AUDIENCIA GENERAL: SALMO 85
LA IGLESIA NOS PRESENTA A LOS NUEVOS BEATOS COMO MODELOS
LA AMPLIACIÓN DE LA UE PERMITIRÁ RESTABLECER LA UNIDAD DEL CONTINENTE
DINAMISMO DE LA FE COMO ESTÍMULO PARA LA ACCIÓN EVANGELIZADORA
XX ANIVERSARIO FUNDACIÓN INSTITUTO PARA LAS CIENCIAS HUMANAS DE VIENA

ÁNGELUS: ORACIÓN POR VÍCTIMAS EN MOSCÚ Y PARA QUE NO SE REPITA NUNCA MÁS
INICIO DEL AÑO ACADÉMICO DE LAS UNIVERSIDADES ECLESIÁSTICAS
50 ANIVERSARIO DE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL CARDENAL CASTRILLÓN

RATIFICADO EL ACUERDO ENTRE LA SANTA SEDE Y LETONIA
INAUGURACIÓN DE LA NUEVA NUNCIATURA APOSTÓLICA EN BENÍN Y TOGO
PREOCUPACIÓN POR LA SITUACIÓN EN MOSCÚ
EL CARDENAL SEPE VISITA ANGOLA
COR UNUM: ESTIMULAR LA ATENCIÓN SOBRE UGANDA, UN PAÍS CASTIGADO POR EL SIDA

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

OBISPOS VIETNAMITAS: PERSECUCIÓN DE CATÓLICOS DE MINORÍAS ÉTNICAS
LA LIBERTAD RELIGIOSA SE PERCIBE COMO UN DERECHO ACCESORIO
INAUGURACIÓN DEL CURSO DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA "MARIANUM" DE ROMA
VIDA Y OBRA DE SANTA TERESA DE JESÚS


OCTUBRE 2002
SEMANA DEL 21 AL 27

 

AUDIENCIA GENERAL: SALMO 85

El Salmo 85, Salmo de plegaria a Dios en la aflicción, fue el elegido por el Santo Padre para ofrecerlo a la meditación de fieles y peregrinos en la catequesis del miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro. Se reza en los Laudes del miércoles de la tercera semana y ofrece una definición muy sugestiva del orante. Él se presenta al Señor como su "siervo", el "hijo de su esclava". Esta expresión, que pertenece al lenguaje del ceremonial de la corte, era usada también para indicar al siervo adoptado como hijo por el jefe de una familia o de una tribu. En esta perspectiva el Salmista, que se define a sí mismo "fiel" del Señor, se siente ligado a Dios por un vínculo no sólo de obediencia, sino también de familiaridad y de comunión. Por eso su plegaria está impregnada de abandono confiado y de esperanza.

El Salmo comienza con un llamamiento intenso que el orante dirige a Dios, lleno de confianza en su amor: "Presta oído, Señor; escúchame… protege mi vida, que soy un fiel tuyo, salva a tu siervo que confía en ti… te estoy llamando todo el día… da alegría a tu siervo, que se dirige a ti, Señor, porque tú eres bueno y perdonas…" Estas reiteradas y convencidas muestras de confianza revelan una fe intacta y pura, que se abandona en el Señor… "lleno de misericordia".

Además, contra toda tentación idolátrica, el orante proclama la unicidad absoluta de Dios. A esta proclamación sigue la audaz expresión de la esperanza de que un día "todos los pueblos" adoren al Dios de Israel: "Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor, y a honrar tu nombre". En este ambiente de confianza y de esperanza, el Salmista se presenta ante Dios con una petición que el Papa define "intensa y pura": "Enséñame, Señor, tus caminos para que yo camine en tu verdad, comunica a mi corazón el temor de tu nombre". Es este el momento en que brota de los labios del fiel la alabanza a Dios misericordioso, que no le deja que se precipite en la desesperación y en la muerte, en el mal y en el pecado.

El Salmo 85 es muy amado por el judaísmo, que lo ha introducido en la liturgia de una de las solemnidades más importantes: el Yom Kippur, o día de la expiación. Por su parte, San Agustín le dedica un comentario largo y apasionado, transformándolo en un canto de Cristo y del cristiano. La Versión de los Setenta, usa la palabra "santo" en lugar de "fiel". Sólo Cristo es santo. Pero San Agustín afirma que al cristiano se le puede aplicar también estas palabras: "Soy santo, porque tú me has santificado… He recibido este título porque tú me lo has dado, no por mérito mío". El santo se abre a la universalidad de la Iglesia, de ahí que, en esta luz universal, la oración litúrgica, afirma el Pontífice, se transforma en un hálito de alabanza y en un canto de gloria al Señor en nombre de todas las criaturas.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

El salmo ochenta y cinco nos ofrece una sugestiva definición del orante, que se presenta ante Dios como su "siervo", el "hijo de su esclava", pero también como "fiel al Señor" que se siente unido a Él no sólo con un vínculo de obediencia, sino también de familiaridad y comunión. Por eso, el orante se dirige a Dios confiando en su amor, con la fe propia del que se abandona a quien está lleno de misericordia con cuantos lo invocan.

Ante la tentación de la idolatría, el orante proclama la unicidad absoluta de Dios y el convencimiento de que un día todos los pueblos lo adorarán. Además hay en este salmo una oración intensa y pura, pidiendo conocer la voluntad divina y que se le conceda un corazón humilde, capaz de avanzar por los caminos de la vida confiando sólo en Dios.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. En especial a los Sacerdotes de Valencia que celebran sus Bodas de Oro; a los Religiosos Mercedarios, así como a la Federación Española de Comunidades de Regantes. También a los miembros de la Universidad de Concepción, de Entre Ríos. A todos gracias por vuestra presencia y atención.

Una vez más, Juan Pablo II concluyó su catequesis dirigiendo unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, recordándoles que ese día la Iglesia celebraba la memoria de San Juan de Capistrano, un franciscano que se dedicó con gran entrega a la salvación de las almas.

Que su glorioso testimonio, les dijo a los jóvenes, os sostenga en el compromiso de fidelidad cotidiana a Cristo; que os estimule a vosotros, queridos enfermos, a seguir siempre a Jesús en el camino de la prueba y del sufrimiento; y que os ayude a vosotros, recién casados, a hacer de vuestra familia el lugar del encuentro vivo con el amor de Dios y de los hermanos.

