AUDIENCIA:
EL PAPA AGRADECE LAS ORACIONES POR SU RESTABLECIMIENTO
La catequesis
del miércoles se desarrolló en dos momentos. El primero
de ellos en el Aula Pablo VI, sin la presencia del Papa, donde fue leída
la catequesis preparada por el Pontífice, con los resúmenes
en las diversas lenguas, y la segunda en la Plaza de San Pedro donde
el Santo Padre, desde la ventana, bendijo a los presentes.
El Salmo
elegido por el Santo Padre para este miércoles correspondió
a los Laudes del martes de la segunda semana. El salmo 64 es como un
himno que nos fascina en su última parte cuando nos presenta
una escena primaveral, llena de frescura, esmaltada de colores y atravesada
por voces de alegría. Pero lo primero que nos ofrece este Salmo
es el tema histórico del perdón de los pecados y de la
acogida por parte de Dios. Acto seguido aparece el tema cósmico
de la acción de Dios sobre los mares y los montes, describiendo
al final la primavera, con el renacer de las cosas a la vida.
En el asolado
y árido panorama del cercano Oriente, la lluvia fecundadora es
expresión de la fidelidad al Señor hacia la creación.
La Biblia nos presenta a la creación como sede de la humanidad
y al pecado como un atentado contra el orden y la perfección
del mundo. Por lo tanto la conversión y el perdón recibido
devuelven la integridad y la armonía al cosmos. La primera parte
del Salmo se realiza en el templo de Sión. Allí, los fieles,
perdonados de sus pecados, se sienten huéspedes del Altísimo,
cercanos a él, dispuestos a ser admitidos a su mesa y a participar
en la fiesta de la intimidad divina.
Dentro
de la celebración indicada por el Salmo, el Papa hace notar cómo
Dios Creador es capaz de dominar y hacer callar el tumulto de las aguas
marinas, que en la Biblia son el símbolo del caos, opuesto al
orden de la creación. La conclusión a que lleva el Salmo
es que aquel Dios que borra el caos y el mal del mundo y de la historia,
puede vencer y perdonar la maldad y el pecado que el orante lleva dentro
de sí y que presenta en el templo con la certeza de la purificación
divina. Es aquí donde entran en juego las otras aguas, las de
la vida y la fecundidad, que en primavera riegan la tierra e idealmente
prefiguran la nueva vida del fiel perdonado.
Todas las
criaturas, como en una procesión, se dirigen a su Creador y Soberano,
danzando y cantando, alabando y orando. Contemplación teológica
y abandono poético se funden en esta expresión lírica
convirtiéndose en adoración y alabanza. El encuentro más
intenso indicado por el salmista es el que une a la creación
con la redención. Como la tierra en primavera resurge por la
acción del Creador, así el hombre resurge de su pecado
por la acción del Redentor. De esta manera el Salmo se convierte
en un canto a la gracia divina.
RESUMEN
DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL
Queridos
hermanos y hermanas:
El Salmo
que hemos escuchado presenta el tema del perdón de los pecados
y la acogida de Dios. Para la Biblia, la creación es como la
casa de la humanidad y el pecado es un atentado al orden y perfección
del mundo. Por eso la conversión y el perdón devuelven
la integridad y armonía al cosmos.
Dios,
que quita el caos y el mal del mundo, puede vencer y perdonar la maldad
y el pecado, que el creyente tiene en su interior y presenta en el templo
confiado en la purificación divina. Todas las criaturas se dirigen
a su Creador bailando y cantando, alabando y rezando. Una vez más
la naturaleza es signo elocuente de la acción divina. Contemplación
teológica y expresión poética convergen y se convierten
en adoración y alabanza. Pero el encuentro más intenso
es el que une creación y redención.
Saludo
con afecto a los visitantes de lengua española, en particular
a los peregrinos de Madrid y de diversos Países latinoamericanos.
Que nuestro respeto y amor a la creación se transforme en un
canto de agradecimiento y alabanza a Dios.
*
* * * * * * *
Terminados
los saludos en las diversas lenguas el Santo Padre, como de costumbre,
ha dirigido unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos
y a los recién casados. A los jóvenes les ha exhortado
a seguir el itinerario penitencial hacia la Pascua con generosa disponibilidad
a los designios del Señor.
Ha invitado
a los enfermos a poner a los pies de la Cruz de Cristo sus sufrimientos,
que es don de salvación para el mundo. Y a los recién
casados les ha exhortado a acoger con gran disponibilidad la gracia
del Espíritu Santo para proseguir siempre por el sendero de la
auténtica comunión.
Los participantes
en la Audiencia General, terminada la catequesis, confluyeron en la
Plaza de San Pedro para recibir la Bendición Apostólica.
Juan Pablo II desde la ventana de su despacho que se asoma sobre la
Plaza, saludó a los presentes en italiano, agradeciendo su presencia
y las oraciones por su rápido restablecimiento con estas palabras:
"Gracias por vuestra visita y por las oraciones que habéis
elevado al Señor por mi rápida curación. Hemos
meditado juntos la Palabra de Dios tomada del Salmo 64, que nos invita
a no detenernos en lo que el mundo promete, sino a considerar más
bien lo que promete el Creador del mundo. Con estos sentimientos os
exhorto a confiar siempre en la Providencia divina, fuente de paz y
de serenidad. Sigamos recorriendo el itinerario cuaresmal, con la mirada
dirigida a Cristo, a quien podemos encontrar en la intimidad de la oración".
Al final
de estas palabras, el Pontífice entonó el Padre nuestro
en latín, al final del cual impartió a los presentes la
Bendición Apostólica.
NUEVA
EVANGELIZACIÓN, REMEDIO PARA LOS MALES QUE PADECE ARGENTINA
Juan Pablo
II concelebró el martes la santa Misa en su capilla privada con
los obispos argentinos pertenecientes al segundo grupo de prelados de
este país que realizan su quinquenal visita ad limina. En días
anteriores el Obispo de Roma los recibió uno a uno y al final
de la visita les entregó un discurso colectivo.
"En
vuestra peregrinación a las tumbas de los Santos Apóstoles
Pedro y Pablo habéis encontrado un nuevo dinamismo para proseguir
en vuestra misión episcopal, siendo conscientes de que Cristo
no abandona nunca a su Iglesia", dice el Papa, que recuerda que
la celebración, aún reciente, del Gran Jubileo ha de traducirse
en fervientes propósitos y en líneas de acción
concreta.
A este
respecto, el Pontífice aprecia el esmero puesto por llevar a
la práctica las orientaciones dadas en la Carta apostólica
Tertio millennio adveniente para la preparación y celebración
del Gran Jubileo que en Argentina, se fraguó en el Encuentro
Eucarístico Nacional del año 2000, que incluyó
un serio examen de conciencia favoreciendo el espíritu de reconciliación.
Así mismo se ha llevado a cabo una amplia y capilar consulta
a las distintas Iglesias particulares y a diversas comunidades cristianas
con vistas a actualizar las Líneas pastorales para la Nueva Evangelización
aprobadas en 1990. Todo ello, completado con la acogida y reflexión
basada en la Carta apostólica Novo millennio ineunte.
El Papa
alienta a los obispos argentinos en sus opciones por afrontar de manera
eficaz la nueva evangelización, como son la perseverancia creativa
de las cotidianas acciones de la pastoral ordinaria, la acogida cordial
y la renovación en santidad por parte de las comunidades parroquiales,
todo ello unido a la sólida formación cristiana que favorezca
el compromiso misionero de los laicos.
"No
dudéis nunca, en poner todo vuestro celo y empeño pastorales
en los trabajos de la nueva evangelización, -recuerda Juan Pablo
II- con la íntima convicción de que iluminará la
acción de los laicos cristianos y podrá ser remedio eficaz
y duradero para los duros y graves males que actualmente padecen muchos
habitantes de vuestra Nación".
El Santo
Padre exhorta a los pastores argentinos que en su acción pastoral
cuenten siempre con la ayuda de los sacerdotes y aseguren el fructuoso
ejercicio del ministerio sacerdotal. "El sacerdote -escribe el
Papa-, antes de nada, es hombre de Dios y, por eso, nunca puede descuidar
su vida espiritual. Y siendo la suya una misión exigente, corresponde
a los Obispos, ayudarles, acompañarles y seguirles, preocupándose
de las necesidades de su vida y proporcionándoles los medios
materiales, espirituales y formativos para vivir con gozo y dignidad
su ministerio.
