“El mundo de los enfermos es una auténtica escuela de vida”
(RV).- Este 11 de febrero se celebra a nivel diocesano la XX Jornada Mundial del enfermo.
Para esta ocasión el Santo Padre Benedicto XVI escribió un mensaje, firmado el 20
de noviembre del año pasado en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del
Universo y titulado “¡Levántate, vete; tu fe te ha salvado!” (Lc 17,19).
Tal
como recuerda el Arzobispo Zygmunt Zimowski, Presidente del Consejo Pontificio para
los agentes sanitarios, en un artículo publicado en el periódico vaticano “L’Osservatore
Romano” y titulado “el sufrimiento como bautismo cotidiano”, se trata de una Jornada
instituida en 1992 por el Beato Juan Pablo II.
El Prelado destaca que en el
mensaje de este año, Benedicto XVI evidencia el papel fundamental de la fe y de los
sacramentos de curación para las personas que sufren, que están enfermas y para los
que las atiendes, desde los familiares hasta los agentes sanitarios y los voluntarios.
Y añade que desde los primeros siglos de la era cristiana la atención de los
enfermos ha tenido un lugar de relieve en la vida apostólica de la Iglesia. De hecho,
los mismos hospitales nacieron por iniciativa religiosa. En efecto, según los datos
que posee el Consejo Pontificio para la Pastoral Sanitaria, son más de ciento veinte
mil en el mundo las instituciones sanitarias y socio-asistenciales fundadas y administradas
por realidades eclesiales. ”Hoy por hoy –afirma el Presidente de este dicasterio–
la pastoral sanitaria parece haber adquirido una renovada amplitud de perspectiva”,
porque “de ejercicio de caridad junto al lecho del enfermo, ha ampliado sus horizontes
a los problemas de la ética médica, a los relacionados con el ambiente, la calidad
de la vida y la organización del servicio sanitario”.
“Todo esto –escribe
el Arzobispo Zimowski– porque la Iglesia cree en el valor sagrado de todo ser humano,
que no es un número ni un objeto, sino una persona que debe ser tratada como tal”.
A la vez que añade: “Puesto que el hombre es el camino de la Iglesia, es a través
de esta atención por el hombre que pasa, obligatoriamente, también la nueva evangelización”.
Lo cual, prosigue, no disminuye la responsabilidad de la comunidad civil; sino al
contrario, la solicita y la exalta.
También destaca que la formación de quienes
están llamados a trabajar en el ámbito de la salud se coloca, sin lugar a dudas,
entre las preocupaciones primarias de la sociedad contemporánea, tan atenta –si bien
no siempre de manera positiva y correcta– a la calidad de la vida”.
Tras hacer
una serie de consideraciones, acerca del actual horizonte cultural al que le cuesta
comprender de modo adecuado “la cuestión sacramental”, que ha sido relegada a “papel
marginal”, e incluso totalmente ignorada; o al hecho de que muchos se dejan atraer
por filosofías y prácticas orientales, o incluso a las formas de religiosidad como
la “Nueva Era”, o de las llamadas “medicinas alternativas”, el Arzobispo Zimowski
escribe que con frecuencia “el mundo de los enfermos es una auténtica escuela de vida,
una práctica que desarrolla de modo insuperable la capacidad de discernimiento frente
a las cuestiones fundamentales de la existencia. Porque el enfermo, “también sacude
la sensibilidad más entumecida y llama a los valores más sencillos y profundos, que
en situación de buena salud suelen ser relegados, paradójicamente, en segundo plano”.
“La cabecera del enfermo –concluye el Prelado– es cátedra de espiritualidad y de fe”.
Y con ocasión de esta nueva Jornada Mundial del Enfermo, que celebraremos
hoy en la memoria de la Bienaventurada Virgen de Lourdes, el Papa renueva su cercanía
espiritual a todos los enfermos que están hospitalizados o son atendidos por las familias,
y expresa a cada uno de ellos la solicitud y el afecto de toda la Iglesia. Porque
como escribe Benedicto XVI en su mensaje “en la acogida generosa y afectuosa de cada
vida humana, sobre todo la débil y enferma, el cristiano expresa un aspecto importante
de su testimonio evangélico siguiendo el ejemplo de Cristo, que se ha inclinado ante
los sufrimientos materiales y espirituales del hombre para curarlos”.
En su
Mensaje el Santo Padre recuerda que este año constituye la preparación más inmediata
para la solemne Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará en Alemania el 11 de
febrero de 2013, y que se centrará en la emblemática figura evangélica del samaritano.
Y pone su atención en los llamados “sacramentos de curación”, es decir, en el sacramento
de la penitencia y de la reconciliación, y en el de la unción de los enfermos, que
culminan de manera natural en la comunión eucarística.
Por otra parte, el Papa
explica que el tema de su Mensaje para esta XX Jornada Mundial del Enfermo, “¡Levántate,
vete; tu fe te ha salvado!”, se refiere también al próximo “Año de la fe”, que comenzará
el 11 de octubre de 2012, ocasión propicia y preciosa para redescubrir la fuerza y
la belleza de la fe, para profundizar sus contenidos y para testimoniarla en la vida
de cada día. Por esta razón, Su Santidad anima a los enfermos y a los que sufren
“a encontrar siempre en la fe un ancla segura, alimentada por la escucha de la palabra
de Dios, la oración personal y los sacramentos”, a la vez que invita a los pastores
a facilitar a los enfermos su celebración.
Y concluye invitándonos a dirigir
nuestra mirada confiada y nuestra oración a María, Madre de Misericordia y Salud de
los Enfermos, a fin de que “su materna compasión, vivida junto al Hijo agonizante
en la Cruz, acompañe y sostenga la fe y la esperanza de cada persona enferma y que
sufre en el camino de curación de las heridas del cuerpo y del espíritu”.
Y
a propósito de la memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes que hoy celebramos, recordemos
lo que el Papa dijo a la hora del ángelus del domingo pasado:
¡“Con todos
y todas los que se enfrentan a la enfermedad, pidamos al Señor que nos dé la gracia
de la entrega y de la paciente confianza! ¡Con la ayuda de Nuestra Señora de Lourdes
y de Santa Bernardette podemos descubrir que la verdadera felicidad sólo existe en
Dios!