AUDIENCIA GENERAL: ESLOVAQUIA POSEE UN RICO PATRIMONIO ESPIRITUAL Juan Pablo II, en el curso de la Audiencia General, “confirmó a Eslovaquia en su fidelidad a Cristo y a la Iglesia” tras finalizar el domingo su 102 viaje pastoral a este país. Además el Papa pidió a los eslovacos una “libertad madura” y les animó a permanecer sólidamente enraizados en la secular tradición cristiana, tras el aislamiento de la dictadura comunista. Una vez más Juan Pablo II se trasladó en coche desde su residencia veraniega en Castelgandolfo a Roma para presidir en la plaza de san Pedro la habitual Audiencia General de los miércoles. Presentes en la plaza 11 mil fieles y peregrinos llegados de varias partes del mundo. El Santo Padre como hace habitualmente tras la llegada de una visita pastoral, dedicó la audiencia a hablar de su Viaje pastoral a Eslovaquia que finalizaba el domingo. Juan Pablo II agradeció al Señor el haber podido visitar Eslovaquia por tercera vez en sus 25 años de Pontificado. Un país “noble” que lo recibió con amor y cordialidad. Y el Papa ha dado las gracias por ello, renovando la expresión de sus más vivos sentimientos a todos los que han cuidado cada aspecto de su estancia en esta tierra: “Fiel a Cristo y a la Iglesia. Así se presenta Eslovaquia en su historia. Yendo personalmente, he querido confirmarla en esta fidelidad, mientras se encamina confiada hacia el futuro”. El Papa complacido pudo admirar también, durante los cuatro días que ha durado la visita, el desarrollo económico y social que está realizando en los últimos años el pueblo eslovaco. “Estoy seguro -dijo el Pontífice- que, entrando en la Unión Europea, el pueblo eslovaco sabrá ofrecer en la construcción de Europa, su válida contribución, también en lo respecta a los valores”: “Gracias a Dios, posee un rico patrimonio espiritual, que, a pesar de la dura persecución sufrida en el pasado, ha sabido sólidamente conservar. De ello es elocuente testimonio el prometedor florecimiento de vida cristiana y de vocaciones sacerdotales y religiosas que hoy se verifican”. Luego, el Papa pasó revista a los puntos más sobresalientes del viaje y comentó las etapas del mismo, destacando los momentos que más le han impresionado de su peregrinación por tierras eslovacas. De su primera etapa, recordó la visita a catedral de Trnava. “De aquel templo dedicado a San Juan Bautista, he pedido a los cristianos que sean siempre intrépidos testigos del Evangelio”. Las jornadas sucesivas vieron al Santo Padre protagonista de las “bonitas y sugestivas” celebraciones eucarísticas en las que participó con “intensa devoción el pueblo cristiano”. En la de Banska Bystrica subrayó “la exigencia de cultivar, a partir de la familia, una libertad madura”. En la misma ciudad, encontrando a los obispos de Eslovaquia, los animó “a proseguir en la vasta obra de promoción de la vida cristiana, tras los años oscuros del aislamiento y de la dictadura comunista”. De su paso por Roznava, una región agrícola en la parte oriental del país, el Papa destacó la advertencia que hizo a los campesinos para que no pierdan sus raíces culturales y queden “sólidamente enraizados en su secular tradición cristiana”. Finalmente Juan Pablo II puso de relieve la Santa Misa con beatificaciones del domingo, en Bratislava, de dos hijos de esta tierra, víctimas de atroces persecuciones en los últimos 50 años, por parte del régimen comunista”. RESUMEN
DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL Queridos
hermanos y hermanas: Saludo a los fieles de lengua española, especialmente a los de Chile, España y a los alumnos del Pontificio Colegio Mexicano en Roma. Que bajo la protección maternal de Nuestra Señora anunciéis valientemente el Evangelio dando testimonio con vuestra vida santa. ****************** Después de los saludos a todos los grupos presentes en la Audiencia, Juan Pablo II como siempre se dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. “La amistad con Jesús, sea para vosotros, queridos jóvenes, - dijo el Pontífice - motivo inspirador en cada elección y compromiso; para vosotros, queridos enfermos, sea un apoyo en los momentos de sufrimiento; y para vosotros queridos recién casados, sea un acicate para corresponder a vuestra vocación familiar”.
APOSTOLADO DEL OBISPO DEBE SER UN DESBORDAMIENTO DE SU VIDA INTERIOR Juan Pablo II entregará a la Iglesia el próximo 16 de octubre, coincidiendo con la significativa fecha de su XXV año de pontificado, la Exhortación apostólica postsinodal sobre la última Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cuyo tema fue “El obispo servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”. Lo anunciaba el jueves el Santo Padre en su discurso a los últimos obispos nombrados el año pasado por él mismo, que participan en el tradicional encuentro que promueve la Congregación de los obispos. La Exhortación del sínodo sobre el obispo y su ministerio en el mundo actual nace a la luz dos años después de que se celebrara, del 30 de septiembre al 27 de octubre de 2001, aquella Asamblea dedicada al pastor episcopal y después de que el Papa reflexionara sobre las conclusiones de la misma. “La Iglesia, de hecho, según la expresión de san Pablo - recordó el Pontífice a los nuevos obispos -, ha sido edificada sobre el fundamento de los apóstoles. Y los obispos son por voluntad divina los sucesores de los Apóstoles como pastores de la Iglesia”. “La misión pastoral confiada a vosotros es exaltadora, pero hoy es también particularmente ardua y fatigosa, prosiguió el Papa. Nuestro tiempo, de hecho, con los problemas que tiene se caracteriza por las inquietudes y las incertidumbres. Muchos, incluso entre los mismos cristianos, parecen estar desorientados y sin esperanza. En este contexto, nosotros pastores estamos llamados a anunciar el Evangelio y a ser testigos de la esperanza”. “Una esperanza que se encuentra - dijo Juan Pablo II - en la Cruz, “en el misterio del triunfo y la fecundidad de Cristo crucificado”. “Él, el viviente, nos acompaña por los caminos de la historia, con la fuerza de su Espíritu. Esta iluminadora certeza debe inspirar profundamente nuestra mentalidad pastoral, corroborando nuestra confianza en Dios y en los hombres y aumentando nuestra audacia apostólica”. Al inicio del ministerio episcopal de estos pastores llegados en peregrinación a Roma desde distintos países, el Santo Padre les habló del “recuerdo todavía fresco” de su Ordenación Episcopal y les aconsejó sobre su sagrado ministerio. “La vida del Obispo es un don de sí mismo a Cristo y a la Iglesia. Nuestro ministerio nos llama a conducir una vida santa. Sois la imagen viva y visible del Buen Pastor. Velad por vuestro rebaño ‘como los que sirven’. Amad a la Iglesia más que a vosotros mismos. Vivid en ella y por ella en el servicio pastoral”. Un apostolado, el del obispo, que siempre debe ser un “desbordamiento” de su vida interior. Ciertamente, esto deberá complementarse también “con una intensa y laboriosa actividad, pero una actividad que sea expresión de la caridad pastoral. Y la fuente de la caridad pastoral - afirmó el Santo Padre- es la contemplación del rostro de Cristo Buen Pastor”. “¡Sed hombres de oración! Con vuestro ejemplo mostraréis el primado de la vida espiritual, es decir, el primado de la gracia que es el alma de todo apostolado”. Finalmente el Santo Padre habló a los nuevos obispos de la “urgencia de una adecuada pastoral vocacional”. La preocupación del Papa al inicio del tercer milenio es grande en este aspecto de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada “que son un don de Dios”. “Pero que son también - señaló Juan Pablo II- fruto de familias fuertes y sanas, y de comunidades eclesiales donde la figura del sacerdote es bien considerada y valorizada”. Que la elección de los educadores en los seminarios sea hecha, pues, con el máximo cuidado advirtió el Papa, “porque solamente el testimonio personal de una vida generosa y gozosa es capaz de arrastrar los ánimos de los jóvenes de hoy”.
