AUDIENCIA GENERAL: 40 ANIVERSARIO DE LA ELECCIÓN DE PABLO VI
ACABAR CON LA INJUSTICIA QUE CREA CONFLICTOS ENTRE LOS PUEBLOS
PAZ DURADERA Y ESTABLE PARA TIERRA SANTA E IRAK
“CULTIVAR UNA ÍNTIMA COMUNIÓN CON EL SEÑOR”
OBISPOS DE INDIA: RESPETAR DIFERENCIAS CULTURALES Y SUPERAR TRIBALISMOS
HOMENAJE A PABLO VI. BENDICIÓN DE UN BUSTO DEL PAPA
ÁNGELUS: ORACIONES POR EL PAPA EN SOLEMNIDAD SANTOS PEDRO Y PABLO
SUPERAR OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN CONCELEBRACIÓN DE LA ÚNICA EUCARISTÍA
CELEBRACIÓN PRIMERAS VÍSPERAS SOLEMNIDAD SANTOS PEDRO Y PABLO

“ECCLESIA IN EUROPA”, UNA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA CENTRADA EN LA ESPERANZA
MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL TURISMO
50 ANIVERSARIO DE SACERDOCIO DEL CARDENAL SALVATORE DE GIORGI

SIN FUNDAMENTO LA NOTICIA DE LA OPERACIÓN DE RODILLA DEL PAPA
INAUGURADA EN ROMA LA CASA DE ACOGIDA JUAN PABLO II- OBRA DON ORIONE
PRESENTACIÓN DE LA PÁGINA DE INTERNET DE LOS MUSEOS VATICANOS
XI ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

GRAN CRUZ DE LA ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA PARA MONS. CIPRIANO CALDERÓN
PRESENTADO EN ROMA “SIGUE CON NOSOTROS” SOBRE V VISITA DEL PAPA A ESPAÑA


JUNIO 2003
SEMANA DEL 23 AL 29

 

AUDIENCIA GENERAL: 40 ANIVERSARIO DE LA ELECCIÓN DE PABLO VI

Juan Pablo II, en su catequesis del miércoles, conmemoró el 40 aniversario de la elección del Cardenal Giovanni Battista Montini a Sumo Pontífice. “Pablo VI fue para mi un ‘padre’ y un ‘maestro’ que quiso que la Iglesia se abriera al mundo, sin ceder, sin embargo, al espíritu del Mundo”, dijo Juan Pablo II durante la audiencia del miércoles, en la que también recordó su peregrinación a Bosnia Herzegovina el domingo anterior.

El Santo Padre pidió a Dios para que estos pueblos puedan resolver los complejos problemas todavía abiertos y puedan realizar la legítima aspiración de vivir en paz formando parte de Europa unida.

Este miércoles, Juan Pablo II en la catequesis de la Audiencia General, conmemoró el 40 aniversario de la elección del Cardenal Giovanni Battista Montini a Sumo Pontífice. “El párrafo joánico, que hemos escuchado -dijo el Santo Padre- nos propone de nuevo un sugestiva escena evangélica. El Hijo de Dios confía a Pedro su rebaño, su Iglesia, de la que, precedentemente, había asegurado que las puertas del infierno no prevalecerían contra Ella. ¡El amor es el secreto de la misión de Pedro! El amor es también el secreto de los que han sido llamados a imitar al Buen pastor en la guía del Pueblo de Dios”. “El encargo de amor es pastorear el rebaño del Señor . . .” , le gustaba decir a Pablo VI, haciendo suya una particular expresión de San Agustín, dijo el Papa.

“¿Simón de Juan, me amas más que a ellos?”. Cuántas veces habrán resonado en el alma de mi venerado Predecesor, el siervo de Dios Pablo VI, que hoy recordamos, estas palabras de Jesús... Han transcurrido cuarenta años desde su elección a la Cátedra de Pedro -recordó el Papa-, el 21 de junio de 1963, y veinticinco de su muerte, el 6 de agosto de 1978. Refiriéndose a Pablo VI, el Pontífice subrayó asimismo, que desde joven había trabajado en el servicio directo de la Sede Apostólica, junto a Pío XI. De Pío XII fue por un largo período un colaborador entre los más fieles y valiosos. Del beato Juan XXIII, del que he tenido la alegría de elevar al honor de los altares, hace ya tres años, fue su inmediato Sucesor. Su ministerio de pastor universal de la Iglesia duró quince años y fue marcado por el Concilio Vaticano II y por la gran apertura a las exigencias de la época moderna.

“También yo, prosiguió diciendo Juan Pablo II, he tenido la gracia de participar en los trabajos conciliares y vivir el período del post-Concilio. He podido apreciar personalmente el compromiso que Pablo VI no cesaba de desplegar en pro del necesario “aggiornamento”, de la puesta al día de la Iglesia a las exigencias de la nueva Evangelización. Sucediéndole en la Cátedra de Pedro, he proseguido la acción pastoral iniciada por él, inspirándome como en un Padre y en un Maestro”.

Apóstol fuerte y manso, Pablo VI amó a la Iglesia, trabajó por su unidad e intensificó su acción misionera. Desde esta óptica se comprende con plenitud la renovadora iniciativa de los Viajes apostólicos, que constituye, hoy, parte integrante del ministerio del Sucesor de Pedro. El Papa manifestó que Pablo VI quería que la Comunidad eclesial se abriera al mundo, pero sin ceder al espíritu del mundo. Con prudente sabiduría supo resistir a la tentación de “adaptarse” a la mentalidad moderna, sosteniendo con fortaleza evangélica dificultades e incomprensiones, y algunas veces, incluso hostilidades. En los momentos más difíciles no hizo faltar al Pueblo de Dios su palabra iluminadora. Al final de sus días, el mundo entero pareció descubrir su grandeza y se unió a él en un conmovido abrazo.

En su alocución, el Papa, seguidamente, aludió al magisterio de Pablo VI, orientado a educar a los creyentes en el sentido de la Iglesia. Recordado algunas de sus intervenciones, la Encíclica Eclesiam suam, la conmovedora profesión de fe, conocida como el Credo del Pueblo de Dios. La valiente toma de posición en defensa de la vida humana en la Encíclica Humanae Vitae, o en favor de los pueblos en vías de desarrollo en otra Encíclica la Populorum progressio, para construir una sociedad más justa y solidaria.

Juan Pablo II finalizó su catequesis dando gracias a Dios por el don de este Pontífice, guía sólida y sabia de la Iglesia. “A la luz de la meta eterna comprendemos mejor cuán urgente es amar a Cristo y servir a su Iglesia con alegría. Que esta gracia nos la obtenga María, que Pablo VI, con filial amor, proclamó Madre de la Iglesia. Y que sea precisamente Ella, la Virgen, terminó diciendo Juan Pablo II la que abrace entre sus brazos a aquel devoto hijo en la eterna beatitud reservada a los fieles servidores del Evangelio.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

Recordamos hoy el cuarenta aniversario de la elección de mi venerado Predecesor, Pablo VI, a la Cátedra de Pedro. Sus quince años de Ministerio de Pastor universal de la Iglesia, estuvieron marcados especialmente por el Concilio Vaticano II y por su apertura a las exigencias de la época moderna. Su iniciativa de los viajes apostólicos y su rico magisterio dan fe de ello. Sucediéndole me he inspirado en él como un Padre y un Maestro. ¡Demos gracias a Dios por su vida!

