AUDIENCIA GENERAL: "DIOS JUZGARÁ CON JUSTICIA" "Dios juzgará con justicia" es la síntesis del Cántico que, tomado del Profeta Isaías y usado por la Liturgia de Laudes, escogió el Papa para la catequesis del miércoles en la Plaza de San Pedro. Este Cántico nos invita a buscar la santidad como signo de conversión y reconciliación con Dios. Para ello hay que "caminar en la justicia", combatir la opresión de los pobres y las riquezas injustas. Juan Pablo II eligió para la catequesis del miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro, uno de los numerosos Cánticos bíblicos que se entrecruzan con los Salmos en la Liturgia de Laudes. Se trata de un texto breve tomado del capítulo 33, versículos 13 al 16 del profeta Isaías y que puede resumirse en esta frase: "Dios juzgará con justicia". Ya algunos versículos antes, el Cántico se abre con el anuncio de la entrada poderosa y gloriosa de Dios en la historia humana: "Ahora, me pongo en pie, dice el Señor, ahora me yergo, ahora me alzo". Son palabras dirigidas a los "lejanos" y a los "cercanos", es decir a todas las naciones de la tierra, incluso a las más remotas, y también a Israel, el pueblo "cercano" al Señor por su alianza con Él. En otro pasaje de Isaías (57,19) se lee: " les pondré en los labios este canto: "Paz al lejano, paz al cercano", dice el Señor, y lo curaré". En cambio en el contexto del capítulo 33, las palabras del Señor son palabras duras, ásperas; asumen el tono del juicio sobre el mal de los "lejanos" y de los "cercanos". Esto hace que se propague el miedo entre los habitantes de Sión en cuyo corazón se anida el pecado y la impiedad: "Temen en Sión los pecadores, y un temblor atenaza a los perversos". Estos son conscientes de vivir junto al Señor que reside en el templo y que ha decidido caminar con ellos en la historia, transformándose en "Enmanuel", "Dios con nosotros". Ese Dios, justo y santo, no puede tolerar la impiedad, la corrupción, la injusticia. Es como un fuego devorador, como una llama perenne. En la economía veterotestamentaria, afirmó el Santo Padre, se quiere decir que Dios no es indiferente ante el mal y ante el bien, sino que se manifiesta airado y en cólera respecto a la maldad. Pero el Cántico de Isaías no se apaga con esta escena de juicio. Por el contrario, reserva la parte más amplia e intensa a la santidad, acogida y vivida como signo de conversión y reconciliación con Dios. Isaías propone seis compromisos morales para el verdadero creyente, fiel y justo. El primero caminar en la justicia; el segundo hablar con rectitud y sinceridad; el tercero rehusar el lucro, fruto de la opresión; el cuarto rechazar el soborno y la corrupción; el quinto taparse los oídos a propuestas sanguinarias o actos de violencia; y sexto y último compromiso cerrar los ojos para no aceptar la maldad. No se trata pues de "cerrar un ojo", con lo que se quiere decir que hacemos como que no vemos para no tener que intervenir. El hombre justo y honesto cierra los dos ojos, señal de rechazo de todo contacto con el mal. Como puede verse, afirmó el Santo Padre, los principales sentidos del cuerpo son interpelados, pues todos ellos están implicados en la acción moral del hombre. Sólo quien sigue esta conducta honesta puede acceder al templo del Señor, donde recibirá la seguridad de aquel bienestar exterior e interior que Dios regala a quien está en comunión con Él. RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL Queridos hermanos y hermanas: El profeta Isaías nos presenta a Dios que se dirige a los "lejanos" y a los "cercanos", es decir, a todas las naciones de la tierra, a las cuales desea la paz. Pero el Señor, justo y santo, no puede tolerar la impiedad, la corrupción y la injusticia, o sea, no es indiferente ante el bien y el mal, sino que muestra su indignación contra la maldad. El Cántico escuchado nos invita a buscar la santidad como signo de la conversión y reconciliación con Dios. Para ello hay que "caminar en la justicia", combatir la opresión de los pobres y las riquezas injustas y, por tanto, condenar la corrupción política y judicial, rechazando regalos hechos para desviar la aplicación de las leyes. Así se evitará cualquier complicidad con el mal. Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo y al grupo mexicano del Instituto Montini. Saludo también a los demás peregrinos venidos de España, México y El Salvador. Invito a todos a tener una conducta honesta y justa en la propia vida. * * * * * * * *
Recordando la cercana Solemnidad de Todos los Santos y de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, que estimulan a los creyentes a considerar las realidades últimas y definitivas que nos esperan, Juan Pablo se dirigió una vez más con especial afecto a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. A los jóvenes les pidió que persigan como objetivo primario la santidad de vida, para preparar un futuro lleno de bien. A los enfermos les exhortó a afrontar con valentía las pruebas de la vida, siguiendo el ejemplo de los Santos. Y ha deseado a los recién casados que el pensamiento de la Patria celestial, a la que todos estamos llamados, oriente su familia a la fidelidad a Cristo y a la plena y recíproca comunión de amor.
Juan Pablo II recibió el jueves por la mañana en audiencia especial al alcalde de Roma y a una representación del Consejo y la Junta municipal que otorgaron a Su Santidad la ciudadanía honoraria en nombre del pueblo de Roma. En su dicurso Juan Pablo II manifestaba:"... esta ciudad que he aprendido a conocer y a amar desde el mes de noviembre de 1946, cuando llegué como estudiante. El vínculo afectivo que comenzó entonces se ha ido afianzando en los últimos 24 años, durante los cuales, cotidianamente he sentido la cercanía y el calor de todos sus ciudadanos". En otro momento el Pontífice subrayó que "Roma, heredera de una cultura milenaria en la que se ha injertado el germen del anuncio evangélico, no posee sólo tesoros del pasado que custodiar. Roma es consciente de su deber fundamental en el desarrollo, también futuro, de servicio a la humanidad de hoy y de mañana". En el ámbito de los problemas "que no faltan", el Pontífice calificó de necesario el compromiso de todos para entregar a las generaciones futuras el rico patrimonio civil, moral y espiritual de Roma. Con respecto a la Iglesia, Juan Pablo II aseguró la continuidad de esta cumpliendo su propio deber, respetando las responsabilidades propias y ajenas, buscando siempre, mediante un diálogo sincero, el deseable entendimiento con la magistratura civil en temas y problemas específicos.