UGANDA: "ABANDONAR LOS COMBATES Y CONSTRUIR UN FUTURO DE PAZ" Juan Pablo II dirigió un apremiante llamamiento a las facciones enfrentadas en Uganda para que abandonen los combates y condenó firmemente, junto a los obispos del país, a quienes recibió el sábado en audiencia, cualquier acto de derramamiento de sangre y destrucción. Juan Pablo II ha dirigido un apremiante llamamiento a las facciones enfrentadas en Uganda para que abandonen los combates y se comprometan con valentía a construir un futuro de esperanza, justicia y paz para todos los ugandeses. Al recibir el sábado a los obispos de Uganda al final de su visita ad límina el Papa expresó su tristeza por los continuos enfrentamientos y la anarquía en la que está inmerso el país y junto a los obispos ugandeses ha condenado firmemente cualquier acto de derramamiento de sangre y destrucción. Especialmente en el norte, subrayó el Pontífice, el conflicto ha provocado además miseria, sufrimiento y muerte, golpeando de la misma forma a la Iglesia y persiguiendo a sus ministros. La situación en el oeste y noreste del país también presenta episodios de violencia y hostilidad que repercuten negativamente sobre la nación agotando la vida y energías de la población. En cuanto al crecimiento de la Iglesia ugandesa, el Pontífice recordó cómo han aumentado numéricamente desde su primera visita ad límina. En este momento Uganda ha pasado de una única provincia eclesiástica a contar con cuatro sedes metropolitanas y un total de 19 diócesis. “Un signo muy positivo- precisó- de la labor realizada por Cristo en la edificación de su Iglesia en el país”. Otro aspecto que Juan Pablo II desarrolló en su discurso a los obispos ugandeses es su deber de hacer que la Iglesia este cada vez más efectivamente presente en áreas de particular importancia para la vida social, económica, política y cultural del país. “Es el momento de que los católicos –junto a otros cristianos- recomendó el Santo Padre, propongan a Dios como medio para defender y promover los valores fundamentales que hacen de una sociedad verdaderamente digna del hombre. El Papa alabó los esfuerzos realizados en este sentido por la Conferencia Episcopal en el ámbito de la salud, la educación y el desarrollo. En particular calificó como dignas de especial mención las distintas iniciativas para combatir el SIDA, en completa sintonía con las enseñanzas de la Iglesia, que abarcan la asistencia a todos los afectados por esta enfermedad y mantienen a la población debidamente informada sobre el virus. Otro de los temas de este discurso fue el de la formación de los laicos y en este contexto Juan Pablo II definió de especial importancia los esfuerzos destinados a superar los conflictos tribales y las tensiones entre las distintas etnias. “Las rivalidades –precisó- no tienen lugar en la Iglesia de Cristo y solo sirven para debilitar el entero tejido social”. En el apartado de la formación de la juventud ugandesa, el Papa resaltó el compromiso fundamental de las escuelas católicas en este campo. Un servicio, que puede constituir, mediante una colaboración estrecha con el gobierno, un significativa forma de participación católica en la vida del país, especialmente si carece de discriminación étnica y defiende el respeto de los derechos de todos. Por último el Papa exhortó a los obispos a caminar siempre junto a quienes les han sido confiados pastoralmente, enseñándoles el amor del Padre, especialmente a quienes sufren a causa de la violencia, por el SIDA, o los afligidos por cualquier otra situación de penalidades y dificultades. ARZOBISPO DE GULU: “SOY EL PASTOR DE TODOS”
SACERDOTES DEL ARZOBISPADO GRECO ORTODOXO DE ATENAS, EN ROMA El viernes Juan Pablo II recibió a un grupo de 30 sacerdotes del Arzobispado greco ortodoxo de Atenas que se encuentran en Roma desde el pasado día 15 de septiembre cumpliendo un denso programa de contactos, encuentros y actividades espirituales. Esta visita, organizada con la bendición del arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Su Beatitud Chrystodulos, se enmarca en el contexto de las relaciones con la Iglesia ortodoxa de Grecia que, en estos tres últimos años, se han intensificado particularmente. En su discurso a los sacerdotes griegos, el Papa reafirmó que “debemos continuar construyendo sobre las sólidas bases de los lazos fraternos y evangélicos que experimentamos en aquella circunstancia”: la visita al arzobispo de Atenas y de toda Grecia, y a la Iglesia ortodoxa del país realizada por Juan Pablo II durante el año del Gran Jubileo y en el contexto de la peregrinación tras las huellas de San Pablo. El Pontífice reiteró su deseo de que el Señor abra todos los corazones a su oración: “que todos sean una sola cosa”, y que otorgue la capacidad de una obediencia genuina a su voluntad, de forma que se pueda emprender juntos una búsqueda de los caminos de una colaboración más estrecha y una comunión cada vez más profunda.
