auténtico movimiento musical- entra en escena la orquesta del
templo de Sión, que acompaña el canto y la danza sagrada.
El tercer
momento lo expresa el último versículo. La escena se llena
con el universo, representado por todos los seres vivientes, o si se
quiere resaltar mayormente, siguiendo el original hebreo, "por
todo lo que respira". Es la vida misma la que se hace alabanza,
una alabanza que se eleva de las criaturas al Creador. En la catequesis
el Santo Padre ha hecho especial hincapié en el primero y en
el último momento, dejando expresamente el segundo para otra
ocasión más adelante, cuando la Liturgia de Laudes proponga
de nuevo el Salmo 150.
En el primer
momento encontramos una referencia explícita al "santuario"
o "área sagrada", pura y trascendente en la que mora
Dios. Lugar paradisíaco, misterio de Dios, en el que los santos
son acogidos para una plena comunión. De aquí el pensamiento
se traslada a contemplar los "prodigios" realizados por Dios,
los cuales manifiestan su "inmensa grandeza". Estos "prodigios"
están descritos en el salmo 104, el cual invita a los judíos
a meditar y contemplar las maravillas, los prodigios de Dios y a recordar
los juicios de su boca".
En este
contexto la alabanza se convierte en profesión de fe en Dios
Creador y Redentor, en celebración festiva del amor divino que
se expresa creando y salvando, dando la vida y la libertad. El último
versículo del Salmo, como se ha dicho, invita a todo lo que respira
a alabar al Señor. Se puede pensar, afirma el Papa, que en este
coro de alabanzas al Creador de parte de sus criaturas, una parte esencial
esté reservada a la criatura humana. A través del ser
humano, portavoz de toda la creación, los seres vivos alaban
al Señor.
El Pontífice
termina la catequesis recordando que los manuscritos hebreos, transcribiendo
el Salmo 150, reproducen a menudo la Menorah, el famoso candelabro de
siete brazos, colocado en el Sancta Sanctorum del templo de Jerusalén.
Esto sugiere, afirmó el Santo Padre, una bella interpretación
de este Salmo, auténtico Amén en la oración de
siempre de nuestros "hermanos mayores": todo el hombre, con
todos los instrumentos y las formas musicales que su genio ha inventado,
y todo ser vivo, es invitado a arder como la Menorah ante el Sancta
Sanctorum, en constante oración de alabanza y de acción
de gracias.
RESUMEN
DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL
Queridos
hermanos y hermanas:
La catequesis
de hoy está dedicada al salmo ciento cincuenta, que pertenece
a los Laudes del domingo de la segunda y cuarta semana. Por diez se
repite la palabra "alabad", siendo una invitación a
la alabanza divina sin interrupción.
El texto
se divide en tres partes; en la primera, la mirada se dirige hacia el
Señor, fijándose en su santuario, en su inmensa grandeza,
en sus obras magníficas. En la segunda, se une a la alabanza
la música del templo de Sión, para concluir en la última
parte con la alabanza universal: "Todo ser que alienta alabe al
Señor", convirtiendo así la vida en un canto de alabanza
que las criaturas elevan a su Creador. Con este Salmo, unidos a Cristo,
voz perfecta de todo el mundo creado por medio de Él, nos convertimos
en oración incesante ante el trono de Dios.
Saludo
con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta
audiencia. A todos os deseo un feliz y próspero Año dos
mil dos, apenas comenzado, augurando que a lo largo del mismo podáis
alabar al Señor continuamente, como nos ha indicado el Salmo
que hemos comentado hoy.
***************
Terminados
los saludos en las diversas lenguas, el Papa, como es su costumbre,
dirigió unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los
enfermos y a los recién casados, invitándolos a seguir
meditando durante estos días que siguen a la fiesta de la Epifanía,
en la manifestación de Jesús a todos los pueblos.
"La
Iglesia os invita, dijo a los jóvenes, a ser testigos entusiastas
de Cristo entre vuestros coetáneos; y a vosotros, queridos enfermos,
os exhorta a difundir cada día su luz con serena paciencia; y
os estimula a vosotros, recién casados, a ser signo de su presencia
renovadora con vuestro amor fiel".
EL PAPA EXPRESA SU PREOCUPACIÓN AL CUERPO DIPLOMÁTICO
POR EL HORIZONTE OSCURO QUE ATRAVIESA LA HUMANIDAD
En su tradicional
discurso de comienzo de año al Cuerpo Diplomático, Juan
Pablo II insistió en no perder la fe y la esperanza ante el horizonte
oscuro por el que atraviesa la humanidad.
Como cada
año el Pontífice recibió el jueves al Cuerpo Diplomático
acreditado ante la Santa Sede para las felicitaciones del año
nuevo, ocasión que aprovechó el Papa para hacer un profundo
análisis de la actualidad internacional, cuyo horizonte -dicho-
"se presenta ciertamente oscuro, y muchos de quienes han conocido
el gran movimiento hacia la libertad y el cambio de los años
noventa se sorprenden hoy al verse afectados por el miedo de un futuro
cada vez más incierto".