 

LA IGLESIA NOS PRESENTA A LOS NUEVOS BEATOS COMO MODELOS

El Papa recibió el lunes en el Aula Pablo VI, a los peregrinos presentes en Roma con motivo de las beatificaciones del domingo. Juan Pablo II comenzó su discurso recordando que nos encontramos en el mes de octubre, mes dedicado de manera especial, dijo, al rezo del Rosario, oración querida por numerosos Santos". En este contexto reflexionamos una vez más sobre "las grandes cosas" realizadas por Dios a través de los nuevos beatos, que la Iglesia nos presenta como modelos y como nuestros poderosos intercesores ante Dios.

En sus palabras en inglés a los peregrinos procedentes de Uganda, así como de otras partes de África y del mundo, presentes en Roma para celebrar a los Beatos Daudi Okelo y Jildo Irwa, el Santo Padre expresó su anhelo de que gracias a la intercesión de estos dos catequistas ugandeses la Iglesia pueda ser cada vez más instrumento efectivo de bien y paz en el continente africano y en todo el planeta. Que el testimonio de estos dos nuevos beatos, "luminoso ejemplo de fidelidad a Cristo" - deseó el Papa - sirva para reforzar la esperanza en la vida cristiana de dedicación al prójimo, recordando la promesa de Jesús y llevando la buena nueva de la salvación por encima de toda dificultad y peligro.

Dirigiéndose a los fieles de la Diócesis de Treviso, presentes por la elevación a la gloria de los altares del pastor Andrea Giacinto Longhin, el Pontífice recordó la atención que Mons. Longhin dedicó a la formación del clero. La fecundidad del ministerio episcopal del beato Longhin se manifiesta particularmente, subrayó Juan pablo II, en las tres visitas pastorales que realizó en la diócesis, en la Celebración del Congreso Eucarístico y en el Congreso Catequístico, en la realización, de aquellos que puede considerarse su obra de arte; el Sínodo diocesano.

El Santo Padre, seguidamente aludió a la figura del beato Marcantonio Durando. Definido por uno de sus hermanos como "el san Vincenzo de Italia", resplandeció por su extraordinaria caridad, que supo impregnar en cada obra que pasó por sus manos. ¡ Cuanta necesidad tenemos hoy de esta profunda llamada a las raíces de la caridad y de evangelización! Que el ejemplo del beato Marcantonio nos sirva para ponernos al servicio de los pobres y de los más necesitados, que no faltan por desgracia también en la sociedad del bienestar.

Y en sus saludos en francés, Juan Pablo II se dirigió de forma especial a las Franciscanas Misioneras de María, destacando la gran riqueza espiritual de su fundadora la Beata María de La Pasión. Elevando su gratitud al Señor por la vocación de estas religiosas que unen "la contemplación y la misión, en el precioso testimonio de sus comunidades internacionales", el Papa las alentó a proseguir por la senda del amor fraterno y de la reconciliación entre los pueblos, con el espíritu de la alegría y sencillez franciscana.

El Pontífice saludó finalmente a los peregrinos presentes en la ciudad eterna, para la beatificación de Liduina Meneguzzi, en particular a las Hermanas de San Francisco de sales. La dimensión más viva y concreta que resplandece de la existencia de la Hermana Liduina es su alma misionera, manifestó Juan Pablo II. En África se hizo "toda para todos" en la caridad, asistiendo a los heridos, animando a los afligidos y consolando a los moribundos. Sor Liduina nos estimula a amar la vida desde su concepción hasta su natural ocaso; a respetar a cada persona humana, encontrando en el don generoso y desinteresado de si mismo la respuesta al amor de Dios.

 

LA AMPLIACIÓN DE LA UE PERMITIRÁ RESTABLECER LA UNIDAD DEL CONTINENTE

El Papa reiteró la importancia de la unidad de Europa, el respeto de las minorías y del diálogo cultural y religioso, después de las dolorosas laceraciones provocadas en el siglo pasado por las dos guerras mundiales y de los sombríos años del poder comunista, en su discurso al nuevo embajador de Hungría.

Juan Pablo II, en su discurso de bienvenida al nuevo embajador de Hungría el viernes, reiteró la satisfacción de la Santa Sede ante la perspectiva de ampliación de la Unión Europea, que "podrá permitir el restablecimiento progresivo de la unidad del continente", tras el largo tiempo en que esta unidad estuvo quebrantada por Yalta y por el bloque soviético. En este contexto, el Papa subrayó una vez más que "la libre circulación de personas y bienes, pero también el diálogo entre las culturas y el intercambio de riquezas espirituales entre las naciones son los únicos medios para lograr vencer los temores y la cerrazón de los nacionalismos exacerbados, que en un pasado todavía reciente, desataron tristes hostilidades en el continente europeo y aún más en todo el mundo".

Asimismo, el Santo Padre hizo hincapié en la importancia del respeto que merecen "las minorías culturalmente diferentes" y reiteró que la "Sede Apostólica, atenta a estas realidades de las diversidades culturales, no cesa de llamar a los responsables de las naciones, pero también a los líderes religiosos, a un diálogo valiente, él único capaz de superar los conflictos entre los hombres y de preparar para todos un porvenir de justicia y de paz".

Y con el anhelo de que Hungría contribuya a que cobre vida "la Europa de mañana, no sólo como un amplio mercado de bienes materiales, sino como expresión viva de tantas riquezas culturales y espirituales, propias de cada nación y compartidas al servicio de la Unión", Juan Pablo II pus de relieve que "ésta es una responsabilidad importante de las naciones europeas para con los pueblos de los otros continentes, que también tienen el anhelo de unir sus riquezas y fuerzas, para servir al desarrollo y la paz".

Tras evocar la reciente visita del presidente de la República de Hungría, el Santo Padre recordó asimismo la rica historia húngara y los lazos que unen a esta nación con la Sede Apostólica. "Después de las dolorosas laceraciones provocadas en el siglo pasado por las dos guerras mundiales y después de los sombríos años del poder comunista Hungría ha recobrado la posibilidad de determinar libremente su futuro" subrayó Juan Pablo II, recordando luego que en el Año jubilar, este país celebró solemnemente su milenario de fundación y Bautismo. Celebración que constituyó una "ocasión excepcional para manifestar la unidad nacional" y recordar el importante impulso dado por sus "raíces religiosas" en la construcción de una sociedad en la que se respeta a cada individuo y se le da la posibilidad de participar en la vida democrática de la nación.

