JULIO 2003
SEMANA DEL 21 AL 27

AUDIENCIA GENERAL: “POTENCIA Y BONDAD DEL SEÑOR”

El salmo 146 fue el elegido por el Papa para reflexionar en su catequesis de la audiencia general. “Potencia y bondad del Señor”. El Señor de la historia no es indiferente ante el enfurecimiento de los prepotentes que se creen los únicos árbitros de los acontecimientos humanos: Dios, dijoo Juan Pablo II, baja al polvo de la tierra a aquellos que desafían al cielo con su soberbia.

Este miércoles, Juan Pablo II, en la catequesis de la Audiencia General, que tuvo lugar en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, reflexionó sobre el Salmo 146 “Potencia y bondad del Señor”. El Salmo que se ha cantado es la primera parte de una composición que comprende también el sucesivo Salmo 147 y que el original hebreo ha conservado en su unidad. Han sido la antigua versión griega y la latina las que han dividido el canto en dos Salmos distintos.

El Salmo, dijo Juan Pablo II, comienza con una invitación a alabar al Señor y después registra una larga serie de motivos de alabanza, todos expresados en presente. Se trata de la actividad de Dios consideradas como características y siempre actuales: son de género muy diverso; algunas concernientes a las intervenciones de Dios en la existencia humana y en particular a favor de Jerusalén y de Israel; otras tienen que ver con el universo creado y más especialmente a la tierra con su vegetación y los animales.

Diciendo, al final, que el Señor se complace, el Salmo nos invita a un doble planteamiento, ha subrayado Juan Pablo II: de temor religioso y de confianza. No quedamos abandonados a nosotros mismos o a las energías cósmicas, estamos siempre en las manos del Señor para su proyecto de salvación. Después de la invitación festiva a la alabanza, el salmo se extiende en dos movimientos poéticos y espirituales. En el primero nos introduce ante todo en la acción histórica de Dios, con la imagen de un constructor que está reedificando Jerusalén cuando vuelve a la vida tras el exilio babilónico. Pero este gran artífice, que es el Señor, se nos revela también como un padre que se inclina sobre las heridas interiores y físicas, presentes en su pueblo humillado y oprimido.

Seguidamente el Pontífice aludió a San Agustín cuando comentaba este salmo en su Exposición del mismo, en Cartago, en el año 412 y prosiguió diciendo que la obra de Dios se manifiesta además de curando a su pueblo de los sufrimientos, circundando de ternura y premura a los pobres, y se levanta como juez ante los impíos. El Señor de la historia no es indiferente ante el enfurecimiento de los prepotentes que se creen los únicos árbitros de los acontecimientos humanos: Dios baja al polvo de la tierra a aquellos que desafían al cielo con su soberbia. La acción de Dios, no se acaba, en su señorío sobre la historia: Él es también el rey de lo creado, el universo entero responde a su llamamiento de Creador

Tras una nueva invitación alegre a la alabanza, el Salmo, se abre el segundo movimiento del Salmo 146. Se manifiesta todavía la acción creadota de Dios en el cosmos. En un pasaje muchas veces árido como el de oriente, la primera señal del amor divino es la lluvia que fecunda la tierra. Pero una vez más, finalizó diciendo Juan Pablo II, la atención se traslada de la creación a la existencia humana. De esta manera se concluye el salmo mostrando al Señor que se inclina sobre quién es justo y humilde, como se había declarado en la primera parte del himno. A través de dos símbolos de potencia, el caballo y la pierna del hombre en carrera, se perfila el planteamiento divino que no se deja conquistar o intimidar por la fuerza. Una vez más, la lógica del Señor ignora el orgullo y la arrogancia del poder, y se coloca de parte de quién es fiel y “espera en su gracia”. Es decir se abandona a la guía de dios en su actuar y pensar, en sus proyectos y en su mismo vivir cotidiano.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

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Como siempre, después de saludar en varias lenguas, el Santo Padre se dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Aprovechad el periodo estivo, dijo, para profundizar en vuestra relación personal con Cristo. Que para vosotros jóvenes Él sea guía, para vosotros enfermos consuelo, y para vosotros esposos vínculo de amor

 

ÁNGELUS: LLAMAMIENTO POR PAZ EN LIBERIA, QUE TERMINE VIOLENCIA ASESINA

Desde el Patio de palacio Apostólico de Castelgandolfo el Santo Padre dirigió el domingo la oración mariana del Ángelus para los peregrinos allí congregados así como para aquellos que se encontraban en la plaza de la ciudad lacial. Juan Pablo II aprovechó el encuentro de oración dominical para manifestar su solidaridad a los hermanos y hermanas de África, en particular en Liberia, donde junto a los progresos e iniciativas de paz perduran focos de violencia mortal: “Me refiero de modo particular a las trágicas noticias que nos llegan de Liberia. Frente a las pruebas de aquellas queridas poblaciones sólo podemos pedir a todos los que tienen un arma en sus manos que la abandonen para dejar un espacio al diálogo y a la acción concertada de la comunidad internacional”.

En sus palabras antes de la oración, Juan Pablo II, como ya hiciera los pasados domingos, se ha referido a la Iglesia en Europa a la luz de la última exhortación post-sinodal “Ecclesia in Europa”. “La Iglesia ha recibido de Cristo resucitado el mandato de proclamar el Evangelio hasta los últimos confines de la tierra. En los domingos pasados he tenido ocasión varias veces de recordar que para esta tarea, de un modo singular, han sido llamadas las comunidades eclesiales de Europa. Sí, en este continente es necesario que todos los creyentes sepan reencontrar el entusiasmo del anuncio y del testimonio.

Y el Papa reiteró que todavía en algunas regiones y ambientes de la tierra están aún esperando el primer anuncio del Evangelio y que además este anuncio debe ser renovado en todo el mundo: “De suyo, se da por descontado el conocimiento del cristianismo, mientras en realidad la Biblia se lee y se estudia poco, la catequesis no es siempre profunda, se frecuentan poco los sacramentos. De este modo, en el lugar de la auténtica fe se difunde un sentimiento religioso vago y poco comprometedor, que se puede convertir en agnosticismo y ateismo práctico”.

La Europa de hoy, continuó diciendo Juan Pablo II, exige la presencia de católicos adultos en la fe y de comunidades misioneras que testimonien el amor de Díos a todos los hombres. Toda esta acción eclesial tiene que estar acompañada por una profunda unidad y comunión dentro de la Iglesia, por un compromiso en el campo ecuménico y de diálogo con los miembros de otras religiones. El Evangelio es la luz que ilumina todo el vasto campo de la vida social: de la familia a la cultura, escuela y la Universidad, los jóvenes, los medios de comunicación social, la economía y la política. Cristo sale al encuentro del hombre allí donde vive y trabaja y da sentido pleno a su existencia.

“Iglesia de Europa, entra en el nuevo milenio con el libro del Evangelio”. Esta es la llamada que ha surgido de la Asamblea Sinodal de 1999. Que toda comunidad eclesial pueda acogerlo con gozo convirtiéndose, en cada uno de sus componentes y en su conjunto, signo creíble del mensaje de la salvación”. Tras el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Papa saludó en varias lenguas. Este fue su saludo en español:

Saludo a los peregrinos de lengua española, a los presentes y a los que siguen por radio o televisión esta oración del Ángelus. Os invito a que por la invocación frecuente a María os acerquéis cada vez más a su Hijo, Jesús. Feliz Domingo.

 

JARDINES VATICANOS: REZO DEL ROSARIO EN LA FESTIVIDAD DE SANTA MARTA

Se dedicará de forma especial a Juan Pablo II, en el XXV año de su Pontificado, el tradicional rezo del Rosario, en la festividad de Santa Marta, el martes 29 de julio en los Jardines Vaticanos. En una procesión con antorchas, que comenzará a las ocho de la tarde, se irán rezando los misterios ante las imágenes de la Virgen del Amor Divino, de Chestojova, Guadalupe, Fátima, Lourdes y de la Guardia, que se encuentran en distintos lugares del estado vaticano.

