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AUDIENCIA GENERAL: CÁNTICO PROFÉTICO DEL BENEDICTUS El Santo Padre celebró el miércoles la Audiencia General en la plaza de San Pedro ante 12 mil fieles y peregrinos llegados de todo el mundo. El Pontífice reflexionó sobre el cántico del “Benedictus”. Llegados al final del largo itinerario de los Salmos y de los Cantos de la Liturgia de los Laudes, nos detenemos, dijo Juan Pablo II, en la oración, que cada mañana, marca el momento orante de la alabanza. Se trata efectivamente del Benedictus, el Cántico entonado por Zacarías, el padre de Juan Bautista, cuando el nacimiento de su hijo cambió su vida, cancelando la duda que lo había convertido en un mudo; un castigo significativo por su falta de fe y de alabanza. Ahora, sin embargo, Zacarías puede celebrar a Dios que salva y lo hace con este himno, escrito por el evangelista Lucas de una manera que ciertamente refleja el uso litúrgico en el interior de la comunidad cristiana desde su origen. El texto solemne, en su origen griego, se compone de dos frases, subrayó el Papa. Después de la introducción, podemos identificar en el cuerpo del Cántico casi tres estrofas, destinadas a marcar toda la historia de la salvación. La tensión de toda la oración está, en efecto, encaminada hacia la meta que David y Abraham indican con su presencia. Y su culmen es precisamente la frase conclusiva: “Nos visitará el sol que nace de lo alto”. Por una parte, prosiguió el Pontífice, Isaías nos recuerda, hablando del Emmanuel, que “el pueblo que caminaba en las tinieblas vio una gran luz; una luz resplandeciente sobre los que habitaban en la tierra tenebrosa”. Con Cristo, podemos decir, aparece la luz que ilumina a todas las criaturas y florece la vida, como dirá el evangelista Juan uniéndose a esta realidad: “En él estaba la vida... y la vida era la luz de los hombres”. La humanidad que está envuelta “en las tinieblas y en la sombra de la muerte” queda rescatada por este fulgor de revelación”, como había anunciado el profeta Malaquías. Nos movemos ahora, finalizó su catequesis el Papa, teniendo como punto de referencia aquella luz; y nuestros pasos inciertos, que durante el día, tantas veces se pierden en calles oscuras y resbaladizas, están sostenidos por la claridad de la verdad que Cristo difunde en el mundo y en la historia. Al final, Juan Pablo II, aludió a un maestro de la Iglesia, a un Doctor de la misma, el británico Beda el Venerable, que vivió a caballo entre los siglos VII y VIII de nuestra era. Beda en su Homilía por el nacimiento de san Juan Bautista, comentaba de esta manera el Cántico de Zacarías: “El Señor. . . nos ha visitado como un médico a los enfermos, porque para sanar la ancestral enfermedad de nuestra soberbia, nos ha ofrecido el nuevo ejemplo de su humildad; ha redimido a su pueblo, porque nos ha liberado con el precio de su sangre, a nosotros que nos habíamos convertido en siervos del pecado y esclavos del antiguo enemigo. Cristo nos ha encontrado, pues, cuando permanecíamos “en las tinieblas y en la sombra de la muerte”, es decir, oprimidos por la larga ceguera del pecado y de la ignorancia, terminó diciendo el Papa... “y nos ha llevado a la verdadera luz de su conciencia. Apartadas las tinieblas del error, nos ha mostrado el seguro camino de la patria celestial”. RESUMEN
DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL El Cántico profético del Benedictus, que proclama las acciones salvíficas realizadas por el Señor en favor de su pueblo, concluye: “Nos visitará el sol que nace de los alto”. En efecto, Cristo, “sol de justicia”, que ilumina a la humanidad envuelta “en tinieblas y sombras de muerte”, guía nuestros pasos por “los caminos de la paz” hacia la patria celeste. Saludo a los peregrinos de lengua española, especialmente a las Siervas de María Ministras de los enfermos, a los fieles de Caldas de Reis, Palencia, Mercedes (Uruguay), Norte de Santander (Colombia), México y Chile. Bendigamos al Señor porque nos ha « visitado y redimido » y pidámosle que nos conduzca con su luz hasta el día de la perfección. ******************* Juan Pablo II hablando posteriormente a los peregrinos polacos dijo que tenia intención de viajar el próximo 7 de octubre al Santuario de Nuestra Señora de Pompeya. “Si Dios quiere -dijo literalmente el Papa- el 7 de octubre, el día dedicado a la beata María Virgen del Rosario, viajaré en peregrinación al santuario de Pompeya, para dar las gracias a Dios por la gran obra de santificación de los corazones que ininterrumpidamente nos da gracias a esta maravillosa oración que es el Rosario” Recordamos que la visita al santuario de Pompeya es el colofón, al término del Año del Rosario, proclamado por el mismo Santo Padre. El Papa rezará el Rosario por la paz en el mundo. La visita al santuario mariano de Pompeya, que se encuentra a 300 kilómetros al sur de Roma, durará tan sólo un par de horas. El Pontífice volverá a tomar el helicóptero por primera vez desde hace ya mucho tiempo que aterrizará en el sugestivo escenario de la ciudad romana sepultada por la lava del Vesubio. Como siempre, el Santo Padre, tras haber saludado en varias lenguas se dirigió a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados: “Comienza hoy el mes de octubre, que adquiere particular significado en este año dedicado al Santo Rosario. Os invito a vosotros jóvenes, enfermos y recién casados a recitar con devoción esta oración tan querida por la tradición del pueblo cristiano. Abandonaos con confianza en las manos de María, invocándola incesantemente con el Rosario, orante meditación de los misterios de Cristo.
