AUDIENCIA GENERAL: SEMANA DE ORACIÓN PARA LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
PROLIFERACIÓN SECTAS, SEÑAL ASPIRACIÓN INSATISFECHA DE LO SOBRENATURAL
UN PONTIFICADO DE IMPULSO DEL COMPROMISO ECUMÉNICO
"VEINTE AÑOS DE EXPERIENCIA CANÓNICA"
EL VALOR DE LA LLAMADA A LA SANTIDAD LIGADA A LA VIDA CONYUGAL Y FAMILIAR
BENDICIÓN DE LOS CORDEROS EN LA FESTIVIDAD DE SANTA INÉS

ÁNGELUS: UNIÓN FIEL Y FECUNDA DE HOMBRE Y MUJER, AUTÉNTICO EVANGELIO DE VIDA Y DE ESPERANZA
VALENCIA, SEDE DEL V ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS EN EL 2006
CONCLUSIÓN DE LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

MENSAJE PARA LA XXXVII JORNADA DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
TELEGRAMA DE PÉSAME POR EL TERREMOTO EN MÉXICO
TELEGRAMA DE PÉSAME POR LA MUERTE DE GIOVANNI AGNELLI

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

LA FAMILIA CRISTIANA: BUENA NUEVA PARA EL III MILENIO
SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
ACCIÓN CATÓLICA: CARAVANA DE LA PAZ EN ROMA
JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA
OBISPOS ALEMANES EXHORTAN A EVITAR LA GUERRA EN IRAK
VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA
LLAMAMIENTO DE LOS MISIONEROS ITALIANOS
FAVORECER EL CRECIMIENTO GLOBAL DE LAS OPORTUNIDADES
BREVES RELIGIOSAS
HEMOS LEÍDO PARA USTEDES. REVISTA DE LIBROS
FRAY LUIS DE LEÓN


ENERO 2003
SEMANA DEL 20 AL 26

 

AUDIENCIA GENERAL: SEMANA DE ORACIÓN PARA LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

"La Semana de Oración por la Unión de los Cristianos, que estamos celebrando estos días, dijo el Papa en la catequesis del miércoles, nos invita a implorar con una sola voz y un solo corazón el don precioso de la unidad". Además el Santo Padre dio gracias al Señor por el camino recorrido en campo ecuménico, tanto por la calidad de las relaciones fraternas entre las diversas Comunidades, como por los frutos alcanzados en los diálogos teológicos.

Haciendo una pausa en la reflexión sobre Los Salmos, Oración de la Iglesia", tema que viene desarrollando desde hace varios meses, Juan Pablo II dedicó la catequesis del miércoles al tema de la unidad de los cristianos. Como se sabe, nos encontramos en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que dio comienzo el pasado día 18 de enero y se clausuró el 25 de este mismo mes. "El Señor, afirmó el Santo Padre, ha fundado la Iglesia 'una' y 'única': lo profesamos en el símbolo nicenoconstantinopolitano: "Creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica".

El Concilio Vaticano II, en el Decreto "Unitatis redintegratio" (& 1), en sus comienzos, afirma: "Porque una sola es la Iglesia fundada por Cristo Señor; muchas son, sin embargo, las Comuniones que se presentan a sí mismas ante los hombres como la verdadera herencia de Jesucristo; todos se confiesan discípulos del Señor, pero sienten de modo distinto y siguen caminos diferentes, como si Cristo estuviera dividido". El don de la unidad es un don grande que llevamos en vasijas de barro que se pueden quebrar fácilmente, frágiles. El realismo de esta afirmación lo demuestran las vicisitudes de la comunidad cristiana a lo largo de los siglos.