 

Saludo cordialmente a los peregrinos de España y América Latina, especialmente a los de las parroquias de San Francisco de la Vega, de La Nou, a la Asociación de Disminuidos físicos de Aragón, y a los de la Arquidiócesis de Durango, México. ¡Qué el Señor, por la maternal intercesión de María, Madre de la Iglesia, nos conceda la gracia de comprender la urgencia de amar a Cristo y servir con gozo a su Iglesia!

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Después de saludar en varias lenguas, se dirigió a los peregrinos presentes de lengua italiana a quienes recordó los momentos más importantes de su último viaje apostólico a Banja Luka en Bosnia Herzegovina. “He acogido en todos la voluntad de superar las dolorosas experiencias del pasado para construir, en la verdad y en el perdón recíproco, una sociedad digna del hombre y aceptada por Dios”.

“Culmen de la peregrinación, dijo Juan Pablo II, fue la solemne Liturgia eucarística con la beatificación de Ivan Merz, a quién he propuesto como ejemplo a los católicos, especialmente a los jóvenes de aquella tierra. Por su intercesión, recemos al Señor para que este Viaje apostólico de los frutos esperados por la Iglesia y para toda la población de Bosnia Herzegovina. Pido a Dios que, sostenidos también por la Comunidad internacional, aquellos pueblos, estén a la altura de resolver los complejos problemas todavía abiertos, y puedan realizar la legítima aspiración de vivir en paz y de formar parte de la Europa unida”.

 

ACABAR CON LA INJUSTICIA QUE CREA CONFLICTOS ENTRE LOS PUEBLOS
VISITA DE LA DELEGACIÓN DEL PATRIARCADO ECUMÉNICO DE CONSTANTINOPLA

La urgencia del diálogo interreligioso, acabar con la injusticia que crea conflictos entre los pueblos, la salvaguardia de la Creación, los desafíos de los avances científicos y tecnológicos. Los cristianos están llamados a testimoniar a Jesucristo, luz que puede iluminar Europa y el mundo de hoy. Juan Pablo II dio la bienvenida a la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, en el Vaticano, con motivo de la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo.

Al final de la mañana del sábado, en su saludo de cordial bienvenida a la Delegación del Patriarcado Ecuménico - que como año acude al Vaticano con motivo de las celebraciones de la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo - el Obispo de Roma reiteraba que «los rápidos cambios que se están verificando hoy en el mundo interpelan a los cristianos a demostrar que el Evangelio de Jesucristo puede ser luz que ilumina ante los críticos problemas éticos que afronta la familia humana, incluso la urgente necesidad de promover el diálogo interreligioso; trabajando para que termine la injusticia que crea conflictos y enemistad entre los pueblos; salvaguardando la Creación divina y asumiendo la responsabilidad de los desafíos que plantean los nuevos avances de la ciencia y de la tecnología».

Asimismo, Juan Pablo II enfatizó, una vez más, que «en Europa, los seguidores del Señor necesitan, de forma especial, cooperar en el reconocimiento e impulso de vida nueva de las raíces espirituales que están en el corazón de la historia y de la cultura del continente». Como testigos de la salvadora misericordia de Dios Trino - subrayó el Santo Padre - «la consolidación de la unidad y de la identidad europea llama a los cristianos a desempeñar un papel específico en el actual proceso de integración y reconciliación». Acaso – señala el Papa - «¿no está llamada la Iglesia de Cristo, ante todo, a ofrecer al mundo un modelo de armonía, perdón mutuo y caridad plena y activa para revelar el poder de la gracia de Dios por encima de toda división y discordia humana?»

En este tradicional encuentro, el Papa destacó que la presencia de los representantes del Patriarca Ecuménico Bartolomé I en el Vaticano es un «signo de nuestro común amor a Cristo y un acto de fraternidad eclesial, por medio del cual reafirmamos la herencia de amor y unidad que el Señor dejó a su Iglesia, construida sobre los Apóstoles». Son encuentros anuales – reiteraba Juan Pablo II - que «alimentan nuestras relaciones fraternas y sostienen nuestra esperanza mientras avanzamos paso a paso por la senda de la comunión plena y vamos superando nuestras históricas divisiones».

En especial, ese día el Santo Padre expresó su profunda gratitud al Señor por los distintos encuentros que este año han sido ocasión de encuentro y colaboración entre la Santa Sede y el Patriarcado Ecuménico. Entre ellos, Juan Pablo II citó el mensaje que envió al Patriarca Bartolomé I, con motivo del V Simposio sobre el medio ambiente, que emprendió su marcha desde Polonia, tierra natal del Papa.

Asimismo, el Santo Padre agradeció también «las amables palabras y parabienes» que el Patriarca Bartolomé I manifestó, en días pasados, al acercarse el vigésimo quinto aniversario del Pontificado de Juan Pablo II. Sin olvidar los innumerables esfuerzos que realizó, en los meses pasados, el Patriarcado Ecuménico para coordinar la prosecución de los trabajos de la Comisión mixta internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. En este contexto, el Papa aseguró sus fervientes oraciones por el buen logro de esta «iniciativa, que es indispensable para crecer en nuestra unidad».

Finalmente, Juan Pablo II extendió sus saludos al Santo Sínodo y animó a los queridos hermanos del Patriarcado Ecuménico a perseverar en la búsqueda del diálogo de la verdad y de la caridad y a «no desalentarnos ante las dificultades que podamos encontrar». Para poder llegar así a cumplir la voluntad del Señor de «la unidad entre sus discípulos, «confiando en las manos de Dios nuestras necesidades, nuestras esperanzas y nuestras faltas, pues Él puede curar nuestras heridas por medio de su gran misericordia».

 

PAZ DURADERA Y ESTABLE PARA TIERRA SANTA E IRAK

Juan Pablo II invocó de nuevo la paz duradera y estable para Tierra Santa, y para Irak y su población, martirizada por los muchos años de aislamiento internacional y por el reciente conflicto, en su audiencia del jueves a los miembros de la ROACO, la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales.

El Santo Padre recibió a los miembros de la ROACO, la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales, y agradeció a todos ellos la singular atención que prestan a los territorios de Tierra Santa y la solidaridad mostrada hacia los cristianos en Irak.

La ROACO presta una atención particular a los territorios de Tierra Santa por el significado que reviste esta región para todos los cristianos. Precisamente a ella va destinada la colecta especial en la que contribuyen cada año todas las comunidades católicas. “Tierra Santa -añadió el Papa- continúa siendo escenario de conflictos y de violencia y sus sufridas comunidades católicas necesitan apoyo y ayudas para paliar muchas cuestiones urgentes. De estas poblaciones nos llega una angustiada invocación de paz estable y duradera”.

