AUDIENCIA GENERAL: FUTURO DE LA HUMANIDAD E IGLESIA DEPENDE DE LA FAMILIA
DIÁLOGO Y ERRADICACIÓN DE LA MISERIA PARA ALCANZAR LA PAZ DURADERA
LA SOLIDARIDAD ENTRE CIUDADES RICAS Y POBRES ES UNA NECESIDAD MORAL
3 SIGLOS EDUCANDO EN SOLIDARIDAD, TOLERANCIA, PLURALISMO, SERVICIO Y CULTURA
LA REALIDAD MISIONERA DE LA IGLESIA ES UN FUERTE ESTÍMULO
NUEVOS SANTOS, SIGNO ELOCUENTE DE PERENNE PENTECOSTÉS DE LA IGLESIA
REGINA COELI: "REZAD PARA QUE PUEDA CONTINUAR MI SERVICIO PETRINO"

GRANDES LAGOS: REGIÓN HA PAGADO UN TRIBUTO MUY ALTO POR VIOLENCIA Y EXCLUSIÓN
MENSAJE JORNADA MISIONERA MUNDIAL: "LA MISIÓN ES ANUNCIO DE PERDÓN"
IGLESIAS PARTICULARES DE LATINOAMÉRICA Y EUROPA REUNIDAS EN EL ESCORIAL
XX ANIVERSARIO DEL CONSEJO PONTIFICIO PARA LA CULTURA

IMPULSAR LA PAZ EN TODA LA TIERRA DE CRISTO
CREAR EL BIEN COMÚN INTERNACIONAL DE LA SALUD
DELEGACIÓN SANTA SEDE VISITA COREA DEL NORTE
LA DIPLOMACIA PONTIFICIA AYER, HOY Y MAÑANA
LA ESCLAVITUD DEL SIGLO XXI
NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

SE CUMPLEN 21 AÑOS DEL ATENTADO EN LA PLAZA DE SAN PEDRO
¡FELIZ CUMPLEAÑOS SANTO PADRE¡
LA ESTATUA DE UNA SANTA ESPAÑOLA EN LA FACHADA POSTERIOR DE SAN PEDRO

CONGRESO SOCIAL EN MADRID:
APORTACIÓN DE LA IGLESIA Y SU DOCTRINA SOCIAL A LA SOCIEDAD GLOBALIZADA
MENSAJE DE LOS OBISPOS EUROPEOS Y LATINOAMERICANOS

LOS OBISPOS BELGAS CONTRA LA EUTANASIA


MAYO 2002
SEMANA DEL 13 AL 19

 

AUDIENCIA GENERAL: FUTURO DE LA HUMANIDAD E IGLESIA DEPENDE DE LA FAMILIA

En la Audiencia General del miércoles, una cita semanal a la que acuden peregrinos de todo el mundo, el Papa, saludó y se dirigió de forma especial al "Foro de Asociaciones Familiares", destacando que precisamente un día antes se había celebrado la "Jornada Mundial de la Familia, instituida por las Naciones Unidas en 1994". El Santo Padre reiteró la importancia de que los gobernantes e instituciones reconozcan plenamente los valores de la familia "con políticas que tiendan a promover su alta función social". Una vez más, Juan Pablo II expresó el anhelo de que se logre afirmar cada vez más la conciencia de que el "futuro de la humanidad y de la Iglesia dependen de la familia".

El Papa saludó también a las jóvenes acompañadas por Don Benzi, un sacerdote italiano que desarrolla su apostolado salvando a muchachas obligadas a prostituirse. El Santo Padre les expresó su cercanía espiritual y sus oraciones, animándolas a proseguir con confianza por el camino de la libertad, eje fundamental de la dignidad humana. Precisamente en Roma - en la Universidad Pontificia Gregoriana - se estaba celebrando una Conferencia Internacional sobre la trata de seres humanos. El Papa animó a los participantes en este encuentro a seguir en la lucha contra la esclavitud del siglo XXI.

El Papa saludó asimismo de forma especial a un grupo que provenía de Timor Oriental. Y, recordando que esta nación se preparaba a celebrar su independencia el lunes, 20 de mayo, el Pontífice aseguró sus oraciones para que "los numerosos sacrificios de los años recientes inspiren la construcción de una sociedad de justicia y solidaridad". Que Dios bendiga el pueblo de Timor Oriental - dijo Juan Pablo II - con libertad y paz verdaderas.

En cuanto a la catequesis, esta semana se centró en el cántico de Habacuc, expuesto por el Papa en la catequesis del miércoles, muestra la clemencia compasiva de Dios, que no sólo se levanta de su trono para destruir la arrogancia del impío sino también para salvar a su pueblo.

Habacuc, uno de los profetas llamados "menores", vivió en el siglo VII antes de Jesucristo. Era el momento de la decadencia de Asiria y de la expansión de Egipto por un lado y de Babilonia por otro. En medio se encuentra el pequeño pueblo de Israel. Es la época también de otro profeta menor, Nahún. Son tiempos de opresión y de violencia. Habacuc representa a su pueblo y lanza al Señor la pregunta: "¿Hasta cuándo, Señor?". La liturgia de Laudes recoge este himno, que, con tono de lamentación, acompañada con instrumentos de cuerda, retoma el hilo de la antigua plegaria de Israel, y nos invita a transformarla en canto cristiano.

Sobre el coro orante se eleva la voz solista de Habacuc, intercediendo por su pueblo. Es una súplica en forma de acto de confianza: aunque los enemigos sean poderosos, más poderoso es el Señor, que aparece como guerrero cósmico incontrastable; aunque los campos sufran también por la sequía, el profeta celebra al Señor de la naturaleza y de la historia. Su figura se impone sobre la escena del mundo y del universo. Avanza desde el sur, desde Temán, desde el monte Farán, es decir desde la zona del Sinaí, sede, por otro lado, de la gran epifanía de Dios, rodeado de luz, según una constante de la tradición bíblica.

Es una irradiación de su misterio trascendente que se comunica a la humanidad: la luz, en efecto, está fuera de nosotros, no la podemos detener ni apresar; no obstante nos envuelve y calienta. Así es Dios, lejano y cercano, inalcanzable y sin embargo está junto a nosotros, más aún, dispuesto a estar con nosotros y en nosotros. La tradición cristiana ha vivido esta experiencia interior no sólo en la espiritualidad personal sino también en atrevidas e inspiradas creaciones artísticas.

Para el profeta Habacuc, la entrada del Señor en el mundo tiene un significado muy concreto. Él desea entrar en la historia de la humanidad para juzgar y mejorar sus vicisitudes, ya que nosotros lo hacemos de manera confusa y a menudo perversa. Dios aborrece el mal. Por eso el profeta enumera una serie de intervenciones del Altísimo, sin indicar si las realiza de manera directa o indirecta. Evoca el éxodo de Israel y la desaparición de sus enemigos en las aguas del mar. La intervención del Señor es descrita en modo casi "visible" a través de una serie de imágenes agrícolas en que todo signo de fertilidad es eliminado y el mundo aparece como un desierto. Es el juicio del Señor que no es indiferente al mal, a la opresión y a la injusticia.

Pero el Señor, terminó diciendo el Papa en su reflexión sobre el canto de Habacuc, tiene otra función, la de liberador de los oprimidos, hace brotar la esperanza en el corazón de las víctimas, abre una nueva era de justicia. Por eso, este cántico, aun estando impregnado de lamento, se transforma en un himno de alegría y concluye con una frase que expresa una serenidad reconquistada: "El Señor es mi fuerza, me da piernas de gacela, me encamina por las alturas". Por lo tanto, cuando se tiene al Señor al lado, no se temen pesadillas ni obstáculos, sino que se prosigue con paso ligero y con alegría por los caminos de la vida, aunque sean ásperos.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

El himno de Habacuc que meditamos hoy nos presenta una grandiosa imagen el Señor: su figura destaca solemnemente sobre el mundo y el universo entero se estremece ante su acción. Se nos presenta una irradiación de su misterio trascendente que se comunica a la humanidad: Dios, lejano y cercano, inabarcable y a la vez próximo a nosotros, más aún, dispuesto para estar con nosotros y en nosotros. Ante la revelación de su misterio la tierra responde con un coro de alabanzas, una respuesta cósmica a la que el hombre presta su voz.

Este cántico muestra una vez más la clemencia compasiva de Dios, que no sólo se levanta de su trono para destruir la arrogancia del impío sino también para salvar a su pueblo. Por eso, cuando se es consciente de la cercanía del Señor no se temen los obstáculos sino que se camina con paso ligero y con alegría por el camino, a veces difícil, de la vida.

Saludo a los peregrinos de lengua española; de modo particular a los miembros de la Cofradía del Lignum Crucis, de España. Os deseo a todos abundantes frutos espirituales de vuestra peregrinación a Roma y copiosa efusión de dones del Espíritu Santo en la ya cercana fiesta de Pentecostés.

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Tras los saludos en las diversas lenguas, Juan Pablo II, se dirigió, como es habitual, a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Recordando que el próximo siguiente se celebraba la solemnidad de Pentecostés y "mientras nos preparamos para la venida del Espíritu Santo", exhortó a los jóvenes a ser siempre dóciles a la acción del Espíritu.

