AUDIENCIA GENERAL DEL MIÉRCOLES: SALMO 150
PREOCUPACIÓN DEL PAPA POR EL HORIZONTE OSCURO QUE ATRAVIESA LA HUMANIDAD
EL PAPA RECUERDA LA ACTUALIDAD DEL MENSAJE DEL BEATO ESCRIVÁ
JUAN PABLO II SUBRAYA LA CRISIS DE LA AGRICULTURA POLACA
EL SANTO PADRE BAUTIZA A 20 NIÑOS EN LA CAPILLA SIXTINA
JUAN PABLO II ANSÍA ENCONTRARSE CON TANTOS JOVENES EN TORONTO

NOMBRAMIENTOS Y RENUNCIAS
GRATITUD DE LA SANTA SEDE HACIA EL ARZOBISPO ANGLICANO GEORGE CAREY
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

COMUNICADO DE LOS OBISPOS ARGENTINOS: "RECONSTRUIR LA PATRIA"
ASAMBLEA GENERAL DEL INSTITUTO SECULAR OBRERAS DE LA CRUZ


ENERO 2002
SEMANA DEL 7 AL 13

 

AUDIENCIA GENERAL DEL MIÉRCOLES: SALMO 150

La liturgia de Laudes del domingo de la segunda y cuarta semana nos propone el Salmo 150, el último del Salterio, un salmo breve, que empieza con la palabra "Aleluya" y luego se ve entretejiendo con una serie de imperativos que repiten la palabra "hallelû", alabad. "Es, dijo el Papa en su catequesis del miércoles exponiendo este Salmo, como música y canto perenne que parecen no apagarse nunca, como sucederá luego en el célebre Mesías de Hëndel.

Para el Santo Padre, la alabanza a Dios se convierte en una especie de respiro del alma que no conoce descanso. El Salmo 150 se va desgranando en tres momentos: en la apertura, en los dos primeros versículos, la mirada se fija en el Señor, en su santuario, en su poder, en sus prodigios, en su grandeza. En un segundo momento -semejante a un auténtico movimiento musical- entra en escena la orquesta del templo de Sión, que acompaña el canto y la danza sagrada.

El tercer momento lo expresa el último versículo. La escena se llena con el universo, representado por todos los seres vivientes, o si se quiere resaltar mayormente, siguiendo el original hebreo, "por todo lo que respira". Es la vida misma la que se hace alabanza, una alabanza que se eleva de las criaturas al Creador. En la catequesis el Santo Padre ha hecho especial hincapié en el primero y en el último momento, dejando expresamente el segundo para otra ocasión más adelante, cuando la Liturgia de Laudes proponga de nuevo el Salmo 150.

En el primer momento encontramos una referencia explícita al "santuario" o "área sagrada", pura y trascendente en la que mora Dios. Lugar paradisíaco, misterio de Dios, en el que los santos son acogidos para una plena comunión. De aquí el pensamiento se traslada a contemplar los "prodigios" realizados por Dios, los cuales manifiestan su "inmensa grandeza". Estos "prodigios" están descritos en el salmo 104, el cual invita a los judíos a meditar y contemplar las maravillas, los prodigios de Dios y a recordar los juicios de su boca".

En este contexto la alabanza se convierte en profesión de fe en Dios Creador y Redentor, en celebración festiva del amor divino que se expresa creando y salvando, dando la vida y la libertad. El último versículo del Salmo, como se ha dicho, invita a todo lo que respira a alabar al Señor. Se puede pensar, afirma el Papa, que en este coro de alabanzas al Creador de parte de sus criaturas, una parte esencial esté reservada a la criatura humana. A través del ser humano, portavoz de toda la creación, los seres vivos alaban al Señor.

El Pontífice termina la catequesis recordando que los manuscritos hebreos, transcribiendo el Salmo 150, reproducen a menudo la Menorah, el famoso candelabro de siete brazos, colocado en el Sancta Sanctorum del templo de Jerusalén. Esto sugiere, afirmó el Santo Padre, una bella interpretación de este Salmo, auténtico Amén en la oración de siempre de nuestros "hermanos mayores": todo el hombre, con todos los instrumentos y las formas musicales que su genio ha inventado, y todo ser vivo, es invitado a arder como la Menorah ante el Sancta Sanctorum, en constante oración de alabanza y de acción de gracias.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

La catequesis de hoy está dedicada al salmo ciento cincuenta, que pertenece a los Laudes del domingo de la segunda y cuarta semana. Por diez se repite la palabra "alabad", siendo una invitación a la alabanza divina sin interrupción.

El texto se divide en tres partes; en la primera, la mirada se dirige hacia el Señor, fijándose en su santuario, en su inmensa grandeza, en sus obras magníficas. En la segunda, se une a la alabanza la música del templo de Sión, para concluir en la última parte con la alabanza universal: "Todo ser que alienta alabe al Señor", convirtiendo así la vida en un canto de alabanza que las criaturas elevan a su Creador. Con este Salmo, unidos a Cristo, voz perfecta de todo el mundo creado por medio de Él, nos convertimos en oración incesante ante el trono de Dios.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta audiencia. A todos os deseo un feliz y próspero Año dos mil dos, apenas comenzado, augurando que a lo largo del mismo podáis alabar al Señor continuamente, como nos ha indicado el Salmo que hemos comentado hoy.