Luego
el Papa habla de la "vida parroquial" y dice que "entre
las numerosas actividades que desarrolla una parroquia ninguna es tan
vital o formativa para la comunidad como la celebración dominical
del día del Señor y su Eucaristía". Por esa
razón el Concilio Vaticano II recomienda que "los párrocos
han de procurar que la celebración de la Eucaristía sea
el centro y la cumbre de toda la vida de la comunidad cristiana".
Se debe incrementar una acción pastoral que favorezca una participación
más asidua de los fieles en la Eucaristía dominical, la
cual ha de ser vivida no sólo como un precepto sino como una
exigencia inscrita profundamente en la existencia cristiana.
Otro campo
de la acción pastoral que requiere la atención del Papa
es el de la promoción y defensa de la institución familiar,
hoy tan atacada desde diversos frentes con múltiples y sutiles
argumentos. Asistimos -señala el Santo Padre- a una corriente,
muy difundida en algunas partes, que tiende a debilitar su verdadera
naturaleza. Los mismos fieles católicos, en ocasiones, por variados
motivos, no recurren al Sacramento del matrimonio para dar comienzo
a su unión en el amor.
Conocedor
del empeño de los prelados en defender y promover la institución
familiar, el Papa afirma que "la extensión de la crisis
del matrimonio y de la familia no ha de llevar al abatimiento o a la
dejadez, al contrario, nos ha de impulsar a proclamar, con firmeza pastoral,
como un auténtico servicio a la familia y a la sociedad, la verdad
sobre el matrimonio y la familia establecida por Dios.
El Santo
Padre pide a sus hermanos en el episcopado que acompañen a las
familias y promuevan en sus diócesis los movimientos y asociaciones
de espiritualidad matrimonial; "despertad su celo apostólico
-dice- para que hagan propia la tarea de la nueva evangelización,
abran sus puertas a quienes viven en situaciones difíciles, y
den testimonio de la gran dignidad de un amor desinteresado e incondicional.
Finalmente
el Papa dice tener presentes a los jóvenes argentinos, llamados
a ser "centinelas de la aurora" de este nuevo milenio, esperanza
de la Iglesia y de la Nación; a los pobres y necesitados, que
han de seguir siendo objeto de los desvelos y atenciones de los prelados;
a los profesionales de los diversos campos de la actividad humana, que
han de ser los constructores de la Patria y de la sociedad renovada
en estos momentos difíciles para nación a causa de la
crisis económica; a los enfermos y a los ancianos; a los sacerdotes
y demás consagrados, testigos de lo trascendente, en un mundo
en el que todo cambia y parece arduo.
IMPORTANCIA
DE LA TUTELA Y PROMOCIÓN HUMANA Y RELIGIOSA DE LAS MUJERES
En el día
dedicado a la mujer, Juan Pablo II destacó la importancia de
la "tutela y promoción humana y religiosa de las mujeres"
y expresó su cercanía espiritual a todas aquellas que
están en dificultades, al recibir a una delegación del
Movimiento "Tra Noi".
Juan Pablo
II expresó "en este día, dedicado de forma especial
a la mujer", su "cercanía espiritual a las mujeres
en dificultad, con el anhelo de que tengan siempre a su lado a personas
dispuestas a sostenerlas, para que puedan realizar plenamente sus legítimas
aspiraciones". El Papa, recibiendo el viernes a una delegación
del Movimiento "Tra noi" - 'Entre Nosotros' - puso de relieve
cómo este Movimiento, fundado hace cincuenta años por
Don Sebastiano Plutino, "dedica, desde sus comienzos, todas sus
energías" a la "tutela y promoción humana y
religiosa de la mujer". Y ha señalado que el encuentro del
viernes había tenido lugar "de forma providencial",
precisamente en la fecha del 8 de marzo.
El fundador,
Don Sebastiano Plutino que "entregó su vida al servicio
de los más pobres y que falleció recientemente",
fue un discípulo generoso del Beato Don Luis Orione - recordó
el Santo Padre - y se inspiró en el "Pregón de Pío
XII por un Mundo Mejor", de 1952. Pregón en el que el Pontífice
afirmaba que el nuestro "es un mundo que hay que rehacer desde
sus cimientos, que debe ser transformado de salvaje en humano y de humano
en divino".
"Invitación
que este fundador acogió con entusiasmo", señaló
Juan Pablo II, tras recordar que "hace cincuenta años don
Sebastiano Plutino reunió por primera vez, en el movimiento denominado
'Tra Noi', a un nutrido número de empleadas de hogar". Muchas
de las cuales formaban parte de la asociación parroquial romana
de Santa Zita, que había nacido a su vez para ofrecer un clima
familiar y una formación cristiana a jóvenes muchachas
que llegaban a Roma, procedentes de las regiones menos ricas de Italia,
para trabajar precisamente en los humildes y fatigosos quehaceres del
hogar.
El Pontífice
expresó asimismo su satisfacción por la ampliación
del Movimiento 'Tra Noi', que desarrolla su apostolado también
en otras ciudades italianas y en Brasil. Y, tras agradecer al Señor
por los frutos obtenidos, invitó a estos queridos hermanos y
hermanas a mirar confiados hacia las nuevas perspectivas de desarrollo
que se van abriendo. Ante las categorías sociales antiguas y
nuevas, marginadas y en dificultades, que esperan su servicio. Como
por ejemplo, los inmigrados, los ancianos y los jóvenes.
Al difundir
la "espiritualidad de la acogida" - señaló Juan
Pablo II - "podréis ser artífices de una verdadera
fraternidad universal, en la que todo ser humano se sienta acogido,
sin distinción de clase social, religión, cultura y nacionalidad".
En este contexto, el Papa recomendó también, además
"de la acogida material", "una adecuada formación
religiosa". Y puso de relieve la importante labor que desarrolla
este Movimiento en el "proyecto familias" y en el "proyecto
jóvenes".
Asimismo,
el Papa alentó a los miembros de esta asociación a ser
"familia de familias", esmerándose siempre en la salvaguarda
de los "irrenunciables valores humanos y cristianos" que han
marcado toda su historia. Con el fin de "incidir de forma más
eficaz en las estructuras sociales, dando voz al que no la tiene".
Y, "en un mundo en el que brota el riesgo de un individualismo
cerrado en sí mismo", los ha exhortado a ser "punto
de referencia para aquellos que se sienten aislados y en poder de los
eventos".
Juan Pablo
II, subrayando la importancia de "mantener vivo e intensificar
el contacto cotidiano con Dios, escuchando su Palabra, con la ayuda
de la oración y de los sacramentos", "centrándolo
todo en la Eucaristía", reiteró que "para renovar
el mundo y transformarlo de salvaje en humano y de humano en divino"
hay que ser santos, como el Beato Orione, en el que Don Sebastiano Plutino,
se inspiró siempre, traduciendo su amor en elecciones significativas
para la Iglesia y la sociedad.
PEREGRINACIÓN
DE ACCIÓN DE GRACIAS POR EL DON DE LA IGLESIA EN POLONIA
Juan Pablo
II elevó su acción de gracias a Dios, por el don de la
Iglesia en Polonia y por el X aniversario de la reorganización
de las estructuras administrativas eclesiales en este país, al
recibir el sábado en audiencia a 1.200 peregrinos polacos.
En el
X aniversario de la reorganización de las estructuras administrativas
de la Iglesia en Polonia, Juan Pablo II recibió, en el Aula Pablo
VI, a mil doscientos polacos procedentes de distintas diócesis
de este país. Una peregrinación de acción de gracias
a Dios - señaló el Papa - no sólo por este aniversario,
sino también "por el don de la Santa Iglesia en nuestra
patria".
El Pontífice
saludando y agradeciendo a los peregrinos que encontró la mañana
del sábado en un clima de fiesta - encabezados por sus Pastores,
Cardenales, Arzobispos y Obispos - extendió su profunda gratitud
a "toda la comunidad del Pueblo de Dios en Polonia", por la
organización de la nueva estructura administrativa de la Iglesia,
que se instituyó con la bula 'Totus Tuus Poloniae Populus', en
la Solemnidad de la Anunciación del Señor, el 25 de marzo
de 1992.