Animó a los enfermos a invocar la luz del Espíritu y su apoyo en el sufrimiento y en la prueba; por último, deseó para los recién casados, que crezcan en el amor que el Espíritu de Dios derrama en todos los corazones.

El 18 de mayo, sábado, Juan Pablo II cumplió 82 años. Con este motivo habían llegado a su residencia del Palacio Apostólico innumerables mensajes de felicitación. El Santo Padre, aprovechando este encuentro con miles de fieles romanos y peregrinos de todo el mundo, concluyó la audiencia dando las gracias a todos con estas palabras: "Agradezco vivamente las felicitaciones que me han sido enviadas y las oraciones que se ofrecen al Señor en vistas de la Fiesta de mi cumpleaños. Confío en vuestro apoyo espiritual para proseguir con fidelidad en el ministerio que el Señor me ha confiado. ¡Gracias de todo corazón!"

 

DIÁLOGO Y ERRADICACIÓN DE LA MISERIA PARA ALCANZAR LA PAZ DURADERA

El Papa, recibiendo conjuntamente a ocho nuevos embajadores, reiteró que la paz duradera en el mundo se podrá alcanzar con el diálogo y la erradicación de la miseria.

Juan Pablo II recibía el viernes esta mañana a los nuevos embajadores de ocho países, para el acto de presentación de sus respectivas cartas credenciales y en su discurso de bienvenida a todos ellos - es decir a los embajadores de Bielorrusia, Níger, Suecia, Tailandia, Benín, Sudán, Islandia y Jordania - el Pontífice hizo un llamamiento a "la solidaridad y caridad fraterna de todos los hombres de buena voluntad" en un mundo como el nuestro que tanta necesidad tiene de paz. Paz - recordó el Santo Padre - que se podrá alcanzar con la erradicación de la miseria y la supresión de las disparidades entre los pueblos.

Tras señalar las graves crisis y actos de violencia que se producen en varias partes del mundo, como nos informan los medios de comunicación, el Papa ha reiterado que la "Comunidad internacional y todos los hombres de buena voluntad tienen el deber de movilizarse con mayor intensidad para que se realicen los cambios que anhelan los pueblos que más sufren".

Juan Pablo II hizo hincapié en que "la paz debe ser la primera prioridad para todos los países de todos los continentes, con el fin de que cesen los conflictos armados, que no hacen más que hipotecar el porvenir de las naciones y de los pueblos, algunos de los cuales están sumidos en condiciones de vida degradantes e indignas". Nadie - enfatizó el Santo Padre - puede desinteresarse de la suerte de sus hermanos y actuar como si no la conociera.

El Pontífice destacó "dos elementos esenciales" sobre los cuales la Comunidad internacional debería "actuar conjuntamente". Es decir, "por una parte el diálogo y las negociaciones entre los protagonistas, llamados a vivir juntos en una misma tierra", y, por otra, "en el fenómeno de la globalización y la creciente brecha entre las naciones ricas y las pobres, que crea cada vez mayores diferencias".

Y, recordando asimismo que para alcanzar una paz duradera es necesario que "los países menos avanzados se beneficien con el crecimiento económico y las ayudas adecuadas", el Papa destacó que "la primera perspectiva debe ser la de sostener las economías locales y capacitar a las personas que un día asumirán el porvenir de sus comunidades nacionales, para lograr así la necesaria autonomía de su país". Logros - reiteró el Santo Padre - que llaman a una solidaridad cada vez más grande y a conductas coherentes por parte de todos.

En esta perspectiva, tras destacar la importancia de la educación y la necesidad de los jóvenes de saber que sus esperanzas para el futuro no son vanas, Juan Pablo II puso de relieve la "importancia primordial" que reviste la misión de los diplomáticos. Pues ellos están llamados a "crear lazos" entre los pueblos y a servir como puentes entre sus respectivos países y los demás, siempre en el respeto de las personas y de los mismos pueblos, favoreciendo además las negociaciones y los intercambios.

A los nuevos embajadores de Bielorrusia, Níger, Suecia, Tailandia, Benín, Sudán, Islandia y Jordania - el Pontífice les recordó que la Santa Sede, "gracias a sus mismos diplomáticos y a las comunidades católicas locales está presente en todo el mundo, con el anhelo de obrar por el bien común y el respeto de la dignidad de todo ser humano". Ahora con esta nueva misión vuestra - afirmó luego el Papa - podréis conocer desde su interior las preocupaciones y acciones de la Santa Sede.

Juan Pablo II concluyó su discurso general haciendo hincapié en que la Iglesia católica, por medio de su participación activa en el plano diplomático y gracias a las comunidades locales, se compromete, en los distintos países del mundo, en favor del respeto de la dignidad de las personas y del reconocimiento de los pueblos, buscando todos los medios pacíficos para instaurar la paz y el entendimiento entre las naciones. E impulsando la fraternidad entre todos, para ofrecer a cada uno una tierra donde vivir dignamente su vida personal, familiar y social, participando según sus propias capacidades.

En concreto, en su discurso al embajador de Sudán, un país en busca de soluciones concretas a la espiral de violencia que oprime a la población desde hace años, el Pontífice indicó una serie de puntos como la necesidad de respetar a las minorías, garantizar a todos la participación en la vida política, rechazar discriminaciones por la etnia de pertenencia, la cultura o el credo y promover la libertad religiosa, que es el elemento esencial de cualquier coexistencia pacífica. Un tema, este último, que el Santo Padre abordó también en los respectivos discursos a los embajadores de Tailandia y Bielorrusia.

La paz fue también un tema central en los discursos a los embajadores de Benín y Níger, a quienes habló de cuestiones de particular urgencia como la pobreza extrema, la plaga del analfabetismo, la condición de la infancia "a menudo víctima inocente de tráficos inaceptables. Paz de nuevo, como bálsamo para una región herida por el odio, Oriente Medio, en el discurso al embajador de Jordania, una nación a la que el Papa agradeció su papel en la reanudación de las negociaciones israelo-palestinas.

Juan Pablo II recordó asimismo la conclusión positiva del asedio a la Basílica de la Natividad en Belén y ha renovado su llamamiento a todos los gobernantes del mundo para que se comprometan en lograr una protección eficaz de los lugares santos y un estatus especial. A los diplomáticos de Islandia y Suecia el Papa subrayó que la globalización no puede someter todo a la economía reduciendo las relaciones entre los Estados a simples transacciones comerciales.

 

LA SOLIDARIDAD ENTRE CIUDADES RICAS Y POBRES ES UNA NECESIDAD MORAL
LOS ALCALDES DE LAS CIUDADES MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO EN ROMA PARA CREAR UNA RED DE SOLIDARIDAD ENTRE LAS METRÓPOLIS DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS Y LAS DE LOS MENOS FAVORECIDOS

"Crear un nuevo estilo de solidaridad para promover un mundo más humano para todos. Que la abundancia de algunos no obstaculice sino que ayude el desarrollo de los demás". Esta fue la exhortación de Juan Pablo II a los alcaldes de las ciudades más importantes del mundo.

"Una ciudad es mucho más que un territorio, una zona que produce economía o una realidad política. Es ante todo una comunidad de personas, y en especial de familias y niños". Lo reiteraba Juan Pablo II el lunes por la mañana al recibir a numerosos alcaldes de las ciudades más importantes del mundo, que han participado, estos días en Roma, en una conferencia sobre la globalización y sus efectos en las vidas de los ciudadanos, para crear una red de solidaridad entre las metrópolis de los países desarrollados y las de los menos favorecidos. A "los que ejercen el control administrativo y político" de las ciudades, el Papa les recordó sus "firmes responsabilidades en lo que respecta al bien común de las personas", la "dignidad y derechos inalienables de toda vida humana", y los importantes deberes que como ciudadanos tienen para con toda la comunidad.

Tras hacer hincapié en que "la solidaridad debe ser el único rasgo que caracteriza a una ciudad", el Santo Padre destacó que los serios problemas sociales y económicos no se podrán resolver mientras no se dé vida a un "nuevo estilo de solidaridad humana". En este contexto, Juan Pablo II subrayó, una vez más, que las instituciones y organizaciones sociales, así como los Estados, deben impulsar la "promoción de un movimiento general de solidaridad entre todos los sectores de la población, con especial atención a los débiles y marginados".

Juan Pablo II señaló que la solidaridad humana que se debe promover es "una necesidad moral, a la que todas las personas deben ser educadas" y que para todos aquellos que, de una forma u otra, ejercen alguna influencia "debe ser un compromiso de su propia conciencia". El Papa recordó asimismo que "la meta de la solidaridad debe ser la promoción de un mundo más humano para todos. Un mundo en el que todos los individuos tengan la capacidad de participar de forma positiva y fructuosa, y en el que la abundancia de algunos no constituya un obstáculo para el desarrollo de los demás, sino una ayuda".

A los alcaldes de las ciudades más importantes de planeta, el Santo Padre los exhortó a enfocar sus cometidos como "una oportunidad única para hacer el bien y para mejorar realmente el mundo en el que vivimos". Y deseando que "el Todopoderoso ilumine y sostenga sus esfuerzos" invocó "abundantes bendiciones de armonía y paz" sobre ellos y sus ciudadanos.