"SED PASTORES A TRAVÉS DEL EJEMPLO" Santificarse a sí mismos y al propio rebaño a través de la vida de oración y el testimonio del celo apostólico. El Papa recibió el viernes a los obispos destinados a las zonas anglófonas de misión a quienes recomendó: “Sed pastores, que a través del ejemplo más que de las palabras, honran el Evangelio e inspiran, a su alrededor, el deseo de conocerlo mejor y ponerlo en práctica”. Juan Pablo II recibió en audiencia a 180 obispos anglófonos tras un curso de formación para los prelados en tierra de misión de lengua inglesa y que ha sido promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. El Santo Padre propuso a los obispos el imperativo reflejado en la Encíclica Redemptoris Missio: “Ha llegado el momento de comprometer todas las fuerzas eclesiales para la nueva evangelización y para la misión ad gentes. Ningún creyente en Cristo, ninguna institución de la Iglesia puede sustraerse a este mandato supremo: anunciar a Cristo a todos los pueblos”. Otro mandato evangélico recordado por el Santo Padre fue el de Remar mar adentro, propuesto al inicio del tercer milenio cristiano, definiéndolo como una invitación a echar las redes espirituales en los mares del mundo y a guiar al pueblo de Dios hacia la santidad, una urgente necesidad pastoral de nuestros tiempos. El Papa puntualizó además como deber de los obispos en el desarrollo de su ministerio de guías y defensores del rebaño que se les ha confiado, el nutrirse de una oración intensa y constante y el cultivo de una intimidad profunda con Cristo. “Ninguna actividad o problema –añadió el Papa- debe distraeros de esta prioridad espiritual que da forma al mandato apostólico que habéis recibido con la ordenación episcopal”.
ÁNGELUS: REZAR EL ROSARIO POR LAS FAMILIAS Y POR LA PAZ EN EL MUNDO En estas últimas semanas del Año del Rosario, el Papa invitó a los cristianos a sentirse unidos en la recitación de la santa corona, de modo particular por las familias y por la paz en el mundo. Juan Pablo II continuó el domingo, en sus palabras antes del rezo del Ángelus, que presidió este domingo en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, su peregrinación ideal hacia el Santuario de Pompeya, que, si Dios quiere, realizará el próximo 7 de octubre. Esta peregrinación mariana se inscribe en los actos programados en el Año del Rosario. El Papa reflexionó el domingo sobre los misterios del Rosario, llamados “misterios de la luz”, que fueron introducidos por medio de la Exhortación apostólica “Rosarium Virginis Mariae” con la que se abrió oficialmente el año del Rosario el 16 de octubre de 2002. “Éstos misterios luminosos, dijo el Sumo Pontífice, integran los tradicionales momentos de la infancia, de la pasión y de la gloria de Cristo con aquellos, también importantes, de su “vida pública” (Rosarium Virginis Mariae, 19). “Es el tiempo en el que Jesús, con la potencia de las palabras y de las obras, revela de modo completo el “rostro” del Padre celeste, inaugurando su Reino de amor, de justicia y de paz”. «El Bautismo en el Jordán, las Bodas de Cana, el anuncio del Reino, la Transfiguración en el Monte Tabor y la institución de la Eucaristía: son todos momentos de revelación; “misterios luminosos”, que dejan traspasar el esplendor de la naturaleza divina de Dios en Jesucristo». Y refiriéndose a la presencia de María en estos misterios, Juan Pablo II afirmó que por lo general se encuentra en segundo plano, salvo en las bodas de Cana, donde el papel de la “Madre de Jesús” es determinante. Es ella la que señala al Hijo la falta del vino y le mueve con urgencia materna. Así “demuestra intuir mejor que nadie las intenciones profundas de Jesús. Ella lo conoce “de corazón a corazón”, ya que desde el comienzo ha meditado cada uno de sus gestos y palabras. “Por ello la Virgen es la primera y principal maestra de oración cristiana: en su escuela se aprende a contemplar el rostro del Señor, a asimilar sus sentimientos, a aceptar sus valores con generosa coherencia” El Papa concluyó sus palabras invitando a los miles de peregrinos que se trasladaron a Castelgandolfo para rezar con el sucesor de Pedro la oración mariana del Ángelus, “a seguir a Cristo en el itinerario de sus misterios de salvación con el amor ardiente de la Virgen María. Que en estas últimas semanas del Año del Rosario, nos sintamos unidos más que nunca en la recitación de la santa Corona, de modo particular por las familias y por la paz en el mundo”. Tras el rezo del Ángelus y del responso por los fieles difuntos, el Papa saludó en diversas lenguas a los peregrinos congregados en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo. En el saludo en lengua inglesa, el Santo Padre se refirió a la Jornada mundial del mar, jornada promovida por la Organización Marítima Internacional de la ONU y que se suele celebrar en la última semana de septiembre. La OMI es una comunidad comprometida con la seguridad, en la protección y en la limpieza de los océanos. Este fue el saludo del Papa para los peregrinos de nuestra lengua presentes en Castelgandolfo: Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española y portuguesa. Con las palabras de la liturgia de hoy os exhorto a procurar la paz, cuyo fruto es la justicia. ¡Feliz domingo!
UN
ORDEN JURÍDICO AL SERVICIO DE LA FAMILIA HUMANA Y DE LA PAZ MUNDIAL Juan Pablo II reiteró su confianza en el mandato encomendado a la ONU en su mensaje para la 58 asamblea general. Abogó por un orden jurídico al servicio de la familia humana y de la paz mundial y se manifestó contra el «flagelo de la pobreza, de la violencia y de la injusticia», y en favor de la «seguridad global, la justicia internacional y el desarrollo humano». Como es tradicional, en la víspera de la 58 Asamblea General de las Naciones Unidas, la Misión de la Santa Sede organizó un momento de oración, que se celebró en la iglesia de la Sagrada Familia en Nueva York. Participaron en esta vigilia de oración, además del Secretario General de la ONU y de los presidentes, saliente y entrante de la Asamblea General, numerosos embajadores y funcionarios de las Naciones Unidas. La función estuvo presidida por el Card. Edward Egan, Arzobispo de Nueva York y Mons. Celestino Migliore, Observador Permanente de la Santa Sede, leyó un Mensaje en el que Juan Pablo II expresa «su unión en la oración, rogando a Dios que guíe el trabajo de las Naciones Unidas para impulsar cada vez más el entendimiento, el respeto y la cooperación entre los miembros de la comunidad internacional». En este año en el que se conmemora el 40 aniversario de la Encíclica Pacem in Terris, el Santo Padre reitera la profética convicción de su predecesor, el Beato Juan XXIII, de que «la meta de la paz mundial se podrá alcanzar verdaderamente sólo si se logran enmarcar en un orden jurídico al servicio del bien común de toda la familia humana», los «valores éticos de la solidaridad entre los pueblos, del respeto de la dignidad humana y del compromiso de los principios morales de la verdad, la justicia, el amor y la libertad». En dicho Mensaje se pone de relieve que en estos momentos en los que crece de forma cada vez más evidente la necesidad de enfoques multilaterales ante los complejos temas de la «seguridad global, la justicia internacional y el desarrollo humano», Juan Pablo II reafirma su «confianza en el importante mandato encomendado a la Organización de las Naciones Unidas». El Papa alienta a los miembros de la comunidad diplomática y a todos los que están comprometidos en la promoción humana para que perseveren en su generosa y desinteresada labor con el fin de construir «un mundo finalmente libre del flagelo de la pobreza, de la violencia y de la injusticia». Asimismo, el Santo Padre expresa su «esperanza en que las celebraciones dedicadas al décimo aniversario del Año Internacional de la Familia puedan poner de relieve la profunda y necesaria atención que merece este núcleo básico de la vida en cada nación».