El rezo concluirá ante la imagen de la Virgen de la Misericordia y, como en años anteriores, se unirán al mismo las religiosas de clausura que residen en el Vaticano. Las mismas que Juan Pablo II quiso, precisamente, «como antorchas orantes en la Ciudad del Vaticano». Uniéndose así los carismas de la vida contemplativa con los de la vida activa: Marta y María.

 

MENSAJE DEL PAPA A LOS VIETNAMITAS DE LA DIÁSPORA REUNIDOS EN ROMA

«Que este encuentro alimente «sentimientos de amistad, fraternidad y solidaridad» y fortalezca los «lazos con las tradiciones de la piedad popular de la tierra vietnamita». En ocasión de la inauguración, el jueves, del Encuentro de Fe de la comunidad católica vietnamita en la diáspora, sobre el tema «Unidos para vivir y proclamar el Evangelio», Juan Pablo II dirigió un cordial saludo a los dos mil participantes que se han dado cita en Roma, procedentes de 16 países.

En un telegrama, enviado en su nombre por el Cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, se lee la profunda satisfacción del Papa por esta «providencial iniciativa, nacida para impulsar en cada uno su renovada adhesión a Cristo, así como un amor cada vez más grande a la Iglesia».

El mensaje del Santo Padre expresa su anhelo de que este encuentro - que fue clausurado el sábado en la Basílica de San Pedro - alimente «sentimientos de amistad, fraternidad y solidaridad», además de «fortalecer los lazos con las tradiciones de la piedad popular de la tierra vietnamita». Y concluye con su Bendición e invocando del Señor, con la mediación de la Virgen María Reina del Santo Rosario, copiosos dones para toda la comunidad vietnamita en la diáspora.

ENCUENTRO DE FE DE LA COMUNIDAD CATÓLICA VIETNAMITA

 

DOCUMENTO DE LACONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
CONSIDERACIONES ACERCA DE LOS PROYECTOS DE RECONOCIMIENTO LEGAL DE LAS UNIONES ENTRE PERSONAS HOMOSEXUALES

LIBRERIA EDITRICE VATICANA
CIUDAD DEL VATICANO

INTRODUCCIÓN
1. Recientemente, el Santo Padre Juan Pablo II y los Dicasterios competentes de la Santa Sede (1) han tratado en distintas ocasiones cuestiones concernientes a la homosexualidad. Se trata, en efecto, de un fenómeno moral y social inquietante, incluso en aquellos Países donde no es relevante desde el punto de vista del ordenamiento jurídico. Pero se hace más preocupante en los Países en los que ya se ha concedido o se tiene la intención de conceder reconocimiento legal a las uniones homosexuales, que, en algunos casos, incluye también la habilitación para la adopción de hijos. Las presentes Consideraciones no contienen nuevos elementos doctrinales, sino que pretenden recordar los puntos esenciales inherentes al problema y presentar algunas argumentaciones de carácter racional, útiles para la elaboración de pronunciamientos más específicos por parte de los Obispos, según las situaciones particulares en las diferentes regiones del mundo, para proteger y promover la dignidad del matrimonio, fundamento de la familia, y la solidez de la sociedad, de la cual esta institución es parte constitutiva. Las presentes Consideraciones tienen también como fin iluminar la actividad de los políticos católicos, a quienes se indican las líneas de conducta coherentes con la conciencia cristiana para cuando se encuentren ante proyectos de ley concernientes a este problema.(2) Puesto que es una materia que atañe a la ley moral natural, las siguientes Consideraciones se proponen no solamente a los creyentes sino también a todas las personas comprometidas en la promoción y la defensa del bien común de la sociedad.

I. NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS IRRENUNCIABLES DEL MATRIMONIO
2. La enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la complementariedad de los sexos repropone una verdad puesta en evidencia por la recta razón y reconocida como tal por todas las grandes culturas del mundo. El matrimonio no es una unión cualquiera entre personas humanas. Ha sido fundado por el Creador, que lo ha dotado de una naturaleza propia, propiedades esenciales y finalidades.(3) Ninguna ideología puede cancelar del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto, que por medio de la recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus personas. Así se perfeccionan mutuamente para colaborar con Dios en la generación y educación de nuevas vidas.

3. La verdad natural sobre el matrimonio ha sido confirmada por la Revelación contenida en las narraciones bíblicas de la creación, expresión también de la sabiduría humana originaria, en la que se deja escuchar la voz de la naturaleza misma. Según el libro del Génesis, tres son los datos fundamentales del designo del Creador sobre el matrimonio.

En primer lugar, el hombre, imagen de Dios, ha sido creado « varón y hembra » (Gn 1, 27). El hombre y la mujer son iguales en cuanto personas y complementarios en cuanto varón y hembra. Por un lado, la sexualidad forma parte de la esfera biológica y, por el otro, ha sido elevada en la criatura humana a un nuevo nivel, personal, donde se unen cuerpo y espíritu.

El matrimonio, además, ha sido instituido por el Creador como una forma de vida en la que se realiza aquella comunión de personas que implica el ejercicio de la facultad sexual. « Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y se harán una sola carne » (Gn 2, 24).

En fin, Dios ha querido donar a la unión del hombre y la mujer una participación especial en su obra creadora. Por eso ha bendecido al hombre y la mujer con las palabras: « Sed fecundos y multiplicaos » (Gn 1, 28). En el designio del Creador complementariedad de los sexos y fecundidad pertenecen, por lo tanto, a la naturaleza misma de la institución del matrimonio.

Además, la unión matrimonial entre el hombre y la mujer ha sido elevada por Cristo a la dignidad de sacramento. La Iglesia enseña que el matrimonio cristiano es signo eficaz de la alianza entre Cristo y la Iglesia (cf. Ef 5, 32). Este significado cristiano del matrimonio, lejos de disminuir el valor profundamente humano de la unión matrimonial entre el hombre la mujer, lo confirma y refuerza (cf. Mt 19, 3-12; Mc 10, 6-9).

4. No existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. El matrimonio es santo, mientras que las relaciones homosexuales contrastan con la ley moral natural. Los actos homosexuales, en efecto, « cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso ».(4)

En la Sagrada Escritura las relaciones homosexuales « están condenadas como graves depravaciones... (cf. Rm 1, 24-27; 1 Cor 6, 10; 1 Tim 1, 10). Este juicio de la Escritura no permite concluir que todos los que padecen esta anomalía sean personalmente responsables de ella; pero atestigua que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados ».(5) El mismo juicio moral se encuentra en muchos escritores eclesiásticos de los primeros siglos,(6) y ha sido unánimemente aceptado por la Tradición católica.

Sin embargo, según la enseñanza de la Iglesia, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales « deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta ».7 Tales personas están llamadas, como los demás cristianos, a vivir la castidad.8 Pero la inclinación homosexual es « objetivamente desordenada »,(9) y las prácticas homosexuales « son pecados gravemente contrarios a la castidad ».(10)

II. ACTITUDES ANTE EL PROBLEMA DE LAS UNIONES HOMOSEXUALES
5. Con respecto al fenómeno actual de las uniones homosexuales, las autoridades civiles asumen actitudes diferentes: A veces se limitan a la tolerancia del fenómeno; en otras ocasiones promueven el reconocimiento legal de tales uniones, con el pretexto de evitar, en relación a algunos derechos, la discriminación de quien convive con una persona del mismo sexo; en algunos casos favorecen incluso la equivalencia legal de las uniones homosexuales al matrimonio propiamente dicho, sin excluir el reconocimiento de la capacidad jurídica a la adopción de hijos.