Reiterando luego que "la Iglesia comparte las esperanzas y los sufrimientos del pueblo húngaro, acompañándolo en las numerosas dificultades que han marcado su historia", el Papa subrayó que también hoy la Iglesia vive la alegría de haber podido recobrar su libertad de acción por el bien de la sociedad húngara, en especial gracias a los acuerdos firmados con sus autoridades en un marco de respeto y confianza mutua.

El Papa expresó su satisfacción por el gran movimiento de reformas y reconstrucción que se ha puesto en marcha en Hungría y ha señalado que por medio de sus distintas instituciones, la Iglesia aporta su ayuda en favor de los sectores más necesitados y pobres de la sociedad. Y recomendando una vez más que se sostenga como es debido a la institución familiar y a los jóvenes, el Santo Padre recordó la vasta red de escuelas de la Iglesia al servicio precisamente de una educación fundada en los valores morales y espirituales.

El Pontífice finalizó su discurso saludando de forma especial a la comunidad católica húngara y a sus Pastores. Y asegurándoles las oraciones y cercanía espiritual del Sucesor de Pedro, alentó a los católicos de Hungría a testimoniar sin desmayo el Evangelio y a participar plenamente en la vida de la Nación según su propia vocación.

 

DINAMISMO DE LA FE COMO ESTÍMULO PARA LA ACCIÓN EVANGELIZADORA

El Santo Padre Juan Pablo II exhortó a un grupo de Prelados brasileños, que han finalizado su visita "ad Limina", a encontrar en "el dinamismo de la fe" el estímulo para una "acción evangelizadora" de sus diócesis.

Juan Pablo II recibió la mañana del sábado a los prelados de las regiones I y IV del Nordeste de la Conferencia Episcopal de Brasil, al final de su Visita ad Limina. Vuestras iglesias particulares son relativamente jóvenes, les dijo el Papa, pero es propio de la juventud el dinamismo, el espíritu de iniciativa y la valentía, que constituyen la esencia de la nación brasileña. Es precisamente en la juventud donde se encuentra la fuerza para enfrentar los desafíos reinantes.

Tras exhortar a los obispos brasileños a encontrar en el "dinamismo de la fe" el estímulo para una "acción evangelizadora" de sus diócesis, dedicando las mejores energías para un "renovado ardor misionero", el Santo Padre recomendó de forma especial la animación de la fe entre los jóvenes y la sensibilización de los fieles para una práctica cristiana más firme y coherente. Asimismo el Papa renovó su llamamiento en favor de una inculturación que coincida con el Evangelio, encaminando correctamente las devociones populares.

Es necesario redescubrir a Cristo como "fundamento sobre el cual construir la vida de toda la sociedad", subrayó también el Pontífice, para superar los numerosos obstáculos que "pueden debilitar el entusiasmo de los cristianos" a causa de la influencia "de la cultura consumista dominante".

Reafirmando la llamada universal a la santidad, impulsada por el Concilio Vaticano II, el Papa insistió en que la Iglesia sigue necesitando también hoy no solamente a sacerdotes y religiosos santos, sino también a laicos, que puedan ser elevados al honor de los altares, y que hayan buscado la perfección cristiana en medio de las realidades temporales, ejerciendo su trabajo intelectual o manual, igualmente agradables a Dios cuando se realizan para su honor y gloria.

Y tras dirigir su pensamiento a los numerosos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que desarrollan su apostolado, a pesar de las inmensas dificultades, el Pontífice reconoció la gran vitalidad de las asociaciones y movimientos, que en conformidad con las iniciativas diocesanas, llevan su riqueza espiritual, educativa y misionera al corazón de la Iglesia. En este contexto, Juan Pablo II recordó a los prelados que son las personas competentes para "discernir y juzgar la autenticidad del camino" de estos movimientos de ámbito diocesano.

A este respecto, el Pontífice llamó la atención de los obispos de Brasil para que pongan en guardia a sus fieles sobre el deseo manifestado por algunos sectores de la Iglesia brasileña de transformar en 'conferencia' el Consejo Nacional de Laicos, como una instancia paralela a la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil. "Pretender crear un organismo autónomo, representativo de los laicos, sin referencia a la comunión jerárquica con los obispos - recordó el Papa - constituye un error eclesiológico con graves implicaciones".

Ante los numerosos problemas que sufren los menores y los jóvenes en este país, como la negación de la dignidad y de la inocencia a los niños, la temprana inserción en el mercado laboral, el aumento de la criminalidad juvenil provocado por la pobreza endémica… Juan Pablo II terminó recordando a los obispos brasileños la importancia de realizar una diligente y atenta pastoral de la juventud, que está llamada a testimoniar los valores cristianos en el nuevo milenio.

 

XX ANIVERSARIO FUNDACIÓN INSTITUTO PARA LAS CIENCIAS HUMANAS DE VIENA

El Papa reiteró una vez más su esperanza de que "toda solución que anhele afrontar la grave crisis que padece la sociedad contemporánea, todo esfuerzo para crear un futuro más digno para el ser humano, se debe basar en el aprecio de la innata dignidad y grandeza espiritual de cada vida humana". El Santo Padre recomendó asimismo nuevamente, la importancia del respeto que merece "la riqueza de valores de la amplia variedad de culturas y religiones" presentes en Europa y de su impulso histórico en favor de la "auténtica libertad" y de la "construcción de un mundo de solidaridad, justicia y paz".

Juan Pablo II recibió el sábado por la mañana a los miembros del Instituto para las Ciencias Humanas de Viena. En esta audiencia, que forma parte de las celebraciones organizadas con motivo del vigésimo aniversario de fundación de este distinguido centro, el Papa expresó la gran alegría de recibir precisamente a sus miembros en el Vaticano y puso de relieve su profundo aprecio por el trabajo que realizan, evocando asimismo los ocho "memorables encuentros" realizados en Castel Gandolfo.

Tras saludar al actual presidente del Instituto de Ciencias Humanas de Viena, el profesor Michalski, presente en el centro desde su origen, el Santo Padre quiso "aprovechar esta oportunidad para honrar la memoria del fallecido Jozef Tischner, presidente fundador del Instituto, tan profundamente comprometido en su proyecto de promover un diálogo sobre el futuro de Europa abierto al Occidente y al Oriente".