DESCUBRIR
MEJOR EL CARISMA QUE UNE A JESUITAS CON SEDE DE PEDRO El Santo Padre agradece el “apreciado y múltiple servicio apostólico que prestan los jesuitas en tantos países del mundo, especialmente en la defensa y propagación de la fe y en el provecho de las almas en la vida y la doctrina cristiana”. En un mensaje dirigido al prepósito general de la Compañía de Jesús, padre Peter-Hans Kolvenbach, con motivo de la 69 Congregación de Procuradores que se está celebrando en Loyola, el Papa define esta como “una ocasión oportuna para descubrir mejor, partiendo desde sus orígenes, el carisma” que une íntimamente a los jesuitas con la Sede de Pedro. “La inspiración de San Ignacio –afirma el Pontífice- de promover una mayor devoción a la obediencia hacia la Sede Apostólica, conserva todavía su pleno valor en este comienzo del tercer Milenio”. Más adelante Juan Pablo II subraya en su mensaje que “al dar vida a la Compañía de Jesús, San Ignacio se propuso el objetivo preciso de servir al solo Señor y a la Iglesia su Esposa bajo el Romano Pontífice, ya que en el Sucesor de Pedro veía el garante de la apertura de la compañía a la misión universal”. El Papa aprovecha este mensaje para invitar a los hijos de San Ignacio a renovar su propio carisma, la obediencia que han querido prestarle de modo especial. Y en la misma línea el Pontífice finaliza enfatizando que “el compromiso de la obediencia a Cristo a través de la obediencia a su Vicario en la tierra ha sido de validísimo sostén a la misión de la Iglesia en el mundo”. El Santo Padre agradece el “apreciado y múltiple servicio apostólico que prestan los jesuitas en tantos países del mundo, especialmente en la defensa y propagación de la fe y en el provecho de las almas en la vida y la doctrina cristiana”. LXIX CONGREGACIÓN DE PROCURADORES
350 ANIVERSARIO DE LA DIÓCESIS DE PRATO (ITALIA) “En el actual contexto socio-cultural, la afluencia de bienes materiales, la atención exasperada de uno mismo y las necesidades inducidas por una sociedad consumista pueden oscurecer la voz interior de Dios, que constantemente invita a mantener salda la alianza personal con Él”. Este es uno de los conceptos principales reflejados en el mensaje que Juan Pablo II dirige al obispo Gastone Simoni con ocasión del 350 aniversario de la diócesis italiana de Prato. Un feliz acontecimiento por el que el Papa se une a esta diócesis para elevar a Dios sentimientos de alabanza y gratitud. Un acontecimiento que se une a otro eclesial: el 500 aniversario de la fundación del monasterio de las Dominicas de San Vicente y de Santa Catalina de Ricci. El Pontífice se une a la alegría de los habitantes de esta tierra deseándoles que prosigan en la construcción, confiada y continuada, de una sociedad cada vez más social, sobre la base de las antiguas tradiciones espirituales que constituyen el patrimonio más precioso. El Santo Padre, que ya subrayó la colaboración secular entre las autoridades civiles y religiosas en la visita que realizó a Prato el 19 de marzo del 86, vuelve a elogiar este entendimiento, que ahora se ha potenciado aún más con la constitución de un Comité que reúne a la Diócesis, al ayuntamiento y la Provincia de Prato. El Papa expresa el deseo en su Mensaje de que el camino hasta ahora recorrido sea motivo de impulso especialmente para las nuevas generaciones, que con el apoyo de los valores tradicionales, avancen hacia nuevas metas de concordia y civilización. En el contexto particular de la fe, el Papa advierte contra el peligro de reducirla a un simple sentimiento religioso vivido en la intimidad, olvidando así que “ser cristianos significa ser apóstoles de Cristo en el mundo. Acoger su Evangelio en nuestra existencia abre las puertas a nuestros hermanos y nos impulsa a estar siempre preparados para responder a quien quiera que pregunte por la razón de la esperanza que reside en nosotros”. Este camino jubilar, que comenzó el pasado 8 de septiembre en Prato, se prolongará hasta el 26 de diciembre de 2004, y el Papa desea por último que este aniversario sea una ocasión providencial para comprender mejor que la vocación a la santidad se extiende a todos y se propone con valentía y paciencia también a las nuevas generaciones.
PROGRAMA DE LAS CELEBRACIONES POR EL XXV AÑO DE PONTIFICADO JUAN PABLO II El 15 de octubre comienzan las celebraciones por el vigésimo quinto año de pontificado de Juan Pablo II con la audiencia general por la mañana y un Congreso, por la tarde, promovido por el Colegio Cardenalicio y al que está invitados cardenales, presidentes de las Conferencias Episcopales, jefes de dicasterios de la Curia Romana y los patriarcas. Un día después, el jueves 16 de octubre, está prevista por la mañana, en la Sala Clementina del Vaticano el acto de firma y entrega de la Exhortación post-sinodal sobre el ministerio de los obispos. Y por la tarde, en la Plaza de San Pedro, la Santa Misa con motivo del 25 aniversario de la elección de Juan pablo II. Las relaciones en el Congreso, a cargo de los cardenales Bernardin Gantín, Jean-Marie Lustigier, Alfonso López Trujillo, Nasrallah Pierre Sfeir, Ivan Dias y Angelo Sodano, proseguirán hasta el sábado 18 de octubre, en el que también está programado el Mensaje del Santo Padre al Colegio Cardenalicio, un encuentro del Papa con los cardenales, presidentes, Jefes de Dicasterios y patriarcas y una vigilia misionera en el Aula Pablo VI. Por último el domingo 19 de octubre concluye el programa de actos de las celebraciones por el vigésimo quinto año de pontificado de Juan Pablo II con la Santa Misa de beatificación de la Sierva de Dios Teresa de Calcuta en la Jornada Misionera Mundial.