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Terminados los saludos en las diversas lenguas, el Papa, como es su costumbre, dirigió unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, invitándolos a seguir meditando durante estos días que siguen a la fiesta de la Epifanía, en la manifestación de Jesús a todos los pueblos.

"La Iglesia os invita, dijo a los jóvenes, a ser testigos entusiastas de Cristo entre vuestros coetáneos; y a vosotros, queridos enfermos, os exhorta a difundir cada día su luz con serena paciencia; y os estimula a vosotros, recién casados, a ser signo de su presencia renovadora con vuestro amor fiel".

 

EL PAPA EXPRESA SU PREOCUPACIÓN AL CUERPO DIPLOMÁTICO POR EL HORIZONTE OSCURO QUE ATRAVIESA LA HUMANIDAD

En su tradicional discurso de comienzo de año al Cuerpo Diplomático, Juan Pablo II insistió en no perder la fe y la esperanza ante el horizonte oscuro por el que atraviesa la humanidad.

Como cada año el Pontífice recibió el jueves al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede para las felicitaciones del año nuevo, ocasión que aprovechó el Papa para hacer un profundo análisis de la actualidad internacional, cuyo horizonte -dicho- "se presenta ciertamente oscuro, y muchos de quienes han conocido el gran movimiento hacia la libertad y el cambio de los años noventa se sorprenden hoy al verse afectados por el miedo de un futuro cada vez más incierto".

Sin embargo, para quienes han puesto su fe y su esperanza en Jesús -señaló el Papa- la luz de la Navidad da sentido a los todos los esfuerzos humanos realizados para que nuestra tierra sea más fraterna y más solidaria, para que se pueda vivir bien en ella y que la indiferencia, la injusticia y el odio no tengan jamás la última palabra.

Entre los motivos de complacencia, el Papa mencionó la progresiva unificación de Europa, simbolizada recientemente por la adopción de la moneda única. "Se trata de una etapa decisiva en la larga historia de este Continente" que podría crecer con el proyecto de una Constitución de la Unión. Pero el Pontífice indicó que es fundamental que se aclaren los "objetivos de la construcción europea y los valores sobre los que ha de apoyarse". "No sin cierta pena -dijo- he visto que, entre los miembros que deberían contribuir a la reflexión sobre la "Convención" instituida durante la cumbre de Laeken, las comunidades de creyentes no han sido mencionadas explícitamente.

"La marginación de las religiones que han contribuido y todavía contribuyen a la cultura y al humanismo de lo que Europa está legítimamente orgullosa, me parece que son al mismo tiempo una injusticia y un error de perspectiva. ¡Reconocer un hecho histórico innegable no significa en absoluto ignorar toda la exigencia moderna de una justa laicidad de los Estados y, por tanto, de Europa!"

Juan Pablo II recordó asimismo el inicio de un diálogo directo entre los responsables de las dos comunidades de la isla de Chipre; el Parlamento legítimo en Kosovo, que es un buen augurio para un futuro más democrático de la región; y el proceso de acercamiento entre las dos Chinas. Y alentó para que avancen las conversaciones actuales entre las partes en conflicto que deterioran desde hace tantos años Sri Lanka.

Pero la luz que emana de la gruta de Belén ilumina también, y de modo implacable, las ambigüedades y los fracasos de las iniciativas de los hombres que, en este principio de año, constató el Papa, han llevado a la humanidad a una situación de violencia, de desesperación y de pecado.

"Tierra Santa donde el Redentor vio la luz, es siempre, por culpa de los hombres, una tierra de fuego y de sangre. Nadie puede permanecer insensible ante la injusticia de la que es víctima el pueblo palestino desde hace más de cincuenta años. Nadie puede negar el derecho del pueblo israelí a vivir en la seguridad. Pero nadie puede olvidar tampoco a las víctimas inocentes que, de una parte y de otra, caen todos los días bajo los golpes y los tiros".

El Papa explicó después que las armas y los atentados sangrientos nunca serán instrumentos adecuados para hacer llegar mensajes políticos a los interlocutores. Sólo el respeto del otro y de sus legítimas aspiraciones, la aplicación del derecho internacional, la evacuación de los territorios ocupados y un estatuto especial garantizado internacionalmente para los lugares más sagrados de Jerusalén, son capaces de ofrecer un principio de pacificación en esta parte del mundo y de romper el ciclo infernal del odio y de la venganza. Unos contra otros, los Israelíes y los Palestinos no ganarán la guerra. Los unos con los otros, pueden ganar la paz.