Sin embargo,
para quienes han puesto su fe y su esperanza en Jesús -señaló
el Papa- la luz de la Navidad da sentido a los todos los esfuerzos humanos
realizados para que nuestra tierra sea más fraterna y más
solidaria, para que se pueda vivir bien en ella y que la indiferencia,
la injusticia y el odio no tengan jamás la última palabra.
Entre los
motivos de complacencia, el Papa mencionó la progresiva unificación
de Europa, simbolizada recientemente por la adopción de la moneda
única. "Se trata de una etapa decisiva en la larga historia
de este Continente" que podría crecer con el proyecto de
una Constitución de la Unión. Pero el Pontífice
indicó que es fundamental que se aclaren los "objetivos
de la construcción europea y los valores sobre los que ha de
apoyarse". "No sin cierta pena -dijo- he visto que, entre
los miembros que deberían contribuir a la reflexión sobre
la "Convención" instituida durante la cumbre de Laeken,
las comunidades de creyentes no han sido mencionadas explícitamente.
"La
marginación de las religiones que han contribuido y todavía
contribuyen a la cultura y al humanismo de lo que Europa está
legítimamente orgullosa, me parece que son al mismo tiempo una
injusticia y un error de perspectiva. ¡Reconocer un hecho histórico
innegable no significa en absoluto ignorar toda la exigencia moderna
de una justa laicidad de los Estados y, por tanto, de Europa!"
Juan Pablo
II recordó asimismo el inicio de un diálogo directo entre
los responsables de las dos comunidades de la isla de Chipre; el Parlamento
legítimo en Kosovo, que es un buen augurio para un futuro más
democrático de la región; y el proceso de acercamiento
entre las dos Chinas. Y alentó para que avancen las conversaciones
actuales entre las partes en conflicto que deterioran desde hace tantos
años Sri Lanka.
Pero la
luz que emana de la gruta de Belén ilumina también, y
de modo implacable, las ambigüedades y los fracasos de las iniciativas
de los hombres que, en este principio de año, constató
el Papa, han llevado a la humanidad a una situación de violencia,
de desesperación y de pecado.
"Tierra
Santa donde el Redentor vio la luz, es siempre, por culpa de los hombres,
una tierra de fuego y de sangre. Nadie puede permanecer insensible ante
la injusticia de la que es víctima el pueblo palestino desde
hace más de cincuenta años. Nadie puede negar el derecho
del pueblo israelí a vivir en la seguridad. Pero nadie puede
olvidar tampoco a las víctimas inocentes que, de una parte y
de otra, caen todos los días bajo los golpes y los tiros".
El Papa
explicó después que las armas y los atentados sangrientos
nunca serán instrumentos adecuados para hacer llegar mensajes
políticos a los interlocutores. Sólo el respeto del otro
y de sus legítimas aspiraciones, la aplicación del derecho
internacional, la evacuación de los territorios ocupados y un
estatuto especial garantizado internacionalmente para los lugares más
sagrados de Jerusalén, son capaces de ofrecer un principio de
pacificación en esta parte del mundo y de romper el ciclo infernal
del odio y de la venganza. Unos contra otros, los Israelíes y
los Palestinos no ganarán la guerra. Los unos con los otros,
pueden ganar la paz.
La lucha
legítima contra el terrorismo "cuya expresión más
horrible son los odiosos atentados del 11 de septiembre y que todavía
ha dado la palabra a las armas" fue el otro punto destacado del
discurso del Papa al Cuerpo Diplomático. En este sentido, Juan
Pablo II animó al nuevo gobierno de Kabul en sus esfuerzos de
cara a una efectiva pacificación de todo Afganistán e
invitó a la India y Pakistán, para que den prioridad absoluta
al diálogo y a la negociación. Y el Santo Padre reiteró
una vez más, ante toda la comunidad internacional, que matar
en nombre de Dios es una blasfemia y una perversión de la religión.
"Es una profanación de la religión proclamarse terroristas
en nombre de Dios, hacer en su nombre violencia al hombre. La violencia
terrorista es contraria a la fe en Dios Creador del hombre; en Dios
que lo cuida y lo ama".
Ante estas
manifestaciones de violencia irracional e injustificable, el gran peligro
-subrayó el Papa- es que otras situaciones pasen inadvertidas"
y contribuyan a dejar a pueblos enteros abandonados a su triste suerte.
Y señaó a este respecto, las diversas pandemias y las
luchas armadas que diezman las poblaciones de África. O la persistencia
de desigualdades sociales, el tráfico de drogas, fenómenos
de corrupción y violencia armada que pueden poner en peligro
las bases de la democracia y desacreditar a la clase política
de algunos países de Latinoamérica.
Juan Pablo
II, hablando de este continente, hizo hincapié en la difícil
situación que vive Argentina, que ha desembocado en desórdenes
públicos que, tristemente, se han cobrado vidas humanas. "Eso
nos recuerda, una vez más -dijo- que la búsqueda del auténtico
bien de las personas y de los pueblos debe inspirar siempre la acción
política y económica de las instancias nacionales e internacionales.
