MENSAJE PARA LA CUARESMA: "GRATIS LO RECIBISTEIS, DADLO GRATIS" Una vez más nos disponemos a recorrer el camino cuaresmal, a vivir el tiempo apropiado que la Iglesia ofrece a los creyentes para meditar sobre la obra de la salvación realizada por el Señor en la Cruz. "La Cuaresma, que es una ocasión providencial de conversión -dice el Papa-, nos ayuda a contemplar este estupendo misterio de amor. Es como un retorno a las raíces de la fe, porque meditando sobre el don de gracia inconmensurable que es la Redención, nos damos cuenta de que todo ha sido dado por amorosa iniciativa divina". Precisamente para meditar sobre este aspecto del misterio salvífico, el Santo Padre ha elegido como tema del Mensaje Cuaresmal de este año las palabras del Señor: "Gratis lo recibisteis; dadlo gratis" Que estas palabras del Evangelio - escribe el Santo Padre - resuenen en el corazón de toda comunidad cristiana en la peregrinación penitencial hacia la Pascua. ¿Acaso no está toda nuestra existencia, nuestra vida y su prodigioso desarrollo, marcados por la benevolencia de Dios? Precisamente por ser un don, la existencia no puede ser considerada una posesión o una propiedad privada, por más que las posibilidades que hoy tenemos de mejorar la calidad de vida puedan hacernos pensar que el hombre es su "dueño". Efectivamente, las conquistas de la medicina y la biotecnología pueden en ocasione inducir al hombre a creerse creador de sí mismo y a caer en la tentación de manipular "el árbol de la vida" A este propósito conviene recordar - señala Juan Pablo II - que no todo lo que es técnicamente posible es también moralmente lícito. Aunque resulte admirable el esfuerzo de la ciencia para asegurar una calidad de vida más conforme a la dignidad del hombre, eso nunca debe hacer olvidar que la vida humana es un don, y que sigue teniendo valor aún cuando esté sometida a sufrimientos o limitaciones. Es don que siempre se ha de acoger: recibido gratis y gratuitamente puesto al servicio de los demás. La Cuaresma, proponiendo de nuevo el ejemplo de Cristo, que se inmola por nosotros en el Calvario, nos ayuda de manera especial a entender que la vida ha sido redimida en Él y nos hace partícipes de esa misma vida divina que nos introduce en la intimidad de Dios y nos hace experimentar su amor por nosotros. En efecto, habiendo recibido gratis la vida, debemos, por nuestra parte, darla a los hermanos de manera gratuita. Así lo pide Jesús a los discípulos, al enviarles como testigos suyos en el mundo: "Gratis lo recibisteis; dadlo gratis". Y el primer don que hemos de dar es el de una vida santa, que dé testimonio del amor gratuito de Dios. Como creyentes, hemos de abrirnos a una existencia que se distinga por la "gratuidad", entregándonos a nosotros mismos, sin reservas, a Dios y al próximo. Amar a los hermanos, dedicarse a ellos, es una exigencia que proviene de esta constatación. Cuanto mayor es la necesidad de los otros, más urgente es para el creyente la tarea de serviles. Ayudando a los demás, aprendemos a liberarnos de nuestro egoísmo y a vivir el auténtico amor evangélico. Toda persona, incluso la menos dotada, ha de ser acogida y amada por sí misma, más allá de sus cualidades y defectos -dice el Papa- ante un mundo que valora las relaciones con los otros en función del interés y el provecho propio, dando lugar a una visión egocéntrica de la existencia, en la que demasiado a menudo no queda lugar para los pobres y los débiles. Más aún - afirma el Pontífice - cuanto mayor es la dificultad en que se encuentran, más ha de ser objeto de nuestro amor concreto. Éste es el amor del que la Iglesia da testimonio a través de innumerables instituciones, haciéndose cargo de enfermos, marginados, pobres y oprimidos. De este modo, los cristianos se convierten en apóstoles de esperanza y constructores de la civilización del amor. "Es muy significativo que Jesús pronuncie las palabras: "Gratis lo recibisteis; dadlo gratis", - explica el Santo Padre - precisamente antes de enviar a los apóstoles a difundir el Evangelio de la salvación, el primero y principal don que Él ha dado a la humanidad. Como entonces, también hoy el bien realizado por los creyentes se convierte en un signo y, con frecuencia, en una invitación a creer. Aunque no se trata de una ayuda meramente material. Es también un anuncio del Reino de Dios, que comunica el pleno sentido de la vida, de la esperanza, del amor. Que sea éste el estilo con el que nos preparamos a vivir la Cuaresma: dice el Papa en su mensaje. Abriendo el corazón a los hermanos más pobres el corazón, nos hacemos cada vez más conscientes de que nuestra entrega a los demás es una respuesta a los numerosos dones que Dios continúa haciéndonos gratis.
AUDIENCIA GENERAL: SIGNIFICADO PENITENCIAL DE LA IMPOSICIÓN DE LA CENIZA En este día el Pueblo de Dios inicia un camino que dura 40 días como preparación a la Pascua con un signo muy austero: la imposición de la ceniza. Al significado penitencial de este gesto dedicó el Papa la catequesis del miércoles. Como indicaba el Santo Padre en el Ángelus del pasado domingo, el Miércoles de Ceniza, comienza la Cuaresma. Por esta razón, la Audiencia tuvo connotaciones propias: un particular espíritu de oración, de reflexión y de penitencia. Toda la Iglesia, el Pueblo de Dios, inicia en este día un camino que dura 40 días como preparación a la Pascua con un signo muy austero: la imposición de la ceniza, acompañado por la exhortación del Cristo: "Convertíos y creed en el Evangelio". De esta manera se le recuerda a todo ser humano su condición de pecador y la necesidad de penitencia y de conversión. La invitación a rechazar el mal y a cumplir obras de bien es un don de Dios, en cuya iniciativa gratuita todo tiene origen. Nos ha creado para la felicidad y lo orienta todo hacia el bien. Él, con su gracia, estimula nuestro deseo de conversión y acompaña nuestros esfuerzos hacia la plena adhesión a su voluntad salvífica. Juan Pablo II recordó que el tema de la gratuidad de la iniciativa de Dios en nuestra vida, elemento esencial que atraviesa toda la revelación bíblica, ha sido el tema central de su mensaje para la Cuaresma de este año. El cristiano no debe perder de vista que la Cuaresma es "una ocasión providencial de conversión" precisamente porque "nos ayuda a contemplar este estupendo misterio de amor a la luz del cual Cristo dice: "De balde lo recibisteis, dadlo de balde". En este contexto, el Papa recordó que aquel Dios que en su inmenso amor nos ha creado y que por amor nos ha destinado a la plena comunión con Él, espera de nosotros una respuesta generosa, libre y consciente. Precisamente este camino de conversión que hoy emprendemos, reiteró el Pontífice, se coloca plenamente en este contexto original de amor y gratuidad. Una respuesta concreta a la gratuidad de la gracia divina está constituida por la limosna y los gestos de caridad que estamos invitados a realizar en este tiempo. Si gratuitamente lo hemos recibido, gratuitamente lo debemos dar. "La sociedad actual tiene una necesidad profunda de descubrir de nuevo el valor de la gratuidad, sobre todo porque en nuestro mundo parece que triunfa a menudo una lógica que pretende conseguir exclusivamente provecho y ganancias a toda costa. Frente a la sensación difundida de que toda opción, todo gesto esté dominado por la lógica de la compraventa de mercado y de que triunfe la ley de la mayor ganancia posible, la fe cristiana propone el ideal de la gratuidad, basado en la libertad consciente de las personas, animadas por un amor auténtico". El Santo Padre terminó la catequesis confiando estos 40 días de intensa oración y penitencia a la Virgen María, Madre del Amor Hermoso". Que sea Ella la que nos acompañe y nos lleve a celebrar dignamente el gran misterio de la Pascua de Cristo, revelación suprema del amor gratuito y misericordioso del Padre. RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL Queridos hermanos y hermanas: Con el austero signo de la imposición de la ceniza, comenzamos hoy el tiempo de Cuaresma, camino de cuarenta días de preparación para la Pascua. La exhortación de Cristo: "Convertíos y creed en el Evangelio" (Mc 1,15) recuerda a cada persona su condición de pecador y la necesidad de penitencia y conversión. En el Mensaje para la Cuaresma de este año he querido reflexionar sobre el tema de la gratuidad de la iniciativa divina sobre nuestra vida. Este tiempo litúrgico es una ocasión providencial de conversión precisamente porque nos ayuda a contemplar este estupendo misterio de amor. Meditando sobre el don de gracia inconmensurable que es la redención, nos damos cuenta de que todo nos ha sido dado por la amorosa determinación de Dios. La limosna y los gestos de caridad que particularmente estamos invitados a realizar en este tiempo han de verse como una respuesta a la gratuidad de la gracia divina. Saludo a todos los peregrinos de lengua española, en especial al grupo de la Escuela de Evangelización de Costa Rica. Que la Virgen María, Madre del Amor Hermoso, os acompañe y guíe para celebrar dignamente el gran misterio de la Pascua de Cristo, revelación suprema del amor misericordioso y gratuito del Padre celestial. ¡Buena Cuaresma a todos! * * * * * * * * * * * * * * * Terminados los saludos en las diversas lenguas, Juan Pablo II, una vez más, dirigió palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, manifestando el deseo de que el tiempo cuaresmal, que iniciamos precisamente hoy, lleva a cada uno a una creciente cercanía a Cristo. Les pidió también que traduzcan en su existencia, según las diversas situaciones en las que se encuentren, los mismos sentimientos de nuestro Salvador, que ha dado su vida en la cruz por nosotros. "Encontraréis alivio y apoyo, concluyó el Pontífice, en el misterio de su sacrificio ofrecido para la salvación de toda la humanidad".