CUATRO
SIGLOS DE TRISTE DIVISIÓN ENTRE CATÓLICOS Y ANGLICANOS «En esta fiesta de San Francisco, apóstol de paz y reconciliación, recemos juntos para que el Señor nos haga instrumentos de su paz», deseó Juan Pablo II al recibir al Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, en su primera visita al Papa al comienzo de su mandato. «En esta fiesta de San Francisco, apóstol de paz y reconciliación, recemos juntos para que el Señor nos haga instrumentos de su paz», deseó Juan Pablo II en su saludo al Arzobispo de Canterbury a quien recibió el sábado por la mañana, rezando precisamente con las palabras del santo de Asís: «Donde halla ofensa, podamos brindar perdón. Donde halla odio podamos sembrar amor. Donde halla desesperanza podamos brindar esperanza en nuestra humilde búsqueda de la unidad» Tras recordar que esta primera visita del Arzobispo Rowan Williams, cabeza de la Iglesia Anglicana, en el comienzo de su mandato - se enmarca en una tradición iniciada poco antes del Concilio Vaticano II - el Obispo de Roma hizo hincapié en que «el mundo necesita de testimonios de nuestra unidad, arraigados en nuestro común amor y obediencia a Cristo y a su Evangelio». «Es la fidelidad a Cristo la que nos apremia a proseguir en la búsqueda de la unidad plena y visible y a encontrar las sendas apropiadas de compromiso, haciendo todo lo posible, en común testimonio y misión», subrayó una vez más Juan Pablo II, poniendo de relieve su alegría al recibir al arzobispo de Canterbury y expresando el deseo de seguir compartiendo el anhelo de profundizar en nuestra comunión. En su bienvenida al arzobispo anglicano - el cuarto que recibe Juan Pablo II en sus casi 25 años de Pontificado - el Santo Padre evocó la visita que él mismo realizó a Canterbury, en 1982, y «la conmovedora experiencia de rezar con el Arzobispo Runcie ante la tumba de Santo Tomás Becket». Y, refiriéndose a la historia de cuatro siglos de triste división entre católicos y anglicanos, el Santo Padre señaló que los encuentros que se vienen celebrando en nuestros días renuevan los lazos que se impulsaron entre la Sede Anglicana y la Sede Apostólica y encuentran sus orígenes en el Papa Gregorio Magno y San Agustín. En este contexto, Juan Pablo II afirmó que «en nuestros días estos encuentros son expresión de nuestra esperanza en nuestra comunión plena que desea para nosotros el Espíritu Santo, apremiándonos hacia tal meta». «Al tiempo que elevamos nuestra gratitud al Señor por los progresos alcanzados, debemos reconocer que se presentan nuevas y serias dificultades en la senda de la unidad», subrayó el Papa, explicando que «estas dificultades no son todas de naturaleza meramente disciplinaria» y que «algunas abarcan materias de fe y de moral». A la luz de esta realidad, Juan Pablo II invitó al arzobispo de Canterbury «a impulsar nuestro compromiso y deber de escuchar atenta y honestamente la voz de Cristo tal como nos llega por medio del Evangelio y de la Iglesia de tradición apostólica». «Ante el creciente secularismo de nuestro mundo de hoy – advirtió el Santo Padre – la Iglesia debe asegurar que el depósito de la fe sea proclamado en toda su integridad y preservado de interpretaciones erróneas o equivocadas». Asimismo, el Santo Padre recordó que cuando empezó el diálogo teológico entre católicos y anglicanos, Pablo VI y el Arzobispo Ramsey, no sabían exactamente cuál iba a ser su rumbo y duración, pero sí sabían que «se requiere paciencia y perseverancia, dones del Espíritu Santo», por lo que invitó a la oración y a la perseverancia en lo que respecta a los pasos cumplidos gracias a las Comisiones conjuntas encargadas de trabajar en favor de la unidad. El Papa manifestó asimismo que reza por el Doctor Rowan Williams, para que el Espíritu Santo le ayude en su mandato; así como por sus seres queridos, por sus colaboradores, y por todos los miembros de la Comunión Anglicana.
LOS OBISPOS FILIPINOS EN VISITA AD LIMINA El Papa recibió el jueves en audiencias sucesivas, a tres prelados de la Conferencia Episcopal de Filipinas, en Visita ad Limina Apostolorum. En el marco de esta Visita quinquenal, tuvimos con nosotros al obispo de Bacolod, Mons. Vicente Navarra, que expresó, en primer lugar, el anhelo de los fieles de su diócesis, que rezan por la salud de Juan Pablo II, de que, a su regreso, les llevase la bendición del Santo Padre:
Destacando la necesidad de tutelar a la familia, célula fundamental de la sociedad, Mons. Navarra nos habló asimismo de una importante iniciativa en su diócesis:
Finalmente este Obispo de Filipinas, país que también conoce la insensatez de la violencia y el terrorismo, dedicó unas palabras a recordar la importancia del rezo, en especial del Rosario, para implorar la paz:
PREMOSTRATENSE, ORDEN QUE HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO Y VIDA DE LA IGLESIA EN EUROPA El Santo Padre recibió en audiencia el lunes al Capítulo General de la orden de los Canónigos regulares Premostratenses. Una Orden, dijo que ha “contribuido significativamente al desarrollo y a la vida de la Iglesia, sobre todo en Europa”. El Santo Padre recibió a los 60 participantes en el capitulo general de las orden de los Canónigos regulares Premostratenses. Una Orden fundada en 1120 por san Norberto en los valles de Prémontré, en la región francesa de Champagne. Dirigiéndose a la delegación encabezada por el abad general, Josef Noyens Hermenegildus, Juan Pablo II subrayó “como los canónigos regulares de Premontré han contribuido significativamente al desarrollo y a la vida de la Iglesia, sobre todo en Europa. La Orden, que ha extendido su propia presencia en diversas partes del mundo, une la vocación contemplativa a una vida apostólica al servicio de la Iglesia. “Así como la llamada a la renovación hecha por el Papa Gregorio VII fue abrazada por san Norberto -dijo el Santo Padre- así hoy la Iglesia puede tomar ejemplo de sus hijos espirituales para afrontar con entusiasmo los desafíos puestos en la predicación del Evangelio en el alba del Tercer Milenio”. “La búsqueda de nuevas formas de apostolado -añadió el Papa- necesita un genuino empeño para imitar, en el espíritu de vuestro fundador, el ejemplo de la Iglesia primitiva, viviendo y promoviendo el ideal de un solo corazón y de una sola alma”. Y precisamente la figura de san Norberto, nacido en 1080 en Xaten, Alemania, constituye un signo de esperanza para “un mundo caracterizado por formas exageradas de individualismo y de fragmentación social”, dijo el Papa. En la biografía de san Norberto se puede leer que durante un paseo a caballo por el bosque, sorprendido por una huracán, fue tirado de su silla de montar por el resplandor de un relámpago, y como Saulo en el camino de Damasco repitió la pregunta: “¿Señor, que quieres que haga?” Tras aquel episodio, que marcó el comienzo de su conversión, el obispo de Laon le propuso a Norberto que guiara a los canónigos regulares puestos bajo la regla de San Agustín, a los cuales les había sido confiado el convento de Prémontré. Bajo el ejemplo de este extraordinario relato, el Papa invitó a los Canónigos regulares Premostratenses a proseguir en sus esfuerzos para hacer conocer especialmente a los jóvenes “la belleza y la dicha de lo que es una vocación religiosa”.
