AUDIENCIA GENERAL: SALMO 117

El Salmo 117, himno de confianza y de gratitud al Señor por su hesed, es decir, por su fidelidad amorosa, fue propuesto el miércoles por el Papa en la catequesis celebrada en el Aula Pablo VI.

El Santo Padre, en la catequesis del miércoles, volvió sobre un tema desarrollado en los Salmos 112 al 117. Una secuencia de himnos de alabanza y agradecimiento a Dios que era llamada "Hallel egipcio", pues uno de esos cantos, el Salmo 113 A, evocaba de manera poética y casi visiva el éxodo de Israel de la tierra de opresión, el Egipto faraónico, y el maravilloso don de la alianza divina. El Salmo que sella este "Hallel egipcio" o acción de gracias, puesto en labios de la comunidad personificada, es precisamente el Salmo 117.

El uso litúrgico del Salmo se llevaba a cabo dentro del templo de Jerusalén. Parece el discurrir de una procesión que comienza en las "tiendas de los justos", ("Clamor de júbilo y salvación, en las tiendas de los justos"), es decir, en las casas de los fieles. Éstos exaltan la protección de la mano divina, capaz de tutelar y proteger al que es honesto y confiado aun en los momentos en que irrumpen adversarios crueles. El Salmista usa una imagen muy expresiva: "Me rodeaban como avispas, llameaban como fuego de zarzas: en el nombre de Jahvéh los derroté".

Pasado el peligro, el pueblo prorrumpe en "gritos de júbilo y de victoria", pues "la diestra de Jahvéh hace proezas", lo cual indica que, en verdad, la última palabra es siempre la de Dios, que permite la prueba de su fiel pero no lo entrega a la muerte: "Me castigó, me castigó Yahvéh, pero a la muerte no me entregó". Es el momento en que la procesión parece haber llegado a la meta evocada por el Salmista a través de la imagen de las "puertas de justicia", es decir, la puerta santa del templo de Sión. La procesión acompaña al héroe a quien Dios ha dado la victoria. Él pide que se le abran las puertas para "dar gracias al Señor". Con él entran los justos.

La dureza de la prueba a que ha sido sometido el justo es expresada por él mismo comparándose a "la piedra que los constructores desecharon" y que luego "se ha convertido en piedra angular". Cristo va a usar esta misma imagen y este mismo versículo al final de la parábola de los viñadores homicidas para anunciar su Pasión y su glorificación. Aplicándose el Salmo a sí mismo, afirmó el Santo Padre, Cristo abre el camino a la interpretación cristiana de este himno de confianza y de gratitud al Señor por su hesed, es decir, por su fidelidad amorosa, que resuena en todo el Salmo.

Dos son los símbolos, tomados de este Salmo, que adoptan los Padres de la Iglesia: "Puerta y justicia", que San Clemente Romano, en su Carta a los Corintios, terminó diciendo el Papa, comentaba así: "Muchas son las puertas abiertas, pero la de la justicia está en Cristo. Bienaventurados todos los que entran por ella y conducen sus pasos en la santidad y en la justicia".

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

El Salmo que hemos escuchado es un himno de acción de gracias a Dios, que protege y tutela a quienes son fieles y confían en Él. Esto hace tomar conciencia de que nunca estamos solos y que Dios, si bien permite las pruebas de sus fieles y que sean considerados como piedra desechada por los arquitectos, luego los transforma en piedra angular. Cristo se presenta a sí mismo como esta piedra angular para anunciar su Pasión y su glorificación (cf. Mt 21,42).

Los Padres de la Iglesia nos recuerdan que "Cristo es la piedra" y también lo es su discípulo Pedro, a fin de que, como la piedra, tenga una sólida perseverancia y una fe inquebrantable. San Ambrosio exhorta a ser interiormente una piedra: esta piedra son nuestras acciones y nuestras ideas, a fin de que nuestra casa, es decir, nuestra propia persona pueda resistir firmemente los ataques de todo mal.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de Madrid y de dos parroquias de Alicante. Dejémonos guiar por el Señor para ser piedras firmes mediante el testimonio de nuestra fe.

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Terminados los saludos en las diversas lenguas, Juan Pablo II, como es habitual, dirigió unas palabras afectuosas a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Recordando que ayer, 11 de febrero, se celebraba la memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes, pidió a la Señora que ayude a los jóvenes a comprender cada día más el valor del sacrificio en su formación humana y cristiana.

Imploró de la Madre de Dios que sostenga a los enfermos ante el dolor y la enfermedad con serenidad y fortaleza; y que guíe a los recién casados en la construcción de su familia sobre las sólidas bases de la oración y de la fidelidad dócil a la voluntad de Dios.

 

EN DÍA CRUCIAL PARA CRISIS IRAK, AZIZ ASEGURA COLABORACIÓN CON ONU

Al final de la mañana del viernes con un breve comunicado del director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls informó del encuentro que había mantenido el Santo Padre con el vice primer ministro iraquí, Tarek Aziz, que había sido recibido en el Vaticano. Un encuentro que ha consentido a ambas partes intercambiar opiniones sobre el peligro de una intervención armada en Irak, que añadiría ulteriores y graves consecuencias a las poblaciones de aquel país ya probadas por largos años de embargo.

Tarek Aziz informó de la voluntad que tiene su gobierno en la colaboración con la comunidad internacional de manera particular en el campo del desarme, mientras que por parte de la Santa Sede, una vez más, se puso en evidencia la necesidad de respetar fielmente con compromisos concretos las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, garantes de la legalidad internacional.

Se habló también en el curso del largo encuentro de más de media hora del Santo Padre con el representante iraquí, de que la Iglesia Católica continuará su obra de educación a la paz y a la convivencia entre los pueblos a fin de que en cualquier circunstancia se encuentren soluciones para la paz. Luego Tarek Aziz se entrevistó también con el secretario de estado cardenal Angelo Sodano y con el secretario para las Relaciones con los Estados Mons. Jean Louis Tauran.

 

JUDÍOS Y CATÓLICOS ADVERTIMOS LA URGENTE NECESIDAD IMPLORAR PAZ A DIOS

"En estos días en que resuenan en el mundo peligrosos clamores de guerra, judíos y católicos, advertimos la urgente necesidad de implorar la paz a Dios y de ser nosotros mismos artífices de la paz". El jueves por la mañana Juan Pablo II recibió al nuevo Rabino Jefe de Roma, Ricardo Di Segni, ante quien expresó su deseo de que Dios "nos haga constructores de paz, con el convencimiento de que cuando el hombre lleva a cabo obras de paz, es capaz de mejorar el mundo".

El Santo Padre recibiendo al nuevo Rabino, que ha sido elegido recientemente, aprovechó esta ocasión para subrayar el deseo de la Iglesia Católica de profundizar los lazos de amistad y recíproca colaboración con la comunidad judía. En este mismo contexto el Papa recordó la histórica e inolvidable visita que realizó a la Sinagoga de Roma el 13 de abril de 1986, "una visita que ha constituido un don del Omnipotente y que representa una etapa importante en el camino de entendimiento entre judíos y católicos". El Papa además expresó su esperanza de que este recuerdo incremente las relaciones entre la comunidad católica y la judía de Roma, que es la más antigua de Europa occidental.

 

BIELORRUSIA: GRAVE CRISIS DEMOGRÁFICA Y ALCOHOLISMO EN AUMENTO

El Santo Padre expuso a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Bielorrusia la grave crisis demográfica que sufre el país y al problema del alcoholismo que se ha agravado en los últimos tiempos, en su audiencia del lunes a los prelados bielorrusos en visita "ad Limina Apostolorum".

En el discurso que pronunció el Pontífice, después de darles la bienvenida, hizo referencia a su encuentro en abril de 1997, que entonces todavía estaba marcado por los efectos de la ateización sistemática de sus poblaciones, de la destrucción casi total de las estructuras eclesiásticas y de los lugares de formación cristiana-religiosas. Gracias a Dios, les dijo el Papa, todo aquello ha terminado y ha comenzado una progresiva y animosa reconstrucción.

Dentro de los empeños futuros el Santo Padre, señaló la importancia de la familia como institución, que en este momento sufre una profunda crisis. Los niños son las primeras víctimas de esta situación, aseguró. Además, hizo referencia al Encuentro Mundial de las Familia, celebrado en Manila el pasado 25 de enero y señaló, que hay que hacer del Evangelio la regla fundamental de la familia, y de cada familia una página del Evangelio escrita en nuestro tiempo.

Como problema añadido, el Santo Padre expuso la grave crisis demográfica que sufre el país, que constituye un fuerte desafío para el anuncio del Evangelio de la Vida; y al problema del alcoholismo que se ha agravado en los últimos tiempos. El Papa señaló, el esfuerzo que está haciendo la Iglesia Católica, que aunque minoritaria en el país, responde con todos sus medios y estructuras disponibles para solucionar esta problemática.