Allí donde el Estado asume una actitud de tolerancia de hecho, sin implicar la existencia de una ley que explícitamente conceda un reconocimiento legal a tales formas de vida, es necesario discernir correctamente los diversos aspectos del problema. La conciencia moral exige ser testigo, en toda ocasión, de la verdad moral integral, a la cual se oponen tanto la aprobación de las relaciones homosexuales como la injusta discriminación de las personas homosexuales. Por eso, es útil hacer intervenciones discretas y prudentes, cuyo contenido podría ser, por ejemplo, el siguiente: Desenmascarar el uso instrumental o ideológico que se puede hacer de esa tolerancia; afirmar claramente el carácter inmoral de este tipo de uniones; recordar al Estado la necesidad de contener el fenómeno dentro de límites que no pongan en peligro el tejido de la moralidad pública y, sobre todo, que no expongan a las nuevas generaciones a una concepción errónea de la sexualidad y del matrimonio, que las dejaría indefensas y contribuiría, además, a la difusión del fenómeno mismo. A quienes, a partir de esta tolerancia, quieren proceder a la legitimación de derechos específicos para las personas homosexuales conviventes, es necesario recordar que la tolerancia del mal es muy diferente a su aprobación o legalización.

Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.

III. ARGUMENTACIONES RACIONALES CONTRA EL RECONOCIMIENTO LEGAL DE LAS UNIONES HOMOSEXUALES
6. La comprensión de los motivos que inspiran la necesidad de oponerse a las instancias que buscan la legalización de las uniones homosexuales requiere algunas consideraciones éticas específicas, que son de diferentes órdenes.

De orden racional
La función de la ley civil es ciertamente más limitada que la de la ley moral,(11) pero aquélla no puede entrar en contradicción con la recta razón sin perder la fuerza de obligar en conciencia.(12) Toda ley propuesta por los hombres tiene razón de ley en cuanto es conforme con la ley moral natural, reconocida por la recta razón, y respeta los derechos inalienables de cada persona.(13) Las legislaciones favorables a las uniones homosexuales son contrarias a la recta razón porque confieren garantías jurídicas análogas a las de la institución matrimonial a la unión entre personas del mismo sexo. Considerando los valores en juego, el Estado no puede legalizar estas uniones sin faltar al deber de promover y tutelar una institución esencial para el bien común como es el matrimonio.

Se podría preguntar cómo puede contrariar al bien común una ley que no impone ningún comportamiento en particular, sino que se limita a hacer legal una realidad de hecho que no implica, aparentemente, una injusticia hacia nadie. En este sentido es necesario reflexionar ante todo sobre la diferencia entre comportamiento homosexual como fenómeno privado y el mismo como comportamiento público, legalmente previsto, aprobado y convertido en una de las instituciones del ordenamiento jurídico. El segundo fenómeno no sólo es más grave sino también de alcance más vasto y profundo, pues podría comportar modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social. Las leyes civiles son principios estructurantes de la vida del hombre en sociedad, para bien o para mal. Ellas « desempeñan un papel muy importante y a veces determinante en la promoción de una mentalidad y de unas costumbres ».(14) Las formas de vida y los modelos en ellas expresados no solamente configuran externamente la vida social, sino que tienden a modificar en las nuevas generaciones la comprensión y la valoración de los comportamientos. La legalización de las uniones homosexuales estaría destinada por lo tanto a causar el obscurecimiento de la percepción de algunos valores morales fundamentales y la desvalorización de la institución matrimonial.

De orden biológico y antropológico
7. En las uniones homosexuales están completamente ausentes los elementos biológicos y antropológicos del matrimonio y de la familia que podrían fundar razonablemente el reconocimiento legal de tales uniones. Éstas no están en condiciones de asegurar adecuadamente la procreación y la supervivencia de la especie humana. El recurrir eventualmente a los medios puestos a disposición por los recientes descubrimientos en el campo de la fecundación artificial, además de implicar graves faltas de respeto a la dignidad humana,(15) no cambiaría en absoluto su carácter inadecuado.

En las uniones homosexuales está además completamente ausente la dimensión conyugal, que representa la forma humana y ordenada de las relaciones sexuales. Éstas, en efecto, son humanas cuando y en cuanto expresan y promueven la ayuda mutua de los sexos en el matrimonio y quedan abiertas a la transmisión de la vida.

Como demuestra la experiencia, la ausencia de la bipolaridad sexual crea obstáculos al desarrollo normal de los niños eventualmente integrados en estas uniones. A éstos les falta la experiencia de la maternidad o de la paternidad. La integración de niños en las uniones homosexuales a través de la adopción significa someterlos de hecho a violencias de distintos órdenes, aprovechándose de la débil condición de los pequeños, para introducirlos en ambientes que no favorecen su pleno desarrollo humano. Ciertamente tal práctica sería gravemente inmoral y se pondría en abierta contradicción con el principio, reconocido también por la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos del Niño, según el cual el interés superior que en todo caso hay que proteger es el del infante, la parte más débil e indefensa.

De orden social
8. La sociedad debe su supervivencia a la familia fundada sobre el matrimonio. La consecuencia inevitable del reconocimiento legal de las uniones homosexuales es la redefinición del matrimonio, que se convierte en una institución que, en su esencia legalmente reconocida, pierde la referencia esencial a los factores ligados a la heterosexualidad, tales como la tarea procreativa y educativa. Si desde el punto de vista legal, el casamiento entre dos personas de sexo diferente fuese sólo considerado como uno de los matrimonios posibles, el concepto de matrimonio sufriría un cambio radical, con grave detrimento del bien común. Poniendo la unión homosexual en un plano jurídico análogo al del matrimonio o la familia, el Estado actúa arbitrariamente y entra en contradicción con sus propios deberes.

Para sostener la legalización de las uniones homosexuales no puede invocarse el principio del respeto y la no discriminación de las personas. Distinguir entre personas o negarle a alguien un reconocimiento legal o un servicio social es efectivamente inaceptable sólo si se opone a la justicia.(16) No atribuir el estatus social y jurídico de matrimonio a formas de vida que no son ni pueden ser matrimoniales no se opone a la justicia, sino que, por el contrario, es requerido por ésta.

Tampoco el principio de la justa autonomía personal puede ser razonablemente invocado. Una cosa es que cada ciudadano pueda desarrollar libremente actividades de su interés y que tales actividades entren genéricamente en los derechos civiles comunes de libertad, y otra muy diferente es que actividades que no representan una contribución significativa o positiva para el desarrollo de la persona y de la sociedad puedan recibir del estado un reconocimiento legal específico y cualificado. Las uniones homosexuales no cumplen ni siquiera en sentido analógico remoto las tareas por las cuales el matrimonio y la familia merecen un reconocimiento específico y cualificado. Por el contrario, hay suficientes razones para afirmar que tales uniones son nocivas para el recto desarrollo de la sociedad humana, sobre todo si aumentase su incidencia efectiva en el tejido social.

De orden jurídico
9. Dado que las parejas matrimoniales cumplen el papel de garantizar el orden de la procreación y son por lo tanto de eminente interés público, el derecho civil les confiere un reconocimiento institucional. Las uniones homosexuales, por el contrario, no exigen una específica atención por parte del ordenamiento jurídico, porque no cumplen dicho papel para el bien común.

Es falso el argumento según el cual la legalización de las uniones homosexuales sería necesaria para evitar que los convivientes, por el simple hecho de su convivencia homosexual, pierdan el efectivo reconocimiento de los derechos comunes que tienen en cuanto personas y ciudadanos. En realidad, como todos los ciudadanos, también ellos, gracias a su autonomía privada, pueden siempre recurrir al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de interés recíproco. Por el contrario, constituye una grave injusticia sacrificar el bien común y el derecho de la familia con el fin de obtener bienes que pueden y deben ser garantizados por vías que no dañen a la generalidad del cuerpo social.(17)

IV. COMPORTAMIENTO DE LOS POLÍTICOS CATÓLICOS ANTE LEGISLACIONES FAVORABLES A LAS UNIONES HOMOSEXUALES
10. Si todos los fieles están obligados a oponerse al reconocimiento legal de las uniones homosexuales, los políticos católicos lo están en modo especial, según la responsabilidad que les es propia. Ante proyectos de ley a favor de las uniones homosexuales se deben tener en cuenta las siguientes indicaciones éticas.