Es necesario dejar de lado los intereses privados o partidistas y promover
por todos los medios legítimos el interés de la Nación,
con la recuperación de los valores morales, el diálogo
franco y abierto, y la renuncia de lo superfluo en favor de aquellos
que sufren todo tipo de necesidad".
Pero esta
situación contrastante de nuestro mundo comprometido con el tercer
milenio tiene una ventaja, señaló el Papa: nos pone frente
a nuestras responsabilidades. Todos se ven obligados a plantearse las
verdaderas cuestiones: la verdad sobre Dios y la verdad sobre el hombre.
"Dios no está al servicio de un hombre o de un pueblo, y
ningún proyecto humano puede pretender apropiarse de Él.
Y el hombre sólo es verdadero cuando se pone ante Dios en actitud
de pobreza". Esta es la razón por la que el Papa ha querido
que el tema del perdón estuviera en el centro del tradicional
Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz, convencido de que "El
servicio que las religiones pueden ofrecer en favor de la paz y contra
el terrorismo consiste precisamente en la pedagogía del perdón.
Juan Pablo
II confió estas reflexiones al Cuerpo Diplomático para
que las hagan llegar a sus gobiernos abriendo así el corazón
y la inteligencia a los grandes desafíos que nos esperan, y que
el Papa enumeró: la defensa del carácter sagrado de la
vida humana; la promoción de la familia; la eliminación
de la pobreza; el respeto de los derechos humanos; el desarme; la lucha
contra las grandes enfermedades; la salvaguardia del entorno natural;
y la aplicación rigurosa del derecho y de las convenciones internacionales.
EL
PAPA RECUERDA LA ACTUALIDAD DEL MENSAJE DEL BEATO ESCRIVÁ
Juan Pablo
II recibió el sábado por la mañana en audiencia
en el Aula Pablo VI a los 1.200 representantes de 57 países que
han participado en el Congreso internacional, que se clausuró
el día anterior, organizado por la Universidad de la Santa Cruz
de Roma, con motivo del centenario del nacimiento del Beato José
María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, que
será canonizado en el presente año.
El Papa
comenzó su discurso afirmando que el Congreso no ha tenido ningún
interés celebrativo sino que se ha propuesto profundizar en los
aspectos más actuales del mensaje del Beato Escrivá de
Balaguer, especialmente en lo que se refiere a la grandeza de la vida
cotidiana como camino hacia la santidad.
Refiriéndose
a la figura del Beato español, Juan Pablo II resaltó cómo
desde el comienzo de su ministerio sacerdotal, el Beato Escrivá
centró su ministerio en la convicción de que todos los
bautizados están llamados a la plenitud de la caridad, y que
el modo más inmediato para alcanzarlo se encuentra en la normalidad
de cada día. "El Señor quiere entrar en comunión
de amor con cada uno de sus hijos, continuó diciendo el Pontífice,
en la trama de las ocupaciones de cada día, en el contexto cotidiano
en el que se desarrolla la existencia".
"Las
actividades de cada día se presentan como un medio precioso de
unión con Cristo, pudiendo convertirse en ámbito y materia
de santificación, terreno para ejercitar las virtudes, diálogo
de amor que se realiza en las obras. El trabajo viene transfigurado
por el espíritu de oración y se hace así posible
permanecer en la contemplación de Dios, también mientras
se desarrollan las diversas ocupaciones".
Refiriéndose
a su Carta Apostólica Novo Millennio inneunte, Juan Pablo II
recordó cómo todos los bautizados están llamados
a la santidad, ya que el Señor concede las gracias necesarias
para alcanzar el vértice de la divina caridad, superando desde
la raíz toda fractura entre fe y vida cotidiana, que constituye
uno de los más graves errores de nuestro tiempo. Santificando
el trabajo propio en el respeto de las normas morales objetivas, afirmó
el Papa, el fiel laico contribuye eficazmente a edificar una sociedad
más digna para el hombre y a liberar la creación que gime
y sufre en espera de la revelación del Hijo de Dios.
Y recordando
que el Beato José María Escrivá de Balaguer alentó
siempre a "amar el mundo apasionadamente", el Pontífice
concluyó su discurso animando a los miembros de la Prelatura
a seguir realizando con celo y fidelidad su misión por medio
de la oración, el trabajo y el apostolado, siendo "hombres
y mujeres del mundo, pero sin ser hombres y mujeres mundanos",
con el ejemplo y la protección de la Santísima Virgen
María y de su Esposo San José.
LA
GRANDEZA DE LA VIDA CORRIENTE
El martes
se inauguraba en Roma el Congreso internacional sobre "La grandeza
de la vida corriente", con motivo del centenario del nacimiento
del fundador del Opus Dei, Beato José María Escrivá
de Balaguer, cuya canonización tendrá lugar en este año
2002. Participaron en el mismo 1.200 personas provenientes de 57 Países
para analizar temas que van desde la familia hasta el mundo juvenil;
desde la educación a la ciencia, a la integración social
y a la solidaridad, todos ellos vistos a la luz del mensaje del Beato
Escrivá.
El aniversario
del nacimiento del fundador del Opus Dei se cumplía el 9 de enero.