NO SE FIRMA EL ACUERDO BILATERAL ENTRE GEORGIA Y LA SANTA SEDE El Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Jean-Louis Tauran, declaró en Tbilisi, al final de su visita a Georgia, que agradece la hospitalidad que había recibido la delegación de la Santa Sede. No obstante, lamenta que la finalidad de la visita –la firma de un acuerdo bilateral entre Georgia y la Santa Sede- no haya podido realizarse, a causa de un cambio de posición por parte de la Autoridades georgianas, en el último momento. A causa de esta falta de entendimiento, afirmó Mons. Tauran, sufrirá principalmente la comunidad católica del País, que hasta la fecha carece de toda garantía jurídica. Por ello, el Secretario de Relaciones con los Estados, le ha manifestado toda su solidaridad. Mons. Tauran, en nombre de la Delegación Vaticana, afirma que ésta se ha sentido gravemente herida por la actitud de la Iglesia ortodoxa georgiana, que ha difundido noticias no acordes con la verdad, a pesar de los reiterados ofrecimientos para informales directamente de las negociaciones. Todo ello, continúa Mons. Tauran, causará un gran sufrimiento a Su Santidad Juan Pablo II, que con ocasión de su visita al País en noviembre de 1999, invitó a todos los cristianos a colaborar unidos en la reconstrucción moral de esta gran Nación. La declaración de Mons. Tauran concluye afirmando su deseo de que Georgia, parte importante de la Convención Internacional sobre los Derechos Humanos, sepa remediar esta desagradable situación.
“COMERCIO
DEBE BENEFICIAR A PERSONAS, NO A LOS MERCADOS O A LA ECONOMÍA” El delegado de la Santa Sede afirmó la semana pasada en Cancún que “el comercio debe beneficiar a las personas, no a los mercados o a la economía”. El subsecretario del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”. Mons. Frank Dewane en su intervención ante la quinta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio se mostró convencido el sábado de que esta reunión representaba un momento de esperanza; “no obstante –subrayó- para que esta esperanza pueda convertirse en realidad se deben cumplir las promesas realizadas anteriormente en la Conferencia de Doha”. El representante de la Santa Sede señaló los progresos insatisfactorios en las áreas de comercio de los países pobres y evidenció la necesidad de acciones audaces y determinantes que repercutan positivamente en el desarrollo. En este contexto el prelado citando al Papa manifestó que “las promesas incumplidas que se hacen a los pobres son especialmente frustrantes porque son vitales para su subsistencia”. En cuanto a la propiedad intelectual, que debe ser protegida y respetada, Mons. Dewane advirtió que al mismo tiempo puede ser una carga social, porque no sólo debe existir para proteger la creatividad sino sobre todo para servir al bien común de la familia humana. Especial consideración pidió el prelado para los agricultores en el contexto de la reducción arancelaria. Reducciones que en los países pobres, junto a los efectos de los subsidios de exportación y la protección nacional de los productos de los países desarrollados, son particularmente dañinos para los pequeños agricultores. La Santa Sede ha manifestado su deseo de “un mecanismo equilibrado de producción y venta que permita una mayor productividad y que vaya acompañada del crecimiento del empleo en las áreas rurales”. Un mecanismo de salvaguardia para sostener a los pequeños agricultores cuya supervivencia está amenazada por otros mecanismos de intercambio. La misma lógica del bien común debería regir el comercio de los servicios, con una puntualización precisa: sectores como el del agua, la escuela, la salud, tradicionalmente a cargo del Estado, podrían pasar al sector privado pero siempre en base a un sistema legislativo claro y con el objetivo de servir al interés público. Por último Mons Dewane llamó la atención sobre la necesidad particular del desarrollo del continente africano, porque todavía hoy continúa siendo frágil en términos de relaciones comerciales y beneficios correspondientes. La reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) concluyó sin acuerdo por la negativa de casi un centenar de los países menos desarrollados a aceptar una negociación sobre la facilitación comercial, las inversiones, la transparencia en las contrataciones públicas y la competencia, como exigían principalmente Europa y Japón. Esa postura propició no sólo el fracaso de la conferencia, sino que se esfumaran las esperanzas de eliminar las subvenciones a la exportación agrícola que aplican los países ricos y que distorsionan los mercados.
MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS EN 193 ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE El cardenal secretario de estado Angelo Sodano presidió el jueves en la abadía primacial de san Anselmo de Roma la Santa Misa de acción de gracias en ocasión del 193 aniversario de la independencia de Chile. El purpurado recordó en su homilía la historia de Chile, desde su independencia y las décadas de tradición republicana, hasta el largo período de silencio, dolor y muerte de la dictadura. Un proceso de reflexión profunda ha caracterizado los últimos años, tras el odio, la descalificación y la intolerancia. El cardenal Sodano apostó para que el pueblo chileno sepa recuperar, en el diálogo, el camino del entendimiento superando así sus diferencias.