MIÉRCOLES DE CENIZA EN LA BASÍLICA DE SANTA SABINA Juan Pablo II participó el miércoles por la tarde, en la bendición e imposición de la ceniza en la Basílica romana de Santa Sabina en el Aventino. En su homilía, el Papa recordó que la Liturgia del Miércoles de Ceniza, por boca del profeta Joel, exhorta a la conversión" a todos por igual, "viejos, mujeres y hombres maduros, jóvenes, y chicos" . El Papa subrayó que "todos debemos pedir perdón al Señor, por nosotros y por los demás". Juan Pablo II hizo también hincapié en que, al igual que los contemporáneos del profeta, "nosotros también sentimos el peso del desasosiego de tantos hombres y mujeres ante el dolor de los inocentes y ante las contradicciones de la humanidad actual. Necesitamos la ayuda del Señor para recuperar la confianza y la alegría de la vida. Debemos volver a Él, que nos abre la puerta de su corazón, rico en bondad y misericordia". Tras recordar que el Señor es misericordioso y que llama a cada uno de sus hijos a su amor y a la conversión, Juan Pablo II señaló la importancia de reanudar con Dios la alianza rota por el pecado. Recordando que "sólo Cristo puede transformar la situación de pecado en situación de gracia", que sólo Cristo puede transformar una "humanidad inmersa y sacudida por el pecado, trastornada por las divisiones y el odio", el Pontífice evocó la caducidad de la existencia, la vanidad de todo proyecto terreno, cuando el hombre no funda su esperanza en el Señor. Asimismo el Papa subrayó que el "compromiso espiritual se debe traducir en elecciones y gestos concretos", y "que la auténtica conversión no se debe reducir a formas exteriores o propósitos vagos, sino que exige la implicación y la transformación de la existencia entera".
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN EL VATICANO El 17 de febrero, primer domingo de Cuaresma, comienzan en la capilla "Redentoris Mater", en el Vaticano, los ejercicios espirituales a los que asistirá el Santo Padre. Las meditaciones estarán a cargo del cardenal Claudio Hummes, arzobispo de Sao Paulo, sobre el tema:"Siempre discípulos de Cristo". Durante el período de los ejercicios espirituales se suspenden las audiencias del Santo Padre, incluida la audiencia general del miércoles 20 de febrero.
PROFUNDA CRISIS MORAL EN LA RAÍZ DE LA SITUACIÓN EN ARGENTINA Juan Pablo II celebró el martes la Santa Misa en su capilla privada del Vaticano con los obispos de Argentina al final de su quinquenal visita ad limina. El Papa, en su discurso analizó la profunda crisis social y económica que en estos momentos atraviesa el país y que afecta a toda la sociedad y, "además, pone en peligro la estabilidad democrática y la solidez de las instituciones públicas, con consecuencias que van más allá de las propias fronteras patrias". "En muchos hogares falta hasta lo más básico e indispensable, poniendo a tantas personas ante un futuro lleno de riesgos e incertidumbres", dijo el Santo Padre, que advierte que "la preocupación del momento presente debe llevar a un serio examen de conciencia sobre las responsabilidades de cada uno y las trágicas consecuencias del egoísmo insolidario, de las conductas corruptas, de la imprevisión y mala administración de los bienes de la Nación. Y señaló, como "la corrupción y su impunidad corren el riesgo de generalizarse, con las lamentables secuelas de indiferencia social y escepticismo". Juan Pablo II reconoció a los obispos argentinos el haber ofrecido a los fieles y a todas las personas de buena voluntad documentos de alerta y realismo, desde una marcada óptica evangélica. Y subrayó que "en la raíz de esa penosa situación hay una profunda crisis moral. Por ello dijo, el primer paso ha de ser "el cultivo de los valores morales. En especial: la austeridad, el sentido de la equidad y de la justicia, la cultura del trabajo, el respeto de la ley" En este momento se requieren ciertamente oportunas medidas técnicas que levanten la economía. Sin embargo, aun cuando la misión de la Iglesia es de orden puramente religioso, ello no impide que ofrezca su colaboración para favorecer un diálogo nacional. Pero el Papa cree oportuno recordar que "la situación social no mejora tan sólo aplicando medidas técnicas, sino también, y sobre todo, promoviendo reformas con una base humana y moral, que tengan presente una consideración ética de la persona, de la familia y de la sociedad". Por ello afirmó el Papa, sólo con una nueva propuesta de los valores morales fundamentales, como son la honestidad, la austeridad, la responsabilidad por el bien común, la solidaridad, el espíritu de sacrificio y la cultura del trabajo, se puede asegurar un mejor desarrollo integral para todos los miembros de la comunidad nacional". La situación que se vive en Argentina puede ser también causa de división y fomentar odios y rencores entre quienes están llamados a ser los constructores cotidianos del País. Por ello, el Santo Padre invitó a todos los obispos a seguir acompañando a su pueblo como ministros de la reconciliación. Y mientras se espera que las soluciones adoptadas den resultados positivos, el Pontífice no olvida que es "menester fomentar la acción caritativa y asistencial para aliviar a las condiciones de los menos favorecidos, particularmente los jubilados, los desempleados y los que han perdido todo en las revueltas. Esta preocupación, dijo el Papa, "forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia" y todos están llamados a colaborar activamente en este servicio de la caridad al prójimo, ayudándole a que "no se deje llevar por los espejismos del lucro o del consumismo, sino que se apoye en las mejores tradiciones de sobriedad, solidaridad y generosidad que anidan en el corazón de vuestro pueblo".