Además les propuso intensificar sus plegarias y hacer del momento de la oración un momento fundamental entre sus ocupaciones cotidianas. Junto a la oración, el Papa, hizo referencia al esfuerzo que hacen por la formación de candidatos al sacerdocio y a la vida consagrada.

Para finalizar, el Pontífice recordó la importancia del diálogo ecuménico con la Iglesia Ortodoxa. ¡Que el Señor continúe guiando vuestros pasos en la búsqueda del respeto recíproco y la cooperación mutua, y ha confiado a todos a María, La Madre de Dios.

 

GUINEA ECUATORIAL: DERECHOS HUMANOS, PROYECTO AÚN NO PERFECCIONADO
DISCURSO COMPLETO

El Santo Padre Juan Pablo II recibió el sábado por la mañana a los prelados de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial tras concluir su visita "al limina Apostolorum". Juan Pablo II, tras agradecerles su presencia en Roma, recordó su visita pastoral a ese país africano hace más de 20 años. "Hoy, les ha manifestado el Pontífice, deseo repetir mi llamada, como lo hice en aquella ocasión en la Plaza de la Libertad de Bata, para que cada comunidad eclesial, desde la tierra firme o desde las islas, se mantenga firme en una renovada fidelidad en el empeño evangelizador (cf. Homilía, 18 de febrero de 1982).

"Todos los fieles, y vosotros en primer lugar, puesto que estáis colocados como Cabezas del Pueblo de Dios, deben dedicar las mejores energías a la proclamación misma del Evangelio. En efecto, reafirmó el Papa, el hombre ecuatoguineano, que busca satisfacer su hambre de Dios y las legítimas aspiraciones de ver siempre respetada su dignidad y sus derechos inalienables, sólo en Jesucristo puede encontrar la respuesta última a sus interrogantes más profundos sobre el sentido de la vida".

Y tras aludir al Gran Jubileo del año Dos mil, concretamente a la Novo millennio ineunte, el Papa se refirió a la falta de sacerdotes: "Por eso, sigue siendo urgente la promoción de una pastoral vocacional que incorpore a vuestros respectivos presbiterios sacerdotes de origen nativo que vengan a unirse a los misioneros que asisten a las distintas comunidades. Las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada son un don de Dios que hay que pedirle con insistencia", y les recordó que los jóvenes podrán escuchar con nitidez la voz del Maestro si se cuenta con familias fuertes y sanas.

El Santo Padre subrayó la importancia de la formación tanto en los sacerdotes como de los laicos y agradeció el trabajo que realizan los religiosos y religiosas, muchos de ellos venidos tradicionalmente desde España. En sus comunidades, refiriéndose el Papa a los laicos manifestó, que han de dar ejemplo de honestidad y transparencia e, individualmente o legítimamente asociados, han de actuar siempre que sea posible también en la vida publica, iluminándola con los valores del Evangelio y de la Doctrina social de la Iglesia.

"La historia del pasado siglo en vuestro País, dolorosa en algunos aspectos, dejó consecuencias dolorosas cuyos efectos negativos hay que corregir, tanto en campo eclesial como social. Ante ello, les subrayó el Papa, la Iglesia, que quiere servir a la causa de la dignificación del hombre en todos sus aspectos, gozando para ello del justo espacio de libertad, comprensión y respeto, mantiene su voluntad de seguir trabajando para sembrar el bien. El perdón no es incompatible con la justicia y el mejor futuro del País es el que se construye en la paz, que es fruto de la misma justicia y del perdón ofrecido y recibido, para que se consolide una convivencia justa y digna, en la que todos encuentren un clima de tolerancia y respeto recíproco".

El Pontífice finalizó su discurso a los prelados de Guinea Ecuatorial señalando que "en el mundo los derechos humanos son un proyecto aún no perfectamente llevado a la práctica, pero no por eso se debe renunciar al propósito serio y decidido de recordarlos y respetarlos. Cuando la Iglesia se ocupa de la dignidad de la persona y de sus derechos inalienables lo hace para velar que nadie los vea violados por otros hombres, por sus autoridades o por autoridades ajenas. Por eso, sin ánimo de desafío, sino en el cumplimiento de vuestra misión, proseguid en el trabajo paciente en favor de la justicia, de la verdadera libertad y de la reconciliación".

 

GAMBIA, LIBERIA Y SIERRA LEONA: TRÁGICA SITUACIÓN MILLONES DE REFUGIADOS Y DESPLAZADOS

En su discurso a los Pastores de Gambia, Liberia y Sierra Leona -que concluyeron el sábado su Visita ad Limina- tras recordar que los miembros de la Iglesia católica en estos países africanos forman una verdadera minoría y que algunas veces "el clima social, político e incluso religioso dificultan la evangelización y el diálogo interreligioso", Juan Pablo II destacó sin embargo el gran aprecio de estos pueblos hacia la presencia católica en los sectores de la educación, sanidad y asistencia a los pobres.

En especial, el Papa señaló su pesar y preocupación por la "trágica situación de millones de refugiados y desplazados". Algunos, víctimas de desastres nacionales, como el de la sequía, en Gambia, mientras que otros de poderes que usan la fuerza o de la falta de desarrollo social o económico. En este contexto, Juan Pablo II dirigió un llamamiento para que estos hermanos y hermanas reciban el amor y el cuidado que merecen, como hijos de Dios y miembros de la familia humana.

Haciendo hincapié en la misión de proclamar a Cristo y en la necesidad de impulsar el diálogo con los seguidores de las religiones tradicionales africanas y el Islam, el Papa exhortó a seguir manteniendo siempre el respeto recíproco y nunca la indiferencia religiosa y los conflictos fundamentalistas. En este contexto, el Santo Padre recomendó la necesidad de "permanecer vigilantes para asegurar que la verdad nunca sea callada" y no se escatimen esfuerzos para tutelar la libertad religiosa. Libertad que nunca debe ser explotada con fines políticos, así como nadie debe ser castigado o criticado por defender la verdad.

Una vez más, Juan Pablo II alentó a impulsar la formación de la juventud y del laicado y a tutelar a la familia, 'elemento fundamental en la cultura y civilización africana'. El Pontífice, señalando la importancia de apoyar programas educacionales que promueven la defensa de la vida y la castidad del verdadero amor, 'esperanza real para liberar a la humanidad de flagelos como el SIDA', recomendó asimismo sostener la promoción del auténtico respeto de la dignidad y derechos de la mujer.

El Santo Padre expresó su profunda satisfacción por los avances alcanzados en favor de la paz en Liberia y Sierra Leona; destaca los grandes desafíos para poder ofrecer ayuda humanitaria a las poblaciones afectadas por los conflictos y su preocupación por las peligrosas crisis que aún persisten en la región. A estos Obispos africanos, el Papa los alentó a "trabajar sin desmayo en favor de la reconciliación y a brindar auténticos testimonios de unidad, por medio de la solidaridad activa, apoyando también a las víctimas de décadas de violencia".

 

GUINEA-CONAKRY: NUMEROSOS OBSTÁCULOS DIFICULTAN ANUNCIO EVANGÉLICO

"Numerosos son hoy los obstáculos en Guinea-Conakry que dificultan la acogida de la fe y el anuncio del mensaje evangélico, en un contexto marcado por el predominio de otras tradiciones religiosas, el aislamiento geográfico de las comunidades y sobre todo por la situación de gran pobreza que afecta a la población de todo el país. Pero los nuevos desafíos a la evangelización --dice el Papa-- no deben desanimar a la Iglesia. Al contrario deben reactivar su conciencia misionera, arraigándola en una unión cada vez más fuerte con Cristo y afirmando los lazos de comunión que hacen fecundo el testimonio de los cristianos".

Éste es en síntesis el mensaje que Juan Pablo II entregó el sábado a los obispos de Guinea-Conakry al final de su visita ad Limina. Fundándose en los valores humanos y espirituales, que son la riqueza de la cultura del pueblo guineano, la Iglesia está llamada a sembrar la Buena Nueva para la inculturación del mensaje evangélico. Una tarea --explica el Papa-- que no puede separase de una verdadera promoción humana, que dé a todas las personas la posibilidad de vivir plenamente según su dignidad de hijos de Dios.

"Desde el inicio de la evangelización en Guinea, recuerda el Pontífice, el trabajo paciente de los misioneros, a los que el Papa rinde homenaje, ha unido de manera indisoluble la misión profética de la Iglesia, manifestando el misterio de Dios, y la misión de la caridad, revelando así al hombre por las obras, la verdad integral". El Santo Padre invita a los prelados guineanos a seguir este camino llamando a los cristianos a comprometer siempre, en una vida coherente, su fe cristiana y sus responsabilidades cívicas.