El beato José María nació en Barbastro, España,
el 9 de enero de 1902, y fue ordenado sacerdote en marzo de 1925. El
2 de octubre de 1928 fundó el Opus Dei, un camino de santificación
en medio del mundo, en el trabajo profesional y en el cumplimiento de
los deberes ordinarios, familiares y sociales. Falleció con fama
de santidad en Roma, el 26 de junio de 1975. El 17 de mayo de 1992 fue
beatificado por Juan Pablo II.
Hasta el
9 de enero de 2003, en muchos países donde el beato es conocido
por sus libros o por la difusión de sus enseñanzas sobre
la santidad en la vida ordinaria, diferentes instituciones y entidades
han organizado numerosas actividades. El Prelado del Opus Dei, mons.
Javier Echevarría Rodríguez, ha dicho recientemente que
el objetivo principal de esta efemérides "es que muchas
personas se acerquen a Dios y descubran la alegría de la vida
cristiana".
El fundador
del Opus Dei gastó todo su tiempo en anunciar a Jesucristo -
señala Mons. Echevarría - recordando que se puede ser
plenamente discípulo de Cristo en medio del mundo. Por lo que
el "Centenario ha de ser un eco de esa verdad cristiana radical,
que llena la vida de sentido y de alegría".
Además
de constituir un momento adecuado para reflexionar sobre las enseñanzas
del Beato Escrivá, el Centenario es también un acontecimiento
marcado por el signo de la solidaridad. En octubre de 2001, fue inaugurada
una escuela de formación profesional en Lagos (Nigeria), en memoria
del Fundador del Opus Dei. Además, a lo largo de este 2002 se
pondrán en marcha algunas iniciativas sociales. Un ambulatorio
médico dependiente del Hospital Monkole, en Congo; un dispensario
en Petare, en Venezuela; y un centro de integración social para
sectores de población muy desfavorecidos, inmigrantes y personas
sin recursos, en Barcelona.
En este
contexto, el próximo 19 de enero, el presidente del Consejo Episcopal
Latinoamericano y algunas autoridades civiles de Colombia, inaugurarán
la Escuela de Formación Agropecuaria "Guatanfur", en
el municipio de Machetá, en memoria del Beato José María.
JUAN
PABLO II SUBRAYA LA CRISIS DE LA AGRICULTURA POLACA
El Santo
Padre recibió el viernes, en la Sala Clementina, a un centenar
de representantes (profesores, estudiantes, personal administrativo
y el coro) de la Academia de las Ciencias Agrarias de Varsovia que,
en una sencilla ceremonia en el curso de la audiencia, han querido nombrar
al Papa doctor "honoris causa" de este ateneo.
En su discurso,
el Santo Padre puso de relieve la profunda relación que une esta
Academia con la tradición cultural cristiana de la nación
polaca. "Una larga y rica tradición -dijo- que a través
del serio trabajo científico y didáctico ha contribuido
no solamente al desarrollo de la agricultura, sino que también
ha suscitado en la nación, el amor y el respeto por la tierra
polaca, así como por el patrimonio histórico y cultural.
"Durante
decenios la Academia de las Ciencias Agrarias de Varsovia, explicó
el Santo Padre, ha constituido un dinámico centro de vida científica,
económica y socio-política. Aquí se han formado
y han enseñado insignes estudiosos, políticos, e incluso
héroes de la lucha por la independencia de la patria".
Juan Pablo
II, hablando del papel que puede tener hoy este ateneo, observó
la profunda crisis que atraviesa la agricultura polaca, efecto de una
errada ideología, sostenida durante decenios por subvenciones
estatales y causa de prácticas mal aplicadas en el pasado, que
han provocado atrasos frente a la moderna agricultura europea. La crisis
económica de este sector produce efectos también a nivel
de la cultura nacional, indicó el Pontífice.
El agricultor
polaco de hoy en día -señaló el Papa- parece sufrir
no solamente por causa del bajo rendimiento de su duro trabajo y de
la consiguiente insuficiencia de medios para el desarrollo de su pequeña
empresa, sino también a causa de la falta de respeto que la sociedad
da a su fatigoso oficio y por la falta de apoyo que recibe ante sus
esfuerzos por cambiar esta situación.
Una postura
que puede derivar -dijo el Papa- de la pérdida del sentido del
valor de la tierra, del abandono de la plurisecular tradición
espiritual unido a ella, de la falta de amor por esta tierra regada
con el sudor y la sangre de nuestros antepasados, afirmó el Santo
Padre, que añadió: "la tierra pertenece a la familia,
la tierra pertenece a la patria".
Ante un
panorama ciertamente poco alentador con los fenómenos relacionados
con la vida del campo, el Papa pidió a los miembros de la Academia
de las Ciencias Agrarias de Varsovia que no olviden las raíces
y la tradición que se imponían en el pasado todos los
que trabajaban en dicho instituto, en ser solícitos con el desarrollo
del campo, en respeto de la naturaleza y en el amor por la tierra polaca.