Visión que en estos veinte años el Instituto de Ciencias Humanas ha sabido desarrollar con ahínco, destacó el Pontífice, recordando luego que " los eventos de 1989 y los rápidos pasos cumplidos en favor de la unificación de Europa demuestran la necesidad de análisis esmerados, atentos y disciplinados; de diálogo abierto y de propuestas concretas". Tal como ha hecho precisamente este Centro, aportando "significativas contribuciones en favor de una mayor responsabilidad en la formación política, económica y cultural" de Europa. En este contexto, Juan Pablo II expresó su anhelo de que el mismo Instituto prosiga en su misión de impulsar "la dimensión humana ante las inmensas posibilidades y desafíos que se abren para toda la humanidad en el comienzo del nuevo milenio".

 

ÁNGELUS: ORACIÓN POR LAS VÍCTIMAS EN MOSCÚ Y PARA QUE NO SE REPITA NUNCA MÁS

Juan Pablo II invocó el domingo la intercesión de la Virgen por el pueblo ruso, que estos últimos días ha sufrido tanto y ha pedido una oración especial "por las víctimas de los recientes y tristes hechos". El Papa se refería de esta forma a la muerte de más de un centenar de personas, entre secuestradores y rehenes, en Moscú tras el asalto de la policía al teatro Dubrovka, que había sido tomado por terroristas chechenes el miércoles.

Juan Pablo II exhortó a todos a rezar a la Virgen para que hechos similares no se repitan nunca más. En el contexto de la oración del Ángelus del domingo en la Plaza de San Pedro, el Papa volvió a recordar el mes del Santo Rosario, en el que nos encontramos, y cómo los próximos meses hasta octubre del 2003, constituyen un especial "Año del Rosario". Una oración bajo cuyo signo, el Santo Padre, ha querido poner como centro de su vigésimo quinto año de pontificado.

"El Rosario es además una oración orientada por su misma naturaleza a la paz. En este Año del Rosario, los cristianos están llamados a mantener la mirada fija en Jesucristo, príncipe de la paz, para que en los corazones y entre los pueblos prevalezcan pensamientos y actos de justicia y de paz".

"El motivo más importante para volver a proponer la práctica del Rosario - explicó el Papa- proviene del hecho de que constituye en sí un válido medio para favorecer entre los fieles ese compromiso de contemplación del rostro de Cristo". Y precisamente el modelo insuperable de contemplación cristiana es la Virgen María, que desde la concepción hasta su resurrección y ascensión al cielo de Jesús, supo mantener la mirada fija de su corazón inmaculado sobre su Hijo Divino. Esta mirada mariana, llena de fe y de amor, es lo que cada cristiano y la comunidad eclesial pone en práctica cuando rezan el Rosario.

El Papa explicó además que para potenciar la carga cristológica del Rosario, la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, integra los tradicionales tres ciclos de misterios - del gozo, del dolor y de la gloria- con un nuevo ciclo: los misterios de la luz, que se refieren a la vida pública de Cristo.

"Como cualquier oración auténtica, -finalizó el Santo Padre- el Rosario no nos desvincula de la realidad, sino que nos ayuda a vivir en ella unidos interiormente a Cristo, dando testimonio del amor de Dios. Por tanto el mencionado documento, exhorta a redescubrir la belleza del rezo del Rosario en familia". Finalizado el rezo mariano festivo, el Papa saludó en distintas lenguas a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro: "Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular al Coro Dominicas, de Oviedo. Invito a todos a ser portadores de paz, amando a Dios y al prójimo, como el Señor nos ha enseñado".

 

INICIO DEL AÑO ACADÉMICO DE LAS UNIVERSIDADES ECLESIÁSTICAS

Juan Pablo II presidió el viernes por la tarde en la Basílica Vaticana la Concelebración para el inicio del Año Académico de las Universidades Eclesiásticas. La Eucaristía fue celebrada por el Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, concelebrando también el Cardenal Ignace Moussa I Daoud, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y el Cardenal Vicario de Roma, Camilio Ruini. Participaron también en la Santa Misa los rectores de las Universidades y Ateneos Pontificios, y los representantes de los docentes, los rectores de los Colegios Pontificios y numerosos estudiantes.

El Papa comenzó su homilía con las palabras del salmo 23: "Este es el pueblo que busca tu rostro, Señor". En esto consiste, afirmó el Pontífice, el estudio de la Teología, así como de las demás ciencias que se enseñan en los ateneos pontificios, cuando profundizan en el conocimiento del hombre, de la Iglesia, de la historia, en las que Dios se revela a sí mismo y su misterio inescrutable de salvación.

La severa observación que Cristo dirige hoy a las masas, llamándolas hipócritas, continuó afirmando el Pontífice, se puede aplicar a nuestro tiempo que ha desarrollado una gran capacidad de leer y analizar los fenómenos 'superficialmente' pero evita los interrogantes más profundos sobre el último significado, sobre el sentido de la vida y de la muerte, sobre el bien y el mal en la historia.

En su homilía se preguntó: ¿Qué cosa es en efecto el estudio de la teología, sino un modo peculiar de buscar el rostro de Dios? ¿Cómo el esfuerzo con las demás ciencias, que se enseñan en vuestros Ateneos, que son un acercamiento a la realidad del hombre, de la Iglesia, de la historia, en las que Dios se revela a sí mismo y su inescrutable misterio de salvación? Seguidamente el Papa reflexionó sobre las lecturas del día y refiriéndose a las Carta de san Pablo a los Efesios, manifestó que presenta una síntesis admirable entre fe y vida, entre teología y sabiduría evangélica, en la perspectiva de la unidad.

La unidad se alimenta, manifestó Juan Pablo II, con algunas virtudes que el Apóstol enumera: humildad, mansedumbre, paciencia, soportación recíproca en el amor. La exhortación moral de Pablo está fundamentada en la contemplación del misterio y en su traducción en el comportamiento concreto de los miembros de la comunidad.

Estas reflexiones, subrayó el Papa, interpelan en particular a aquellos que trabajan en las Universidades Eclesiásticas. La unidad del Cuerpo eclesial, finalizó diciendo el Papa, se conserva y se edifica por medio del vínculo de la paz, en la verdad y en la caridad. Por lo tanto es menester que vuestras Universidades sean ante todo lugares de auténtica sabiduría cristiana, en las que cada uno se responsabilice en primera persona en llevar a cabo una síntesis coherente entre fe y la vida, entre los contenidos estudiados y conducta práctica.

 

50 ANIVERSARIO DE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL CARDENAL CASTRILLÓN

Juan Pablo II ha enviado una carta al Cardenal Dario Castrillón Hoyos, Prefecto de la Congregación del Clero y de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, con ocasión del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el 26 de octubre en la Basílica romana de los Santos Apóstoles, en 1952.

