Escuchar el programa Jueves,
31 jul (RV).- Amigos oyentes hoy abordaremos el tema de la creatividad, que puede
desarrollarse e incentivarse desde la niñez, y que con el tiempo se convierte en una
actitud frente a la vida, pues la creatividad se expresa en diversas situaciones de
la vida cotidiana.
La creatividad es una habilidad que se empieza a desarrollar
desde la niñez, por ello la educación cumple un papel fundamental como proceso que
favorece el desarrollo de las potencialidades humanas, y este proceso educativo este
llamado a dinamizar la creatividad, cultivarla y potenciarla.
Obviamente
no hacemos referencia únicamente a la escuela como institución de educación y formación,
la familia es sin duda la primera y fundamental institución de formación donde los
niños aprenden a manejar y desarrollar las competencias de hablar, escuchar, leer
y escribir, todas estas formas de comunicación con sí mismo y con los demás.
Pero,
se preguntarán ustedes que tiene que ver la comunicación del ser humano con la creatividad?
En realidad mucho, puesto que ser creativo es manejar de la mejor manera los instrumentos
que se tienen a mano para solucionar un problema, emitir un mensaje, participar en
una situación, manejar un proyecto, en suma vivir la vida de todos los días, en la
que constantemente estamos inmersos en una relación comunicativa.
Es por
ello entonces que tanto los padres como las escuelas deben estar en sintonía con las
exigencias y necesidades de cada día, puesto que es en la cotidianidad donde se tejen
las relaciones, se fabrican los sueños y se despiertan las habilidades; necesitamos
estar en una constante búsqueda de las herramientas -teóricas y prácticas- para acercarnos
a los ideales de hombre y de sociedad que los grupos y seres humanos organizan.
Dentro
de las actividades que recomiendan para educadores y padres de familia esta el motivar
a los niños a ejercer facultades críticas, y para ello es preciso brindarles diversos
puntos de vista, enseñarles que la realidad es múltiple, que los seres humanos -como
las cosas- son diversos en pensamientos y actitudes.
En este sentido juegos
que permiten construir figuras, con diversidad de formas y colores, con obstáculos
o problemáticas a resolver, con objetivos a cumplir, son sin duda buenos estímulos
para que los niños puedan desarrollar sus facultades críticas al tiempo que aprenden
a tomar decisiones y asumir posiciones respecto a algo.
Hemos visto como
en este caso de la creatividad, es de vital importancia la cooperación entre la familia
y la escuela, en ambas instituciones se complementa y refuerza el proceso educativo.
Por ello, debe existir plena coordinación, para que el proceso educativo sea asumido
por los niños como uno solo, y no como elementos contrarios o en disonancia. Los padres
de familia no pueden delegar la labor educativa exclusivamente a las escuelas, puesto
que la labor que se realiza en el seno familiar es de vital importancia.
Actualmente
existe una tendencia de los padres de familia de renunciar al papel que les corresponde
en el proceso educativo para asumir aquel de simples amigos de los hijos, ausentándose
de reclamos y correcciones.
Es oportuno subrayar, que la educación de los
hijos es un deber sagrado y un objetivo sólido de los padres, sea del padre o de la
madre, que exige ternura, unión, diálogo y ejemplo.