 

550 AÑOS DE PRESENCIA DE FRAILES MENORES EN POLONIA

El Papa recibió el martes a un grupo de franciscanos de Polonia llegados en peregrinación a Roma con ocasión de la celebración del 550 aniversario de la presencia de los frailes menores en tierra polaca. "El hombre y el mundo al inicio del tercer milenio tienen la necesidad, quizá hoy más que nunca, de ser embebidos por el espíritu de san Francisco de Asís". Así lo afirmaba en un breve discurso Juan Pablo II recibiendo en el Vaticano en audiencia a una delegación de hermanos menores de Polonia. Franciscanos polacos llegados en peregrinación a Roma y en visita a las tumbas de sus santos fundadores, San Francisco y San Bernardino de Siena, en ocasión de la celebración del 550 aniversario de la presencia de los frailes menores o bernardinos, en tierra polaca.

"El hombre de hoy tiene necesidad de la fe, de la esperanza, de la caridad de Francisco", señaló el Santo Padre. Tiene necesidad del gozo que mana de la pobreza de espíritu, es decir, de la libertad interior. "El hombre quiere aprender de nuevo el amor de todo lo que Dios ha creado. Tiene necesidad de que en la familia, en la sociedad y entre las naciones reine la paz y el bien. De todo ello tiene necesidad Polonia, Ucrania y el mundo entero", dijo el Pontífice.

"Por esto vuestra comunidad, celebrando el jubileo, está llamada de manera particular a mirar también hacia el futuro. Estáis llamados a esperar que Dios os haga cada vez más testigos permanentes del espíritu de Francisco. Para obtener esta gracia, afirmó el Papa, rezo con vosotros. Y dado que estamos viviendo el Año de Santo Rosario, lo hago por intercesión de la Virgen María, invocado aquél que fue un extraordinario devoto suyo: vuestro fundador y patrono, San Bernardino de Siena".

 

FOCOLARES: PROSEGUID SIN DESMAYO EN PROMOCIÓN "HERMANDAD UNIVERSAL"

El Papa exhortó el jueves a los Focolares a proseguir sin desmayo en la promoción de la "espiritualidad de comunión, unidad eclesial y hermandad universal". "El esfuerzo para construir una 'espiritualidad de comunión' requiere la superación de toda dificultad, incomprensión e incluso fracaso que se puedan presentar. Es necesario proseguir sin desmayo por el camino emprendido, confiando en el apoyo de la gracia divina, para dar vida a una auténtica 'unidad eclesial' y a una firme 'hermandad universal'". Es la exhortación que dirigió Juan Pablo II a los Obispos amigos de los Focolares, a quienes recibió al final de la mañana en la Sala Clementina.

En su discurso, el Papa puso de relieve, una vez más, "que el compromiso en favor de la 'espiritualidad de comunión' imprime un renovado impulso al ecumenismo" y "abre grandes posibilidades para el diálogo interreligioso".

El Santo Padre expresó su satisfacción por el encuentro con estos prelados, que tuvo lugar en el marco de la reunión que estaban celebrando los Obispos amigos del Movimiento de los Focolares, sobre el tema "Espiritualidad de comunión: unidad eclesial y hermandad universal".

Y, tras saludar en especial al Cardenal Miloslav Vlk, Arzobispo de Praga, agradeciendo sus palabras en nombre de todos los presentes, así como a la fundadora de este Movimiento, Chiara Lubich, el Pontífice destacó su gratitud al constatar que estos días de reflexión, de intercambio de testimonios y de experiencias pastorales son una respuesta a la invitación hecha por él mismo en su Carta Apostólica Novo millennio ineunte.

"Reflexiones e intercambios que han contribuido a revelar mejor la necesidad permanente de una auténtica espiritualidad de comunión, que impulse de forma cada vez más incisiva la vida y la actividad del pueblo cristiano", reiteró asimismo Juan Pablo II, subrayando la importante contribución que el Movimiento de los Focolares brinda a toda la Comunidad cristiana en favor de la "espiritualidad de la unidad".

El Papa recordó "la unidad como 'testamento' dejado por Jesús a sus discípulos (cfr. Jn 17); el misterio de Cristo crucificado y abandonado como 'camino' para alcanzarla; la celebración de la Eucaristía como vínculo de comunión; la acción del Espíritu Santo que anima la vida del Cuerpo Místico de Cristo y unifica sus miembros y la presencia de la Virgen María, Madre de la unidad, que nos conduce a Cristo".

El Congreso espiritual de los obispos amigos del movimiento de los Focolares reunió del 8 al 14 de febrero en Castel Gandolfo a más de 90 obispos procedentes de países de los cinco continentes. Una semana de reflexión y vida en comunión en el contexto actual mundial, marcado por graves amenazas a la pacífica convivencia humana. Este Congreso, moderado por el cardenal Miroslav Vlk, arzobispo de Praga, subrayó la urgencia de actuar y promover, en todos los niveles de la vida eclesial, una espiritualidad de comunión, como vía para contribuir de forma eficaz a la hermandad universal. Como apoyo a la delicada misión del cardenal Etchegaray en Irak, los participantes, entre los que se encuentran 7 obispos de distintos países de Oriente Medio, concelebraron la Misa para invocar el don de la paz.

Los temas principales del Congreso han sido: el creciente intercambio entre los nuevos movimientos eclesiales y con los carismas de origen más antiguo, como contribución a la edificación de la Iglesia-comunión; los frutos del "diálogo de la vida" en las relaciones ecuménicas; el reto del diálogo interreligioso y con cuantos no tienen una clara referencia religiosa, como premisa para poder actuar todos juntos en favor de la hermandad universal.

Los congresos de los obispos amigos del movimiento de los Focolares se desarrollan desde 1977, con el constante apoyo de Pablo VI primero y Juan Pablo II después. Desde 1982, a los Congresos entre obispos católicos, se han sumado también Congresos ecuménicos de obispos de distintas iglesias.

 

ÁNGELUS: REFERENCIA A LAS RAÍCES CRISTIANAS NO ARREBATA NADA AL JUSTO LAICISMO DE LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS

Juan Pablo II, en su habitual alocución antes del Ángelus a mediodía, recordó el domingo la fiesta que celebramos el pasado vienes en memoria de los santos Cirilo y Metodio apóstoles de los eslavos y copatronos de Europa. Nacidos en Salónica en la primera mitad del siglo IX y formados en la cultura bizantina , los dos hermanos -dijo el Papa-- asumieron con gozo la tarea de evangelizar a las poblaciones eslavas de la gran Moravia, en el corazón de Europa.

Para Juan Pablo II el apostolado de estos dos santos tuvo su fundamento en el mantenerse siempre fieles tanto al Romano Pontífice como al patriarca de Constantinopla, respetando las tradiciones y la lengua de los eslavos. Estaban animados por un profundo sentimiento de la Iglesia una, santa, católica y apostólica, mientras que la invocación de Jesús "ut unum sint", constituía su enseña misionera. Por eso, el Papa deseó que el ejemplo de san Cirilo y de san Metodio y su intercesión puedan ayudar a los cristianos de Oriente y Occidente a reconstruir la plena unidad entre ellos. Y refiriéndose a Europa el Santo Padre dijo: "La herencia de los santos Cirilo y Metodio es preciosa también desde el punto de vista cultural. Su obra contribuyó, de hecho, a que se consolidasen las raíces comunes cristianas de Europa, raíces que con su linfa, han impregnado la historia y las instituciones europeas. Por ello se ha solicitado que en el futuro Tratado Constitucional de la UE se dé un espacio a este patrimonio común de Oriente y Occidente".

Juan Pablo insistió en que "una referencia similar no quitará nada al justo laicismo de las estructuras políticas, sino que por el contrario ayudará a preservar el continente del doble peligro del laicismo ideológico, por un lado, y del integralismo sectario, por el otro. El Papa concluyó afirmando que "los pueblos europeos, unidos en los valores y recordando el propio pasado, podrán desarrollar plenamente su papel en la promoción de la justicia y de la paz en el mundo entero".

Tras el rezo mariano del Ángelus y el recuerdo de los fieles difuntos, el Santo Padre saludó en diversas lenguas a los peregrinos presentes en la plaza de san Pedro. Este fue su saludo en español.

"Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, de modo particular a los profesores y alumnos del colegio Claret de Madrid, venidos al rezo del Ángelus junto a la tumba de San Pedro. Acercaos a Jesucristo, fuente de vida, y anunciad por todas partes su mensaje de salvación".

 

CELEBRACIÓN DE LA XI JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

En la festividad de la Virgen de Lourdes, se celebró la XI Jornada Mundial del Enfermo, instituida por Juan Pablo II. Los momentos culminantes de esta Jornada fueron las celebraciones en el Santuario nacional estadounidense de la Inmaculada Concepción en Washington.

Con la participación del Enviado Especial del Santo Padre, Arzobispo Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral Sanitaria, y con la lectura del Mensaje del Papa para esta ocasión, se clausuran el martes las actividades que empezaron el domingo anterior. Momentos de espiritualidad, encuentros de reflexión y Celebraciones Litúrgicas, como el que tuvo lugar por la tarde, en el Vaticano.

