Jueves, 1 dic (RV).- Benedicto XVI envió ayer un mensaje al Cardenal Gianfranco Ravasi,
Presidente del Consejo pontificio de la Cultura, con ocasión de la XVI Sesión Pública
de las Academias Pontificias. El Papa saluda a los Presidentes y Académicos, y de
modo particular al Purpurado, en su calidad de Presidente del Consejo de Coordinación,
así como a los demás Cardenales, Obispos, Sacerdotes, Religiosas y Religiosos y Embajadores
que participaron en este significativo encuentro.
En efecto el Papa recuerda
que esta Sesión Pública anual se ha convertido en una tradición consolidada, en la
que se ofrece, tanto la ocasión de un encuentro entre los miembros de las diversas
Academias Pontificias reunidas en el Consejo de Coordinación, como la oportunidad
de valorar, a través del Premio de estas instituciones –instituido por su Venerado
Predecesor, el Beato Juan Pablo II, el 23 de noviembre 1996– a cuantos con su investigación
y empeño cultural, contribuyen a promover un nuevo humanismo cristiano.
Por
esta razón Benedicto XVI agradece al Cardenal Ravasi la atención que dirige a todas
estas Academias así como el impulso que ha querido transmitirles para que sean, verdaderamente,
y con eficacia, Instituciones de calificado nivel académico al servicio de la Santa
Sede y de toda la Iglesia. Mientras en cuanto al tema propuesto para esta Sesión Pública,
“Testimonios y Testigos. Los mártires y los campeones de fe”, el Papa escribe que
ofrece la ocasión para reflexionar sobre un elemento le interesa de modo particular,
es decir, el carácter histórico del cristianismo, y su capacidad de entrelazarse continuamente
con la historia para transformarla en profundidad, gracias a la levadura del Evangelio
y de la santidad vivida y testimoniada.
Tras destacar que la investigación
histórica y, sobre todo la arqueológica, apuntan a indagar cada vez más atentamente,
y con instrumentos más sofisticados que nunca, las memorias y los testimonios del
pasado, Benedicto XVI escribe que son de particular interés las de las antiguas comunidades
cristianas. Sin embargo, el Papa observa que “la tecnología sola no basta”. Sino que
se necesitan, ante todo, una real competencia de los investigadores, madurada a través
de estudios profundizados y de prácticas fatigosas, junto a su auténtica pasión por
la investigación motivada, precisamente, por el interés por la experiencia humana
y, por tanto, también religiosa, que se encubre y después se revela a través de los
testimonios materiales que son como “mensajes que nos llegan del pasado” y que, interpelando
nuestra inteligencia y nuestra conciencia, contribuyen a profundizar nuestros conocimientos
y, en definitiva, también la visión del presente y de nuestra misma existencia.
De
entre los tantos sitios arqueológicos en los que surgen signos de la presencia cristiana,
el Santo Padre afirma que sobresale entre todos y suscita especial interés la Tierra
Santa, con sus diversas localidades en las que se ha concentrado la actividad de la
investigación arqueológica. También recuerda que otro polo estratégico de esta investigación
es ciertamente la ciudad de Roma con su territorio, en el que las memorias cristianas
se superponen y se entraman con las de la civilización romana y donde los mártires
atestiguan que la comunidad cristiana, desde sus orígenes, ha querido “exaltar las
figuras de los campeones de la fe como modelos y puntos de referencia para todos los
bautizados”.
Y después de hacer hincapié en que “ayer como hoy, la sangre
de los mártires y su tangible y elocuente testimonio toca el corazón del hombre y
lo hace fecundo, capaz de hacer germinar en sí una vida nueva, de acoger la vida del
Resucitado para traer la resurrección y la esperanza al mundo que lo circunda”, antes
de impartirles una bendición apostólica especial, el Papa -acogiendo la propuesta
formulada por el Conejo de Coordinación- asignó el Premio de las Pontificias Academias
Eclesiásticas al Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén y a la Dra. Daria
Mastrorilli. Mientras como signo de aprecio y aliciente pidió que se ofrezca la Medalla
de su Pontificado a la Dra. Cecilia Proverbio. (MFB – RV).