AUDIENCIA GENERAL: EL SEÑOR NO PERMANECE INDIFERENTE ANTE QUIEN SUFRE El Profeta Isaías, en el capítulo 38 nos narra la enfermedad y la curación de Ezequías, rey de Judá. Ezequías va a morir sin remedio, se lo anuncia el mismo Isaías. El rey, dice el texto sagrado, volvió la cara a la pared y oró al Señor. Lo irremediable anunciado por el profeta, no llega a verificarse porque el Señor ha escuchado la oración de Ezequías. La Palabra del Señor vino a Isaías, a quien envió a decir al rey: "he escuchado tu oración, he visto tus lágrimas. Mira, añado a tus días otros 15 años. Os libraré de las manos del rey de Asiria, a ti y a esta ciudad, la protegeré". Un emplaste de higos, mandado traer y aplicar en la herida por Isaías, curó al rey. El texto elegido por el Santo Padre para la catequesis de este miércoles, está tomado del profeta Isaías capítulo 38, versículos 9 y siguientes, que lleva por título: "Cántico de Ezequías, rey de Judá, cuando cayó enfermo y curó de su enfermedad". De este hecho habla también el Segundo Libro de los Reyes, capítulos 18 al 20. La Liturgia de Laudes lo retoma y lo ofrece en la forma típica de la oración de acción de gracias: por un lado es evocada la pesadilla del sufrimiento del que el Señor ha librado a su siervo, y por otro se canta con alegría la gratitud por la vida y la salvación reconquistada. Ezequías, un soberano justo y amigo del profeta Isaías, contrajo una grave enfermedad que el profeta declaró mortal. Una oración intensa y confiada consiguió que el Señor prolongara su vida. El rey, agradecido canta: "La amargura se me volvió paz cuando, Señor, cuando detuviste mi vida ante la tumba vacía y volviste la espalda a todos mis pecados Los vivos son quienes te dan gracias: como yo ahora". Leído a la luz de la Pascua, afirma el Santo Padre, el cántico de Ezequías adquiere una nueva tonalidad. Especialmente con la muerte y resurrección de Jesucristo una semilla de eternidad ha sido depositada y ha germinado en nuestra caducidad mortal, por lo que podemos repetir con el Apóstol aquellas palabras: "Muerte, ¿dónde está tu victoria?" El canto del rey Ezequías, nos invita también a reflexionar sobre nuestra fragilidad de criaturas. La vida humana es descrita con el símbolo nómada de la tienda: nosotros somos siempre peregrinos y huéspedes en la tierra. No obstante, en el día de la enfermedad y del sufrimiento es justo elevar a Diosa el propio lamento, como nos enseña Ezequías que, usando imágenes poéticas, describe su llanto como el piar de una golondrina o el gemido de una paloma. El Señor no permanece indiferente a las lágrimas del que sufre, por lo que Ezequías invita a todos a esperar, a orar y a tener confianza, en la certeza de que Dios no abandona a sus criaturas. Para San Bernardo de Claraval la súplica del rey es como una prefiguración del canto orante del cristiano, que debe resonar, con la misma constancia y serenidad en las tinieblas de la noche y de la prueba como en la luz del día y en la alegría. RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL Queridos
hermanos y hermanas: El rey Ezequías, aquejado de una enfermedad mortal, elevó a Dios su lamento: "¡Estoy oprimido, protégeme!"(Is 38, 14). El Señor escuchó su oración y prolongó su vida. Entonces del corazón del Rey brotó un cántico de acción de gracias. Este cántico, leído a la luz de la Pascua, adquiere una nueva tonalidad. Ya en el Antiguo Testamento el orante proclamaba su certeza de ser protegido por Dios, al afirmar que más allá de la muerte "no dejará a su siervo conocer la corrupción". Con Jesucristo, "la muerte es absorbida por la victoria" y lo mortal se reviste de inmortalidad (cf. 1 Cor 15,54-55). Doy mi cordial bienvenida a todos los peregrinos venidos de España y de América Latina, de modo particular al segundo grupo de Obispos argentinos en visita Ad limina. Saludo también a la Comunidad del Pontificio Colegio Internacional "Maria Mater Ecclesiae" de Roma; a los alumnos del colegio "Mater Salvatoris" de Madrid y a los niños del grupo un "gol por la vida" de Colombia. Que la lectura y meditación de este Cántico sea motivo constante de alabanza al Señor, tanto en los momentos de alegría como en los de dificultad. ¡Que Dios os bendiga! *************** Terminados los saludos en las diversas lenguas, Juan Pablo II, como de costumbre, dirigió unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, invitándolos a seguir dócilmente, durante el itinerario cuaresmal, la acción del Espíritu Santo que, siguiendo las huellas de Cristo nos conduce a Jerusalén, donde se cumplirá su misión redentora. Dejaos plasmar cada día por su gracia para que, tanto en el estudio como en la enfermedad o en la vida de familia, experimentéis la riqueza espiritual del camino de conversión y penitencia que estamos viviendo en este tiempo sacro.
EL PRESIDENTE POLACO INVITA AL PAPA A VISITAR EL PAÍS Juan Pablo II recibió el jueves en audiencia al presidente de la República de Polonia, Alexander Kwasniewski, quien invitó a Su Santidad a visitar el país, una invitación que el Papa ha agradecido de forma especial. En una declaración posterior, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede añadía que el presidente polaco se había reunido también con el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, y que se habian tratado temas como la situación de las relaciones Iglesia-Estado en Polonia, con referencia en particular a los temas que preocupan más a la Iglesia como la vida, familia y solidaridad.
LA EXPERIMENTACIÓN EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER DEBE RESPETAR LA DIGNIDAD HUMANA A última hora de la mañana del lunes el Santo Padre Juan Pablo II recibió en la Sala Clementina del Vaticano a una delegación de la Liga Italiana contra el cáncer. Juan Pablo II tras agradecerles el esfuerzo que han realizado en los últimos decenios les manifestó que ante los tumores que amenazan la salud del hombre, muchas veces se ve tentado a asumir planteamientos de desánimo y fatalista, planteamiento que deprime al enfermo y hace más difícil la misma cura. "Vuestra Asociación oportunamente trabaja para que al señalarse la enfermedad se acoja sin dramas y que se afronte con realismo, teniendo en cuenta con confianza los recursos del organismo humano y la investigación médica". El Pontífice agradeció al Señor los progresos que la ciencia está realizando en el campo de la prevención y en la lucha contra el cáncer. Pero advirtió que todos los experimentos que se realicen para el bien de la persona se hagan con total respeto a la dignidad humana. La investigación científica será entonces un inestimable don para tantas familias y para la humanidad entera. Seguidamente el Papa resaltó la inmensidad y complejidad que representa el mundo del dolor. "Sin embargo, subrayó, representa para el hombre una ocasión de crecimiento espiritual, abriendo horizontes más amplios de aquellos que aprietan la limitación y la precariedad del ser físico. Cuando se sostiene oportunamente al enfermo, constatando su propia fragilidad corporal, muchas veces descubre una dimensión que supera la propia corporeidad. Sobre cada enfermo debemos inclinarnos con delicada premura, siguiendo el ejemplo evangélico del Buen Samaritano". "Jamás, subrayó el Santo Padre, se debe perder de vista la finalidad del verdadero bien del hombre; jamás se debe ceder a la tentación de una medicina y de un progreso científico sin reglas y valores, que podría convertirse en una peligrosa forma de "control tecnológico" de la vida". Ante un campo tan importante, finalizó diciéndoles el Pontífice, no es admisible que los creyentes y las personas de buena voluntad dejaran de hacer oír su voz. Es menester, que la sociedad y los responsables de la misma comprendan la urgente necesidad de finalizar las investigaciones con fines beneficiosos como la lucha contra el cáncer, y sostengan en concreto aquellas iniciativas para mejorar la salud de la gente. De corazón os encomiendo a la Inmaculada Madre de Dios, Asiento de la Sabiduría, unido a vuestros proyectos. Mientras aseguro un recuerdo en la oración para los enfermos y para sus familias.