ARCHIDIÓCESIS
DE MANILA (FILIPINAS) DIÓCESIS
DE CALAHORRA Y LA CALZADA-LOGROÑO (ESPAÑA) DIÓCESIS
DE TEHUANTEPEC (MÉXICO) DIÓCESIS
DE ARAÇATUBA (BRASIL) DIÓCESIS
DE RICHMOND (ESTADOS UNIDOS) NUNCIATURA
APOSTÓLICA EN TAILANDIA, SINGAPUR Y CAMBOYA
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO
XXV DEL TIEMPO ORDINARIO (B): 21 DE SEPTIEMBRE DE 2003 Del libro de la Sabiduría escuchamos este Domingo la primera advertencia del Señor: lo que piensan los impíos, esos que no cuentan ya con Dios y calculan y deciden sólo conforme a su propia ambición. Fue San Agustín quien definió el pecado como “un rechazo de Dios para servir sólo a la criatura”. Puede ser el dinero, el disfrute o el poder. Aún a costa de frustrar la ilusión de otra gente; aún a costa de sembrar sufrimientos y dolor; aún a costa de aplastar, con tal de subir. Sólo cuenta esta vida y lo que en ella uno pueda lograr para sí. No hay más futuro ni posibilidad que el que, según nuestros cálculos y con nuestro sólo esfuerzo, podamos alcanzar. Dios no entra aquí para nada. La historia no es ya su lugar. Y se le da de lado, para que no estorbe. ¿El resultado final? ¡Mira lo que hoy nos enseña el Señor!: Se dijeron los impíos: “Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados… lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupe de él”. Todas esas situaciones injustas y de opresión, esas que palpamos en carne viva, o leemos en la prensa, o escuchamos a diario por la radio o en televisión, son la prueba evidente de esa ambición humana que nunca cuenta con Dios. Son el resultado de las maquinaciones e intereses que rompen, con su pretensión, el orden querido por Dios. El Salmo de hoy es la oración de todos aquellos que, siendo víctimas, se vuelven a Dios, confiando en su fuerza y en su plan providencial: Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. Como era de esperar, el Señor no está sordo al clamor de los que piden justicia ante la injusticia; de los más indefensos que, ante la opresión o el dolor, se dirigen a Él como solución. Sólo que responde de un modo inesperado, tan sorprendente como de desconcertante es su misericordia. Escucha hoy cómo pretende salvarnos Dios. Ungido por el Espíritu que sabe lo que agrada a Dios, Jesús es el Mesías que invitaba a entrar en un nuevo Reino, una nueva situación donde se imponía el tremendo amor de Dios. Jesús no quería levantar heridas, sino sanar; no venía como líder de una revolución enfrascada, de nuevo, en el círculo maldito, en la dialéctica diabólica de responder a la violencia con otra violencia. No quiso imponerse desde arriba, pasando sobre los más débiles, como hacen los que calculan los destinos del mundo según su propia ambición. No lo hizo bajo el esquema de la evolución, donde termina dominando sólo el más fuerte, sin contar ya el desecho. Lo hizo desde el amor, que nunca se impone por la fuerza, ni desde la ley del que más puede. Un amor que se acerca con preferencia al que está debajo, soportando el olvido y la marginación de los únicos que cuentan. Él había venido a abrazarse con el destino de los últimos que, sin embargo, son los primeros para Dios. Por eso, va ya con decisión a Jerusalén, sabiendo lo que le espera: ser aplastado por el aparato de aquellos que quieren eliminar al que molesta y estorba. Dios no sólo atiende el lamento de aquellos de los que siempre se abusa, sino que comparte su destino para transformarlo en salvación, por el amor. Y dice a sus discípulos: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará. Pero sus discípulos no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Ellos estaban en otra onda, conforme a los criterios de este mundo; como aquellos que piensan que sólo desde arriba, desde los puestos influyentes, se puede hacer algo para arreglarlo. Así, sabiendo que iba a culminar su destino como Mesías, van discutiendo quién sería el más importante. Y Jesús, entonces, les da otra clave para que miren en dirección opuesta, aquella en la que mira Dios, y ayudarles así a entender quién es el importante, el más importante para Dios: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos lo abrazó y les dijo: “El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí”. Es la estrategia de Dios que Él quiso para su Iglesia: ponerse abajo, para poder abrazar al débil, y ser entonces ese «sacramento del amor de Dios a los hombres» que es siempre la verdadera fuente «del amor de los hombres entre sí».
ARZOBISPO DE GULU: “SOY EL PASTOR DE TODOS” “Soy el Pastor de todos: de los militares gobernantes, de la población civil y también de los guerrilleros”. Esta era la afirmación de Mons. John Baptist Odama, arzobispo de Gulu, al norte de Uganda, una zona desde hace 17 años teatro de la violencia del Ejercito de Resistencia del Señor (ERS). Mons Odama, que se encontraba en Roma con motivo de la visita ad límina que están cumpliendo los obispos ugandeses invitó a los guerrilleros del ERS, durante una entrevista a la Agencia FIDES, a contactar con él con toda tranquilidad sin medio de encontrar soldados. Desde hace 17 años, los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor se enfrentan al Gobierno con ataques a la población civil en los que secuestran niños y niñas que utilizan como soldados o esclavas sexuales de sus guerrilleros. El conflicto interno mantiene desplazadas en el norte a más de 800.000 personas, y más de 10.000 niños acuden a dormir cada noche en las calles de la ciudad de Gulu, a 330 kilómetros al norte de la capital, para evitar ser secuestrados. Tan sólo en la diócesis de Gulu durante el conflicto ha muerto cien mil personas y más de 20 mil niños han sido raptados. Ahora también asoma el espectro del hambre: no se cultivan los campos por los continuos ataques del ERS. Mons. Odama hace un llamamiento a la comunidad internacional para que tome conciencia de este conflicto olvidado que dura ya 17 largos años. Además el arzobispo de Gulu advirtió de que “la guerra se está expandiendo en la región de Tesso y en la de Soroti y en el interior del país”. El gobierno, para contrarrestar a los rebeldes está distribuyendo armas entre la población civil y a los cazadores kamajori. Ante este dato, el prelado ugandés subrayó el peligro de que las armas de que el gobierno facilita sean usadas con contra la guerrilla sino en la lucha entre las bandas de saqueadores. “Existe el peligro de un conflicto de todos entre sí”. Por último el arzobispo asegura su convicción en que “no hay una solución militar para este conflicto. El 85 por ciento de los combatientes del ERS son niños raptados y obligados a combatir en una guerra que no es de ellos. Incluso muchos de los jefes intermedios son chicos capturados desde pequeños y que han crecido combatiendo”. Mons. Gulu finalizó subrayó su convicción de que si se les ofrece una vía de salida, depondrán las armas. LLAMAMIENTO DEL PAPA A ABANDONAR LOS COMBATES Y CONSTRUIR UN FUTURO DE PAZ
COLOMBIA: OBISPOS LLAMAN A VOTAR RESPONSABLEMENTE Y EN CONCIENCIA Cuando falta casi un mes para la celebración del referéndum convocado por el gobierno de Alvaro Uribe y las elecciones regionales, la Conferencia Episcopal Colombiana llamó a los católicos – candidatos y electores - a defender su libertad participando de los comicios con «responsabilidad y en conciencia». Tras reconocer que Colombia necesita superar «la grave crisis de orden social y económico por la que atraviesa», el texto firmado por el Cardenal Pedro Rubiano, arzobispo de Bogotá y presidente del Episcopado, advierte que no se debe justificar la abstención arguyendo que muchos «gobernantes y dirigentes políticos han sido inferiores al mandato recibido o han sucumbido a las tentaciones del clientelismo y de la corrupción». Los obispos colombianos piden desoír a los «grupos legales y grupos al margen de la ley que se han apropiado de forma abusiva del derecho de presionar o prohibir, estableciendo vetos y amenazas contra los candidatos que no comulgan con su ideología y sus tácticas». Refiriéndose a los candidatos a gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, los prelados colombianos invitan a los electores a elegir a «quienes brinden mayores garantías en el respeto del sentimiento religioso del pueblo, de promover los valores del evangelio y de instaurar un orden social basado en la justicia». Asimismo los Obispos de Colombia recuerdan la necesidad de prepararse en la oración al Referendo y las Elecciones. Para que el Señor conceda la necesaria «lucidez en el discernimiento» y «podamos elegir a los hombres y mujeres que deberán conducirnos por caminos de justicia, de paz y de progreso en los próximos años».