También el Pontífice agradeció a la ROACO la solidaridad y la premura mostrada hacia los cristianos en Irak duramente probados por el reciente conflicto, y deseó que se consolide la paz en este país, y su población, que tanto ha sufrido por el largo aislamiento internacional, pueda vivir finalmente en la concordia. Juan Pablo II mostró su convencimiento de que las intervenciones de la ROACO mediante obras pastorales y sociales para sostener a los creyentes, contribuirán a dar vida a un futuro mejor para toda la nación.

En esta audiencia, el Pontífice saludó de forma especial al prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, cardenal Ignace Moussa I Daoud, al Nuncio Apostólico en Israel y Delegado Apostólico en Jerusalén y Palestina y al Custodio de Tierra Santa, agradeciendo a todos los presentes la generosidad con la que ayudan a las Iglesias del Oriente cristiano. Junto a la reciente guerra en Irak y el persistente conflicto en Tierra Santa el Papa recordó también la continua carestía en Eritrea y Etiopía.

“La labor que realizáis atendiendo las exigencias de las iglesias locales del oriente cristiano –recordó también el Pontífice- además de las estructuras y edificios comprende también la formación de las conciencias y la salvaguardia de la fe heredada de los padres. Todo ello conlleva una oportuna catequesis, el cuidado de la liturgia propia de la Iglesia de pertenecía, atención a la formación del clero y de los laicos, una apertura iluminada al ecumenismo y una presencia profética de apoyo a los pobres”.

 

“CULTIVAR UNA ÍNTIMA COMUNIÓN CON EL SEÑOR”

El Santo Padre subrayó la necesidad de “cultivar una íntima comunión con el Señor”, en su audiencia del viernes a los responsables de la Unión Apostólica del Clero y de la naciente Unión Apostólica de Laicos. “La eficacia del apostolado no depende sólo de la actividad y de los esfuerzos organizativos, sino sobre todo de la acción divina, por lo que es absolutamente necesario cultivar una íntima comunión con el Señor”. Esta fue la recomendación de Juan Pablo II a los responsables de la Unión Apostólica del Clero y de la naciente Unión Apostólica de Laicos, a quienes recibió por la mañana en audiencia.

Precisamente esos días estaban reflexionando sobre la espiritualidad diocesana y la espiritualidad de comunión en un Congreso que sigue la línea de los anteriores para encuadrar con precisión el papel de los pastores en la Iglesia particular. Juan Pablo II retomó su Carta Apostólica Novo Millenio ineunte para reafirmar “el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza”: “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión”. Para ello es necesario promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y el cristiano.

El Santo Padre señaló también la feliz coincidencia ese mismo día de la Jornada Mundial de oración para la santificación del Clero, “que constituye una ocasión propicia para implorar de Dios el don de ministros para su Iglesia celantes y santos. Para llevar a cabo este ideal de santidad –añadió el Papa- cada presbítero debe seguir el ejemplo del divino Maestro, el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas”.

En este mismo contexto el Pontífice recordó a un santo de nuestros días, José María Escrivá, quien escribía que “el señor se sirve de nosotros como antorchas” para que su luz ilumine ... “de nosotros depende que muchos no permanezcan en las tinieblas y recorran los senderos que conducen a la vida eterna”.

Finalizando Juan Pablo II subrayó que “no es una casualidad que la Jornada Mundial de oración para la santificación del clero se celebre hoy, el mismo día que la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús”, porque “en el corazón del Redentor habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad”, de la que podemos extraer la energía espiritual indispensable para irradiar en el mundo su amor y su alegría.

 

OBISPOS DE LA INDIA: RESPETAR LAS DIFERENCIAS CULTURALES Y SUPERAR LOS TRIBALISMOS

La proclamación y el testimonio Cristo, el respeto de la libertad religiosa, el diálogo interreligioso y la superación de los tribalismos, fueron algunos de los temas destacados por Juan Pablo II en su discurso al tercer grupo de Obispos de la India, que concluyeron el jueves hoy su Visita ad Limina.

En su discurso al tercer grupo de Obispos de la India, que finalizaban ese día su Visita ad Limina Apostolorum, Juan Pablo II aseguró sus oraciones por todos aquellos que en esta nación «siguen proclamando y testimoniando a Cristo, ayer hoy y siempre»; pidió que se respete la libertad religiosa; reitera la importancia de impulsar el «diálogo interreligioso» - en el respeto de las diferencias culturales – e hizo hincapié en la comunión de la Iglesia, promoviendo la superación de los «tribalismos».

Tras recordar que, al recibir recientemente a los primeros dos grupos de Obispos de rito latino de la India, reflexionó sobre los logros y desafíos de aquellos que proclaman el Evangelio en esta nación, el Papa puso de relieve que «la Evangelización es una tarea en la que deben participar todos los miembros de la Iglesia, en virtud del bautismo recibido». Y, señalando que lamentablemente «aún hoy, en muchos lugares de la India, inútiles obstáculos siguen impidiendo la predicación del Evangelio», Juan Pablo II señaló que «los ciudadanos de una democracia moderna no deben sufrir debido a sus convicciones religiosas», así como «tampoco se deben ver obligados a esconder su religión para poder gozar de los derechos humanos fundamentales, como la educación y el empleo».

Conociendo las dificultades que la Iglesia en la India supera con valentía para predicar el mensaje salvador de Cristo y reiterando que proclamar la «Buena Nueva exige de todos nosotros una expresión de fe inteligente y creíble», el Pontífice subrayó también «la misión fundamental de los Obispos» de asegurar la buena formación de los laicos catequistas.

“Catequistas que, a su vez, para cumplir el papel que les corresponde, deben poder mantener una relación de verdadera colaboración con los miembros del clero y demás fieles”. En este contexto, Juan Pablo II puso de relieve que «al mismo tiempo, las creencias personales originadas por afinidad de casta o tribu no pueden empañar la auténtica enseñanza de la Iglesia».

En el contexto de la promoción de «una relación de apertura y diálogo con los hermanos y hermanas de otras religiones» - recordando que el diálogo interreligioso no sólo ayuda a enriquecer el entendimiento y el respeto recíprocos, sino que «ayuda también a impulsar el desarrollo de una sociedad en armonía con los derechos y dignidad de todos» - Juan Pablo II puso de relieve que «la Iglesia en la India ha demostrado constantemente su compromiso en favor del principio de la inalienable dignidad de la persona humana, por medio de sus numerosas instituciones sociales, ofreciendo amor incondicional igualmente a cristianos y no cristianos».

Y tras recordar que las «escuelas católicas, así como los dispensarios, los hospitales y los institutos se proponen el desarrollo integral de la persona humana y ofrecen una asistencia incalculable a los miembros más pobres de la sociedad, sin considerar su religión», el Santo Padre expresó su pesar ante la postura intransigente de algunos. Hecho que dificulta el diálogo interreligioso, la colaboración con las instancias gubernamentales y fomenta el hostigamiento de parte de algunos grupos fundamentalistas.