El martes, en la Basílica de San Pedro a las cuatro y media, el Cardenal Vicario del Papa para la Diócesis de Roma presidió la Santa Misa en nombre del Pontífice. Al final de la Celebración Juan Pablo II se dirigió, como es tradicional, a los enfermos presentes y a sus acompañantes, bendiciéndolos a todos.

Una vez más, el Papa dirigiendo su pensamiento a Tierra Santa, expresó el "anhelo, fortalecido por la oración, de que cuanto antes aquellos lugares santificados por la presencia de Cristo vuelvan a encontrar un clima de paz, que permita la reanudación de las peregrinaciones". Luego, el Santo Padre enfatizó que "en este año perturbado por numerosas preocupaciones por el destino de la humanidad", ha querido "que el rezo del Rosario tenga como intenciones específicas la causa de la paz y de la familia".

Poniendo de relieve que "los queridos hermanos y hermanas enfermos" están "en 'primera línea' para interceder por estas dos grandes finalidades", Juan Pablo II señaló que "Lourdes, Roma y Washington forman hoy una providencial encrucijada de coral invocación al Dios de la vida, para que infunda confianza, consuelo y esperanza en los que sufren en todo el mundo".

Tras evocar la Imagen de Nuestra Señora de Lourdes, que lleva en sus manos el rosario, el Pontífice destacó que la Virgen orante parece renovar la invitación que había dirigido a Bernardita, "a rezar el Santo Rosario con confianza". Juan Pablo II recordó que nos encontramos en el Año del Rosario, que él mismo ha proclamado, y, en esta Jornada Mundial del Enfermo el Papa finalizó sus palabras deseando que la vida de los que sufren pueda "infundir en todos aquella esperanza y serenidad que se experimentan sólo en el encuentro con Cristo", encomendando "este anhelo y las demás intenciones que llevamos en corazón" a María Inmaculada, Salud de los Enfermos.

CATÓLICOS Y ORTODOXOS CONSCIENTES DE SU PAPEL EN MOMENTO HISTÓRICO

"El futuro de Europa es de tal importancia que nos impulsa más allá de nuestro pasado de divisiones, de incomprensiones y de alejamiento recíproco". Esta es la afirmación del Santo Padre en su mensaje al Arzobispo ortodoxo de Atenas, que le fue entregado por el cardenal Kasper durante la visita de una Delegación de la Santa Sede a Atenas esta semana. "La Iglesia católica es consciente del papel que tiene que desarrollar en el continente europeo en este histórico momento, una responsabilidad que comparte y coincide con la de la Iglesia ortodoxa de Grecia". Esta responsabilidad -continúa el Papa- constituye un terreno común sobre el que desarrollar la colaboración recíproca".

El mensaje del Papa subraya la profunda convicción de que el viejo continente no debe extraviar la riqueza cristiana de su patrimonio cultural y no debe perder nada de todo lo que ha hecho grande su pasado. "Desarrollar y aumentar esta colaboración podría constituir uno de los remedios más eficaces contra el relativismo ideológico tan difundido en Europa, el pluralismo ético que olvida los valores perennes, la forma de globalización que deja insatisfecho al hombre porque anula las diferencias legítimas, que han permitido la difusión de tantos tesoros en el Oriente y Occidente Europeos".

El lunes partió hacia Atenas esta Delegación de la Santa Sede, con motivo de la invitación del Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, su Beatitud Christodoulos hecha al Santo Padre para devolver la visita realizada a Roma en marzo del 2002. La visita que se prolongó hasta el viernes y estuvo encabezada por el Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Cardenal Walter Kasper, al que acompañaron, Mons. Brian Farrell, y Mons. Johan Bonny. En Atenas se unió a ellos, Mons. Paul Fouad Tabet, Nuncio Apostólico en aquel país.

La Delegación de la Santa Sede, desarrollando un programa análogo al de la Delegación del Santo sínodo de la Iglesia Ortodoxa Griega durante la visita en el 2002 a Roma, se reunió con el Arzobispo de Atenas y los miembros del santo sínodo.

 

CONDENA DEL ATENTADO EN COLOMBIA

El Santo Padre ha recibido con profundo pesar la triste noticia del execrable atentado perpetrado el viernes en la ciudad colombiana de Neiva, que ha causado al menos 18 muertos y medio centenar de heridos, entre los cuales hay niños y agentes del orden, así como cuantiosos daños materiales. Así se lee en un telegrama enviado por el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad al Obispo de la capital del departamento del Huila, Mons. Ramón Darío Jaramillo. Juan Pablo II dirige un apremiante llamamiento "a los responsables de estas execrables acciones" para que "cesen en ese camino de destrucción y muerte, que nunca ayudará al auténtico progreso del pueblo de Colombia".

Expresando, una vez más, "su enérgica reprobación y firme condena por estos actos de terrorismo que atentan la pacífica convivencia y ofenden los sentimientos del querido pueblo colombiano, mayoritariamente contrario a la violencia y al horror y amante de la paz en la Justicia", el Pontífice, mientras ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, transmite su más sentido pésame a los familiares de los que han muerto, junto con la seguridad de su plegaria por el pronto y total restablecimiento de los heridos.

El atentado del viernse, cuando se cumplía una semana del perpetrado en Bogotá que dejó 35 muertos y más de 160 heridos, tuvo lugar cuando las autoridades registraban un depósito de explosivos cerca del aeropuerto de Neiva. Lugar que, también según denuncian los organismos oficiales colombianos, iba a servir a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia para atacar el avión del presidente Uribe cuando aterrizara el sábado en esa ciudad para asistir a un consejo comunitario de gobierno. La explosión dejó asimismo en escombros sesenta viviendas de dos manzanas.

 

SOLUCIÓN JUSTA A LA CRÍTICA SITUACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL EN BOLIVIA

El Santo Padre ha expresado su profunda preocupación por las "graves perturbaciones del orden público en Bolivia", que han causado al menos 22 muertos y alrededor de 150 heridos. En un telegrama dirigido al cardenal Julio Terrazas Sandoval, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, el Papa hace un llamamiento a las autoridades del país y al pueblo de Bolivia "para que, evitando nuevos brotes de violencia, se empeñen en procurar por todos los medios pacíficos al alcance, una solución justa a la crítica situación económica y social que se vive en el país.

El Pontífice exhorta a todos a crear un clima de convivencia serena, capaz de ayudar a proseguir con un diálogo fecundo y sincero que, excluyendo enfrentamientos violentos, favorezca la superación de las adversidades y la reconciliación, cree confianza entre todas las partes interesadas y se promueva el necesario progreso humano y espiritual, condición necesaria para la paz social". La ola de violencia, recordamos, fue desencadenada por el anuncio del Gobierno de unas impopulares medidas económicas y fiscales, que fueron retiradas el jueves por el propio presidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada.

 

CARDENAL ETCHEGARAY: "LA CONCIENCIA TENDRÁ LA ÚLTIMA PALABRA"

"En nombre del Papa, me atrevo a hacer un llamamiento a la conciencia de todos aquellos que, en estos días decisivos, tienen a su cargo el porvenir de la paz. Pues, en definitiva, es la conciencia la que tendrá la última palabra, más fuerte que toda estrategia, toda ideología e incluso toda religión". Son palabras del Enviado Especial de Juan Pablo II a Irak, al final del encuentro que mantuvo el sábado por la mañana con el presidente iraquí, Sadam Hussein.

El Cardenal Roger Etchegaray, en una declaración a la prensa, expresando su comprensión por el gran interés que despierta el importante encuentro mantenido en Bagdad, hizo hincapié en "que el carácter espiritual de su misión otorga a su palabra un tono peculiar", al que los informadores pueden no estar acostumbrados. Recordando que la Iglesia tiene una manera propia de hablar de paz y de construir y sembrar la paz, entre aquellos que en distintos ámbitos se esmeran por la paz, el Purpurado recordó asimismo que la Iglesia, según las palabras de Juan Pablo II, "se hace portavoz de la conciencia moral de la humanidad en estado puro, de una humanidad que anhela la paz y que necesita la paz".

Tras declarar que, en este sentido, su encuentro con el presidente Sadam Hussein se había centrado en asuntos concretos que no puede mencionar por respeto al Papa, que le ha enviado, y al mismo mandatario que le ha recibido, el Cardenal Etchegaray señaló que se trata de verificar "si se ha hecho todo para garantizar la paz en el restablecimiento de un clima de confianza que permita que Irak vuelva a encontrar el lugar que le corresponde en la comunidad internacional". En el corazón de este mismo encuentro - señaló asimismo el Purpurado - estaba presente "todo el pueblo iraquí, cuyo anhelo de paz justa y duradera", él mismo ha podido comprobar "después de tantos años de sufrimiento en los que el Papa y la Iglesia Universal han mostrado su constante solidaridad".

