Ángelus: Benedicto XVI invita a venerar el Corazón Inmaculado de María para que interceda
por las poblaciones de Myanmar y China, golpeadas por calamidades naturales, y por
cuantos atraviesan situaciones dolorosas
Domingo, 1 jun (RV).- Benedicto XVI ha señalado durante el Ángelus de este inicio
del mes de junio, que este mes está dedicado al Corazón de Cristo, y que al lado de
éste Corazón Sagrado, la liturgia invita a venerar el Corazón Inmaculado de María.
Precisamente a ella, el Santo Padre ha pedido su intercesión para las poblaciones
de Myanmar y China “golpeadas por las calamidades naturales, y por cuantos atraviesan
tantas situaciones dolorosas, de enfermedades y de miseria material y espiritual que
marcan el camino de la humanidad”.
Durante su alocución previa al rezo mariano
del Ángelus, el Pontífice ha recordado a los fieles congregados en la plaza de San
Pedro del Vaticano que el Corazón de Cristo es el símbolo de la fe cristiana porque
expresa de forma sencilla y auténtica la “buena nueva” del amor, englobando el misterio
de la Encarnación y de la Redención.
Precisamente, el pasado viernes se celebró
la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, y evocando dicha celebración el Santo
Padre ha señalado que “de hecho, Dios quiso entrar en los límites de la historia y
de la condición humana, a través de un corazón y un cuerpo; de modo que nosotros podemos
contemplar y encontrar lo infinito en lo finito, el Misterio invisible e inefable
en el Corazón humano de Jesús, el Nazareno”.
En este sentido, Benedicto XVI
ha enfatizado los temas de sus dos Encíclicas: una dedicada al amor y la otra a la
esperanza cristiana. “Toda persona –ha proseguido diciendo el Papa- necesita un ‘centro’
en la propia vida”, un manantial de verdad y de bondad donde acercarse en las diferentes
situaciones que se afrontan en la cotidianidad. “Cada uno de nosotros, cuando se detiene
en silencio, necesita sentir no sólo el latido del propio corazón, sino, más en profundidad,
el pulso de una presencia fiable, perceptible con los sentidos de la fe y mucho más
real: es –ha exhortado el Pontífice- la presencia de Cristo, corazón del mundo”.
“Por
tanto –ha dicho el Papa- invito a cada uno a renovar, en el mes de junio, la propia
devoción al Corazón de Cristo, valorando también la tradicional oración de ofrenda
de la jornada y teniendo presentes las intenciones que he propuesto a toda la Iglesia”
Y
tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Benedicto
XVI como es tradicional ha saludado a los presentes en distintas lenguas, éstas han
sido sus palabras en español: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular
a los fieles de la Parroquia de San Andrés Apóstol, de Moral de Calatrava. En el día
del Señor os invito a escuchar devotamente la Palabra de Dios, a acogerla en vuestro
corazón con docilidad y a llevarla a la práctica con solicitud, de modo que vuestra
vida se arraigue cada vez más firmemente en la roca de la amistad con Cristo. Feliz
domingo a todos”.