En este discurso que entregó a los Obispos de las provincias eclesiásticas hindúes de Patna, Ranchi, Cuttack y Bhubaneswar, el Papa expresó su pesar por «la persistencia de tribalismos» en estas diócesis, que «dificultan y comprometen la misión de la Iglesia». Conflictos que, en algunos momentos, han adquirido tanta fuerza que, «algunos grupos de fieles han llegado incluso a rechazar Obispos y sacerdotes que no pertenezcan a su mismo clan».

Por lo que, tras insistir en que «la diferencia tribal o étnica» nunca debe llegar a ser motivo para rechazar a un «portador de la Palabra de Dios», el Pontífice recordó que «los cristianos tienen la responsabilidad de examinar sus conciencias para asegurar, siempre y en todo, lugar el amor de Dios para todos sus hijos sin distinción alguna».

 

HOMENAJE A PABLO VI. BENDICIÓN DE UN BUSTO DEL PAPA

En homenaje a su Predecesor, el Siervo de Dios Pablo VI, Juan Pablo II bendijo una escultura que representa al Papa Montini y recordó el 40 aniversario de su elección y el vigésimo quinto de la muerte de este insigne Pastor de la Iglesia Universal.

Juan Pablo II bendijo el martes por la mañana un busto de mármol que representa al Papa Pablo VI, colocado en el atrio del Aula que lleva el nombre de este Pontífice y que él mismo quiso «como cátedra de la catequesis» del Santo Padre.

En el día de la festividad de su patrono celestial, San Juan Bautista, cuando se acaban de cumplir cuarenta años de la elección a la Cátedra de Pedro de Pablo VI - que tuvo lugar precisamente el 21 de junio de 1963 - Juan Pablo II recordó que el próximo 6 de agosto se cumplirá también el vigésimo quinto aniversario de la muerte de este predecesor suyo. En efecto, el Papa Montini falleció en Castelgandolfo, en 1978, el día de la solemnidad de la Transfiguración del Señor.

Antes de bendecir el mencionado busto - obra del escultor italiano Floriano Bodini, que ha dedicado también otras esculturas «a tan digno servidor de la Iglesia» - Juan Pablo II evocó una parte del discurso que pronunciara Pablo VI en su última celebración pública, el 29 de junio de 1978, en ocasión del décimo quinto aniversario de su elección como Sumo Pontífice.

Palabras que parecen un solemne y conmovedor testamento en las que Pablo VI, reflexionando sobre el período en el que el Señor le había confiado su Iglesia, aún considerándose «el último e indigno sucesor de Pedro», «en este umbral extremo» se sentía consolado y sostenido por la conciencia de haber repetido infatigablemente, ante la Iglesia y el mundo, «¡Tú eres Cristo, el Hijo del Dios Vivo!». Y con el Apóstol Pablo, Papa Montini afirmaba «he combatido la buena batalla, he terminado mi carrera, he conservado la fe». En este contexto, Juan Pablo II invitó a rezar por su Predecesor, que proclamó «Madre de la Iglesia» a la Virgen María: Roguemos al Señor para que conceda a su siervo fiel la merecida recompensa. Oremos, asimismo, para que también nosotros, como él, podamos obrar infatigablemente por el Reino de Dios. Que nos ayude María que, al final del Concilio Vaticano II, Pablo VI proclamó «Madre de la Iglesia».

En el acto de homenaje a Pablo VI, participaron también algunos Cardenales, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, así como algunos familiares de Papa Montini, el que fuera su Secretario, el Arzobispo Pasquale Macchi, y los responsables del ‘Instituto Pablo VI’, de Brescia, lugar donde nació este Pontífice.

 

ÁNGELUS: ORACIONES POR EL PAPA EN SOLEMNIDAD SANTOS PEDRO Y PABLO

Juan Pablo II agradeció las oraciones que en la solemnidad de san Pedro y san Pablo se dirigen al Señor por el Sucesor de Pedro, en su alocución antes del Ángelus. A mediodía, el Santo Padre se reunió con los fieles presentes en la plaza de san Pedro para rezar la oración mariana del Ángelus. Su santidad comenzó refiriéndose a la Solemnidad de “este día en el que veneramos a las columnas de la Iglesia, cuyo testimonio de fe constituyen las raíces de la Diócesis de Roma”: “Pedro, elegido por Cristo como la roca sobre la que se construirá la Iglesia, fue crucificado en las proximidades de la Colina del Vaticano, y su tumba es el centro simbólico de la fe católica. Pablo, decapitado a las puertas de Roma, es modelo de evangelización, y sus Cartas, que constituyen una gran parte del Nuevo Testamento, continúan atrayendo a Cristo hombres y mujeres de todos los tiempos”.

Juan Pablo II agradeció las oraciones que en este día se elevan en todo el mundo por el Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, y por todos los que con su ayuda contribuyen al servicio que el ofrece al Pueblo de Dios.

Al referirse a la celebración eucarística que presidiría por la tarde en la Plaza de san Pedro para la imposición del palio a los Arzobispos Metropolitanos, signo de comunión con la sede apostólica, aludió a la presencia en la misma de la Delegación del Patriarca Ecuménico, Su Santidad Bartolomé I: “El intercambio de Delegaciones entre Roma y Constantinopla, para las respectivas fiestas Patronales, va mucho más allá de un acto de cortesía eclesial. Reflejan la intención profunda y enraizada de restablecer la Plena Comunión entre Oriente y Occidente”.

El Papa finalizó su alocución previa al Ángelus pidiendo al Señor que estos intercambios, avalados por una constante oración nos alcancen cuanto antes la Plena Unidad de los discípulos de Cristo. Tras el rezo del ángelus y el responso por los fieles difuntos el Santo Padre saludó a los peregrinos presentes en la plaza de san Pedro y de modo especial a los que viven en Roma recordando el saludo del Apóstol Pablo: “¡Gracia a vosotros y paz de Dios, padre nuestro y del Señor Jesucristo!”.

 

SUPERAR OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN CONCELEBRACIÓN DE LA ÚNICA EUCARISTÍA
SOLEMNE CONCELEBRACIÓN EUCARÍSTICA E IMPOSICIÓN DEL PALIO A 40 ARZOBISPOS METROPOLITANOS

El Papa Juan Pablo II impuso el sábado por la tarde, a las seis, en el marco de una solemne Concelebración Eucarística, en la Plaza de san Pedro del Vaticano, el palio a los arzobispos metropolitanos nombrados en el último año. Entre ellos, hay tres españoles: Mons. Braulio Rodríguez Plaza, Mons. Antonio Cañizares Llovera y Mons. Francisco Javier Martínez Fernández, arzobispos, respectivamente, de Valladolid, Toledo y Granada.

Asistirán a este acto algunos sacerdotes y fieles de las citadas archidiócesis y destacadas autoridades civiles, como los alcaldes de estas ciudades, y en el caso de Toledo, el mismo Presidente de la Comunidad Autónoma, José Bono. El gobierno español estuvo representando por el Ministro de Justicia, José María Michavila.

