El Papa recibe en audiencia a los de obispos de la Conferencia Episcopal de los santos
Cirilo y Metodio a quienes señala la importancia de la Conferencia Episcopal Internacional
Viernes, 4 may (RV).- El Papa ha recibido en audiencia a un grupo de obispos de la
Conferencia Episcopal de los santos Cirilo y Metodio, en visita "ad Limina Apostolorum".
En la misma han participado el administrador apostólico de Prizren (Serbia), y el
obispo de Skopje y exarca apostólico para los fieles de rito bizantino residentes
en la ex república yugoslava de Macedonia.
Benedicto XVI ha resaltado la particularidad
de esta Conferencia Episcopal Internacional, que reúne a los obispos de las ex repúblicas
yugoslavas de Serbia, Macedonia, Montenegro y la provincia del Kósovo. Una Conferencia
que acomuna a países distintos con etnias, culturas y lenguas diversas, pero cuyas
comunidades eclesiales comparten la misma fe en Cristo resucitado transmitida desde
el tiempo de los Apóstoles.
El Pontífice ha manifestado a los prelados, que
conoce “los distintos países y los distintos contextos sociales y religiosos en los
que viven sus fieles”, y cómo éstos repercuten de distinta forma en su vida cristiana.
En concreto el Papa ha enumerado casos como el matrimonio entre esposos de distinta
confesión o religión, la educación religiosa de las nuevas generaciones o la formación
de los ministros y su acompañamiento espiritual en este contexto pluriconfesional.
En
este sentido Benedicto XVI ha aludido al proyecto de un Seminario Mayor en Subiotica
y ha querido dar ánimos a los obispos por esta iniciativa que hará un magnífico servicio
a las distintas diócesis. “Es necesario ayudar a los seminaristas – ha dicho el Papa-
para que crezcan con la clara conciencia de que el presbítero es “alter Chistus”,
si quiere cumplir plenamente su misión y no considerarse un simple funcionario de
una organización eclesiástica. El sacerdote está totalmente al servicio de la Iglesia,
organismo vivo y espiritual que no extrae su energía de componentes nacionalistas,
étnicas o políticas, sino de la acción de Cristo presente en sus ministros”.
Consciente
de que la misión de estos prelados no es fácil, el Santo Padre se ha manifestado convencido
de que una acción pastoral compartida repercutirá de forma benéfica en el ámbito civil,
porque “formando conciencias rectas, según el Evangelio, será más fácil que se inclinen
a construir una sociedad de dimensiones humanas”.
“La mal entendida modernidad
tiende a exaltar con soberbia las necesidades del individuo sin tener en cuenta los
deberes que cada persona tiene hacia Dios y hacia la comunidad a la que pertenece”.
En este sentido el Papa ha resaltado la necesidad de iluminar una concepción recta
de la responsabilidad civil y pública, porque precisamente de esta visión emanará
el compromiso con el respeto de los derechos de cada persona y la integración convencida
de la propia cultura con las otras, tendiendo juntos hacia el bien común.
“La
Providencia –ha añadido el Papa- ha puesto a vuestros pueblos en el contexto de un
continente europeo que se está reestructurando en estos años. Y en este proceso histórico
vuestras Iglesias se sienten partícipes y esperan aportar su contribución peculiar.
Por desgracia los obstáculos son numerosos, como la escasez de medios, fruto de la
situación económica y las exiguas fuerzas de los católicos”.
Además el Papa
ha recordado que “no es fácil olvidar la pesada herencia de más de 40 años de pensamiento
único, que han causado comportamientos sociales que desconocen la libertad y la responsabilidad
personal y, al mismo tiempo, es difícil resistir a las tentaciones del materialismo
occidental con los riesgos del relativismo y el liberalismo ético, del radicalismo
y el fundamentalismo político”.
Por último Benedicto XVI ha recomendado a los
prelados que busquen la colaboración con los hermanos ortodoxos al servicio del único
Reino de Dios, y que no les falte nunca la disponibilidad a colaborar también con
otras confesiones cristianas y con cualquier persona de buena voluntad para promover
y difundir los valores evangélicos.