El Papa insistió una vez más en la fuerza de la fe que nos une a todos los cristianos, por la cual, cada uno según su propia vocación, está obligado a hacer lo posible para recomponer la plena comunión. La Semana de Oración por la Unidad de los cristianos nos llama a realizar esta tarea fundamental y nos ofrece la oportunidad de orar en las Asambleas de Iglesias y Comunidades eclesiales, así como en encuentros comunes entre católicos, ortodoxos y protestantes, para implorar con una sola voz y un solo corazón el precioso don de la plena unidad.

Tras recordar la oración de Jesús por la unidad de los Discípulos en la Última Cena, Juan Pablo II destacó las características peculiares que representa este don de la unidad: la unidad expresa fidelidad al Evangelio y también es una condición para que todos crean que Él es el enviado del Padre. Pero, no obstante la grandeza y la sublimidad de este don, la debilidad humana ha hecho que no haya sido acogido ni valorizado totalmente. "En el pasado, dijo el Santo Padre, las relaciones entre cristianos se han caracterizado a veces por la oposición y en algunos casos incluso por el odio recíproco, lo que constituye, como recalca claramente el Concilio Vaticano II "escándalo para el mundo y daña la predicación del Evangelio".

De ahí la necesidad de cultivar entre los cristianos un amor que se esfuerce en superar las divergencias. Para el Papa, dos son los medios fundamentales para ello: la oración incesante y el diálogo perseverante, junto con una cooperación concreta y fraterna a favor de los más pobres y necesitados. Juan Pablo II terminó la catequesis de este miércoles, dedicada a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, dando gracias al Señor por el camino recorrido hasta ahora, tanto por la calidad de las relaciones fraternas entretejidas por las diversas Comunidades, como por los frutos alcanzados en los diálogos teológicos.

Se puede decir que los cristianos son hoy más compactos y solidarios, aun cuando el camino hacia la unidad continúa en cuesta arriba, con obstáculos y angosturas. Siguiendo la vía indicada por el Señor, avanzan confiados porque saben que van acompañados, como los discípulos de Emaús, por el Señor resucitado hacia la meta de la plena comunión eclesial que lleva luego a la común "fracción del Pan". El Pontífice concluyó invitando con San Pablo a la vigilancia, a la perseverancia y a la confianza, dimensiones indispensables en el compromiso ecuménico.

RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL

Queridos hermanos y hermanas:

La Semana de Oración por la Unión de los Cristianos nos invita a implorar con una sola voz y un solo corazón el don precioso de la unidad, que Jesús mismo pidió ardientemente para sus discípulos. La unidad expresa la fidelidad al Evangelio y es un medio para que todo el mundo crea que Cristo es el enviado del Padre.
Al ser un tesoro guardado en vasos de barro, es necesario cultivar el amor entre los cristianos, no obstante las divergencias, y esforzarse en superar las barreras con la oración, el diálogo y la cooperación en favor de los más necesitados. Todo ello, alimentado por la perseverancia en el compromiso ecuménico y la esperanza firme de llegar a la plena comunión, según el gran deseo del Maestro: "que todos sean uno" (Jn 7, 20).

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a las Hermanas de los Pobres, Siervas del Sagrado Corazón, de Roma, con su Superiora General, y al grupo de la Escuela Italiana de Santiago de Chile. Invito a todos a participar de corazón en el deseo de que todos los discípulos de Jesús formen una sola familia.

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Una vez más, terminados los saludos en las diferentes lenguas, el Papa dirigió unas afectuosas palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, a quienes pidió que intensifiquen su invocación al Señor para que cuanto antes se llegue a la plena comunión de todos los discípulos de Cristo.

Con este espíritu exhortó a los jóvenes a que sean en todas partes, especialmente con sus coetáneos, apóstoles de adhesión fiel al Evangelio. Pidió a los enfermos que ofrezcan sus sufrimientos por la causa de la unidad de los cristianos. Y exhortó a los recién casados a convertirse cada día más en un solo corazón y una sola alma dentro de las propias familias.