Al comienzo de la celebración el Papa expresó su gozo al sentir el corazón lleno de gratitud al Señor ya que sobre la fe de Pedro y la misión de Pablo ha querido edificar la Iglesia de Roma, en la que ha sido puesto por el Espíritu Santo como Obispo y Sucesor del apóstol Pedro. Y dirigiéndose a la delegación del Patriarca de Constantinopla pidió al Señor que acelere la unidad en un solo espíritu deseada y requerida por su Hijo Jesucristo, y que “nos ayude a superar los obstáculos que impiden la Concelebración de la Única Eucaristía”.

En la homilía de la Misa el Santo Padre se refirió a los “amigos de Dios, Pedro y Pablo cuya fiesta celebramos” que siguiendo el designo providencial de Dios han sido conducidos a Roma para fecundar con su sangre a la Iglesia. Probados por la amarga experiencia de la miseria humana fueron liberados por el Señor. Simón se convertirá en Pedro, la roca, Pablo se convirtió en un instrumento elegido para llevar el nombre del Señor a todas las gentes. Fueron los amigos del Señor.

Dirigiéndose a los Arzobispos Metropolitanos venidos para recibir el Palio les recordó que son los amigos de Cristo y que el Palio es un signo de comunión con la Sede Apostólica y un recuerdo sublime de la amistad de Cristo. “Sed amigos de cuantos el Señor os ha confiado”. Y concluyó su homilía pidiendo un compromiso para buscar con todas las fuerzas la unidad siguiendo el deseo expresado tantas veces por Cristo en el Cenáculo. “Ut unum sint” (Que sean uno).

Mons. Braulio Rodríguez fue nombrado arzobispo de Valladolid el 28 de agosto de 2002 y tomó posesión de esta archidiócesis castellana el 13 de octubre de 2002. Mons. Braulio Rodríguez nació en Madrid y tiene 59 años de edad. Entre 1987 y 1995 fue obispo de Osma-Soria y desde 1995, obispo de Salamanca. Desde noviembre de 1995 es vice-canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca. En la CEE es Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar desde 1999.

Mons. Antonio Cañizares tomó posesión de la Archidiócesis de Toledo el 15 de diciembre de 2003. Mons. Cañizares nació en la localidad valenciana de Utiel. Recibió la ordenación episcopal 6 de marzo de 1992 como obispo de Ávila. En 1997 fue nombrado arzobispo de Granada. En la CEE es Presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. Es, asimismo, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1996.

Mons. Francisco Javier Martínez tomó posesión de la Archidiócesis de Granada el pasado 1 de junio. Fue nombrado arzobispo de esta archidiócesis el 15 de marzo de este año. Nacido en Madrid en 1947, fue nombrado obispo auxiliar de Madrid con 37 años de edad. El 15 de marzo de 1996 fue nombrado obispo de Córdoba. En la CEE pertenece a las Comisiones Episcopales de Apostolado Seglar y Doctrina de la Fe y de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida. Forma parte, también, del Consejo Pontificio para los Laicos.

El palio arzobispal es una banda blanca con cruces negras, que se coloca alrededor del cuello sobre los hombros, mientras los extremos penden sobre el pecho y la espalda. Se teje con la lana blanca de dos corderos ofrecidos al Papa anualmente el día de Santa Inés (21 de enero) y que se conserva en un pequeño cofre, guardado sobre la Basílica de San Pedro de Roma, sobre el lugar en que se encuentra la tumba del Apóstol. Sólo pueden llevarlo, sobre la casulla, el Papa y los Arzobispos Metropolitanos.

Es una expresión de comunión de las Iglesias metropolitanas o Provincias Eclesiásticas con el Papa, pastor supremo de la Iglesia Universal. En la estructura de la Iglesia, las diócesis se integran en Provincias Eclesiásticas, al frente de las cuales se halla el Arzobispo Metropolitano. De ahí, el citado simbolismo de unidad y comunión.

Junto a los tres citados arzobispos españoles, otros treinta y siete metropolitanos de todo el mundo recibieron este domingo 29 de junio, a las 18 horas, el palio arzobispal de manos del Papa Juan Pablo II, en la Basílica de San Pedro de Roma.

Proceden de países como Alemania, Estados Unidos de América, Brasil, Costa Rica, Colombia, Madagascar, India, Canadá, Francia, Hungría, Italia, México, Mozambique, Argentina, Ecuador, Grecia, Malasia y Kazajstán. Otros dos arzobispos metropolitanos recibirán el palio arzobispal en sus respectivas sedes de Samoa e Indonesia.

 

CELEBRACIÓN PRIMERAS VÍSPERAS SOLEMNIDAD SANTOS PEDRO Y PABLO

Juan Pablo II promulgó el sábado a las seis de la tarde la Exhortación Apostólica post sinodal “Ecclesia in Europa”, en el marco de la celebración de las primeras vísperas de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Tras proceder a la firma del documento, el Santo Padre entrego al final de la celebración 13 ejemplares de la Exhortación a los padres sinodales representantes de la Iglesia que está en Europa.

El Papa introdujo el rezo vespertino pidiendo a los presentes que se unieran a su oración de acción de gracias y de súplica en el 25 aniversario de su pontificado: “servicio de amor como el de Pedro, para confesar delante del mundo a Cristo, el Hijo de Dios vivo; solicitud por todas las Iglesias, como la de Pablo, para que podamos alcanzar todos la unidad de la fe”. Y les invitó a “acoger la Exhortación post sinodal, para que el Evangelio de Cristo, sea aún hoy Palabra que llame a la conversión, levadura y luz de la nueva Europa del Espíritu”.

El Santo Padre comenzó su homilía refiriéndose a la “confesión” de Pedro: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”, ya que sólo Él es nuestra esperanza, verdad sobre la que reflexionó la Asamblea sinodal europea y que recoge la Exhortación Ecclesia in Europa, “que con alegría, afirmó el Papa, firmo y entrego hoy”. “Este gesto se sitúa en la perspectiva de la misión evangelizadora de la Iglesia, sierva de Cristo Jesús, apostólica por vocación y elegida para anunciar el evangelio de Dios”.

Juan Pablo II continuó afirmando que “Cristo está vivo en su Iglesia, que ha comunicado a lo largo de su historia la buena noticia, fuente de vida para Europa, de la que sus raíces cristianas constituyen la garantía de su futuro”. Y reconoció la contaminación de la linfa evangélica debida al pecado y a los límites de algunos miembros de la Iglesia, de la que pidió perdón en el Gran Jubileo del Año 2000. Así mismo hizo referencia a la nueva primavera gracias al Espíritu en el testimonio de los santos y mártires, como en la renovación espiritual del Vaticano II. El Papa concluyó su homilía invitando a toda la Iglesia de Europa a renovar sin reservas la adhesión a Cristo y a su Evangelio.

El Santo Padre dirigió también un saludo afectuoso a la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que en representación del Patriarca Bartolomé I habían acudido a Roma para la celebración de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

 

“ECCLESIA IN EUROPA”, EXHORTACIÓN APOSTÓLICA CENTRADA EN ESPERANZA
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Juan Pablo II promulgó el sábado por la tarde la exhortación apostólica post sinodal “Ecclesia in Europa”, en el marco de la celebración de las primeras vísperas de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Al final de la celebración, y en representación de los padres sinodales, entregó 13 ejemplares de la Exhortación a diversos Cardenales, entre los que se encontraba el Cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.