En virtud
de este documento - explicó Juan Pablo II - "se han instituido
13 diócesis nuevas, estableciendo su pertenencia a las provincias
eclesiásticas correspondientes y fijando sus confines. Se han
producido cambios esenciales en la estructura de las cinco sedes metropolitanas
que ya existían. Y, además, han surgido otras ocho, que
han emprendido con gran impulso su misión".
En un balance
de los esfuerzos cumplidos, el Papa se unió a la gratitud de
estos peregrinos polacos refiriéndose también a los ricos
frutos de esta reorganización, que se reflejan en la belleza
de las nuevas catedrales; en la construcción de seminarios mayores;
de casas para ejercicios espirituales y de centros pastorales. Asimismo,
el Santo Padre señaló, con particular alegría,
el que se haya hecho posible "la plena colaboración de las
diócesis con las comunidades de vida consagrada y el desarrollo
de las pastorales especiales".
"Espero
que esta forma de colaboración ayude a elaborar un programa pastoral
que responda a las exigencias de la nueva Evangelización y los
desafíos de lugar y tiempo", deseó Juan Pablo II,
destacando luego que "hoy es más necesario que nunca dar
testimonio con la propia vida, con impulso y solicitud apostólica".
Recomendando que "es necesaria", una cercanía constante
de los Obispos a sus fieles, y viceversa, el Papa exhortó a "tener
esta tarea como objeto de solicitud, oración y reflexión",
poniendo de relieve también que se trata de "cuestiones
extremamente importantes".
En este
contexto, el Papa exhortó fervientemente a que se aprovechen
plenamente las posibilidades creadas por la nueva organización
administrativa de la Iglesia en Polonia. Y, renovando su exhortación
a "los Obispos de cada una de las sedes metropolitanas a empeñarse
totalmente en una seria reflexión pastoral en el ámbito
de las estructuras eclesiásticas", Juan Pablo II quiso poner
de relieve una vez más que "el objetivo de esta reorganización
es la adaptación plena de la misión de la Iglesia, es
decir de la evangelización, concebida, en sentido integral, a
las condiciones y necesidades de los tiempos en los cuales vivimos y
en los cuales vivirán las generaciones futuras de la patria polaca".
El Santo
Padre extendió su exhortación a toda "la Iglesia
en Polonia" para que elabore un plan de acción pastoral.
Basado, en primer lugar, en el magisterio del Concilio Vaticano II,
enriquecido a su vez por la Iglesia con los documentos que enlazan los
dos milenios. Profundizando en los contenidos del Gran Jubileo del Cristianismo
del Año Dos mil, y volviendo a la reflexión realizada
durante las visitas pastorales que realizó en su patria, así
como a las indicaciones transmitidas a los Obispos polacos durante sus
Visitas ad Limina Apostolorum, en los años 1993 y 1998.
Juan Pablo
II, destacando el impulso del ministerio pastoral de los sacerdotes
que desarrollan su apostolado a menudo en tierras lejanas de su lugar
de nacimiento, subrayó la importancia de que éstos encuentren
apoyo y ayuda espiritual, tanto en sus obispos como en los fieles que
se les ha confiado. Y recomendó a los hermanos obispos una atención
especial en todo lo que se refiere a la "permanente formación
intelectual y espiritual de los sacerdotes". A los mismos obispos
y a todos los fieles polacos, el Papa les ha pedido que rodeen a los
sacerdotes con un "amor exigente, consolando su espíritu
con buenas palabras y sosteniéndolos con fervientes oraciones".
El Santo
Padre finalizó su discurso recordando que "en la segunda
mitad del siglo pasado, los fieles laicos en Polonia dieron numerosas
pruebas de espíritu de sacrificio y de sincero apego a la Iglesia".
Y, rogando a Dios para que "sigan esta buena tradición y
asuman con nuevo empeño las tareas evangélicas, ocupando
en la Iglesia y en la vida social el lugar que les corresponde",
"según su específica vocación y en virtud
de los santos Sacramentos". Qué el ejemplo y aliento de
los Pastores - deseó Juan Pablo II - "impulse el apostolado
de los laicos y renueve la colaboración de los fieles en la formación
de un rostro nuevo de la Iglesia, en el comienzo del tercer milenio
del Cristianismo".
ÁNGELUS:
NO EXISTEN CAMINOS INTERMEDIOS PARA QUIEN ENCUENTRA A JESÚS
La alegría
y la luz son los dos elementos que propone a nuestra consideración
la liturgia del IV Domingo de Cuaresma, llamado tradicionalmente Domingo
"Laetare
". "Alégrate, Jerusalén",
son las palabras con que empieza el canto de entrada. Son palabras del
Profeta Isaías, y con ellas la Iglesia, dijo el Santo Padre en
su alocución anterior a la oración del Ángelus
del domingo, nos invita al gozo cuando nos encontramos a mitad del camino
penitencial de la Cuaresma.
El Evangelio
narra las vicisitudes de un hombre ciego de nacimiento. Jesús,
al verlo, hizo un poco de lodo con su saliva y lo aplicó a sus
ojos diciéndole: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé
(que significa Enviado). Él fue, se lavó y volvió
con vista". El Papa puso de relieve en sus palabras que el ciego
de nacimiento representa al hombre marcado por el pecado, que desea
conocer la verdad sobre sí mismo y sobre su propio destino, pero
que se lo impide un mal congénito. Sólo Jesús puede
sanarlo, pues es "la luz del mundo".
Esta confianza
en Él hace que todo ser humano espiritualmente ciego de nacimiento
tenga la posibilidad de "contemplar la luz" de nuevo, es decir,
de nacer a la vida sobrenatural. Juan Pablo II, junto a la curación
del ciego, destacó la incredulidad de los fariseos, resaltada
por el Evangelio de Juan, quienes no quieren reconocer el milagro, dado
que Jesús lo ha realizado en sábado, violando, a su juicio,
la ley mosaica. De esta manera, afirmó el Papa, emerge una paradoja
que Cristo resume con estas palabras: "Yo he venido a este mundo
para un juicio: para que los que no ven, vean, y los que ven, se queden
ciegos". Juan Pablo II a continuación añadió:
"Para
quien encuentra a Jesús no existen caminos intermedios: o se
reconoce la necesidad de Él y de su luz, o se prescinde de Él.
En este último caso, una misma presunción impide, tanto
al que se considera justo ante Dios como a quien se considera ateo,
abrirse a la conversión auténtica. Nadie, queridos hermanos
y hermanas, cierre su espíritu a Cristo. Él da a quien
le acoge la luz de la fe, luz que es capaz de transformar los corazones
y, por ende, la mentalidad, las situaciones sociales, políticas
y económicas dominadas por el pecado".
El Santo
Padre terminó sus palabras anteriores al rezo mariano del Ángelus,
exhortando a los presentes a estar preparado para profesar humildemente
con el ciego de nacimiento su adhesión a Cristo. Y para que esto
se convierta en una realidad en cada persona, solicitó la intercesión
de la Virgen María, totalmente impregnada del fulgor de la gracia
divina.
DECÁLOGO
DE ASÍS POR LA PAZ
El Santo
Padre Juan Pablo II, al cumplirse un mes del encuentro de Asís,
envió a todos los Jefes de Estado y de Gobierno del mundo una
carta para dar a conocer el "Decálogo de Asís por
la Paz". En la carta, con fecha 24 de febrero de este año,
Su Santidad afirma haber constatado que "los participantes en el
encuentro de Asís estaban más animados que nunca por una
convicción común: la humanidad debe elegir entre el amor
o el odio".
El Decálogo
de Asís comienza manifestando que nos comprometemos en proclamar
nuestra firme convicción en que la violencia y el terrorismo
contrastan con el auténtico espíritu religioso y, al condenar
cualquier recurso a la violencia y a la guerra en nombre de Dios o de
la religión, nos empeñamos a hacer cuanto sea posible
para erradicar las causas del terrorismo.