ENCUENTRO DEL PAPA CON EL CLERO ROMANO Los jóvenes deben ver en los sacerdotes la alegría de ser ministros de Cristo, la generosidad en el servicio a la Iglesia, y la rápida disponibilidad para hacerse cargo del crecimiento humano y espiritual de las personas que les han sido confiadas. Esta fue la recomendación del Santo Padre al clero romano, para que los jóvenes se sientan atraídos por la vida sacerdotal y puedan considerarla como la elección más hermosa de sus jóvenes vidas. En su tradicional encuentro con el clero romano, que se renueva cada año al inicio de la Cuaresma, el Papa centró su discurso en la gran necesidad de vocaciones, testimonios y acción pastoral que tienen las comunidades eclesiales. De hecho la base del programa pastoral diocesano son las palabras del Evangelista Marcos: "Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar". "Estas palabras evangélicas -dijo el Pontífice- describen con precisión, el profundo vínculo que existe entre la vocación divina, acogida en la obediencia de la fe, y la misión cristiana de ser testigos y anunciadores de Cristo, colaboradores humildes pero orgullosos de su obra de salvación". Por esta razón el Papa alabó la especial atención que la diócesis está dedicando a las vocaciones, en particular al sacerdocio y a la vida consagrada. Juan Pablo II advirtió que la disminución de las vocaciones en una diócesis o en una nación, a menudo es la consecuencia de la reducción de la intensidad de la fe y el fervor espiritual. Asimismo el Papa rechazó la explicación que a menudo se ofrece, según la cual la escasez de las vocaciones sacerdotales estaría compensada por el aumento del compromiso apostólico de los laicos, o incluso sería obra de la Providencia para favorecer el crecimiento del laicado. "Todo lo contrario -aseguró el Santo Padre- cuanto más numerosos sean los laicos que quieran vivir con generosidad su vocación bautismal, más necesaria será la presencia y obra específica de ministros ordenados". Juan Pablo II, que no ocultó las dificultades que obstaculizan, en Roma y en la mayor parte del mundo occidental, la respuesta positiva a la llamada del Señor, hizo notar también que por múltiples razones, se ha vuelto difícil el concebir y emprender proyectos de vida grandes o comprometidos, que requieran una implicación total y definitiva. "En la base del esfuerzo de la Iglesia en cuanto a las vocaciones -señaló el Papa- debe residir en un gran compromiso común que incluya tanto a los laicos, como a sacerdotes y religiosos, y que consista en redescubrir esa dimensión fundamental de nuestra fe por la cual la vida misma, cualquier vida humana, es el fruto de la llamada de Dios, y sólo puede realizarse positivamente como respuesta a la misma". El Santo Padre indicó la oración como primero y principal compromiso para las vocaciones, que además es tarea de toda la comunidad cristiana y que debe estar acompañada por una pastoral que posea una huella vocacional clara y explícita. "Desde que comenzamos a conocer a Dios y a formarse una conciencia moral -añadió- debe ayudarse a nuestros niños a descubrir que la vida es vocación y que Dios llama a algunos para seguirle más de cerca. Por esto, las familias cristianas tienen una misión y una responsabilidad insustituible en cuanto a las vocaciones y se las debe ayudar para que puedan corresponder de forma consciente y generosa". Además de subrayar la importancia que tiene la pastoral juvenil, escolar y universitaria, el Santo Padre manifestó que "es difícil que pueda nacer una vocación al sacerdocio sin que exista una relación con la figura de un sacerdote, sin contacto personal con él, sin su amistad, su atención paciente y su guía espiritual".
ACADEMIA PONTIFICIA DE TEOLOGÍA: MEDITACIÓN DEL MISTERIO DE JESUCRISTO El Papa afirmaba el sábado, recibiendo a los miembros de la Academia Pontificia de Teología, que el primer deber de la misma es la meditación del misterio de Jesucristo, nuestro Maestro y Señor, plenitud de gracia y de verdad. A última hora de la mañana el Santo Padre Juan Pablo II recibió en audiencia en la Sala de los Papas del Vaticano a los miembros de la Academia Pontificia de Teología. En su discurso el Pontífice ha agradecido a los miembros el que hayan querido subrayar la celebración del primer Forum Internacional de la mencionada Academia. Un saludo especial ha sido para el cardenal Paul Poupard, quien en nombre de todos ha ilustrado el objetivo del encuentro, cuyo tema es: Jesucristo camino, verdad y vida. Para una relectura de la "Dominus Iesus". El Papa afirmó que el primer deber de la Academia Pontificia de Teología es la meditación del misterio de Jesucristo, nuestro Maestro y Señor, plenitud de gracia y de verdad. Es de este manantial de luz del que brota el mandato del anuncio, del testimonio y del esfuerzo en el diálogo tanto ecuménico, como interreligioso. Juan Pablo II, recordando su Encíclica Fides et ratio, manifestó que los académicos en su trabajo de estudio y de investigación, como estudiosos y testigos de la verdad de Cristo en el mundo, están guiados por la Revelación cristiana, "verdadera estrella de orientación", en orden a la verdad que se ha de conocer, al bien que hay que hacer, y a la caridad que hay que vivir. Dos son los aspectos que caracterizan hoy el apostolado y el servicio a la verdad: su dinamicidad y su eclesialidad. La verdad de la Revelación cristiana, reiteró Juan Pablo II, abre en la historia nuevos horizontes de inteligencia del misterio de Dios y del hombre. Este intrínseco empuje de novedad no significa relativismo o historicismo, sino una concentración suprema de la verdad, cuya comprensión implica un camino y sobre todo un seguimiento: el de Cristo, camino, verdad y vida. De este modo la teología se convierte en un itinerario en comunión con la Verdad-Persona que es Jesucristo, en una relación de fidelidad, de amor y de donación, bajo la acción del Espíritu de verdad. El calificativo de "Pontificia" de vuestra "Academia Teológica", significa, en segundo lugar, explicó el Santo Padre, que su servicio a Cristo Verdad está caracterizado por su eclesialidad. La investigación libre del teólogo se ejerce, en efecto, desde el interior de la fe y de la comunión de la Iglesia. La comunión eclesial, subrayó el Papa, más que un límite, es una realidad, el lugar que vivifica la reflexión teológica, sosteniendo la audacia y premiando la profecía. La adhesión a Cristo Verdad, manifestada por los teólogos en la obediencia al magisterio de la Iglesia, es una fuerza potente que unifica y edifica. El teólogo católico, dijo Juan Pablo II, es consciente que el magisterio no es una realidad extrínseca a la verdad y a la fe, al contrario, como elemento constitutivo de la Iglesia, está al servicio de la Palabra de verdad, que tutela de las desviaciones y deformaciones, garantizando al Pueblo de Dios vivir siempre en la historia guiado y sostenido por Cristo-Verdad. El Papa aseguró que es el "principio de la armonía" el que debe regir la relación entre el magisterio y el trabajo teológico. Donde se trata de la comunión en la fe se impone el principio de la unidad en la verdad; donde existe divergencia de opinión vale el principio de unidad en la caridad. La investigación teológica, concluyó Juan Pablo II, es un camino fatigoso y al mismo tiempo gratificante en Cristo Camino, Verdad y Vida.
LA OBRA DEL BEATO DUNS SCOTO: UN PILAR DE LA TEOLOGÍA CATÓLICA Juan Pablo II recibió el sábado por la mañana en audiencia a los miembros de la Comisión de la Orden de los Frailes Menores, encargada de revisar las Obras del beato Juan Duns Scoto. Tras evocar las Palabras de Pablo VI, sobre los escritos del "representante más cualificado de la Escuela franciscana" - de "cuyo tesoro teológico se pueden tomar inspiraciones preciosas para 'serenos coloquios' entre la Iglesia católica y las otras Confesiones cristianas'", el Pontífice recordó que debido a las numerosas ediciones que se han sucedido a lo largo de los siglos, las Obras de Duns Scoto, necesitaban una "gran revisión, para liberarlas de los muchos errores de los amanuenses y de las interpolaciones hechas por sus discípulos". "Duns Scoto sigue siendo hoy un pilar de la teología católica, un Maestro original y rico en inspiraciones e impulsos para un conocimiento cada vez más completo de las verdades de la Fe", reiteró el Santo Padre, refiriéndose a la obra de este beato. A su "espléndida doctrina sobre la primacía de Cristo; la Inmaculada Concepción; el valor primario de la Revelación y del Magisterio de la Iglesia; la autoridad del Papa; y la posibilidad de la razón humana de hacer accesibles, por lo menos en parte, las grandes verdades de la fe y demostrar que no se contradicen entre sí". Y, alentando a los miembros de la Comisión a proseguir en esta actividad científica y editorial, tras haber agradecido el último volumen revisado de la Obra de este beato franciscano, "célebre figura en la filosofía y teología católica", Juan Pablo II expresó su anhelo de que los trabajos de revisión puedan culminar en el 2004, en ocasión del 150 aniversario del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Con la publicación del XX volumen, que incluirá el Libro III, de la 'Lectura', aún inédito, en el que Duns Scoto defendió por primera vez este privilegio mariano y se mereció el título de "Doctor de la Inmaculada".