 

3 SIGLOS EDUCANDO EN LA SOLIDARIDAD, TOLERANCIA, PLURALISMO, SERVICIO Y CULTURA
7.000 HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS CANTARON CUMPLEAÑOS FELIZ AL PAPA

Juan Pablo II recibió el sábado en audiencia, en el Aula Pablo VI, a un grupo de 7.000 miembros de las Escuelas Cristianas, encabezados por su General, Fray Alvaro Rodríguez Echeverría, que quisieron rendirle homenaje en su octogésimo segundo cumpleaños, en coincidencia con el tercer centenario de su presencia en Roma.

En su discurso, el Papa ha recordado al Hermano Gabriel Drolin, que en 1702 vino desde Francia, y que gracias a sus enormes sacrificios ha producido abundantes frutos en el campo de la Educación, tan querido para la Iglesia. "Estoy contento, continuó diciendo el Pontífice, de encontrar hoy en vosotros a los herederos de esta obra admirable, que queréis llevar adelante, siguiendo los pasos de San Juan Bautista de La Salle y de Gabriel Drolin".

Fue San Juan Bautista de La Salle, afirmó el Pontífice, el que recomendó a sus hermanos "estar siempre y totalmente sometidos a la Iglesia y, para dar prueba de ello, que no se separen nunca de nuestro Santo Padre el Papa y de la Iglesia de Roma". Estas palabras no han perdido ni fuerza ni actualidad inspirando la misión que los hermanos de Lasalle tienen encomendada al servicio de la formación integral de los jóvenes.

El pensamiento ascético-educativo de La Salle, continuó el Pontífice, no se centra tanto en "cómo educar", cuanto en "como ser" para educar. El modelo es Cristo. Por ello mira a la educación de los jóvenes a través de la renovación del educador. Si el educador, con el testimonio y la palabra, no es modelo para los jóvenes, la escuela no consigue su fin, dijo el Papa.

"Los 20 años de Fray Gabriel en Roma, afirmó Juan Pablo II, constituyen una lección de fidelidad total a su vocación religiosa y educativa". Es un modelo para nuestros días, ya que la fidelidad al carisma y la misión de los Hermanos de Lasalle exigen siempre una valentía y una fuerza de ánimo intrépido y a toda prueba, necesitando hoy una nueva inspiración y creatividad para poder responder, de modo adecuado a las necesidades del mundo actual.

El Papa les invitó a "mirar hacia el futuro". Estáis llamados a reafirmar vuestro empeño de fidelidad y de renovación. Durante tres siglos habéis caminado en Italia al lado de los jóvenes planteando el servicio educativo en torno a los grandes valores de la solidaridad, la tolerancia, el pluralismo, el servicio, la cultura. Deseo de corazón, concluyó el Papa, que este tercer centenario sirva para revitalizar un proyecto de propósitos firmes para el hombre del tercer milenio.

 

LA REALIDAD MISIONERA DE LA IGLESIA ES UN FUERTE ESTÍMULO

Juan Pablo II recibió el jueves en la sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano al cardenal Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos junto a los miembros de las Obras Misionales Pontificias. "La realidad misionera de la Iglesia - dijo el Papa, en su discurso a los directores nacionales y a los colaboradores de dicha institución- constituye un fuerte estímulo para responder con responsabilidad y clarividencia, a los desafíos del mundo actual".

"Frente a las dificultades y a las esperanzas de nuestro tiempo, que cuestionan nuestra fe, la Iglesia con humilde valentía da como respuesta a Jesucristo, esperanza viva". La Iglesia es consciente que la evangelización misionera constituye el primer servicio que se puede dar a cada hombre y a la toda la humanidad, revelando el amor de Dios que se ha manifestado en el Redentor".

En vista de la próxima Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias, el Papa invita a sus miembros a reflexionar sobre la necesidad de una adecuada formación del personal misionero y sobre el "diálogo" hoy más que nunca necesario, con las otras religiones. "La formación misionera -afirmó el Santo Padre- es básica en la vida cristiana. Es necesario que no falten vocaciones "ad gentes" y personal en los distintos campos de la evangelización".

Pero la actividad misionera no se puede reducir a una simple promoción humana, a una ayuda a los pobres o a la liberalización de los oprimidos. Aunque se ha de intervenir valientemente en todos estos frentes -explicó el Papa - la Iglesia tienen otro objetivo primario y específico, como es el de "hacer encontrar a Cristo a cada hombre y mujer". "La actividad misionera, pues, ante todo tiene que preocuparse en transmitir la salvación que Jesús ha realizado en el mundo".

Y en este sentido, lo primordial es encontrar antes que nada a los hombres que den testimonio evangélico. "El verdadero misionero es el santo, y el mundo espera misioneros santos". No es suficiente dedicarse únicamente a la renovación de los métodos pastorales, a la coordinación de las fuerzas eclesiales; no basta limitarse a explorar con mayor detenimiento las bases bíblicas y teológicas de la fe. Lo que es indispensable - subrayó el Pontífice- es suscitar "un nuevo ardor de santidad" entre los misioneros y en toda la comunidad cristiana".

 

NUEVOS SANTOS, SIGNO ELOCUENTE DE PERENNE PENTECOSTÉS DE LA IGLESIA
PRIMERA SANTA DE BRASIL Y UN AGUSTINO ESPAÑOL ENTRE LOS 5 NUEVOS SANTOS

Juan Pablo proclamó el domingo cinco nuevos santos, entre ellos el agustino español, Alonso de Orozco, y la religiosa Paulina del Corazón Agonizante de Jesús, primera santa de Brasil. "Los nuevos santos -afirmó el Santo Padre- recorrieron el mundo anunciando y testimoniando a Cristo con la palabra y con la vida. Por esto se han convertido en signo elocuente del perenne Pentecostés de la Iglesia".

Juan Pablo II presidió a las 10 de la mañana, en la Plaza de San Pedro, la solemne concelebración eucarística de canonización de 5 nuevos santos: El beato agustino español Alonso de Orozco, y los beatos italianos Paulina del Corazón Agonizante de Jesús, virgen, que fundó en Brasil la Congregación de las hermanas de la Inmaculada Concepción, por lo que es considerada la primera Santa brasileña; Ignacio de Santhiá, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos; Benedicta Cambiagio Frasinello, religiosa, fundadora del Instituto de las Hermanas Benedictinas de la Providencia; y el Beato Humilde de Bisignano, de los Hermanos Menores Franciscanos.

"Ellos -dijo el Santo Padre en su homilía- han recorrido los caminos del mundo anunciando y testimoniando a Cristo con la palabra y con la vida. Por esto se han convertido en signo elocuente del perenne Pentecostés de la Iglesia. "Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados". Con estas palabras, el Resucitado -dijo el Papa- transmite a los apóstoles el don del Espíritu y con ello el divino poder de perdonar los pecados.

La misión de perdonar las culpas y de acompañar a los hombres por los caminos de la perfección evangélica fue vivida de manera singular por el sacerdote capuchino Ignazio da Santhià, padre, confesor, consejero de maestros, que por amor de Cristo, siguió las huellas de san Francisco de Asís.

"La paz sea con vosotros", dijo Jesús apareciendo a los apóstoles en el Cenáculo. La paz es el primer don del Resucitado a sus discípulos. De la paz de Cristo, principio inspirador de la paz social, se hizo constante portador, Umile da Bisignano, que junto a Ignazio da Santhià, afirmó el Pontífice, compartió el mismo compromiso de santidad en el camino espiritual de san Francisco, ofreciendo asimismo un singular testimonio de caridad hacia sus hermanos.

"En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común". Así sucedió -dijo, a continuación Juan Pablo II- en la vida de san Alonso de Orozco, de la orden de san Agustín. Nacido en la toledana villa de Oropesa, la obediencia religiosa le llevó a recorrer muchos lugares de la geografía española, terminando sus días en Madrid. Su dedicación pastoral al servicio de los más pobres en los hospitales y cárceles hace de él un modelo para quienes, impulsados por el Espíritu, fundan toda su existencia en el amor a Dios y al prójimo, según el supremo mandato de Jesús.

La acción del Espíritu Santo se manifiesta de modo especial también - prosiguió el Papa- en la vida y en la misión de la madre Paulina del Corazón Agonizante de Jesús, inspirándola a constituir, junto a un grupo de jóvenes amigas, una casa de acogida destinada a la atención material y espiritual de los pobres y desamparados. Nació así la primera comunidad religiosa de Brasil denominada Congregación de la Inmaculada Concepción".

También destacó el Santo Padre la extraordinaria riqueza espiritual de Benedicta Cambiagio Frasinello que se afanó en cumplir con fidelidad y coherencia la voluntad de Dios, profundamente convencida, como le gustaba repetir, que "es necesario hacerlo todo por amor a Dios". "Es ésta -dijo el Pontífice- la preciosa herencia de la nueva santa.