En el caso de que en una Asamblea legislativa se proponga por primera vez un proyecto de ley a favor de la legalización de las uniones homosexuales, el parlamentario católico tiene el deber moral de expresar clara y públicamente su desacuerdo y votar contra el proyecto de ley. Conceder el sufragio del propio voto a un texto legislativo tan nocivo del bien común de la sociedad es un acto gravemente inmoral.

En caso de que el parlamentario católico se encuentre en presencia de una ley ya en vigor favorable a las uniones homosexuales, debe oponerse a ella por los medios que le sean posibles, dejando pública constancia de su desacuerdo; se trata de cumplir con el deber de dar testimonio de la verdad. Si no fuese posible abrogar completamente una ley de este tipo, el parlamentario católico, recordando las indicaciones dadas en la Encíclica Evangelium Vitæ, « puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública », con la condición de que sea « clara y notoria a todos » su « personal absoluta oposición » a leyes semejantes y se haya evitado el peligro de escándalo.(18) Eso no significa que en esta materia una ley más restrictiva pueda ser considerada como una ley justa o siquiera aceptable; se trata de una tentativa legítima, impulsada por el deber moral, de abrogar al menos parcialmente una ley injusta cuando la abrogación total no es por el momento posible.

CONCLUSIÓN
11. La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad. Reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La Iglesia no puede dejar de defender tales valores, para el bien de los hombres y de toda la sociedad.

El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 28 de marzo de 2003, ha aprobado las presentes Consideraciones, decididas en la Sesión Ordinaria de la misma, y ha ordenado su publicación.

Dado en Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 3 de junio de 2003, memoria de San Carlos Lwanga y Compañeros, mártires.
+ Joseph Card. Ratzinger
Prefecto
+ Angelo Amato, S.D.B.
Arzobispo titular de Sila
Secretario

TIPOGRAFÍA VATICANA

1Cf. Juan Pablo II, Alocución con ocasión del rezo del Angelus, 20 de febrero de 1994 y 19 de junio de 1994; Discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, 24 de marzo de 1999; Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2357-2359, 2396; Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana, 29 de diciembre de 1975, n. 8; Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986; Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales, 24 de julio de 1992; Pontificio Consejo para la Familia, Carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa sobre la resolución del Parlamento Europeo en relación a las parejas de homosexuales, 25 de marzo de 1994; Familia, matrimonio y « uniones de hecho », 26 de julio de 2000, n. 23.

2Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política, 24 de noviembre de 2002, n. 4.

3Cf. Concilio Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 48.

4Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357.

5Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana, 29 de diciembre de 1975, n. 8.

6Cf. por ejemplo S. Policarpo, Carta a los Filipenses, V, 3; S. Justino, Primera Apología, 27, 1-4; Atenágoras, Súplica por los cristianos, 34.

7Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358; Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986, n. 12.

8Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2359; Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986, n. 12.

9Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358.

10Cf. Ibid., n. 2396.

11Cf. Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, 25 de marzo de 1995, n. 71.

12Cf. ibid., n. 72.

13Cf. Sto. Tomás de Aquino, Summa Theologiæ, I-II, p. 95, a. 2.

14Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, 25 de marzo de 1995, n. 90.

15Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum vitæ, 22 de febrero de 1987, II. A. 1-3.

16Cf. Sto. Tomás de Aquino, Summa Theologiæ, II-II, p. 63, a.1, c.

17No hay que olvidar que subsiste siempre « el peligro de que una legislación que haga de la homosexualidad una base para poseer derechos pueda estimular de hecho a una persona con tendencia homosexual a declarar su homosexualidad, o incluso a buscar un partner con el objeto de aprovecharse de las disposiciones de la ley » (Congregación para la Doctrina de la Fe, Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales, 24 de julio de 1992, n. 14).

18Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, 25 de marzo de 1995, n. 73.

 

IMPORTANCIA DE ONU COMO PLATAFORMA DE DIÁLOGO A NIVEL MUNDIAL
MONS. MARTINO ADVIERTE PARA QUE NO PREVALEZCA “DERECHO DE LA FUERZA” SOBRE “FUERZA DEL DERECHO”

El presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, el arzobispo Renato Martino se mostró absolutamente convencido de la importancia de las Naciones Unidas como plataforma de diálogo a nivel mundial. “La humanidad está frente a un reto crucial: si no consigue dotarse con instituciones realmente eficaces para alejar el peligro de la guerra, se corre el riesgo de que el derecho de la fuerza prevalezca sobre la fuerza del derecho”. Con esta advertencia la Santa Sede anunció el tema de la Jornada Mundial de la Paz, que tendrá lugar el próximo 1 de enero de 2004, y cuyo lema es: “El derecho internacional, una camino para la paz”.

En el comunicado de prensa del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, encargado de esta Jornada, su presidente, el arzobispo Renato Martino se muestra absolutamente convencido de la importancia de las Naciones Unidas como plataforma de diálogo a nivel mundial. Una organización insustituible –opina el prelado- que sin embargo “necesita una reforma en dos direcciones: una que potenciase el funcionamiento del Consejo de Seguridad, la otra que garantizase un orden y una seguridad no sólo desde el punto de vista político y militar , sino también en el campo económico y social”. La Santa Sede –subraya Mons. Martino- está convencida de que el bien común mundial debe perseguirse con estructuras adecuadas de competencia universal.

En cuanto a la próxima Jornada Mundial de la Paz, el Consejo “Justicia y Paz” ha programado dos reuniones en otoño, ambas en el signo de la Pacem in Teris: una en Nueva York, con la participación del secretario General de la Naciones Unidas. Kofi Annan y otra en París con la participación del director general de la UNESCO, Koichiro Matasuura.

 

PUBLICADO PEQUEÑO CATECISMO SOBRE EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA

Como una respuesta para descubrir la confesión como ha pedido el Papa, se ha publicado en estos días, con una introducción del Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el pequeño catecismo sobre el Sacramento de la penitencia.

Como pedía Juan Pablo II en su Carta Apostólica Misericordia Dei del 7 de abril de 2002, sobre algunos aspectos de la celebración del Sacramento de la Penitencia, se debe activar “un ánimo pastoral renovado para que la pedagogía cotidiana de las comunidades cristianas sepa presentar de un modo seductor y eficaz la práctica del Sacramento de la Reconciliación”.

Según el Padre Vincenzo Benetollo, que ha dirigido la obra: “Hemos querido intentar dar un impulso a este sacramento tan importante. Es el sacramento de la curación que es mucho más importante que la sanación del cuerpo ya que dona la serenidad y la alegría”.

Según Antonia Salzano Acutis, del Instituto san Clemente Papa y Mártir: “El proyecto parte del deseo de facilitar a los chicos que se acerquen al sacramento a través de la Sagrada Escritura, la Tradición y el ejemplo de los santos”. El Instituto san Clemente pretende traducirlo en nueve lenguas y divulgarlo gratuitamente en los países y territorios de misión. Para los países católicos de rito oriental “hemos puesto una gran atención para que los textos se puedan adaptar a las liturgias diversas. En el 2004 queremos publicar el tercer catecismo sobre el sacramento de la Confirmación, que junto con el de la Eucaristía formarán una trilogía.