La lucha legítima contra el terrorismo "cuya expresión más horrible son los odiosos atentados del 11 de septiembre y que todavía ha dado la palabra a las armas" fue el otro punto destacado del discurso del Papa al Cuerpo Diplomático. En este sentido, Juan Pablo II animó al nuevo gobierno de Kabul en sus esfuerzos de cara a una efectiva pacificación de todo Afganistán e invitó a la India y Pakistán, para que den prioridad absoluta al diálogo y a la negociación. Y el Santo Padre reiteró una vez más, ante toda la comunidad internacional, que matar en nombre de Dios es una blasfemia y una perversión de la religión. "Es una profanación de la religión proclamarse terroristas en nombre de Dios, hacer en su nombre violencia al hombre. La violencia terrorista es contraria a la fe en Dios Creador del hombre; en Dios que lo cuida y lo ama".

Ante estas manifestaciones de violencia irracional e injustificable, el gran peligro -subrayó el Papa- es que otras situaciones pasen inadvertidas" y contribuyan a dejar a pueblos enteros abandonados a su triste suerte. Y señaó a este respecto, las diversas pandemias y las luchas armadas que diezman las poblaciones de África. O la persistencia de desigualdades sociales, el tráfico de drogas, fenómenos de corrupción y violencia armada que pueden poner en peligro las bases de la democracia y desacreditar a la clase política de algunos países de Latinoamérica.

Juan Pablo II, hablando de este continente, hizo hincapié en la difícil situación que vive Argentina, que ha desembocado en desórdenes públicos que, tristemente, se han cobrado vidas humanas. "Eso nos recuerda, una vez más -dijo- que la búsqueda del auténtico bien de las personas y de los pueblos debe inspirar siempre la acción política y económica de las instancias nacionales e internacionales. Es necesario dejar de lado los intereses privados o partidistas y promover por todos los medios legítimos el interés de la Nación, con la recuperación de los valores morales, el diálogo franco y abierto, y la renuncia de lo superfluo en favor de aquellos que sufren todo tipo de necesidad".

Pero esta situación contrastante de nuestro mundo comprometido con el tercer milenio tiene una ventaja, señaló el Papa: nos pone frente a nuestras responsabilidades. Todos se ven obligados a plantearse las verdaderas cuestiones: la verdad sobre Dios y la verdad sobre el hombre. "Dios no está al servicio de un hombre o de un pueblo, y ningún proyecto humano puede pretender apropiarse de Él. Y el hombre sólo es verdadero cuando se pone ante Dios en actitud de pobreza". Esta es la razón por la que el Papa ha querido que el tema del perdón estuviera en el centro del tradicional Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz, convencido de que "El servicio que las religiones pueden ofrecer en favor de la paz y contra el terrorismo consiste precisamente en la pedagogía del perdón.

Juan Pablo II confió estas reflexiones al Cuerpo Diplomático para que las hagan llegar a sus gobiernos abriendo así el corazón y la inteligencia a los grandes desafíos que nos esperan, y que el Papa enumeró: la defensa del carácter sagrado de la vida humana; la promoción de la familia; la eliminación de la pobreza; el respeto de los derechos humanos; el desarme; la lucha contra las grandes enfermedades; la salvaguardia del entorno natural; y la aplicación rigurosa del derecho y de las convenciones internacionales.

 

EL PAPA RECUERDA LA ACTUALIDAD DEL MENSAJE DEL BEATO ESCRIVÁ

Juan Pablo II recibió el sábado por la mañana en audiencia en el Aula Pablo VI a los 1.200 representantes de 57 países que han participado en el Congreso internacional, que se clausuró el día anterior, organizado por la Universidad de la Santa Cruz de Roma, con motivo del centenario del nacimiento del Beato José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, que será canonizado en el presente año.

El Papa comenzó su discurso afirmando que el Congreso no ha tenido ningún interés celebrativo sino que se ha propuesto profundizar en los aspectos más actuales del mensaje del Beato Escrivá de Balaguer, especialmente en lo que se refiere a la grandeza de la vida cotidiana como camino hacia la santidad.

Refiriéndose a la figura del Beato español, Juan Pablo II resaltó cómo desde el comienzo de su ministerio sacerdotal, el Beato Escrivá centró su ministerio en la convicción de que todos los bautizados están llamados a la plenitud de la caridad, y que el modo más inmediato para alcanzarlo se encuentra en la normalidad de cada día. "El Señor quiere entrar en comunión de amor con cada uno de sus hijos, continuó diciendo el Pontífice, en la trama de las ocupaciones de cada día, en el contexto cotidiano en el que se desarrolla la existencia".

"Las actividades de cada día se presentan como un medio precioso de unión con Cristo, pudiendo convertirse en ámbito y materia de santificación, terreno para ejercitar las virtudes, diálogo de amor que se realiza en las obras. El trabajo viene transfigurado por el espíritu de oración y se hace así posible permanecer en la contemplación de Dios, también mientras se desarrollan las diversas ocupaciones".

Refiriéndose a su Carta Apostólica Novo Millennio inneunte, Juan Pablo II recordó cómo todos los bautizados están llamados a la santidad, ya que el Señor concede las gracias necesarias para alcanzar el vértice de la divina caridad, superando desde la raíz toda fractura entre fe y vida cotidiana, que constituye uno de los más graves errores de nuestro tiempo. Santificando el trabajo propio en el respeto de las normas morales objetivas, afirmó el Papa, el fiel laico contribuye eficazmente a edificar una sociedad más digna para el hombre y a liberar la creación que gime y sufre en espera de la revelación del Hijo de Dios.