EL
PAPA BAUTIZA A 20 NIÑOS EN LA CAPILLA SIXTINA
Juan
Pablo II presidió el domingo por la mañana la tradicional
celebración bautismal en la Fiesta del Bautismo del Señor,
que tuvo lugar en la Capilla Sixtina, en la cual bautizó al español
Álvaro López de la Osa junto con otros 17 niños
italianos, un estadounidense y un francés.
"Aquel
hombre sobre el que bajó en el Jordán el Espíritu
Santo como una paloma, es el Hijo de Dios que ha asumido de María
Virgen nuestra carne para redimirla del pecado y de la muerte".
Con estas palabras comenzó el Papa su homilía para indicar
el misterio en el cual eran introducidos los niños que sus padres,
padrinos y madrinas presentaban al Bautismo. Misterio de transformarse
hijos de Dios en el Hijo, misterio del "segundo nacimiento".
El Pontífice,
dirigiéndose a los padres que presentaban a sus hijos a la fuente
bautismal, para que fueran regenerados por el agua y el Espíritu
Santo, les aseguró que es la fe de la Iglesia, que ellos profesan,
la que permite a sus hijos realizar este "nuevo nacimiento".
Cristo no cumple el milagro de la regeneración sin la colaboración
del hombre, continuó el Papa, cuya primera manifestación
es la fe, gracias a la cual la criatura se confía libremente
en las manos de Dios.
Juan Pablo
II continuó diciendo: "Estos niños necesitan sobre
todo de vosotros, queridos padres; tienen necesidad también de
vosotros, queridos padrinos y madrinas, para aprender a conocer al verdadero
Dios, que es amor misericordioso. Os corresponde a vosotros introducirlos
en este conocimiento, en primer lugar a través del testimonio
de vuestro comportamiento en la relación con ellos y con los
demás, relaciones marcadas por la atención, la acogida
y el perdón.".
Grande
es la responsabilidad de los padres, afirmó el Papa, en la colaboración
a la divina paternidad, por lo que les ofreció a los padres de
los nuevos bautizados el ejemplo de los esposos Beltrame Quattrocchi,
recientemente beatificados. "No os sintáis nunca solos.
Confiad en el Ángel custodio. Toda la Iglesia, celeste y terrestre
está empeñada en asistiros. Y está también,
concluyo Juan Pablo II, nuestra Madre según el Espíritu,
a la que confío a vuestros hijos para que lleguen a ser auténticos
cristianos".
JUAN
PABLO II ANSÍA ENCONTRARSE CON TANTOS JOVENES EN TORONTO
El domingo,
antes del Ángelus, desde el estudio que da a la plaza de san
Pedro, el Papa manifestó también, a los peregrinos y fieles
reunidos para rezar la oración mariana, la alegría que
había tenido al bautizar a algunos niños, en la fiesta
del Bautismo del Señor. "Los Evangelios ponen este acontecimiento
-dijo Juan Pablo II- al comienzo de la vida pública de Jesús
y es la primera manifestación de Jesús como Hijo de Dios".
Apenas
fue bautizado en el río Jordán, el Señor se manifestó
como "el Cristo" consagrado por Dios en el Espíritu
Santo y mandado por Él a anunciar a los pobres el alegre mensaje
de la salvación. Objetivo de su misión es bautizar a los
hombres en el Espíritu Santo, es decir, comunicarles el "fuego"
de la vida divina. Esto se realizará completamente con su muerte
y resurrección. Misterio en el que han sido hechos partícipes
los que reciben el sacramento del bautismo.
A continuación,
el Santo Padre informó de la reunión que esos días
tenía lugar en Toronto, Canadá, en preparación
de XVIIª Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar
el próximo mes de julio en esta ciudad. El Papa dirigió
un cordial saludo a todos los delegados de las Conferencias Episcopales,
Asociaciones y Movimientos eclesiales de todos los rincones del mundo
que tomaban parte en este encuentro y deseó que la Jornada Mundial
de la Juventud de este año en Canadá renueve la magnífica
experiencia de Roma durante el 2000.
"Por
esto mi pensamiento va dirigido especialmente a vosotros, queridos jóvenes,
ya idealmente "en camino" hacia Toronto, a través de
los itinerarios formativos y misioneros de vuestras comunidades. Estoy
ansioso de encontrarme con tantos de vosotros una vez más. Dejad
de lado los temores e incertidumbres: recordad que vosotros tenéis
que ser "los centinelas de la mañana" siempre a punto
para anunciar el evento del nuevo día, que es Cristo resucitado".
Terminada
la oración mariana del Ángelus y el recuerdo de los fieles
difuntos, el Santo Padre saludó en distintas lenguas a los peregrinos
presentes en la plaza de san Pedro.
SALUDO
DEL PAPA EN ESPAÑOL
"Saludo
cordialmente a los peregrinos de lengua española, de modo particular
a los grupos de las parroquias de San Bartolomé, San Francisco
y San José Obrero de Murcia. Que la celebración de la
fiesta del bautismo del Señor os aliente a renacer cada día
al amor fraterno y al humilde servicio a los hermanos. ¡Qué
Dios os bendiga!".