En los
demás puntos del decálogo, entre otras cosas, se promueve
el diálogo, se defiende el derecho de toda persona humana a vivir
dignamente, se invita al perdón recíproco y a dar voz
a quién no la tiene, etc. El Decálogo finaliza indicando
a los responsables de las naciones para que se esfuercen, tanto a nivel
nacional como internacionalmente, para que se edifique y se consolide,
sobre el fundamento de la justicia, un mundo solidario y de paz.
INTENCIÓN
GENERAL DE ORACIÓN DEL MES DE MARZO
En la Intención
General de Oración del mes de marzo, Juan Pablo II invita a rezar
"Por las Organizaciones y grupos eclesiales dedicados a la acción
social para que testimonien con fuerza y coherencia el Evangelio de
la caridad".
En su Carta
Apostólica Novo Millennio Ineunte al concluir el Gran Jubileo
del Año Dos mil, Juan Pablo II recuerda que "es notorio
el esfuerzo que el Magisterio eclesial ha realizado, sobre todo en el
siglo XX, para interpretar la realidad social a la luz del Evangelio
y ofrecer de modo cada vez más puntual y orgánico su propia
contribución a la solución de la cuestión social,
que ha llegado a ser ya una cuestión planetaria".
Invitando
a "apostar por la caridad", el Santo Padre señala que
partir de la comunión intraeclesial, la "caridad se abre
por su naturaleza al servicio universal, proyectándonos hacia
la práctica de un amor activo y concreto con cada ser humano".
Pues "éste es un ámbito que caracteriza de manera
decisiva la vida cristiana, el estilo eclesial y la programación
pastoral. El siglo y el milenio que comienzan tendrán que ver
todavía, y es de desear que lo vean de modo palpable, a qué
grado de entrega puede llegar la caridad hacia los más pobres.
Si verdaderamente hemos partido de la contemplación de Cristo,
tenemos que saberlo descubrir sobre todo en el rostro de aquellos con
los que él mismo ha querido identificarse: ' He tenido hambre
y me habéis dado de comer, he tenido sed y me habéis dado
que beber; fui forastero y me habéis hospedado; desnudo y me
habéis vestido, enfermo y me habéis visitado, encarcelado
y habéis venido a verme'(Mt 25,35-36).
Esta página
no es una simple invitación a la caridad: es una página
de Cristología, que ilumina el misterio de Cristo. Y sobre esta
página, la Iglesia comprueba su fidelidad como Esposa de Cristo,
no menos que sobre el ámbito de la ortodoxia. No debe olvidarse,
ciertamente, - recomienda Juan Pablo II - "que nadie puede ser
excluido de nuestro amor, desde el momento que 'con la encarnación
el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a cada hombre'". Ateniéndonos
a las indiscutibles palabras del Evangelio - hace hincapié el
Santo Padre - "en la persona de los pobres hay una presencia especial"
de Cristo, que "impone a la Iglesia una opción preferencial
por ellos. Mediante esta opción, se testimonia el estilo del
amor de Dios, su providencia, su misericordia y, de alguna manera, se
siembran todavía en la historia aquellas semillas del Reino de
Dios que Jesús mismo dejó en su vida terrena atendiendo
a cuantos recurrían a Él para toda clase de necesidades
espirituales y materiales".
Tras recordar
que en efecto, "son muchas en nuestro tiempo las necesidades que
interpelan la sensibilidad cristiana", y que "nuestro mundo
empieza el nuevo milenio cargado de las contradicciones de un crecimiento
económico, cultural, tecnológico, que ofrece a pocos afortunados
grandes posibilidades, dejando no sólo a millones y millones
de personas al margen del progreso, sino a vivir en condiciones de vida
muy por debajo del mínimo requerido por la dignidad humana",
el Papa pregunta "¿Cómo es posible que, en nuestro
tiempo, haya todavía quien se muere de hambre; quién está
condenado al analfabetismo; quién carece de la asistencia médica
más elemental; quién no tiene techo donde cobijarse?".
El cristiano,
que se asoma a este panorama, - afirma Juan Pablo II - "debe aprender
a hacer su acto de fe en Cristo interpretando el llamamiento que él
dirige desde este mundo de la pobreza. Se trata de continuar una tradición
de caridad que ya ha tenido muchísimas manifestaciones en los
dos milenios pasados, pero que hoy quizás requiere mayor creatividad.
Es la hora de un nueva 'imaginación de la caridad', que promueva
no tanto y no sólo la eficacia de las ayudas prestadas, sino
la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para
que el gesto de ayuda sea sentido no como limosna humillante, sino como
un compartir fraterno".
Así,
en la Novo Millennio Ineunte, (52) el Papa reitera que "obviamente
todo esto tiene que realizarse con un estilo específicamente
cristiano: deben ser sobre todo los laicos, en virtud de su propia vocación,
quienes se hagan presentes en estas tareas, sin ceder nunca a la tentación
de reducir las comunidades cristianas a agencias sociales. En particular,
la relación con la sociedad civil tendrá que configurarse
de tal modo que respete la autonomía y las competencias de esta
última, según las enseñanzas propuestas por la
doctrina social de la Iglesia".
III
CONGRESO EUROPEO DE SANTUARIOS Y PEREGRINACIONES
El Papa,
alienta a los participantes en el III Congreso europeo de santuarios
y peregrinaciones, reunidos en el Monasterio de Montserrat, a esmerarse
en realizar la misión misma del santuario, "imagen privilegiada
de la Iglesia de Jesucristo, en los nuevos tiempos".
Juan Pablo
II, a través de un telegrama enviado al Presidente del Consejo
Pontificio para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, Mons. Stephen
Fumio Hamao, tras destacar el tema del encuentro, "El Santuario,
espacio para una acogida fraterna y universal", invita a "tener
como objetivo prioritario" precisamente "la necesaria acogida
y atención espiritual, tanto a los peregrinos, como a los numerosos
visitantes y turistas, haciendo de su paso por esos lugares sagrados
un momento propicio para la nueva evangelización".
Presentándoles
- señala el Papa - lo que para ellos puede ser un momento especial
de gracia para su vida cristiana. Por ello, el Pontífice alienta
a poner en juego todos los recursos humanos e iniciativas pastorales
para que, en virtud de la misma identidad del santuario, "lugar
donde Dios acoge al hombre, y donde el hombre se convierte a Dios",
los visitantes puedan descubrir el auténtico rostro del Señor,
que les lleve a una existencia cada vez más conforme con el Evangelio.
PRESCRIBEN
AL PAPA REPOSO POR PERSISTENTE DOLOR EN LA RODILLA
El médico
que atiende al Santo Padre, tras haber consultado a sus colaboradores,
considerando que persiste el dolor en la rodilla derecha, de origen
artrítico, prescribió al Papa un período de reposo
con el fin de curar lo antes posible esta dolencia. El director de la
Oficina de Prensa de la Santa Sede, al hacer esta declaración,
añadía que, por tal motivo, la Audiencia General del miércoles
6 de marzo, se desarrollaría en dos momentos.
En primer
lugar, en el Aula Pablo VI se leería la catequesis preparada
por el Santo Padre en distintas lenguas y luego los peregrinos se trasladarían
a la Plaza de San Pedro, para recibir el saludo y la bendición
final de Juan Pablo II, que se asomará a la ventana de su estudio
privado del Palacio Apostólico Vaticano. Además, el doctor
Navarro Valls informó de que quedaban aplazadas para más
adelante las dos visitas del Papa a sendas Parroquias de Roma, previstas
para los domingos siguientes.
CANCELADO
EL PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN DE LA MEZQUITA EN NAZARET
Satisfacción
de la Santa Sede ante la decisión del gobierno israelí
de cancelar el proyecto de construcción de una mezquita en las
cercanías de la Basílica de la Anunciación, en
Nazaret. Restableciendo así la legalidad, el respeto de los Lugares
Santos y la consideración de las respectivas comunidades de creyentes.
Una Nota del director de la Oficina de Prensa vaticana al respecto añade
asimismo el anhelo de que se reanude, con la contribución de
las Autoridades y de toda la población, la tradicional armoniosa
convivencia entre musulmanes y cristianos en Nazaret, que había
sido puesta en peligro por una iniciativa provocadora.