El documento, constituye la conclusión oficial de la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos, celebrada en el Vaticano del 1 al 23 de octubre de 1999. Los cardenales Jan P. Schotte, Secretario General del Sínodo de los Obispos, y Antonio María Rouco Varela, presentaron a la prensa por la mañana en el Vaticano, tras tres años de trabajo el texto, que recoge las propuestas presentadas por los prelados europeos al Pontífice tras el sínodo y que han servido a Juan Pablo II para preparar la exhortación. También participaron en la presentación el arzobispo de Birminghan (Reino Unido), Vincent Gerard Nichols, y el de Lublin (Polonia), Jozef Miroslav Zycinski.

El cardenal de Madrid, que fue el Relator General del Sínodo, comenzó recordando que la esperanza fue la palabra clave para interpretar la situación de Europa en el paso del milenio, mirando a la construcción de la Unión Europea y constatando los síntomas de falta de verdadero sentido y de esperanza para realizarla. La esperanza tiene nombre propio y se llama Jesucristo. Este fue el tema del Sínodo: “Jesucristo vivo en su Iglesia y fuente de esperanza para Europa”. “El Evangelio de la esperanza, afirmó el Cardenal de Madrid, es la palabra que atraviesa toda la Exhortación”.

El documento, teniendo como hilo conductor el Apocalipsis, analiza la situación europea en la que descubre algunos signos preocupantes que son un reto para la acción pastoral de la Iglesia: pérdida de la memoria y de la herencia cristiana; el miedo a afrontar el futuro; la fragmentación de la existencia y las ofertas de esperanzas intramundanas. Todo ello fundamentado en una antropología sin Dios. Junto a estas sombras se descubren signos positivos de esperanza: la conciencia de unificación de Europa y de la comunidad de los pueblos, junto a la defensa de los derechos humanos, así como las múltiples semillas y realidades esperanzadoras dentro de la Iglesia.

Jesucristo es el único tesoro y la única esperanza que la Iglesia tiene que ofrecer a Europa, tanto en el pasado como en la futura construcción de la Europa de los valores y de los pueblos. Pero sólo se podrá realizar si la Iglesia vive, anuncia, celebra y sirve al evangelio de la esperanza. Según el Cardenal Rouco Varela, estos cuatro enunciados constituyen el núcleo de la Exhortación.

Tras desarrollar el contenido central del documento el Cardenal se refirió a la insistencia del Santo Padre en la esperanza para una nueva Europa que representa el cristianismo, desde el nacimiento de la cultura europea, destaca el papel que este continente puede desempeñar en la solidaridad y paz del mundo, alude al importante papel de las instituciones europeas en la promoción de la unidad de los pueblos de Europa y al servicio de las personas; pide que en la futura constitución europea figure la referencia al patrimonio religioso, y particularmente cristiano y que se reconozcan tres elementos complementarios. Es decir, el derecho de las Iglesias y comunidades religiosas a organizarse libremente; el respeto a la identidad específica de las confesiones religiosas y el respeto del estatuto jurídico del que ya gozan en virtud de las legislaciones de los estados miembros de la unión.

Tal como hiciera en Santiago de Compostela hace 21 años, Juan Pablo II reitera su invitación a Europa para que reencuentre su verdadera identidad: “vuelve a encontrarte. Sé tu misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”. Y añade: “El Evangelio no está contra ti sino a tu favor. En el Evangelio de Jesús encontrarás la esperanza firme y duradera a que aspiras. El Evangelio de la Esperanza no defrauda”.

 

MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL TURISMO

“No es posible permanecer indiferentes ante la pobreza y el subdesarrollo, abandonando a innumerables hermanos y hermanas en la miseria, permitiendo que muchos de ellos vayan hacia una muerte inexorable. Esta era la exhortación de Juan Pablo II en su Mensaje para la Jornada Mundial del Turismo, donde además el Papa define el drama de la pobreza como uno de los mayores retos en un mundo donde se agravan las diferencias entre las distintas áreas, no obstante la humanidad haya alcanzado un desarrollo científico y tecnológico extraordinario.

El jueves se hizo público el Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de Turismo, que tendrá lugar el próximo 27 de septiembre, con el lema “El turismo, elemento propulsor de lucha contra la pobreza, para la creación de empleos y la armonía social”. El Papa propone en el Mensaje algunos temas de reflexión sobre este argumento a la luz de la doctrina social de la Iglesia y de las transformaciones que se están verificando en el planeta, transformaciones que repercuten también en el ámbito del turismo.

De hecho el turismo está considerado como una expresión particular de la vida social, con repercusiones económicas, financieras, culturales y con consecuencias decisivas para los individuos y pueblos. “La actividad turística – escribe el Pontífice- desarrolla un papel principal en la lucha contra la pobreza desde el punto de vista económico, social y cultural. Viajando se conocen lugares y situaciones distintas y se puede constatar cuánta diferencia hay entre los países ricos y los pobres.

Partiendo de la base de que el viaje y la estancia siempre abren la posibilidad de encontrarse con personas y culturas distintas, el Santo Padre subraya que en el caso de los países en vías de desarrollo, el turista difícilmente puede evitar el contacto con dolorosas realidades de pobreza y hambre. “En este caso – recomienda Juan Pablo II- es necesario resistir a la tentación de aislarse, evitando el contexto social, y sobre todo debe evitarse aprovechar la propia posición privilegiada para explotar las necesidades de los lugareños... Debemos esforzarnos para que no suceda nunca que el bienestar de unos pocos privilegiados se consiga en perjuicio de la cualidad de vida de muchos otros”.

El Papa considera oportuno subrayar en este mensaje un principio obvio pero por desgracia a menudo ignorado, como el de la necesidad de no buscar el bienestar de un círculo reducido de privilegiados, sino la mejora de las condiciones de vida de todos. Por último el Santo Padre expresa su deseo de que la actividad turística sea siempre un instrumento eficaz para la reducción de la pobreza, para la promoción del crecimiento personal y social de los individuos y de los pueblos, para la consolidación de la participación y la cooperación entre las naciones, las culturas y las religiones. “Que la Virgen María proteja a cuantos están relacionados con el campo del turismo y les mantenga sensibilizados hacia quien sufre a causa de la pobreza, de la injusticia, de la guerra y de la discriminación”.

 

50 ANIVERSARIO DE SACERDOCIO DEL CARDENAL SALVATORE DE GIORGI

Juan Pablo II envió una carta al cardenal Salvatore de Giorgi, arzobispo de Palermo en ocasión del cincuenta aniversario de sacerdocio. El Papa desea al purpurado italiano una feliz conmemoración junto a los fieles y el clero de su iglesia. Creado cardenal por el propio Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 1998, Salvatore De Giorgi, de 73 años de edad, es miembro de la Congregación para el clero y asimismo es miembro del Consejo Pontificio para los laicos y del Consejo Pontificio para la familia.