LA DISTINCIÓN ENTRE SER HUMANO Y PERSONA HUMANA EN ALGUNAS DECLARACIONES INTERNACIONALES NO TIENE BASE CIENTÍFICA "Una concepción auténtica del derecho natural, entendido como tutela de la inalienable dignidad de todo ser humano, garantiza la igualdad y da un contenido real a los 'derechos humanos', que se encuentran en la base de todas las declaraciones internacionales". Así se dirigía el miércoles por la tarde el Santo Padre a la octava Asamblea General de la Academia Pontificia para la Vida, que desde el 25 de febrero se ha reunido en el Vaticano para reflexionar sobre la "Naturaleza y dignidad de la persona humana y el fundamento del derecho a la vida. Los desafíos en el contexto cultural contemporáneo". El Papa defendió que "los derechos humanos deben referirse a lo que el hombre es por naturaleza y en función de su propia dignidad y no a las decisiones subjetivas de aquellos que ostentan el poder de participación en la vida social o de quienes tienen el consenso de la mayoría". Y añadió que "esta falsa interpretación de los derechos del hombre (...) puede llevar también a los regímenes democráticos a transformarse en un totalitarismo sustancial". Entre los derechos fundamentales del hombre, Juan Pablo II citó en particular el derecho a la vida, que la Iglesia católica reivindica para todo ser humano como derecho primario. El Papa denunció la distinción que se hace en algunos documentos internacionales entre 'ser humano' y 'persona humana', para después reconocer el derecho a la vida y a la integridad física solamente a la persona que ya ha nacido. "Esta -enfatizó el Pontífice es una distinción artificial y sin fundamento científico ni filosófico". El Papa subrayó en otro momento, que para que nuestros contemporáneos puedan comprender el valor positivo de la ley moral natural es necesario aclarar una serie de malentendidos e interpretaciones falaces, entre las que ha citado, "el presunto conflicto entre libertad y naturaleza". Otro de los puntos que para el Santo Padre debe ser aclarado es el presunto carácter estático atribuido a la noción de ley moral natural, que quizá ha surgido de una errónea analogía con el concepto de naturaleza propia de la realidad física. "En realidad, ha añadido el Papa, el carácter de universalidad y obligatoriedad moral estimula el crecimiento de la persona". Siempre en este mismo contexto y citando a Santo Tomás, el Papa sostuvo que "para perfeccionarse en su orden específico la persona debe hacer el bien y evitar el mal, vigilar la transmisión y conservación de la vida, afinar y desarrollar las riquezas del mundo sensible, cultivar la vida social, buscar la verdad, practicar el bien, contemplar la belleza". Otra de las afirmaciones del Santo Padre recayó sobre la importancia de recuperar "el significado antropológico y ético de la ley natural y del concepto de derecho natural. Se trata de demostrar si y cómo es posible 'reconocer' los rasgos propios de cada ser humano, en términos de naturaleza y dignidad, como fundamento del derecho a la vida. (...) Sólo sobre esta base es posible un verdadero diálogo y una auténtica colaboración entre creyentes y no creyentes". Juan Pablo II recordó además que "el Magisterio de la Iglesia invoca la universalidad y el carácter dinámico y perfectivo de la ley natural con referencia a la transmisión de la vida, tanto para mantener en el acto procreativo la plenitud de la unión esponsal, como para conservar en el amor conyugal la apertura a la vida. El Magisterio hace una invocación análoga en el tema del respeto a la vida humana inocente: me refiero aquí al aborto, a la eutanasia, a la eliminación y experimentación destructiva de los embriones y de los fetos humanos".
"ABRIR LAS PUERTAS A CRISTO DE PAR EN PAR EN TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL" Abrir las puertas a Cristo de par en par en todos los medios de Comunicación Social. Esta fue la exhortación del Papa el viernes a la Plenaria del consejo Pontificio que se ocupa de este sector. Juan Pablo II exhortó también a los participantes en la Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales "a abrir espacios a Cristo en todas sus tareas". A "abrir las puertas de par en par" de todos los ambientes de los Medios de Comunicación, a Aquél que es la misericordiosa puerta de nuestra salvación. En la prensa, radio, televisión, en el mundo del cine y en Internet. "De este modo los Medios serán un mundo de genuina comunicación, un mundo no ilusorio, sino de verdad y gozo". Al dar la bienvenida a los participantes en este encuentro, que una vez más ha reunido en Roma a personas de los cinco continentes, el Papa expresó su gratitud al Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales por la ayuda que le ofrece continuamente en el ejercicio de su ministerio apostólico. Juan Pablo II destacó la importancia que tienen en la actualidad, precisamente, los medios de comunicación social, en el desarrollo de su misión de Sucesor de Pedro de predicar el Evangelio fortaleciendo a los hermanos y hermanas en la fe. Por lo que, el Santo Padre agradeció a los benefactores de este Consejo, citando en especial a los Caballeros de Colón. Y, tras poner de relieve el tema tratado en la Plenaria, "Los medios y la Nueva Evangelización. Actividades actuales y planes para el futuro", Juan Pablo II hizo hincapié en que "ha llegado el momento de proclamar a Cristo en todo el mundo, para lo cual la Iglesia tiene que saber usar los medios de comunicación con valentía y confianza". Y no sólo saber usar estos medios sino también predicar el Evangelio en ellos. En este contexto, el Papa se ha referido en particular a Internet. Recordando, con palabras de su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones de este año, que "Internet es ciertamente un nuevo 'foro', entendido en el antiguo sentido romano un lugar de la ciudad muy concurrido y animado, que no sólo reflejaba la cultura del ambiente, sino que también creaba una cultura propia", el Papa reiteró que también el ciberespacio debe ser evangelizado. Desafío que afronta con gran energía el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, como subrayó el Santo Padre, expresando su satisfacción por los dos documentos presentados ayer, "Ética en Internet" y "La Iglesia e Internet". "Para que la Palabra Eterna nunca cese de estar presente en la Iglesia y en la humanidad, el Evangelio debe mantenerse siempre en diálogo con la cultura", subrayó el Pontífice refiriéndose nuevamente a Internet y señalando luego una vez más que "como en las nuevas fronteras de otros tiempos, ésta entraña también peligros y promesas, con el mismo sentido de aventura que caracterizó otros grandes períodos de cambio". Para la Iglesia - indicó el Papa - "es una llamada a la gran aventura de usar este potencial para proclamar el mensaje de Cristo, promoviendo una ética genuinamente humana". Nunca debemos olvidar que Cristo es la Buena Nueva. Por lo que - recomendó Juan Pablo II - "la pregunta fundamental debe seguir siendo, en esta galaxia de imágenes y sonidos, ¿aparecerá el rostro de Cristo y se oirá su voz?" Porque sólo cuando se vea su rostro y se oiga su voz el mundo conocerá la buena nueva de nuestra redención. Esta es la finalidad de la evangelización. Y "esto es lo que convertirá Internet en un espacio auténticamente humano, puesto que si no hay lugar para Cristo, tampoco hay lugar para el hombre". PLENARIA
DEL CONSEJO PONTIFICIO PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES
INVITACIÓN A DESARROLLAR UNA NUEVA IMAGINACIÓN DE LA CARIDAD El sábado, Juan Pablo II recibió en audiencia a la Superiora General de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, madre Rita Burley y a las Hermanas participantes en la XVII Congregación General, que se ha celebrado en Roma. Este es el texto íntegro del discurso en español que el Santo Padre les dirigió: Con ocasión de la celebración de la XVII Congregación General en Roma, que representa un acontecimiento de particular importancia para vosotras, os dirijo un saludo muy cordial, a la vez que os invito a escuchar con docilidad la voz del Espíritu para descubrir los caminos que os permitan vivir hoy, con fidelidad creativa al carisma fundacional, la consagración plena al Señor y la misión de servicio incondicional a la Iglesia. Además, la próxima conmemoración de los 125 años de la fundación del Instituto ha de ser una ocasión privilegiada para dar un nuevo impulso al deseo tantas veces repetido de la Madre Fundadora, Santa Rafaela María, de que la vida de cada Hermana sea "toda ella un tejido de fe y generosidad". En Roma, donde se veneran sus reliquias, el susurro de su voz, el calor de su devoción por la Eucaristía y el vigor de su ardiente empeño de "poner a Cristo a la adoración de todos los pueblos", os guiarán en vuestros trabajos y deliberaciones. En sintonía con toda la Iglesia, os habéis propuesto desarrollar en esta Congregación General las directrices que os ayuden a "remar mar adentro" en este comienzo del tercer milenio, uniendo el encuentro profundo con la persona de Cristo y la contemplación de su misericordia, expresada de manera eximia en su Sagrado Corazón, al compromiso de colaborar intensamente con su acción salvadora entre los hombres y mujeres de hoy. Esta indispensable interacción entre la vida espiritual profunda y la dimensión evangelizadora es particularmente importante para todas las personas consagradas con proyección apostólica, en las que "la íntima unión entre la contemplación y la acción permitirá, hoy como ayer, acometer las misiones más difíciles" (Vita consecrata, 74). Muchas de vosotras y de vuestras Hermanas tienen amplia experiencia de las dificultades que encuentran en el desempeño de su misión en los cuatro continentes en los que el Instituto está presente. Algunas adquieren dimensiones dramáticas, a causa del peligro, condiciones de indigencia extrema o injusticia, mientras que otras provienen de entornos sociales particularmente insensibles al espíritu de las bienaventuranzas que las Hermanas están llamadas a testimoniar (cf. Lumen gentium, 31). Pero no faltan ocasiones en que los obstáculos a la plena identificación con la propia misión se hallan en la vida de las personas y comunidades mismas, tentadas a veces por el tedio en el desempeño de actividades consideradas poco reconocidas o de escaso rendimiento a corto plazo. También en estos casos ha de resurgir constantemente el auténtico espíritu de servicio, viviendo gozosamente la opción radical de buscar y hacer ante todo la voluntad de Dios, tan característica de la tradición ignaciana en que vuestro Instituto se reconoce. "En la causa del Reino no hay tiempo para mirar para atrás, y menos para dejarse llevar por la pereza" (Novo millennio ineunte, 15). Por eso deseo expresaros el agradecimiento de la Iglesia por el servicio que prestáis a la evangelización, tanto mediante el testimonio de vida como a través de la actividad que realizáis en los diversos campos de la educación, el cuidado de centros de espiritualidad, la pastoral juvenil o la promoción de los menos favorecidos de la sociedad. Pero a la gratitud se añade la esperanza y la invitación a desarrollar una nueva imaginación de la caridad, tan necesaria para la misión de la Iglesia, y que no se mide tanto por la novedad externa o la eficacia aparente, cuanto por ser en la actitud, las formas y los métodos, un verdadero compartir fraterno (cf. Novo millennio ineunte, 50). Quiero terminar confiando a la Virgen María los frutos de la Congregación y el porvenir del Instituto. Que Ella sea el modelo de docilidad gozosa a la voluntad de Dios, propia de su "humilde esclava" (cf. Lc 1, 48), maestra en el saber acompañar a Cristo en todos los momentos de su vida y su misión, hasta la cruz (cf. Jn 19, 26), e intercesora en los momentos de dificultad o incertidumbre. Con estos sentimientos, e implorando la protección de San Ignacio de Loyola y de Santa Rafaela María, os imparto con afecto la Bendición Apostólica, que complacido hago extensiva a todas vuestras Hermanas, la Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.
CONGRESO DE LOS FOCOLARES SOBRE LA ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN "Es necesario cultivar una auténtica y profunda espiritualidad de comunión dentro de todo el pueblo cristiano. Una tarea que está encomendada especialmente a los Pastores, llamados a vigilar para que los distintos dones y ministerios contribuyan a la común edificación de los creyentes y a la difusión del Evangelio". Así lo subrayaba el jueves el Santo Padre recibiendo en el Vaticano a los participantes en el congreso del Movimiento de los Focolares sobre "Espiritualidad y comunión". "El servicio de la unidad está intrínsecamente marcado por la Cruz" dijo el Papa. El Señor ha sufrido la pasión y la muerte para destruir la enemistad y reconciliar a los hombres con el Padre y entre ellos mismos. La experiencia de la historia -afirmó el Pontífice- evidencia como la Iglesia vive la pasión y la Cruz indisolublemente unida a su Señor resucitado; iluminada y confortada por la presencia de Cristo. La experiencia de los Apóstoles, su ministerio de comunión y de evangelización ha gozado de la fecundidad del "grano de trigo". Y de esta fecundidad pascual derivan los frutos del Espíritu: "amor, dicha y paz" que caracterizan, en variedad de estilos y carismas, el testimonio de los santos de todas las épocas y de cada nación. Incluso en las situaciones más dramáticas -acabó diciendo Juan Pablo II- nada ni nadie puede apartar al que vive unido a Cristo en la certeza de su amor y en la dicha de ser y sentirse una sola cosa con Él.
ÁNGELUS:
¡QUE CALLEN LAS ARMAS Y SE OIGA LA VOZ DE LA RAZÓN¡ En su constante preocupación de Pastor Universal por la paz, Juan Pablo II, después de la oración mariana del domingo, hizo un llamamiento por el cese de la violencia en Madagascar y Jerusalén. Tras expresar "su profunda preocupación y pesar" por las noticias que llegan de la Isla africana, confiando en el tradicional talante no violento del pueblo malgache, el Papa exhortó a "los responsables a volver con confianza y valentía a las sendas del diálogo para una rápida solución de la grave crisis, en vista únicamente del bien común". De forma especial, el Santo Padre se dirigió a los cristianos: "Invito en particular a las comunidades cristianas de la Gran Isla a elevar fervientes oraciones, para implorar al Señor el don de la paz en la justicia y en el respeto recíproco". Asimismo, el Papa expresó su profunda tristeza ante las últimas noticias provenientes de Jerusalén. E invitó a rezar para que la violencia, la muerte y las represalias no sigan empujando a las poblaciones civiles, tanto israelíes como palestinas, a la desesperación y el odio. "¡Qué un inmediato cese del fuego, junto con un renovado sentido de humanidad, en el respeto de la ley internacional, pueda hacer callar las armas y dejar oír la voz de la razón! Por ello os invito a uniros a mi oración". En sus palabras antes del Rezo del Ángelus, en el III Domingo de Cuaresma, destacando que precisamente en este día "entramos en el corazón de este singular tiempo de conversión y renovación espiritual, que nos conducirá a la Pascua", Juan Pablo II señaló "la urgencia" de que "los cristianos renueven la conciencia de su propia identidad". El Papa recordó que el tercer, cuarto y quinto Domingo de Cuaresma forman un estimulante itinerario bautismal, que se remonta a los primeros siglos del Cristianismo, cuando se administraban los Bautismos en el curso de la Vigilia pascual. Cuando los 'catecúmenos', después de unos tres años de catequesis bien estructurada, iban recorriendo en las últimas semanas de la Cuaresma las etapas finales de su camino. Y recibían simbólicamente el 'Credo', el 'Padre Nuestro' y el 'Evangelio'. Por lo que aún hoy - reiteró el Papa - la liturgia de estos tres domingos se caracteriza por tres textos del Evangelio de San Juan, según un esquema bien antiguo. Jesús promete a la Samaritana el agua viva; devuelve la vista al ciego de nacimiento y resucita al amigo Lázaro. Es decir, que está clara la perspectiva bautismal, mediante 'el agua', símbolo del Espíritu Santo, el creyente recibe 'la luz' y renace en la fe a 'vida nueva y eterna'. Lamentando que "en muchos ambientes de antigua tradición cristiana se va perdiendo cada vez más el genuino sentido religioso" el Santo Padre hizo hincapié en la urgente necesidad de que los cristianos "vuelvan a descubrir su Bautismo, valorizando el inagotable vigor espiritual de la gracia santificante recibida en él para luego comunicarla en todos los ámbitos de su vida personal y social". La 'fuente de agua que brota para vida eterna' (Jn 4, 14) de la que habla la página evangélica de hoy - reiteró el Pontífice - está presente en cada bautizado, pero debe ser limpiada continuamente de las malezas del pecado, para que no se cubra y seque.
