2011-12-03 10:14:29

“¿Qué será de este niño?”


Sábado, 3 dic (RV).- “¿Qué será de este niño?”. Es la pregunta que formula nuestro director general, el Padre Federico Lombardi, en su editorial semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano:

RealAudioMP3 “¿Que será de este niño?” es la pregunta que en el Evangelio está en boca de amigos y parientes con el nacimiento del pequeño Juan, que será el Bautista, y es también la pregunta de todos nosotros ante la maravilla de un niño que viene al mundo. Pregunta que guarda al mismo tiempo esperanza y una cierta preocupación.

Es la pregunta que nos hemos hecho durante el encuentro del Papa con los niños hace dos semanas - ciertamente el momento más bello y conmovedor de todo el viaje a Benín. El anciano Pontífice llevado de la mano y rodeado de graciosos pequeñitos a paso de danza. El documento sinodal llevado a África por el Papa enumera, en un pasaje impresionante, algunos de los “tratamientos intolerables infligidos a tantos niños ”: “Los niños asesinados antes de nacer, los pequeños no deseados, los huérfanos, los albinos, los niños de la calle, aquellos abandonados, los niños-soldado, los niños prisioneros, los pequeños obligados a trabajar, aquellos maltratados a causa de una minusvalía física o mental, aquellos considerados como brujos, los chicos vendidos como esclavos sexuales, aquellos traumatizados, sin ninguna perspectiva de futuro…”. Con todos ellos la Iglesia conoce su deber y compromiso. De las más de 125 mil instituciones de salud y caridad de la Iglesia en todo el mundo, un número superior a 20.mil están dedicadas específicamente a la infancia; otras tantas a la escuela o a la recuperación de los niños de la calle o en dificultad. Con ocasión de un reciente convenio internacional sobre la protección de los niños de los abusos sexuales, la intervención de Mons. Scicluna, con un “Decálogo” de principios claros y decididos, ha sido objeto de unánime reconocimiento. Y es también justo recordar el compromiso precioso y generoso dedicado por muchísimas mujeres, religiosas y laicas, en este campo. Ciertamente una de las formas más bellas – y útiles – de servicio femenino a la humanidad y a la Iglesia… En el tiempo de Adviento y de Navidad, tiempo del Señor niño, estas son reflexiones espontáneas: tenemos todos los motivos para continuar estando en primera línea en este frente. Traducción: jesuita Guillermo Ortiz.








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