 

SIN FUNDAMENTO LA NOTICIA DE LA OPERACIÓN DE RODILLA DEL PAPA

Juan Pablo II se trasladará el próximo 10 de julio a Castelgandolfo, donde desarrollará los próximos meses una serie de actividades programadas. Así lo anunció el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, que añadió que “el Papa se propone finalizar un libro que está escribiendo sobre su experiencia pastoral y humana como obispo”. Navarro Valls calificó además de falsa y sin fundamento la noticia de la operación de rodilla del Santo Padre.

 

INAUGURADA EN ROMA LA CASA DE ACOGIDA JUAN PABLO II- OBRA DON ORIONE

Este domingo fue inaugurada en Roma la Casa de Acogida “Juan Pablo II- Obra don Orione”, un lugar de acogida para las personas con minusvalías físicas que vienen en peregrinación a la capital italiana. Esta casa de acogida, completamente reestructurada y ampliada, viene a ser el fruto y culmen de la caridad jubilar, según las mismas palabras del Pontífice en la Carta apostólica Novo millenio ineunte: “muchos peregrinos han contribuido de diferentes modos con sus ofertas y, junto con ellos, también muchos protagonistas de la actividad económica han ofrecido ayudas generosas, que han servido para asegurar la conveniente realización del acontecimiento jubilar. Una vez cubiertos los gastos que se han debido afrontar a lo largo del año, el dinero que sobre, debe destinarse a fines caritativos”.

La ceremonia de inauguración, que comenzó a las 10 y media en la vía de la Camilluccia 112, estuvo presidida, en nombre de Su Santidad, por el cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado.

 

PRESENTACIÓN DE LA PÁGINA DE INTERNET DE LOS MUSEOS VATICANOS

El martes fue presentado, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Sitio de Internet de los Museos Vaticanos al que se puede acceder marcando www.vatican.va, que corresponde al sitio web de la Santa Sede, creado hace varios años y que sigue desarrollándose.

En el acto de presentación, el presidente del Governatorado del Estado de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Edmund Casimir Szoka, hizo hincapié en la gran atención que dedica la Iglesia a los medios de comunicación social, con el fin de poder desarrollar con mayor eficacia su propia misión universal y difundir en todo el mundo su mensaje de evangelización.

El Purpurado evocó las palabras con las que Juan Pablo II inauguró la nueva entrada de los Museos Vaticanos, el 7 de febrero de 2000. Ese día del Gran Jubileo, el Santo Padre definía estos museos como «una de las puertas más significativas de la Santa Sede abiertas al mundo» a través de la cual «se expresa la renovada voluntad de la Iglesia de dialogar con la humanidad en el signo del arte y de la cultura, poniendo a disposición de todos el patrimonio que la historia le ha confiado»

En este contexto, el Card. Szoka afirmaba que compartiendo estas palabras del Santo Padre, se ha querido preparar el sitio de los Museos de la Santa Sede. Así, desde cualquier parte del mundo será posible conectarse en la Red y admirar y recibir informaciones sobre las colecciones de arte que custodian, tutelan y valorizan los Museos Vaticanos desde hace siglos y que la UNESCO ha definido solemnemente como «patrimonio de toda la humanidad».

Por su parte, el Director de los Museos Vaticanos, Francesco Buranelli, señaló que en esta «novedad web» se han querido destacar las conexiones que «constituyen un centro de atracción» para todo el mundo. La Capilla Sixtina, Las Salas de Rafael y la Pinacoteca, así como presentar las secciones que se han renovado y enriquecido recientemente, como el Museo Gregoriano Egipcio y el Museo Gregoriano Etrusco. El Sitio Internet de los Museos Vaticanos, presentado el martes, ofrece también la oportunidad de contemplar virtualmente las obras que pertenecen al Museo Misionero Etnológico, que, por el momento, no es accesible al público debido a los importantes trabajos de reestructuración y restauración que se están cumpliendo.

 

XI ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA

En la undécima Asamblea especial para África, celebrada los pasados 18 y 19 de junio, los miembros del Consejo Post sinodal de la Secretaría General para África, debatieron sobre la difícil situación que atraviesa el continente y sobre la aplicación de la Exhortación Apostólica Post sinodal. El acto, en el que participaron todos los miembros del Consejo, fue presidido por el Secretario General, el Cardenal Jan P. Schotte. Es de destacar la presencia en la Asamblea, por primera vez, del Arzobispo Anselme Titianma Sanon, en sustitución del Cardenal Hyacinthe Thiandoum, Arzobispo emérito de Dakar, en Senegal.

En la reunión, el Secretario General ilustró la actividad de la Secretaría en el periodo sucesivo a la décima asamblea de este Consejo, que tuvo lugar los días 11 y 12 de junio del pasado año. Los participantes en su ronda de intervenciones expusieron la situación en los distintos países africanos, resaltando la emergencia política, civil, económica y sanitaria, que ponen a prueba la presencia de la Iglesia con su mensaje y testimonio de respeto por la dignidad del hombre y en el espíritu de la nueva evangelización.

La Asamblea abogó por que se continuara con la aplicación de la Exhortación Apostólica Post sinodal “Ecclesia in Africa”, que busca la promoción de la Conferencia Episcopal nacional y confederal en el territorio. Al termino de las jornadas, se fijó la fecha de la próxima Asamblea que tendrá lugar el 15 y 16 de junio del próximo año.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

DIÓCESIS DE SOCORRO Y SAN GIL (COLOMBIA)
El Papa ha nombrado obispo de la diócesis a Mons. Ismael RUEDA SIERRA, hasta ahora obispo titular de Buruni y Auxiliar de Cartagena en Colombia.

DIÓCESIS DE SALTO (URUGUAY)
Juan Pablo II ha nombrado auxiliar de la diócesis al sacerdote Heriberto Andrés BODEANT FERNÁNDEZ, del clero de la misma diócesis , párroco de la parroquia del "Sagrado Corazón de Jesús" en Paysandú, asignándole la sede titular episcopal de Ampora.

DIÓCESIS DE JABOTICABAL (BRASIL)
El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por mons. Luiz Eugênio PÉREZ, en conformidad al canon 401, §1 del Código de Derecho Canónico. Le sucede Mons. Antônio Fernando BROCHINI, C.S.S., hasta ahora obispo coadjutor de la misma diócesis.

ARCHIDIÓCESIS DE NEWARK (ESTADOS UNIDOS)
Juan Pablo II ha nombrado auxiliar de la archidiócesis al padre Edgar M. DA CUNHA, S.D.V., miembro de la Sociedad Divinas Vocaciones, párroco de “Saint Michael the Archangel Parish” en Newark, asignándole la sede titular episcopal de Ucres.

ARCHIDIÓCESIS DE NASSAU (BAHAMAS)
El Santo Padre ha nombrado auxiliar de la archidiócesis a Mons. Patrick PINDER, vicario general de la misma archidiócesis, asignándole la sede titular episcopal de Case Calane.

DIÓCESIS DE CUBAO (FILIPINAS)
El Papa ha erigido la diócesis de Cubao (FILIPINAS), con territorio desmembrado de la archidiócesis de Manila, haciéndola sufragánea de la misma Iglesia Metropolitana. Juan Pablo II ha nombrado como primer obispo de la diócesis a Mons. Honesto F. ONGTIOCO, hasta ahora obispo de Balanga.