La Declaración
del Doctor Joaquín Navarro Valls concluye destacando que "es
fácil comprender que no se trata de una decisión en contra
de los musulmanes, cuyas autoridades religiosas y políticas -
en la región y en el mundo - habían manifestado en su
mayoría estar en contra de un proyecto que hería la sensibilidad
del mundo cristiano y de los peregrinos".
ENTREVISTA
AL PREFECTO DE LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
Después
del 11 de septiembre, "se está difundiendo cada vez más
la convicción de que para obtener una nueva paz mundial, la fe
cristiana deba renunciar a su pretensión de verdad". Con
esta constatación el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, intervenía hace
pocos días en una conferencia en Lugano, Suiza, sobre el tema
"Fe, verdad y tolerancia". En declaraciones a los medios de
comunicación el prefecto del dicasterio vaticano respondía
a la pregunta de si también para la Iglesia había cambiado
algo después del 11 de septiembre.
- "Yo
no diría que con el 11 de septiembre haya habido una revelación
de cosas absolutamente nuevas. La amenaza de la violencia terrorista
existía ya antes. Ahora sin embargo estamos más atentos
a aquella amenaza. Si algo ha cambiado, es nuestra consciencia occidental
de la percepción del peligro. Parafraseando a san Agustín
podríamos decir que hoy vemos más claramente el abismo
que el hombre tiene ante sí.
La confrontación
con el Islam es un tema candente. En su opinión, ¿se puede
hablar de una superioridad de la cultura judeocristiana?
-"Es
un terreno minado, pero no quiero evitar la pregunta. Cuando se habla
de cultura tenemos que distinguir los valores de sus realizaciones históricas.
La verdad de la fe cristiana nos aparece en toda su profundidad pero
no debemos olvidar que lamentablemente ha sido oscurecida muchas veces
por los comportamientos concretos de quien se decía cristiano.
También el Islam ha tenido momentos de gran esplendor y de decadencia
en el curso de su historia.
Por tanto,
¿no se puede hablar de superioridad de una cultura sobre otra?
- Naturalmente
podemos y debemos decir que, por ejemplo, los valores del matrimonio
monógamo, de la dignidad de la mujer, etcétera, demuestran
indudablemente una superioridad cultural. Es verdad que el mundo islámico
no está del todo equivocado cuando reprocha a Occidente de tradición
cristiana la decadencia moral y la manipulación de la vida humana.
Se hace fuerte en nuestras debilidades, en nuestro escepticismo. Esto
nos impone un serio examen de conciencia. Lo importante es ir a las
raíces de los valores anunciados por las diversas religiones.
Es aquí donde puede empezar un verdadero diálogo interreligioso.
¿Es
más peligroso el fundamentalismo o la indiferencia religiosa?
- Hay diversas
formas de fundamentalismo. Los obispos estadounidenses, por ejemplo,
prefieren no usar el término fundamentalismo para indicar el
extremismo violento, porque en Estados Unidos una parte del mundo protestante
se define fundamentalista, pero sin caer en la violencia y en el fanatismo.
Y también la indiferencia religiosa tiene formas diversas. Hay
quien se dice no creyente pero conserva un impulso ético de fondo
y se da también la indiferencia anárquica y arrogante
de quienes pretenden desmontar al hombre recomponiendo después
sus trozos a su modo y no según la lógica del Creador.
Usted habla
a menudo de un catolicismo de minoría y de una Iglesia que inevitablemente
se reducirá en el futuro. ¿Cómo se concilia todo
esto con la llamada que ha hecho el Papa a Europa a no olvidar sus propias
raíces cristianas?
- La Iglesia
de masas puede ser algo hermoso pero no es necesariamente la única
modalidad de ser Iglesia. Pero esto no quiere decir que se reduzca a
un grupo cerrado en sí mismo. La Iglesia tiene una responsabilidad
universal, una responsabilidad misionera para anunciar la nueva evangelización.
Forma parte de esta tarea la llamada a las raíces cristianas
de Europa. Es más, la Iglesia debe echar mano de todas sus energías
creativas para hacer que no disminuya la fuerza viva y atrayente del
Evangelio.
EL
CARDENAL SEPE REAFIRMA EN LA INDIA LA IMPORTANCIA DEL DIÁLOGO
El cardenal
Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación para la Evangelización
de los Pueblos, viajó a la India para participar en la Asamblea
General de la Conferencia Episcopal de este país, que se celebró
desde el lunes hasta el jueves. En la homilía de la Santa Misa
en la Catedral de Jalandhar, el purpurado recordó la importancia
del diálogo y el reciente encuentro de líderes religiosos
en Asís, como "prueba de la voluntad de buscar la unidad
en la diversidad y de trabajar juntos para construir una familia humana
unida, en la cual prevalezcan la paz y la justicia". Asimismo,
el cardenal Sepe destacó a dos grandes profetas del diálogo
y de la paz que vivieron en la India, el Mahatma Gandhi y la Madre Teresa
de Calcuta.
En su discurso
a la Asamblea, en Jalandhar, en el estado indio de Punjab, el cardenal
Sepe reiteró el valor del diálogo en todos los ámbitos,
poniendo de relieve el papel privilegiado de la comunidad católica
en la India, comunidad que suma el 2% de una población de más
de mil millones de personas.
Y, tras
calificar esta Iglesia como "muy dinámica, llena de diversidades
y creatividad", el purpurado señaló los desafíos
que la misma debe afrontar, tanto en sus relaciones con el exterior
como en su interior. En efecto, existen en la India leyes contra las
conversiones y amenazas por parte de grupos fundamentalistas que dificultan
toda posibilidad de evangelización. Así como tensiones
en las iglesias locales y en la nacional, alimentadas a veces por estructuras
sociales y etnias distintas.
El prefecto
de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos,
haciendo hincapié en que los ritos presentes en la Iglesia de
la India - latino, siro-malabar y siro-malankar- "ofrecen una riqueza
y una diversidad únicas", ha elogiado el tema elegido para
este encuentro episcopal dedicado a "La Iglesia en diálogo".
Y exhortó precisamente al diálogo entre los católicos
y al diálogo interreligioso, para ser capaces de apartar las
heridas del pasado y encontrar la forma más eficaz de afrontar
el desafío de la Evangelización.
El cardenal
Sepe indicó asimismo la necesidad de encontrar una teología
apropiada, que presente a Cristo como único Redentor. Y, recomendado
la colaboración y unidad entre Obispos y teólogos, anunció
que la Santa Sede ha programado un encuentro interdicasterial con los
representantes de los obispos y de los institutos eclesiásticos
en la India. Otros temas destacados por el purpurado fueron el de la
formación sacerdotal, subrayando la importancia de estudios de
misionología en los seminarios; y la comunión de los bienes,
exhortando a la Iglesia en la India para que logre ser autosuficiente.
En el encuentro
con las autoridades civiles del estado indio de Punjab y con otros líderes
religiosos, el cardenal Sepe señaló que "cada religión
tiene que servir a la humanidad con sus propios valores y tradiciones",
haciendo hincapié luego en que "el cristianismo sigue ofreciendo
a personas de todos los sectores de la sociedad, ricos y pobres, la
Buena Nueva de Jesucristo, con el anhelo de contribuir a la paz y bienestar
de todo el país.
SEGUNDA
MEDITACIÓN DE CUARESMA
El Santo
Padre asistió el viernes a la segunda meditación de Cuaresma
del Predicador de la Casa Pontificia, Padre Raniero Cantalamessa, en
la Capilla Redemptoris Mater. El Predicador introdujo su reflexión
señalando que así como los objetos fluorescentes, que
se han vuelto opacos, necesitan ponerse ante una luz muy fuerte para
volver a brillar, también el espíritu de los creyentes
puede volver a su resplandor si se expone a una luz apropiada. Es decir
a la del rostro de Cristo.
Rostro
con características humanas y al mismo tiempo divinas -reiteró
el Padre Cantalamessa - porque están ligadas a una verdad que
la Iglesia ha defendido con tenacidad de toda herejía, proclamando,
hace tantos siglos, con el Concilio de Nicea, que "la divinidad
de Jesús no está subordinada, atenuada, ni es secundaria
a la del Padre, sino consustancial a la misma".