CARTAS CREDENCIALES DEL EMBAJADOR DE BÉLGICA ANTE LA SANTA SEDE Juan Pablo II recibió el jueves las cartas credenciales del embajador de Bélgica ante la Santa Sede, a quien dirigió un amplio discurso en el que abordó distintos temas de interés local e internacional. "Ante las graves tensiones que conoce nuestro mundo en el comienzo de este nuevo milenio, se necesita una gran determinación de parte de los responsables de las naciones para luchar de forma eficaz contra el terrorismo y reducir los conflictos entre los pueblos por medio del diálogo y la concertación, pero también para luchar contra las numerosas injusticias que suscitan resentimiento, odio y violencia". Así lo reiteró Juan Pablo II en su discurso al nuevo embajador de Bélgica, Benoit Cardon De Lichtbuer, en el acto de presentación de sus Cartas Credenciales. Tras poner de relieve el importante papel desarrollado por Bélgica en el "proyecto europeo", desde sus orígenes hasta nuestros días, para permitir que el "viejo continente, que a lo largo de su historia ha conocido laceraciones y guerras fratricidas, encuentre la senda hacia una paz sólida y una fructuosa cooperación entre las Naciones que lo componen", el Papa reiteró que "la Unión Europea representa hoy en la escena internacional una instancia de diálogo y cooperación, que constituye una llamada evidente para muchos pueblos del mundo que anhelan la paz". Juan Pablo II expresó su profunda satisfacción ante el impulso de Bélgica al proceso de ampliación de la misma Unión Europea, apoyando la progresiva integración de los países de Europa central y oriental. La construcción europea necesita voluntad y determinación por parte de las autoridades, con el anhelo de fundar los cimientos de la Unión en valores comunes que tengan en cuenta las raíces cristianas de los pueblos. Raíces que "son una realidad indiscutible de la historia y de la cultura europeas", reiteró el Papa, haciendo luego hincapié precisamente en la "aportación decisiva del cristianismo y de la visión cristiana del hombre en la historia y cultura de distintos países", llegando a ser parte del "tesoro común" de Europa y que por lo tanto es oportuno que se consideren e inscriban en el proyecto de la Convención Europea. En este contexto, Juan Pablo II destacó la importancia de que "se reconozca la existencia y la libertad de acción de las Iglesias y confesiones religiosas, tal como se hace ya en las constituciones de numerosos países europeos". Asimismo, el Santo Padre subrayó las importantes relaciones de Bélgica con los países del continente africano, en especial en la región de los Grandes Lagos, cuyos pueblos han sufrido y siguen sufriendo graves tensiones. Y, tras expresar su satisfacción por la ayuda de las autoridades belgas a las naciones jóvenes, para que éstas superen sus crisis internas y los conflictos con otros países, impulsando asimismo sus estructuras políticas, económicas y sociales, Juan Pablo II afirmó una vez más que "la Santa Sede aprecia esta contribución a la paz así como los esfuerzos de solidaridad" que Bélgica demuestra para con los más pobres en el ámbito internacional. En el marco de la atención de la Iglesia en lo que se refiere al tema de los jóvenes y recordando que en Bélgica los católicos participan activamente en la educación de la infancia y la juventud, el Papa señaló que en las sociedades desarrolladas "la actualidad demuestra a menudo de manera dramática la necesidad de proteger a los menores y de garantizarles una educación al servicio del desarrollo integral de las personas". Por ello, recomendó una vez más Juan Pablo II, "es importante condenar con la mayor firmeza posible los abusos sexuales de menores". Así como también es necesario, recordó el Papa, impulsar una política valiente que apoye y tutele a las familias y defender la institución del matrimonio entre hombre y mujer, ofreciendo a los hijos la serena referencia de las figuras paterna y materna. Y tras reiterar la leal contribución de la Iglesia en la educación, el Santo Padre hizo hincapié luego en la "defensa del don de la vida". Juan Pablo II reiteró la inquietud y reprobación de la Iglesia ante la promoción de la legalización de la eutanasia activa. El Santo Padre puso en guardia, una vez más, contra "los graves peligros" de una sociedad que no respeta a todo ser humano en cada etapa de su vida. Respeto esencial en la educación a la paz y a la justicia, recordó el Papa con el anhelo de que los responsables políticos, los educadores y los encargados de velar por los ciudadanos se movilicen en defensa de la vida. Por su parte, recordó asimismo Juan Pablo II, "la Iglesia siente el deber inquebrantable de intervenir, a tiempo y a destiempo, como dice el Apóstol Pablo, para hacer escuchar la Palabra del Evangelio de la vida y para iluminar las conciencias". Saludando a todo el pueblo de Bélgica, el Papa se dirigió de forma especial a la comunidad cristiana y a sus Pastores, alentando de forma especial a los católicos a testimoniar a Cristo "sin miedos ni complejos", en una sociedad en la que aumenta el secularismo, y a perseverar en su compromiso social en favor de la juventud, los emigrantes, los minusválidos y los que están en dificultades.
CONTENIDOS RELIGIOSOS Y ESPIRITUALES DE LA FUTURA CONSTITUCIÓN EUROPEA Juan Pablo II recibió el jueves al presidente de la Convención europea, Valery Giscard d'Estaing, que en esos días realizaba una visita a Roma y que había expresado el deseo de ser recibido por el Santo Padre y por el Cardenal Secretario de Estado. En el curso de las conversaciones, que fueron ocasión propicia para un intercambio de puntos de vista sobre Europa, "se habló sobre el proyecto de la futura Constitución y el interés de las comunidades de creyentes en los países europeos, donde son mayoría, de ver respetados su identidad y su contribución específica a la vida de la sociedad europea, así como el estatuto del que se benefician en virtud de las legislaciones nacionales".
INGRESO ESLOVAQUIA EN LA UE DARÁ BIENESTAR Y ESTABILIDAD AL CONTINENTE Juan Pablo II recibió el lunes en audiencia, al presidente de la República de Eslovaquia que ha deseado visitar al Santo Padre en el marco de las celebraciones organizadas por esta nación con motivo del X aniversario de su independencia. Deseo acogido por el Papa y que coincidía ese día, con un momento significativo desde el punto de vista de las relaciones bilaterales. Y es que, precisamente el lunes tuvo lugar el intercambio de instrumentos de ratificación del acuerdo firmado en Bratislava, el pasado 21 de agosto, sobre la asistencia religiosa a los fieles católicos en las Fuerzas Armadas y en los Cuerpos Armados de la República Eslovaca. En su saludo de bienvenida al Vaticano al presidente Rudolf Schuster, el Santo Padre evocó los encuentros mantenidos en el pasado con el mandatario eslovaco, subrayando de forma especial el más reciente, el de hace algo más de dos meses en Cracovia, durante la peregrinación de Juan Pablo II a Polonia. Confirmando los sentimientos de recíproca consideración, que animan las relaciones entre la República de Eslovaquia y la Santa Sede y los vínculos que unen a los eslovacos con el Sucesor de Pedro - vínculos que se han ido afianzando desde los tiempos de Cirilo y Metodio gracias también a los Pastores iluminados y generosos que han acompañado a su pueblo en las circunstancias felices y en las tristes - el Papa hizo hincapié en que el "pueblo eslovaco mira con confianza a Europa, a la cual pertenece por su colocación geográfica, histórica y cultural". En este contexto, el Pontífice manifestó que está seguro de que el ingreso ya próximo de la nación eslovaca en la Unión Europea, "además de ofrecer ventajas a Eslovaquia, contribuirá al