"Ven Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor". "Hagamos nuestra, esta invocación del Canto al Evangelio de la liturgia de hoy -dijo el Papa. El Espíritu transformó radicalmente a los apóstoles, primero encerrados por miedo en el cenáculo, en ardientes Heraldos del Evangelio. Y el "Espíritu continúa sosteniendo a la Iglesia en su misión evangelizadora, a lo largo de los siglos, suscitando en cada época testimonios valientes de la fe".

Antes del comienzo de la misa, el cardenal Bernardin Gantin, decano del colegio cardenalicio, deseó un feliz cumpleaños a Karol Woitila, que el sábado cumplió 82 años. Finalizado el rito de la canonización, miles de fieles presentes en la ceremonia rompieron en aplausos e hicieron ondear centenares de banderas de España, Brasil e Italia, así como pañuelos y pancartas. Mientras tanto en la fachada de la basílica de san Pedro se desplegaban los cinco retratos de tamaño gigante de los nuevos santos. Con estas 5 canonizaciones, el Pontífice ha elevado ya a la gloria de los altares en sus 23 años de pontificado un total de 461 santos.

Con el Papa concelebraron medio centenar de cardenales y obispos, entre ellos el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y el obispo auxiliar de Toledo y secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan José Asenjo. La delegación oficial del Gobierno español estuvo presidida por Luisa Fernanda Rudí, presidenta del Congreso de los Diputados a la que acompañaban otras autoridades civiles, como el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono; el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. También estaba presente el presidente de la República Brasileña, Fernando Enrique Cardoso.

 

REGINA COELI: "REZAD PARA QUE PUEDA CONTINUAR MI SERVICIO PETRINO"

Al final de la solemne celebración eucarística y antes del rezo mariano del Regina Coeli, el Santo Padre saludó cordialmente a todos los peregrinos y fieles presentes en la ceremonia. Fieles llegados de distintas partes de Italia y del mundo para rendir homenaje a los nuevos santos, "luminosos testigos del Evangelio que hoy la Iglesia nos muestra" -dijo Juan Pablo II. Dirigiéndose en particular a los fieles venidos para la canonización del agustino español San Alonso de Orozco el Papa saludó en español con estas palabras: Me dirijo ahora con mucho afecto a los peregrinos españoles que participan en canonización de San Alonso de Orozco, junto con otros nuevos Santos. Saludo a los Señores Cardenales y Obispos, a las Autoridades civiles, a los sacerdotes y fieles y, muy especialmente a los miembros de la gran familia de San Agustín, enriquecida hoy con un nuevo Santo. Que como él, también todos podáis experimentar siempre la protección de la Madre de Dios y madre nuestra.

El Papa expresó asimismo su agradecimiento por las felicitaciones que en nombre de todos, le había dirigido el cardenal Bernardin Gantin. "Particularmente me ha confortado -subrayó el Santo Padre- las especiales oraciones dirigidas a mi persona para que pueda cumplir el servicio petrino que me ha confiado el Señor".

Durante el Regina Coeli el Papa volvió a condenar el que los niños sean obligados a trabajar y apoyó las iniciativas que "busquen eficaces vías de solución para este intolerable fenómeno". Juan Pablo II recordaba así la jornada de sensibilización que se había celebrado en Italia un día antes, el sábado, promovida por "Global March against Child Labour" (Marcha Global contra el Trabajo Infantil) y la asociación italiana "Mani Tese" (Manos Extendidas).

 

GRANDES LAGOS: REGIÓN HA PAGADO UN TRIBUTO MUY ALTO POR LA VIOLENCIA Y LA EXCLUSIÓN
ASAMBLEA EXTRAORDINARIA DE LOS OBISPOS DE LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO, BURUNDI Y RUANDA PARA REFLEXIONAR SOBRE LOS PROBLEMAS DE LA PAZ

Juan Pablo II dirigió una carta al presidente de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central, asociación, integrada por los Obispos de la República Democrática del Congo, de Burundi y de Ruanda, que ha celebrado del 13 al 18 de mayo - una Asamblea Extraordinaria para reflexionar sobre los problemas de la paz. En esta reunión que tiene lugar en Kigali participa también el secretario de la Congregación para la Evangelización de los pueblos.

El Papa en su carta a monseñor Frederick Rubwejanga, obispo de Kibungo, y presidente de la Asociación de las Conferencias Episcopales de África Central, habla del drama de la guerra que desde hace tantos años azota la región de los Grandes Lagos y anima a los obispos participantes en esta asamblea a que encuentren las directivas y las orientaciones pastorales necesarias para ofrecer la vía de la paz. "Las violencias cometidas - escribe el Papa - no constituyen sólo una negación permanente del proyecto de Dios de reunir en la unidad a sus hijos desperdigados, sino que niegan la vocación del hombre, al que el Creador ha confiado la responsabilidad de colaborar en su obra, trabajando en el respeto incondicional de la vida y de la dignidad del ser humano".

"Vuestros países han pagado un tributo muy alto a causa de esta espiral de violencia y de exclusión, engendrando todavía más pobreza y precariedad y provocando el desplazamiento de poblaciones enteras. "Esta lógica de la venganza y del menosprecio del hermano ha superado cualquier límite de los valores humanos indispensables para la construcción de un mundo solidario y para el establecimiento de relaciones fraternas y pacíficas entre los hombres, dice el Pontífice". Hoy junto a vosotros digo: "nunca más guerras que arruinen el deseo de los pueblos de vivir tranquilamente y en paz".

Ante la situación actual, Juan Pablo II invita a los pastores y a los fieles centroafricanos a abrir de par en par sus corazones a Cristo resucitado, a fin de que les ayude a levantar una mirada de esperanza para afrontar, en la fe, los inmensos desafíos de la Región de los Grandes Lagos y poder crear las condiciones para una paz duradera fundada en la justicia y en el perdón.

Para promover el respeto de los derechos fundamentales de las personas y de los distintos grupos humanos, en vista de su desarrollo integral, la Iglesia católica, explica el Santo Padre, está llamada a comprometerse al lado de todos los hombres de buena voluntad para construir una nueva era de paz, de justicia y de solidaridad efectivas en la región de los Grandes Lagos. Puesto que es experta en humanidad, la Iglesia debe continuar vigilando la evolución que está teniendo lugar en esta región, invitando a todas las comunidades católicas, unidas a sus pastores, a que propongan con audacia los valores morales y espirituales necesarios para un verdadero cambio de mentalidad en los corazones de los hombres.

"Sed -acaba diciendo el Santo Padre- los centinelas de la paz, de la que tanta necesidad tienen vuestros pueblos, para que no se sucumba de nuevo a la tentación del desespero y de las divisiones, alimentado por sentimientos de odio y de venganza". El Papa no olvida en su carta a las víctimas silenciosas del SIDA y de la malnutrición, así como tampoco a todas las personas que han sufrido los avatares de la reciente erupción del volcán Nyiragongo para los que Juan Pablo II pide a la Comunidad Internacional que continúe con su programa de ayudas y colaboración.

 

MENSAJE JORNADA MISIONERA MUNDIAL: "LA MISIÓN ES ANUNCIO DE PERDÓN"

"La misión evangelizadora de la Iglesia es esencialmente el anuncio del amor, de la misericordia y del perdón de Dios, revelados a los hombres mediante la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Es la proclamación de la buena noticia de que Dios nos ama y nos quiere a todos unidos en su amor misericordioso, perdonándonos y pidiéndonos que también nosotros perdonemos a los otros. Esta es la Palabra de la reconciliación que nos ha sido confiada".

Éste es en síntesis el fundamento del mensaje del Papa Juan Pablo II para la Jornada Misionera Mundial que se celebrará el domingo 20 de octubre próximo. Jornada dedicada al estimulante tema: "La misión es anuncio de Perdón". Se trata de un acontecimiento que se repite cada año, pero que no pierde el significado y su importancia con el pasar del tiempo, porque la misión -explica el Papa- constituye nuestra respuesta al supremo mandato: "id y predicad el evangelio a todas las naciones, enseñándoles a observar todo lo que os he mandado".

"Al inicio del tercer milenio cristiano se impone con mayor urgencia -escribe el Santo Padre- el deber de la misión, porque como ya recordé en la encíclica "Redemptoris missio" el número de los que no conocen a Cristo y no forman parte de la Iglesia está aumentando, es más, desde el final del Concilio se ha doblado casi". En un momento en que los conflictos continúan afligiendo al mundo de manera endémica, no escapa al Pontífice, el ansia que tienen tantos hombres de una gran sed de Dios y de su amor misericordioso. Por eso dice el Papa que la invitación a anunciar la Buena Nueva es todavía hoy válida y más urgente que ayer.

El Santo Padre subraya después la importancia de la contemplación del rostro doliente y glorioso de Cristo. El corazón del mensaje cristiano -dice- es el anuncio pascual de Cristo crucificado y resucitado. En la Cruz, Dios nos ha revelado todo su amor. La Cruz nos introduce en la plenitud de la vida cristiana y en la perfección del amor, porque revela la voluntad de Dios de compartir con los hombres su vida, su amor y su santidad. De la contemplación de la Cruz aprendemos a vivir en la humildad y en el perdón, en la paz y en la comunión.