DIÓCESIS DE KALOOKAN (FILIPINAS)
El Pontífice ha erigido la diócesis de Kalookan (FILIPINAS), con territorio desmembrado de la archidiócesis de Manila, haciéndola sufragánea de la misma Iglesia Metropolitana. El Santo Padre ha nombrado primer obispo de la diócesis a Mons. Deogracias S. IÑIGUEZ, Jr., hasta ahora obispo de Iba.

DIÓCESIS DE PASIG (FILIPINAS)
Juan Pablo II ha erigido la diócesis de Pasig (FILIPINAS), con territorio desmembrado de la archidiócesis de Manila, haciéndola sufragánea de la misma Iglesia Metropolitana. El Papa ha nombrado primer obispo de la diócesis a Mons. Francisco C. SAN DIEGO, hata ahora obispo de San Pablo.

PRELATURA DE INFANTA (FILIPINAS)
El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Prelatura, presentada por Mons. Julio X. LABAYEN, O.C.D., en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado obispo a Mons. Rolando J. TRIA TIRONA, O.C.D., finora Vescovo di Malolos.

CONGREGACIÓN PARA LAS IGLESIAS ORIENTALES
El Pontífice ha nombrado miembros de la Congregación a los monseñores:
  • Lucian MURESAN, arzobispo deFagaras y Alba Iulia,
  • Cyril BASELIOS MALANCHARUVIL, arzobispo de Trivandrum de los Siro-Malankares.

El Papa ha nombrado consultor de la Congregación a Mons. Berhaneyesus DEMEREW SOURAPHIEL, arzobispo de Addis Abeba.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

SOLEMNIDAD DE S. PEDRO Y S. PABLO (B): 29 de junio de 2003
«Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo»

La liturgia de esta solemnidad pone de relieve la diversidad de los carismas de los dos protagonistas: «Pedro fue el primero en confesar la fe, Pablo, el maestro insigne que la interpretó; aquél fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel, éste la extendió a todas las gentes». Los extremos se tocan, y así el primero y el último de los apóstoles se sitúan en el vértice de la Iglesia de Cristo, convirtiéndose Pedro en su Vicario en la tierra, y Pablo en el «más grande misionero de todos los tiempos, el abogado de los paganos, el apóstol de los gentiles».

Pedro fue el primero que confesó la fe en Cristo, pero no se daba exactamente cuenta de lo que estaba diciendo, ya que se lo sugirió el Padre celeste, el único que conoce perfectamente al Hijo. Pablo fue el “vidente”, que, camino de Damasco, vio la gloria del Hijo de Dios y Cabeza de la Iglesia, del que se hizo anunciador con la palabra escrita y oral.

Pablo era un tejedor de tiendas, aún habiendo estudiado en la escuela de Gamaliel convirtiéndose en Doctor de la ley. Pedro es un simple pescador de Galilea que le parecen difíciles las cosas que decía Pablo e sus cartas. Pero será Pablo, tras una revelación de Cristo, quien irá a encontrarse con el pescador a Jerusalén, 14 años después de comenzar su predicación «por si acaso mis afanes de entonces o de ahora eran vanos» (Gal 2,2). Pedro, Santiago y Juan, considerados las columnas de la Iglesia, le «dieron a él y a Bernabé la mano derecha en señal de comunión». Y de este modo, Pedro confirmó a Pablo, ya que había recibido el mandato de Cristo de confirmar a todos los hermanos. Así el Pescador está por delante del Doctor de la ley, porque Dios no tiene acepción de personas.

La liturgia de este día inicia y concluye pidiendo al Señor que conceda a su Iglesia «seguir siempre las enseñanzas de los apóstoles» y «perseverar siempre en la fracción del pan y en la doctrina de los apóstoles». Todos los que se alimentan del mismo cuerpo de Cristo, tiene que nutrirse de la única verdad de Cristo, transmitida por los apóstoles por los apóstoles y confiada a su Iglesia que ha sido fundada «sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas» (Ef 2,20). Los que así perseveran forman un sólo corazón y un alma sola, así como fueron unidos «en dichosa fraternidad los dos santos apóstoles» Pedro y Pablo.

Gallo, docto presbítero romano de finales del siglo II, escribía contra Proclo: «Si vas al Vaticano o a la vía de Ostia, yo te puedo mostrar los trofeos de los fundadores de esta Iglesia». Es el testimonio escrito más antiguo sobre la sepultura de los epígonos del cristianismo, unidos, una vez más, en el testimonio del martirio en la capital del Imperio Romano. Sabemos cómo y cuando Pablo llega a Roma (por mar a Pozzuoli en el invierno del 61), no así en el caso de Pedro, pero sabes con certeza que ambos fueron ejecutados ha mediados de los años 60 en Roma. Según los “Hechos de Pedro”, el Pescador de Galilea fue crucificado con la cabeza para abajo.

Roma a dado al mundo el derecho, Grecia el arte, el cristianismo el amor. El amor fue el don que los dos protagonistas de esta solemnidad dieron al gran imperio, aunque sólo recibieron a cambio odio y muerte. Pablo, que enseñó a los Gálatas el himno de la caridad (Gal 13, 1-13), vienen a proponerlo a los “agrestes” romanos; a la “fuerza” de las armas, Pedro ordena meter la espada en la vaina, siguiendo las enseñanzas del Maestro. Él, que mirando a los ojos del Señor le dijo por tres veces «tu sabes que te amo», opone al “derecho” romano, la fuerza del perdón indefinido del «setenta veces siete».

Pedro viene a Roma para que «la Babilonia de los gentiles» (I P 5,13) se transformase en la ciudad de Dios y en la capital del “Imperio de Cristo”, como lo ha sido gracias a él y a sus sucesores hasta nuestros días.

Todo el mundo cristiano se alegra hoy en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, cuyas tumbas han sido a lo largo de la historia meta de peregrinajes tan abundantes como a los lugares santos de Palestina. Que puedan los dos Príncipes de la Iglesia obtenernos del “Gran Pastor de las ovejas” el sentido profundo de la unidad en la diversidad en la ecumene de su Iglesia.

 

GRAN CRUZ DE LA ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA PARA MONS. CIPRIANO CALDERÓN

Con ocasión de la Onomástica de Su Majestad el Rey de España Don Juan Carlos I, el Embajador de España ante la Santa Sede y ante la Soberana Orden Militar de Malta, Carlos Abella y Ramallo, en el Palacio de España en Roma, impuso al Obispo Español Mons. Cipriano Calderón Polo, Vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

 

PRESENTADO EN ROMA “SIGUE CON NOSOTROS” SOBRE V VISITA DEL PAPA A ESPAÑA

El martes 17 de junio en el curso de una velada en la sede de la Comisión Pontificia para América Latina se presentó el libro “Sigue con nosotros” dedicado a la memoria de la 5ª Visita pastoral de Juan Pablo II a España. Un libro realizado en un tiempo record por Manuel Mª Bru, delegado de medios de información social de la archidiócesis de Madrid y editado por EDIBESA.