ANUNCIAR ABUNDANTE REDENCIÓN PARA CORROBORAR ESPERANZA EVANGÉLICA El Santo Padre exhortó a los padres redentoristas recibidos en audiencia el vienes, a anunciar la “abundante redención”, para suscitar y corroborar la esperanza evangélica en el corazón de tantas personas, especialmente a las que tienen más necesidad. El Santo Padre exhortó a los redentoristas a anunciar, con alegría y coherencia de vida, la “abundante redención”, para suscitar y corroborar así la esperanza evangélica en el corazón de tantas personas, especialmente en tantas de ellas que tienen más necesidad, porque están marcadas por el pecado y por sus nefastas consecuencias. Juan Pablo II recibió, en la Sala Clementina, al Capítulo General de la Congregación del Santísimo Redentor, reunido esos días y que pretende dar un impulso renovado al anuncio de la redención de los pobres, núcleo central del carisma de esta Congregación. El hilo conductor de este capítulo es precisamente la reflexión sobre “dar la vida para la redención abundante”. Los Redentoristas están celebrando su Capítulo General, en el que también se analiza la situación del Instituto que “en algunas partes del mundo está atravesando una fase de crecimiento alentador, mientras que en otras registra señales de crisis y de cansancio. Si en algunos países florecen las vocaciones –precisó el Papa- en otros escasean de forma tan preocupante, que ponen el peligro la existencia futura de vuestra presencia en esos países. Si la tentación de conformarse a los estilos de vida, que culturalmente dominan hoy, abriera una brecha en vuestras comunidades, podría debilitarse el espíritu evangélico y el empuje misionero”. Tema fundamental de este discurso del Santo Padre ha sido la búsqueda de la santidad, aspecto que ha exhortado a ubicar como base de cada programación pastoral de los redentoristas, presentándose como oasis de misericordia y acogida, escuelas de oración intensa. “Los caminos de la santidad son personales –especificó el Papa- y exigen una verdadera y propia pedagogía de la santidad, capaz de adaptarse a los ritmos particulares de cada individuo”. “Sed maestros de vida evangélica, usando el estilo popular que caracteriza vuestras metodologías pastorales; recordad a todo los bautizados su llamada a la santidad”. La compleja sociedad en la que vivimos aumenta la importancia de este servicio apostólico, comenzando por los jóvenes, a menudo enfrentados a propuestas de vida contradictorias. El Papa recomendó además a los redentoristas que compartan su carisma con los laicos, para que éstos también estén dispuestos a dar la vida por la redención abundante. “Vuestra acción apostólica se convertirá entonces en un servicio a la cultura, a la política, a la economía y a la familia” Juan Pablo II evidenció también las urgencias pastorales del momento que los redentoristas encaminan hacia un servicio de amor destinado a los hombres y grupos más abandonados y pobres espiritual y socialmente. Los redentoristas desarrollan este apostolado con fidelidad creativa entre tantas personas que por muchas causas, están lejos de Cristo y de la Iglesia y no pocos esperan todavía un primer anuncio del Evangelio. “Estimulados por el ejemplo de san Alfonso y de otros santos y beatos de vuestro Instituto –recomendó el Papa- no dudéis en ir al su encuentro, para presentarles el Evangelio con un lenguaje adapto a las distintas situaciones personales y ambientales”.
CANONIZACIONES: COMBONI, JANSSEN Y FREINADEMETZ LLEVARON EL EVANGELIO DE LA SALVACIÓN HASTA LOS EXTREMOS CONFINES DE LA TIERRA Tres nuevos santos misioneros fueron proclamados por Juan Pablo II, este domingo: Daniel Comboni, Arnoldo Janssen y José Freinademetz, en una solemne concelebración eucarística. Refiriéndose a San Daniel Comboni, Juan Pablo II dirigió su cariño y preocupación a las poblaciones de África. “Que la Comunidad internacional, dijo, la ayude a construir un futuro de esperanza. “En este primer domingo de octubre, mes misionero y del rosario, en los días en lo que se cumplen los veinticinco años del ministerio como Sucesor del Apóstol Pedro y Pastor de la Iglesia Universal de Juan Pablo II, el Papa, presidió en la Plaza de San Pedro la solemne Concelebración Eucarística en la que canonizó a tres beatos, muy relacionados con la actividad misionera de la Iglesia. “Daniel Comboni, Arnoldo Janssen y José Freinademetz, animados de valor apostólico y de profunda fe, han cumplido el mandamiento del Señor y han llevado el Evangelio de la Salvación hasta los extremos confines de la Tierra entre muchos pueblos de Asia y de África, de América y de Oceanía. Concelebraron con el Santo Padre tres cardenales, el patriarca de Alejandría de los coptos, el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y el presidente del Consejo pontificio para la Unidad de los Cristianos, además 12 obispos y 24 representantes de los institutos misioneros a los que pertenecían los nuevos Santos y los postuladores de las causas. En la Plaza de San Pedro se congregaron más de 50 mil personas que participaron en la celebración, con gran gozo, con el obispo de Roma. Después de la Introducción y del saludo litúrgico, tuvo lugar el rito de canonización que finalizó con la proclamación de la formula por el Santo Padre. Con estos tres nuevos santos, son ya 477 los canonizados por Juan Pablo II en sus 25 años de Pontificado. Y 1320 los siervos de Dios beatificados. La próxima beatificación será la de la Madre Teresa de Calcuta, el domingo 19 de octubre. Juan Pablo II en su homilía reflexionó, en primer lugar sobre los textos de la liturgia de la Palabra y prosiguió proponiendo como ejemplo a los tres nuevos santos. “Proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15). Con estas palabras el Resucitado, antes de la Ascensión, les confió a los Apóstoles el mandato misionero universal. Poco después, ha dicho el Pontífice, les aseguró que en tal laboriosa misión habrían podido contar con su asistencia constante (cfr. Mc 16,20). Estas mismas palabras han resonado, de modo elocuente, en la solemne celebración de este día. Ellas constituyen, subrayó el Papa, el mensaje que nos renuevan estos tres nuevos Santos: Daniel Comboni, obispo, fundador de la Congregación de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús y de las Monjas Misioneras Combonianas Pías Madres de la “Nigrizia”; Arnoldo Janssen, presbítero, fundador de la Sociedad del Verbo Divino, de la Congregación de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu y de la Congregación de las Hermanas Misioneras del Espíritu Santo de la Adoración Perpetua; José Freinademetz, presbítero, de la Sociedad del Verbo Divino. Su existencia pone en evidencia que el anuncio del Evangelio “constituye el primer servicio que la Iglesia puede ofrecer a cada hombre y a la entera humanidad", (Redemptoris missio, 2). Éste es el ejemplo y ésta es la herencia preciosa que los tres Santos, elevados a la gloria de los altares, dejan especialmente a sus familias religiosas. La primera tarea de los