bienestar y estabilidad de todo el Continente". Asimismo, el Santo Padre puso de relieve el gran camino cumplido por este país a lo largo de sus diez años de independencia y las importantes metas que ha alcanzado, a pesar de las complejas problemáticas que se le han ido presentando. Refiriéndose luego al intercambio de instrumentos de ratificación del acuerdo firmado el pasado mes de agosto, el Papa recordó que este acto es una de las consecuencias del Acuerdo básico alcanzado, en noviembre de 2000, entre la Santa Sede y Eslovaquia. "La Iglesia no busca privilegios o favores, sólo pide poder desarrollar su misión, en el respeto de las leyes que regulan la convivencia civil", reiteró Juan Pablo II, destacando luego que "por ello, reconociendo plenamente la soberanía del Estado, se propone mantener una relación de diálogo cordial y constructivo con sus distintas Instituciones". El objetivo que impulsa a la Iglesia, recordó una vez más el Papa, es el de "servir en el mejor de los modos, en el ámbito que le compete, al pueblo eslovaco". Es un "diálogo que se vuelve aún más útil", puso de relieve Juan Pablo II, "considerando el hecho de que la Iglesia católica ha tenido que pasar, también en Eslovaquia, antes de la independencia, por un duro período de persecución bajo el régimen comunista" y que "ahora, vive y reflorece en la libertad y quiere contribuir al bienestar integral del pueblo al que pertenece". El Santo Padre finalizó su discurso destacando que "la importancia de la acción de la Iglesia" en la República de Eslovaquia se manifiesta de forma especial "en las circunstancias actuales, en las que la joven democracia se encuentra ante problemas enlazados con la herencia de la ideología marxista, así como con el tumultuoso proceso de modernización, con el fenómeno del desempleo y con el consiguiente peligro, para todos aquellos que pasan necesidades, de implicaciones en actividades ilegales". Y, al tiempo que expresó satisfacción por la atención que el Gobierno y el Parlamento eslovacos demuestran para con la misión de la Iglesia, Juan Pablo II confirmó "la comprensión y el apoyo de la Santa Sede y del Episcopado eslovaco a los esfuerzos" que esta noble nación "está cumpliendo en favor de una sociedad libre, pacífica y solidaria". Y al final de este encuentro con el Papa, en el Palacio Apostólico Vaticano, el cardenal secretario de Estado de Su Santidad Ángelo Sodano y el Presidente de la República de Eslovaquia Rudolf Schuster, procedieon al intercambio de instrumentos de ratificación del Acuerdo sobre la asistencia religiosa de los fieles católicos en las Fuerzas Armadas y en los Cuerpos Armados de la República de Eslovaquia, entre la Santa Sede y la misma República, firmado en Bratislava el 21 de agosto pasado.
VII
SESIÓN PUBLICA DE LAS ACADEMIAS PONTIFICIAS Su Santidad Juan Pablo II recibió el martes en la Sala Clementina del Vaticano a los participantes en la 7ª Sesión Pública de las Academias Pontificias que, con gran generosidad y cada una desde su propio ámbito de investigación, se empeñan en promover eficazmente un nuevo humanismo cristiano para el tercer milenio. La séptima asamblea está dedicada a la reflexión mariológica y su tema es: "María, aurora luminosa y guía segura de la nueva evangelización". "Partir desde Cristo" es el llamamiento que el Santo Padre dirigía a toda la Iglesia después del Gran Jubileo del 2000 y que esta mañana ha vuelto a recordar a los representantes de las Academias Pontificias. "Partir desde Cristo... aprendiendo a contemplar y amar su rostro en el que resplandece la gloria del Padre". "¿Quién sino María, la Virgen Madre, puede ayudarnos y animarnos en esta tarea?", se preguntó el Papa. "¿Quién sino ella puede enseñarnos a contemplar y amar el Rostro que Ella ha mirado con inmenso amor y con total dedicación durante toda su vida, desde el momento de su nacimiento hasta la hora de la Cruz y después al alba de la Resurrección?" Sólo en el misterio de Cristo --afirmó Juan Pablo II-- tiene sentido plenamente el misterio del hombre, y por tanto, también el misterio de aquella excepcional hija de la estirpe humana que fue María. "Y en el rostro de Cristo y en los rasgos de su humanidad se reflejan las características de la Madre, su estimulo educativo, su modo de ser y de sentir". Si queremos contemplar con profundidad el Rostro de Cristo tenemos que recurrir a María. A María que, acogiendo plenamente el proyecto de Dios, ha "plasmado" de manera singular al Hijo, acompañándole paso a paso en su crecimiento. "Reviste una gran importancia, pues --señaló el Papa-- el compromiso teológico, cultural y espiritual de cuantos, empezando por vosotros mismos, queridos académicos de la Pontificia Academia Mariana Internacional y de la Pontificia Academia de la Inmaculada, reflexionan sobre la figura de María Santísima. Una ocasión propicia para intensificar este empeño será --dijo el Santo Padre-- el 150º aniversario de la proclamación dogmática de la Inmaculada Concepción de María, el próximo 8 de diciembre. El Papa pidió el máximo empeño a ambas academias marianas para que ofrezcan su contribución y en esta ocasión renueven esfuerzos para comunicar a todos los hombres el sentido y el mensaje auténtico de esta verdad de fe. Luego, el Santo Padre entregó el premio de las Academias Pontificias a la profesora Rosa Calí, por su tesis doctoral "Los textos antimariológicos en las exégesis de los Padres desde Nicea a Calcedonia".
450 ANIVERSARIO DEL COLEGIO ALEMÁN-HÚNGARO Juan Pablo II recibió el lunes en la Sala Clementina del Vaticano a la Comunidad del Colegio Pontificio Alemán-Húngaro. Con motivo de las celebraciones por el 450 aniversario del Colegio Alemán-Húngaro, les dijo el Papa, os doy la bienvenida al Palacio Apostólico. Este jubileo nos invita a considerar con reconocimiento la particular historia del Colegio en la búsqueda del espíritu con el que fue fundado, para dimanar la misión para el presente y el futuro. "De siglos, el colegio alemán, prosiguió diciéndoles el Pontífice, reúne a seminaristas que proceden de territorios que en otros tiempos formaron parte del Sacro Romano Imperio de la nación alemana. Sin duda, la convivencia bajo el techo de la misma fe católica ha constituido un enriquecimiento para todos. El pensamiento de internacionalidad se ha vivido en el Colegio desde su inicio con total naturalidad. En este clima se ha realizado espléndidamente, en la larga historia del Colegio Alemán, el lema de san Ignacio de Loyola: ¡Todo, para mayor gloria de Dios!" "¡Estimados candidatos al sacerdocio! En Roma tenéis la posibilidad de experimentar la maravillosa experiencia de la Iglesia universal. Aprovechad este tiempo para aprender la verdadera "romanitas": el profundo amor y la fidelidad al sucesor de San Pedro, junto a la obediencia interior y exterior respecto al magisterio y disciplina de la Iglesia, os harán copartícipes de la necesaria renovación de la vida eclesial en vuestros países de origen. Muchos son los doctores que han salido de vuestro Colegio, les recordó Juan Pablo II, que a través de su trabajo, han contribuido a reforzar la relación entre la Santa Sede y las Iglesias particulares en su patria. Este deber también es para vosotros: y es al mismo tiempo, un esfuerzo que tiene su origen en vuestro estudio aquí, en Roma. El Santo Padre finalizó su saludo a la Comunidad del Colegio Pontificio Alemán-Húngaro recordándoles que para todos ellos la meta es el sacerdocio de Cristo. Mi deseo, es que os convirtáis en sacerdotes santos. Haced de la Santa Misa el centro espiritual de vuestro día y rezad mucho. Coged en la mano el rosario para "contemplar, junto a María, el rostro de Cristo". Cristo, Señor y Redentor, quiere ser para vosotros vida y pasión.