VISITA A LA PARROQUIA ROMANA DE SAN GELASIO I PAPA Juan Pablo II que se sigue recuperando del dolor que sufre en la rodilla derecha, a causa de artrosis, encargó al Cardenal Ruini la visita pastoral prevista para este domingo a la parroquia romana de San Gelasio I Papa. El Cardenal Vicario del Papa para la diócesis de Roma leyó la homilía en nombre del Santo Padre, dedicada a los textos de la liturgia del tercer domingo de Cuaresma en los que el Señor se revela como el que ofrece el agua viva del Espíritu, que sacia para siempre la sed de infinito de todo ser humano. Jesús sigue teniendo sed aún hoy - decía el Papa - es decir, sigue deseando la fe y el amor de la humanidad. Del encuentro personal con Él, reconocido y acogido como Mesías, nace la adhesión a su mensaje de salvación y el deseo de difundirlo en el mundo. Juan Pablo II felicitaba al párroco y miembros de la parroquia por la actividad que desarrollan en el campo de la catequesis, de la liturgia y de la caridad. Estos son - afirmaba el Pontífice - los pilares insustituibles de la vida cristiana. Asimismo, les reconocía la atención reservada a las familias, para que puedan realizar plenamente su propia vocación. El Papa invitaba a los jóvenes de la parroquia al encuentro de preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de este año en Toronto, que tendrá lugar en la Plaza de San Pedro el próximo 21 de marzo. La homilía del Santo Padre terminaba afirmando que el hombre no puede vivir sin esperanza. Y aunque no pocas esperanzas naufragan contra los escollos de la vida, la esperanza del cristiano no defrauda - concluía Juan Pablo II - porque está apoyada sobre el fundamento sólido de la fe en el amor de Dios, revelado en Cristo.
VIGILIA MARIANA DE LOS UNIVERSITARIOS POR EUROPA En la tarde del sábado tuvo lugar en el Aula Pablo VI del Vaticano la vigilia mariana de los universitarios por Europa. A las 17'50 de la tarde comenzó la celebración con la presentación de diversos testimonios de los universitarios sobre el tema "Bautizados en Cristo, nos transformamos en constructores de la civilización del amor en Europa", que fueron transmitidos en conexión vía satélite desde Valencia, Moscú, Atenas, Estrasburgo, Budapest, y Viena. A las 18, 50 llegó el Santo Padre y dio comienzo el rezo del Santo Rosario. Desde cada una de las sedes conectadas vía satélite se rezó un misterio del Rosario. El acto finalizó con un discurso dirigido por el Pontífice a todos los presentes en el Aula y a los participantes vía satélite. Juan Pablo II comenzó saludando en diversas lenguas a los universitarios que habían rezado con él desde los distintos lugares de Europa. Particularmente significativo fue el saludo a los universitarios de Moscú que respondieron al Pontífice con una insistente y emocionada invitación que repetían incansablemente: "¡Te esperamos en Moscú!, ¡te esperamos en Moscú!", a la que el Papa respondió con un sentido agradecimiento. A los universitarios españoles reunidos en la Catedral de Valencia el Pontífice les saludó con estas palabras: "Al saludaros, queridos universitarios valencianos, tengo presente a todos los profesores, alumnos y alumnas de las distintas universidades de España, especialmente a los que día a día vais concretando, en colaboración con los Delegados y Capellanes universitarios, vuestra identidad de cristianos en los distintos ámbitos de la Pastoral Universitaria. Que la oración de esta tarde, en torno a la Madre del Señor, os ayude a proseguir en vuestra tarea evangelizadora, haciendo brillar a través de vuestras vidas, la luz Pascual que es Cristo. ¡Os espero en Toronto!" "Es una consoladora esperanza, continuó diciendo Juan Pablo II, que la fe común una a los jóvenes europeos que pertenecen a diversas tradiciones culturales". "El Evangelio y las culturas, han caminado siempre juntos en el viejo Continente". Por ello el Papa pidió a los jóvenes que promuevan en el diálogo entre la fe y la cultura, para que la levadura evangélica estimule y sostenga la cualidad espiritual y moral de la investigación y del estudio universitario. El punto de partida común para esta estimulante misión es el Bautismo, del que siempre es necesario volver a empezar, porque es la fuente de la vida cristiana. "Solo los hombres y mujeres nuevos pueden renovar la historia", concluyó el Pontífice. Por ello les renovó la invitación a ir a Toronto, que les ayudará a comprender mejor la urgencia apostólica, al inicio del nuevo milenio, de ser "sal de la tierra y luz del mundo". Y a los jóvenes romanos les citó en la plaza de San Pedro para el próximo 21 de marzo en el tradicional momento de fiesta y oración para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud. Finalizado el acto, comenzó una procesión de antorchas que transportó la imagen de la Virgen de Loreto, que está peregrinando por toda Italia en preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto, hasta la Iglesia de Santa Inés de la plaza Navona, lugar donde fue entregada junto con el símbolo apostólico a los universitarios de Roma. La animación de la Vigilia fue realizada por el Coro Inter-Universitario de Roma y por diversos coros universitarios de Italia. Además estuvieron presentes 27 coros universitarios en las sedes conectadas vía satélite, así como 29 coros de diversas instituciones. La iniciativa había sido promovida por el Vicariato de Roma en colaboración con el Comité Europeo de los capellanes universitarios.
INAUGURACIÓN DEL COLEGIO SACERDOTAL ARGENTINO EN ROMA El Santo Padre Juan Pablo II ha enviado una carta al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el arzobispo de Paraná Mons. Estanislao Karlic, con motivo de la inauguración del Colegio Sacerdotal Argentino. En la misma el Papa tras saludar a los arzobispos y obispos de la Conferencia Episcopal Argentina por esta nueva iniciativa le manifiesta que los sacerdotes enviados por el propio Obispo a ese Centro tendrán la oportunidad privilegiada para perfeccionar sus estudios y profundizar, con métodos científicos particularmente cualificados, en la reflexión sobre una misma y única fe, que se expresa en diversas lenguas y formas culturales. A la formación de las aulas se suma la familiaridad con unas raíces cristianas que permanecen vivas y visibles en los numerosos vestigios que se integran en la estructura urbana actual. "Aquí, escribe el Santo Padre, los cristianos aprendieron a vivir en un ambiente hostil y de persecución, dando ejemplo perenne de firmeza y fidelidad al Evangelio de Cristo, y supieron ganar para Cristo a multitud de gentes de toda edad y condición con la sola fuerza de la verdad y el testimonio de su vida". Junto a esta experiencia conmovedora, la estancia en la Iglesia de Roma, sede de Pedro y de sus sucesores, ha de servir para acrecentar la fidelidad a ella, "en la que siempre residió la primacía de la cátedra apostólica" y que es "principio y fundamento perpetuo y visible, de la unidad de la fe y de la comunión". A ello, subraya el Papa, contribuye poderosamente la cercanía física, la posibilidad de ver y escuchar personalmente a quien ha recibido la misión de confirmar en la fe a sus hermanos y apacentar el Pueblo de dios como un amoris officium. El Pontífice finaliza su carta al arzobispo argentino pidiendo a la Santísima Virgen que proteja los proyectos del Colegio Sacerdotal e indique con dulzura a los responsables y residentes el camino que lleva hacia Cristo.
