Belleza, armonía y paz: mensaje de Cristo y anhelos espirituales de la humanidad,
gratitud del Papa
(RV).- (Con audio) El Obispo de Roma
recibió a los Patrocinadores de las Artes de los Museos Vaticanos, en ocasión de
su peregrinación a Roma, que marca el trigésimo aniversario de su fundación. «Tres
décadas en las que han dado un considerable aporte para la restauración de numerosos
tesoros de arte, conservados en las colecciones vaticanas y, en general, para el cumplimiento
de la función religiosa, artística y cultural de los Museos. Les agradezco de corazón»,
les dijo el Papa Francisco en su cordial bienvenida.
Destacando que esta fundación
nació, inspirándose no sólo en un sentido digno de elogio de la responsabilidad compartida
por el legado de arte sacro que la Iglesia posee, sino también por el deseo de dar
continuidad a los ideales espirituales y religiosos que llevaron a la creación de
las colecciones pontificias, el Papa Francisco recordó que en cada época la Iglesia
se apeló a las artes para «expresar la belleza de su fe y para proclamar el mensaje
del Evangelio de la magnificencia de la creación de Dios, de la dignidad del hombre,
creado a su imagen y semejanza, y del poder de la muerte y resurrección de Cristo
para traer la redención y el renacer a un mundo marcado por la tragedia del pecado
y de la muerte». «Los Museos Vaticanos, con su historia única y rica, ofrecen
a los numerosos peregrinos y visitantes que llegan a Roma la oportunidad de conocer
este mensaje a través de las obras de arte que dan testimonio de las aspiraciones
espirituales de la humanidad, de los sublimes misterios de la fe cristiana y de la
búsqueda de la belleza suprema que tiene su origen y su plenitud en Dios» El
Santo Padre deseó a estos queridos amigos que su importante acción en favor de las
obras de arte de los Museos Vaticanos «pueda ser siempre un signo de su participación
interior en la vida y misión de la Iglesia». Y expresión de nuestra esperanza en la
venida de ese Reino, cuya belleza, armonía y paz son el anhelo de cada corazón humano
y la inspiración de las aspiraciones artísticas más elevadas de la humanidad.