Y recordando que el Beato José María Escrivá de Balaguer alentó siempre a "amar el mundo apasionadamente", el Pontífice concluyó su discurso animando a los miembros de la Prelatura a seguir realizando con celo y fidelidad su misión por medio de la oración, el trabajo y el apostolado, siendo "hombres y mujeres del mundo, pero sin ser hombres y mujeres mundanos", con el ejemplo y la protección de la Santísima Virgen María y de su Esposo San José.

LA GRANDEZA DE LA VIDA CORRIENTE

El martes se inauguraba en Roma el Congreso internacional sobre "La grandeza de la vida corriente", con motivo del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei, Beato José María Escrivá de Balaguer, cuya canonización tendrá lugar en este año 2002. Participaron en el mismo 1.200 personas provenientes de 57 Países para analizar temas que van desde la familia hasta el mundo juvenil; desde la educación a la ciencia, a la integración social y a la solidaridad, todos ellos vistos a la luz del mensaje del Beato Escrivá.

El aniversario del nacimiento del fundador del Opus Dei se cumplía el 9 de enero. El beato José María nació en Barbastro, España, el 9 de enero de 1902, y fue ordenado sacerdote en marzo de 1925. El 2 de octubre de 1928 fundó el Opus Dei, un camino de santificación en medio del mundo, en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios, familiares y sociales. Falleció con fama de santidad en Roma, el 26 de junio de 1975. El 17 de mayo de 1992 fue beatificado por Juan Pablo II.

Hasta el 9 de enero de 2003, en muchos países donde el beato es conocido por sus libros o por la difusión de sus enseñanzas sobre la santidad en la vida ordinaria, diferentes instituciones y entidades han organizado numerosas actividades. El Prelado del Opus Dei, mons. Javier Echevarría Rodríguez, ha dicho recientemente que el objetivo principal de esta efemérides "es que muchas personas se acerquen a Dios y descubran la alegría de la vida cristiana".

El fundador del Opus Dei gastó todo su tiempo en anunciar a Jesucristo - señala Mons. Echevarría - recordando que se puede ser plenamente discípulo de Cristo en medio del mundo. Por lo que el "Centenario ha de ser un eco de esa verdad cristiana radical, que llena la vida de sentido y de alegría".

Además de constituir un momento adecuado para reflexionar sobre las enseñanzas del Beato Escrivá, el Centenario es también un acontecimiento marcado por el signo de la solidaridad. En octubre de 2001, fue inaugurada una escuela de formación profesional en Lagos (Nigeria), en memoria del Fundador del Opus Dei. Además, a lo largo de este 2002 se pondrán en marcha algunas iniciativas sociales. Un ambulatorio médico dependiente del Hospital Monkole, en Congo; un dispensario en Petare, en Venezuela; y un centro de integración social para sectores de población muy desfavorecidos, inmigrantes y personas sin recursos, en Barcelona.

En este contexto, el próximo 19 de enero, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y algunas autoridades civiles de Colombia, inaugurarán la Escuela de Formación Agropecuaria "Guatanfur", en el municipio de Machetá, en memoria del Beato José María.

 

JUAN PABLO II SUBRAYA LA CRISIS DE LA AGRICULTURA POLACA

El Santo Padre recibió el viernes, en la Sala Clementina, a un centenar de representantes (profesores, estudiantes, personal administrativo y el coro) de la Academia de las Ciencias Agrarias de Varsovia que, en una sencilla ceremonia en el curso de la audiencia, han querido nombrar al Papa doctor "honoris causa" de este ateneo.

En su discurso, el Santo Padre puso de relieve la profunda relación que une esta Academia con la tradición cultural cristiana de la nación polaca. "Una larga y rica tradición -dijo- que a través del serio trabajo científico y didáctico ha contribuido no solamente al desarrollo de la agricultura, sino que también ha suscitado en la nación, el amor y el respeto por la tierra polaca, así como por el patrimonio histórico y cultural.

"Durante decenios la Academia de las Ciencias Agrarias de Varsovia, explicó el Santo Padre, ha constituido un dinámico centro de vida científica, económica y socio-política. Aquí se han formado y han enseñado insignes estudiosos, políticos, e incluso héroes de la lucha por la independencia de la patria".

Juan Pablo II, hablando del papel que puede tener hoy este ateneo, observó la profunda crisis que atraviesa la agricultura polaca, efecto de una errada ideología, sostenida durante decenios por subvenciones estatales y causa de prácticas mal aplicadas en el pasado, que han provocado atrasos frente a la moderna agricultura europea. La crisis económica de este sector produce efectos también a nivel de la cultura nacional, indicó el Pontífice.