MENSAJE A LOS SALESIANOS, QUE CELEBRAN SU XXV CAPÍTULO GENERAL Juan Pablo II ha enviado un mensaje a los participantes en el vigésimo quinto capítulo general de los salesianos reunidos en Roma y procedentes de los cinco continentes. Se trata del primer capítulo del tercer milenio que ofrece la oportunidad a los hijos espirituales de San Juan Bosco de reflexionar sobre los desafíos de la educación y evangelización de los jóvenes, ante los cuales los salesianos desean responder siguiendo las huellas de su fundador. "Educadores atentos y acompañantes espirituales competentes -dice el Papa a los participantes en el capítulo -, vosotros sabréis ir al encuentro de los jóvenes que anhelan ver a Jesús. Sabréis conducirles, "duc in altum" (mar a dentro), con dulce firmeza hacia metas comprometidas de fidelidad cristiana". Hablando del tema del capítulo: "La comunidad salesiana hoy" el Santo Padre subraya el conocimiento que los salesianos tienen sobre la necesidad de renovar sus métodos y modalidades de trabajo, para que con claridad surja la identidad salesiana. Una identidad con la que hacer frente a los continuos cambios actuales de la sociedad, que exigen también la necesaria apertura a los cooperadores laicos con los que hay que compartir -escribe el Papa- el espíritu y el carisma que transmitió Don Bosco. La experiencia de los últimos años ha puesto de manifiesto las grandes oportunidades de esta colaboración que permite a los distintos grupos de vuestra familia salesiana crecer en la comunión y de desarrollar un común dinamismo apostólico y misionero. El Papa subraya la necesidad de que los salesianos sean educadores de la juventud hacia la santidad ejercitando aquella típica pedagogía de santidad alegre y serena que os caracteriza. Sed acogedores y paternales porque la vuestra -afirma el Pontífice- es una historia rica en jóvenes santos. Al comienzo de este milenio el desafío consiste en hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión. Sin embargo, para que al apostolado sea fructífero es indispensable que las comunidades vivan un espíritu de mutua y real fraternidad. Para llevar adelante un único proyecto educativo y pastoral es necesario que todas las comunidades estén unidas por un sólido espíritu de familia. Que cada comunidad -acaba diciendo el Santo Padre- sea verdadera escuela de fe y de oración, abierta a los jóvenes y donde sea posible compartir sus esperanzas y sus dificultades.
EDICIÓN POLACA DEL CÓDIGO DE LOS CÁNONES DE LAS IGLESIAS ORIENTALES Juan Pablo II ha expresado su satisfacción por la publicación de la edición polaca del Código de los Cánones de las Iglesias orientales, que fue presentada recientemente en la Universidad Católica de Lublin. En un mensaje leído durante el acto de presentación el Papa manifiesta su grata aprobación por esta obra que realizada por un grupo de juristas y lingüistas de la Facultad de Derecho Canónico de la mencionada Universidad, comprende el texto polaco-latino de los cánones, un diccionario y un índice de todos los términos, con referencias puntuales a la precedente legislación, así como la versión completa incluida en un CD. En el acto de presentación de la obra intervinieron por parte de la Santa Sede, el secretario de la Congregación para las Iglesias orientales y el Nuncio Apostólico en Polonia. Tomaron parte también distintos representantes de las Iglesias Orientales católicas como el Cardenal Lubomyr Húsar. La obra fue presentada durante un Simposio, durante el cual se ha tenido en consideración la historia de la codificación oriental, el significado del Código para la vida eclesial y su concreta aplicación en las distintas Iglesias "sui iuris" diez años después de su entrada en vigor. Durante su intervención el cardenal Húsar subrayó la importante aportación que ha constituido la traducción del Código en distintas lenguas para un mayor conocimiento entre los católicos y de su unidad.
TELEGRAMA DE FELICITACIÓN AL PATRIARCA DE MOSCÚ Juan Pablo II envió un telegrama de felicitación al Patriraca de Moscú y de todas las Rusias, Alejo II, en ocasión de la celebración de su onomástico. El Papa pedía al Señor que, a pesar de las dificultades que atraviesan en este momento ambas iglesias, las ayude a proseguir el diálogo en vista de "un camino de mayor colaboración, que las lleve a la deseada unidad, a la cual todos aspiramos".
DIÓCESIS
DE QUILMES (ARGENTINA)
DIÓCESIS DE APARTADÓ (COLOMBIA) EXARCADO
PATRIARCAL DE LOS SIRIOS RESIDENTES EN JERUSALÉN, PALESTINA Y
JORDANIA CONSEJO
PONTIFICIO PARA LOS LAICOS
A los monseñores:
y a los ilustrísimos:
El Santo Padre ha nombrado consultores del Consejo a:
CONSISTORIO: FIJADAS LAS FECHAS DE CANONIZACIÓN DE 9 BEATOS El martes a las once de la mañana en la Sala Clementina del palacio apostólico del Vaticano, el Santo Padre Juan Pablo II presidió el consistorio ordinario público para el voto de las causas de canonización de 9 beatos. Se trata de José María Escrivá de Balaguer presbítero, fundador de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y del Opus Dei; del beato Alonso de Orozco, presbítero español, de la Orden de san Agustín; del beato Ignacio de Santhiá, presbítero capuchino italiano; del beato Pío de Pietrelcina, presbítero italiano también franciscano; del beato guatemalteco Pedro de san José de Betancur, religioso de la tercera orden de San Francisco, fundador de los hermanos de Belén y de las hermanas belemitas. Los restantes 9 beatos son: Humilde de Bisignano, religioso franciscano italiano; Paulina do Coraçao Agonizante de Jesús, religiosa fundadora de la Congregación de las religiosas de la Inmaculada Concepción y primera futura santa de Brasil; Benedetta Cambiagio Frassinello, religiosa fundadora del Instituto de las Benedictinas de la Providencia y el beato laico mexicano, Juan Diego. El Santo Padre hizo públicas las fechas de canonización de todos ellos. El próximo 19 de mayo serán canonizados la mayoría: 5 beatos, en el curso de una solemne ceremonia en la plaza de san Pedro. Los 4 restantes en los meses de junio, julio y octubre. Concretamente el 16 de junio será canonizado el padre Pío de Pietrelcina. El 30 de julio el indio Juan Diego vidente de la Virgen de Guadalupe que será canonizado en México. Un día después, el 31 de julio Pedro de san José de Betancur en Guatemala, nacido en las Islas Canarias, España. Ambas ceremonias serán presididas por el Santo Padre en sendas etapas de su viaje de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud que presidirá del 25 al 28 de julio en Toronto Canadá. Y finalmente, el 6 de octubre será la fecha de canonización del beato Jose María Escriva de Balaguer.
ANUNCIO VIAJE APOSTÓLICO DE JUAN PABLO II El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede anunciaba el martes 26 de febrero las fechas del viaje apostólico de Juan Pablo II a Toronto, Ciudad de México y Ciudad de Guatemala.