CAPITULO GENERAL DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD Ante las numerosas personas que no conocen a Jesús y su Evangelio, y las situaciones de injusticia y malestar moral y material en el mundo, Juan Pablo II alentó a las Canosianas en su misión y recordó conmocionado a las religiosas que murieron recientemente en Timor Oriental. El Papa recibió el sábado a las participantes en el Capítulo General de las Canosianas Hijas de la Caridad, que han reflexionando en estos días sobre el tema "Contar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo el amor de Dios que tanto amó a los hombres". Juan Pablo II puso de relieve el ideal de vida consagrada y apostolado misionero basado en la humildad, de Santa Magdalena de Canosa, Fundadora de esta familia religiosa. En este contexto, el Pontífice recordó con conmoción a las religiosas Canosianas que recientemente "han pagado con el precio de su sangre su fidelidad a Cristo Señor", en Timor Oriental. El Santo Padre hizo hincapié en el "gran desafío de la inculturación", para anunciar la Buena Nueva en el momento actual, que requiere "lenguajes y modos comprensibles para los hombres de nuestro tiempo, envueltos en procesos sociales y culturales en rápida transformación". Y alentó a las Canosianas a seguir el ejemplo de su Fundadora, "entregando su existencia a los pobres; cultivando una verdadera pasión educadora sobre todo para con los jóvenes; y dedicándose a una generosa actividad pastoral, en especial en favor de los enfermos y de los que sufren". Ante el gran número de personas en todo el mundo que todavía no conocen a Jesús y su Evangelio, Juan Pablo II se refirió a las distintas situaciones de "injusticia, y de malestar moral y material que afligen a las poblaciones de vastas regiones de la Tierra". Y subrayó la "urgente misión" de los creyentes en todos los rincones del Planeta. Para poder responder a estas expectativas - recordó el Pontífice - hay que "tender en primer lugar a la santidad, a la medida más alta de la santidad, manteniendo un contacto ininterrumpido con Cristo. Sólo así, en la oración incesante y ferviente, se puede indicar el camino para encontrar al Señor, Camino, Verdad y Vida" (cfr Jn 14,6). Solo así - subrayó el Papa - se puede colaborar con Cristo para salvar almas, saliendo al encuentro de las necesidades de los hermanos, como anhelaba la Fundadora de las Canosianas, como "Siervas de los pobres".
CONSEJO GENERAL DE LOS DOMINICOS Juan Pablo II recibió el viernes audiencia al Consejo General de la Orden de los Hermanos Predicadores, los dominicos, y evocó con agrado sus años de estudio en la Universidad Pontificia de Santo Tomas de Aquino en Urbe, "un periodo -recordó el Papa- muy fructífero en mi formación teológica". Retomando su Carta Apostólica Novo millennio ineunte, el Santo Padre señaló que los hombres de nuestro tiempo, quizás no siempre conscientemente, piden a los creyentes de hoy no sólo "hablar" de Cristo, sino en cierto modo hacérselo "ver". Por esta razón, Juan Pablo II afirmó que sólo quien ha hecho experiencia de Dios puede hablar de Él de forma convincente a los demás. Asimismo el Pontífice expresó su deseo de que la vocación a ser maestros de verdad y santidad sea la orientación de fondo de este consejo general para que pueda ofrecer indicaciones valerosas para la vida y el apostolado de los hermanos dominicos en el mundo.
ÁNGELUS: AYUNO Y ORACIÓN PARA VENCER LA SEDUCCIÓN DEL DEMONIO Ayuno y oración para vencer la seducción del Demonio, fueron algunos de los consejos del Santo Padre para el camino cuaresmal. El itinerario penitencial de la Cuaresma iniciado el miércoles con la imposición de la ceniza fue el tema central de la alocución del Papa antes del rezo del Ángelus el domingo en la plaza de San Pedro. El Santo Padre dijo que "cargado de simbolismo, arraigado en la tradición bíblica y querido por la devoción popular, la imposición de la ceniza nos recuerda la fragilidad de la existencia terrena y nos orienta a mirar a Cristo que, con su muerte y resurrección, la ha rescatado de la esclavitud del pecado de la muerte". Nos encaminamos a la Pascua manteniendo el corazón abierto a la insistente invitación del Señor: "convertíos y creed en el Evangelio". "Este primer domingo de Cuaresma -prosiguió diciendo el Papa- la liturgia nos vuelve a proponer la impresionante página evangélica de las tentaciones de Jesús": "Entonces Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo". "La misión del Redentor inicia precisamente -indicó Juan Pablo II- con su victoria sobre la triple insidia del príncipe del mal. ¡Apártate de mí Satanás! La postura decidida del Mesías constituye para nosotros un ejemplo y una invitación a seguirlo con valiente determinación. El demonio "príncipe de este mundo" continúa también hoy -recordó el Papa- su engañosa acción. Todo hombre es tentado por el demonio y lo es más cuanto menos lo espera. "La Iglesia, experta maestra en humanidad y santidad, nos indica instrumentos antiguos y siempre nuevos para el cotidiano combate contra las sugestiones del mal son: la oración, los sacramentos, la penitencia, la escucha atenta de la Palabra de Dios, la vigilancia y el ayuno". "Emprendamos con fuerte determinación -dijo finalmente el Santo Padre- el camino penitencial de la Cuaresma para estar preparados a vencer cualquier seducción de Satanás y llegar a la Pascua en la alegría del Espíritu". Finalizada la oración mariana del Ángelus, el Santo Padre saludó desde la ventada de su estudio a todos fieles presentes en la plaza de San Pedro. Éstas fueron sus palabras en español: Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, de modo particular a los grupos de las parroquias de la Sagrada Familia de Córdoba y de la Santa Cruz de Baeza.
EL PAPA VISITA LA PARROQUIA ROMANA DE SAN ENRIQUE Juan Pablo II realizó el domingo la visita pastoral número 301 a las parroquias de su Diócesis de Roma. En este caso fue la Parroquia de San Enrique, del sector norte, la que ha recibido a su Pastor. De lugar subsidiario de culto de la Parroquia de San Alejandro, pasó en 1998 a ser parroquia independiente, asumiendo el papel de motor propulsor de numerosas actividades, no sólo pastorales, sino también educativas. El Papa comenzó su homilía refiriéndose al tiempo de la cuaresma que hemos iniciado, singular itinerario de penitencia y conversión, ocasión favorable para reconocer el pecado. Lo que es el pecado y las consecuencias que provoca en el hombre, dijo el Papa, nos lo expresa perfectamente la página del Génesis que escuchamos hoy: la interrupción brusca del diálogo de confianza y amor que existía entre Dios y los hombres. Habrá que esperar al Mesías prometido para restablecer el plan original del Creador. Ni siquiera el Mesías, continuó Juan Pablo II, ha escapado a la acción del Maligno, sufriendo en el desierto la triple tentación, a la que supo resistir con decisión, confirmando que no es lícito poner a prueba a Dios; no es lícito dar culto a otro dios; no puede uno mismo decidir el propio destino. La referencia última de todo creyente es la Palabra que sale de la boca del Señor. También nosotros, prosiguió el Pontífice, estamos llamados a atravesar el desierto de la cotidianeidad afrontando la tentación de alejarnos de Dios; imitando la actitud del Señor, que obedece con decisión a la Palabra del Padre celeste, restableciendo, de este modo, la jerarquía de valores establecida por Dios. "Sobre el mundo, dominado con frecuencia por el pecado y el mal, continuó diciendo el Papa, resplandece victoriosa la luz de Cristo. Con su pasión y resurrección ha vencido el pecado y la muerte abriendo a los creyentes la puerta de la salvación eterna. Para poder participar de su victoria es necesario empeñarse a cambiar, a la luz de la Palabra de Dios, el propio modo de pensar y de actuar. Por ello Juan Pablo II invitó a hacer suya la invocación del salmista: "Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme". El Papa concluyó saludando a las autoridades eclesiásticas presentes, al párroco y vicarios parroquiales, así como a los miembros de los diversos grupos apostólicos y a todos los fieles de la Parroquia de San Enrique. En especial hizo mención del grupo de Cáritas, empeñado en la acogida de ancianos y extracomunitarios y a la "Comunidad de Amor", que ayuda a los jóvenes esposos a vivir el sacramento del Matrimonio. Por último ha apreciado el trabajo que están realizando en el sostenimiento de la familia y en la educación de los jóvenes.