 

EL CARDENAL ETCHEGARAY EN BAGDAD

Se respira una fuerte tensión en el mundo ante la posibilidad, no muy remota, de que estalle la guerra contra Irak. En ciudades de todo el mundo, en especial europeas, se organizaron manifestaciones en favor de la paz lanzando un grito compacto: ¡No a la guerra! El Vaticano está realizando un esfuerzo diplomático y de oración a favor de la paz. El lunes, precisamente partió para Bagdad, como Enviado Especial de Su Santidad Juan Pablo II, el Cardenal Roger Ertchegaray, Presidente emérito del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, expresión de la preocupación del Santo Padre por la paz y para ayudar a las Autoridades iraquíes a reflexionar sobre la necesidad de una real cooperación internacional, basada en la justicia y en el derecho internacional, con el fin de asegurar a aquellas poblaciones el bien supremo de la paz.

En el Ángelus del domingo 9 de febrero, el Papa aludió al dramático momento actual con estas palabras: "En estos momentos de preocupación internacional, todos sentimos la necesidad de dirigirnos al Señor para implorar el gran don de la paz. Como he dicho en la Carta apostólica "Rosarium Virginis Mariae", "las dificultades que presente el horizonte mundial en estos comienzos de nuevo milenio nos inducen a pensar que sólo una intervención de lo Alto (…) puede hacer que esperemos en un futuro menos oscuro" (n. 40). Numerosas iniciativas de oración se están llevando a cabo en estos días en diversas partes del mundo. Al mismo tiempo que las animo, invito a todos a tomar el Rosario en sus manos para invocar la intercesión de la Virgen Santísima: "No se puede rezar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servicio a la paz".

El cardenal Roger Etchegaray llegó a Amman desde París y a primeras horas del martes emprendió viaje por carretera hacia la capital iraquí, donde estaba previsto que se entrevistase con Sadam Hussein y la comunidad católica iraquí. El purpurado entregó una carta personal de Juan Pablo II al líder iraquí pidiéndole que colabore para que se evite la guerra.

En esta misión de paz la Santa Sede ha puesto "toda su sabiduría" para evitar una guerra que Juan Pablo II considera una derrota para toda la humanidad y que golpearía de nuevo a una población - la iraquí - ya extenuada por doce años de embargo. "El Papa --como ha dicho el mismo purpurado-- está muy preocupado, no se resigna a la guerra y está decidido agotar hasta el final toda esperanza".

El viaje por carreteras del desierto del anciano cardenal francés de 80 años, constituyó un duro viaje, de entre 12 y 14 horas, que como él mismo declaró "lo afrontaría con fuerza y energía". El cardenal viajaba a Bagdad poco antes de que el viernes, día 14, el Papa recibiese en el Vaticano al viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz.

El enviado de Su Santidad el Papa pedía a las autoridades iraquíes que "hagan una seria reflexión sobre el deber de una efectiva cooperación, basada en la justicia y el derecho internacional, con vista a asegurar a la población de ese país el bien supremo de la paz", según afirmaba previamente el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, al anunciar la misión.

En otras palabras, el cardenal pedía a Sadam Hussein que colaborase al cien por cien con los inspectores de la ONU y aceptase la resolución de Naciones Unidas, única manera de asegurar la paz al país. Esta no es la primera vez que Etchegaray viaja a Bagdad y se entrevista con Sadam Hussein. Juan Pablo II ya le envió en 1985, cuando la guerra entre Irak e Irán.

"Luchar hasta la extenuación por la paz". Esta era la intención del cardenal Roger Etchegaray, el enviado del Papa. En unas breves declaraciones a la prensa, el cardenal adelantó que iba "a Bagdad para animar a las autoridades iraquíes a que intensifiquen la colaboración con la ONU basada en la justicia y en el derecho internacional".

El enviado pontificio también instó a la Comunidad internacional a proseguir los esfuerzos para emprender un camino que lleve a una paz estable en Irak. "En momentos en los que se vive al límite de una paz precaria, la guerra no sólo sería la "última" sino la "peor" de las soluciones...y nadie puede resignarse a ello".

Con la frase tomada de san Pablo, ("hace falta esperarlo todo, aunque sea contra toda esperanza"), el purpurado francés intentó definir lo que esperaba que fuera su visita: "un testimonio del Evangelio". "Benditos sean los artesanos de la paz" afirmó el cardenal Etchegaray. Y añadió que se sentía "conmovido por la población iraquí, extenuada por 12 años de embargo internacional".

La llegada del Cardenal Etchegaray en la capital iraquí fue acogida con gran expectación por parte de todos los medios de comunicación que se reunieron para recibirlo. Su misión, es la de evitar un posible ataque de Estados Unidos a Irak. Este tentativo se ve como una de las últimas oportunidades para evitarlo realmente.

El miércoles por la mañana el purpurado se entrevistó con el viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz y con el vicepresidente del país Yasin Ramadán. El cardenal comentó que "existe un clima de confianza y esperanza... y que está rezando por la paz".

Por otra parte, Mons. Jean Sleiman, arzobispo de los católicos de rito latino en Bagdad, declaró que esta visita ayudará a los iraquíes a vivir de manera menos angustiada y mostrará "la cercanía de la Iglesia Católica a través de la oración del Papa. En estos momentos es fundamental no sentirse abandonados".

 

SANTA MISA EN LA CATEDRAL DE BAGDAD DE LOS CALDEOS

El enviado especial de Juan Pablo II a Irak, cardenal Roger Etchegaray, pronunció el miércoles unas palabras durante la Santa Misa en la Catedral de Bagdad de los Caldeos. En unos momentos en los que la angustia que viven los iraquíes crece cada vez más, el purpurado recordó que había viajado a Bagdad en nombre del Santo Padre como Mensajero de paz y para comprender mejor cómo vive la población iraquí, tan valiente en estas horas de prueba.

"En esta tierra de Abraham y de profetas, en la que la paz y la oración asumen su significado más expresivo y sus raíces más profundas", el Enviado de Juan Pablo II se dirigió a los numerosos presentes que abarrotaban la Catedral Caldea de Bagdad y que aplaudieron sus palabras de esperanza. Estamos reunidos aquí - señaló el Cardenal Roger Etchegaray - para testimoniar hasta qué punto 'la paz y la oración' están vitalmente unidas entre sí.

Destacando que en todo el mundo se habla de la paz ante las graves amenazas que se ciernen sobre Irak, el Purpurado preguntó ¿quién no quiere la paz, cuántos creen que es posible aún y cuántos la desean verdaderamente con todas sus fuerzas? Asimismo el Cardenal se refirió luego a la importancia de la oración.

¿La oración? ¿Qué cristiano no reza al Todopoderoso? Y, en especial, al tocar el fondo de su miseria y de su tristeza ¿cuántos ven en la oración un refugio en las horas de pánico? El Mensajero de Juan Pablo II destacó la feliz coincidencia de la Misa con la que se clausuraba un tríduo de oración y ayuno en el espíritu de Jonás, entre los de Nínive y la celebración de los musulmanes de todo el mundo de la 'Fiesta del Sacrificio'.

En este contexto el Cardenal Etchegaray recordó que el día anterior, en su viaje rumbo a Bagdad, había oído la voz del muecín invitando a la oración, en el mismo momento en que él meditaba en su breviario sobre el Salmo 9. Salmo que reza así: "¿Por qué, Yahvéh, te quedas lejos, te escondes en las horas de la angustia? ¡Levántate, Yahvéh, alza tu mano, oh Dios! ¡No te olvides de los desdichados!"

El Purpurado finalizó sus palabras, ayer en la Catedral Caldea de Bagdad, haciendo hincapié en que "rezar por la paz en Irak y en Oriente Medio es la prueba más segura y al mismo tiempo más dura para tomar en serio la oración y la paz. La una con la otra y la una por medio de la otra".

 

FEBRERO: INTENCIÓN GENERAL PARA EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN

En este mes de febrero, Juan Pablo II invita a rezar "Por cada cristiano para que, tomando conciencia de la preocupante situación de los pueblos que todavía siguen padeciendo hambre y sed, se sienta movido a una solidaridad cada vez mayor con los hermanos".

El Consejo Pontificio Justicia y Paz, reflexionando sobre la intención general que el Papa propone para el Apostolado de la Oración en este mes de febrero, recuerda la importancia y urgencia de "la necesidad de una solidaridad que nos dirija a una verdadera opción por los pobres, por los que carecen de los derechos humanos más elementales, como un techo, alimentación, libertad…, ya que esta opción no puede ser para los cristianos una mera anécdota intrascendente, pues por la postura que adoptemos ante ellos definiremos nuestro ser y nuestro futuro".

El Dicasterio que preside Mons. Renato Martino, evocando el Documento de la Conferencia Episcopal Española, titulado "La Iglesia y los pobres" - reflexión de la Comisión Episcopal de pastoral social - hace hincapié en que "los cristianos sabemos, por las palabras del Señor, que el encuentro con los pobres tiene para nosotros un valor de justificación o de condena", pues "según nos hayamos comprometido o no con los pobres, pasaremos la 'prueba'" y "el amor será la medida de nuestra fe, porque los pobres son sacramento de Cristo".