Institutos misioneros es la misión ad gentes, que no se debe posponer a ningún otro empeño, incluso necesario, de carácter social y humanitario. Refiriéndose a San Daniel Comboni Juan Pablo II manifestó: “Son necesarios evangelizadores con el entusiasmo y la pasión apostólica del Obispo Daniel Comboni, apóstol de Cristo entre los africanos. ¿Cómo no dirigir, también hoy, la mirada con cariño y preocupación a aquellas queridas poblaciones? Tierra rica en recursos humanos y espirituales, África continúa marcada por muchas dificultades y problemas. Que pueda ayudarla activamente la Comunidad internacional a construir un futuro de esperanza. Confío esta petición mía a la intercesión de San Daniel Comboni, insigne evangelizador y protector del Continente Negro. Seguidamente el Cardenal Walter Kasper, prefecto del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, prosiguió la homilía en alemán: “Caminarán los pueblos a tu luz” (Is 60,3). La imagen profética de la nueva Jerusalén, que difunde la luz divina sobre todos los pueblos, ha manifestado, ilustra bien la vida y el incansable apostolado de San Arnoldo Janssen. Su actividad sacerdotal estuvo llena de celo en difundir la Palabra de Dios utilizando los nuevos medios de comunicación de masa, especialmente la prensa. No se desanimó delante de los obstáculos. Le gustaba repetir: “El anuncio de la Buena Noticia es la primera y principal expresión del amor al prójimo”. Desde el Cielo ahora él ayuda a su Familia religiosa a continuar fielmente en el surco que él trazado, que testimonia la permanente validez de la misión evangelizadora de la Iglesia. Finalmente se refirió a San José Freinademetz. “Entonces ellos fueron y proclamaron el Evangelio” De estas palabras de Jesús se hacen eco aquellas llenas de fe de san José Freinademetz: “No considero la vida misionera como un sacrificio que ofrezco a Dios, sino como la gracia más grande que Dios habría podido nunca darme”. Con la tenacidad típica de la gente de montaña, este generoso “testigo del amor” hizo de sí mismo un don para las poblaciones chinas del Shandong meridional. Abrazó por amor y con amor sus condiciones de vida, según el consejo que él mismo daba a sus misioneros: “El trabajo misionero es vano si no se ama y no se es amado”. Modelo ejemplar de inculturación evangélica, este santo imitó a Jesús, que ha salvado a los hombres compartiendo hasta el fondo su existencia. GIUSEPPE FREINADEMETZ, EL PRIMER SANTO DE ORIGEN LADINO El Santo Padre finalizó su homilía con estas palabras: “Acojamos, queridos Hermanos y Hermanas, esta invitación que nos viene de la sugestiva celebración de este día. Que nos ilumine desde el Cielo la Regina de los Santos, Estrella de la nueva evangelización. A ella nos dirigimos especialmente con confianza en este mes de octubre, dedicado al Rosario y a las misiones. ¡Maria Santísima, Reina de las misiones, ruega por nosotros!” Antes de concluir la solemne eucarística con canonizaciones el Pontífice se dirigió a la Asamblea para saludar a los peregrinos presentes con motivo de las canonizaciones. En alemán pidió al Espíritu Santo que les asista en el llevar a los pueblos la Palabra de Dios. Hablando en lengua inglesa les invitó a inspirar su vida en la de los nuevos santos llenándose de gozo y profundo amor por la Iglesia Universal. Por último, dirigiéndose a los peregrinos italianos, hizo especial mención a las grandes familias misioneras comboniana y verbita así como a los fieles de las diócesis de Verona y Bolzano-Bressanone. Y antes del rezo del Ángelus el Santo Padre invocó a la Virgen con el título del Rosario, dirigiéndose al Santuario de Pompeya donde, afirmó Juan Pablo II, se trasladará si Dios quiere en peregrinación el martes, 7 de octubre, festividad de la Virgen del Rosario. En estos sus casi 25 años de Pontificado, Juan Pablo II ha elevado al honor de los altares a 474 santos y 1320 beatos. La última canonización que presidió el Santo Padre, el 18 de mayo de 2003 en la Plaza de San Pedro fue la de Josef Sebastián Pélcar, Úrsula Ledóchowsca, María de Mattías y Virginia Centurione Bracelli. En cambio, las últimas beatificaciones fueron las que el Papa presidió en Eslovaquia, el pasado 14 de septiembre, beatificando a Basil Hopko y Zsdenka Cecilia Shelingová. La próxima beatificación será la de la Madre Teresa de Calcuta, el próximo 19 de octubre.
CONGRESO INTERNACIONAL TOMISTA: HUMANISMO CRISTIANO EN EL III MILENIO «En este difícil comienzo del tercer milenio, muchos perciben, con una claridad que llega hasta el sufrimiento, la necesidad de maestros y testigos que sean capaces de indicar válidas sendas que lleven hacia un mundo más digno para el hombre». Y «les corresponde a los creyentes la tarea histórica de proponer en Cristo ‘el camino’ por el cual avanzar hacia aquella humanidad nueva que está en el proyecto de Dios». Lo recuerda Juan Pablo II en su Mensaje a los teólogos, filósofos y expertos que participaron en el Congreso Internacional Tomista, celebrado en Roma del 21 al 25 de septiembre, sobre el tema «El humanismo cristiano en el tercer milenio». Ocasión en la que el Santo Padre hace hincapié en que, por lo tanto, «está claro que la prioridad de la nueva evangelización estriba precisamente en ayudar al hombre de nuestro tiempo a encontrar personalmente a Cristo para vivir en Él y con Él». Evocando la perspectiva de Santo Tomás sobre la naturaleza humana «en sí misma abierta y buena», el Pontífice señala que este «gran teólogo y Doctor humanitatis», aún permaneciendo bien arraigado en su tiempo y en la cultura medieval, «desarrolló una enseñanza que supera los condicionamientos de su época y puede ofrecer aún hoy orientaciones fundamentales para la reflexión contemporánea». «El cristiano sabe que el futuro del hombre y del mundo está en manos de la Providencia divina y ello constituye para él motivo constante de esperanza y de paz interior», destaca el Papa, poniendo de relieve asimismo que «el cristiano sabe también que Dios, movido por el amor que siente hacia el hombre, le pide que colabore a mejorar el mundo y el gobierno de los avatares de la historia». Tras recordar que «el humanismo de Santo Tomás gira en torno a la intuición esencial de que el hombre procede de Dios y a Él debe volver» y que «el tiempo es el ámbito en el cual el hombre puede alcanzar el logro de su noble misión, aprovechando las oportunidades que se le ofrecen en el plano tanto de la naturaleza como de la gracia», Juan Pablo II hace hincapié en que «Dios, el único Creador, ha querido confiar a sus criaturas, razonables y libres, la tarea de completar su obra con el trabajo». Subrayando que la doctrina y el ejemplo de Santo Tomás constituyen «una providencial llamada a aquellas verdades inmutables y perennes que son indispensables para promover una existencia verdaderamente digna para el hombre», el Papa finaliza su Mensaje encomendando a los participantes en este Congreso a la «Virgen María, Sedes Sapientiae, que ha dado al mundo a Cristo, ‘el hombre nuevo’».
«LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA, RIESGOS Y RIQUEZAS» «Los medios de comunicación en la Familia, riesgos y riquezas» es el tema elegido por Juan Pablo II para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2004. Al dar la noticia, el arzobispo John Foley, presidente del Consejo Pontificio encargado de este sector, puso de relieve la preocupación del Santo Padre en lo que concierne, precisamente, a las repercusiones que pueden tener estos medios en la vida familiar, poniendo en guardia contra las que son negativas e invitando a impulsar las positivas. En este contexto, el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales destaca que Juan Pablo II «conoce la gran audiencia que gracias a los medios de comunicación puede seguir su actividad pastoral en Roma y durante sus Visitas Apostólicas a lo largo del mundo», así como la «existencia de numerosos periódicos y programas excelentes que ayudan e inspiran a las familias y a los educadores», sin embargo - señala el arzobispo Foley – el pontífice está profundamente preocupado ante las repercusiones negativas que pueden provocar los fenómenos materialistas e incluso pornográficos y violentos que se presentan en algunos medios de comunicación. Esta Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales nació gracias al Concilio Vaticano II y se celebra el domingo anterior a la Solemnidad de Pentecostés, que el próximo año será el 23 de mayo. El Mensaje del Santo Padre para esta Jornada se publica tradicionalmente el 24 de enero, memoria de San Francisco de Sales, patrono de la prensa católica. Es ésta la primera vez que el lema se anuncia el 29 de septiembre, fecha en la que se celebra al Arcángel Gabriel, patrono de Radio Vaticano.
LOS DOS CARDENALES ESPAÑOLES, UNA MUESTRA DEL CARIÑO DEL PAPA POR EL PAÍS El arzobispo español Julián Herranz, que fue nombrado el domingo por el Papa, candidato a la dignidad cardenalicia en el próximo consistorio del 21 de octubre, vigilia del 25 aniversario del comienzo de su pontificado, afirmó que la designación demuestra "una vez más" el cariño que Juan Pablo II siente por España y supone el reconocimiento al dicasterio que preside, el de los Textos Legislativos. Mons.Herranz, de 73 años, es el presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y “Juan Pablo II -dijo- es el Papa que ha promulgado más textos legislativos, es el mayor legislador que ha tenido la Iglesia y conoce el trabajo que realizamos y la importancia de este consejo. El nombramiento está relacionado con este cargo", aseguró el futuro purpurado, que agradeció al Pontífice el nombramiento y pidió que se rece por él para poder seguir sirviendo a la Iglesia con la misma ilusión y dedicación que hasta ahora.
Mons. Herranz, dijo que el nombramiento es una responsabilidad más que le da el Papa y que él la acepta con mucha gratitud invocando la ayuda de la gracia de Dios. Al final del Ángelus, el Santo Padre explicó que los candidatos a la dignidad cardenalicia provienen de varias partes del mundo y desarrollan tareas distintas al servicio del Pueblo de Dios, una realidad en la que se refleja la universalidad de la Iglesia.
Julián Herranz nació en Baena, en la provincia sureña española de Córdoba el 31 de marzo de 1930. Fue ordenado sacerdote en 1955, consagrado obispo en 1991 y arzobispo en 1994. Es obispo titular de Vertara y pertenece al Opus Dei. Herranz será el segundo cardenal del Opus Dei, después de que Juan Pablo II nombrara purpurado en el consistorio de 2001 al arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani. Además de Mons. Herranz, el Papa también nombró ayer futuro cardenal al arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo Vallejo. Con estos dos nombramientos los cardenales españoles pasan a ser nueve, de los que seis pueden participar en un eventual cónclave al tener menos de 80 años. España pasa a ser el tercer país del colegio cardenalicio por número de purpurados. Por su parte, Mons. Carlos Amigo Vallejo ofreció el lunes una rueda de prensa en la que relató sus impresiones un día después de que el Papa anunciara su nombramiento. El arzobispo de Sevilla destacó que había recibido la llamada del nuncio apostólico mientras cursaba una visita al Centro Penitenciario Sevilla II. "Dios siempre llega puntual y creo -añadió- que este era el momento". Mons. Amigo agradeció las numerosas muestras de alegría que ha recibido en estas veinticuatro horas y subrayó que se alegra de forma especial" por Sevilla, en la medida que no se interrumpe esta larga tradición de cardenales" al frente de la diócesis hispalense. "El nombramiento de cardenal supone estar más en Sevilla, y en todo caso, más trabajo para mis colaboradores", explicó el prelado. Mons. Amigo recordó la Iglesia que se encontró a su llegada a Sevilla, "muy unida en torno a su pastor", el cardenal Bueno Monreal, "por quien existía auténtica veneración". Destacó la figura de su predecesor en la sede hispalense, de quien dijo que supo llevar a la Iglesia de Sevilla en la transición del Concilio Vaticano II y con los cambios políticos de la Transición. A su juicio, "ahora se han superado ciertos prejuicios entre partidos políticos e Iglesia, de forma que, siendo una ciudad tan plural, hay capacidad para unirse en beneficio de todos", destacó el futuro purpurado. Mons. Carlos Amigo destacó el día en que vio entrar el cuerpo de santa Ángela de la Cruz en la Catedral de Sevilla, como el momento más agradable de estos años de estancia en Sevilla. Por contra, en el apartado negativo, el prelado señaló "los momentos que veo una persona o una situación de necesidad límite y no puedo hacer nada por solucionarlo", así como "la falta de unión entre los grupos".
NADA
PUEDE JUSTIFICAR EL USO DE ARMAS QUE MATAN, MUTILAN
O HIEREN INDISCRIMINADAMENTE «Nada puede justificar el uso de armas que matan, mutilan o hieren indiscriminadamente, que siguen afectando a la población civil aún largo tiempo después de que los conflictos hayan terminado, y que impiden el desarrollo de las zonas desgarradas por las guerras». Es la denuncia presentada por la Santa Sede ante la V Conferencia de la Convención sobre la prohibición de las minas anti persona, reiterando que «sólo la paz, la justicia y el desarrollo pueden crear las condiciones de una seguridad real para todos, en los ámbitos nacional e internacional». En su intervención, el representante de la Santa Sede advirtió que «es urgente y no se puede seguir perdiendo tiempo», por lo que «hay que reparar los errores del pasado». Por lo tanto, tenemos que actuar con urgencia y, «con la esperanza de que la humanidad no vuelva a cometer los errores perpetrados hasta ahora en lo que concierne a las armas», «debemos impulsar una nueva generosidad y humanidad, si queremos que las generaciones del siglo 21 vivan sin el temor de morir o quedar mutiladas». Mons. Cao Minh – Dung puso de relieve que la Convención de Ottawa, sobre la prohibición del uso, fabricación y almacenaje de las minas anti persona, representa un «buen ejemplo de instrumento internacional, en sus intenciones y aplicación, para responder a este desafío de forma ‘multilateral’. Es decir, por medio de la cooperación internacional, afrontando las distintas responsabilidades que implican a la sociedad civil y con respecto a las obligaciones que se han contraído». En este contexto, el presidente de la delegación de la Santa Sede aseguró que la «familia de las naciones puede estar satisfecha ante los pasos cumplidos». Tras poner de relieve la urgencia de que todos los estados ratifiquen la Convención contra las minas anti persona y aún reconociendo la gran labor en favor de las víctimas y para desminar los territorios trágicamente sembrados con estas armas, el representante de la Santa Sede señaló que «desafortunadamente, todavía no es suficiente la asistencia que se brinda para socorrer a los heridos y mutilados, ofreciéndoles la debida rehabilitación». Por lo tanto - reconoció Mons. Cao Minh - Dung - «se debe impulsar cada vez más la asistencia y rehabilitación socioeconómica de las víctimas de las minas anti persona, cuya mayoría vive en países extremadamente pobres». A este llamamiento, el representante de la Santa Sede sumó también el de promover cada vez más el «desminado de los territorios afectados» ayudando así a salvar a millones de personas en todo el mundo». El prelado concluyó su intervención afirmando que «las grandes dificultades que se presentan para afrontar esta tragedia, en todos sus frentes, no nos deben hacer perder la esperanza de lograr la meta de vivir en un mundo en el que las minas anti persona no existan nunca más».