En tantos
episodios narrados en el Nuevo Testamento - recordó el predicador
de la Casa Pontificia - se atesta la profunda conciencia mesiánica
y divina de Cristo; que sabe que actúa 'con la autoridad misma
de Dios', 'juez final de los hombres y de la historia'. Y no con la
limitada por 'algún rabbi de Galilea'. La divinidad del Redentor
mana pues totalmente de la del Padre. Si se comprende su esencia - explicó
el Padre Cantalamessa - "se vuelve vano" "todo intento
de poner en alternativa a Dios y a Cristo".
Asimismo,
el Padre Cantalamessa recordó que no fueron sólo las escrituras
las que impulsaron a la Iglesia a afirmar con convicción, hace
casi 17 siglos, 'la divinidad plena de Cristo'. Sino que la misma Iglesia
fue sostenida por 'la experiencia de salvación que vivía
gracias a Él'. Y que "se sigue renovando aún hoy,
a través de tantas fecundas revoluciones existenciales que estallan
a menudo con discreción, sin clamor, quizá cobijadas en
los confesionales, y que impulsan al fiel anónimo a redescubrir
y vivir las palabras del ciego de nacimiento: "estaba ciego y ahora
veo".
También
hoy - subrayó el Predicador de la Casa Pontificia - se verifica
algo nuevo e inconmensurable cada vez que una persona, rompiendo las
ataduras, sale de la esfera de la neutralidad del mundo. De la esfera
del simple narrar, explicar y discutir. Y, exponiéndose, como
el ciego de nacimiento a ser expulsado de la sinagoga, afirma: "¡Señor,
yo creo!". Éstos eran los momentos que hacían exultar
a Jesús durante su vida terrena y le hacían exclamar "Te
bendigo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
escondido estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has revelado
a los pequeños". El Padre Cantalamessa terminó sus
palabras deseando que el Espíritu Santo nos conceda estar entre
estos "pequeños, hoy y siempre".
NOMBRAMIENTOS
PONTIFICIOS
NUNCIO
APOSTÓLICO EN GUINEA-BISSAU
El Papa ha nombrado nuncio a monseñor Giuseppe PINTO, arzobispo
titular de Anglona, Nuncio Apostólico en Senegal, Malí,
Cabo Verde y delegado apostólico en Mauritania.
ARCHIDIÓCESIS
DE INERHI (KENIA)
El Papa ha nombrado arzobispo coadjutor a monseñor John NJUE,
hasta la fecha obispo de Embu.
COMENTARIO
A LA LITURGIA DEL DOMINGO
DOMINGO
IV DE CUARESMA (A): 10.09.02
"Despierta, Cristo te iluminará"
A mitad
de la Cuaresma encontramos el "Domingo del Laetare" o "Domingo
del gozo". Como el gozo es inseparable de la luz, podemos llamarle,
también, "Domingo de la luz". Ya desde la primera lectura
de este día encontramos la luz y el gozo: un desconocido pastorcillo,
David, es elegido por Dios para ser el Rey de Israel. Entre líneas
se deja entrever que Dios reserva la dignidad real a toda criatura humana
introducida, por medio del Bautismo, en un Pueblo de reyes, sacerdotes
y profetas. Pero las páginas más luminosa de este día
son el Evangelio de Juan y la Carta a los Efesios.
Los primeros
cristianos llamaban al bautismo "iluminación", por
lo que se denominaban "iluminados" o bautizados. Desde esta
perspectiva el evangelio del ciego de nacimiento se convierte en una
preciosa catequesis bautismal. Los que todavía no han sido bautizados
son como los ciegos que no ven el rostro del Padre celeste, no reconocen
en los demás hombres a sus hermanos y hermanas, ni descubren
en las criaturas los peldaños de una escalera que te lleva directamente
al Dios creador de todas las cosas. Jesús se compadece de estos
pobres ciegos y les ilumina con el Sacramento del Bautismo. Y es que
los sacramentos son acciones de Jesús, son sus manos que tocan
al hombre y lo ensalzan, haciéndole nueva criatura, hijo de Dios
y santo.
El ministro
del Bautismo, sacerdote o laico, en caso de necesidad, presta sus manos,
su voz y sus gestos a Jesús, ya que, como afirma San Agustín:
"Es Cristo en persona el que bautiza". Tras haber reconocido
una elocuente figura del Bautismo en la curación del ciego de
nacimiento, pueden extrañarnos algunos gestos llevados a cabo
por el Señor en aquella ocasión. Parece natural que el
Señor enviase al ciego a lavarse a la fuente de Siloé,
ya que el Bautismo es un lavado exterior como signo eficaz de una purificación
interior. Menos natural parece el gesto de hacer un emplasto con la
saliva y la tierra para aplicárselo sobre los ojos. Es una alusión
clara a la creación del hombre, sacado del fango de la tierra,
puesta en relación con el Bautismo, nueva creación, que
hace del cristiano nueva criatura.
El ciego
tras ser curado es abordado por los fariseos que querían inducirle
a declarar que no había sido iluminado o a esconder el evento.
Sí, es lo mismo que ocurre hoy con tantos que pretenden que los
bautizados olvidemos nuestra condición de tales o que lo escondamos
hasta el punto de avergonzarnos de reconocerlo en público. Después,
fueron acosados por las preguntas de los fariseos los padres del ciego.
El miedo a caer en desgracia y encontrarse con problemas les lleva a
refugiarse en la evasiva.
No pudiendo
servirse de la familia vuelven a la carga contra el ciego curado; le
repiten que Jesús es un pecador y le invitan a narrar de nuevo
el milagro. Cansado de que intentasen enfrentarlo con el que le había
curado, les preguntó con ironía: "Acaso queréis
también vosotros ser sus discípulos". La provocación
era excesiva. El ciego es expulsado con palabras de desprecio de la
presencia de los fariseos. Algo similar a lo que les ocurre a los bautizados
que proclaman con coraje su fidelidad a Cristo. Pero el Señor
es siempre bondadoso, y como se presentó al ciego que había
curado para premiarlo y darle ánimo, así se hace visible
a cada uno de los que defienden y viven la fe recibida en el Bautismo.
San Pablo
recuerda hoy a los bautizados de Éfeso que están en la
luz del Señor y que se deben comportar como hijos de la luz.
Los hijos de la luz son reconocidos por sus obras, que el Apóstol
indica con tres palabras: "bondad, justicia y verdad". Santo
Tomás de Aquino veía en la bondad el cumplimiento de los
deberes hacia uno mismo; en la justicia la observación de los
deberes sociales (hoy clamorosamente violados); en la verdad el cumplimiento
de las obligaciones religiosas o de la recta relación con Dios.
A quién no observa estos deberes, la Carta a los Efesios le alienta
hoy así: "Despierta, tú que duermes, levántate
de la muerte y Cristo Jesús te iluminará".
LA
MEJOR EXPRESIÓN DE LA IDENTIDAD CRISTIANA DE AMÉRICA SON
SUS SANTOS
El
Santo Padre Juan Pablo II realizará un viaje apostólico
a la ciudad de Guatemala para la canonización del beato Pedro
de San José de Betancur, del 31 de julio al 1 de agosto próximo,
en una breve etapa en Centroamérica, durante su viaje de regreso
a Roma procedente de la Jornada Mundial de la Juventud que el Pontífice
presidirá días antes, a finales de julio, en Toronto.
Se trata del primer santo guatemalteco, del primer santo centroamericano
y del primer santo tinerfeño. Sí, porque el beato Pedro
de San José de Betancur nació en el pueblo español
de Vilaflor, en Tenerife, en las Islas Canarias, el 19 de marzo de 1626.
"La
mejor expresión y los mejores frutos de la identidad cristiana
de América son sus santos. Sabemos que en ellos se ha realizado
un encuentro con Jesucristo vivo en modo profundo y comprometido, que
los ha impulsado a construir el Reino de Dios y a hacer de él
el sentido y el alma de toda su vida personal y comunitaria". Estas
son palabras de Juan Pablo II en su visita a México en el año
1996. En aquella ocasión el Papa recordaba que desde el siglo
XVI hubo en América santos como Rosa de Lima, Toribio de Mogrovejo,
Martín de Porres, el beato indígena Juan Diego (que también
será canonizado por el Papa en el Santuario mariano mexicano
de la Virgen de Guadalupe un día antes de su llegada a Guatemala)...santos
que como Pedro de San José de Betancur, son modelos de virtudes
para la Iglesia universal, que les venera fervorosamente.