Esta reflexión, tras indicar que ese juicio y esa justificación "no sólo los pasaremos un día ante Dios, sino hoy mismo también ante los hombres", reitera que "sólo una Iglesia pobre y cercana a los pobres, a su lado y de su lado, que se compromete a luchar por su liberación, por el respeto de su dignidad y bienestar, puede dar testimonio coherente y convincente del mensaje evangélico", puesto que "bien se puede afirmar que el ser y actuar de la Iglesia se juegan en el mundo de la pobreza, del hambre y del dolor, de la marginación y de la opresión, de la debilidad y del sufrimiento (cf. Conferencia Episcopal Española, La Iglesia y los pobres. Documento de reflexión de la Comisión Episcopal de pastoral social, 21 de Febrero de 1994, nn 9-10)

El mismo Consejo Pontificio Justicia y Paz señala que "el primer paso hacia la solidaridad es el caer en la cuenta - con los datos que nos proporciona la realidad - en la situación de miles de millones de seres humanos en graves dificultades". Y, en este contexto, recuerda el compromiso que establecieron los líderes de todo el mundo de reducir "a la mitad antes del 2015" la pobreza que se registra en nuestro planeta. Compromiso que fue asumido en la Cumbre del Milenio, celebrada el mes de septiembre de 2000 por las Naciones Unidas, y que, según los datos del Informe Sobre Desarrollo Humano de la ONU para el 2001, será imposible lograr, puesto que la mayoría de los países no comienza a cumplir los objetivos fijados por la misma Organización de las Naciones Unidas.

Datos concretos que apuntan que "93 países - en los que se concentra el 62% de la población mundial - no están en vías de reducir en dos tercios, para el 2015, la mortalidad de los niños menores de 5 años". Y "cada día siguen muriendo 30 mil niños por causas que podrían evitarse, entre ellas el hambre".

83 países, que constituyen el "70% de la población mundial, no está en vías de reducir en un 50% el número de personas que carecen de agua potable", por lo que "casi mil millones" de seres humanos siguen necesitando el acceso a este elemento indispensable.

74 países, donde se concentra más de una tercera parte de la población mundial, es decir "más de dos mil millones de personas, no están en vías de reducir la pobreza en un 50% para el 2015". Además, "mil doscientos millones de personas siguen 'viviendo' con menos de un dólar al día". Este informe tan real como desolador señala asimismo que "los 28 países que ocupan los últimos lugares están situados en África", que "la electricidad sigue siendo inaccesible para una tercera parte de la población mundial", es decir dos mil millones de personas, y que el mismo número de seres humanos en el mundo carece de acceso a los medicamentos esenciales de bajo costo, como por ejemplo la penicilina.

La reflexión del Consejo Pontificio Justicia y Paz subraya que "sobre la base de estos datos encontramos que la pobreza es todavía el motivo de mayor agravio y vergüenza para los cristianos y para la humanidad". Porque "pobreza significa hambre, sed, exclusión, marginación, falta de opciones y, por lo tanto, de libertad". Aún más "significa algo contrario al plan proyectado por Dios para su criatura predilecta, el hombre" y evocando textualmente las palabras del Mensaje de Juan Pablo II ante la XXXI Conferencia de la FAO, de noviembre de 2001, este Dicasterio reitera que "las primeras páginas de la Biblia describen la abundancia del mundo creado y afirman que todo lo que puede necesitar el hombre le ha sido dado para que pueda llevar una vida digna de una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26) por tanto no es posible que millones de personas sufran malnutrición o hambre en el mundo", pues "la tierra es capaz de procurarles lo necesario…" (Juan Pablo II, Mensaje a la XXXI Conferencia de la FAO, Noviembre de 2001).

El mismo Juan Pablo II nos invita a "orar para que los cristianos seamos solidarios con los que tienen menos". "La presentación de éstos y otros datos será inútil si no vemos detrás de cada una de las frías cifras que constantemente se nos presentan, el drama concreto de un ser humano, alguien que pertenece a la gran familia humana", de la que nosotros también formamos parte.

Asimismo, el Santo Padre invita a orar por quienes desempeñan puestos de responsabilidad, para que cumplan el deber de asegurar que sea respetado el derecho 'a la seguridad alimentaria' para cada componente de la humanidad. Sin olvidar, claro está, orar también por el desarrollo de los pueblos, que es orar por la paz del mundo.

"El desarrollo es el nuevo nombre de la Paz" (PP 76-77), señalaba Pablo VI, haciendo hincapié en que "las injusticias en el mundo, de las que la más impresionante es el hambre que sufren millones de personas, son causa de conflictos políticos y sociales". Pablo VI advertía también que "no podemos esperar y pensar que un mundo tan desigual, donde la mitad de la población lucha cada día por sobrevivir, pueda ser un mundo seguro y en paz".

El Consejo Pontificio 'Justicia y Paz' nos exhorta a unirnos pues, en primer lugar con la oración por la intención que nos propone Juan Pablo II para este mes de febrero. Con el anhelo de que esta solidaridad en la oración nos conduzca a la solidaridad en la acción en favor de los que sufren por el hambre en el mundo… "Así, con un amor afectivo y efectivo por el prójimo, estaremos practicando la religión pura y sin mancha a los ojos de Dios" (cf. Epístola de Santiago 1,27).

 

APERTURA PARCIAL DE DOCUMENTOS DEL ARCHIVO SECRETO VATICANO

A partir del sábado los investigadores ya pueden consultar los documentos del Archivo Secreto Vaticano, relativos a las relaciones entre la Santa Sede y Alemania durante el periodo 1922-39, el Pontificado de Pío XI. En concreto, serán puestos a disposición de los historiadores todos los documentos del Archivo de los Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios: Baviera(1922-1939) y Alemania (1922-1939); y del Archivo Secreto Vaticano: que comprenden el Archivo de la Nunciatura Apostólica en Munich (1922-1934) y el Archivo de la Nunciatura Apostólica en Berlín (1922-1930)

Este último Archivo sufrió graves desperfectos y destrucciones durante la II Guerra Mundial en territorio alemán, por lo que muchos documentos de los años 1931-1941 fueron dispersados e incluso destruidos antes de que fueran depositados en el Vaticano. Con esta decisión, el Papa acoge las muchas peticiones de acceso a la documentación vaticana sobre un pontificado tan importante como fue el de Pío XI (1922-1939), durante el cual, entre otras cosas se verificaron transformaciones políticas en Europa y se llegó, por desgracia a la creación de estados totalitarios y gobiernos despóticos, preludio de la Segunda Guerra Mundial, y cuyos primeros movimientos peligrosos se cumplieron hacia el final del pontificado de Pío XI.

La apertura limitada de una sola serie de escritos (los documentos vaticano-alemanes de 1922-1939) y no de todos los documentos del pontificado de Pío XI, puede parecer en cierto sentido una anomalía en este ámbito, ya que el acceso a las fuentes documentales de los archivos, normalmente comprenden la entera totalidad de los documentos de una determinada Institución, y no sólo una parte o un periodo determinado. Cuando los investigadores analicen estos documentos, muchos sentirán la necesidad de ampliar las investigaciones, siguiendo las conexiones que conduzcan a otros documentos de la Santa Sede, a los que sin embargo por ahora no se podrá acceder. Esta es una dificultad comprensible y por ello la Santa Sede subraya el carácter de excepción que conlleva esta decisión de anticipar la apertura del Archivo Secreto.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

ARCHIDIÓCESIS DE DURANGO (MÉXICO)
El Santo Padre ha nombrado arzobispo metropolitano a monseñor Monsignor Héctor GONZÁLEZ MARTÍNEZ, hasta ahora arzobispo de Antequera, Oaxaca.

ARCHIDIÓCESIS DE SANTA FE DE LA VERA CRUZ (ARGENTINA)
El Santo Padre ha nombrado arzobispo metropolitano de Santa Fe de la Vera Cruz a monseñor José María ARANCEDO, hasta ahora obispo de Mar del Plata.

ARCHIDIÓCESIS DE NUEVA ORLEANS (ESTADOS UNIDOS)
El Papa ha nombrado auxiliar de la archidiócesis a mosneñor Roger Paul MORIN, del clero de la mismaarchiiócesis, vicario general y párroco de la "Incarnate Word Parish", asignándole la sede titular episcopal de Aulona.

DIÓCESIS DE CASTELLANETA (ITALIA)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis, presentada por monseñor Martino SCARAFILE, en conformidad al canon 401§1 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado obispo de esta diócesis a monseñor Pietro Maria FRAGNELLI, del clero de la archidiócesis de Taranto, rector del Pontificio Seminario Romano Mayor en Roma.

DIÓCESIS DE EAST ANGLIA (INGLATERRA)
El Santo Padre ha nombrado obispo al reverendo Michael Charles EVANS, del clero de la archidiócesis de Southwark, hasta ahora párroco de la parroquia de San Agustín en Tunbridge Wells.