Cristo resucitado da a sus discípulos la paz. La Iglesia fiel al mensaje de su Señor, afirma el Papa, continúa proclamando y difundiendo hoy la paz. Mediante la evangelización, los creyentes ayudan a los hombres a reconocerse como hermanos y como peregrinos en la tierra. Y aunque, por sendas distintas, todos estamos encaminados hacia la Patria común que Dios, a través de caminos solo conocidos por Él, no cesa de señalarnos. Y el camino maestro de la misión es el "diálogo", Diálogo sincero, diálogo que es comprensión, estima e impulso espiritual y purificación. Diálogo que está profundamente relacionado con la voluntad del perdón.

La Jornada Misionera Mundial, verdadera y propia fiesta de la misión, acaba diciendo Juan Pablo II, nos ayuda a descubrir mejor el valor de nuestra vocación personal y comunitaria. Nos estimula a ayudar a los "hermanos más pequeños" a través de los misioneros esparcidos en todas las partes del mundo. Este es el objetivo de las Obras Misionales Pontificias, que desde siempre sirven a la Misión de la Iglesia, no haciendo faltar nunca a los pequeños quien les trocee el pan de la Palabra y continúe llevándoles el incesante amor que surge del mismo corazón del Salvador.

 

IGLESIAS PARTICULARES DE LATINOAMÉRICA Y EUROPA REUNIDAS EN EL ESCORIAL

En nombre del Papa, el cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, dirigió un mensaje a los representantes de las Iglesias particulares de Latinoamérica y de Europa, reunidos los días 13 y 14 de mayo en San Lorenzo de El Escorial para celebrar un Congreso Social que, patrocinado por la Conferencia Episcopal Española, el Consejo Episcopal Latinoamericano y la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea, se propuso examinar, como dice el lema elegido, la aportación de la Iglesia a la colaboración conjunta de Latinoamérica y la Unión Europea para el bien común universal.

El mensaje fue leído por el nuncio apostólico en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, en la inauguración de este Congreso el lunes, que estuvo a cargo del presidente del gobierno español, José María Aznar.

Ante los crecientes intercambios entre las Iglesias particulares, que no sólo sirven para comprender mejor la dimensión universal de la Iglesia, sino que "son un modo adecuado para tomar conciencia de la interdependencia cada vez más acusada entre los pueblos y los continentes, que hoy se describe como un proceso de globalización", el mensaje de Juan Pablo II alienta a proseguir en la colaboración y pone de relieve "la elección de España como país anfitrión de ese Congreso, una tierra rica de historia y de raíces cristianas, que favorece el trabajo de relanzar los lazos entre Latinoamérica y Europa".

En este contexto, el Santo Padre destaca que "el uso de lenguas comunes, como son el español y el portugués, que han sabido plasmar una eximia tradición católica y llevarla a tantos países del Continente americano, permiten a éstos Países ibéricos hacer de puente entre dos grandes regiones del mundo".

Recordando asimismo que "Europa, el viejo continente, y Latinoamérica comparten una misma impronta cristiana", "preciosa herencia que se ha de reafirmar claramente en un momento de la historia en que se hace cada vez más apremiante para la humanidad la búsqueda del sentido de la vida y la orientación definitiva de la existencia humana", el Santo Padre pone de relieve que este Congreso Social tenía lugar pocos días antes de la segunda cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Latinoamérica y la Unión Europea.

Juan Pablo II hace hincapié en "la atención de la Iglesia por el mundo y, en particular, por la clase política, cuya misión más noble es siempre el servicio al bien común". Orientación que "es precisamente la clave de que disponen los hombres y mujeres comprometidos en la vida pública para restablecer el clima de confianza entre los ciudadanos y que, por diversas razones, parece deteriorarse en algunos de países".

Y si "la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno es una ocasión privilegiada para el intercambio de ideas, informaciones y proyectos, así como ámbito favorable para acuerdos sobre aspectos comerciales, financieros, ecológicos, sociales y políticos, en el marco de las relaciones entre la Unión Europea y Latinoamérica", el mensaje del Papa alienta a los obispos a "profundizar sobre las cuestiones candentes que afectan a la justicia social, la promoción de la vida y la familia, la defensa de los derechos humanos y el compromiso contra el egoísmo y la corrupción".

El pontífice llama la atención sobre "la integración regional mediante tratados e instituciones comunes" con la esperanza de que "el actual proceso de acercamiento entre naciones de una misma zona geográfica, con cultura y mentalidad similares, sea una etapa importante hacia la "globalización de la solidaridad" (cf. Ecclesia in America, 55). Recomendando que "dicho acercamiento ha de hacerse con un espíritu de apertura y respeto hacia cada uno de los países", el Papa advierte que "en efecto, si al nacionalismo, que ciertamente se exalta a veces de manera excesiva, le sustituyeran unos entes regionales más amplios, pero construidos para servir como auténticas fortalezas inexpugnables, poco ganaría la humanidad, no se incrementaría solidaridad entre los seres humanos ni tampoco disminuiría el degrado del mundo creado".

El mensaje del Papa a los obispos de Latinoamérica y de Europa, reunidos en Madrid, finaliza reiterando que "contra una cultura de la muerte, la desconfianza y el rechazo del otro, se ha de promover una cultura de la vida, de la confianza y del compromiso efectivo en favor de los demás, especialmente de los más necesitados".

 

XX ANIVERSARIO DEL CONSEJO PONTIFICIO PARA LA CULTURA

Jornada de estudio en el Vaticano el martes, en el vigésimo aniversario de la creación del Consejo Pontificio para la cultura. "Una fe que no se convierte en cultura, dijo el Papa, es una fe no vivida plenamente".

Juan Pablo II envió un mensaje al cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, con motivo de este aniversario de la fundación de dicho dicasterio. Una ocasión para señalar - escribe el Pontífice - cuánto sea importante el diálogo entre la Iglesia y las culturas. "Es éste un ámbito vital no solamente para la nueva evangelización y la inculturación de la fe, sino también para le destino de mundo y el futuro de la humanidad". Precisamente el martes tuvo lugar en el aula del Sínodo del Vaticano la Jornada de estudio para este aniversario, con una serie de relaciones de los distintos miembros del dicasterio y del mundo académico. Intervenciones que profundizarán sobre el papel de la cultura y el desafío que representa como lugar privilegiado frente al ámbito de la "no creencia" para una nueva evangelización.

Durante estos últimos 20 años, escribe el Santo Padre, han sido notables los cambios habidos en los modelos de pensamiento y en las costumbres de nuestra sociedad. La misma globalización, inicialmente centrada en el aspecto económico, se ha convertido en la actualidad en un fenómeno que afecta también a otros sectores de la vida humana. Ante tales cambios culturales aparece pertinente - dice el Papa - señalar la reflexión de los Padres del Concilio Vaticano II que, en la Constitución "Gaudium et Spes", quisieron subrayar la importancia de la cultura para el pleno desarrollo del hombre. "La síntesis entre cultura y fe no es sólo una exigencia de la cultura, sino de la misma fe"... "Una fe que no se convierte en cultura, es una fe que no es acogida plenamente, no es pensada enteramente: es una fe que no ha sido vivida".

El Santo Padre está convencido que "la cultura es una vía privilegiada para comprender la manera de pensar y de sentir de todos aquellos hombres de nuestro tiempo que no hacen referencia a ningún tipo de creencia religiosa. Y en esta perspectiva el Consejo para la Cultura promueve el encuentro entre el mensaje salvífico del Evangelio y las culturas de nuestro tiempo, a menudo marcadas por la no creencia y la indiferencia religiosa, de modo que éstas se abran cada vez más a la fe cristiana, creadora de cultura y fuente inspiradora de las ciencias, de las artes y de las letras.

 

IMPULSAR LA PAZ EN TODA LA TIERRA DE CRISTO

La feliz solución de la crisis de la Basílica de la Natividad de Belén "debe impulsar la paz en toda la tierra de Cristo". Esta fue la exhortación que pronunció el enviado especial de Juan Pablo II, el pasado domingo en el lugar donde nació Jesús, en la homilía que pronunció el cardenal Roger Etchegaray en la solemne Eucaristía de Alabanza, Expiación y Reconciliación celebrada en la Iglesia de Santa Catalina, en el recinto del mismo santuario de la Natividad.

Esta Misa - afirmó el Cardenal Roger Etchegaray - nos debe ayudar a descubrir mejor las verdaderas raíces de la paz, aquellas que se ahondan en el corazón del hombre reconciliado con Dios. Asimismo, el Enviado Especial del Santo Padre expresó profunda gratitud a las comunidades de los franciscanos, greco ortodoxos y armenios que permanecieron en el lugar para testimoniar el amor de Dios entre los que sufren. Gratitud asimismo para con las organizaciones de caritativas y humanitarias, locales e internacionales, que han dado y siguen dando su ayuda en Belén y sus alrededores.

Y tras asegurar oraciones por todos los negociadores que han demostrado tanta inteligencia, ingenio e inspiración para alcanzar la "devolución de este lugar santo a Dios y a los fieles" - como dijo Juan Pablo II - el enviado del Papa agradeció también a los que trabajan en los medios de información, que han seguido los acontecimientos que han hecho posible que nos acerquemos aún más a estos dos pueblos en conflicto - israelíes y palestinos - y a pesar de todo tan unidos en su profundo anhelo de justicia y de paz.