NOMBRAMIENTOS
Y RENUNCIAS
ARCHIDIÓCESIS
DE OVIEDO (ESPAÑA)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Archidiócesis,
presentada por mons. Gabino DÍAZ MERCHÁN, por motivos
de edad. Y ha nombrado Arzobispo Metropolitano de Oviedo a mons. Carlos
OSORO SIERRA, hasta la fecha Obispo de Orense.
Mons. Carlos
OSORO SIERRA, nació en Castañeda, provincia y diócesis
de Santander, el 16 de mayo de 1945. Ordenado sacerdote el 29 de julio
de 1973, había sido nombrado Obispo de Orense por Juan Pablo
II el 27 de diciembre de 1996, recibiendo la ordenación episcopal
el 21 de febrero de 1997. En la actualidad, es Presidente de la Comisión
para el Clero de la Conferencia Episcopal Española. El nuevo
arzobispo de Oviedo ha cursado estudios de Filosofía y Teología
en la Universidad Pontificia de Salamanca, ciudad en la que también
estudió Pedagogía, mientras que en la Complutense de Madrid
cursó Ciencias Exactas.
DIÓCESIS
DE NEUQUÉN (ARGENTINA)
El Santo Padre ha nombrado Obispo de la diócesis a mons. Marcelo
ANGIOLO MELANI, hasta la fecha Obispo de Viedma.
DIÓCESIS
DE JOILET (ESTADOS UIDOS)
El Papa ha nombrado auxiliar de la diócesis al padre James FITZGERALD,
del clero de la misma diócesis, hasta la fecha párroco
de la Parroquia de Santa María, asignándole la sede titular
episcopal de Walla Walla.
NUNCIO
APOSTÓLICO EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
Juan Pablo II ha nombrado nuncio apostólico en la República
Democrática del Congo a Mons. Giovanni D'ANIELLO.
DIÓCESIS
DE TANJUG SELOR (INDONESIA)
Juan Pablo II ha erigido la diócesis de Tanjug Selor, con territorio
desmembrado de la diócesis de Samarinda, haciéndola sufragánea
de la Iglesia Metropolitana de Pontianak. Y como primer Obispo, el Pontífice
ha nombrado al padre Justinus HARJOSUSANTO, ex provincial de los Misioneros
de la Sagrada Familia de Java.
EXARCADO
ARZOBISPAL DE DONETS'K-KHARKIV (UCRANIA)
El Santo Padre ha dado su asenso a la erección del Exarcado arzobispal
de Donets`k-Kharkiv (UCRANIA) realizada por el Sínodo de los
Obispos de la Iglesia de Ucrania. El Papa ha dado asimismo su asenso
a la elección del padre Stepan MENIOK, superior del monasterio
de san Alfonso de Lviv, para que ocupe el cargo de exarca de dicha sede
arzobispal, nombramiento realizado también por el mismo sínodo
de los obispos de la Iglesia de Ucrania. El Pontífice ha dado
también su asenso a la elección de dos obispos auxiliares
de Lviv de los ucranianos hecha, según los cánones, por
el sínodo de los obispos ucranianos, en las personas del padre
Ihor VOZNIAK y del padre Hlib LONCHYN.
CONGREGACIÓN
PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA
Juan Pablo II ha nombrado subsecretario de la Congregación a
mons. Angelo Vincenzo ZANI, hasta la fecha director de la Oficina para
la educación, escuela y universidad de la Conferencia Episcopal
Italiana.
COMISIÓN
PONTIFICIA PARA EL ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO
El Papa ha nombrado al cardenal Josef Tomko miembro de la Comisión
Pontificia y miembro de la Comisión Cardenalicia de vigilancia
del Instituto para las Obras de Religión.
COMISIÓN
PONTIFICIA BÍBLICA
El Santo Padre ha nombrado secretario de la Comisión al padre,
Klemens STOCK, decano de la facultad de Estudios del Oriente Antiguo,
del Instituto Pontificio Bíblico de Roma.
COMITÉ
PONTIFICIO PARA LOS CONGRESOS EUCARÍSTICOS INTERNACIONALES
Juan Pablo II ha nombrado miembros del Comité a 5 prelados de
la Curia, entre ellos al mexicano Mons. Javier LOZANO BARRAGÁN,
presidente del Consejo Pontificio para los agentes sanitarios.
COMITÉ
PONTIFICIO DE CIENCIAS HISTÓRICAS
El Santo Padre ha nombrado miembros del Comité a mons. Guillermo
DURÁN y al doctor Agostino BORROMEO.
GRATITUD
DE LA SANTA SEDE HACIA EL ARZOBISPO ANGLICANO GEORGE CAREY
La
Santa Sede expresó gratitud al Arzobispo de Canterbury, George
Carey, que anunció su dimisión para el próximo
mes de octubre, después de 11 años de misión como
líder espiritual de la Comunión Anglicana en el mundo.
Un Comunicado del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos
destaca el compromiso del Arzobispo Carey en la promoción de
las relaciones entre anglicanos y católicos. Y evoca con conmoción
su imagen de rodillas junto con el líder ortodoxo, al lado de
Juan Pablo II, en la apertura de la Puerta Santa de la Basílica
Romana de San Pablo Extramuros, en el Año Santo del Dos mil.