MENSAJE AL FUNDADOR DEL MOVIMIENTO "COMUNIÓN Y LIBERACIÓN" Juan Pablo II ha enviado un mensaje a Mons. Luigi Giussani, fundador del Movimiento "Comunión y Liberación", en ocasión del XX aniversario del reconocimiento por parte del Consejo Pontificio para los laicos de esta "fraternidad" como Asociación de fieles de derecho pontificio. Ya en 1954, Mons. Giussani había dado origen en Milán al movimiento "Comunión y Liberación" que más tarde se difundió por Italia y otros países del mundo. "Comunión y liberación", escribe el Papa, más que ofrecer cosas nuevas es un movimiento dirigido a hacer "descubrir la Tradición y la historia de la Iglesia para reinterpretarla, de manera que sea capaz de hablar a los hombres de nuestro tiempo y ponerse a la escucha de sus necesidades". Porque el hombre -dice el Santo Padre- "nunca cesa de buscar. Busca respuestas cuando está marcado por el drama de la violencia, de la soledad y de la insignificancia y busca también cuando vive en la serenidad y en la alegría. La única respuesta que puede colmar su inquietud es el encuentro con Aquel que es el manantial de su ser y de su laboriosidad". Este diálogo permanente con Cristo, alimentado por la oración personal y litúrgica -acaba diciendo el Pontífice- es un estímulo para una activa presencia social, como testimonia la historia del movimiento y de la fraternidad de Comunión y Liberación. "La vuestra es, en efecto, una historia de obras de cultura, de caridad, de formación y, en el respeto de la distinción entre las finalidades de la sociedad civil y la Iglesia, es también historia de compromiso en el campo político".
MENSAJE POR EL 150 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA COMISIÓN PONTIFICIA DE ARQUEOLOGÍA SACRA El Santo Padre Juan Pablo II ha enviado un mensaje al presidente de la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra el Arzobispo Francesco Marchisano con motivo del 150 aniversario de su fundación. El Papa comienza su mensaje haciendo un recorrido histórico sobre esta Comisión , cuyo predecesor, el Beato Pío IX realizó el primer proyecto articulado de la mencionada Comisión. En el mensaje se puede apreciar exhaustivamente el patrimonio que constituyen con su recuperación y debida restauración la catacumbas. "En el siglo pasado, para confirmar y poner al día las disposiciones de los inmediatos predecesores, escribe el Pontífice, el Papa Pío XI, con el Motu proprio "Los primeros cementerios", amplió y reforzó la Comisión de Arqueología Sacra "de manera que los monumentos de la Iglesia se conserven de la mejor manera posible para el estudio de los especialistas, así como para la veneración y ardiente piedad de los fieles de todos los países". La iniciativa de aquel Pontífice, señala Juan Pablo II en su mensaje, se enmarca en el contexto especial del Año Santo de 1925, que fue testigo de la multitud de peregrinos que rindieron homenaje a la memoria de la Iglesia de Roma. Fue por lo tanto, como siempre, una preeminente finalidad pastoral espiritual de empujó a los Sucesores del apóstol Pedro a infundir una nueva linfa a la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra. Juan Pablo II a continuación explica lo que han representado en cada época las catacumbas para los creyentes y cita un epígrafe del Papa san Dámaso compuesto en honor de san Saturnino mártir, de quién el martes se recordaba la memoria litúrgica. También el Papa se complace en recordar que la Comisión que dignamente preside el Arzobispo Marchisano además de ocuparse de conservar adecuadamente "los vestigios del pueblo de Dios", se esfuerza también por recoger y difundir el mensaje religioso y cultural que ellos evocan. El Pontífice finaliza su mensaje al presidente de la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra deseando que el trabajo que realiza sea cada vez más conocido, de manera que se vaya al encuentro de todos aquellos que quieren acercarse a los testimonios de los que les han precedido en el signo de la fe. Las jóvenes generaciones, al contacto con la solidez de la fe de los primeros cristianos, a través de estos monumentos y memorias, podrán sentirse eficazmente estimulados a vivir a su vez el Evangelio con coherencia a costa de su sacrificio personal.
ARCHIDIÓCESIS DE BARRANQUILLA (COLOMBIA) ARCHIDIÓCESIS
DE BUCARAMANGA (COLOMBIA) ARCHIDIÓCESIS
DE LIMA (PERÚ) ARCHIDIÓCESIS
DE HAMBURGO (REPÚBLICA FEDERAL DE ALEMANIA) DIÓCESIS
DE VALPARAÍSO (CHILE) DIÓCESIS
DE RAGUSA (ITALIA) DIÓCESIS
DE BEREIRA (PAPUA NUEVA GUINEA) DIÓCESIS
DE PEORIA (ESTADOS UNIDOS) NUNCIATURA
APOSTÓLICA EN KAZAJSTÁN Y TAYIKISTÁN SUPREMO
TRIBUNAL DE LA SIGNATURA APOSTÓLICA PENITENCIARIA
APOSTÓLICA
ELEVACIÓN A DIÓCESIS DE LAS ADMINISTRACIONES APOSTÓLICAS EN LA FEDERACIÓN RUSA Juan Pablo II ha elevado a diócesis las actuales 4 Administraciones apostólicas existentes en la Federación Rusa, con la finalidad de agilizar la actividad pastoral, y ha creado al mismo tiempo, una Provincia Eclesiástica. Por lo tanto Su Santidad ha erigido la Archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú y las otras tres administraciones apostólicas pasan a ser diócesis sufragáneas:
ARCHIDIÓCESIS
DE LA MADRE DE DIOS (MOSCÚ) DIÓCESIS
DE SAN CLEMENTE (SARATOV) DIÓCESIS
DE LA TRANSFIGURACIÓN (NOVOSIBIRSK) DIÓCESIS
DE SAN JOSÉ (IRKUTSK)
DECLARACIÓN DEL PORTAVOZ: NUEVA REORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA EN RUSIA El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha manifestado que con la elevación a diócesis de las administraciones apostólicas de la Federación Rusa se normaliza la existencia de la Iglesia Católica en Rusia según el ordenamiento canónico. Se trata, dijo de un acto administrativo normal ante la necesidad de mejorar la asistencia pastoral de los católicos presentes en aquella vasta región, pedida con insistencia por ellos mismos. Las administraciones apostólicas son estructuras por su naturaleza provisionales y extraordinarias, motivadas por situaciones particulares, destinadas a transformarse naturalmente en Diócesis. Con esta decisión, afirmó el portavoz vaticano, la Santa Sede solamente ha puesto en igualdad de condiciones la organización de las comunidades católicas de Rusia a las que están presentes en otras partes del mundo, como está previsto en el Derecho Canónico. En concreto, la elevación está motivada por la misma preocupación pastoral que ha llevado a la Iglesia Ortodoxa Rusa a crear diócesis y otras estructuras organizativas para los propios fieles que viven fuera del territorio tradicional (en Europa, por ejemplo, existen diócesis de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Viena, Berlín, Bruselas, etc). A los católicos en Rusia les es reconocida la misma organización y cura pastoral de la que gozan los ortodoxos rusos que viven en Occidente. La Iglesia Católica desea, gracias a la nueva reorganización, poder mejorar el diálogo y la colaboración con la Iglesia Ortodoxa Rusa, a la que nunca le ha hecho faltar su apoyo, incluso a través de las distintas organizaciones católicas (por ejemplo, "Kirche in Not" ha dado más de 17 millones de dólares a la Iglesia Ortodoxa Rusa en los últimos 10 años). La declaración del director de la Oficina de prensa de la Santa Sede termina manifestando que el Gobierno de la Federación Rusa no ha planteado ningún problema al respecto, es más, en calidad de miembro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), ha suscrito el Documento de Viena cuyo número 16 punto 4 dice: "los Estados participantes respetarán el derecho de las comunidades religiosas de organizarse según la propia estructura jerárquica e institucional". NUEVA DECLARACIÓN DE JOAQUÍN NAVARRO VALLS El viernes, el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, saliendo al paso de la postura adoptada por los representantes del Patriarcado de Moscú, manifestó que los derechos fundamentales de libertad de conciencia y de libertad de religión están en la base de cualquier forma de convivencia civil y pluralista. Y que por tanto no sólo van tutelados, sino que comportan que todo culto sea reconocido y respetado en su específica identidad, evitando discriminaciones entre los ciudadanos por motivos religiosos, como por otro lado está garantizado también por las leyes civiles de la Federación Rusa.