ÁNGELUS 1 NOVIEMBRE: SOLIDARIDAD CON LOS AFECTADOS POR EL TERREMOTO Juan Pablo II recordó con pesar los violentos movimientos sísmicos en la isa de Sicilia y en otras zonas de Italia centro meridional "que han causado grandes sufrimientos y padecimientos a aquellas poblaciones. Durante la oración mariana del Ángelus, en la Solemnidad de Todos los Santos, el Pontífice expresó su cercanía y solidaridad con las personas afectadas por estos trágicos eventos y en especial recordó a los niños sobre los que se desplomó una escuela en la localidad de San Giuliano de Puglia. "Al mismo tiempo elevo al Señor mi angustiada oración por las víctimas y sus familiares y dirijo unas afectuosas palabras de ánimo a los supervivientes y a cuantos están realizando tareas de socorro, con el deseo de que sean sostenidos por la solidaridad de toda la Nación". TELEGRAMA
DE PÉSAME Juan Pablo II tras evocar este trágico suceso se dirigió en polaco a sus paisanos, recordando a los polacos que han muerto fuera de la Patria y dedicó un recuerdo especial a todos aquellos que están sepultados en Casino y en otros cementerios de guerra. "La fiesta de hoy, manifestaba Juan Pablo II antes de la oración del Ángelus del viernes, Solemnidad de Todos los Santos, nos invita a dirigir nuestra mirada al Cielo, meta de nuestra peregrinación terrena. Allí nos espera la festiva comunidad de los Santos". El Santo Padre Juan Pablo II, como cada domingo y día festivo se reunió con los fieles romanos y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus. Una lluvia insistente y copiosa, acompañada de fuertes truenos, obligó a muchos fieles y peregrinos a refugiarse en la columnata de Bernini. El Pontífice reflexionó sobre las palabras de la oración Colecta que la Iglesia nos propone en la Liturgia del día: "la alegría de celebrar en una sola fiesta los méritos y la gloria de todos los santos". No sólo de aquellos que han sido proclamados en el curso de los siglos, sino también de los innumerables santos anónimos, hombres y mujeres cuya santidad, escondida a los fieles en este mundo, es bien conocida por Dios y resplandece en su Reino eterno. "En el clima espiritual de la comunión de los Santos, me es grato recordar a los nuevos Hermanos y Hermanas que han sido canonizados en el último año: Alonso de Orozco; Ignacio de Santhia; Umile da Bisignano; Paulina do Coracao Agonizante de Jesús; Benedetta Cambiagio Frassinello; Pio da Pietralcina; Pedro de San José de Betancur; Juan Diego de Guadalupe; Josemaría Escrivá de Balaguer". "Pensando en estos luminosos testigos del Evangelio, demos gracias a Dios, fuente de toda santidad", por haberlos donado a la Iglesia y al mundo. Con su ejemplo, subrayó Juan Pablo II, demuestran que "todos los fieles -como enseña el Concilio- están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad" tendiendo a la "medida alta" de la vida cristiana ordinaria. La fiesta de hoy nos invita a dirigir nuestra mirada al Cielo, meta de nuestra peregrinación terrena. Allí nos espera la festiva comunidad de los Santos. Allí nos encontraremos de nuevo con nuestros queridos difuntos, por los que se elevará la oración en la gran conmemoración litúrgica de mañana. Los fieles cristianos y las familias, recordó el Santo Padre, se acercan estos días a los cementerios, donde descansan los restos mortales de sus familiares, a la espera de la resurrección final. También yo voy espiritualmente a la tumba de mis familiares, donde he tenido ocasión de estar recientemente, durante el viaje apostólico a Cracovia. El dos de noviembre nos pide que no olvidemos, más aún que en la oración privilegiemos en cierto modo a las almas de tantos difuntos que nadie recuerda, para confiarlos al abrazo de la divina Misericordia. Pienso en particular, manifestó el Papa, en todos aquellos que, en el año transcurrido, han dejado este mundo. Rezo sobre todo por las víctimas de los sucesos de sangre, que en los meses pasados y también en estos días siguen afligiendo a la humanidad. La conmemoración de todos los difuntos es motivo de una invocación coral de paz: paz para quién ha vivido, paz para quién vive, paz para quién vivirá. El Pontífice finalizó su breve alocución antes del rezo de la plegaria mariana manifestando que en la gloria del Paraíso resplandece la Virgen María, que Cristo ha coronado Reina de los Ángeles y de los Santos. A Ella, "signo de esperanza segura y de consolación", mira la Iglesia peregrina, deseosa de llegar a unirse a la Iglesia triunfante en la patria celestial. A María Santísima encomendamos todos los difuntos, para que les sea concedida la bienaventuranza eterna.
ÁNGELUS: MUNDO ACTUAL NECESITA DESCUBRIR SENTIDO DE VIDA Y MUERTE La oración cristiana por los difuntos -que caracteriza todo el mes de noviembre- dijo el Papa en el Ángelus del domingo, sólo puede llevarse a cabo en la luz de la Resurrección de Cristo. Juan Pablo II, fiel a su cita de mediodía de todos los domingos y festivos, también hizo acto de presencia el domingo, asomándose a la ventana de su despacho que mira a la Plaza de San Pedro para rezar la oración mariana del Ángelus con los fieles romanos y con los peregrinos llegados de diversas partes del mundo. Como siempre, dirigió unas breves palabras a los presentes y a quienes hayan seguido el acto por radio y televisión, en las que ha recordado que el sábado "celebrábamos la Conmemoración anual, litúrgica, de todos los fieles difuntos". Desde la Iglesia, esparcida por todos los rincones del mundo, se ha levantado una invocación unánime al Dios de la vida y de la paz, para que acoja en su Reino de luz infinita a todas las almas, especialmente a las más abandonadas y necesitadas de su misericordia. La oración cristiana por los difuntos -que caracteriza todo el mes de noviembre- sólo puede llevarse a cabo en la luz de la Resurrección de Cristo, como anunciaba San Pablo. A continuación añadió: "El mundo de hoy tiene más necesidad que nunca de descubrir el sentido del vivir y del morir en la perspectiva de la vida eterna. Fuera de ella, la cultura moderna, nacida para exaltar al hombre y su dignidad, se transforma paradójicamente en cultura de muerte, porque, desvanecido el horizonte de Dios, se encuentra como prisionera del mundo, se llena de temor y da lugar, por desgracia, a múltiples patologías personales y colectivas". Luego recordó a San Carlos Borromeo, onomástico del Papa, cuya memoria litúrgica celebra la Iglesia el lunes, aprovechando la ocasión para expresar su gratitud a todos los que, con este motivo, le están enviando sus felicitaciones. Agradezco, sobre todo, dijo, las oraciones que elevan a Dios por él, a las que corresponde invocando del Altísimo gracias abundantes para todos. Dirigiéndose a María le pidió que sostenga nuestra oración por los difuntos. "En este Año del Rosario, concluyó el Santo Padre, pongámonos asiduamente a los pies de la Virgen para contemplar con Ella el misterio de Cristo muerto y resucitado, esperanza de vida eterna para todo hombre. Terminada la oración mariana del Ángelus y el responso por los difuntos el Santo Padre, recordando la tragedia provocada por el terremoto, dijo: "Hoy hemos participado todos espiritualmente en el dolor de la comunidad de San Giuliano di Puglia, tan probada por la trágica desaparición de numerosos hijos suyos. Deseo decir una vez más a aquellas queridas familias que el Papa y la Iglesia están muy cercano a ellas y que reza por ellas, implorando del Señor, por intercesión de María, Madre de misericordia, el alivio de la fe y de la esperanza cristiana".