El Cardenal Arinze en su introducción afirma que el presente catecismo es un subsidio para todos: para la primera confesión de los niños. Para los jóvenes y para los adultos. Es de gran actualidad para nuestro tiempo ya que en algunos países se lamenta la disminución de las confesiones y al mismo tiempo se asiste al fenómeno de que en algunas asambleas eucarísticas dominicales casi todos se acercan a la comunión, aunque muchas personas no se confiesan desde hace meses o incluso años.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO (B): 27 de julio de 2003
«Sabiendo que lo querían hacer rey, se retiró a la Montaña él solo»

Jesús fue a la otra parte del lago. Lo seguía mucha gente por lo que hacía con los enfermos. Aquella gente sencilla lo seguía por los signos que hacía. Buscaban la solución de sus penas, pero aún no entendían el misterio. Venía de otra orilla y los quería llevar a otra altura. Por eso subió a la montaña. Esta vez quería revelárseles en un signo mejor. Aquel que no sólo quitaba las enfermedades del corazón sino que podía saciar la búsqueda de la verdad y los deseos más intensos de todo corazón.

Comenzó a revelarles otra nueva ley, otro nuevo reino, otro nuevo amor. También sintió su hambre, también quiso saciar el corazón. Los mandó sentar, como en Pascua nueva y les dio el pan, hasta la hartura y sobrar. También los peces que presagiaban el misterio.

Uno de los primeros signos de confesión de la fe era el "pez". Su palabra en griego (Ijzis): "Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, Salvador". Un signo que condensaba el credo de la fe. Un ser que expresaba el misterio pascual. El pez muere al salir de su ámbito acuático y vital, y luego ha de ser cocido para poder alimentar. De aquella orilla del Padre, de aquel ámbito vital de la eternidad, vino el Verbo a esta orilla asumiendo una humanidad terrena y mortal. En ella creció, con ella se manifestó, por ella habló y curó, en ella se entregó. Fue inundada por el Espíritu y sacrificada en el amor. Aquel Espíritu de Dios la coció en la obediencia y el sufrimiento, y la levantó gloriosa en la resurrección, y entonces se hizo don de nueva vida y medicina para un nuevo amor. Por eso resucitado probó su presencia comiendo pez. Y en la otra orilla, en la mañana de Pascua preparó a sus discípulos el almuerzo, también con pez. Era un símbolo de él mismo y su misterio con el que querría identificar a sus discípulos en él.

La Eucaristía es un alimento distinto y especial. En vez de ser asimilado nos asimila a él. En vez de ser transformado, nos transforma en él. Por eso Pablo nos dice: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andáis, como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo y lo invade todo. Es el misterio de Cristo cumplido en nosotros. Es la transformación que hace la Eucaristía.

Aquella gente se sació del pan, calmó su hambre corporal, pero no pudieron entender aún el misterio. Lo vieron como un profeta más, el que tenía que venir al mundo, a ejemplo de Eliseo, que también multiplicó el pan para saciar el hambre de otra vez, y se lo quisieron llevar para proclamarlo rey y solucionar sus vidas. Pero Jesús se retiró otra vez a la montaña él solo. Era el presagio de su subida a otro reinado que no es de este mundo.

Cada domingo los cristianos celebramos el misterio que aquella vez se presagió. Cada domingo renovamos otro estilo, otra vida y otro amor. El único que puede saciar hasta de sobra el corazón. Todos luchamos por lograr. Todos vivimos por conseguir. Todos deseamos la felicidad. Pero ningún otro bien, ni solución nos podrá saciar. Todo aquello que está en nuestras manos o logramos alcanzar termina por aburrirnos o decepcionarnos. No nos quita el hambre y queremos m s. Sólo la abundancia del Señor da de sobra. Por eso los ojos de todos te están aguardando a que Tú les des la comida a su tiempo; abres Tú la mano, Señor, y sacias de favores a todo viviente.

 

ETA Y LA PERVERSIÓN DE ATACAR A PERSONAS INDEFENSAS
ARZOBISPO VALENCIA CONDENA LOS ATENTADOS EN ALICANTE Y BENIDORM

El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, condenó los atentados terroristas perpetrados en Alicante y Benidorm y precisó que "la feroz inquina con que ETA persigue objetivos turísticos no hay que interpretarla sólo desde el quebranto económico que quiere producir, sino que hay también un perverso componente de atacar a las personas cuando se muestran más indefensas si cabe".

El prelado animó a dar a la "estrategia sanguinaria de la banda asesina, una primera e inequívoca respuesta por parte de todos los ciudadanos: apoyar incondicionalmente a las víctimas y a las Fuerzas de Seguridad del Estado en su misión". Igualmente, los atentados terroristas "nos obligan, manifestó, a considerar hasta qué punto es necesaria y digna de elogio una acción legislativa, judicial, gubernativa y policial contra quienes sistemáticamente amenazan los pilares de la civilización".

Las acciones de ETA también muestran "hasta qué punto son inoportunas, entorpecedoras y cómplices del mal las actitudes ambiguas, los frenos, las zancadillas contra quienes persiguen a los terroristas con las armas de la ética y de la ley". El arzobispo de Valencia ha añadido que "una vez más ETA y su lógica aparece como las antípodas de la humanidad, como el lugar oscuro en donde se concentra todo lo peor del ser humano". El terrorismo pone de relieve "hasta qué punto nuestra sociedad es vulnerable con respecto a quienes no aceptan la ley santa del `no matarás´, código común de las mejores tradiciones religiosas, del cristianismo, y de los valores de las modernas sociedades democráticas", precisó el prelado.

Monseñor García-Gasco exhortó, finalmente, a "todos los católicos y demás hombres y mujeres de buena voluntad" a solidarizarse con "quienes hoy han sentido cerca el aliento pérfido de los asesinos, y a los que han sido heridos por sus armas" . También ha invitado a que "nuestra oración vaya acompañada de un sincero compromiso por erradicar de entre nosotros toda forma de violencia, y de una firme voluntad por seguir haciendo de nuestra Comunidad Valenciana un lugar de acogida, paz y convivencia esperanzada, que nadie nos pueda arrebatar".

 

CARITAS HONDURAS: LUCHAR POR BIENESTAR DE SERES HUMANOS NO ES UN DELITO
ASESINADO UN DIRIGENTE AMBIENTALISTA TRAS LA “MARCHA POR LA VIDA”

Caritas Honduras ha dirigido una carta al presidente de la República denunciando los actos violentos que está sufriendo la población de Olancho después de la “Marcha por la Vida”, cuya consecuencia última ha sido el asesinato de Carlos Arturo Reyes Méndez, de 23 años, miembro de Caritas y dirigente del Movimiento ambientalista de Olancho.

Carlos Reyes, que fue asesinado el viernes 18, era un exponente muy activo en el Movimiento promotor de la “Marcha por la Vida”, una manifestación que durante 7 días recorrió el país desde Juticalpa a la capital Tegucigalpa. Treinta mil participantes, que protestaban contra la tala masiva e indiscriminada de los bosques del departamento de Olancho y en cuyo trayecto final participaron el cardenal Oscar Andrés Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa y Mons. Mauro Muldoon, obispo de Jutigalpa.

La manifestación ha representado el momento culminante de la actividad que el Movimiento ambientalista desarrolla desde hace años para denunciar los problemas ambientales y sociales producidos por la agresión a los recursos forestales, y las consecuencias directas. De hecho sólo quedan 2 millones y medio de hectáreas de bosque natural respecto a los 7 millones y medio originarios.

Los efectos ambientales y sociales de la tala salvaje son devastadores: aumenta la aridez del suelo, suben las temperaturas y se dispersan las faldas acuíferas. Esta seria carencia de agua repercute gravemente sobre las comunidades pero también sobre el regadío de los cultivos. La cadena prosigue con la pérdida de las cosechas y la constricción a aumentar el uso de fertilizantes que a la larga empobrece aun más el suelo, provocando la emigración y el aumento de la criminalidad relacionada con la falta de trabajo.