El Papa recuerda en su Carta los numerosos servicios que el Cardenal Castrillón Hoyos ha prestado a la Iglesia, tanto en la Conferencia Episcopal Colombiana siendo Secretario y presidente de la misma, como en el CELAM. Tras haberlo nombrado en 1992 Arzobispo de Bucaramanga, el Pontífice lo llamó al servicio de la Santa Sede para presidir la Congregación del Clero y la Comisión Pontificia Ecclesia Dei.

"En los múltiples encargos y responsabilidades que te han sido confiados, continúa afirmando el Santo Padre, siempre has demostrado una sólida piedad sacerdotal y una incansable actividad apostólica en la solícita administración de la viña del Señor". Juan Pablo II finaliza su carta agradeciendo al Cardenal Castrillón Hoyos todos los servicios prestados a la Iglesia y, a la vez que le envía la Bendición Apostólica, la hace extensiva a todos los colaboradores de los Dicasterios presididos por el Cardenal colombiano.

 

RATIFICADO EL ACUERDO ENTRE LA SANTA SEDE Y LETONIA

El Santo Padre recibió en audiencia el viernes al primer ministro de la República de Letonia, ANDRIS BERZINS, quien después se reunió con el cardenal Angelo Sodano para el intercambio de los instrumentos de ratificación del Acuerdo entre la Santa Sede y la República de Letonia, firmado en Riga el 8 de noviembre de 2000.

En la Sala de los Tratados del Palacio Apostólico, el cardenal Sodano recordó que en aquella fecha la Santa Sede y la República de Letonia firmaron un acuerdo relacionado con el estatuto jurídico de la Iglesia Católica en Letonia, la estructura y el gobierno interno de la misma y la cooperación en áreas de interés común como la educación, la asistencia religiosa a los fieles católicos en las fuerzas armadas y en las cárceles. A partir de este momento, mediante el intercambio de los instrumentos de ratificación, el acuerdo entre ambos Estados entra en vigor.

 

INAUGURACIÓN DE LA NUEVA NUNCIATURA APOSTÓLICA EN BENÍN Y TOGO

El arzobispo Leonardo Sandri, sustituto de la secretaria de estado, presidió el jueves en Cotonou, el acto de inauguración de la nueva nunciatura apostólica en Benin y Togo. Mons. Sandri presidió asimismo la celebración eucarística que tuvo lugar, con tal motivo, en la misma sede de la nunciatura. En su homilía después de agradecer la labor que están prestando los obispos de estos 2 países africanos, los sacerdotes, religiosos, catequistas y laicos, Mons. Leonardo Sandri habló de la importancia del aspecto misionero, del generoso espíritu de servicio y del apoyo espiritual que "el pueblo de los bautizados" continúa recibiendo "profundizando así en el misterio trinitario".

"La construcción de una nunciatura apostólica manifiesta -dijo el Sustituto de la Secretaria de Estado- la preocupación que tiene el Santo Padre de estar cerca de todos los pueblos y atento a la vida de las comunidades cristianas. La nunciatura representa también un apoyo para el trabajo de los obispos y en sus relaciones con las instancias políticas económicas y sociales del país. De la misma manera el Nuncio apostólico es el representante del Santo Padre en las iglesias locales y encargado por tanto de manifestar siempre la atención, el apoyo y el afecto del Sucesor de Pedro hacia y con los fieles de la Iglesia católica. Las relaciones privilegiadas que mantiene con los obispos permite reforzar también la unidad de la Iglesia universal.

 

PREOCUPACIÓN POR LA SITUACIÓN EN MOSCÚ

La Santa Sede transmitió al gobierno de Moscú su angustia y preocupación por la retención de cientos de rehenes por guerrilleros chechenes en un teatro desde el miércoles. El subsecretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Celestino Migliore, que se encontraba esos días en la capital rusa transmitió en un mensaje al Kremlin el deseo de la Santa Sede de que esta crisis pueda resolverse lo más pronto posible, sin que se pierdan más vidas inocentes.

En los mismos términos, el presidente de la Conferencia de los obispos católicos de Rusia, monseñor Tadeus Kondrusiewicz, aseguraba las oraciones de todos los católicos rusos por una pacífica y rápida liberación de los rehenes. El Metropolitano pedía "en nombre del único Dios que se salve la vida de los inocentes, porque la vida es el don más grande del Creador".

En su llamamiento monseñor Kondrusiewicz se dirigía también a las autoridades estatales, a la comunidad internacional, a los líderes religiosos y sobre todo al clero musulmán, y a las personalidades públicas para que buscasen una solución a esta tragedia, sin usar la fuerza y provocar un baño de sangre. Además el arzobispo apela a sus compatriotas para que conservaran la tranquilidad y no cayesen en el error de identificar la violencia con la religión, ni con la nacionalidad. "La verdadera religión invita siempre a la paz y al amor recíproco y las personas de nacionalidad distinta pueden vivir como hermanos. La violencia y el terror no han sido, ni serán nunca capaces de resolver los conflictos".

 

EL CARDENAL SEPE VISITA ANGOLA

El Cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, desde el pasado día 25 está realizando una visita a Angola que concluye el martes 29 de octubre. El Cardenal realiza una serie de encuentros: con la Conferencia Episcopal; con sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas; con los formadores.

El momento central de la visita tuvo lugar el domingo día 27, cuando el Cardenal presidió, en la Catedral de Luanda, la solemne Celebración Eucarística con todos los obispos del país, en acción de gracias a Dios por la Paz en Angola. Antes de finalizar su viaje, visitará un campo de refugiados en la periferia de la capital. Su agenda prevé, además, el encuentro con las Autoridades Políticas del país.

Angola, con unos 14 millones de habitantes, de los cuales el 47% es católico, se independizó de Portugal en 1975 estallando así la guerra civil entre el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA). Durante 27 años, el país ha vivido el más largo conflicto armado del continente africano. Tras ser asesinado el jefe histórico de la UNITA, Jonas Savimbi, se firmó el 4 de abril de 2002 el acuerdo final de paz.

Tras la emergencia de la guerra, Angola vive ahora una nueva emergencia: centenares de miles de evacuados, que desde las zonas de guerra se desplazaron hacia las ciudades, necesitan, urgentemente, asistencia sanitaria y alimentos. Si su situación no es afrontada, tendrá lugar una nueva tragedia humana.