“DESTRUIR
UN EMBRIÓN HUMANO ES UNA SUPRESIÓN
DELIBERADA DE UNA VIDA HUMANA INOCENTE” El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, arzobispo Celestino Migliore, en su intervención ante el grupo de trabajo de la ONU encargado de elaborar un Convenio Internacional contra la clonación humana reproductiva hizo hincapié en que la Santa Sede «anhela una prohibición total y explícita de todas las técnicas utilizadas en la creación de nuevos individuos humanos por medio de la clonación», poniendo de relieve asimismo la importancia de «impulsar los avances de las ciencias biológicas en beneficio de todos los miembros de la familia humana». Tras reiterar la importancia de «impulsar el prometedor avance científico sobre las células estaminales adultas, que significa un camino moral y atinado para ayudar a todos los seres humanos y no sólo a algunos» y presentando documentación científica sobre «la superficial distinción entre la clonación reproductiva y la denominada clonación ‘terapéutica’, Mons. Migliore recordó que «nunca por ningún motivo es moralmente lícito producir o utilizar embriones humanos vivos para la experimentación». El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU recordó que «la experimentación o investigación por medio de la clonación de células estaminales embrionarias requiere la producción de millones de embriones humanos con la intención de destruirlos como parte del mismo proceso o con el fin de utilizarlos para la investigación científica». En este contexto, la Santa Sede recuerda que «destruir un embrión humano es una supresión deliberada de una vida humana inocente», puesto que desde el primer momento, «un embrión humano, aún cuando no está implantado en el útero, es siempre un individuo humano, con una vida humana, en evolución como organismo autónomo hasta llegar a su desarrollo pleno». Mons. Migliore se refirió a los datos científicos aportados por la Santa Sede en favor de los resultados alcanzados en la lucha contra enfermedades incurables, gracias al empleo de células estaminales adultas, recordando que si de verdad se quiere avanzar en el servicio a las personas que sufren hay que promover este camino.
SICILIA:
MONS. MARTINO EXHORTA A NO RENDIRSE FRENTE A
LEYES INJUSTAS, Mons. Renato Martino exhortó en la localidad siciliana de Siracusa a la conversión personal y social, subrayando al mismo tiempo el deber de desmantelar las estructuras de pecado que originan tanto sufrimiento humano. El futuro cardenal subrayó que “no debemos rendirnos frente a leyes injustas e inmorales, no debemos aceptar comportamientos que puedan favorecer la inmoralidad , no debemos colaborar, ni siquiera indirectamente con organizaciones mafiosas”. El presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz se encontraba en Siracusa para inaugurar el lunes por la tarde el XII Coloquio internacional de Mariología sobre el tema: “Lágrimas en el corazón de la ciudad”. Mons. Martino celebró la Santa Misa en el Santuario Mariano de la Virgen de las Lágrimas, que celebra el quincuagésimo aniversario del milagro. En su homilía el futuro purpurado habló de las lágrimas de la Virgen como “un llanto que implora a todos sus hijos para que se comprometan en la construcción de la civilización del amor y de la paz”, “un llanto lleno de expectación y esperanza que implora la conversión de los corazones y de las mentes”. El prelado indicó, durante su discurso de inauguración del Coloquio, algunos ámbitos de conversión de particular interés para la Doctrina social de la Iglesia, como son la promoción de la auténtica dignidad de cada persona; la defensa del inviolable derecho a la vida, desde la concepción hasta su fin natural; la tutela del derecho a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa; la tutela del valor y de los derechos de la familia; la participación activa en la vida política; la ubicación del hombre en el centro de la vida económica y social; la animación de una cultura inspirada en los valores humanos y cristianos. “En esta tierra bendita de Sicilia –afirmó Mons. Martino- todavía resuenan dolorosamente acusadoras las duras palabras de Juan Pablo II en el Valle de los Templos de Agrigento contra “la cultura de la mafia, que es una cultura de muerte, profundamente inhumana, anti-evangélica, enemiga de la dignidad de la personas y de la convivencia civil”.
PROGRAMA DE LAS CELEBRACIONES POR EL XXV AÑO DE PONTIFICADO JUAN PABLO II El 15 de octubre comienzan las celebraciones por el vigésimo quinto año de pontificado de Juan Pablo II con la audiencia general por la mañana y un Congreso, por la tarde, promovido por el Colegio Cardenalicio y al que está invitados cardenales, presidentes de las Conferencias Episcopales, jefes de dicasterios de la Curia Romana y los patriarcas. Un día después, el jueves 16 de octubre, está prevista por la mañana, en la Sala Clementina del Vaticano el acto de firma y entrega de la Exhortación post-sinodal sobre el ministerio de los obispos. Y por la tarde, en la Plaza de San Pedro, la Santa Misa con motivo del 25 aniversario de la elección de Juan pablo II. Las relaciones en el Congreso, a cargo de los cardenales Bernardin Gantín, Jean-Marie Lustigier, Alfonso López Trujillo, Nasrallah Pierre Sfeir, Ivan Dias y Angelo Sodano, proseguirán hasta el sábado 18 de octubre, en el que también está programado el Mensaje del Santo Padre al Colegio Cardenalicio, un encuentro del Papa con los cardenales, presidentes, Jefes de Dicasterios y patriarcas y una vigilia misionera en el Aula Pablo VI. Por último el domingo 19 de octubre concluye el programa de actos de las celebraciones por el vigésimo quinto año de pontificado de Juan Pablo II con la Santa Misa de beatificación de la Sierva de Dios Teresa de Calcuta en la Jornada Misionera Mundial.