Caritas Honduras denuncia en su carta al presidente de la República que “los actos violentos se han intensificado, en contra de los pobladores del departamento después de la Marcha por la vida, sin que las autoridades competentes hayan tomado medidas que garanticen el bienestar físico y material de las personas amenazadas”. El problema ambiental de la zona –subraya la carta- no es exclusivamente de un pequeño grupo sino de todo un pueblo que con justa razón lucha por detener la tala abusiva de los bosques.

La organización exige que el gobierno garantice la integridad física de los líderes comunitarios, agentes de pastoral y sacerdotes que trabajan en la protección del ambiente; que castigue a los culpables del asesinato de Carlos Arturo Reyes; ordene el cese inmediato de la tala abusiva de los bosques en Olancho y se emita una Ley forestal coherente. “Luchar por el bienestar de los seres humanos –afirma Caritas Honduras- no es un delito, delito es despojar de la vida a los hijos de Dios que sin dar marcha atrás se convierten en una voz profética en medio de la corrupción y la violencia”.

El padre Andrés Tamayo, el sacerdote guía del movimiento ambientalista que abandonó Honduras tras la “Marcha por la Vida” por razones de seguridad, ha solicitado la atención de la opinión pública mundial sobre este problema. El mismo padre Tamayo, que estuvo esta semana en Roma, ha sido víctima de seis atentados por denunciar esta situación que Caritas Honduras define como “cadena de sangre y violencia” contra la población y cuya última víctima ha sido Carlos Arturo Reyes Méndez.

Por su parte Caritas de Panamá también pidió al Gobierno de Honduras que garantice una investigación «imparcial» para identificar y sancionar a los responsables de la muerte del ecologista hondureño Carlos Reyes Flores. Caritas Panamá, en una carta enviada al presidente hondureño, Ricardo Maduro, y difundida en la capital panameña, condenó la muerte de Reyes Flores y expresó su «honda preocupación» por la vigilancia y el respeto a la vida de las personas que trabajan en la defensa de los derechos humanos en Honduras.

Y siguiendo en el mismo contexto, los delegados de la Asamblea General de Caritas Internacional clausuraron el Encuentro celebrado en Roma con un llamamiento para llevar justicia económica y social a los marginados del mundo, a través del trabajo solidario con los pobres. Esta fue una de las conclusiones de una Asamblea que a principios de julio ha afirmado con rotundidad que la globalización será un éxito sólo cuando todos gocen de los beneficios. El Plan de trabajo 2003-2007 de Caritas ha sido perfilado en esta ocasión para ayudar a que las personas marginadas ocupen el lugar que les corresponde en este nuevo mundo.

 

LAS MINAS ANTIPERSONA ASESINAN A 25 MIL PERSONAS AL AÑO

Los hasta ahora 147 signatarios del Tratado de Ottawa deben destruir todas sus reservas de minas antipersona antes de que finalice 2003. Se intenta acabar así con un problema mundial por el que se calcula que mueren al año aproximadamente 25 mil personas y otras tantas quedan lisiadas.

La proliferación de los campos de minas durante el último cuarto del siglo XX y su existencia incontrolada muchos años después de la desaparición de los conflictos bélicos convirtieron las minas antipersona en un problema mundial, ya que con un coste cercano a un dólar cualquier grupo guerrillero, por pequeño que fuese su presupuesto armamentístico, podía sembrar un campo de minas que pusiera vidas en peligro mucho tiempo después de acabar la contienda para la que fueron creados. Además, el objetivo perverso de estos baratos artilugios no es matar sino mutilar, porque estratégicamente hablado causa mayor conmoción en las filas de un ejercito la mutilación de un soldado, al que hay que evacuar y atender, que su muerte.

Se calcula que más de 100 millones de minas antipersona fueron colocadas tanto por los ejércitos convencionales como por grupos guerrilleros en Vietnam, Camboya, Afganistán, Angola, Irak y los países de la antigua Yugoslavia (donde se cree que aún existen dos millones de minas sin detectar). En total se tiene sospecha de la existencia de minas antipersona en 70 países y como resultado de esta diseminación de minas se calcula que mueren al año aproximadamente 25 mil personas y otras tantas quedan lisiadas.

Se añade al drama particular de las víctimas, las incalculables consecuencias negativas para la economía de la nación, porque la agricultura, junto con la minería constituyen la base de la economía de estos países que padecen el flagelo de las minas. Como ejemplo puede citarse las extensas zonas de Camboya que no pueden emplearse para el cultivo por la abundancia de estos mortíferos artefactos; frecuentemente son los campesinos, sin herramientas, ni formación adecuada, quienes deben quitar las minas so pena de perecer de hambre al no poder cultivar sus tierras. Además también grava sobre la economía nacional el exorbitante gasto que implica la limpieza de las minas, porque retirar tan sólo una supone un desembolso de entre 300 y mil dólares.

Con el objetivo de evitar esta lacra a la humanidad, en diciembre de 1997 más de 120 países firmaron un tratado en Ottawa que prohibía la fabricación, uso, almacenamiento y comercio de minas antipersona, y comprometía a los estados firmantes a destruir las minas almacenadas anteriormente y a limpiar los campos de minas existentes.

Pero esta lucha por la erradicación comenzó mucho antes, a principios de los 90 protagonizada por la estadounidense Jody Williams, quien obtuvo el reconocimiento mundial a través del Premio Nobel de la Paz poco antes de la firma del tratado en Canadá. Williams y la organización fundada por ella, la Campaña para la Prohibición Total de las Minas Antipersona, coordina a unas mil organizaciones en todo el mundo, y es un claro ejemplo de los que se puede conseguir mediante la coordinación de esfuerzos internacionales.

Los 147 estados que hasta ahora han firmado el Tratado de Ottawa tienen ahora dos fechas claves que respetar: finales de 2003 como máximo para destruir todas las reservas de minas y finales de 2009 para dejar limpios de minas sus territorios. La adhesión de países como Afganistán y Angola ha significado la victoria de una importante batalla en la erradicación total de las minas antipersona, pero en el extremo opuesto, la reiterada negativa de grandes como China, Rusia o Estados Unidos, que además poseen más de 11 millones de minas almacenadas, subrayan la esterilidad de esta iniciativa.

No basta con que, al menos de forma oficial, no fabriquen ni usen minas, el tratado exige la desaparición total, sobre todo cuando otros países como India, Pakistán, Nepal, Sri Lanka, China, Singapur y Vietnam continúan produciendo y usando estas armas inhumanas.

 

MUSEOS VATICANOS: INVIDENTES PODRÁN TOCAR LAS OBRAS DE ARTE

Las personas ciegas que visiten los museos vaticanos podrán tocar estatuas, cuadros y diferentes objetos que en él se encuentran con el fin de que perciban con el sentido del tacto lo que el resto de las personas que visitan el museo ven. La iniciativa parte de la dirección del Museo Vaticano que busca que todas las personas puedan disfrutar de las obras de arte que en el se encuentran. Las obras que podrán ver a través del tacto las personas ciegas, son aquellas consideradas menos frágiles y han sido seleccionadas por los restauradores del propio museo, para evitar que obras de arte de mayor delicadeza se puedan estropear.

El objetivo de esta iniciativa es poner al alcance de todo el mundo las obras que albergan los museos vaticanos, ya que a través del tacto, las personas invidentes pueden llegar a dibujar en su mente la forma y los materiales de diferentes obras de artes. Los museos vaticanos tienen una superficie de más de seis kilómetros, por lo que también se han puesto a disposición sillas de ruedas para recorrer las distintas salas del museo a disposición de todos aquellos que las necesiten.