 

COR UNUM: ESTIMULAR LA ATENCIÓN SOBRE UGANDA, UN PAÍS CASTIGADO POR EL SIDA

Una visita para estimular la atención fuera y dentro de la Iglesia en Uganda, un país castigado por el SIDA. Esta es la finalidad del viaje del presidente del Consejo Pontificio COR UNUM a Uganda. Los niños son el centro de esta visita a un país donde el 50 por ciento de ellos ha perdido a alguno de sus progenitores víctima del SIDA. La mayoría de estos niños corre el riesgo de acabar en la calle, sirviendo como mano de obra del crimen organizado.

Ya en febrero del año pasado COR UNUM destinó 500 mil euros donados por el Santo Padre a algunos proyectos de ONG's católicas y de las misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta. Las prioridades de las iniciativas financiadas por COR UNUM son dar una familia a los huérfanos, la educación a través de la construcción y el mantenimiento de escuelas, la educación sanitaria para la prevención del SIDA, formación profesional, especialmente para los chicos procedentes de la cárcel de menores y la fundación de una casa para los niños enfermos terminales de SIDA a cargo de las misioneras de la Madre Teresa de Calcuta.

Este proyecto se inscribe en el programa de lucha contra el SIDA afrontado a escala nacional en sintonía con los parámetros del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Este viaje a Uganda del presidente de COR UNUM incluía una visita el 25 a Kampala, a un centro de formación para chicos que han pasado por la cárcel de menores. Mons. Paul Josef Cordes fue recibido un día después por las misioneras de Madre Teresa para inaugurar una casa que albergará a 60 niños enfermos terminales de SIDA. Por último, el día 28, monseñor Cordes viaja al norte del país donde la Iglesia se ocupa de restablecer las condiciones adecuadas para una paz amenazada por una guerra, que desde hace 15 años ensangrienta esta región que limita con Ruanda.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

ARCHIDIÓCESIS DE TOLEDO (ESPAÑA)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis presentada por el cardenal Francisco ÁLVAREZ MARTÍNEZ, en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado arzobispo Metropolitano de Toledo a monseñor Antonio CAÑIZARES LLOVERA, hasta ahora arzobispo de Granada.

DIÓCESIS DE BURDEOS (FRANCIA)
El Santo Padre ha nombrado obispo auxiliar de Burdeos (FRANCIA) al reverendo Jean-Claude HERTZOG, hasta ahora Vicario General de la misma diócesis, asignándole la sede titular episcopal de Tigia.

DIÓCESIS DE GRAZ-SECKAU (AUSTRIA)
Juan Pablo II ha nombrado auxiliar de la diócesis al padre Franz LACKNER, O.F.M., hasta ahora ministro provincial en Viena de los Hermanos Menores Franciscanos, asignándole la sede titular episcopal de Balecio.

DIÓCESIS DE TACÁMBARO (MEXICO)
Juan Pablo II ha nombrado obispo de la diócesis al padre Luis CASTRO MEDELLÍN, M.S.F., hasta ahora Vicario para los Religiosos y la Vida Consagrada y párroco en la diócesis de Zamora.

DIÓCESIS DE ANTIGONISH (CANADÁ)
El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Colin CAMPBELL.

DIÓCESIS DE SAINT-JEROME (CANADÁ)
Juan Pablo II ha nombrado auxiliar de la diócesis al sacerdote Donald LAPOINTE, asignándole la sede titular episcopal de Ottabia.

DIÓCESIS DE SAULT SAINTE MARIE (CANADÁ)
El Santo Padre ha nombrado auxiliar de la diócesis a monseñor Robert HARRIS, asignándole la sede titular episcopal de Trofimiana.

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
El Papa ha nombrado Promotor de Justicia ante la Congregación a monseñor Charles SCICLUNA.

PATRIARCADO DE LISBOA (PORTUGAL)
El Santo Padre ha nombrado auxiliar del Patriarcado a monseñor Manuel DA ROCHA FELÍCIO, del clero de la diócesis de Viseu, presidente del Secretariado General para el Clero de la misma diócesis, asignándole la sede titular episcopal de Acque Flavie.

ENVIADO ESPECIAL DEL SANTO PADRE A DASSA-ZOUMÉ (BENIN)
El Pontífice ha nombrado al cardenal Crescenzio SEPE, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, su enviado especial para las celebraciones del III Congreso Eucarístico Nacional que tendrá lugar en Dassa-Zoumé (Benin) del 22 al 24 de noviembre de 2002.

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO (A): 27.10.02
"Amarás a Dios y al prójimo"

Para convencernos de la veneración que los Judíos observantes tenían hacia la Ley de Dios, basta que leamos el Salmo 118, el gran poema de la Ley, donde encontramos expresiones como esta: ¡Cuánto amo tu Ley, Señor! Todo el día la estoy meditando... Tu palabra es lámpara para mis pasos, luz en mis senderos... Amo tus preceptos más que el oro, más que el oro fino. Con una devoción semejante hacia la Ley, no es de extrañar que los rabinos extrajeran del Antiguo Testamento todas las formulas con forma de precepto, hasta realizar una lista de 613 mandatos que se deben conocer y practicar. Una tal abundancia hacía crecer el deseo de saber si entre todos los preceptos habría uno que se pudiese considerar la raíz de todos ellos, de modo que cumpliéndolo se tuviese la convicción de haber observado toda Ley. Todos pensaban que tenía que existir un "precepto de preceptos", pero su búsqueda provocaba discusiones sin término.

Es uno de estos doctores de la Ley el que pregunta hoy a Jesús, según nos narra Mateo, sobre la cuestión tan debatida: "Maestro, le dice, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? La respuesta no se hace esperar, siendo clara y contundente: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este es el mandamiento principal y primero". Toda la Ley se reduce, por tanto, a una sola palabra: "Amar". Pero este amor debe ser bidireccional: hacia Dios y hacia el prójimo. Por eso añade Jesús una puntualización a la respuesta: "El segundo es semejante a él: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'. Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas".

Para Jesús, el amor hacia Dios debe implicar a todo el hombre, todos los componentes de su ser: físicos, psíquicos y espirituales. Dios quiere ser amado con todas las potencias de la carne y del espíritu. Los teólogos místicos nos dicen que "amar a Dios con todo el corazón" significa orientar hacia Él todos nuestros sentimientos; "amarlo con toda el alma" significa continuar a amarlo incluso cuando los sentimientos enmudecen o se endurecen; "amarlo con toda la mente" significa alcanzar la convicción de haber sido creados, sostenidos, envueltos por el amor de Dios y hacer de la propia vida una respuesta al Amor.