DECLARACIONES DEL CARDENAL KASPER TRAS CANCELARSE LA VISITA A MOSCÚ El cardenal Walter Kasper ha expresado su tristeza e incomprensión por la reacción de la Iglesia Ortodoxa rusa, que ha cancelado la visita que el purpurado tenía previsto realizar a Moscú los días 21 y 23 de febrero. Tras la elevación a diócesis de 4 administraciones apostólicas la Iglesia ortodoxa rusa acusó al Vaticano de tratar de hacer proselitismo entre los ciudadanos de este país y el Patriarcado decidió suspender la prevista visita del responsable del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos. En una entrevista concedida a Radio vaticano el cardenal Kasper define la reacción de la Iglesia ortodoxa rusa como exagerada y desproporcionada. "Para nosotros -dijo el purpurado- la elevación de las administraciones apostólicas en diócesis se traduce en una acto administrativo, una simple formalidad; cambia el nombre, pero en la sustancia no cambia nada. Con respecto a la acusación de proselitismo el purpurado afirma que "no es esta la línea de la Iglesia católica. No nos interesa atraer a los fieles ortodoxos. Respetamos la libertad de conciencia y de religión. Nosotros simplemente hemos hecho lo que los ortodoxos han hecho ya, por ejemplo, en Alemania, Austria, Bélgica, América Latina: también ellos tiene estructuras paralelas, diócesis Y nosotros les damos la bienvenida porque deben ocuparse de sus fieles. A veces se da el caso de algún católico que se hace ortodoxo: y aunque no nos haga felices, reconocemos la libertad de conciencia. Por lo tanto esperamos que ellos hagan lo mismo".
DECLARACIÓN DEL ARZOBISPO METROPOLITANO DE MOSCÚ El arzobispo metropolitano de Moscú Tadeuz Kondrusiewicz, recientemente nombrado por el Santo Padre, está preocupado por las ingerencias del Patriarcado ortodoxo en las cuestiones internas de la Iglesia Católica. A este respecto ha difundido una declaración oficial a través de la agencia FIDES, tras la controversia que se ha abierto entre la Santa Sede y el Patriarcado de Moscú después de la decisión del Papa de transformar en diócesis las Administraciones Apostólicas en Rusia. En la larga nota el nuevo arzobispo de Moscú expresa su asombro y seria preocupación por la siempre más evidente ingerencia en los asuntos de la Iglesia de Roma. En una primera parte, Mons. Kondrusiewicz articula una serie de puntos sobre los derechos que tiene la Iglesia Católica a organizarse, como cualquier otra comunidad religiosa. Razona asimismo sobre el deber que tiene el Papa en crear las condiciones normales para la asistencia a los fieles católicos, y además habla de las condiciones "regulares" de dicha creación que no han infringido la legislación rusa vigente en relación a las diócesis y la provincia eclesiástica recién erigidas por el Papa. El arzobispo católico también señala que previamente había comunicado e informado de dicho paso al gobierno ruso y a la jerarquía de la Iglesia ortodoxa rusa. En una segunda parte, el arzobispo de Moscú refuta las afirmaciones que no se corresponden con la verdad contenidas en las declaraciones hechas por el Patriarcado el día 12 de febrero. En particular, Mons. Kondrusiewicz niega que la fórmula instituida en Rusia no sea típica de los países católicos y niega también que no existiese antes ninguna subdivisión del territorio ruso en diócesis. En la última parte, el arzobispo afronta con decisión la acusación de proselitismo lanzada por los ortodoxos rusos a los católicos desde que éstos volvieron a Rusia a principios de los años 90. "En el curso de estos últimos años -revela el arzobispo metropolitano católico- hemos solicitado muchas veces a la jerarquía de la iglesia ortodoxa de discutir sobre cosas reales y evaluar hechos concretos de proselitismo: quisiéramos saber quién, dónde, cuándo en qué circunstancias se ha hecho protagonista o es protagonista actualmente de acciones de proselitismo. Hasta hoy no hemos obtenido ninguna respuesta, así como tampoco nos hemos podido sentar juntos en una mesa para precisar el significado del término "proselitismo". A pesar de la situación tensa que se ha venido a crear en las relaciones entre la Iglesia católica y la ortodoxa rusa -acaba explicando Mons. Kondrusiewicz- espero y rezo para que el diálogo continúe y sea fructuoso.
IGLESIA CATÓLICA EN RUSIA: EVANGELIZACIÓN Y PROMOCIÓN HUMANA La labor de la Iglesia católica en Rusia, con 1.300.000 bautizados --según los cálculos de la Santa Sede--, puede sintetizarse en dos palabras: evangelización y promoción humana. En las dos diócesis de la Rusia europea, es particularmente intensa la actividad formativa y editorial, con la publicación de libros dirigidos al clero y a los laicos. Se está haciendo un esfuerzo extraordinario para completar la traducción del Misal en ruso y llevar adelante el proyecto de enciclopedia católica. En las cuatro nuevas diócesis, creadas el lunes por Juan Pablo II, se han abierto 190 parroquias, superando las 150 que era el número máximo alcanzado en los primeros años del régimen soviético. El 8 de septiembre de 2000 se convirtió en un día histórico para los católicos del país: en esa fecha tuvo lugar la solemne consagración de la catedral de Irkutsk (Siberia), sede del obispo Jerzy Mazur, verbita, misionero eficaz y decidido. En la Rusia siberiana oriental, a las necesidades inmensas de formación se unen también las sociales de una diócesis de diez millones de kilómetros cuadrados, con 16 millones de habitantes, y 50.000 bautizados. La Iglesia local, por tanto, trata de responder a las necesidades sociales de una población que vive en la pobreza. El obispo está tratando de poner en pie una pastoral que permita salir de la emergencia para formar un auténtico clero local. Es, en parte, la solución para superar los obstáculos de la ley que privilegia a la tradicional religión ortodoxa. Mazur viaja incluso a Japón, Filipinas y Mongolia, a la búsqueda de misioneros que conozcan el chino para poder hablar a la población que desde aquella frontera entra en Rusia. Los sacerdotes que trabajan en las cuatro diócesis rusas son poco más de 200, en gran mayoría extranjeros, con un predominio de polacos (que corresponde al origen de muchos católicos rusos). Los católicos de origen alemán han disminuido bastante en estos años, habiendo disfrutado de la posibilidad de volver a la madre patria. Muchos sacerdotes pertenecen a comunidades religiosas, entre ellas destacan por número y energía misionera salesianos, jesuitas, verbitas, Maryknoll, marianistas. Sin olvidar a los franciscanos que tienen doce religiosos empeñados en el "Proyecto Rusia", tanto en San Petersburgo como en Moscú y Novosibirsk. Las religiosas están presentes en casi todas las parroquias. Hay también misioneros laicos de los movimientos eclesiales como Focolares, Neocatecumenales y Comunión y Liberación. En 1993 se reabrió el seminario y desde 1995 se encuentra situado en su histórica sede de San Petersburgo. En Novosibirsk, funciona un pre-seminario bianual. Existe también un "College" de teología para laicos en Moscú, con filiales en San Petersburgo, Kaliningrado, Novosibirsk, Saratow y Orenburg. La Iglesia cuenta con una publicación semanal y otras publicaciones menores, algunos grupos editoriales, una librería de las paulinas en el centro de Moscú, un centro televisivo de los jesuitas en Novosibirsk, y dos emisoras de radio en San Petersburgo y Moscú. El trabajo pastoral de estos primeros años se ha concentrado en las dimensiones fundamentales de la vida de la Iglesia: la liturgia y la catequesis. Distribuida en todo el territorio existe una buena red de estructuras de Cáritas. La asistencia tiene una notable valoración entre la población y distingue el trabajo de los católicos respecto a las otras confesiones, incluidas las sectas protestantes que están entrando cada vez más.