 

«ENCUENTRO DE FE DE LA COMUNIDAD CATÓLICA VIETNAMITA EN LA DIÁSPORA»

En la Pontificia Universidad Urbaniana, en Roma, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Cardenal Crescenzio Sepe presidió el jueves, a las ocho de la noche, la inauguración del «Encuentro de fe de la comunidad católica vietnamita en la diáspora». El encuentro ha sido organizado por la oficina de coordinación de la pastoral de los vietnamitas en el mundo, que ha elegido como lema «Unidos para vivir y proclamar el Evangelio».

Esta cita romana reunió a unos dos mil participantes, provenientes de 16 países, en representación de los dos millones de vietnamitas de la diáspora, de los que el 30% son católicos. Con tal motivo ha viajado a Roma, desde Vietnam, Mons. Paulo Nguyen Van Hoa, Obispo de Nha Trang y presidente de la Conferencia Episcopal vietnamita. El encuentro fue clausurado en la Basílica vaticana el domingo, 27 de julio, a las 10 de la mañana, con una solemne Celebración Eucarística con envío misionero, presidida también por el Cardenal Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

 

CARTA DE LOS OBISPOS DE ESLOVAQUIA CON MOTIVO DE LA VISITA DEL PAPA

“Queremos rezar ininterrumpidamente por el Pedro de nuestros tiempos y ayudarle en su comprometido y responsable papel de Pastor del pueblo de Dios”. Este es el compromiso de toda la comunidad eclesial eslovaca sintetizado en la carta que han escrito los obispos del país y han dirigido a los católicos con motivo de la visita del Santo Padre a Eslovaquia que tendrá lugar del 11 al 14 de septiembre próximos.

Los prelados exhortan a los fieles eslovacos a intensificar, en este periodo de espera y de preparación, su vida espiritual y renovar de esta forma la devoción individual a la Iglesia. Los obispos cifran en cuatro los niveles para llevar a cabo esta mayor identificación entre Iglesia y cristianos: individual, familiar, comunión parroquial y diócesis particular.

La carta de los prelados solicita a los eslovacos una mayor participación en la vida sacramental y en la liturgia de las respectivas parroquias, en las que deberán florecer iniciativas concretas de reflexión espiritual y de trabajo apostólico. Las familias también están llamadas a reservar momentos de vida domestica a la oración común, particularmente al rezo del Rosario.

“Los días de la visita de Juan Pablo II – dice en otro momento la carta- requiere que estemos unidos con la Iglesia. Hoy no se tacha a la Iglesia de imperialista como sucedió durante el régimen comunista. Hoy se censura a la Iglesia por su misión fundamental: la predicación del Evangelio y vivir coherentemente con sus principios. Se amenaza el corazón, la esencia misma de la Iglesia”. Recordando las palabras de San Cipriano los obispos eslovacos finalizan diciendo que “no es posible tener a Dios como padre si no tenemos a la Iglesia como madre”.

 

PRIMERA SESIÓN DEL SÍNODO DE LA IGLESIA EN LA REPÚBLICA CHECA

El domingo 6 de julio, por primera vez desde la caída del muro de Berlín, los católicos checos se han reunido -a la luz del Concilio Vaticano II- en el santuario de Velehard, en Monrovia, en la primera sesión del Sínodo de la Iglesia en la República Checa. En torno al lema «No nos dejemos arrebatar el futuro», obispos, presbíteros, religiosos y laicos afrontan los desafíos que plantean a la Iglesia los cambios políticos, sociales y económicos del país, así como el inminente ingreso en la Unión Europea.

El Sínodo ha comenzado en momentos difíciles en las relaciones de la Iglesia con gobierno checo. En Velehrad el cardenal Miroslav Vlk, arzobispo de Praga, acusó al ministro de Cultura, Pavel Dostal, de provocar «dificultades» para la vida de la Iglesia. El Ministerio «impide a la Iglesia desempeñar su misión», declaró por su parte el arzobispo de Olomuc, monseñor Jan Graubener, presidente de la Conferencia Episcopal.

Los representantes de la Iglesia deploraron también el fracaso en el Parlamento de la propuesta del Concordato para reglamentar las relaciones Iglesia-Estado, que había sido firmado hace un año por representantes del gobierno y de la Santa Sede, pero que fue rechazado por la Cámara de los diputados en mayo pasado.

Las sesiones del Sínodo, que durarán tres años, abarcarán cuestiones como el diálogo interreligioso, el papel de los laicos en la Iglesia, la evangelización, el apostolado social y algunos ámbitos de la pastoral: los enfermos, los ancianos y la iniciación cristiana. Un espacio particular se dedicará a la historia del pueblo checo.

«Nuestra Iglesia ha perdido mucho en el pasado, pero ha mostrado que es capaz de afrontar los totalitarismos violentos», dijo Mons. Graubener en referencia en particular a los años del comunismo, que hicieron que la República Checa fuera conocida como uno de los países más ateos del mundo. «Aún siendo “modesta”, la Iglesia ha vivido en el misterio de la cruz y ha preservado una sana piedad popular, especialmente mariana», constató el prelado.

«Ahora, sin embargo, necesita levantar la cabeza -reconoció el arzobispo de Olomuc- tener conocimiento propio de sus valores, y entusiasmo para compartir con los demás el tesoro de la fe, llevando el Evangelio a la sociedad. Pero para realizar todo esto requiere formación y educación».

De los 10.270.000 habitantes de la República Checa, el 39% es católico. La herencia comunista es todavía particularmente pesada en el país, donde algunas estadísticas consideran que el 40% de la población es atea. La práctica religiosa dominical está entre las más reducidas del mundo.

 

X ASAMBLEA DE LA FEDERACIÓN LUTERANA MUNDIAL EN CANADÁ

«Las heridas del mundo y la acción del Espíritu que sana». Es el tema de la décima Asamblea de la Federación Luterana Mundial, que, a partir del lunes y hasta finales de julio, se desarrolla en Winnipeg, Canadá. En el encuentro participan más de 450 delegados de las Iglesias asociadas, observadores de comunidades reconocidas por la misma Federación y numerosos invitados.

El lema, «Para sanar el mundo», se inspira en la visión del río y de los árboles de Vida, descrita en el Libro del Apocalipsis. Lema que quiere ser cimiento de una reflexión sobre las «heridas» de nuestro mundo. Es decir sobre pobreza, divisiones, enfermedades, violencia e injusticia. Y sobre la acción sanadora del Espíritu, que aporta vida nueva a los seres humanos y a toda la Creación.

El documento preparatorio para esta Asamblea reitera que «es el Espíritu el que habilita al hombre a actuar de forma distinta en relación con los demás y a superar situaciones de hostilidad y contraposición, en beneficio de una vida comunitaria fundada sobre el compartir y la corresponsabilidad». La reunión de la Federación Luterana Mundial se propone asimismo la búsqueda de acciones concretas con el fin de promover la «sanación» y la reconciliación en la Iglesia y en la sociedad, dando un impulso nuevo al compromiso ecuménico y discerniendo los desafíos que presentan las actuales realidades multiculturales y multirreligiosas a las Iglesias Luteranas.

El Reverendo Matthias Türk, que en el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos se encarga de las relaciones entre Roma y la Federación Luterana Mundial, en una entrevista concedida a nuestra emisora, explicó que esta Federación abarca 135 Iglesias luteranas de todo el mundo, que cuentan con unos cien millones de fieles.

En el marco de las relaciones entre católicos y luteranos, el Reverendo Türk destacó la gran meta que supuso la firma solemne de la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación, que tuvo lugar en Augsburg, Alemania, en 1999 y que aclaró la cuestión fundamental de la división que se produjo en el tiempo de la reforma. Gracias a esta Declaración, el tema de la justificación dejó de ser un factor de división entre ambas Iglesias.

En la actualidad, el diálogo entre católicos y luteranos se centra en el tema de la «apostolicidad» de la Iglesia y, en especial, sobre el concepto de Iglesia y sobre cómo se debe concebir el ministerio eclesial. En este contexto, el Reverendo Türk señaló que las principales diferencias estriban en el conjunto de la vida sacramental, en el ministerio y concepto de Iglesia, la noción de la misma, la primacía del Papa y la ordenación de las mujeres.