1. EL SENTIDO DE LA CANONIZACIÓN Es el acto solemne con el cual el Romano Pontífice, en virtud de la suprema autoridad que tiene la Iglesia, inscribe en la lista de los santos a un Siervo de Dios anteriormente declarado Beato, autorizando, con un precepto con juicio definitivo y según una sentencia infalible, el culto público y universal en la comunidad cristiana. Si durante su vida un católico ha vivido las virtudes de la fe, esperanza y caridad de manera muy fuerte y clara, podríamos decir heroica, la Iglesia permite que sea considerado Siervo de Dios. Posteriormente, es declarado Beato, para lo cual es necesario que se realice un proceso informativo que podríamos resumir en dos periodos: 1. La "Fase diocesana": a. Se promueve, un tiempo después de su muerte, la investigación sobre su vida, su obra, sus escritos, etc. El Obispo local es el primer responsable de investigar sobre la vida, virtudes, fama de santidad, posibles milagros, o martirio, de quien eventualmente será declarado Beato. b. El Obispo debe enviar a la Congregación para las causas de los Santos un breve informe sobre la vida del Siervo de Dios y sobre la importancia de dicha Causa para el bien espiritual del pueblo de Dios. Una vez logrado el "nihil obstat" el Obispo empieza al interrogatorio y a la escucha de los testigos. Terminada la instrucción, las Actas se trasmiten a Roma, a la Congregación para las Causa de los Santos, donde comienza el segundo periodo. 2. La "Fase romana": a. Todo el proceso está sometido a una cuidadosa investigación con una metodología jurídica y rigurosamente científica. b. Tras todas las laboriosas pesquisas y debates sobre las virtudes del Siervo de Dios, la Iglesia exige, antes que proceder a su Beatificación o Canonización, un signo divino de confirmación que debe ser un milagro físico: integran la comisión médica, formada para el estudio de los milagros, profesionales, católicos y no creyentes, a quienes corresponde dar su juicio acerca de lo acontecido, pudiendo llegar a la conclusión que se trata de un hecho que no tiene una explicación científica. c. Hay que notar que un proceso tan serio está garantizado según normas jurídicas, procesos investigativos igualmente serios, realizado todo ello con la ayuda de la Iglesia Particular y bajo la supervisión y responsabilidad de la Congregación para la Causa de los Santos. d. Según las normas de la Iglesia, si después de su beatificación el Siervo de Dios ha realizado otro milagro probado y definitivo, su canonización ocurre luego de la consulta a tres Consistorios (secreto público y semi público), lo que da lugar a que el Papa firme una carta decretal con la declaración apostólica de dicha canonización. Con esto, el nuevo santo aparece como MODELO DE VIRTUDES para la IGLESIA UNIVERSAL. En el libro IV -Titulo IV (cfr. Cc 1186-1190) -del Código de Derecho Canónico se recoge el fundamento doctrinal del culto de la Virgen María y de los Santos (cfr. SC 103-104 y LG 66-67; Exhortaciones apostólicas Signum mágnum de 13.5.1967 y Marialis cultus de 2.2.1974). Can. 1186: "Con el fin de promover la santificación de pueblo de Dios, la Iglesia recomienda a la peculiar y filial veneración de los fieles la Bienaventurada siempre Virgen María, Madre de Dios a quien Cristo constituyó Madre de todos los hombres; asimismo promueve el culto verdadero y auténtico de los demás santos con cuyo ejemplo se edifican los fieles y con cuya intercesión son protegidos". Can. 1187: "Sólo es lícito venerar con culto público a aquellos siervos de Dios que hayan sido incluidos por la autoridad de la Iglesia en el catálogo de los Santos o de los Beatos". La veneración con culto público (cfr. Can 834 &2) sólo puede realizarse a los Santos o Beatos. En otros casos cabe la veneración privada. En los últimos decretos de canonización y de beatificación se establece que a los santos canonizados se les venera con culto público en la Iglesia universal; a los beatos sólo en la forma y en los lugares establecidos por el derecho. Ordinariamente, la canonización tiene lugar en la Basílica de San Pedro si bien en casos excepcionales, el Papa la ha realizado fuera de Roma.
EL PAPA MEJORA DE LA ARTROSIS EN LA RODILLA DERECHA El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls anunció el sábado que el Pontífice no realizaría la programada visita pastoral a la parroquia romana de San Gelasio I Papa, debido al dolor que padece en la rodilla derecha a causa de la artrosis. No obstante , Navarro Valls aseguró que el Santo Padre había experimentado una mejoría desde el domingo anterior. En su lugar el Vicario para la diócesis de Roma realizó la visita a la parroquia y leyó en nombre del Santo Padre la homilía.
CRISTIANOS Y MUSULMANES CONDENAN EL EXTREMISMO RELIGIOSO La Santa Sede y el centro de estudios de la mezquita de Al Azhar han condenado en un comunicado conjunto, el extremismo religioso por considerarlo contrario al cristianismo y al islamismo, y se han comprometido a sensibilizar a la opinión pública para promover el rechazo del extremismo. En su encuentro anual, los representantes del Comité para el Diálogo del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y del Comité Permanente de Al-Azhar para el Diálogo con las religiones Monoteístas analizaron el extremismo religioso y sus efectos en la humanidad. Las delegaciones, encabezadas por el cardenal Francis Arinze y el jeque Fawzi Fadel Zafzaf señalaron además que el extremismo religioso puede ser sincero en sus intenciones "pero tiende a considerarse como único poseedor de la verdad y manifiesta intolerancia hacia todos los que no estén de acuerdo con él. No acepta a los demás ni sus diferencias, tienden a violar los derechos de los otros y a usar o sostener la violencia". Aunque las dos delegaciones consideraron el diálogo como algo útil siempre que se garanticen las condiciones que desemboquen en resultados positivos, ambas coincidieron en que el dialogo en solitario no es suficiente para superar el extremismo. "Es necesario prestar mayor atención a los aspectos fundamentales de la sociedad, como la vida familiar, la educación, el desarrollo social, la influencia de los medios de comunicación, la promoción de la justicia y de la solidaridad en cada país y a nivel internacional.
PRIMERA MEDITACIÓN DE CUARESMA El viernes por la mañana el Pontífice asistió a la primera de las 4 meditaciones de la Cuaresma, a cargo del Padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, que se centró en el tema general: Volver a empezar desde Cristo, extraído de la Carta apostólica Novo millenio ineunte. "El rostro es la parte más espiritual del cuerpo humano, el lugar donde más claramente se manifiesta el interior de una persona y sus sentimientos. Aplicado a Dios, que es invisible, el rostro indica la presencia viva de Yahvé, con todo lo que comporta en cuestión de seguridad, luz y bienaventuranza. El rostro es la mirada de Dios que como un sol difunde la luz a su alrededor". Con estas palabras, en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico, el padre Cantalamessa introdujo la meditación de la primera predicación de Cuaresma. Aplicado a Cristo rostro, indica todo lo anterior, pero con un rostro real visible, un rostro de hombre. La invitación de Juan Pablo II a contemplar el rostro de Cristo es por lo tanto, más actual que nunca. En nuestros días la afirmación de la plena humanidad de Cristo se plantea en un nuevo terreno porque la cultura actual presenta un nuevo reto al hombre sobre la fe. "Contrariamente a lo que ha sucedido en el pasado, subrayó el predicador, afirmar la plena humanidad de Cristo hoy es redundar en el mismo asunto, porque hay una carrera general para reconocer en él todas las debilidades humanas. Ante esta realidad debemos releer el dato bíblico con nuevos ojos, porque en caso contrario el dogma de la verdadera humanidad de Cristo puede producir el efecto contrario al que fue establecido. De hecho las páginas del Evangelio afirman que Jesús es un hombre verdadero, en cuanto es el hombre nuevo, la imagen perfecta del Padre". "No podemos pensar que por el hecho de compartir nuestras debilidades, Jesús participase en nuestras culpas. Él asumió la condición de esclavo, pero sin la contaminación del pecado; de esta forma enriqueció al hombre, pero no disminuyó Dios". En esta perspectiva -añadió el padre Cantalemessa- el dogma de Cristo verdadero se convierte en una medida ideal de juicio para el hombre de hoy porque Él no es el hombre que se parece a todos los demás, sino el Hombre al que deben parecerse todos los demás". El tiempo de Cuaresma es -dijo por último el predicador- un momento propicio para parecernos más a Cristo, una labor de restauración interna, del corazón. Este viaje de conversión nos debe impulsar a abrir la puerta a Cristo, no para dejarle entrar, sino para dejarle salir del lugar angosto al que ha sido confinado, de forma que pueda iluminar con su Gracia cada aspecto de nuestra existencia".
PLENARIA DEL CONSEJO PONTIFICIO PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES El lunes comenzó en el Vaticano, la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales. La Asamblea dio inicio con una concelebración eucarística, presidida por el cardenal Roger Etchegaray en la capilla de los protomártires romanos del colegio teutónico en el Vaticano. Un día después intervino en la Plenaria, mons. John Foley presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones sociales, que hablando en una reunión organizada sobre la RIIAL (la Red Informática Internacional en América Latina) en el palacio san Carlo, dijo que en este momento que se prepara el primer congreso sobre "Iglesia e Informática" al servicio de todo el continente americano, vemos aparecer en un mismo año tres documentos del Magisterio que sin duda serán una magnífica guía para la labor a desarrollar: se trata del Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales y de los dos documentos que el mismo dicasterio de las comunicaciones sociales publicaron el jueves y cuyos títulos son: "Ética en Internet" e "Iglesia e Internet". Mons. Foley subrayó que el Papa lanza una valiente convocatoria a entrar sin temores en el mundo de la informática. Superando la perplejidad de algunos y la indiferencia de otros, el Santo Padre señala un nuevo campo de misión que no se puede ignorar. Los textos del magisterio de la Iglesia a que aludía mons. Foley reconocen la novedad del medio informático, de ahí la necesidad de "información y formación" sobre sus características propias. "La sensibilidad social de los documentos, dijo finalmente el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales- invita a la Iglesia a trabajar activamente para evitar la "brecha digital", es decir, el abismo entre los llamados "info-pobres e info-ricos". La invitación a la solidaridad, al respeto de la dignidad de la persona y la comunidad, es un eje sobre el cual, se apoya una verdadera acción humanizadora de la tecnología.