APERTURA PARCIAL DE LOS ARCHIVOS VATICANOS HASTA 1939 Juan Pablo II ha dispuesto el acceso de los historiadores a los documentos del Archivo Secreto Vaticano, relativos a Alemania durante el periodo 1922-39. A partir de comienzos del año 2003 los investigadores podrán acceder a los documentos contenidos en los archivos de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado y en el Archivo Secreto Vaticano, concernientes a Alemania desde 1922 a 1939. En concreto, serán puestos a disposición de los historiadores todos los documentos del:
Este último Archivo sufrió graves desperfectos y destrucciones durante la II Guerra Mundial en territorio alemán, por lo que muchos documentos de los años 1931-1941 fueron dispersados e incluso destruidos antes de que fueran depositados en el Vaticano. Con esta decisión, el Papa acoge las muchas peticiones de acceso a la documentación vaticana sobre un pontificado tan importante como fue el de Pío XI (1922-1939), durante el cual, entre otras cosas se verificaron transformaciones políticas en Europa y se llegó, por desgracia a la creación de estados totalitarios y gobiernos despóticos, preludio de la Segunda Guerra Mundial, y cuyos primeros movimientos peligrosos se cumplieron hacia el final del pontificado de Pío XI. El Papa desea de corazón esta apertura de los Archivos Vaticanos por evidentes motivos, ya que durante el pontificado de Pío XII se produjo la Segunda Guerra Mundial y con ella la deportación de los hebreos y la tragedia del Holocausto. La apertura limitada de una sola serie de escritos (los documentos vaticano-alemanes de 1922-1939) y no de todos los documentos del pontificado de Pío XI, puede parecer en cierto sentido una anomalía en este ámbito, ya que el acceso a las fuentes documentales de los archivos, normalmente comprenden la entera totalidad de los documentos de una determinada Institución, y no sólo una parte o un periodo determinado. Cuando los investigadores analicen estos documentos, muchos sentirán la necesidad de ampliar las investigaciones, siguiendo las conexiones que conduzcan a otros documentos de la Santa Sede, a los que sin embargo por ahora no se podrá acceder. Esta es una dificultad comprensible y por ello la Santa Sede subraya el carácter de excepción que conlleva esta decisión de anticipar la apertura del Archivo Secreto. Mientras tanto, próximamente se publicarán los datos referentes a los prisioneros de la Segunda Mundial (1939-1945), una vez haya terminado de ordenarse y completarse toda la documentación. Dado que se trata de un conjunto documental homogéneo y completo, ya ordenado, se pretende con su publicación hacer conocer a los historiadores la gran obra de caridad y asistencia llevada a cabo por Pío XII con relación a los numerosos prisionero y otras víctimas de la guerra, de cualquier nacionalidad, religión o raza. En 1984, por disposición de Juan Pablo II, la posibilidad de consultar las fuentes de los Archivos Vaticanos fue extendida hasta 1922, término del pontificado de Benedicto XV. Al mismo tiempo, comenzó la organización de la documentación relativa al pontificado de Pío XI (1922-1939), siguiendo los criterios que rigen la materia, es decir:
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO I DE CUARESMA (A): 17.02.02 "Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás" La historia de la humanidad tiene un Adán como comienzo y otro como meta; así nos lo enseña San Pablo en la primera Carta a los Corintios: el primer Adán se convierte en un alma viviente y el último es un espíritu que da vida. En la liturgia de este primer Domingo de Cuaresma se nos narran las tentaciones del primer y último Adán, dejándonos entrever las de los innumerables descendientes del primer Adán, que han vivido y vivirán sobre la tierra. Adán significa "hecho de la tierra", que es el nombre de toda criatura hecha del polvo del suelo y destinada a volver a él: "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás", nos ha recordado la celebración del Miércoles de Ceniza. Antes de volver al polvo, toda criatura ha de conocer las tentaciones que Adán no supo resistir en el Paraíso y que Jesús superó victoriosamente al inicio de su vida pública. La tentación es una elección entre el bien y el mal a la que toda criatura libre está llamada y, para la Biblia, son provocadas por un ser inteligente y malvado que se ha rebelado contra Dios y fomenta la subversión del hombre: el Adversario, Satanás, el Demonio. El libro del Génesis nos narra hoy la "tentación" de Adán. Al consentirla, Adán ha abierto la fuente de los pecados de toda la humanidad. El Tentador se representa con la serpiente, ser repugnante, que en las religiones paganas era la divinidad que custodiaba las fuentes de la vida. El árbol del conocimiento del bien y del mal simboliza el poder, que sólo Dios tiene, de establecer lo que es bueno y lo que es malo. Por ello, querer comer de su fruto es como desear apropiarse de una prerrogativa divina. Así, el pecado de Adán, es de soberbia, desobediencia, vanagloria; es también un pecado de sensualidad. El hombre y la mujer ceden a la estrategia del Tentador, completan la rebelión y se dan cuenta del engaño en el que han creído. Se dan cuenta del bien que han perdido y del mal cometido, el pecado, del que deriva la rotura de la amistad con Dios, el final del equilibrio de su recíproco afecto, junto a una gran vergüenza. Después de ser bautizado por Juan en el Jordán, Jesús se retiró al desierto para ayunar cuarenta días; allí se le presentó el Tentador. Para Satanás Jesús era un misterio: sabía que nunca había tenido poder sobre Él, sabía que Dios lo había proclamado su "Hijo", ahora deseaba conocer el significado de esta palabra. Quería saber si era Hijo por ser el Mesías, por ser el Profeta, porque era verdadero Dios y verdadero hombre,... Para descubrir el misterio de aquel joven que ayunaba, tan distinto de los demás, pensó ponerle a prueba. Primero lo intenta con el alimento corporal, pero el Señor sale victorioso, a pesar del hambre sentido tras el ayuno. El misterio quedaba todavía intacto. Satanás conduce entonces a Jesús al pináculo del Templo, y aparentando un gran conocimiento de la Palabra de Dios, le pide que haga un milagro. Pero el prodigio era inútil e innecesario, y sirviéndose de la misma Palabra de Dios, hace alejarse al Tentador. Por último, le hace subir a lo alto de un monte para mostrarle y ofrecerle todos los reinos de la Tierra. Era la propuesta de uno que ha perdido la capacidad de razonar, por lo que la respuesta llegará seca y tajante: "¡Aléjate de mí, Satanás!". El último Adán había así vengado la derrota del primero. Las tentaciones de Jesús son también las nuestras: el placer, la vanidad, el poder. Cristo las ha vencido y nosotros también podemos vencerlas: nos lo asegura el pasaje de la Carta a los Romanos que escuchamos hoy. San Pablo nos advierte que está en nosotros la debilidad del primer Adán, que se llama "concupiscencia", pero también poseemos un don del último Adán llamado "gracia santificante y fortificante". Por un solo hombre entró el pecado en el mundo y continúa a producir sus maléficos efectos, pero no falta el remedio: es el don de la gracia ofrecido por el último Adán a todos los que quieran aceptarlo. Desde nuestra debilidad somos atraídos hacia la experiencia del primer Adán; el don de la gracia nos lleva a la experiencia del último Adán. Debemos elegir con quién estar, si con el primero o con el último: la Cuaresma nos llama a tomar una decisión.
X JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO: CONCELEBRACIÓN EN SAN PEDRO "Que la Virgen Inmaculada, que en Lourdes ha venido a traer consuelo a la humanidad, obtenga para Tierra Santa y para toda otra zona del mundo el don de la concordia y de la paz", es el anhelo que manifestó Juan Pablo II, la tarde del lunes en el marco de la celebración de la X Jornada Mundial del Enfermo, en la Basílica de San Pedro. El Papa, refiriéndose a la peregrinación de minusválidos a Tierra Santa, organizada por la Obra Romana de Peregrinación y UNITALSI, que acompañará a Jerusalén y Belén a "discapacitados y constructores de paz", expresó su pesar ante la violencia que ensangrienta los lugares que han visto consumarse la realidad humana del Redentor. Esta peregrinación, es asimismo un mensaje de esperanza para todos señaló Juan Pablo II, deseando que esta bella iniciativa contribuya a que prevalezca la solidaridad y la paz en esta Tierra marcada por el odio y la guerra. El Papa invitó a los cristianos a comprender mejor el "misterio salvífico del sufrimiento", en una celebración especial en conexión espiritual con el Santuario de la Virgen de la Salud, en la India. Una solemne Concelebración Eucarística presidida por el cardenal Vicario Camilo Ruini, al final de la cual el Papa saludó personalmente a los enfermos, a los agentes sanitarios y a las asociaciones de voluntariado presentes en la Basílica. En su saludo, el Papa recordó el tema de la Jornada Mundial del Enfermo, que recoge las palabras de Jesús: "Para que tengan vida y la tengan en abundancia". Son palabras que invitan a una toma de posición clara en favor de la vida y a un compromiso sincero para su defensa, desde su concepción hasta su fin natural. Porque la vida humana -explicó el Santo Padre- es un don de Dios y como tal va siempre vivida, incluso en las situaciones más críticas. Es elocuente al respecto -señaló el Pontífice- el testimonio de muchas personas que están hoy aquí presentes y que habiendo estado durante muchos años clavadas en la cama de la enfermedad, están en cambio llenas de serenidad, porque saben cuán precioso es para la Iglesia la contribución de su sufrimiento y de su oración. Ruego a Dios para que esta celebración -dijo Juan Pablo II- sea para cada enfermo una ocasión de extraordinario alivio físico y espiritual, y pido al Señor que esa jornada ofrezca a todos, sanos y enfermos, la oportunidad de comprender cada vez mejor el valor salvífico del sufrimiento. "Es justo luchar contra la enfermedad -dijo el Papa- porque la salud es un don de Dios. Pero al mismo tiempo es importante saber leer el diseño de Dios cuando el sufrimiento llama a la puerta de nuestra vida. La llave de lectura de este misterio, para nosotros creyentes, es la Cruz de Cristo".
JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO: "AYUDAR A QUIEN SUFRE, Y APRENDER DE ÉL" Ayudar a quién sufre, y aprender de él: gran horizonte de la pastoral sanitaria al centro de la Jornada Mundial del enfermo. El lunes comenzaron las celebraciones en el santuario indio de Vailankanny. Precedidas por dos días intensos de oración y de estudio por obispos y responsables de la pastoral sanitaria en varias partes de Asia, el lunes por la mañana comenzaron las celebraciones de la Jornada Mundial del Enfermo en Valankanny donde fueron abiertas en nombre del Papa por su enviado especial para esta ocasión, el arzobispo Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, con una Misa Solemne en el santuario. En la homilía, el prelado recordó como muchas antiguas religiones asiáticas han dado su respuesta al origen del dolor: algunas identificaron su causa en las malas acciones del pasado, otras a las opciones de las voluntades divinas, otras en deseos y pasiones egoístas, de erradicar con un rígido ascetismo. Todos, sin embargo, conservan en la idea de fondo un sufrimiento que "no es malo en sí mismo, sino consecuencia del mal"; un sufrimiento que "se encierre en si mismo es absurdo y sin explicaciones". La Iglesia, por su parte, interpreta este gran misterio a la luz de la Revelación cristiana y de un amor divino que es en "definitiva fuente de significado para todo aquello que existe": desde este punto de vista, el dolor - dijo el arzobispo, citando el Mensaje del Papa - "adquiere un nuevo significado y se convierte en la manera de compartir la obra salvífica de Cristo". Un conocimiento que sobre la pauta de las exhortaciones del Pontífice, nos lleva revitalizar la evangelización en el campo de la sanidad con "nuevo ardor, método y expresión". Y de estos fermentos - prosiguió el arzobispo Lozano Barragán - la India es el mejor laboratorio.
SANTUARIO DE VAILANKANNI: LOURDES DE ORIENTE El lunes, el Santuario de Vailankanni, en la India, conocido también como "Lourdes del Oriente", se convirtió en el centro del mundo católico, al acoger la Jornada Mundial del Enfermo. "No hay lugar más apropiado que el Santuario de Vailankanni para celebrar esta celebración", asegura con entusiasmo el padre Arul Irudayam, rector y párroco de la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, de Vailankanni. Las celebraciones comenzaron ya el viernes anterior en esta localidad de la India, a 250 kilómetros al sur de Madrás. Es el "emblema de la fuerza sanadora de la oración", explica el sacerdote, revelando que el santuario es visitado al año por unos veinte millones de peregrinos de toda la India y del sudeste asiático. Lo sorprendente es que menos la mitad no son cristianos, sino sobre todo hindúes y musulmanes. Esta realidad la constata Juan Pablo II en el Mensaje que ha escrito con motivo de la Jornada, explicando que: "en la India, tierra de religiosidad tan profunda y antigua, ese santuario dedicado a la Madre de Dios es realmente un punto de encuentro para miembros de diversas religiones y un ejemplo excepcional de armonía y diálogo interreligioso". El domingo, el Papa, durante su alocución anterior a la oración mariana del Ángelus, confiaba "a la celestial protección de la Madre de Dios a las personas de religión hindú y de otras religiones que con sumo gusto se acercan a aquel santuario cristiano". No hay un documento histórico que atestigüe cuando surgió la primera iglesia en ese lugar, explica el padre Irudayam. Pero la tradición oral es rica en relatos a partir de una cabaña de paja, construida en el lugar de la aparición a un hombre que vio a María con el Niño Jesús en brazos. Era el siglo XVI. Desde que la Virgen curó a un niño cojo al que se apareció, la iglesia empezó llamarse Arokia Matha, Madre de la Salud. Desde entonces, se han producido numerosos favores y curaciones. En el respeto a la tradición india, la imagen está vestida con un shari. Toda la Iglesia india, que cuenta con 16 millones fieles en una población de mil millones de habitantes, ha quedado implicada en la preparación de este evento en el que el enfermo, la persona desvalida y que sufre, es el centro de la atención de la Iglesia universal. El tema de esta Jornada ha sido tomado del Evangelio de San Juan (10,10). Se trata de aquella frase de Jesús que dice: "Para que tengan vida y la tengan en abundancia". Frase que, en palabras del Papa en el Ángelus de ayer domingo, "recuerda la perspectiva de fondo de la fe cristiana que, aun en la experiencia de la enfermedad y de la misma muerte, está siempre abierta a la vida". "Esta perspectiva, decía el Santo Padre un día antes de esta Jornada, da sentido al esfuerzo de todos los que, de mil maneras, se ocupan con amor de los enfermos y de los que sufren: como los médicos, los enfermeros, los investigadores, los farmacéuticos, los voluntarios". Y añadió: "A todos estos servidores de la vida, entre los que se encuentran numerosas personas consagradas quisiera hacer llegar mi más cordial aprecio". En las Jornadas han participado 1.500 delegados. Entre ellos, el cardenal Ivan Dias, arzobispo de Bombay, y sor Nirmala, superiora general de las misioneras de la caridad de Madre Teresa. El delegado de Juan Pablo II: el arzobispo Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud. A la Jornada asistió también el ministro de Sanidad de la Federación india y numerosos exponentes de Tamil Nadu, el estado indio en el que se encuentra el santuario. Pero la mayor parte de los representantes provenía de todo el país en representación de la Asociación Católica de la Salud de India que cuenta con cuatro mil hospitales, estructuras sanitarias y organizaciones como la Liga de las Enfermeras Católicas o el Fórum de las religiosas médicas. La jornada "será un punto de referencia para la Iglesia india --comentaba el obispo Thumma Bala, presidente de la Comisión para la Pastoral Sanitaria de la Conferencia Episcopal india--. La Iglesia india está orgullosa de albergar por primera vez este evento". |