EL ESCORIAL: II JORNADAS DE ESTUDIO PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS Concluyeron el miércoles en El Escorial, Madrid, las II Jornadas de Estudio para las Causas de los Santos. Con nosotros estuvo el P. carmelita español, Jesús Castellano Cervera, que ha sido uno de los ponentes.
ENCUENTRO RESPONSABLES DE CENTROS CULTURALES CATÓLICOS DEL CONO SUR Desde el miércoles 17 hasta el viernes 19 de septiembre, se ha celebrado en la ciudad chilena de Valparaíso, el Encuentro de responsables de centros culturales católicos del Cono Sur. Sobre esta cita nos habló en una entrevista Don Melchor Sánchez de Toca del Consejo Pontificio para la Cultura, cuyo Presidente, el Cardenal Paul Poupard, presidió la inauguración del mencionado Encuentro:
Las reliquias de Santa Teresita de Lisieux han llegado ya a León, la sexta diócesis que visitan en la peregrinación que están realizando por tierras españolas. Entrevista a Don Julián López Martín, obispo de León.
LAS INICIATIVAS TELEVISIVAS DE LOS CATÓLICOS EN LOS PAÍSES EUROPEOS Tuvo lugar el jueves en un Seminario sobre las televisiones católicas en Europa organizado por el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas, en el que participan representantes de 20 países europeos, entre ellos también España. El título de este seminario es “Las iniciativas televisivas de los católicos en los países europeos: realidad y perspectivas” y entre sus pretensiones fundamentales buscaba el encuentro de los representantes de las televisiones católicas y de los programas religiosos producidos por las televisiones públicas; verificar las experiencias de cada emisora y proponer hipótesis sobre la realización de coproducciones internacionales. El contexto de las relaciones entre la televisión y la Iglesia católica en Europa es muy variado. En algunos países o diócesis existen televisiones privadas de matriz católica; en otros la Iglesia tiene acceso restringido a programas en las emisoras publicas, mientras que en otros no existe relación alguna. En este Seminario, en el que se analizó el futuro de la televisión en Europa, se expusieron también las directrices y las normas en materia televisiva de la Unión Europea y además se planteó la posibilidad de colaboración y coproducción.
REUNIÓN COMISIÓN EPISCOPAL EUROPEA DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Mons. John Foley, Presidente del consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, presidió el sábado la misa de clausura de la Reunión Anual de la Comisión Episcopal Europea de Medios de Comunicación Social. Entre los participantes se encontraba Mons. Sánchez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara y Presidente de la Comisión Episcopal encargada del sector en España, a quien le pedimos que nos hiciese un balance de las actividades promovidas por la Iglesia Española en el último período.
LOYOLA: 69 CONGREGACIÓN DE PROCURADORES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS Con un Comunicado de Prensa, la Compañía de Jesús anunció que el 18 de septiembre - con la celebración de la Eucaristía presidida por el Superior General, Padre Peter-Hans Kolvenbach - comenzaba en Loyola la 69 Congregación de Procuradores. Esta reunión, que el Superior General convoca a los tres años de la última Congregación General, se propone decidir si se considera necesaria la convocación de una Congregación General y examinar la situación de la Compañía de Jesús en el mundo. La Congregación de Procuradores de la Compañía de Jesús está compuesta por 85 representantes elegidos por las Provincias - uno de cada provincia - y 13 miembros del gobierno central de la misma Compañía con un total de 96 participantes. La mayoría de los procuradores ocupan cargos en el campo de la educación o en la formación de los jóvenes jesuitas. La 69 Congregación esta presidida por el P. Kolvenbach que pronunciará las homilías de inauguración y clausura, y abrirá los trabajos con un examen de la situación actual de la Compañía de Jesús. En 2003 los jesuitas son 20.400, trabajan en 112 países y están agrupados en 10 Asistencias y 85 Provincias. En enero de 2003 el número de novicios era 929.