El agricultor polaco de hoy en día -señaló el Papa- parece sufrir no solamente por causa del bajo rendimiento de su duro trabajo y de la consiguiente insuficiencia de medios para el desarrollo de su pequeña empresa, sino también a causa de la falta de respeto que la sociedad da a su fatigoso oficio y por la falta de apoyo que recibe ante sus esfuerzos por cambiar esta situación.

Una postura que puede derivar -dijo el Papa- de la pérdida del sentido del valor de la tierra, del abandono de la plurisecular tradición espiritual unido a ella, de la falta de amor por esta tierra regada con el sudor y la sangre de nuestros antepasados, afirmó el Santo Padre, que añadió: "la tierra pertenece a la familia, la tierra pertenece a la patria".

Ante un panorama ciertamente poco alentador con los fenómenos relacionados con la vida del campo, el Papa pidió a los miembros de la Academia de las Ciencias Agrarias de Varsovia que no olviden las raíces y la tradición que se imponían en el pasado todos los que trabajaban en dicho instituto, en ser solícitos con el desarrollo del campo, en respeto de la naturaleza y en el amor por la tierra polaca.

 

EL PAPA BAUTIZA A 20 NIÑOS EN LA CAPILLA SIXTINA

Juan Pablo II presidió el domingo por la mañana la tradicional celebración bautismal en la Fiesta del Bautismo del Señor, que tuvo lugar en la Capilla Sixtina, en la cual bautizó al español Álvaro López de la Osa junto con otros 17 niños italianos, un estadounidense y un francés.

"Aquel hombre sobre el que bajó en el Jordán el Espíritu Santo como una paloma, es el Hijo de Dios que ha asumido de María Virgen nuestra carne para redimirla del pecado y de la muerte". Con estas palabras comenzó el Papa su homilía para indicar el misterio en el cual eran introducidos los niños que sus padres, padrinos y madrinas presentaban al Bautismo. Misterio de transformarse hijos de Dios en el Hijo, misterio del "segundo nacimiento".

El Pontífice, dirigiéndose a los padres que presentaban a sus hijos a la fuente bautismal, para que fueran regenerados por el agua y el Espíritu Santo, les aseguró que es la fe de la Iglesia, que ellos profesan, la que permite a sus hijos realizar este "nuevo nacimiento". Cristo no cumple el milagro de la regeneración sin la colaboración del hombre, continuó el Papa, cuya primera manifestación es la fe, gracias a la cual la criatura se confía libremente en las manos de Dios.

Juan Pablo II continuó diciendo: "Estos niños necesitan sobre todo de vosotros, queridos padres; tienen necesidad también de vosotros, queridos padrinos y madrinas, para aprender a conocer al verdadero Dios, que es amor misericordioso. Os corresponde a vosotros introducirlos en este conocimiento, en primer lugar a través del testimonio de vuestro comportamiento en la relación con ellos y con los demás, relaciones marcadas por la atención, la acogida y el perdón.".

Grande es la responsabilidad de los padres, afirmó el Papa, en la colaboración a la divina paternidad, por lo que les ofreció a los padres de los nuevos bautizados el ejemplo de los esposos Beltrame Quattrocchi, recientemente beatificados. "No os sintáis nunca solos. Confiad en el Ángel custodio. Toda la Iglesia, celeste y terrestre está empeñada en asistiros. Y está también, concluyo Juan Pablo II, nuestra Madre según el Espíritu, a la que confío a vuestros hijos para que lleguen a ser auténticos cristianos".

 

JUAN PABLO II ANSÍA ENCONTRARSE CON TANTOS JOVENES EN TORONTO

El domingo, antes del Ángelus, desde el estudio que da a la plaza de san Pedro, el Papa manifestó también, a los peregrinos y fieles reunidos para rezar la oración mariana, la alegría que había tenido al bautizar a algunos niños, en la fiesta del Bautismo del Señor. "Los Evangelios ponen este acontecimiento -dijo Juan Pablo II- al comienzo de la vida pública de Jesús y es la primera manifestación de Jesús como Hijo de Dios".

Apenas fue bautizado en el río Jordán, el Señor se manifestó como "el Cristo" consagrado por Dios en el Espíritu Santo y mandado por Él a anunciar a los pobres el alegre mensaje de la salvación. Objetivo de su misión es bautizar a los hombres en el Espíritu Santo, es decir, comunicarles el "fuego" de la vida divina. Esto se realizará completamente con su muerte y resurrección. Misterio en el que han sido hechos partícipes los que reciben el sacramento del bautismo.

A continuación, el Santo Padre informó de la reunión que esos días tenía lugar en Toronto, Canadá, en preparación de XVIIª Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar el próximo mes de julio en esta ciudad. El Papa dirigió un cordial saludo a todos los delegados de las Conferencias Episcopales, Asociaciones y Movimientos eclesiales de todos los rincones del mundo que tomaban parte en este encuentro y deseó que la Jornada Mundial de la Juventud de este año en Canadá renueve la magnífica experiencia de Roma durante el 2000.

