Ángelus: El Papa reza por las poblaciones del Caribe afectadas por diversos ciclones,
y pide, a los líderes mundiales, mayor compromiso para que se cumplan los Objetivos
del Desarrollo del Milenio necesarios para la paz y el bienestar del planeta
Domingo, 21 (RV).- En este domingo en el que se celebra la fiesta litúrgica de san
Mateo, Benedicto XVI no sólo ha recordado durante el Ángelus la importancia del Evangelio
de hoy, sino que también, fiel a su preocupación por la actualidad internacional,
ha dirigido unas palabras de aliento a las personas afectadas por la virulencia de
los ciclones en el Caribe, en particular en Haití, Cuba, República Dominicana, y sur
de Estados Unidos: “Querría nuevamente asegurar a todas esas queridas poblaciones
mi recuerdo especial en la oración. Asimismo, deseo que lleguen pronto las ayudas
a las zonas más dañadas. Quiera el Señor que, al menos en estas circunstancias, la
solidaridad y la fraternidad prevalgan sobre cualquier otra razón”.
Tras este
llamamiento el Santo Padre ha recordado que el próximo jueves 25 de septiembre se
celebrará en Nueva York, en el ámbito de la 63ª Asamblea General de la ONU, un encuentro
de alto nivel para verificar el cumplimiento de los objetivos establecidos en la Declaración
del Milenio, del 8 de septiembre de 2000: “En ocasión de esta importante reunión,
que unirá a los líderes de todos los países del mundo, querría renovar la invitación
para que se tomen y apliquen con valentía, las medidas necesarias para erradicar la
pobreza extrema, el hambre, la ignorancia y el flagelo de las pandemias que afectan,
sobre todo, a los más vulnerables. Un empeño de esta magnitud, a pesar de exigir -en
estos momentos de dificultad económica mundial- particulares sacrificios, dará importantes
beneficios tanto para el desarrollo de las Naciones que tienen necesidad de ayuda
por parte del extranjero, como para la paz y el bienestar del entero planeta”.
Y
en su alocución previa al rezo mariano del Ángelus que ha celebrado desde la localidad
de Castelgandolfo, el Santo Padre ha recordado la importancia del Evangelio de hoy
en el que se narra la parábola en la que Jesús llama a diferentes personas a trabajar
en la viña. Precisamente esta metáfora fue utilizada por el propio Benedicto XVI el
día de su elección, como él mismo ha recordado, señalando que a través de esta imagen
el Señor nos llama a que nos comprometamos en su viña.
“En realidad –ha exhortado
el Pontífice- el ser llamados es la primera recompensa: poder trabajar en la viña
del Señor, ponerse a su servicio, colaborar en su obra, constituye de por sí, un premio
inestimable, que paga toda fatiga. Pero esto lo entiende sólo quien ama al Señor y
a su Reino; quien en cambio trabaja únicamente por la paga, no se dará cuenta nunca
del valor de este inestimable tesoro”.
En este sentido el Papa ha evocado el
ejemplo de san Mateo y san Pablo, ambos, ha proseguido explicando el Santo Padre “experimentaron
la felicidad de sentirse llamados por el Señor”. “Qué Jesús nuestro Salvador –ha finalizado
diciendo Benedicto XVI- nos ayude a responder siempre y con alegría a la llamada del
Señor, y a encontrar nuestra felicidad en el poder trabajar por el Reino de los cielos”.
Y
tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, el Pontífice
ha saludado en varias lenguas, recordando en italiano la celebración hoy de la Jornada,
que la Organización Mundial de la Salud, dedica a los enfermos de Alzheimer, expresando
su cercanía a las personas que padecen esta enfermedad y a sus familiares. En francés
el Papa ha evocado su reciente viaje a Lourdes, y en español, éstas han sido sus palabras:
“Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española que se han unido en esta plegaria mariana, e invito
a todos a responder generosamente a la llamada que Jesús nos hace de ir a su viña,
para trabajar sin buscar otra cosa que su gracia y su amor, como nos enseña el Evangelio
de hoy. Muchas gracias y feliz domingo”.