Nosotros necesitamos saber si amamos de verdad a Dios, o si evitamos amarlo plenamente, y Jesús, para ofrecernos una verificación, ha unido estrechamente el mandamiento de amar al prójimo con el de amar a Dios. Ambos preceptos son similares e inseparables: el verdadero amor a Dios repercute sobre el prójimo y el verdadero amor al prójimo nos conduce hasta Dios. Quien cree que ama a Dios sin amar al prójimo, se engaña a sí mismo. El prójimo ha sido hecho a imagen de Dios y el que desprecia la imagen desprecia también al que en ella está representado. El que, por el contrario, cree que ama al prójimo sin amar a Dios, está dividiendo y destruyendo ese amor-caridad que parte de Dios para llegar al hombre, o parte del hombre para elevarnos hacia Dios.

Existe un orden inviolable en la ley del amor: primero el Creador, después la creatura. Las solicitudes de amor por parte de la creatura son tan frecuentes y laboriosas, llegando a hacernos aceptar un orden inverso, poniendo a la creatura en el lugar del Creador. Este es un peligro del que conviene defenderse. El amor que pierde su relación con Dios, degenera en egoísmo y se convierte fácilmente en pecado.

Todas las lecturas de este domingo nos recuerdan el deber de ser misioneros. Si amamos a Dios con un amor total, como nos reclama el Evangelio, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para que todos le amen y adoren: el verdadero amor a Dios viene confirmado por el ardor misionero del cristiano. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, debemos facilitarles los bienes que creemos más preciosos y necesarios. Sin duda, el bien más precioso para el hombre es la fe, sin la cual no se puede agradar a Dios. Quien de verdad ama al prójimo le procurará la salvación eterna.

Oremos con el Salmista y digamos unidos a nuestro Dios: Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.

 

OBISPOS VIETNAMITAS: PERSECUCIÓN DE CATÓLICOS DE MINORÍAS ÉTNICAS

Los obispos vietnamitas reunidos en Hanoi han dado un paso sin precedentes al denunciar ante la Asamblea Nacional del país comunista las persecuciones sufridas por los católicos de minorías étnicas. Nunca anteriormente desde su fundación, en 1979, la Conferencia Episcopal de Vietnam había manifestado sus inquietudes por la violación de los derechos cívicos de católicos que viven concretamente en Kontum y las Altas Mesetas del centro de Vietnam, así como en la provincia de Son La, al norte.

La denuncia, transmitida por la agencia "Eglise d'Asie" de las Misiones Extranjeras de París, surgió en la reunión anual del episcopado vietnamita celebrada del 17 al 12 de octubre. El presidente de la Conferencia, monseñor Paul Nguyên Van Hoa, se encontró con un representante de la Asamblea Nacional vietnamita para presentarle la opinión de los obispos sobre la situación de los católicos de la montañas y entregarle una carta destinada a los diputados del país.

La carta de los obispos contiene numerosas referencias a casos concretos de persecución de los católicos del Centro y del Norte de Vietnam. Según esta denuncia, "funcionarios gubernamentales se habrían introducido en las casas de los fieles donde habrían destruido los altares y las estatuas, confiscado libros y rosarios. Obligaron a los fieles a firmar textos escritos en los que se comprometían a abandonar la religión, a dejar de ofrecer educación religiosa y de propagar el Evangelio". Las denuncias de los obispos han coincidido con la reciente visita anual realizada por la delegación de la Santa Sede que visitó Vietnam del 10 al 16 de octubre.

"Eglise d'Asie" informa que el gobierno no autorizó a la delegación, guiada por monseñor Celestino Migliore, subsecretario para las Relaciones con los Estados, a visitar --como tenía la intención--, las diócesis de Thanh Hoa en el norte, de Xuân Lôc en el sur, ni las diócesis de Kontum y de Buôn Ma Thuôt, en las Altas Mesetas, en las que buena parte de la población está compuesta por minorías étnicas.

Durante las negociaciones, según estas fuentes misioneras, el gobierno rechazó formalmente el nombramiento de monseñor Nguyên Van Hoa, obispo de Nhatrang y presidente de la Conferencia Episcopal, al puesto de obispo coadjutor de Hanoi. Los nombramientos episcopales propuestos para las diócesis de Hung Hoa, vacante desde 1992, y para la diócesis de Xuân Lôc, fueron también rechazados.

 

LA LIBERTAD RELIGIOSA SE PERCIBE COMO UN DERECHO ACCESORIO

El derecho de la "libertad religiosa" reviste un carácter prioritario dentro de la temática de los derechos del hombre. La casi totalidad de las constituciones en todo el mundo contienen garantías en favor de la libertad de culto y la libertad de conciencia y sobre la igualdad de los ciudadanos ante la ley sin distinción de fe de religiosa. Para promover el debate sobre un tema de gran actualidad como éste, el secretariado italiano de "Ayuda a la Iglesia que Sufre", que desde 1988 realiza el "Informe anual" sobre la Libertad religiosa en el Mundo, organizó un encuentro de estudio en Roma para él sábado, 26 de octubre, que reunió a representantes de distintos movimientos católicos.

Definida por Juan Pablo II como "un test para observar los otros derechos humanos", la libertad religiosa es en cambio comúnmente percibido como casi un "derecho accesorio". Al encuentro, que tuvo lugar en la Domus Carmelitana, se puso de relieve la naturaleza fundamental que representa la libertad de credo para la dignidad del hombre. En su defensa intervendrán distintos representantes de algunos dicasterios vaticanos y movimientos católicos. "Ayuda a la Iglesia que Sufre" se distingue por ser uno de los pocos observatorios que hay en el mundo sobre la libertad de religión. Las 16 secciones nacionales que existen, permiten recoger fondos para realizar cada año aproximadamente 6 mil proyectos en 130 países donde la Iglesia encuentra dificultad u obstáculos.

 

INAUGURACIÓN DEL CURSO DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA "MARIANUM" DE ROMA

El obispo Rino Fisichella, rector de la Universidad Pontificia de Letrán, considera que la teología es misionera por definición, además de eclesial y universal. Así lo manifestó el martes en la inauguración del curso de la Facultad de Teología "Marianum" de Roma. La Iglesia tiene necesidad de la teología, afirmó, e hizo hincapié en la relación que ésta tiene con la caridad: "La teología tiene que dar razón de la esperanza al creyente y al mismo tiempo saber inspirar la caridad y no limitarse a ofrecer contenidos intelectuales".

