2006-02-20 19:29:01

Ángelus: “Sólo el Amor de Dios puede renovar el corazón del hombre”


Domingo, 19 feb (RV).- Un domingo más, a mediodía, Benedicto XVI ha dirigido la oración del Ángelus desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico. En su alocución antes de la oración mariana, el Papa ha hablado de las dificultades que tiene hoy la humanidad en progresar hacia la paz, la justicia y la fraternidad a causa de los signos del pecado. Y ha reflexionado sobre este “mal” que anidándose en el ánimo del hombre, poco a poco lo paraliza y bloquea el desarrollo integral de la humanidad.

El Pontífice ha comenzado señalando que en estos domingos la liturgia nos está presentando en el Evangelio el relato de varias curaciones realizadas por Cristo. El domingo pasado, fue la curación de un leproso, y hoy se trata de un paralítico, que cuatro personas traen en una camilla para ponerlo ante Jesús. Vista la fe que tienen, le dice al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados”. Actuando de este modo, Jesús muestra que antes que nada quiere curar el espíritu.

“El paralítico –ha explicado el Papa- es la imagen de cada ser humano a quien el pecado le impide moverse libremente, caminar por la vía del bien, dar lo mejor de sí mismo. En efecto, el mal anidando en el alma, ata al hombre con los lazos de la mentira, de la ira, de la envidia y de los demás pecados, y poco a poco lo paraliza. Por esto, Jesús, suscitando el escándalo de los escribas presentes, dice: “Tus pecados te son perdonados”, y sólo después, para demostrar la autoridad que le ha conferido Dios de perdonar los pecados, añade: “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”, y lo cura completamente.

El mensaje, ha dicho Benedicto XVI, es claro: el hombre, paralizado por el pecado, tiene necesidad de la misericordia de Dios, que Cristo ha venido a traerle, para que curado en el corazón, toda su existencia pueda florecer. También hoy la humanidad tiene las señales del pecado, que le impide progresar con facilidad en aquellos valores de fraternidad, de justicia, de paz que se ha propuesto en solemnes declaraciones. ¿Por qué?, se ha preguntado el Papa ¿Qué es lo que bloquea su camino? ¿Qué es lo que paraliza el desarrollo integral?

En el plano histórico, sabemos que las causas son muchas y el problema complejo, ha dicho el Papa, pero el mensaje divino es distinto. “La Palabra de Dios nos invita a tener una mirada de fe y a confiar, como aquellas personas que traen al paralítico, que sólo Jesús puede curar verdaderamente”, ha dicho el Papa, que ha agregado que, como sus predecesores, ha querido seguir el camino de conducir a los hombres hacia Cristo Redentor, para que por medio de la intercesión de María Inmaculada, les pueda sanar.

De forma particular con la primera Encíclica, Deus Caritas est, Benedicto XVI ha señalado que ha querido poner a los creyentes y al mundo entero ante Dios como fuente del auténtico amor. Y ha terminado el Santo Padre con una solemne receta contra los signos que paralizan al hombre en el pecado: “sólo el Amor de Dios puede renovar el corazón del hombre, y solo si se cura en el corazón la humanidad paralizada puede levantarse y caminar. El amor de Dios es la verdadera fuerza que renueva el mundo”.

Finalmente, el Santo Padre ha invocado la intercesión de la Virgen María, para que cada hombre se abra al amor misericordioso de Dios, y así la familia humana pueda ser sanada en profundidad de los males que la afligen.

Después de la oración del Ángelus, el Santo Padre ha saludado en distintas lenguas a los fieles y peregrinos presentes en la plaza de San Pedro. Estas han sido sus palabras en español. RealAudioMP3

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, así como a los que participan en esta oración mariana a través de la radio y la televisión. Como el paralítico del Evangelio, os animo a acercaros con decisión y confianza al amor y a la misericordia de Jesús, el único que puede perdonar los pecados y devolver la alegría y la paz a nuestros corazones. ¡Feliz domingo!
 







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