INTERNET: 2 DOCUMENTOS DEL CONSEJO PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES El jueves fueron presentados en la Sala de prensa de la Santa Sede, dos documentos del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales sobre Internet. mons. John Patrick Foley, y mons. Pierfranco Pastore, presidente y secretario respectivamente del Consejo Pontificio presentaron respectivamente los documentos "Ética en Internet" y "La Iglesia e Internet", que trata la forma en que la misma Iglesia puede usar Internet en su propia misión. La presentación del primer documento, estuvo a cargo de mons. Foley que justificó la brevedad de su intervención a causa de la posterior videoconferencia trámite Internet en conexión con los cinco continentes, de los miembros y consultores de la Congregación para el Clero. El documento, según manifestó el presidente del dicasterio vaticano, observa que los principios básicos para Internet son los mismos que para las demás formas de comunicación: "la persona humana y la comunidad son el fin y la medida del uso de los medios de comunicación social". Citando la instrucción pastoral "Communio et Progressio", publicada hace 30 años, mons. Foley recordó que Internet al igual que "los medios de comunicación de masas tienen la capacidad de hacer que los hombres, en cualquier rincón de la tierra participen de los graves problemas y de las dificultades que afligen al individuo y a toda la sociedad". Entre los problemas el prelado citó cuestiones éticas sobre "la privacidad, la seguridad y la confidencialidad de los datos, el derecho de autor y la propiedad intelectual, la pornografía, los portales que incitan al odio, la difusión de cotilleos y de difamaciones disfrazadas de noticias". A pesar de todo ello mons. Foley subrayó que el documento no refleja que Internet sea sólo una fuente de problemas, sino todo lo contrario, una fuente de beneficios para el género humano, que el prelado resumió con estas palabras: "Internet es una oportunidad, un reto, no una amenaza". El segundo documento: "La Iglesia e Internet", fue presentado por el secretario del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, mons. Pierfranco Pastore. El prelado, que se centró en tres breves consideraciones, resumió su intervención resaltando la importancia de que "las personas, a todos los niveles eclesiales, usen Internet de forma creativa para cumplir sus propias responsabilidades y desarrollar la propia acción de Iglesia. El rechazo por miedo a la tecnología o por otro motivo no es aceptable, sobre todo en consideración de las numerosas posibilidades positivas que ofrece Internet".
ARZOBISPO MARTINO: LA CLONACION HUMANA ES INACEPTABLE La Santa Sede "respalda una prohibición general y en todo el mundo de la clonación humana, sin distinción de las técnicas usadas ni de los propósitos que se persiguen". Esta fue la afirmación del arzobispo Renato Martino, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, durante su intervención el 26 de febrero en Nueva York (Estados Unidos), ante el Comité para un TratadoInternacional contra la Clonación Reproductiva de los Seres Humanos. El arzobispo explicó que la posición de la Santa Sede se basa en el "análisis biológico del proceso de clonación y en la reflexión antropológica, social, ética y legal sobre las implicaciones negativas de la clonación humana en la vida, la dignidad y los derechos de los seres humanos". La Santa Sede considera además "inaceptable" la distinción entre clonación reproductiva y terapéutica (o experimental). El arzobispo Martino recordó, sin embargo, que la prohibición de la clonación no es extensiva a las siguientes técnicas:
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO
III DE CUARESMA (A): 03.03.02 San Agustín, al comentar el pasaje evangélico de este domingo, afirmaba: "Iam incipiunt mysteria". "Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo". "Ya empiezan los misterios. No se fatiga sin razón Jesús" (Tract. in Io., XV,6). Estad atentos cuantos no seáis insensibles al amor. Dijo Jesús a la Samaritana: "Dame de beber". Porque Jesús tenía sed en aquella ocasión. No, no adelantemos los acontecimientos. Ya se que hay otra sed más importante. Y que Jesús la tiene. Mas, ésta de ahora es una sed material y fisiológica. Había caminado durante largo rato. Era alrededor del mediodía y debían ser los comienzos del verano. Llegó al Pozo de Jacob polvoriento y sudoroso. Es claro que estaba sediento. También en otra ocasión manifestó Jesús su sed, una sed ardiente producida por los sufrimientos y la fiebre. Nos lo cuenta Juan al narrarnos su Pasión. Me dirás: En todo esto no hay misterio alguno; todo es bien natural y corriente. ¿Dónde están los misterios?... Espera un momento. San Juan ha escrito en su Carta: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero, y nos envió a su Hijo, como propiciación por nuestros pecados" (I Jn 4,10). Y San Pablo nos dice hoy: "La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nuestros pecados"(Rom 5,8). Ahora lo puedes entender... ¿Por qué tenía que padecer sed? ¿Por qué Jesús había de cansarse? ¿Qué necesidad tenía de meterse por los caminos del mundo? ¿Qué provecho se le seguía de vivir entre nosotros, experimentar nuestras fatigas, pasar hambre y sed, cansancio? ¿Qué buscaba el Señor con todo eso...? ¿Lo entiendes ya? ¿Ves por qué te decía que todo eso es un misterio de amor? Ahora, ya es necesario recordar que, a más de esa sed material, hay otra sed mucho más ardiente en Jesucristo. Atendamos a las lecturas de este día. El pueblo de Israel, en el desierto, rebelde contra Moisés y cansado, protesta porque está sediento; llega incluso a tentar a Dios. El Señor condescendió. A pesar de todo, respondió a la demanda de su pueblo. Hizo brotar de la roca un torrente de agua para que todos bebieran. El pueblo pide, y Dios responde. En el caso de la Samaritana es todo lo contrario; Jesús pide y ella se niega a darle en virtud de razones incluso religiosas. He aquí el contraste: el pueblo pide, pides tú, pido yo; y Dios nos da. Pide Jesús; te niegas tú, me niego yo. Otra vez nos encontramos con el misterio. Es aquí donde hay que situar la razón profunda por la que Jesús se cansa, tiene sed y se fatiga entre nosotros. Precisamente cuando éramos pecadores, cuando nada esperaba de nosotros, ni había en nosotros cosa amable, es cuando se entrega con el deseo ardiente de hacernos bien. Este es precisamente el amor. Es ésta y no otra la sed misteriosa de Jesucristo. La Samaritana nos recuerda nuestra situación personal. Andaba un tanto olvidada de Dios, pero seguía hambrienta de amor y de placer... ¡Pobre mujer! Hambrienta de amor, hastiada de placer, desengañada en su propia experiencia de lo que el mundo da de sí. Le dice Jesús: "Si conocieras el don de Dios...". Lo peor de todo es la ignorancia. El no conocer el camino verdadero, la única salida del problema. Empeñarse en creer que el amor puramente humano puede saciar la sed del corazón. El camino es otro. El único camino es el amor de Dios. Aquel amor con el que Él mismo nos ama y pone, con su Espíritu, en nuestro corazón. El amor de caridad, que es dar y darse por entero, sin esperar nada a cambio, como Cristo se dio. Abramos nuestro corazón. Si se lo pedimos, el Señor nos llenará de ese agua viva que se transformará en nuestro interior en una fuente que salta hasta la vida eterna, enseñándonos a vivir en el mismo amor de Cristo, que nos mueve s entregarnos por entero a los hermanos y testimoniando de palabra y obra la verdad que creemos y da sentido y esperanza a nuestra existencia cristiana.