DIÓCESIS DE DIGOS (FILIPINAS)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Generoso C. CAMIÑA, P.M.E., en conformidad con el canon 401 § 2 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado obispo a monseñor Guillermo V. AFABLE, hasta ahora obispo coadjutor de la misma diócesis.

DIÓCESIS DE MYSORE (INDIA)
El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Joseph ROY, en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Pontífice ha nombrado obispo a l sacerdote Thomas VAZHAPILLY, rector del "St. Peter's Pontifical Seminary" de Bangalore.

ARCHIDIÓCESIS DE BRISBANE (AUSTRALIA)
El Santo Padre ha aceptado la renuncia al cargo del auxiliar de la archidiócesis presentada por monseñor John Joseph GERRY, en conformidad a los cánones 411 e 401 §1 del Código de Derecho Canónico.

DIÓCESIS DE MELAKA-JOHOR (MALASIA)
Juan Pablo II ha nombrado obispo al padre Paul Tan CHEE ING, S.I., asistente regional para Asia oriental para la Compañía de Jesús en Roma.

COMISIÓN PONTIFICIA PARA AMÉRICA LATINA
El Pontífice ha nombrado consejeros de la Comisión:
cardenal Theodore Edgar MCCARRICK, arzobispo de Washington (ESTADOS UNIDOS)
monseñor Marc OUELLET, arzobispo de Québec (CANADÁ)

CONGREGACIÓN PARA LOS INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA Y LAS SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA
El Santo Padre ha nombrado sub secretario de la Congregación a monseñor Josef CLEMENS, hasta ahora ayudante de estudio en la Congregación para la Doctrina de la Fe.

CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS
Juan Pablo II ha nombrado consultor de la Congregación a monseñor Angelo AMATO, arzobispo titular de Sila, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
El Pontífice ha nombrado jefe de la oficina de la Congregación para la Doctrina de la Fe a monseñor Damiano MARZOTTO CAOTORTA, del Clero de la archidiócesis de Milán, hasta ahora ayudante de Estudio en el mismo dicasterio.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO (B): 16 de febrero de 2003
"Quiero, queda limpio"

La Escritura presenta el mundo entero prisionero del pecado (Gal 3,22). Prescindir de esta visión es ignorar o negar la obra de Jesucristo. San Pablo, insigne conocedor de la Escritura, nos la presenta en función de esta realidad. Una vez que por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos habían pecado, todas las criaturas juntamente con el hombre viven sometidos a la servidumbre de la corrupción, con la esperanza de ser liberadas (Rom 5,12; 8,20-21). Todo mira a Cristo. Porque Jesucristo es el único que salva al hombre, liberándolo de sus pecados.

Ahí está la historia de la lepra. Hoy la lectura evangélica nos la sugiere. En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: Si quieres, puedes limpiarme. Jesús, sintiendo lástima, extendió la mano y le tocó diciéndole: Quiero, queda limpio. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.

Este leproso, así curado por Jesús, nos trae el recuerdo de otros enfermos de lepra, de los cuales nos habla la Escritura Santa: María, la hermana de Moisés, a quien el Señor castigó con la lepra, por haber murmurado de su hermano, en unión con su otro hermano, Asrón (Num 12,10). Ozías, el rey de Judá. Naamán, el sirio, jefe del ejército real. Y, sobre todo, Job. Y ¿cómo olvidar aquellos diez leprosos, que salieron al encuentro de Jesús, cuando él iba camino de Jerusalén?

Más que cualquiera otra enfermedad, la lepra se presenta en la Escritura como fruto y castigo del pecado. Su curación fue signo elocuente del poder de Dios en Jesucristo. Él mismo diría a los discípulos de Juan: Id y contad a Juan lo que habéis visto: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpios... ! Desgraciada la suerte de estos pobres enfermos, condenados a vivir aislados del resto de los hombres, sin alivio alguno para su mal! En todo su laconismo, resulta elocuente esa norma que regulaba en Israel la suerte de los leprosos, una vez hecho por el sacerdote su diagnóstico: El que haya sido declarado enfermo de lepra, andará harapiento y despeinado, con la barba rapada y gritando: ¡Impuro, impuro! Mientras le dure la lepra, seguirá impuro; vivirá fuera del campamento. Así lo narra la primera lectura.

Y, con todo, y con ser horrible la suerte de los leprosos, no era eso lo peor. Lo peor era ?y lo ha sido durante siglos en todas las latitudes? la frialdad, la indiferencia, el desprecio de la sociedad humana para con ellos. Hoy las cosas, dado el progreso de la medicina, ha variado mucho entre nosotros. Pero hay otros males, otras plagas, que vienen a confirmar este juicio. Ahí está la plaga del hambre. Una gran parte de la humanidad se ve afectada por ella. Y eso, cuando todos somos conscientes de que podría remediarse fácilmente. La realidad de nuestro mundo sigue confirmando la verdad de la Escritura, cuando nos presenta al mundo entero "prisionero del pecado".

Jesucristo ha salido al encuentro del mundo para salvarlo de todos sus males. Por todos se ha entregado. Lo recordamos de manera viva en la celebración de la Eucaristía. Jesús curó a los leprosos, dio de comer a los hambrientos. Mas, para alcanzar la salvación de todos, él mismo quiso experimentar personalmente el hambre, la sed, las humillaciones, el dolor. Vivió en absoluta pobreza. En É1 se cumplió el anuncio del profeta: Tomó nuestras enfermedades y cargó con nuestras dolencias. Nosotros le estimamos como leproso, herido de Dios y humillado (Is 53,4).

Lo entendió Francisco de Asís, cuando andaba en búsqueda de su propia vocación, recién convertido. Un día se encontró con un leproso. Él, tan sensible, tan pulcro y delicado, lo abrazó y lo besó; cambió con el enfermo sus vestidos. Desde aquel día, se gozaba en frecuentar el trato con los leprosos; los cuidaba, los atendía con toda afecto, compartía su comida. Así aprendió a desposarse con la pobreza y levantó en alto la bandera del amor para con todos los hermanos. Y es que, por vencer en nosotros el egoísmo y liberarnos de toda esclavitud, Jesucristo ha querido hacernos partícipes de su amor para con Dios y con los hombres. Así nos transforma y nos convierte en instrumentos de su obra salvadora ¡Que nosotros no cerremos nuestro corazón a la gracia de su Espíritu!

 

"NO A LA GUERRA, A LA MUERTE Y AL EGOÍSMO"

"Unidad de los fieles en favor de la paz". Ante la persistente situación de peligro de guerra e inseguridad constante por la amenaza terrorista, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha enviado esta semana una carta a las parroquias, lugares de culto y Comunidades de Vida Consagrada de su archidiócesis para que en todas las celebraciones eucarísticas, los fieles recen unidos por el don de la paz. También el cardenal Rouco hace un llamamiento apremiante para que cese el terrorismo en España y en el mundo y para que desaparezca el peligro de la guerra.

"Somos conscientes --afirma el arzobispo de Madrid-- de que sólo Dios es capaz de mover y transformar al corazón humano que se le abre, de forma que busque sinceramente el bien común por encima de intereses particulares y egoístas". El purpurado español urge también a que se rece el Santo Rosario, pidiendo la intercesión de la Madre de todos, Mediadora y Reina de la Paz.

Y en Roma, Jornada de reflexión y oración por la paz promovida por "Ret-in-opera" en la Iglesia del Gesú. Desde Acción católica italiana y las ACLI (las Asociaciones Cristianas de los Trabajadores Italianos) hasta la Comunidad de San Egidio o Caritas. Todo el mundo católico se reúne y se estrecha de manera compacta en torno al llamamiento de Juan Pablo II para decir "NO a la guerra, a la muerte y al egoísmo". Una ocasión y una cita la del viernes a las seis y media de la tarde para repetir con fuerza "SÍ a la vida y a la paz".

En el contexto actual, que tiene atemorizado a medio mundo ante la perspectiva de una guerra vista, desde varias partes, como un proceso "inevitable", debido a las posiciones inamovibles de los contendientes incapaces de dialogar para buscar una salida, la Conferencia italiana de los Superiores mayores y la Unión de Superioras Mayores han suscrito también un comunicado conjunto en el que invitan a los consagrados y consagradas a rezar por la paz. "Estamos en favor de la paz, queremos la paz, y sostenemos a los que trabajan incansablemente por la paz".

 

PRELADOS FRANCESES CONTRA LA GUERRA PREVENTIVA EN IRAK

El martes los prelados franceses, al igual que hicieron los alemanes recientemente, a través de una Declaración del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal, se expresaron en contra de una "guerra preventiva" contra Irak. Los obispos franceses sostienen que "el derecho a la legítima defensa presupone un ataque real y no la simple posibilidad de un ataque defensivo". Por ello, invitaron a la Comunidad Internacional a proseguir con valentía la búsqueda de vías pacificas que puedan resolver el conflicto.