"Por esto mi pensamiento va dirigido especialmente a vosotros, queridos jóvenes, ya idealmente "en camino" hacia Toronto, a través de los itinerarios formativos y misioneros de vuestras comunidades. Estoy ansioso de encontrarme con tantos de vosotros una vez más. Dejad de lado los temores e incertidumbres: recordad que vosotros tenéis que ser "los centinelas de la mañana" siempre a punto para anunciar el evento del nuevo día, que es Cristo resucitado".

Terminada la oración mariana del Ángelus y el recuerdo de los fieles difuntos, el Santo Padre saludó en distintas lenguas a los peregrinos presentes en la plaza de san Pedro.

SALUDO DEL PAPA EN ESPAÑOL

"Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, de modo particular a los grupos de las parroquias de San Bartolomé, San Francisco y San José Obrero de Murcia. Que la celebración de la fiesta del bautismo del Señor os aliente a renacer cada día al amor fraterno y al humilde servicio a los hermanos. ¡Qué Dios os bendiga!".

 

NOMBRAMIENTOS Y RENUNCIAS

ARCHIDIÓCESIS DE OVIEDO (ESPAÑA)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Archidiócesis, presentada por mons. Gabino DÍAZ MERCHÁN, por motivos de edad. Y ha nombrado Arzobispo Metropolitano de Oviedo a mons. Carlos OSORO SIERRA, hasta la fecha Obispo de Orense.

Mons. Carlos OSORO SIERRA, nació en Castañeda, provincia y diócesis de Santander, el 16 de mayo de 1945. Ordenado sacerdote el 29 de julio de 1973, había sido nombrado Obispo de Orense por Juan Pablo II el 27 de diciembre de 1996, recibiendo la ordenación episcopal el 21 de febrero de 1997. En la actualidad, es Presidente de la Comisión para el Clero de la Conferencia Episcopal Española. El nuevo arzobispo de Oviedo ha cursado estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, ciudad en la que también estudió Pedagogía, mientras que en la Complutense de Madrid cursó Ciencias Exactas.

DIÓCESIS DE NEUQUÉN (ARGENTINA)
El Santo Padre ha nombrado Obispo de la diócesis a mons. Marcelo ANGIOLO MELANI, hasta la fecha Obispo de Viedma.

DIÓCESIS DE JOILET (ESTADOS UIDOS)
El Papa ha nombrado auxiliar de la diócesis al padre James FITZGERALD, del clero de la misma diócesis, hasta la fecha párroco de la Parroquia de Santa María, asignándole la sede titular episcopal de Walla Walla.

NUNCIO APOSTÓLICO EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
Juan Pablo II ha nombrado nuncio apostólico en la República Democrática del Congo a Mons. Giovanni D'ANIELLO.

DIÓCESIS DE TANJUG SELOR (INDONESIA)
Juan Pablo II ha erigido la diócesis de Tanjug Selor, con territorio desmembrado de la diócesis de Samarinda, haciéndola sufragánea de la Iglesia Metropolitana de Pontianak. Y como primer Obispo, el Pontífice ha nombrado al padre Justinus HARJOSUSANTO, ex provincial de los Misioneros de la Sagrada Familia de Java.

EXARCADO ARZOBISPAL DE DONETS'K-KHARKIV (UCRANIA)
El Santo Padre ha dado su asenso a la erección del Exarcado arzobispal de Donets`k-Kharkiv (UCRANIA) realizada por el Sínodo de los Obispos de la Iglesia de Ucrania. El Papa ha dado asimismo su asenso a la elección del padre Stepan MENIOK, superior del monasterio de san Alfonso de Lviv, para que ocupe el cargo de exarca de dicha sede arzobispal, nombramiento realizado también por el mismo sínodo de los obispos de la Iglesia de Ucrania. El Pontífice ha dado también su asenso a la elección de dos obispos auxiliares de Lviv de los ucranianos hecha, según los cánones, por el sínodo de los obispos ucranianos, en las personas del padre Ihor VOZNIAK y del padre Hlib LONCHYN.

CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA
Juan Pablo II ha nombrado subsecretario de la Congregación a mons. Angelo Vincenzo ZANI, hasta la fecha director de la Oficina para la educación, escuela y universidad de la Conferencia Episcopal Italiana.

COMISIÓN PONTIFICIA PARA EL ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO
El Papa ha nombrado al cardenal Josef Tomko miembro de la Comisión Pontificia y miembro de la Comisión Cardenalicia de vigilancia del Instituto para las Obras de Religión.

COMISIÓN PONTIFICIA BÍBLICA
El Santo Padre ha nombrado secretario de la Comisión al padre, Klemens STOCK, decano de la facultad de Estudios del Oriente Antiguo, del Instituto Pontificio Bíblico de Roma.

COMITÉ PONTIFICIO PARA LOS CONGRESOS EUCARÍSTICOS INTERNACIONALES
Juan Pablo II ha nombrado miembros del Comité a 5 prelados de la Curia, entre ellos al mexicano Mons. Javier LOZANO BARRAGÁN, presidente del Consejo Pontificio para los agentes sanitarios.

COMITÉ PONTIFICIO DE CIENCIAS HISTÓRICAS
El Santo Padre ha nombrado miembros del Comité a mons. Guillermo DURÁN y al doctor Agostino BORROMEO.