El Purpurado, tras destacar que "la paz entre los hombres y la paz entre los pueblos no puede nacer si no existe en cada hombre y en cada pueblo", hizo hincapié en que "ahora tenemos que ir más allá de Belén y abrazar con una mirada toda Tierra Santa". El enviado del Papa invitó a actuar siempre por medio de "la justicia y del diálogo" y nunca "con la violencia", "a pesar de que el camino sea largo y difícil" y de que "la puerta que se abre a este mismo camino es más baja que la de la Basílica de la Natividad".

En Belén, el cardenal Etchegaray reiteró que "nos debemos perdonar los unos a los otros"; que todos nos necesitamos mutuamente, así como, también mutuamente, nos debemos alentar los unos a los otros. Pues "la misericordia de Dios llega aún más abajo de donde pueda llegar la miseria humana".

Recordando que en ese mismo lugar, el 22 de marzo del Año Dos mil, Juan Pablo II renovó el anuncio de los ángeles cuando nació Jesús - proclamando "¡qué la paz sea con vosotros! ¡No temáis!" - el cardenal Roger Etchegaray finalizó su homilía invitando a glorificar a Dios deseando la "Paz a los hombres que él ama" e invocó a Jesús, María y José rogando que "toda la tierra acoja el mensaje de Belén".

 

CREAR EL BIEN COMÚN INTERNACIONAL DE LA SALUD
INTERVENCIÓN DE LA SANTA SEDE EN LA 55 ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SANIDAD

El miércoles 15, monseñor Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud y jefe de la Delegación de la Santa Sede intervino ante la 55 Asamblea Mundial de la Sanidad que se ha desarrollado en Ginebra del 13 al 18 de mayo. Este fue el texto de su intervención:

Sr. Presidente Sra. Directora General Distinguidos Delegados Señoras, Señores:

Los saludo cordialmente de parte de la Delegación de la Santa Sede que me honro en presidir. Hemos escuchado muchos de los grandes riesgos que corre la salud hoy en día: actualmente, 17 millones de personas han muerto por enfermedades infecciosas y deficiencias nutricionales; 2.7 millones por el SIDA, 2.2 millones por diarrea, 1.7 millones por tuberculosis, y 1 millón por paludismo. Al cuadro infeccioso se suman el mayor número de muertes por tabaquismo y alcoholismo, por el cáncer, por otras enfermedades degenerativas, por hábitos de vida equivocados, por falta de higiene, por la droga, por accidentes de tráfico y laborales, por abuso de los mismos medicamentos o por ausencia de los mismos, debido a altos precios, y por enfermedades mentales, como es hoy el aumento de la depresión. Es de señalar como un riesgo patente contra la salud la mentalidad neo?maltusiana contra la vida (dado que salud y vida se identifican), presente en proyectos de salud reproductiva especialmente propuestos para el tercer mundo, y en particular el equívoco en la concepción de lo que es la calidad de vida, que ha llevado en algunos lugares a la legalización de la eutanasia. No podemos olvidar la polución ambiental, el hambre, los conflictos armados, las catástrofes naturales. .

Sr. Presidente, hay un riesgo que quisiera subrayar: existe hoy una unificación "microbial" del mundo, donde las enfermedades infecciosas, dada la movilidad creciente de las poblaciones, están presentes donde quiera, tanto para ricos como para pobres; los virus y las bacterias no tienen fronteras. Además, debido también en gran parte a la globalización económica e informática, los hábitos de producción constituyen cuadros laborales homogéneos que conllevan un desgaste también homogéneo de la población, y así a enfermedades tumorales, degenerativas y psíquicas similares. Aquí mismo, en la OMS se han señalado tres áreas de prioridad para reconducir la globalización a favor de la salud:

1. La necesidad de una gobernabilidad global más efectiva, que sea capaz de asegurar al crear los consensos y decisiones políticas, que se tomen en cuenta las necesidades reales de la gente en materia de salud.
2. La necesidad de generar y diseminar el conocimiento adecuado para informar a los que toman decisiones y a la gente en general acerca de su salud.
3. El apoyo a la globalización en el área de la salud, promoviendo acciones en el ámbito local y nacional, para lograr una mejor salud, en especial para aquellos de los que se prescinde en la globalización económica.

Nos colocamos ya. no sólo en los riesgos sino en soluciones a los mismos. Sr. Presidente, precisamente para desarrollar una gobernabilidad global más efectiva, nuestra Delegación quisiera aportar una colaboración: En Alma Ata se habló de tres aspectos de la salud: físico, mental y social. Un riesgo importante es que se consideren cerrados en sí mismos, o que se le dé más importancia a uno que a otro. Son vasos comunicantes. Podríamos decir que la salud consiste en su armonía. Esta armonía impele a salir de sí mismo y emplear la capacidad física y la auto?transparencia psíquica para crear la solidaridad social y ambiental. El proyecto global de vida y de salud que armoniza todo es lo que algunos llamamos espiritualidad de la salud. Consiste en vencer el encerramiento individualista y vivir para los demás. Es una tensión dinámica hacia la armonía, para crear nuevas condiciones de vida y por tanto de salud para toda la humanidad, prefiriendo a los más pobres y necesitados. Consiste en crear el "Bien común internacional" de la Salud.

 

DELEGACIÓN SANTA SEDE VISITA COREA DEL NORTE

El martes concluyó la visita oficial de una delegación de la Santa Sede a la República Democrática Popular de Corea. Monseñor Celestino Migliore, subsecretario para las Relaciones con los Estados y Luis Mariano Montemayor, consejero de Nunciatura en la Secretaría de Estado, se entrevistaron en Pyongyang con los responsables de la "Asociación de Católicos de Corea del Norte" y además hubo la ocasión de celebrar con la comunidad local e internacional la Fiesta de la Ascensión del Señor

Esta es la sexta vez que una delegación de la Santa Sede visita Corea del Norte como reafirmación de la constante solidaridad del Santo Padre con la población norcoreana y, en esta ocasión, ha contribuido a dar continuidad a las relaciones establecidas con las autoridades gobernativas del país, particularmente con el Ministerio de Asuntos Exteriores.

 

LA DIPLOMACIA PONTIFICIA AYER, HOY Y MAÑANA

"La Diplomacia Pontificia ayer, hoy y mañana", fue el tema de la Conferencia Internacional celebrada el viernes en el Vaticano, en el Aula nueva del Sínodo. Con esta Conferencia se han clausurado las celebraciones conmemorativas del III Centenario de fundación de la Pontificia Academia Eclesiástica. El Año Jubilar de esta Academia se inauguró el 26 de abril de 2001, con la visita de Juan Pablo II al histórico edificio donde, desde el año 1701, se forman los futuros diplomáticos de la Santa Sede. Ese mismo día el secretario de Estado de Su Santidad, cardenal Angelo Sodano, celebró una solemne Eucaristía en el Altar de la Cátedra de la Patriarcal Basílica de San Pedro.

El presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica, el arzobispo español Justo Mullor, introdujo las intervenciones previstas, sobre temas como, entre otros, "La Diplomacia Pontificia al servicio de la unidad", a cargo del cardenal Secretario de Estado; y "La Diplomacia Pontificia al servicio de la caridad", presentada por el cardenal Roger Etchegaray, presidente emérito del Consejo Pontificio Justicia y Paz.

La mencionada Academia Eclesiástica expresó su profunda gratitud a Juan Pablo II por los gestos paternos que ha dirigido a esta institución, de forma especial en el curso de este año jubilar. Agradecimiento que extiende asimismo a todos los que han participado en las celebraciones, en particular a sus "ex alumnos", como el cardenal Secretario de Estado, el sustituto de la misma Secretaría y el secretario para las Relaciones con los Estados.

 

LA ESCLAVITUD DEL SIGLO XXI

"La Esclavitud del siglo XXI - La trata de los seres humanos como violación de los Derechos Humanos", fue el tema que se analizó, el miércoles 15 y el jueves 16, en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. Encuentro organizado por la misma universidad y por los miembros del Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede, los Consejos Pontificio para la Justicia y la Paz, la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes y la editora Urbi et Orbi Communications.

En la presentación de esta Conferencia Internacional se puso de relieve la terrible situación de las numerosísimas víctimas "del tráfico humano" en todo el mundo, en su mayoría mujeres y menores. El encuentro se propone establecer medidas conjuntas para afrontar este terrible flagelo y dar una contribución en la obra de sensibilización sobre esta esclavitud de nuestros días, que niega libertad, la dignidad e incluso la vida a tantos seres humanos. En este contexto, se recordaron las palabras de Juan Pablo II sobre la importancia de la voluntad política para acabar con semejante crimen.

En enero de 1998, en el intercambio de felicitaciones con motivo del año nuevo, en su discurso al Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede, el Papa se refería a que "las iniciativas tomadas por los responsables de la comunidad internacional en favor de la infancia, demasiado a menudo herida en su inocencia, la lucha contra el contra el crimen organizado o el comercio de la droga, los esfuerzos cumplidos para luchar contra la odiosa trata de seres humanos, en todas sus formas, demuestran bien que, con la voluntad política, se pueden combatir las causas de las graves irregularidades que demasiado a menudo desfiguran a la persona humana".