ORACIÓN POR LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO EN LAS GRUTAS VATICANAS Juan Pablo II, el viernes por la tarde en las grutas vaticanas, encomendó a la Misericordia de Dios a las víctimas del terremoto que ha asolado el sur de Italia, en particular a los numerosos niños fallecidos, y a los Sumos Pontífices, que han desarrollado su servicio de Pastores de la Iglesia Universal. Como es tradicional, Juan Pablo II se trasladó en Solemnidad de Todos los Santos a las grutas de la Basílica de San Pedro y se detuvo unos momentos en oración. En estas grutas vaticanas - dijo el Papa - encomendamos a la Misericordia del Padre, ante todo, a las víctimas del terremoto que ha asolado el sur de Italia. Y, en particular, a los numerosos niños que han perdido la vida, a sus padres y a sus familiares. Rezamos también - añadió el Santo Padre - por aquellos que tienen aquí su sepulcro y esperan la resurrección de la carne, en particular por los Sumos Pontífices, que han desarrollado su servicio de Pastores de la Iglesia Universal, para que sean partícipes de la eterna liturgia del cielo.
CONSTERNACIÓN DEL PAPA POR EL TERREMOTO EN CAMPOBASSO Juan Pablo II expresó su profunda consternación por la dramática noticia del violento terremoto, en la región italiana de Campobasso, a los obispos de las diócesis en las que se había producido el movimiento sísmico. En un telegrama, firmado por el cardenal Angelo Sodano y dirigido al obispo de Termoli-Larino y al arzobispo de Campobasso-Boiano, el Papa se solidarizó con el dolor de las poblaciones y aseguró fervientes oraciones por todas las víctimas. En particular el Santo Padre recordaba a los niños sepultados por el derrumbamiento de la escuela de San Giuliano de Puglia y dirigió palabras de ánimo a los supervivientes y a todos los que estaban colaborando en las operaciones de socorro. El edificio de la escuela de San Giuliano di Puglia, construido en 1953 en cemento armado, se derrumbó el pasado jueves a causa de un terremoto en la región, de una intensidad de 5,4 grados en la escala de Richter. El derrumbe del centro afectó asimismo a dos casas contiguas donde fallecieron dos mujeres, con lo que el total de muertos por el seísmo en la misma localidad fue de 29 personas, 26 de ellas niños y una maestra.
FUNERALES DE LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO EN SAN GIULIANO DI PUGLIA Con motivo de los funerales de las víctimas del terremoto, Su Santidad Juan Pablo II envió el domingo un mensaje a la comunidad parroquial de San Giuliano di Puglia. El mensaje fue leído por el Nuncio Apostólico en Italia, Mons. Paolo Romeo al final delas exequias. "En esta hora de profundo sufrimiento para tantas familias de San Giuliano di Puglia, que quebrantadas por el dolor, se disponen a dar el último adiós a sus seres queridos, se lee en el mensaje, deseo expresarles nuevamente mi paternal cercanía, encomendando en las manos del Padre que está en los cielos las jóvenes vidas de quienes nos han dejado, e implorando para todos el alivio de la fe y de la esperanza cristiana. Pido al Señor para la amada comunidad de San Giuliano, termina el mensaje del Papa, el don de la serenidad en esta trágica circunstancia, con la seguridad de que ésta suscitará en todos aquellos sentimientos de profunda solidaridad, que son precioso patrimonio del pueblo italiano".
LOS "VERDADEROS MISIONEROS DEBEN SER VERDADEROS SANTOS" En un Mensaje enviado a los Misioneros de Marianhill, con motivo de su Capítulo General, Juan Pablo II recuerda que "en un mundo en el que el drama humano está marcado, demasiado a menudo, por la pobreza, la división y la violencia, las personas consagradas responden con valentía al Espíritu que las llama a la conversión continua, con el fin de otorgar mayor vigor a la dimensión profética de su vocación". "Como misioneros, vuestro testimonio de Cristo significa testimoniar precisamente el amor que mana de la Cruz del Señor para toda existencia humana", escribe el Papa a los religiosos de Marianhill, haciendo hincapié luego en que "éste es el corazón de toda auténtica proclamación del Evangelio". Recordando el tema del Capítulo General de estos religiosos, dedicado a revisar su identidad y espiritualidad en el amanecer del nuevo milenio, el Santo Padre pone de relieve que, al igual que ellos, toda la Iglesia, como señala en su Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte está llamada a "caminar desde Cristo". Poniendo de relieve que la Congregación de los Misioneros de Marianhill "es fruto de los copiosos dones que Dios otorgó a su fundador, el Abad Franz Pfanner", el Pontífice expresa su satisfacción por los dones que siguen configurando a esta Comunidad. Y los alienta, al igual que a todas las personas de Vida Consagrada, a proseguir por la senda de la santidad, de la caridad y de la misión, proclamando el mensaje salvador del Evangelio en un mundo atormentado, a menudo, por una "crisis del sentido" y una "forma de pensamiento ambiguo".(Fides et Ratio, 81) Una vez más, el Papa recuerda que los "verdaderos misioneros deben ser verdaderos santos", puesto que la santidad es el centro de su vocación. En este contexto, Juan Pablo II exhorta a los misioneros de Marianhill a seguir las enseñanzas de su fundador, perseverando ante las dificultades, afianzados en la esperanza cristiana. Asimismo, recordando que la tradición de vida consagrada de estos religiosos se funda en la fidelidad a la regla benedictina y trapense, el Santo Padre recuerda la importancia de la oración y de la contemplación, intensificando siempre la formación. Y tras reiterar que la Iglesia cuenta con el compromiso y entusiasmo de todos ellos para impulsar la misión "ad gentes", confiando asimismo en que contribuirán a renovar el mundo de forma profunda y especial, Juan Pablo II los encomienda a la Madre de Dios, patrona de los Misioneros de Marianhill, y a Santa Ana, de la que son devotos profundamente. A la Virgen María, para que "la única que presentó a Cristo como Luz de las Naciones" los guíe en el desarrollo de su apostolado misionero. Y a Santa Ana para que los aliente por el camino de la santidad.