El hermano
Pedro de San José era un laico que encontró el camino
de la santidad en el amor solidario a los más necesitados: indígenas,
españoles empobrecidos lejos de su patria, convalecientes de
hospitales ... en un siglo en el que, como en el nuestro, se hacía
necesaria la misericordia, la compasión, la justicia, y el saber
ver a Cristo en el hermano más pequeño. Todo ello ocurría
en las jóvenes colonias españolas del Nuevo Mundo. Gracias
al hermano Pedro era posible decir que apenas a un centenar de años
de fe cristiana ya existían frutos de santidad en el Nuevo Mundo.
Pedro de
San José de Betancur dejó una profunda huella en el corazón
y en la vida de los guatemaltecos desde la época de la colonia
hasta hoy, a pesar de que viviera tan sólo 18 años en
América. "Fue un hombre que materialmente no traía
nada y no quería nada, pero que desde su fe hizo suyos el dolor
y el sufrimiento, la miseria y la ignorancia de los demás".
Por esta entrega desinteresada, se le ha querido dedicar al santo un
museo que será inaugurado el próximo 17 de marzo, como
ha indicado el franciscano, Edwin Alvarado, quien coordina los festejos
de la ya cercana canonización.
Tres galerías
exhibirán en el museo pinturas y cuados antiguos, mensajes de
agradecimiento por los milagros obtenidos, y objetos personales como
las vestimentas o la campana que utilizaba el hermano para pregonar
y que hoy es un símbolo para identificar al futuro santo. El
padre Alvarado adelantó que con motivo de la canonización,
los restos del hermano Pedro, como se le conoce popularmente, serán
exhibidos de nuevo a los feligreses, tras varias décadas de permanecer
ocultos. Dentro de las actividades que prepara la Iglesia destacan una
misa en la Antigua Guatemala, ciudad colonial a 45 kilómetros
de la capital donde vivió y murió el místico español,
así como una solemne procesión.
"Queremos
que el hermano Pedro salga a caminar de nuevo por las calles de Antigua"
apuntó el padre Alvarado, quien ha contribuido en la edición
de un libro, titulado "Escritos", que recopila coplas, sentencias,
refranes, oraciones, cartas y otros textos del religioso, que murió
el 25 de abril de 1667. Recordamos que este es el tercer viaje pastoral
que realiza JPII a Guatemala, país en el que estuvo por primera
vez en marzo de 1983 y al que regresó en febrero de 1996.
DECLARACIÓN
FINAL DEL COLOQUIO DE BERLÍN
"ASUMIR
LA RESPONSABILIDAD DE UNA NUEVA ETAPA DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA"
(28 de febrero-2
de marzo)
A invitación del Comité Central de los Católicos
Alemanes y de las Semanas Sociales de Francia, una centena de personalidades
provenientes de 20 países europeos han estado reunidos en la
Academia Católica de Berlín del 28 de febrero al 2 de
marzo de 2002, celebrando un Coloquio dedicado a las responsabilidades
sociales de los cristianos de cara a la evolución de la construcción
europea.
Los participantes en este Coloquio han acordado crear un Grupo de Trabajo
que tenga como objetivo la preparación de una importante declaración
europea para el otoño de 2004. Esta actuación quiere estar
abierta a todos aquellos para los que el mensaje social cristiano debe
continuar inspirando la construcción institucional y las iniciativas
de la sociedad civil de cara a las grandes cuestiones de nuestro tiempo.
El Coloquio, al final de sus trabajos, ha aprobado la declaración
siguiente:
1) Las razones por las cuales numerosos cristianos se han comprometido
a favor de la unificación de Europa son de importante actualidad.
Hoy como ayer la unificación de Europa es un proyecto que está
en el centro de nuestras preocupaciones éticas y espirituales:
el respeto de la dignidad humana, el perdón y la reconciliación,
la llamada a sus miembros más grandes a no imponer su voluntad
a los más pequeños, la solidaridad de los más ricos
hacia los más pobres, una concepción del hombre marcada
por el amor de Cristo, que da a la conciencia europea una fuerte identidad
social.
Son
estas consideraciones las que inspiraron el Manifiesto "Por una
conciencia europea", hecho publico en mayo de 2000 por los presidentes
del Comité Central de los Católicos alemanes y de las
Semanas Sociales de Francia, y que ahora el conjunto de los firmantes
de esta Declaración hacen suyo.
2) La Unión Europea está en una encrucijada de caminos
y se encuentra enfrentada en su organización interior a dos desafíos
simultáneos: su profundización y su ampliación.
Siendo a menudo presentados como contradictorios sin embargo participan
en una misma esperanza: construir en pie de igualdad una misma comunidad
política entre nuestros países, es decir, una estructura
federal específica en una unión de Estados y de Naciones.
Esta federación europea, concebida en base a los principios de
solidaridad y subsidiariedad, respetuosa con la diversidad de historias
políticas, de tradiciones y de culturas de sus miembros, será
necesariamente evolutiva en su misión, en su perímetro
territorial y en la organización de sus poderes. Pero ahora es
indispensable fijar las bases de esta Europa a través de la elaboración
de una Constitución europea abierta y flexible.
3) Saludamos, por consiguiente, la convocatoria realizada por los jefes
de Estado y de Gobiernos de la Convención Europea y la apertura
de sus trabajos a todas las fuerzas y organizaciones de la sociedad
civil de los países miembros y de los países candidatos.
Intentaremos responder a esta llamada con análisis y propuestas.
Intentaremos también llevar una contribución particular
a la ampliación de la Unión a través de nuestros
esfuerzos de los laicos cristianos para hacer reencontrar las tradiciones
católicas, protestantes, anglicanas y ortodoxas presentes en
el Viejo Continente. Al mismo tiempo que es necesario el dialogo de
Iglesia a Iglesia, es también el momento de intensificar los
encuentros entre los mismos creyentes, portadores de la rica diversidad
de sus culturas. El diálogo ecuménico e interreligioso
es una exigencia ineludible para una Europa que va más allá
de un proyecto económico o un mercado.
4) Los cristianos no pueden conformarse con una Europa unida en un mundo
desgarrado, con una Europa tranquila en un mundo en conflicto, con una
Europa enriquecida en un mundo que se enfrenta al desafío de
la pobreza. Ahora bien, corremos el riesgo de que nuestro continente
envejecido se repliegue sobre sí mismo, fatigado por la historia,
ensimismado en los resultados de su inteligencia y rememorador de los
grandes acontecimientos de su pasado. Por el contrario, Europa tiene
que asumir su cuota de responsabilidad en la construcción de
un mundo nuevo: un mundo más humanizado, portador de valores,
respetuoso con las libertades personales - entre ellas la libertad religiosa-
; un mundo en continuo desarrollo; un mundo en el que el diálogo
y el compromiso recaigan con más fuerza sobre los más
pobres. Los ciudadanos y ciudadanas de Europa tienen que asumir el coste
político y económico de esta responsabilidad. La solidaridad
está en el centro de los cincuenta años de la historia
de la unificación europea. Esta unificación está
fundada en el amor al prójimo y en la universalidad de nuestra
fe.
Berlín, 2 de marzo de 2002
Representantes de la Conferencia Episcopal Española en este coloquio:
Mons. José Sánchez González. Obispo de Sigüenza
- Guadalajara
D. José Tomás Raga Gil. Presidente de Semanas Sociales
de España
Rvdo. Fernando Fuentes Alcántara. Director del Secretariado de
la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Conferencia Episcopal
Española)
DIÓCESIS
ALEMANA ABANDONA EL SISTEMA PÚBLICO DE CONSULTORIOS
La única
diócesis alemana que seguía emitiendo los polémicos
certificados de consulta a las mujeres que quieren abortar anunció
el viernes 8 de marzo, el abandono de su presencia en el sistema público
de consultorios por indicación del Papa. En 1999, los obispos
alemanes ya habían tomado esta decisión. La participación
en el sistema establecido por la ley exigía a los consultorios
católicos emitir un certificado a la mujer que había pedido
su asesoría. Este documento permitía a la embarazada acceder
al aborto despenalizado.