COMENTARIO
A LA LITURGIA DEL DOMINGO
DOMINGO
I DEL TIEMPO ORDINARIO: "FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR"
(A):
"Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu
de Dios bajaba sobre él"
Pasado
el tiempo de Navidad, iniciamos con este Domingo el Tiempo Ordinario.
La Iglesia lo inaugura con la "fiesta del Bautismo del Señor".
La razón se desprende de lo que S. Pedro proclamó, al
querer resumir la misión realizada por Jesús. Lo escuchamos
hoy en la segunda lectura: "Conocéis lo que sucedió
en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo,
aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de
Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que
pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él". Sí, Jesús vino
para liberar, como rey mesiánico, a los subyugados por el mal.
Y el bautismo marcó el momento en que fue investido, con la potencia
del Espíritu de Dios, para poder realizarlo.
También
nosotros fuimos bautizados e integrados en la Iglesia, como hijos de
Dios. Y, después, recibimos también ese mismo Espíritu
en la confirmación para poder secundar su misión en la
Iglesia de Dios. Este domingo inicia, pues, ese tiempo fuerte en el
que compenetrarnos cada vez más, de domingo en domingo, con el
que pasó haciendo el bien y liberando de toda opresión,
que es también la misión confiada por Jesús a sus
discípulos.
Como nos
narra hoy el Evangelio, cuando llegó el momento de dar comienzo
al encargo de su Padre Dios, marchó Jesús desde Galilea
al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
La reacción del Bautista es de estupor. Él, que lo reconoce
como el Rey-Mesías que viene a salvar, no lo podía entender.
Por eso, intentaba disuadirlo, diciéndole: "Soy yo el que
necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?".
Jesús le cortó en seco: "Déjate ahora de eso,
porque es así como debemos cumplir lo que quiere Dios".
Es verdad que en Jesús no hay pecado alguno que limpiar. Pero
Jesús tenía muy claro que no había venido para
condenar, sino para salvar a los oprimidos por el pecado. Él
había asumido una humanidad en la condición mortal dejada
por Adán. Se siente así parte de una humanidad pecadora
que, anhelando la salvación, acude a recibir el bautismo como
signo de conversión.
Con su
ejemplo de humildad, Jesús quiere mostrar públicamente
su solidaridad con los pecadores que desean la redención, para
conducirlos hacia su Padre Dios. Con su respuesta a Juan, quiere hacerle
entender que esa es también la forma como Dios desea que se realice.
Estaba predicho así del Siervo de Yahvé anunciado por
Isaías, tal como hoy escuchamos en la primera lectura: "Mirad
a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él
he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no
lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará
ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus
leyes, que esperan las islas". No, la amenaza y la condena no será
el estilo de Jesús. Más bien ha venido a manifestar la
entrañable misericordia de un Padre, que desea la vuelta de los
hijos que el pecado dispersó; más bien ha venido a reavivar
la ilusión de los que, sabiéndose lejos de Dios, se creían
rechazados por él; más bien ha venido a mostrar un amor
de Dios, capaz de despegar de toda otra seducción y de liberar
de todo sometimiento inevitable al pecado y a la muerte.
Al ser
sumergido voluntariamente en el Jordán, Jesús asume el
destino de muerte que conlleva su solidaridad con los pecadores. Sí,
fue esa su sintonía con la misericordia del Padre la que le acarreó,
en definitiva, la condena y la cruz. Pero también fue así
como pudo mostrar, fuera ya de toda duda, la "locura" del
amor de Dios; fue así como permitió que el Espíritu
de Dios realizara, al resucitarlo, su mejor proeza; fue así como
"pasó" de Siervo a Señor, para ser la fuente
de ese mismo Espíritu que hoy lo unge y del que desde ahora está
lleno para llevar a cabo su misión. Por eso, a partir de hoy,
lo podemos seguir de domingo en domingo, sabiendo que es el "Hijo
amado y predilecto" que nos llevará, con toda seguridad,
hasta la casa del Padre. Es allí donde recobraremos toda esa
dignidad de hijos de Dios, a la que ya nacimos por el bautismo y alimentamos
para su crecimiento en la Eucaristía de cada domingo.
COMUNICADO
DE LOS OBISPOS ARGENTINOS: "RECONSTRUIR LA PATRIA"
Tras
celebrar una reunión extraordinaria de dos días de duración,
la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina
ha hecho público un Comunicado que titula "Reconstruir la
Patria". La Nota señala que el Nacimiento de Nuestro Señor
Jesucristo es garantía de que "la vida humana en sociedad,
basada en el respeto a la Ley de Dios, es posible". Y que por ello,
la incertidumbre provocada por los acontecimientos políticos,
económicos y sociales que se han sucedido vertiginosamente en
estos días, no es causa de desesperanza.
Los
Obispos argentinos hacen hincapié en que "vale la pena trabajar
por salvar a la Argentina y construir en ella una Patria de hermanos".