LXIX CONGREGACIÓN DE PROCURADORES: DISCURSO DE APERTURA Al comienzo de esta Congregación de Procuradores el Prepósito General pronunció el discurso de apertura sobre el Estado de la Compañía de Jesús en el que el P. Kolvenbach se manifestó impresionado por el tono franco y realista de los informes realizados por las comunidades y obras de las provincias jesuitas. Unos informes que fueron calificados por el Prepósito como decisivos para “enfrentarnos a toda la verdad de la Compañía de Jesús con sus luces y sus sombras, sus fuerzas y sus debilidades, su empuje apostólico y sus frenos”. En este claroscuro expuesto en la apertura, el P. Kolvenbach subrayó que los jesuitas comparten con el mundo “sus enfermedades que, según los continentes, son la sociedad de consumo y de abusos sexuales, múltiples formas de injusticia social y de discriminación colectiva, o una humanidad cada vez más autónoma que no reconoce a su Creador amoroso”. “Es de conocimiento público –añadió más adelante-que ciertas provincias han descubierto entre sus miembros casos de abusos sexuales que ponen gravemente en duda nuestra credibilidad apostólica y la imagen del jesuita. Pero al mismo tiempo, en amplios sectores de la Compañía, el celibato consagrado se vive de manera más clara y límpida, sin la menor ambigüedad que pueda privarla de su capacidad de testimonio evangélico”. También destacó el P. Kolvenbach ciertos aspectos del gobierno de la Compañía, sobre los que algunos informes han señalado su ejercicio dentro de una gran diversidad, que abarca extremos opuestos personificados por superiores dialogantes frente a otros que no parecen escuchar, y hombres que hacen planes y toman decisiones eficaces y quienes no llegan a decidirse. Un tema importante sobre el que insistió el Prepósito general fue el de la misión específica del jesuita, una condición indispensable para la cohesión del cuerpo universal de la Compañía. El P Kolvenbach se decantó por la expresión ignaciana “Ayudar a las almas”, en este tiempo de diálogo en el que Juan Pablo II no cesa de recordarnos que el Señor no ha venido a imponerse sino a proponerse amorosamente, porque el uso del término “ayudar” es la más feliz para caracterizar la misión de la Compañía. “La misión – añadió más adelante – abarca también el testimonio de la vida comunitaria, en la que con frecuencia hombres que no están en absoluto destinados a orar, vivir y trabajar juntos , hacen presente, en un mundo dividido, conflictivo y violento, el nuevo llamamiento del Señor. Allí sobre todo donde el ambiente está fuertemente marcado por el nacionalismo y el racismo, por el clan y por ciertas formas de exclusivismo – incluso entre nosotros- la voluntad de vivir la Iglesia como comunión, la vida consagrada como familia de Dios, y la Compañía como un grupo de amigos en el Señor, es una exigencia apostólica que forma siempre parte de nuestra misión, pero que comporta hoy nuevas obligaciones. Los informes de los Procuradores demuestran que, con una vida de don y de perdón, tenemos que rehacer constantemente una unión que el individualismo y la rivalidad no cesan de deshacer”. En el apartado de la educación, el P. Kolvenbach defendió la creación de un ambiente impregnado del espíritu evangélico de libertad y de caridad, en el que se ayude a los jóvenes a crecer en humanidad. “En la calidad de la educación – afirmó- se juega el porvenir de muchos pueblos y culturas y la Compañía no puede sustraerse de participar en esta responsabilidad apostólica. Relacionando el tema de la educación con el de la acción social el prepósito general de los jesuitas subrayó que a veces se reprocha a la Compañía el haber desertado de la primera para lanzarse a la segunda. “Es preciso rendirse a la evidencia – explicó- de que el sector educativo está todavía en pleno auge, mientras que en la Compañía el sector social propiamente dicho corre peligro de desaparecer si no se hace cuanto antes un esfuerzo especial. Un sector social –precisó- que engloba centros sociales, formas de inserción entre los desfavorecidos, respaldo a los sindicatos y movimientos populares. El último de los grandes temas que abordó el P. Kolvenbach fue el de la globalización de los mercados, cuyo único fin es la concentración de la riqueza, causa de la globalización de la pobreza que deja sin esperanza a los pobres. Para poner remedio a esta condición cada vez más injusta para los pobres el prepósito general citó a Juan Pablo II al reclamar “una nueva imaginación de la caridad”, recomendando que se reencuentre incesantemente el camino de la solidaridad con los pobres y tener la valentía de ser la voz de los sin voz”. UNA OCASIÓN PARA DESCUBRIR MEJOR EL CARISMA QUE UNE A JESUITAS CON SEDE DE PEDRO
OBISPOS IRAK PIDEN UN REPRESENTANTE CALDEO EN CONSEJO GUBERNATIVO Los diecinueve obispos caldeos de Irak pidieron la presencia «de un representante caldeo en el Consejo gubernativo iraquí» en un documento firmado esta semana y entregado a Paul Bremer, administrador civil en el país. El texto, publicado en su versión original por la Agencia FIDES pide igualmente el «reconocimiento de la importante contribución de los cristianos en la construcción del nuevo Irak». Los obispos insisten en el documento remitido por el Patriarcado caldeo en Bagdad al administrador civil estadounidense en que «sean garantizados todos los derechos para los cristianos en Irak a nivel religioso, social, civil y político». Asimismo, recuerdan que los cristianos son antiguos habitantes de Mesopotamia que tienen un patrimonio de monasterios, pueblos y ciudades, y que muchos caldeos tuvieron que abandonar la propia tierra tras los intentos de suprimir la cultura caldea en el pasado. La población caldea, aproximadamente el 80% de los cristianos iraquíes, representa el tercer grupo étnico de Irak, tras los árabes y los curdos.
EDUCAR:
ARTE Y OFICIO La tarea de educar tiene mucho de arte, pero sobre todo de oficio. De arte, porque siempre hay detrás del esfuerzo educativo una vocación de paternidad o maternidad, y al mismo tiempo una exigencia de observación y de metodología, que no puede ser fruto de la improvisación. Y de manera especial en el mundo en que estamos todos hoy sumergido. Zattori y Gilini han escrito en colaboración un libro aparentemente simple, pero que encierra grandes dosis de ciencia pedagógica. Quizá las oculta una estructura en la que se repite a manera de cuento infantil, la presencia de una hada que se cuestiona en cada capítulo el proceso de la educación: desde la creación o concepción de la criatura hasta la problemática que puede crear cuando va acercándose a la adolescencia. Su visión inicial no es precisamente optimista. Seguramente experiencias personales, o la observación del estado real de la juventud en nuestros países occidentales les condiciona, quizá más de la cuenta. Aunque, la verdad, la situación no es para echar las campanas al vuelo... Aceptar al recién nacido con el horizonte de su propia vida, desconocido por él pero que va a darse de un modo u otro según sea la aplicación a la tarea educativa de quienes sean sus responsables, no es cosa baladí. En el ser que entra a formar parte en la sociedad humana hay una serie de posibilidades en perspectiva que no puede dejar de tener en cuenta quien se va a hacer cargo de la gran responsabilidad de hacerle un hombre o una mujer en agraz. Este es el gran desafío, que no puede obviarse de manera alguna, y a quienes les toca por la fuerza de la sangre o por la exigencia de la sociedad, hay que ayudarles a tener en cuenta la complejidad de la tarea. Y esto es lo que se proponen María Teresa Zattori y Gilberto Gillini ante el hecho real del crecimiento de los hijos, mediante una serie precisa – aunque no exhaustiva – de fundamentos y consejos para los padres en Los senderos de la vida. Un libro breve que recomendamos a parejas jóvenes, y que ha de serles muy provechoso, tanto si se estudia en particular, como si se hace un grupos de reflexión y estudio. Y aunque no fuera más que para caer en la cuenta de que no basta el instinto, o los recuerdos y memoria personales. La simple experiencia o la voz del sentido común no la creen suficiente los autores, con razón, porque dada la complejidad del mundo actual, y la influencia de tantos elementos dispares – y cada vez más nuevos y diversos – en la formación de la personalidad naciente, hace falta mucho tacto y mucha reflexión para no dejarse llevar por la fácil pendiente de lo que sea cree ya sabido Y a veces las sorpresas resultan desagradables. Los ejemplos que aporta la obra son confirmación de este hecho. |