Sin quererlo,
los consultorios se convertían así en cómplices
implícitos de la operación abortiva. Ahora monseñor
Franz Kamphaus, obispo de Limburg, el único que no había
aplicado la propuesta que hizo Juan Pablo II, ha recibido una carta
en la que el Pontífice le pide unirse a la misma decisión
de sus hermanos en el episcopado. El prelado, sin embargo, a diferencia
de lo que algunas voces periodísticas habían señalado,
permanecerá en su cargo.
El cardenal
Karl Lehmann, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, dio la
noticia el viernes calificándola como una "solución
positiva" "que acaba con un largo y difícil proceso".
La decisión papal de exigir la suspensión de la emisión
del certificado, pero de dejar en su cargo al obispo, "revela la
estima que Juan Pablo II ha demostrado a Kamphaus y la decisión
valorar el servicio del obispo de Limburg a la Iglesia", añade
Lehmann en declaraciones concedidas a la prensa.
Elementos
necesarios para llegar a esta decisión, según el obispo
de Maguncia, han sido "la disponibilidad para el diálogo
y la paciencia y la sensibilidad de todas las partes involucradas".
"Es evidente que el Papa ha intervenido con espíritu de
fraternidad para ofrecer un común testimonio de la Iglesia y
para mantener la comunión", añade el presidente del
episcopado alemán. El cardenal explicó que obedecer al
Papa ha sido una decisión "dolorosa a nivel personal"
para monseñor Kamphaus, quien quería mantener los consultorios
católicos en el sistema público con el objetivo de salvar
al mayor número de vidas humanas posible.
De hecho,
Kamphaus no ha escondido su desilusión: "Hasta el final
había esperado que se llegara a una solución diferente
del conflicto". Y añadió: "sigo siendo obispo
de Limburg, golpeado, pero con la misma disponibilidad de siempre, en
el espíritu del Evangelio, para hacer los posible por los pobres
y por la diócesis".
LOS
OBISPOS COLOMBIANOS INVITAN A PARTICIPAR EN LAS ELECCIONES
En medio
de circunstancias dramáticas, los obispos de Colombia hicieron
un llamamiento a participar en las elecciones legislativas del domingo,
10 de marzo. Un comunicado firmado por monseñor Alberto Giraldo
Jaramillo, presidente de la Conferencia Episcopal, alentaba asimismo
a los políticos que se presentan como candidatos al Senado y
la Cámara "con programas basados en principios de respeto
por los derechos humanos, la vida, la paz, la justicia y la solidaridad".
La jornada
electoral tuvo lugar después de que el 20 de febrero el presidente
Andrés Pastrana rompiera las negociaciones con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), con las que buscaba poner fin a
una guerra interna de 38 años que dejó 40.000 muertos
en la última década. La guerrilla había prometido
boicotear con la violencia las elecciones. La Policía y el Ejército
movilizaron a 180.000 hombres para asegurar la tranquilidad. A los 102
escaños del Senado aspiran 2.279 personas y a los 161 de la Cámara
unas 9.400, en una amplia gama de candidatos que incluyen indígenas,
ex reinas de belleza, humoristas, actores. Algunos de los candidatos
están secuestrados en este momento por la guerrilla.
La misma
Iglesia es víctima de las amenazas guerrilleras. El 1 de marzo,
el diario "El Colombiano" informaba que hombres de las FARC
hirieron a golpes de culata de sus fusiles a dos sacerdotes que acompañaban
a campesinos muy pobres a vender el café recogido en los últimos
veinte días de trabajo. Los padres José Gabriel Segura
Urrego, párroco de Caicedo y Ángel Rodríguez, del
corregimiento La Encarnación, tuvieron que ser hospitalizados.
Los campesinos, por su parte, se quedaron sin cosecha, pues fue robada
por los guerrilleros.
"Una
vez más reafirmamos que la paz es posible y no podemos declinar
en el compromiso de lograrla por caminos de diálogo, de concertación
y de respeto mutuo y no por las vías de la confrontación
armada", afirman los obispos en su mensaje con motivo de las elecciones.
"El país necesita parlamentarios e instituciones con un
alto compromiso en la implantación de políticas que conduzcan
a resolver los problemas de los más necesitados", sigue
diciendo el presidente del episcopado, y arzobispo de Medellín.
"Invitamos a cada ciudadano a asumir las jornadas electorales de
este año en un ambiente de esperanza y con la conciencia plena
de que la participación de cada uno es importante y urgente",
añade.
"El
"clientelismo", es decir, vender el voto o dejarse manipular
por amenazas o presiones de cualquier orden --advierte--, votar por
eslóganes, sólo conduce a crear más violencia,
más corrupción y a destruir las instituciones y la democracia
que nos pueden dar la paz que anhelamos". Por último, el
mensaje episcopal recuerda que "el ejercicio de nuestra ciudadanía
no termina con el voto, con el derecho de elegir o de ser elegidos".
"Después de las elecciones queda para todos la tarea, igualmente
urgente, de hacer seguimiento y control sobre los elegidos y sobre todos
los funcionarios públicos --explica--. La sociedad tiene derecho
a recibir una rendición pública de cuentas por parte de
quienes han sido elegidos y al mismo tiempo puede realizar acciones
legítimas para impedir actos de corrupción".
ELEGIDO
NUEVO PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL INDIA
Cyril
Mar Baselios, arzobispo de Trivandrum, ha sido elegido presidente de
la Conferencia Episcopal de India (CBCI), durante la asamblea general
bianual de la misma el pasado de marzo, informa la agencia católica
india "SAR News". "Trataré de hacer todo lo mejor
posible dentro de mis limitadas fuerzas para continuar el ministerio
que me han confiado los obispos de India", dijo. Ha sido elegido
por un periodo de dos años. Mar Baselios, que fue el primer vicepresidente
de la CBCI se convirtió automáticamente en presidente
a la muerte del arzobispo Alan de Lastic, a causa de un accidente de
tráfico en Polonia hace dos años.
El arzobispo
Baselios, de 67 años, es la cabeza de los 400.000 católicos
de la Iglesia siro-malankar, que cuenta con cuatro diócesis y
siete obispos. Estos católicos son considerados tradicionalmente
con sucesores de la evangelización comenzada por santo Tomás
apóstol en la India. Ha sido obispo durante 25 años y
ha realizado su servicio como pastor y profesor de teología.
Es doctor en derecho canónico y autor de varios libros y artículos.
Es miembro de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia
y ha sido miembro del Sínodo de Asia y del Sínodo de los
Obispos celebrados en Roma.
Tras ser
elegido, el arzobispo recordó que su lema "Confianza en
el Amor" le ha guiado en su ministerio como obispo. "Dios
es amor y podemos confiar en Él. Confío en Dios y la fe
en la gente han sido las fuerzas directrices de mi vida", añadió.
Hablando sobre la composición de la CBCI, el arzobispo dijo que
las tres tradiciones eclesiásticas de la Iglesia católica,
expresadas en las tradiciones siro-malankar, siro-malabar y latina,
son un reflejo de la universalidad y riqueza de la Iglesia. La diversidad
es un enriquecimiento, aclaró.
El arzobispo
Mar Baselios negó el que haya divisiones importantes en la Iglesia
católica en India. "Las diferencias son a menudo interpretadas
como divisiones, pero eso no es acertado", dijo el arzobispo. "Las
diferencias son parte de la diversidad. No siempre tienen que ser negativas.
Las diferencias pueden llevar a la división pero no es el caso
de la iglesia en India", añadió Baselios. Dijo que
en el estado de Kerala coexisten los tres ritos sin mayores problemas.
Preguntado
sobre los desafíos que tiene como presidente, dijo a SAR News
que la CBCI es una conferencia de las tres Iglesias católica
y por lo tanto tendrá que ocuparse de temas de una naturaleza
común y nacional que tocan a las tres Iglesias. Los asuntos que
pertenecen a las Iglesias individuales se dejan a sus propias conferencias
episcopales. El recién elegido presidente tiene muchos desafíos
ante él. Entre ellos, conversaciones con el Gobierno para hacerle
comprender los intereses de las comunidades minoritarias como la católica,
el aumento del fundamentalismo religioso, etc.