 

GRATITUD DE LA SANTA SEDE HACIA EL ARZOBISPO ANGLICANO GEORGE CAREY

La Santa Sede expresó gratitud al Arzobispo de Canterbury, George Carey, que anunció su dimisión para el próximo mes de octubre, después de 11 años de misión como líder espiritual de la Comunión Anglicana en el mundo. Un Comunicado del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos destaca el compromiso del Arzobispo Carey en la promoción de las relaciones entre anglicanos y católicos. Y evoca con conmoción su imagen de rodillas junto con el líder ortodoxo, al lado de Juan Pablo II, en la apertura de la Puerta Santa de la Basílica Romana de San Pablo Extramuros, en el Año Santo del Dos mil.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO I DEL TIEMPO ORDINARIO: "FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR" (A):
"Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él"

Pasado el tiempo de Navidad, iniciamos con este Domingo el Tiempo Ordinario. La Iglesia lo inaugura con la "fiesta del Bautismo del Señor". La razón se desprende de lo que S. Pedro proclamó, al querer resumir la misión realizada por Jesús. Lo escuchamos hoy en la segunda lectura: "Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él". Sí, Jesús vino para liberar, como rey mesiánico, a los subyugados por el mal. Y el bautismo marcó el momento en que fue investido, con la potencia del Espíritu de Dios, para poder realizarlo.

También nosotros fuimos bautizados e integrados en la Iglesia, como hijos de Dios. Y, después, recibimos también ese mismo Espíritu en la confirmación para poder secundar su misión en la Iglesia de Dios. Este domingo inicia, pues, ese tiempo fuerte en el que compenetrarnos cada vez más, de domingo en domingo, con el que pasó haciendo el bien y liberando de toda opresión, que es también la misión confiada por Jesús a sus discípulos.

Como nos narra hoy el Evangelio, cuando llegó el momento de dar comienzo al encargo de su Padre Dios, marchó Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. La reacción del Bautista es de estupor. Él, que lo reconoce como el Rey-Mesías que viene a salvar, no lo podía entender. Por eso, intentaba disuadirlo, diciéndole: "Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?". Jesús le cortó en seco: "Déjate ahora de eso, porque es así como debemos cumplir lo que quiere Dios". Es verdad que en Jesús no hay pecado alguno que limpiar. Pero Jesús tenía muy claro que no había venido para condenar, sino para salvar a los oprimidos por el pecado. Él había asumido una humanidad en la condición mortal dejada por Adán. Se siente así parte de una humanidad pecadora que, anhelando la salvación, acude a recibir el bautismo como signo de conversión.

Con su ejemplo de humildad, Jesús quiere mostrar públicamente su solidaridad con los pecadores que desean la redención, para conducirlos hacia su Padre Dios. Con su respuesta a Juan, quiere hacerle entender que esa es también la forma como Dios desea que se realice. Estaba predicho así del Siervo de Yahvé anunciado por Isaías, tal como hoy escuchamos en la primera lectura: "Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas". No, la amenaza y la condena no será el estilo de Jesús. Más bien ha venido a manifestar la entrañable misericordia de un Padre, que desea la vuelta de los hijos que el pecado dispersó; más bien ha venido a reavivar la ilusión de los que, sabiéndose lejos de Dios, se creían rechazados por él; más bien ha venido a mostrar un amor de Dios, capaz de despegar de toda otra seducción y de liberar de todo sometimiento inevitable al pecado y a la muerte.

Al ser sumergido voluntariamente en el Jordán, Jesús asume el destino de muerte que conlleva su solidaridad con los pecadores. Sí, fue esa su sintonía con la misericordia del Padre la que le acarreó, en definitiva, la condena y la cruz. Pero también fue así como pudo mostrar, fuera ya de toda duda, la "locura" del amor de Dios; fue así como permitió que el Espíritu de Dios realizara, al resucitarlo, su mejor proeza; fue así como "pasó" de Siervo a Señor, para ser la fuente de ese mismo Espíritu que hoy lo unge y del que desde ahora está lleno para llevar a cabo su misión. Por eso, a partir de hoy, lo podemos seguir de domingo en domingo, sabiendo que es el "Hijo amado y predilecto" que nos llevará, con toda seguridad, hasta la casa del Padre. Es allí donde recobraremos toda esa dignidad de hijos de Dios, a la que ya nacimos por el bautismo y alimentamos para su crecimiento en la Eucaristía de cada domingo.

 

COMUNICADO DE LOS OBISPOS ARGENTINOS: "RECONSTRUIR LA PATRIA"

Tras celebrar una reunión extraordinaria de dos días de duración, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina ha hecho público un Comunicado que titula "Reconstruir la Patria". La Nota señala que el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo es garantía de que "la vida humana en sociedad, basada en el respeto a la Ley de Dios, es posible". Y que por ello, la incertidumbre provocada por los acontecimientos políticos, económicos y sociales que se han sucedido vertiginosamente en estos días, no es causa de desesperanza.