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

DIÓCESIS DE PIRACICABA (BRASIL)
El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Eduardo KOAIK, en conformidad al canon 401 §1 del Cpodigo de Derecho Canónico y ha nombrado en su lugar a monseñor Moacyr José VITTI, C.S.S., hasta ahora obispo titular de Sita y auxiliar de Curitiba.

NUNCIATURA APOSTÓLICA EN ESLOVENIA
El Santo Padre ha nombrado Nuncio Apostólico a monseñor Giuseppe LEANZA, arzobispo tiutlar de Lilibeo, Nuncio Apostólico en Bosnia y Herzegovina.

NUNCIATURA APOSTÓLICA EN LA REPÚBLICA DE MACEDONIA
El Papa ha nombrado nuncio apostólico a monseñor Giuseppe LEANZA, arzobispo titular de Lilibeo, nuncio apostólico en Eslovenia y Bosnia y Herzegovina.

NUNCIATURA APOSTÓLICA EN SUDÁN Y DELEGACIÓN APOSTÓLICA EN SOMALIA
Juan Pablo II ha nombrado nuncio apostólico en Sudán y delegado apostólico en Somalia a monseñor Dominique MAMBERTI, consejero de Nunciatura, elevándolo al mismo tiempo a la sede titular de Sagona, con dignidad de arzobispo.

ORDENACIÓN DE LAS CIRCUNSCRIPCIONES ECLESIÁSTICAS EN FILIPINAS
Con la finalidad de ordenar las circunscripciones eclesiásticas en Filipinas, el Santo Padre ha adoptado las siguientes disposiciones:

1) Erección del vicariato apostólico de Taytay mediante la división del actual vicariato apostólico de Palawan. El Papa ha nombrado vicario apostólico de TAYTAY a monseñor Edgardo Sarabia JUANICH, del clero de Palawan, asignándole la sede episcopal de Ausuaga.

2) El vicariato apostólico de Palawan tomará el nombre de Puerto Princesa

El nuevo vicariato apostólico de Taytay comprenderá el distrito norte del actual vicariato de Palawan con sede en la homónima ciudad. El actual vicariato apostólico de Palawan cambiará su nombre por el de Puerto Princesa y comprenderá el distrito meridional y el central del actual vicariato.

Los motivos de la división son de orden pastoral:
- la gran extensión del territorio y las dificultades de comunicación: las carreteras en dirección al norte se encuentran en condiciones pésimas, sin asfaltar por lo que en el período de las lluvias son intransitables.

Datos estadísticos relativos a los dos vicariatos:

VICARIATO APOSTÓLICO DE PUERTO PRINCESA
TRAS LA DIVISIÓN

- Superficie: 8.800 Km2
- Población: 443.208
- Católicos: 376.726
- Parroquias: 21
- Sacerdotes diocesanos: 34
- Religiosos: 0
- Religiosas: 38
- Seminaristas mayores: 45

VICARIATO APOSTÓLICO DE TAYTAY

- Superficie: 5.945 Km2
- Población: 310.383
- Católicos: 265.000
- Parroquias: 16
- Sacerdotes diocesanos: 18
- Religiosos: 1
- Religiosas: 17
- Seminaristas mayores: 26

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS (A): 19.05.02

"Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo"

Con este domingo de Pentecostés, culminamos el tiempo de Pascua. El acontecimiento que conmemoramos marca el comienzo de la misión de la Iglesia, en la fuerza del Espíritu del Resucitado. S. Lucas nos lo describe así, en la primera lectura: Todos los discípulos estaban juntos el día de Pentecostés. De repente un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Aquel día, los judíos celebraban la promulgación de la ley dada por Moisés al pie del Sinaí. Conmemoraban, así, el momento en que Israel nació como pueblo de Dios, al sellar con sus padres la antigua alianza. Pero los profetas habían anunciado, reiteradamente, una alianza nueva para los tiempos del Mesías. Una alianza última y definitiva, porque la ley de Dios sería gravada internamente, transformando el corazón; porque la pertenencia a Dios sería sellada con el don de su mismo Espíritu, sobre toda raza y nación. Es el cumplimiento de esa promesa lo que hoy lleva a cabo Dios con su intervención. Culminaba así la obra de Cristo que la antigua alianza sólo pudo, a su modo, presagiar...

Así, a la unanimidad con la que el pueblo hebreo aceptó en el Sinaí los mandatos de Dios (Ex 19, 8), corresponde ahora la comunidad de los discípulos de Jesús juntos en el mismo lugar. Al estruendo y el fuego con el que se manifestó el descenso de Dios sobre el monte, en aquella ocasión (Ex 19, 18-19), corresponde ahora el ruido como de viento que resonó en la casa donde estaban los discípulos del Señor y las llamaradas de fuego sobre ellos. Si entonces atronaba desde la cumbre la voz de Dios a los que bajo ella se encontraban, ahora quedaban llenos de su Espíritu los reunidos en aquella casa. Una antigua tradición judía aseguraba que la voz divina se dividió en todas las lenguas conocidas, para que todos pudieran escucharle. Ahora, en cambio, era el fuego de su único Espíritu el que en lenguas se dividía al posarse sobre cada uno, para poder dar un mismo testimonio de forma diversa; para poder expresar una misma verdad en múltiples lenguajes; para poder desarrollar una misma vida en diferentes caminos de santidad. Dotándola de la garantía del Espíritu, Dios ponía en marcha la Iglesia para testimoniar y expandir toda la verdad revelada en Cristo. Dios la disponía así como sacramento de una comunión nueva con todos los hombres y de los hombres entre sí: una comunión nacida de la Pascua de Cristo, promovida por su mismo Espíritu y destinada a extenderse a escala universal...

Es S. Pablo quien nos indica, en la segunda lectura, esta actividad del Espíritu en la edificación de la Iglesia: "Nadie puede decir "Jesús es Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos". No, la Iglesia no es fruto de la voluntad o del esfuerzo de los hombres, sino obra del Espíritu que hace la comunión, destruyendo el pecado que provoca la división; derribando las barreras de cualquier incomprensión; suscitando la diversidad de servicios para el bien común; y manteniendo a todos unidos en el mismo amor al Señor...

Por eso, el Evangelio nos presenta hoy a la Iglesia como una nueva humanidad, creada por el Espíritu del Resucitado. Al aparecerse a sus discípulos, les repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo". Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos". El gesto del Señor Jesús recuerda, en efecto, la creación del primer hombre, cuando "el Señor Dios sopló en su nariz aliento de vida haciéndolo ser viviente" (Gen 2, 7). Y el Espíritu Santo le da hoy la plenitud...

 

SE CUMPLEN 21 AÑOS DEL ATENTADO EN LA PLAZA DE SAN PEDRO

Hoy hace 21 años tuvo lugar el atentado contra el Papa en la Plaza de San Pedro. Era el 13 de mayo de 1981, festividad de la Virgen de Fátima. Juan Pablo II estaba saludando a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro para la Audiencia General, cuando fue alcanzado por los disparos a corta distancia del terrorista turco Alí Agká, a quién el Papa ofreció su perdón 4 días después del atentado, en sus palabras antes del rezo del Ángelus desde el Hospital Gemelli de Roma.

Hoy hace 21 años tuvo lugar el atentado contra el Papa en la Plaza de San Pedro. Era el 13 de mayo de 1981, festividad de la Virgen de Fátima. Juan Pablo II estaba saludando a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro para la Audiencia General, cuando fue alcanzado por los disparos a corta distancia del terrorista turco Alí Agká. Se ha hablado mucho de la pista búlgara del atentado que ha echado una sombra de duda sobre este país que el Santo Padre se dispone a visitar pastoralmente los días 23 al 26 de este mes de mayo.

 

¡FELIZ CUMPLEAÑOS SANTO PADRE¡

Juan Pablo II celebró el sábado su octogésimo segundo cumpleaños. 82 años y sin ninguna intención de hacer todavía ningún balance. Todo lo contrario, Juan Pablo II parece decidido a seguir siendo durante mucho tiempo peregrino en el mundo en nombre de Cristo. El Papa del Gran Jubileo, de la caída de los muros, del diálogo, de los derechos humanos, el Papa de los viajes para llevar la luz de la fe es el Papa de todos, de toda la gente.

El afecto sincero por el Santo Padre se ha manifestado estos días en la inmensidad de telegramas, cartas y mensajes de felicitación y estima que han llegado al Vaticano de todo el mundo. Mientras tanto, los jóvenes esperan al Papa en Toronto, Canadá, para la Jornada Mundial de la Juventud, del 23 al 25 de julio. Después el Pontífice viajará a México y Guatemala, y también este año estará de nuevo en Polonia y Croacia. Y dentro de pocos días, a finales del mes de mayo, visitará Bulgaria y Azerbayán.