 

HEMOS LEÍDO PARA USTEDES. REVISTA DE LIBROS

Sobre la Iglesia
C, O'DONNELL-S.PIÉ-NINOT, Diccionario de Eclesiología, San Pablo, Madrid 2001, 1167 pág.

Cuando uno tiene entre las manos este útil, amplio, serio y asequible DICCIONARIO DE ECLSIOLOGÍA, que Ediciones San Pablo une a su colección de diccionarios, no puede dejar de pensar en las palabras de aquel gran hombre de Iglesia que fue Henri de Lubac: No basta sufrir por la Iglesia: es necesario sufrir desde la Iglesia.

Porque la larga Historia que va desde el momento en que Cristo anunció a Pedro que sería la piedra sobre la que iba a edificar su Iglesia, es la crónica de los esfuerzos de unos cuantos hombres y mujeres por ser fieles a la llamada del Espíritu, siempre atentos a sus inspiraciones dentro del misterioso y gran silencio de Dios.

No vamos a seguir uno a uno los puntos de este diccionario, que basta con ser avalado por el Profesor Pie-Ninot, y supone el trabajo de muchos colaboradores bajo su dirección. Pero sí que es importante reseñar hasta que punto son útiles sus páginas para seguir, de una manera coherente y seria el largo camino recorrido desde el momento fundacional. Un itinerario, además, que, como indica de Lubac, no ha sido fácil, y ha supuesto mucho sufrimiento por parte de quienes han querido ser hombres y mujeres "de Iglesia" viviendo, además "en Iglesia".

Produce dolor ver cómo todavía surgen profetas que desean indicar los caminos que debe seguir la Institución, repitiendo con palabras nuevas viejos errores, y cómo se colocan frente a la Iglesia con un sentido crítico que solamente se apoya en la propia ignorancia.

Un DICCIONARIO como el de 'ODINNEL y PIE-NINOT puede servir para contrastar ideas, para intentar aproximarse a las verdaderas dificultades que supone el vivir fieles a la Iglesia que es Madre y es Guía.

Cuando Uberto Eco en EL PENDULO DE FOUCOULD intenta desmontar sibilinamente los fundamentos de la Iglesia necesita recurrir a las estratagemas que le proporciona su capacidad de fabulación, como ya hizo en EL NOMBRE DE LA ROSA. Pero ni él, ni quienes la precedieron o le siguen, han podido hacer desaparecer esta comunidad instituida por Jesucristo. Podrán conmoverlo, pero no la destruirán.

Una prueba de ello son estas páginas, que deberían tener en su biblioteca muchos cristianos para poder compulsar, en sus epígrafes y voces, la mayoría de sus dificultades, que pueden ser reales, pero que tienen respuesta coherente en el devenir de la historia.

Este DICCIONARIO abarca toda la amplia historia de la Iglesia, recuerda sus nombres más relevantes, habla con claridad de los problemas, y en caso de disparidad de criterios, o de auténticos enemigos de la Iglesia, mantiene el tono dialogalk y serio que exige este momento de la vida eclesial. Un instrumento de consulta, insistimos, que viene a unirse a los otros interesantes y útiles DICCIONARIOS de la editorial San Pablo.

 

FRAY LUIS DE LEÓN

Dejamos ya el tema del Libro de la Vida de Santa Teresa de Jesús y la labor que desarrolló Fray Luis de León preparándolo para su publicación y los avatares que tuvo que superar, así como los errores, escasos verdaderamente, en los que cayó, según el P. Tomás Álvarez. Hoy vamos a intentar penetrar un poco en el amasijo de material ante el cual se encontró Fray Luis de León cuando emprendió la obra de revisión del segundo libro de la Madre Teresa: el "Camino de Perfección". Como afirma el P. Tomás Álvarez, el segundo libro de la Santa llega a manos del Maestro de Salamanca en situación mucho más enrevesada y embrollada que el anterior. Esta situación, en gran parte, era provocada por la intromisión de una serie de censores amigos, que estaban empeñados en ahorrar al libro el secuestro inquisitorial. Por esta razón, Fray Luis se encontró sobre la mesa de trabajo un "abigarrado cúmulo" de materiales.

Entre ellos se contaban dos autógrafos de la Santa, con dos redacciones divergentes de la misma obra; varios manuscritos apógrafos, es decir, copias de manuscritos originales, revisados ocasionalmente por ella, con anotaciones de todo tipo, y que muy difícilmente podían ser reducidos a un texto único y continuo; y para remate, tres ediciones precipitadas y deformantes, no realizadas sobre los autógrafos sino sobre la copia que más se alejaba de los originales de la Autora: primera edición en Évora, 1583; segunda edición en Salamanca, 1585; y tercera edición en Valencia, 1587. Cada una de ellas fue publicada por iniciativa de tres admiradores de la Santa: Don Teutonio de Braganza, el P. Gracián y San Juan de Ribera, patriarca de Valencia. Ante todo esto, Fray Luis, en la portada de la edición, bajo el título de la obra, advierte a los lectores de la siguiente manera: ""Libro impreso conforme a los originales de mano, enmendados por la misma Madre y no conforme a los impresos en que faltaban muchas cosas y otras andaban corrompidas".

FRAY LUIS REINTEGRÓ EN LA OBRA CAPÍTULOS ENTEROS, POR EJEMPLO EL CAPÍTULO 31, QUE FUE ELIMINADO EN LA EDICIÓN PORTUGUESA POR INICIATIVA DE LA INQUISICIÓN DE LISBOA, Y EL BREVE CAPÍTULO 24 DE LA REDACCIÓN PRIMERA QUE CONTENÍA LA CÉLEBRE COMPARACIÓN DEL JUEGO DE AJEDREZ, DEL QUE LA SANTA ERA GRAN ENTENDEDORA, COMO LO ERA TAMBIÉN FELIPE II. EL ACIERTO MAYOR DE FRAY LUIS FUE EL SABER DESENTENDERSE DE LAS PRECEDENTES EDICIONES. SE DIO CUENTA DE QUE EL CONTENIDO DEL TEXTO VERTIDO EN ELLAS OFRECÍA UNA VERSIÓN QUE MUY REMOTAMENTE SE DEBÍA A LA PLUMA DE LA MADRE TERESA. LA MANO DE UNO O DOS LETRADOS, PASANDO SOBRE AQUELLAS PÁGINAS, SE HABÍA EMPEÑADO EN BRUÑIR Y ACICALAR EL TEXTO, CON EL INTENTO DE REBAJAR EL ESTILO COLOQUIAL DE LA OBRA. A ESTO SE REFERÍA FRAY LUIS EN SU CARTA DEDICATORIA CUANDO AL DECIR QUE "FUE ATREVIMIENTO GRANDÍSIMO Y ERROR MUY FEO QUERER ENMENDAR LAS PALABRAS…, PORQUE SI ENTENDIERAN BIEN CASTELLANO VIERAN QUE EL DE LA SANTA MADRE ES LA MISMA ELEGANCIA…".

Más de uno se podrá preguntar: ¿Y cómo se permitieron algunos frailes doctos o letrados enmendar la plana de lo escrito por Santa Teresa? La pregunta es legítima y con nuestra mentalidad de hoy es difícil de comprender. No obstante había autores que lo permitían, incluso lo favorecían y lo aconsejaban, como era el caso, por ejemplo, del Arcipreste de Hita, quien animaba, a los que se sintieran capaces de hacerlo, a añadir versos en su Libro del Buen Amor. Santa Teresa, en tono muy diverso al de Juan Ruiz y con muy distinta finalidad, dice en la introducción del "Camino de Perfección: "En todo lo que en él dijere, me sujeto a lo que tiene la madre Santa Iglesia Romana, y si alguna cosa fuere contraria a esto, es por no lo entender. Y así, a los letrados que lo han de ver, pido, por amor de nuestro Señor, que muy particularmente lo miren y enmienden si alguna falta en esto hubiere, y otras muchas que tendrá en otras cosas. Si algo hubiere bueno, sea para gloria y honor de Dios y servicio de su sacratísima Madre, Patrona y Señora nuestra, cuyo hábito yo tengo, aunque harto indigna de él".

La Autora se sometía al criterio y buen hacer de los letrados, de los que entendían de teología y de espiritualidad. A ellos entregaba sus autógrafos para que los revisaran. No quería caer, por "ignorancia" diría ella, en errores que podían ser subsanados por los entendidos en la materia y evitar así el acoso de la Inquisición. Al parecer debieron ser muchas las correcciones introducidas, pues, incluso en los manuscritos originales, Fray Luis se encontró con dos redacciones autógrafas, es decir, realizadas enteramente de puño y letra de la Autora. Ambas redacciones estaban llenas de correcciones y tachaduras, incluso con evidentes amputaciones de hasta diez páginas en algún caso. A esto hay que añadir una gran sobrecarga de notas marginales de mano ajena, orientadas a sin duda alguna a expurgar el libro para evitar las consabidas tribulaciones inquisitoriales. Pero de estas correcciones nos vamos a ocupar el próximo día.