MENSAJE PARA EL DÍA DE HISPANOAMÉRICA EN LAS DIÓCESIS ESPAÑOLAS La Presidencia de la Comisión Pontificia para América Latina ha escrito un mensaje con motivo del Día de Hispanoamérica, que se celebra el domingo, 3 de marzo, en las diócesis españolas. Un mensaje en el que se evoca la identidad cultural profundamente sellada por el Evangelio de las tierras de Iberoamérica, "que recibieron la luz de Cristo hace ya más de cinco siglos y que acogen ahora cerca de la mitad del orbe católico. Se trata de una Iglesia viva y llena de dinamismo evangelizador que se siente profundamente vinculada a la Iglesia de España. Esta comunión se ha venido enriqueciendo aún más durante los últimos años, gracias a la ingente labor evangelizadora de tantos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos españoles que han venido manteniendo vivo el empuje misionero y el espíritu de solidaridad. Sin embargo, al comenzar el tercer milenio, no son pocos los desafíos que se presentan en España y que hay que afrontar juntos. Y entre esos desafíos se encuentra la presencia cada vez mayor de millares de inmigrantes hispanoamericanos, en busca de un porvenir mejor, movidos por la falta de oportunidades laborales, o huyendo de situaciones de violencia o de la indigencia producida por desastres naturales. Un número considerable de ellos emigra hacia España, atraídos por los sólidos vínculos históricos, culturales y religiosos que unen los pueblos americanos con la nación española, donde encuentran una misma lengua, una misma mentalidad, una misma tradición católica. Esta creciente inmigración reclama una acción pastoral generosa y decidida. La Iglesia ciertamente sensible al nuevo fenómeno señala que la hospitalidad y acogidas cristianas para con los inmigrantes han de ir acompañadas por la atención espiritual y sacramental, de modo que se vean cada vez más integrados en las Iglesias locales en las que se encuentran y participen en la vida eclesial de la diócesis. La presencia de los inmigrantes hispanoamericanos en tierras españolas, dice el mensaje de la Comisión Pontificia para América Latina- ha de ser asumida con verdadero espíritu evangelizador. Los católicos hispanoamericanos que llegan a España traen consigo ese invalorable patrimonio espiritual y ese tesoro de religiosidad popular que marca tan hondamente su identidad o fisonomía y que ha de ser no sólo respetado sino también visto como una verdadera riqueza, la cual puede resultar para los españoles testimonio y estímulo en orden a vivir la propia vida cristiana. Se trata del vigor y entusiasmo de una fe a veces perdida en Europa y que podrían constituir incluso fuente de vocaciones. De ese modo, mediante el mutuo intercambio de dones, la vida cristiana se verá enriquecida.
EL BEATO HERMANO PEDRO: PRIMER SANTO CENTROAMERICANO La Nunciatura Apostólica en Guatemala y la Conferencia Episcopal guatemalteca publicaban esta semana un comunicado conjunto en el que invitaban a todos a manifestar el gozo de las noticias de la canonización del beato Pedro de San José de Betancur y la visita del Papa para canonizar al primer santo centroamericano, mediante el signo del repique jubiloso de las campanas de todas las iglesias a las 6 de la tarde del 26 de febrero. COMUNICADO CONJUNTO "La expresión y los mejores frutos de la identidad cristiana de América son sus santos. Sabemos que en ellos se ha realizado un encuentro con Jesucristo vivo en modo profundo y comprometido, que los ha impulsado a construir el Reino de Dios y a hacer de él el sentido y el alma de toda vida personal y comunitaria". Estas son palabras de Juan Pablo II en su visita a México en el año de 1996. En aquella ocasión el Papa recordaba que desde el Siglo XVI hubo en América Santos como Rosa de Lima, Toribio de Mogrovejo, Martín de Porres, el Beato indígena Juan Diego... En nuestro caso Centroamericano el Hermano Pedro de San José Betancur, que vivió en el Siglo XVII, será el primer santo de la región. Es necesario destacar un aspecto muy importante de nuestro Hermano Pedro: era un laico que encontró el camino de la santidad en el amor solidario a los más necesitados: indígenas, españoles empobrecidos, convalecientes de hospitales, etc., en un siglo en el que, como en el nuestro, se hacía necesaria la misericordia, la compasión, la justicia y el saber ver a Cristo en el hermano más pequeño. Todo ello ocurría en las jóvenes colonias del Nuevo Mundo: gracias al Hermano Pedro es posible decir que apenas a un centenar de años de fe cristiana ya existían frutos de santidad en nuestra tierra. El Hermano Pedro dejó una profunda huella en el corazón y la vida de los guatemaltecos desde la Colonia hasta nuestros días, a pesar de que viviera, entre nosotros, únicamente 18 años. "Fue un hombre que materialmente no traía nada y no quería nada, pero que desde su fe hizo suyos el dolor y el sufrimiento, la miseria y la ignorancia de los demás" (Cardenal Mario Casariego, Carta Pastoral en la Beatificación del Hermano Pedro, 22 de junio de 1980). VISITA DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II PARA CANONIZAR AL HERMANO PEDRO: Juan Pablo II nos decía al comenzar el Tercer Milenio: "Doy gracias a Dios que me ha concedido beatificar y canonizar durante estos años a tantos cristianos y entre ellos a muchos laicos que se han santificado en las circunstancias más ordinarias de su vida". (NMI 7). Sin duda que este motivo es el más profundo en el corazón del Santo Padre cuando visite Guatemala por tercera vez: el vendrá a confirmarnos en la fe (Lc 22, 32), aquella fe que ya vibra dentro de cada uno de nosotros: Sí es posible encontrar a Jesucristo vivo, renovar nuestra vida en Él, construir el Reino de Dios y testimoniar en el mundo el sublime nombre del Hijo de Dios. En pocas palabras, la visita del Papa es estrictamente pastoral: como Vicario de Jesucristo y Pastor de la Iglesia Universal vendrá a impulsar nuestra fe al señalar que en medio de nosotros hubo un hombre, testigo de la luz y del amor, llamado Pedro de San José Betancur, cuya obra perdura hasta nuestros días como fuente de inspiración para vivir el más grande de los carismas del Espíritu que es la Caridad. Misión del sucesor del Apóstol Pedro en Guatemala, será la de promover la unidad de los cristianos y tocar cada uno de los corazones de los hombres y mujeres de buena voluntad de esta tierra, para que como el Hermano Pedro recuerden la sentencia del Señor: "Lo que hiciste a uno de los más pequeños a mí me los hiciste" (Mt 25, 44ss). ¡PREPARÉMONOS A LA CANONIZACIÓN DEL HERMANO PEDRO Y A LA TERCERA. VISITA DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II!: Todos los guatemaltecos y guatemaltecas estamos llamados a vivir intensamente estos dos acontecimientos. Es una gran oportunidad para volver nuestros ojos hacia un auténtico modelo de humanidad y de fe, válido para la conciencia, más allá de cualquier credo o condición social. La Iglesia Católica, en una actitud fraterna, a todos propone: 1. Ponernos en la presencia de Dios, renovando la escucha y meditación de su Palabra, la vida sacramental y la vivencia de la caridad. Que cada uno, ante el Señor, examine su conciencia y sienta en sí mismo el llamado a la conversión y a la santidad. 2. Fortalecer nuestro compromiso de fe en la propia comunidad cristiana, eliminando en nosotros, como nos pidiera el Santo Padre desde su lera. Visita, el divorcio entre fe y vida en el que muchas veces incurrimos. (cfr. Discurso del Papa Juan Pablo II en el Campo Marte, 7 de marzo de 1983). 3. Testimoniar nuestra identidad cristiana en todos los ambientes sociales, de estudio, de trabajo, de familia etc., con el fin de transformarlos. El Hermano Pedro supo hacerse todo con todos a fin de llevar a todos a Cristo. (cfr. Juan Pablo II, Beatificación del Hermano Pedro, 22 de junio de 1980). |