COMISIÓN MIXTA: SUGERENCIAS PARA COMBATIR ABUSOS A MENORES La comisión mixta de la Santa Sede y de la Conferencia de los Obispos católicos de Estados Unidos se reunió en el Vaticano los días 28 y 29 de octubre para revisar las normas que anteriormente habían sido aprobadas por los prelados estadounidenses para combatir los abusos sexuales contra menores cometidos por algunos miembros del clero de este país. La citada comisión, según declaró el miércoles el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha elaborado una serie de "sugerencias" que serán estudiadas del 11 al 14 de noviembre en Washington. Una vez que sea aprobado el documento por la Conferencia de los obispos católicos de Estados Unidos, el resultado será de nuevo enviado al Vaticano para una ulterior "recognitio". La comisión mixta está formada por cuatro representantes de los dicasterios de la Santa Sede y de otros cuatro elegidos por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
RENUNCIAR A LA FUERZA Y RESPETO DEL ORDEN CONSTITUCIONAL La Santa Sede ha expresado su deseo de que los ciudadanos de la República Centroafricana renuncien al uso de la fuerza, "que sólo trae ruina" y que "respeten" el orden constitucional. El director de la Oficina de prensa de la Santa Sede realizaba esta declaración tras los enfrentamientos desatados el pasado viernes entre tropas rebeldes del general Francois Bozize y militares leales al presidente Ange Felix Patasse, que se han cobrado ya la vida de más de un centenar de civiles. "La Secretaria de Estado, informada de los graves sucesos que vive la población de la República Centroafricana, desea que sus habitantes renuncien al uso de la fuerza, que sólo lleva a la ruina, y respeten el orden constitucional", manifestó el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. "El Vaticano -agregó Navarro- anima a la comunidad internacional a continuar trabajando en favor de la pacificación del país africano". La Santa Sede pide además a la iglesia local que persevere en sus acciones favorables a una fraterna y pacífica convivencia.
MENSAJE DE FELICITACIÓN A COMUNIDADES HINDUISTAS EN FIESTA DEL DIWALI El Consejo Pontificio para el Diálogo interreligioso ha enviado un mensaje de felicitación a las comunidades hinduistas de todo el mundo en ocasión de la fiesta del "Diwali" o fiesta de las lámparas encendidas. Una festividad que en la India simboliza "la victoria de las luces sobre las tinieblas, del bien sobre el mal" y que marca el inicio de un nuevo año. Es la jornada del culto a Dios y de la reconciliación familiar. El mensaje, reflexionando sobre estas tradiciones religiosas y sobre algunos aspectos de nuestra vida y el mundo en general, subraya que lo que vienen a expresar en verdad estas fiestas es "el deseo profundo que tienen los seres humanos en vencer las tinieblas con la luz, el mal con el bien, la mentira con la verdad y la muerte con la vida". Porque cada individuo es precioso a los ojos de Dios. El misterio de la vida está acompañado en la tradición hindú por oraciones y acciones rituales. Nosotros cristianos atribuimos un valor particular a la vida humana, creada a la imagen y semejanza de Dios. En el mensaje del Consejo Pontificio para el Diálogo interreligioso se observa a este respecto el peligro que representa, en las manos del hombre, la ciencia de la genética. Un instrumento inédito con modalidades y dimensiones inquietantes que puede llevarlo a la manipulación y abuso en la creación de la vida. Al final del mensaje, firmado por el presidente del dicasterio, cardenal Francis Arinze, se rememora el último encuentro de oración por la paz en el mundo, el pasado mes de enero en Asís. El representante hinduista en aquella ocasión describió el encuentro "como un signo de unidad de la familia humana bajo la paternidad de Dios". Si bien los participantes pertenecían a distintas tradiciones religiosas, formularon un empeño común en favor de la promoción de la vida humana y de la vida del planeta. El mensaje termina subrayando de manera particular el papel de los jóvenes, cuyos corazones se han escandalizado a causa de los trágicos eventos que han visto con sus propios ojos en estos últimos tiempos. En particular "la educación de los jóvenes en el respeto de la vida -se escribe en el texto-- debe ser una de nuestras urgentes prioridades para que las convicciones éticas y la cultura de la vida puedan prevalecer. Sólo en la medida en que las consideraciones éticas y religiosas sean respetadas por la sociedad, podremos esperar que se respete también el principio de la vida.
SANTA MISA POR LOS FIELES DIFUNTOS DE ROMA El Cardenal Vicario Camilo Ruini presidió la Santa Misa en el cementerio del Verano de Roma, el viernes, en sufragio por todos los fieles difuntos de la ciudad. Concelebraron con el Vicario de Su Santidad para la diócesis de Roma monseñor Cesare Nosiglia, Vicegerente de la diócesis, algunos obispos Auxiliares, párrocos y sacerdotes de la diócesis de Roma. En el cementerio, también romano, de Prima Porta, y también por la tarde, la Santa Misa por los difuntos estuvo presidida por monseñor. Enzo Dieci, obispo Auxiliar para el Sector Norte.
XXXVII ANIVERSARIO DE LA PUBLICACIÓN DE "NOSTRA AETATE" Roma celebró el lunes pasado los 37 años de la publicación de la Declaración del Concilio Vaticano II "Nostra Aetate" que condenó el antisemitismo y abrió una nueva era de diálogo entre católicos y judíos. Con este motivo, el Centro Dionysia, situado en el palacio renacentista Villa Piccolomini, organizó una jornada conmemorativa y de celebración con rabinos, teólogos y expertos en el diálogo interreligioso. Presidida por el cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, la jornada combinó momentos de reflexión con cantos judíos y cristianos interpretados por Antonella Ruggiero y David De Or, galardonado como mejor cantante de Israel del 2002. El cardenal alemán Kasper puso de manifiesto cómo el Concilio Vaticano II supo tomar en serio la experiencia del horror del holocausto. Para el purpurado, es importante constatar el giro total e irreversible marcado por la declaración "Nostra Aetate". Walter Kasper fue contundente en afirmar que "no hay espacio en la Iglesia católica para el antisemitismo" y definió a los judíos como "nuestros hermanos mayores en la fe", como suele decir Juan Pablo II. Kasper demostró que el diálogo no es un tema ligero, y que puede conducir a puntos en los que no hay acuerdo; así como a la desilusión. A pesar de esto, explicó que la Iglesia católica desea un diálogo permanente con el judaísmo para poder llegar a vivir en paz y fraternidad. El rabino Adin Steinsaltz, fundador del "Israel Institute for Talmudic Publications", reconocido teólogo del judaísmo contemporáneo, hizo una emotiva y brillante exposición en la que apeló a reconocer las mutuas riquezas. Tras afirmar que, "a pesar de vivir en un mundo terrible todavía hay lugar para la esperanza", recordó el origen judío de Jesús y afirmó que no se puede entender a Jesucristo si no se entiende su tiempo, sus maestros y su contexto, en definitiva, si no se tiene en cuenta que era judío: "El Nuevo Testamento es un escrito de judíos sobre judíos", afirmó.