 

INDIA: III ENCUENTRO DE LA JUVENTUD ASIÁTICA

Acogiendo la exhortación de Juan Pablo II a impulsar los «cuatro pilares de la paz» - que señalaba el Beato Papa Juan XXIII en su «Pacem in Terris» - más de diez mil jóvenes asiáticos se reunirán el próximo mes de agosto en la ciudad hindú de Bangalor. La invitada de honor de este III Encuentro de la juventud asiática será Sor Nírmala, Superiora General de las Misioneras de la Caridad, que hablará sobre «La Madre Teresa y los jóvenes».

Con el lema «Los jóvenes de Asia por la paz», la cita es del 9 al 16 de agosto, en la capital del estado de Karnataka, en el sur de la India. La Conferencia Episcopal de este país está ultimando los preparativos de esta reunión, con la colaboración de la Federación de Conferencias Episcopales del continente.

En esta Jornada de la Juventud asiática, chicos y chicas – no sólo católicos, pues están invitados también jóvenes hindúes, budistas, musulmanes y de cultos tradicionales - de Pakistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, Laos, Camboya, Mongolia, Corea, Japón, Macao, Malasia, Indonesia, Filipinas y, por supuesto de la India, reflexionarán sobre «Verdad, Justicia, Amor y Libertad».

Con el fin de promover la paz, los seminarios enfocarán estos «4 pilares» y su aplicación en distintas realidades. Como pobreza, globalización, lucha contra el terrorismo, SIDA, abuso de drogas y alcohol, desequilibrios ecológicos, desempleo, integrismos, consumismo y crisis de valores.

 

UGANDA: ASAMBLEA FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE UNIVERSIDADES CATÓLICAS

«Nuevas tecnologías y progreso de la humanidad – Compromiso y responsabilidad de las universidades católicas». Es el tema de la asamblea general de la Federación Internacional de Universidades Católicas que inauguraron el martes el Prefecto de la Congregación para la Educación Católica y el Nuncio Apostólico en Uganda.

El Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, y el Nuncio Apostólico en Uganda inauguraron en la ciudad ugandesa de Entebe, la vigésimo primera asamblea general de la Federación Internacional de Universidades Católicas. La asamblea, que finalizó el sábado 26 de julio, reflexionará sobre el tema «Nuevas tecnologías y progreso de la humanidad – Compromiso y responsabilidad de las universidades católicas».

La vigésimo primera Asamblea general de las Federaciones Internacionales de las universidades católicas anhela responder a los interrogantes científicos y éticos, que plantean las nuevas tecnologías, por medio de la aportación de la tradición cristiana y del magisterio de la Iglesia, con el fin de impulsar el papel formativo y educativo de las universidades católicas, inspiradas en un nuevo humanismo portador de esperanza y solidaridad.

Este encuentro en Uganda se ha propuesto proseguir en la profundización de los temas tratados en las últimas asambleas generales que se celebraron en Santiago de Chile y en Fremantle, Australia. Ambas habían reflexionado sobre el papel de las universidades católicas ante los desafíos del siglo XXI y sobre la relación entre pedagogía universitaria y formación integral.

De modo especial, en Entebe, los participantes analizaron las posibilidades de las tecnologías de la información y de la comunicación, así como las de las biotecnologías, para establecer cómo considerarlas en favor de un verdadero progreso para la humanidad y definir el papel de las universidades católicas con tal fin. El encuentro se articuló en tres fases. En la primera, se intentó dar a conocer la red universitaria católica africana, poniendo de relieve las características de la Universidad de los Mártires Ugandeses. Campus que cuenta con tan sólo diez años de vida, pero que ofrece un amplio abanico de programas de educación y desarrollo, con la colaboración de la comunidad local.

La segunda etapa estuvo dedicada a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, consideradas como vehículo indiscutible de progreso, pero también de posible exclusión. Esta reflexión fue luego examinada a través de los grupos lingüísticos, que profundizarán en concreto sobre los desafíos que las mismas nuevas tecnologías presentan en distintos campos sociales, como son el de la misma justicia social, la diversidad cultural y las relaciones interpersonales. Y la última fase, la dedicada a las problemáticas enlazadas con las biotecnologías, reflexionó sobre los organismos genéticamente modificados y su aplicación en la alimentación, en la agricultura, en la salud y en el medio ambiente.

 

HEMOS LEÍDO PARA USTEDES

¿Ha cambiado la familia en España?
Gerardo PASTOR RAMOS, La familia en España. Sociología de un cambio, Sígueme, Salamanca 2002.

La reflexión que se pueda hacer sobre la familia, en un tiempo de tan rápidas evoluciones en todos los campos de la vida, es siempre necesaria y urgente. Sobre todo si, huyendo de los lugares comunes, y de las consideraciones genéricas, se entra de lleno en la realidad, y se aportan datos basados en estudios hechos con rigor y seriedad.

El sociólogo Gerardo Pastor Ramos, perteneciente a la Universidad Pontificia de Salamanca, de la que ha sido Rector, catedrático de Psicología Social, y director del Centro de Orientación y terapia familiar, ha editado un estudio breve, pero exhaustivo, sobre la sociología del cambio de la familia en España.

Es un texto que hay que leer despacio para contrastarlo con la propia experiencia, o para abrir los ojos a una realidad que, por ser tan cercana y que se ha transformado de modo sutil, casi insensible, hasta penetrar todos los ámbitos como la cosa más natural.

Sin ser catastrofista, el autor nos invita a seguir por los vericuetos de lo que puede ser la nueva familia, a través del ejemplo práctico y lacerante de un film americano, American Beauty, Y este núcleo familiar, desquiciado. y diseccionado con rigor y crueldad por el director del film, puede ser el estereotipo de lo que acaba siendo la realidad de un familia, sujeta a los cambios ambientales, ideológicos y sociales de la época que nos toca vivir. ¿Qué educador no se ha encontrado, aun en grupos reducidos, con realidades como las que enumera el autor en sus primeras páginas?

Los cambios son debidos a las variaciones en la legislación de la familia, en las mutaciones del escenario social, en la transformación interna de la estructura familiar, en el pluralismo de los modelos de familia y, como culminación de todo ello, en la desorganización familiar.

En nuestra sociedad, a pesar de excepciones reales, el matrimonio es denostado. Se altera la nupcialidad, y deben enfrentarse con el grave problema de la escasez de la vivienda y lo costoso de su adquisición. Y estamos viviendo una serie interminable de divorcios, que nos dan la razón de la fragilidad de uniones hechas con frivolidad, sin preparación, o arrolladas por ambientes que quitan todo valor a la estabilidad, con la influencia del desprestigio que contamina el repetido espectáculo de las revistas de papel couché, o de las crónicas sentimentales de los medios de comunicación social que de alguna manera mitifican las separaciones, los divorcios, las uniones temporales y sus consecuencias, Y todo ello, además, con el fenómeno cada vez más repetido de la violencia doméstica.

De aquí que el autor que, insisto, es realista y no catastrofista, invite seriamente buscar y promover apoyos a la familia, a través de políticas sociales, cultivo de los valores de la familia, y la búsqueda de estructuras que afiancen, como un andamiaje eficaz, lo que es la familia: movimientos, asociaciones, cursos, estudios amplios, publicaciones, etc.

Un texto que, a pesar de su brevedad, es una buena radiografía de nuestra sociedad, y un buen diagnóstico que ha de ayudar sin duda a aplicar una buena terapéutica a esta familia nuestra, tan acosada desde tantos ángulos, y tan necesaria para que el país esté cimentado sobre un pueblo, que conoce cuáles son las dimensiones u las urgencias de estos problemas. Deberían leerlo educadores, asociaciones de padres, movimientos familiares...