ARCHIDIÓCESIS
DE GUAYAQUIL (ECUADOR) DIÓCESIS
DE LONG XUYÊN (VIETNAM) PENITENCIARÍA
APOSTÓLICA CONSEJO
PONTIFICIO PARA LOS LAICOS COMISIÓN
PONTIFICIA PARA AMÉRICA LATINA
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO
XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO (B): 5 DE OCTUBRE DE 2003 Cuando creó al hombre se dijo el Señor Dios: “No está bien que esté solo”. Pero ninguna de las criaturas a las que el hombre puso nombre, según su utilidad, podía compararse a él para vivir en comunión. Y es que el hombre, creado a imagen y semejanza del Creador, sólo podía ser su reflejo, si siendo uno, vivía en comunión de amor con otro igual. Como el Padre y el Hijo, que siendo de igual condición, son uno en el mismo Espíritu de amor. Sólo entonces, cuando fue esposo de mujer, el hombre estuvo acabado y completo para ser bendecido por Dios como fuente y principio de vida, como reflejo de él mismo, que es Amor y como rey destinado a dominar sobre las cosas. Si, el matrimonio no es una ocurrencia de los hombres, sino un invento de Dios, que así lo proyectó desde el principio. Por eso, la antigua liturgia hispana, al bendecir a unos nuevos esposos dice: “Oh, Dios que para propagar la familia humana ya en los orígenes mismos del mundo modelaste a la mujer del costado de Adán, e insinuando la unidad del amor más puro, hiciste de uno dos, para mostrar que los dos son uno. Tú has puesto los primeros cimientos del matrimonio de tal modo que el varón abraza en su esposa una parte de su propio cuerpo, y no puede pensar que le es extraño lo que sabe formado de sí mismo”. Pero vino la ruptura del pecado. La soberbia engendró desconfianza y el egoísmo infidelidad. Se disipó el amor que sostenía la amistad del hombre con Dios y se debilitó el afecto entre los esposos reprochándose mutuamente la culpa. El corazón se endureció, reprimiendo la ternura de que el Señor lo dotó. Así lo admite hoy el Señor ante la pregunta de los fariseos, aquellos que con tanto celo se aferraban a la antigua situación sin dar paso a la novedad de Cristo: “Por vuestra terquedad permitió Moisés divorciarse de la mujer. Pero al principio de la creación Dios los unió de modo que ya no eran dos sino una sola carne. Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.” Y es que el corazón, enturbiado por el pecado, era ya incapaz de distinguir entre las razones humanas y el proyecto de Dios. Por eso, prometió por boca del profeta, para los días del Mesías, una renovación: “Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y practiquéis mis normas” (Ez 36, 26s). Es decir, quitaré las durezas del egoísmo humano y os devolveré esa ternura que no es frágil ni endeble, sino inquebrantable y permanente que posee el Espíritu de Dios. Por eso el Señor, cuando ya está en casa, con sus discípulos, que son germen de la Iglesia les confirma y encomienda: “Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio contra la primera. Y, si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio”. Todavía hoy muchos se preguntan: ¿Por qué la Iglesia no admite el divorcio ni la separación, cuando aquel compromiso, aquella primera entrega en el amor se ha roto ya y no tiene salida? Ella tiene esta razón recibida del Señor, sobre todas las otras que puedan convencer. Sencillamente porque ni ella ni nadie pueden romper lo que Dios volvió a unir en Cristo. El matrimonio, para los cristianos, es un sacramento, una acción del Señor. Cuando los esposos se comprometen para siempre en esa unión, es Cristo quien los une y consagra con su amor. Justo porque él ha venido a restaurar, y así lo ha manifestado, la unión de Dios con el hombre y la unión del hombre con Dios, cuyo signo desde el principio es el matrimonio, que ahora se convierte también en sacramento del amor hasta la muerte. Y es que, como nos dice hoy la Carta a los Hebreos, el mismo que juzgó que el hombre no debía estar sólo, también “juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo”. Todo tiene por fundamento el mismo y único amor indefectible de Dios. Un don que hay que recibir como aquellos niños que hoy son abrazados por Jesús en casa y ante sus discípulos.
ANGLICANOS Y CATÓLICOS CONTINÚAN TRABAJANDO HACIA LA PLENA COMUNIÓN El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, llegó a Roma el jueves por la tarde para participar en un variado programa de actos que incluían reuniones con los presidentes de los Consejos Pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y para el Diálogo Interreligioso, mesas redondas, encuentros de oración, conferencias de prensa, la ceremonia de toma de posesión del nuevo director del Centro Anglicano de Roma, y un encuentro con Juan Pablo II en el Palacio Apostólico el sábado 4 de octubre. El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cardenal Walter Kasper, recibió en el aeropuerto al arzobispo anglicano, que vino a Roma para reunirse con el Santo Padre al inicio de su mandato de arzobispo de Caterbury y presidente de la comunión anglicana. Esta visita, como las de su predecesor, George Carey, es una clara señal del deseo de la Comunión anglicana y de la Iglesia Católica de continuar trabajando juntas hacia la meta de la plena comunión. La Iglesia católica en Inglaterra también participó en esta visita con la llegada el viernes a Roma del cardenal Cormac Murphy-O´Connor, arzobispo de Westminster, para acompañar al arzobispo de Canterbury. Rowan Williams, anterior primado anglicano de la Iglesia de Gales, fue nombrado el 104 arzobispo de Canterbury en julio del año pasado y fue entronizado en la catedral de Canterbury en el mes de febrero de 2003, momento en el que el arzobispo subrayó la continuidad de las relaciones y el diálogo entre la Iglesia católica y la Comunión anglicana. Un aspecto de la visita que merece la pena subrayar es la ceremonia oficial de toma de posesión del nuevo director del Centro Anglicano de Roma, el obispo John Flak, el 3 de octubre por la tarde. Este centro fue inaugurado en 1966, y desde esa fecha, su director desarrolla el encargo de representar ante la Santa Sede al arzobispo de Canterbury y a los primados de la Comunión anglicana. El Centro anglicano ha sido desde su creación un instrumento valido y eficaz para promover y mantener estrechas relaciones entre la Santa Sede y los primados anglicanos. Actualmente el diálogo teológico católico-anglicano se desarrolla a través de dos estructuras: la Comisión Internacional Anglicana-Católica Romana, (ARCIC) instituida en 1970, y la Comisión Internacional Anglicana-Católica Romana para la Unión y Misión (IARCCUM). La primera de ellas ha elaborado durante su mandato varios documentos importantes y ha concentrado su investigación en temas teológicos controvertidos entre católicos y anglicanos. Ha publicado documentos sobre la Eucaristía, el Ministerio, la Autoridad, la Salvación, la Iglesia y las Cuestiones Morales. El documento más reciente de esta Comisión es “El don de la Autoridad” de 1999, y se basa en una investigación precedente sobre este tema donde se evidencia un significativo progreso hacia un comprensión común del Ministerio petrino. En cuanto a la segunda comisión, para la Unión y Misión, fue instituida en el curso de un importante encuentro en Mississauga (Canadá) en mayo de 2000, dirigido por el cardenal Edward Idris Cassidy y el arzobispo de Canterbury, y en el que participaron trece primados de provincias anglicanas y otros tantos presidentes de Conferencias Episcopales de los mismos países. Esta comisión, que tiene la finalidad de apoyar y sostener las iniciativas de la primera, se ha reunido tres veces en sesión plenaria desde 2001 y asume tres objetivos principales: la preparación de un proyecto de documento, articulado de forma concisa, que evidenciará el grado de acuerdo en la fe existente entre anglicanos y católicos; la reflexión sobre las formas sobre las cuales el estudio y la recepción de los documentos elaborados por la primera comisión, pueden facilitarse y promoverse en el ámbito de la Comunión anglicana y de la Iglesia católica; y por último individuar las estrategias que puedan traducirse en relaciones visibles y prácticas, del grado de comunión espiritual que se ha alcanzado.