Orazio Petrosilo es un conocido periodista del diario "El Mensajero" de Roma y un experto vaticanista que ha acompañado al Santo Padre en casi todos los 95 viajes que ha realizado Karol Woitila en estos más de 23 años de Pontificado: "Yo creo que el Papa se merece este deseo que tiene de poder viajar a Moscú y Pekín. Obviamente no queremos exaltar o exagerar la importancia de los viajes, pero son símbolos de su pontificado abierto al mundo".

Juan Pablo II ha cumplido 82 años pero continúa en su tarea incansable de seguir las huellas de Pedro ofreciendo la propia vida al servicio de la evangelización, de la santificación y de la caridad.

 

LA ESTATUA DE UNA SANTA ESPAÑOLA EN LA FACHADA POSTERIOR DE SAN PEDRO

El sábado 18 de mayo, tuvo lugar la solemne ceremonia de inauguración de la estatua de la santa española María Josefa del Corazón de Jesús, fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús de la Caridad, que fue colocada en el exterior de la fachada posterior de la basílica de san Pedro, en el Vaticano, y bendecida por Juan Pablo II.

Se trata de la primera santa española que cuenta con una estatua en el exterior de la Basílica vaticana. Hasta la fecha existen las imágenes de santa Brígida de Suecia, santa Catalina de Siena y San Marcelino Champagnat. Santa Josefa Sancho de Guerra, que nació en Vitoria en 1842 y murió en Bilbao en 1912, fue beatificada en 1992 y canonizada el 1 de octubre del Año Santo del Dos mil, siendo la primera santa vasca.

Al acto asistieron entre otras autoridades españolas, la presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudí, Carlos Carderera Soler, subsecretario de Asuntos Exteriores, el Obispo de Bilbao y los alcaldes de Madrid, Bilbao y Vitoria.

 

CONGRESO SOCIAL EN MADRID

EL CARDENAL ROUCO DESTACA LA APORTACIÓN DE LA LA IGLESIA Y SU DOCTRINA SOCIAL A LA SOCIEDAD GLOBALIZADA

El martes se clausuró en el Escorial el Congreso Social de Madrid que ha sido organizado por la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea, el Consejo Episcopal Latinoamericano y la Conferencia Episcopal Española. D. Antonio María Rouco Varela, cardenal-arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, en sus palabras de acogida en la apertura del Congreso puso de manifiesto la "riqueza que encierra la Doctrina Social de la Iglesia para favorecer y reforzar una mejor ordenación de las relaciones entre los países Latino-Hispano-americanos con la Unión Europea en los comienzos de un nuevo milenio y en un contexto mundial lleno de sugestivas promesas y de graves interrogantes. Las orientaciones de la enseñanza social de la Iglesia y su labor socio-caritativa constituyen, dijo, una referencia inestimable para la unidad y mutuo enriquecimiento de los Continentes americano y europeo.

El cardenal Rouco indicó que si bien los "lazos entre América Latina y Europa se han afianzado, a lo largo de los siglos, sin dejar en el olvido las comunes raíces cristianas y la dimensión religiosa de la existencia humana, las grandes cuestiones económico-sociales, el estado de derecho y los derechos humanos, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado y la plaga de la droga, no serán superadas si no se afrontan sus soluciones desde la misma raíz de sus causas". "Urge no minusvalorar el servicio que la Iglesia puede y debe aportar para desvelar el origen de los problemas que afectan a esta sociedad globalizada que tanto condicionan las relaciones de Europa con América. Es menester descubrir el valor de las respuestas que la Iglesia puede y debe dar a la honda crisis de valores y la ayuda que pueda prestar a la solución de los problemas de la paz y de la justicia".

Efectivamente, la Iglesia, portadora del mensaje salvador de Jesucristo, está llamada hoy, con especial urgencia, a ofrecer la concepción del hombre que garantiza el buen fin de todas sus empresas: que el hombre es creado a imagen de Dios, que está llamado a la plenitud, a la divinización, si se deja realizar por Aquel que le dona graciosa y amorosamente la existencia. "La humanidad no podrá dar respuesta a los más apremiantes desafíos - subrayó el purpurado español -, si olvida la visión antropológica que afirma la trascendencia, si rechaza la imagen del hombre manifestado en el rostro de la persona de Jesucristo. Los derechos humanos encuentran su fundamento en la afirmación de la dignidad humana, en su sacralidad, pues "la mayor obra divina, el hombre, es imagen y semejanza de Dios".

"Ante los graves problemas de orden social que, con características diversas, existen en toda América y en buena parte, también en Europa, el católico sabe que puede encontrar en la Doctrina Social de la Iglesia la respuesta de la que partir para buscar soluciones concretas, señaló el arzobispo de Madrid. "Difundir esta doctrina constituye, pues, una verdadera prioridad pastoral". Desde la doctrina social de la Iglesia podemos descubrir los pecados sociales que claman al cielo, el amor preferencial por los pobres y marginados y la superación cultura de la muerte.

Nada más estéril para organizar las cosas de este mundo, acabó diciendo el cardenal Rouco, que interpretar de forma secularista la fe cristiana con el consiguiente abandono de una concepción integral del hombre. Una cultura secularizada que propone modelos de vida sin Dios -son palabras de Juan Pablo II- pone a prueba y, no pocas veces, apaga y sofoca todas las posibles aportaciones humanizadoras de la fe. La obra evangelizadora y la consiguiente concepción cristiana de la vida favorecerá la conciencia y la práctica moral, fundada en la Verdad, la única capaz de salvar en toda su totalidad al hombre, de salvaguardar su dignidad personal y de servir verdaderamente al bien común de la sociedad.

 

MENSAJE DE LOS OBISPOS EUROPEOS Y LATINOAMERICANOS

Los obispos europeos y latinoamericanos al final del Congreso Social que celebraron el lunes y martes en El Escorial elaboraron un mensaje final con vistas a dar su contribución a la II Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe que tuvo lugar los días 17 y 18 de mayo en Madrid.

En sus deliberaciones los prelados han constatado que tanto en el norte como en el sur, el mundo está afectado por la creciente miseria, la violencia, el terrorismo, el tráfico de estupefacientes, la corrupción, la inestabilidad política y la debilidad de algunas democracias. Una situación que preocupa a los obispos porque va acompañada por el fenómeno de la secularización y la crisis de valores en nuestra sociedad, pero que a la vez les alienta, al comprobar que también existe en el mundo de hoy la búsqueda de espiritualidad y la humanización con nuevas respuestas.

"Somos conscientes -escriben los obispos- de que entre América Latina y Europa existen lazos muy profundos que, nos estimulan a mirar con sano realismo y sólida esperanza un futuro de mutua colaboración entre nuestras Iglesias y nuestros pueblos. Europa y Latinoamérica tienen la obligación de mirar el mundo globalizado desde dos ángulos diversos, pero desde un propósito que, siendo común, identifica más de cinco siglos de diálogo". Y a este propósito los obispos enumeran, en una lista, los desafíos políticos, económicos y sociales más urgentes. De ellos resulta la necesidad de:

1. Dar prioridad a la dimensión social del desarrollo económico, sobre todo en la lucha contra la pobreza y en la creación de puestos de trabajo digno y de salarios justos;
2. Combatir la corrupción pública y privada;
3. Velar por la protección del medioambiente, cuyo deterioro afecta potencialmente a toda la humanidad; y
4. Adecuar las estructuras de gobierno para asumir los desafíos de la globalización incluyendo la modernización del Estado, estructuras más eficientes de integración regional y de cooperación mundial, así como el fortalecimiento de la estabilidad democrática.

MENSAJE DEL PAPA A LOS REPRESENTANTES DE LAS IGLESIAS PARTICULARES DE LATINOAMÉRICA Y EUROPA REUNIDOS EN EL ESCORIAL

 

LOS OBISPOS BELGAS CONTRA LA EUTANASIA

Los obispos belgas reiteraron con firmeza su oposición a la ley de la eutanasia aprobada el jueves por el Parlamento de Bélgica y que despenaliza esa practica bajo condiciones. En un comunicado, los obispos consideran que la postura de la nueva ley es que "el valor y la dignidad de un ser humano no están ligados al hecho de su existencia sino a lo que se llama calidad de vida". Ello significa que el estado belga "está de acuerdo en que tal vida humana tiene menos valor que otras".

Los obispos expresan también su temor a que los enfermos puedan sufrir en algunos casos fuertes presiones de miembros de su familia o del personal que se ocupa de ellos para que pidan que se les aplique la eutanasia. "Desde hace siglos, los cristianos han trabajado mucho para suavizar el sufrimiento de la gente. Es cierto que hay que evitar hacer sufrir a los otros, es necesario reducir al máximo sus sufrimientos. La cuestión es saber si se puede hacer matando a alguien", agrega la nota de los obispos.

El Parlamento belga aprobó el jueves una ley que autoriza la eutanasia bajo estrictas condiciones, lo que convierte a Bélgica en el segundo país, tras Holanda, que despenaliza esa practica. El proyecto de ley fue adoptado con 86 por votos a favor, 51 en contra y 10 abstenciones. La ley aprobada no obliga a los médicos a practicar una eutanasia si no lo desean y establece condiciones estrictas a la hora de llevarla a cabo.