DIÓCESIS
DE MONTELÍBANO (COLOMBIA) DIÓCESIS
DE VIEDMA (ARGENTINA) DIÓCESIS
DE SÃO LUÍS DE MONTES BELOS (BRASIL) VICARIATO
APOSTÓLICO DE RODRIGUES (MAURICIO)
OBSERVADOR
PERMANENTE SANTA SEDE ANTE ORGANIZACIONES ONU
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO
XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO (A): 03.11.02 Siempre ha habido personas cuya única finalidad en la vida es hacer de "policía" de los demás para pillarles en algún renuncio y así poder ir rápidamente a denunciarles. Es lo que hacían los fariseos y escribas con Jesús; siempre estaban detrás de Él, incluso le hacían preguntas comprometedoras. En el evangelio de este día, es el Señor quien nos los presenta directamente y los desenmascara delante de la multitud y de sus discípulos. Aunque los escribas pertenecían al partido de los fariseos, se distinguían al constituir un grupo encargado de custodiar la Ley y su interpretación, función ésta que fue introducida por Esdras, el escriba que restableció el culto en Jerusalén tras el exilio de Babilonia. Hoy, dice el Señor a los escribas: "En la Cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen". Estas palabras se han convertido en piedras en las manos de los que quieren condenar a personas e instituciones de la Iglesia, acusándolas de retrasos e infidelidades al Evangelio, o bien, culpándolas de haber abierto una brecha entre las enseñanzas que transmiten y las acciones que realizan. Resuena así la vieja acusación de que "no es lo mismo predicar que dar trigo". No se quiere distinguir entre la Iglesia-cuerpo de Cristo, que es santa, y las personas que la componemos, pecadores llamados a continua conversión. Si algunos de estos críticos, antes de lanzar las piedras, pensasen por un instante con sinceridad y caridad fraterna, sus reproches irían dirigidos a la aceptación y el estímulo hacia la conversión de la que todos estamos tan necesitados. Y deberían recordar, también, aquellas palabras del Señor: "El que está sin pecado, que tire la piedra". Sí, entre nosotros se encuentran, también, muchos escribas camuflados de profetas que nada hacen en sus vidas por vivir el Evangelio y, no obstante, adoptan la actitud de maestros de la moralidad evangélica. También ellos se han sentado en la Cátedra de Moisés, pero no enseñan la ley del Decálogo. De ellos el Señor condenaría en bloque sus enseñanzas y sus obras y afirmaría sin tapujos: No hagáis lo que ellos dicen ni lo que hacen. Quizás no lían fardos pesados e insoportables y se los cargan en las espaldas a la gente, como hacían los antiguos escribas, sino que afirman que la "moral objetiva" no existe, por lo que cada uno puede hacer lo que quiera, ya que en nombre de la libertad todo está permitido. No, no comprenden que si eso fuera verdadero, se eliminaría todo tipo de barrera hacia el mal. Además de condenar con dureza a los escribas, los fariseos de estricta observancia, Jesús no hace menos con los demás fariseos, ya que están fuera del camino recto. Sus culpas más graves son la hipocresía en la vida religiosa y la vanidad en las relaciones sociales. La hipocresía es hija de la malicia y merece, por tanto, una dura condena; mientras que la vanidad es hermana de la estupidez, por lo que Jesús la trata con un poco de ironía. Los fariseos realizaban los actos de culto divino con escrúpulo y teatralidad, no, ciertamente, para la gloria de Dios, sino del hombre. El fariseo no esperaba de la práctica religiosa el perdón de los pecados cometidos o el cambio de la propia vida, sino la admiración y los elogios de los hombres. Estaba convencido de ser perfecto, de no tener necesidad de Dios. De estas actitudes equivocadas nace la vanidad. La gente debe conocer, admirar y exaltar estos hombres superiores, por lo que siempre están buscando honores: "Les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente les llame 'maestros'". Sí, todos llevamos en lo profundo de nuestro corazón un rasgo de fariseísmo. Sólo los grandes santos, con mucho empeño, han sido capaces de eliminarla de sus vidas. A nosotros nos toca clarificar nuestra existencia. Ya el Profeta Malaquías nos impulsaba hoy a adquirir la humildad, la sinceridad, el verdadero amor a Dios y al prójimo. San Pablo, el fariseo convertido, nos manifiesta su gozo por haber sabido convertirse en pequeño como un niño con los Tesalonicenses, y por haberles servido y alimentado, espiritualmente, como una madre cuida de sus hijos. Que el Señor haga realidad el deseo del Salmista, que es nuestro deseo: Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
FUNERALES DE LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO EN SAN GIULIANO DI PUGLIA El domingo tuvieron lugar los funerales de las víctimas del terremoto en San Giuliano di Puglia, Italia. Presidió las exequias Mons. Tommaso Valentinetti, obispo de Termoli y Larino, y concelenraron cinco, el párroco, Don Ulises y el ex párroco don Fernando. Participaron los más altos cargos de la República: el Presidente de la República, Sr. Carlo Azeglio Ciampi, el Presidente de la Cámara de los Diputados, Sr. Pierferdinando Casini y el Vicepresidente del Senado, Sr. Roberto Calderoli. Estuvo presente también una Delegación de la Conferencia de Presidentes de las Regiones y de las Provincias Autónomas de Italia, presidida por el Presidente de la Región de la Basilicata, Sr. Filipo Bubbico. En representación del Gobierno, estuvo presente la Ministra de Instrucción, Sra. Leticia Moratti. Estuvieron presentes también representantes de los principales partidos políticos en las personas de sus más altos dirigentes. Mons. Giuseppe Betori, Secretario General de la Conferencia Episcopal Italiana, participó, representando al episcopado, en los funerales de 26 niños y una maestra, que quedaron sepultados bajo los escombros de la escuela derrumbada, y dos adultos más, víctimas todos del seísmo que azotó la región de Molise el pasado jueves, 31 de octubre. Mons. Betori transmitió a las familias tan duramente probadas el más sentido pésame de la Iglesia italiana. Hizo presente también su cercanía en la oración, participando en el dolor e invocando el consuelo que viene de la fe en Cristo muerto y resucitado. El Secretario General de la Conferencia Episcopal italiana, con su presencia, quiso expresar también la solidaridad de todos los Obispos del País a todos los que están afrontando las dramáticas consecuencias del seísmo. Con este propósito, la Presidencia del Episcopado italiano ha asignado dos millones de euros (casi cuatro mil millones de las viejas liras), tomados de los fondos del Ocho por mil, para afrontar las primeras necesidades en las Diócesis implicadas en el terremoto en la región de Molise. La gestión de las intervenciones ha sido asignada a la Cáritas Italiana, que es la encargada de coordinar la recogida de fondos en las modalidades que los Ordinarios consideren más oportunas en cada diócesis.
PÉSAME Y SOLIDARIDAD DE LOS OBISPOS ITALIANOS CON VÍCTIMAS DEL SEÍSMO El cardenal Camilo Ruini, en nombre de los obispos italianos, expresó su profundo pésame a los familiares de las víctimas del terremoto del jueves y sentimientos de solidaridad y de ánimo hacia todos aquellos que viven la terrible experiencia del seísmo que ha afectado a las poblaciones de Molise. El Cardenal, asimismo, dirigió los mismos sentimientos a cuantos sufrían por las graves calamidades registradas en la zona siciliana del Etna. La comunidad eclesial queda invitada a hacerse presente con la oración y con la ayuda material, según las exigencias que surgen en los lugares probados por estos dramáticos acontecimientos.