El actual Rector de la Universidad Pontificia de Letrán definió el carácter eclesial como una característica esencial de toda teología. Para Fisichella, esta dimensión no es específica de algunas escuelas teológicas sino que pertenece a la naturaleza misma de la teología católica. Este hecho no significa que la teología no permita la pluralidad. Al contrario, según el Rector lateranense, "el quehacer teológico tiene que permitir la pluralidad de formas para que emerja la trascendencia y la libertad del Misterio".

Para reforzar su posición, constató que los mismos escritos del Nuevo Testamento responden a teologías distintas: Mateo, Lucas, Marco, Juan, Pablo... "¿No son teologías diversas?", se preguntó, es decir, diferentes maneras de hacer teología. Para monseñor Fisichella, quien ha sido durante años catedrático de Teología fundamental en diferentes Universidades Pontificias, la teología tiene que tener siempre un horizonte trascendente para no convertirse un una simple especulación filosófica: "La teología no es una escuela de pensamiento sino un gimnasio de vida", remarcó.

"Una sana teología está abierta al diálogo y a la confrontación", precisó este prelado, y se mostró favorable a usar sin vergüenza el término "apología" como sinónimo de la tarea teológica. "La apología no es la defensa de la fe sino la presentación al otro del contenido de la fe". En este sentido, aclaró, la apología hoy está más vigente que nunca.

El lunes día 28, la ex alumna del "Marianum", Rosa Calí, recibió de manos de Juan Pablo II el Premio de las Academias Pontificias al mejor trabajo en el sector de la mariología. El trabajo de la profesora Calí hace referencia a los textos "antimariológicos" de los Padres de la Iglesia.

 

VIDA Y OBRA DE SANTA TERESA DE JESÚS

Comenzamos nuestro recorrido por la vida y obra de Santa Teresa de Jesús, asomándonos a la riqueza de su obra escrita, en la que se trasluce la grandeza de su alma y la profundidad de su relación mística con Dios. Hemos de decir que el relato que la santa nos ha dejado en su "Autobiografía" o libro de su vida, sobre sus visiones y experiencias espirituales da muestras de una extraordinaria sencillez de estilo y de una preocupación constante por no exagerar los hechos. Las obras de la mística Doctora ponen al descubierto los rincones más recónditos del alma humana. La santa explica con una claridad casi increíble las experiencias más inefables. No olvidemos que Teresa era una mujer de su época y como todas ellas, incluso las de una cierta alcurnia, poseían una formación cultural más bien escasa. Teresa escribió sus experiencias en la común lengua castellana de los habitantes de Ávila, que ella había aprendido "en el regazo de su madre". Fue una mujer que escribió sin valerse de otros libros, sin haber estudiado previamente las obras místicas y sin tener ganas de escribir, porque ello le impedía dedicarse a hilar; una mujer, en fin, que sometió sin reservas sus escritos al juicio de su confesor y sobre todo, al juicio de la Iglesia.

Sabemos que, entre los libros de piedad que leyó en momentos cruciales de su vida se encontraban las Cartas de San Jerónimo y que su tío Pedro, que era muy piadoso, le había regalado un librito del P. Francisco de Osuna, titulado: "El tercer alfabeto espiritual". La santa empezó a escribir su autobiografía por mandato de su confesor. Estaba convencida de que la "obediencia se prueba de diferentes maneras". Fray Luis de León, primer recopilador de la obra escrita de Santa Teresa, preparándola para su publicación, escribió una carta deliciosa sobre la Santa a la Priora y a las monjas del Monasterio de carmelitas descalzas de Madrid, fechada en San Felipe de Madrid, a 15 de septiembre de 1587. Comienza así: "Yo no conocí, ni vi a la santa madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra, mas ahora que vive en el cielo la conozco, y veo casi siempre en dos imágenes vivas, que nos dejó de sí, que son sus hijas, y sus libros, que a mi juicio son también testigos fieles, y mejores de toda excepción de la grande virtud".

Santa Teresa muere, como sabemos, el 15 de octubre de 1582 en Alba de Tormes a los 67 años y medio a las nueve de la noche. Fray Luis muere en 1591, el mismo año de San Juan de la Cruz. Esto nos indica que fueron rigurosamente contemporáneos y que cuando era profesor de Salamanca pudo haberse encontrado con la monja andariega. Pero el testimonio de Fray Luis de León nos indica que no fue así. No obstante, Fray Luis conoció y estudió detenidamente la obra escrita de la Madre Teresa. Sobre ella dice: "Y no es menos clara ni menos milagrosa la imagen que dije que son las escrituras, y libros, en los cuales, sin ninguna duda quiso el Espíritu Santo, que, la santa madre Teresa fuese un ejemplo rarísimo; porque en la alteza de las cosas que trata, y en la delicadeza, y calidad con que las trata, excede a muchos ingenios; y en la forma del decir, y en la pureza, y facilidad del estilo, y en la gracia, y buena compostura de las palabras, y en una elegancia desafeitada, que deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra lengua escritura que con ellos se iguale". Como se sabe, Fray Luis es uno de nuestros escritores clásicos más eximios de los Siglos de Oro de nuestra literatura española, además de teólogo eminente.

Vamos a terminar con un párrafo de la carta de Fray Luis León. En el mes de noviembre seguiremos penetrando cada vez más en la obra de Teresa de Jesús de la mano de Fray Luis de León, que recibió del Consejo Real la orden de examinar detenidamente toda la obra de Santa Teresa para su publicación y de las personas que la conocieron profundamente. Refiriéndose a los escritos, afirma: "Y así siempre que los leo, me admiro de nuevo, y en muchas partes dellos me parece, que no es ingenio de hombre el que oigo; y no dudo sino que habla el Espíritu Santo en ella en muchos lugares, y que le regía la pluma, y la mano, que así lo manifiesta la luz que pone en las cosas escuras, y el fuego que enciende con sus palabras en el corazón que las lee. Que dejados aparte otros muchos, y grandes provechos, que hallan los que leen estos libros, dos son a mi parecer los que con más eficacia hacen. Uno facilitar en el ánimo de los lectores el camino de la virtud. Y otro encenderlos en el amor della, y de Dios".