Los Obispos argentinos hacen hincapié en que "vale la pena trabajar por salvar a la Argentina y construir en ella una Patria de hermanos". Reconociendo que es "innegable" que "la Patria está gravemente enferma por una larga afección moral, reflejada en los diversos órdenes - económico, político y cultural", los prelados subrayan que "es cierto también que el momento de gran humillación de un pueblo, puede convertirse en el comienzo de su resurgimiento". Y que para ello se debe reconocer "la situación con honestidad", aunando fuerzas y sin perder tiempo en echarse la culpa mutuamente por lo acaecido, aunque "sin obviar por esto el papel de la justicia".

Haciendo un llamamiento a "todos los ciudadanos y a los diversos sectores sociales a trabajar con empeño por la reconstrucción espiritual y material" de Argentina, e invitando a "dar un paso al costado" a "los dirigentes que no se sintiesen capaces de hacer las renuncias y esfuerzos necesarios para levantar al País" los Obispos reconocen que la crisis terminal que vive la nación "indica una claudicación grave en la moral social; es decir, en la responsabilidad de la conducta con respecto a la sociedad y a sus diversos componentes". Y sugieren que "sobre esto han de examinarse con sinceridad no sólo las personas sino también las instituciones, privadas y públicas". Todas sin excepción, "muy especialmente los partidos políticos y los sindicatos, pero también las cámaras empresariales y las entidades financieras. Y, a no dudar, lo han de hacer los tres poderes del Estado y las entidades que dependen de él".

"También los pastores hemos de examinarnos" - añaden más adelante los prelados argentinos - "en un país que se profesa mayoritariamente cristiano no es fácil explicar la presente crisis sin una grave falla en la coherencia entre la fe y la vida, y en la catequesis y predicación de la moral social". E invitando al diálogo fecundo entre todos los ciudadanos y sectores de la sociedad argentina, que lleve a acuerdos fundamentales para construir el futuro buscando el bien común, reiteran el ofrecimiento que ya han formulado. "En circunstancias excepcionales como ésta, la Iglesia, dentro de su propia misión, respetando plenamente las instituciones de la República, y buscando sólo la paz y el progreso integral del pueblo argentino, está dispuesta a alentar iniciativas de diálogo entre los diversos sectores sociales y políticos".

Recordando que "la vida en sociedad se basa en un diálogo permanente, y excluye toda forma de violencia física o moral", la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina deplora "los hechos violentos acaecidos en los días pasados, en especial las muertes y los saqueos". Y señala que "la violencia no es humana ni cristiana, ni es camino para la solución los problemas". El Comunicado finaliza invocando el auxilio de "Jesús el Señor, que se hizo hombre y hermano nuestro en María Virgen, y amó entrañablemente a su gente y a su tierra" .

Para superar la crisis que sufre Argentina los Obispos recomiendan "el cultivo de los valores morales. En especial: la austeridad, el sentido de la equidad y de la justicia, la cultura del trabajo, el respeto de la ley y de la palabra dada". Y, en orden a ello, señalan que "es preciso: elevar la calidad de la educación basándola en los irrenunciables valores puestos por Dios en el corazón del hombre; transformar la orientación de fondo de los medios de comunicación pues muchos de sus programas degradan al pueblo; modernizar el aparato productivo de modo que multiplique las fuentes de trabajo real; promover la reforma del Estado y de la política; afianzar la justicia, erradicando todo tipo de corrupción, privilegios y prebendas, y evitando el despilfarro de los fondos y bienes públicos".

ASAMBLEA GENERAL DEL INSTITUTO SECULAR OBRERAS DE LA CRUZ

El Instituto Secular Obreras de la Cruz ha celebrado en Valencia, su Asamblea General para elegir el nuevo equipo de gobierno que dirigirá el Instituto durante el sexenio 2002-2007. Han participado 61 Obreras de la Cruz procedentes de Bolivia, Chile, España, Holanda e Italia. La Asamblea dio comienzo el día uno de enero con un retiro preparatorio, dirigido por Mons. Agustín Cortés Soriano, obispo de Ibiza.

Celebradas las sesiones previas con la presentación de la Memoria del sexenio anterior y planteados algunos asuntos que deben estudiarse con detenimiento en la última parte de la Asamblea, que se celebrará durante la semana de Pascua, se procedió a la elección del nuevo equipo de gobierno. El Instituto Secular Obreras de la Cruz fue fundado por el Siervo de Dios Vicente Garrido Pastor, sacerdote de la Archidiócesis de Valencia, en 1934, y tiene como misión el apostolado social obrero. Pablo VI lo declaró en 1971 Instituto secular de derecho pontificio.

Ha sido reelegida Directora General Consuelo Carbonell Pau, de 58 años de edad, licenciada en Filosofía y Letras. Ha dedicado su vida a la "hermosa y apasionante tarea de la educación", como a ella le gusta decir. En su labor la acompañan seis Consejeras. Una vez terminada esta fase, inician un tiempo de estudio y reflexión con el fin de preparar la última parte de la Asamblea en la que aprobarán las líneas de acción para el sexenio que inician.