MEDIACIÓN IGLESIA EN LIBERACIÓN EXTRANJEROS SECUESTRADOS EN COLOMBIA La Iglesia católica colombiana ha mantenido contactos con los portavoces del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para la liberación de siete extranjeros secuestrados el mes pasado por ese grupo guerrillero. El arzobispo de Medellín, Mons. Alberto Giraldo, en nombre del Episcopado colombiano, visitó ayer en una cárcel de Antioquia a dos guerrilleros del ELN detenidos, tras aceptar la mediación a petición del Gobierno. Al término de la entrevista, Mons. Giraldo anunció que la Iglesia creará una comisión que se trasladará a las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte de Bogotá, donde fueron secuestrados los siete excursionistas el pasado 12 de septiembre. El ELN reconoció el lunes pasado que tiene en su poder al español Asier Huegun Etxeberría, una alemana, un británico y 4 israelíes, secuestrados cuando visitaban las ruinas arqueológicas de Ciudad Perdida. Un octavo extranjero tomado como rehén, se evadió de sus captores el día del secuestro. "Organizaremos de manera inmediata una comisión de la Iglesia que se desplace a la zona para explorar caminos que lleven a la liberación de los siete ciudadanos extranjeros", declaró Mons. Giraldo a los periodistas. "Lo que tenemos que buscar es que las familias de las personas retenidas puedan comunicarse con ellos y saber cómo están", expresó el obispo, "con una luz de esperanza”. Mons. Giraldo explicó que "al mismo tiempo que se va trabajando para la liberación de los extranjeros, se va a dar un vistazo a la crisis humanitaria que afecta a la región" y agregó que "es muy importante insistir en preservar la seguridad de las personas secuestradas".
ARGENTINA: LLAMAMIENTO PARA UN RENACIMIENTO MORAL DE LA NACIÓN El Premio Nóbel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel dijo el viernes que la Comisión por la Memoria, que preside, tiene en su poder un documento que da cuenta de un elevado índice de torturas en cárceles y comisarías de la provincia de Buenos Aires. Pérez Esquivel anunció que pedirá una reunión con el gobierno, para tratar cuestiones vinculadas a la inseguridad y la situación de las cárceles de mayores y menores. Pérez Esquivel realizó estas declaraciones durante el acto de apertura al público de más de 350.000 fichas y de dos millones de folios con fotos, panfletos y otros documentos que testimonian la tarea sistemática de vigilancia social ejercida por la policía durante cincuenta años. Mientras tanto, en Roma se encontraba el obispo de la diócesis argentina de Salta, Mons. Mario Cargnello, que nos habló de los efectos de la crisis económica y de la gran preocupación de la Conferencia Episcopal argentina por las dificultades que está viviendo el país, reflejadas en el documento “Reconstruir la patria”, publicado por los obispos con un llamamiento para un renacimiento moral de la nación.
GIUSEPPE FREINADEMETZ, EL PRIMER SANTO DE ORIGEN LADINO Grandes muestras de devoción en Bolzano en vísperas del viaje hacia a Roma de más de 2 mil peregrinos que asistieron el domingo en la plaza de san Pedro a la canonización, presidida por Juan Pablo II, de Giuseppe Freinademetz, el primer santo de origen ladino. El sábado feron iluminadas todas las casas en Val Badia la región donde vivió este sacerdote italiano, iluminado por la gracia de la santidad que fue canonizado por el Papa junto a los beatos: Daniele Comboni y Arnold Janssen. Una ceremonia litúrgica tuvo lugar también en la iglesia de San Leonardo sobre el antiguo altar pre conciliar donde celebró su primer misa, en 1875. Los parroquianos de Oies, la localidad natal de Giuseppe Freinademetz, durante toda la jornada estuvieron recogidos asimismo en oración. La mayoría de los fieles del lugar (algunos parientes lejanos del futuro santo) asistieron en Roma a su canonización. “Será la eucaristía que celebraremos cada día de la semana la que nos acompañará en nuestra larga peregrinación'' dijo el obispo de Bolzano, Mons Wilhelm Egger.
SENEGAL: XXIII ASAMBLEA PLENARIA DEL SCEAM El miércoles se inauguró en Dakar, Senegal, la decimotercera Asamblea plenaria del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar – SCEAM - que finalizará el 12 de octubre. El primer tema en el orden del día de esta reunión es el de la reestructuración del mismo SCEAM - como recomienda la Exhortación Apostólica Post sinodal “Ecclesia in Africa”, de Juan Pablo II. Asimismo los Obispos africanos profundizarán en el papel y misión de la Iglesia en la lucha contra la pandemia del SIDA en África y sus repercusiones en todo el mundo. En unas declaraciones ante nuestros micrófonos, el Arzobispo de Kisangani, afirmó que «la sede de esta reunión, Dakar, se eligió por su significado en la historia de la esclavitud» y que «la Iglesia católica en África se propone cumplir un rito de purificación de la memoria, asumiendo los errores cometidos por sus hijos e hijas africanos y de otros continentes que impulsaron la tragedia de la esclavitud». Participa en esta Asamblea el Obispo de Ebebiyin, Guinea Ecuatorial, Mons. Alfredo María Oburú, quién nos informa del desarrollo de la misma:
Mons. Alfredo María Oburú. Prioridades de la Iglesia en Guinea Ecuatorial.
XIX CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN DE ARCHIVEROS DE LA IGLESIA EN ESPAÑA La Asociación de Archiveros de la Iglesia en España ha celebrado en Canarias su reunión anual. Don Agustín Hevia Ballina, presidente de la Asociación nos relató este encuentro.
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