20 AÑOS DESDE EL PRIMER VIAJE APOSTÓLICO DEL PAPA A ESPAÑA En estos días se cumplen 20 años del primer viaje apostólico del Juan Pablo II a España. El Santo Padre estuvo en nuestra Patria desde el 31 de octubre hasta el 9 de noviembre de 1982. Juan Pablo II visitó un total de 18 ciudades pertenecientes a 11 Comunidades Autónomas. Pronunció en España un total de 57 discursos, a los que hay que añadir un mensaje previo, la alocución del Ángelus en Roma del 10 de noviembre y la posterior catequesis de la audiencia general de los miércoles. Todos los actos del Papa fueron seguidos por miles y miles de personas. En la Misa de las Familias de la plaza de Lima de Madrid, el 2 de noviembre, y el encuentro con los jóvenes, en el estadio Santiago Bernabeu, también en Madrid, participaron en torno a un millón de personas. Fueron los dos actos más multitudinarios. TVE transmitió en directo la práctica totalidad de este viaje papal. Juan Pablo II se encontró con distintos y numerosos colectivos de la Iglesia y la sociedad españolas: los Obispos, los monjes y monjas de clausura, los teólogos, las autoridades y los representantes del pueblo, los diplomáticos, los empresarios de los medios de comunicación, los periodistas e informadores, las familias, los jóvenes, los representantes del judaísmo y de otras confesiones cristianas no católicas, los universitarios, los profesores, académicos, científicos e intelectuales. Especial atención dedicó también a los obreros, a los emigrantes, a los representantes de los grupos, asociaciones y movimientos de apostolado seglar, a los educadores cristianos, los catequistas y los niños, a los religiosos, las religiosas y los miembros de los Institutos Seculares, los misioneros y las misioneras, los enfermos y los minusválidos, los trabajadores y empresarios. Atendió igualmente a los agentes de la seguridad del Estado, a los mayores, los sacerdotes y los seminaristas, a las víctimas de catástrofes naturales, a los hombres y mujeres del mar, a los políticos vinculados con Europa y al mundo del turismo, y sobre todo, al pueblo, al pueblo de Dios que peregrina en la Iglesia Católica en España. La doctrina predicada por el Santo Padre durante su primer viaje apostólico a España y sus interpelaciones y retos constituyeron la base del Plan Pastoral que la Conferencia Episcopal Española aprobó meses después, ya en 1983, bajo el título "La visita del Papa y el servicio a la fe de nuestro pueblo". El último día de estancia en España, Juan Pablo II, en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela celebró un encuentro con las gentes del mar. Su discurso versó sobre la dignidad del trabajo humano y la toma de conciencia de que todos estamos en la barca de Jesucristo. Luego, en la Catedral del Apóstol, tuvo lugar el acto europeísta en el que Juan Pablo II habló de las raíces cristianas de Europa y de su necesaria renovación espiritual y humana. Tras orar ante el sepulcro de Santiago, el Papa celebró el acto de despedida en el aeropuerto de Labacolla con la presencia, al igual que en el acto anterior, de los Reyes de España. El Papa terminó su discurso con estas palabras: "¡Hasta siempre, España! ¡Hasta siempre, tierra de María!".
CAPITULO GENERAL DE LAS FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA Tras dos meses llenos de intensivos trabajos, reflexiones y oración, las 129 Capitulares de las Franciscanas Misioneras de María concluyeron su capítulo general el pasado miércoles 30 de octubre, que tuvo como tema. "Mujeres de Evangelio, reavivemos el don de Dios, recibido para un mundo nuevo". En su Documento final dicen: "en el umbral de este nuevo milenio, con la beatificación de María de la Pasión, la Iglesia ha conformado el valor de nuestro carisma como "un don" para el mundo. En nuestras manos llevamos este "tesoro" del que todas somos responsables y lo compartimos gozosamente con las nuevas generaciones. . .". "Este Capítulo del 2002, nos ha reunido desde numerosos países y culturas diferentes. Franciscanas Misioneras de María, portadoras de un mismo carisma, Hermanas, viviendo juntas, discerniendo y descubriendo niveles más profundos de nuestra identidad. Creemos que nuestra vida anuncia un mundo nuevo". Tres líneas fundamentales se encuentran a través del Documento: Una llamada "A revitalizar el encuentro personal con Cristo, a vivir como discípulas apasionadas por Cristo, sencillas, transformadas por la Palabra". Una reafirmación: "Que todas somos enviadas a la misión universal a proclamar la Buena Noticia a todo el mundo. Esta disponibilidad radical es una dimensión esencial a nuestra especificidad misionera", y un compromiso: "Dar una respuesta profética frente a las consecuencias negativas de la globalización, desde una perspectiva femenina, dando prioridad a los excluidos y en particular a la mujer".
CONGRESO NACIONAL Y EUROPEO DE FAMILIAS NUMEROSAS EN MADRID "La familia, futuro de Europa" fue el lema elegido por el Congreso Nacional y Europeo de Familias Numerosas, celebrado el domingo en Madrid con la asistencia de dos mil expertos y representantes de distintas asociaciones. El Ministro de Asuntos de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, fue el encargado de inaugurar esta reunión, y aprovechó el momento, según un periódico de ámbito nacional, para anunciar que se está trabajando sobre una futura ley de Familias Numerosas, aunque lo cierto es que el primer texto está prácticamente concluido y será presentado para su conocimiento al presidente de la Federación Española de Familias Numerosas, José Ramón Losada. Sin embargo, al ministro de trabajo se le insiste en "la necesidad de contar con la colaboración de la Federación de Familias Numerosas para elaborar la nueva ley" y también que la norma "contribuya decisivamente a resolver la desprotección en la que se encuentran las familias numerosas". Zaplana aseguró que dentro de este texto existirán "mecanismos que faciliten la contratación de personas que cuidan a los hijos cuando ambos padres trabajan", lo que significaría - según fuentes consultadas por el periódico ABC - que "el Gobierno prestará ayuda económica" a las familias numerosas en las que ambos padres trabajen y, por lo tanto, necesiten contratar a personas que se queden al cuidado de los hijos durante su ausencia. También el ministro se refirió al plan de acción previsto con ayuda de empresas privadas que tiene intención de desarrollar la federación Española de Familias Numerosas, cuyo presidente, José Ramón Losada, aprovechó el acto para criticar el escaso apoyo institucional y calificar de "lamentable y triste" la actual situación de las familias numerosas en España. España, recordó Losada, es actualmente el país que menos gasta en protección a la familia y a la infancia. Por su parte Eduardo Zaplana dejó claro el papel de las familias numerosas "como motor de progreso del país", y aseguró que el gobierno se centrará en este colectivo "como nunca lo ha hecho hasta ahora" y avanzó que tratará de "remover" los obstáculos que impiden a las familias tener los hijos que deseen. |