Reconociendo que es "innegable" que "la Patria está
gravemente enferma por una larga afección moral, reflejada en
los diversos órdenes - económico, político y cultural",
los prelados subrayan que "es cierto también que el momento
de gran humillación de un pueblo, puede convertirse en el comienzo
de su resurgimiento". Y que para ello se debe reconocer "la
situación con honestidad", aunando fuerzas y sin perder
tiempo en echarse la culpa mutuamente por lo acaecido, aunque "sin
obviar por esto el papel de la justicia".
Haciendo
un llamamiento a "todos los ciudadanos y a los diversos sectores
sociales a trabajar con empeño por la reconstrucción espiritual
y material" de Argentina, e invitando a "dar un paso al costado"
a "los dirigentes que no se sintiesen capaces de hacer las renuncias
y esfuerzos necesarios para levantar al País" los Obispos
reconocen que la crisis terminal que vive la nación "indica
una claudicación grave en la moral social; es decir, en la responsabilidad
de la conducta con respecto a la sociedad y a sus diversos componentes".
Y sugieren que "sobre esto han de examinarse con sinceridad no
sólo las personas sino también las instituciones, privadas
y públicas". Todas sin excepción, "muy especialmente
los partidos políticos y los sindicatos, pero también
las cámaras empresariales y las entidades financieras. Y, a no
dudar, lo han de hacer los tres poderes del Estado y las entidades que
dependen de él".
"También
los pastores hemos de examinarnos" - añaden más adelante
los prelados argentinos - "en un país que se profesa mayoritariamente
cristiano no es fácil explicar la presente crisis sin una grave
falla en la coherencia entre la fe y la vida, y en la catequesis y predicación
de la moral social". E invitando al diálogo fecundo entre
todos los ciudadanos y sectores de la sociedad argentina, que lleve
a acuerdos fundamentales para construir el futuro buscando el bien común,
reiteran el ofrecimiento que ya han formulado. "En circunstancias
excepcionales como ésta, la Iglesia, dentro de su propia misión,
respetando plenamente las instituciones de la República, y buscando
sólo la paz y el progreso integral del pueblo argentino, está
dispuesta a alentar iniciativas de diálogo entre los diversos
sectores sociales y políticos".
Recordando
que "la vida en sociedad se basa en un diálogo permanente,
y excluye toda forma de violencia física o moral", la Comisión
Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina deplora "los hechos
violentos acaecidos en los días pasados, en especial las muertes
y los saqueos". Y señala que "la violencia no es humana
ni cristiana, ni es camino para la solución los problemas".
El Comunicado finaliza invocando el auxilio de "Jesús el
Señor, que se hizo hombre y hermano nuestro en María Virgen,
y amó entrañablemente a su gente y a su tierra" .
Para
superar la crisis que sufre Argentina los Obispos recomiendan "el
cultivo de los valores morales. En especial: la austeridad, el sentido
de la equidad y de la justicia, la cultura del trabajo, el respeto de
la ley y de la palabra dada". Y, en orden a ello, señalan
que "es preciso: elevar la calidad de la educación basándola
en los irrenunciables valores puestos por Dios en el corazón
del hombre; transformar la orientación de fondo de los medios
de comunicación pues muchos de sus programas degradan al pueblo;
modernizar el aparato productivo de modo que multiplique las fuentes
de trabajo real; promover la reforma del Estado y de la política;
afianzar la justicia, erradicando todo tipo de corrupción, privilegios
y prebendas, y evitando el despilfarro de los fondos y bienes públicos".
ASAMBLEA
GENERAL DEL INSTITUTO SECULAR OBRERAS DE LA CRUZ
El
Instituto Secular Obreras de la Cruz ha celebrado en Valencia, su Asamblea
General para elegir el nuevo equipo de gobierno que dirigirá
el Instituto durante el sexenio 2002-2007. Han participado 61 Obreras
de la Cruz procedentes de Bolivia, Chile, España, Holanda e Italia.
La Asamblea dio comienzo el día uno de enero con un retiro preparatorio,
dirigido por Mons. Agustín Cortés Soriano, obispo de Ibiza.
Celebradas
las sesiones previas con la presentación de la Memoria del sexenio
anterior y planteados algunos asuntos que deben estudiarse con detenimiento
en la última parte de la Asamblea, que se celebrará durante
la semana de Pascua, se procedió a la elección del nuevo
equipo de gobierno. El Instituto Secular Obreras de la Cruz fue fundado
por el Siervo de Dios Vicente Garrido Pastor, sacerdote de la Archidiócesis
de Valencia, en 1934, y tiene como misión el apostolado social
obrero. Pablo VI lo declaró en 1971 Instituto secular de derecho
pontificio.
Ha sido
reelegida Directora General Consuelo Carbonell Pau, de 58 años
de edad, licenciada en Filosofía y Letras. Ha dedicado su vida
a la "hermosa y apasionante tarea de la educación",
como a ella le gusta decir. En su labor la acompañan seis Consejeras.
Una vez terminada esta fase, inician un tiempo de estudio y reflexión
con el fin de preparar la última parte de la Asamblea en la que
aprobarán las líneas de acción para el sexenio
que inician.