 

PROLIFERACIÓN SECTAS, SEÑAL DE LA ASPIRACIÓN INSATISFECHA DE LO SOBRENATURAL

El fenómeno de las sectas, tan extendido entre las personas más marginadas social y culturalmente, es una señal concreta de una aspiración insatisfecha a lo sobrenatural. Juan Pablo II invitó a los prelados brasileños a reflexionar sobre temas de gran actualidad para la Iglesia de su país.

Siguen las visitas "ad limina Apostolorum" de los Obispos brasileños. El Santo Padre. El jueves al final de las audiencias individuales, recibió hoy en la Sala Clementina a los Prelados de la Región Sur 1, a quienes dirigió un amplio discurso en el que ha invitado a reflexionar sobre temas de gran actualidad para la Iglesia que está en Brasil. Juan Pablo II parte de una frase de la Encíclica "Redemptoris Missio" que dice: "La época en que vivimos es al mismo tiempo dramática y fascinante". El Papa destaca la interna contradicción del hombre que, si por una parte se está adentrando cada día más en el consumismo materialista por otra manifiesta una profunda necesidad de dar sentido a las cosas, de vida interior, de aprender nuevas formas y medios de concentración y de oración. Algo que constatan cotidianamente los Prelados brasileños.

Para el Santo Padre, el fenómeno de las sectas, que se está extendiendo tan ampliamente en aquellas tierras, en especial entre las personas más marginadas social y culturalmente, es una señal concreta de una aspiración insatisfecha a lo sobrenatural. Tampoco excluye que en la base de esa expansión esté presente una gran carencia de formación religiosa. De ahí que, ante el proselitismo acuciante de algunos grupos, sea urgente sustentar la fe de los cristianos con una formación religiosa permanente. "Vuestro esfuerzo, les dijo el Papa, debe tender a prevenir ese peligro, consolidando en los fieles la práctica de la vida cristiana en un espíritu de auténtica fraternidad en cada comunidad eclesial".

Recordando la reciente celebración del Congreso Eucarístico Nacional brasileño, el Pontífice espera que ese acontecimiento haya despertado la conciencia cristiana manifestada en el estrechamiento de los vínculos de comunión y reconciliación en la fe y en el amor, para que sean fermento de renovación interior. El Papa exhorta a los Prelados brasileños a que pongan la Eucaristía en el centro de su Pastoral, cuidando siempre una digna y genuina celebración del misterio según la doctrina y las directrices de la Iglesia. El Santo Padre propone algunos temas a la consideración de los Obispos como la Eucaristía dominical y el propio domingo, verdadera Pascua de la semana.

No olvidar, en una época de grandes celebraciones masivas, el cultivo del mundo interior de las almas, tan rico en valores y esperanzas. "Es preciso enseñar a rezar personalmente y no a colectivizar la oración". La Misa y otras celebraciones litúrgicas deben proporcionar al cristiano una intimidad mayor con su Señor. Otro tema puesto de relieve por el Papa es el de la religiosidad popular. Para transformar las realidades temporales es necesario el crecimiento en la fe y el testimonio evangélico, por lo que es necesaria una participación activa en la vida litúrgica y sacramental. Según el Santo Padre esto debe hacerse exigiendo a todos una fidelidad grande y respetuosa a los ritos y textos auténticos.

El Papa recuerda que la pastoral litúrgica convive en esta zona de Brasil con la presencia de varios grupos culturales que son una manifestación más de la catolicidad de la Iglesia, muchos de los cuales viven unos al lado de los otros, transformando su cultura en perfecta simbiosis. Este fenómeno implica una respuesta especialmente sensible, que el Papa confía al criterio y prudencia pastoral de los Prelados. En este contexto propone a su consideración la cultura afro-brasileña. Es una delicada cuestión de aculturación, sobre todo en los ritos litúrgicos, en el vocabulario, en las expresiones musicales y corporales típicas de la cultura afro-brasileña.

Juan Pablo II pide a los Prelados brasileños que apliquen a estas manifestaciones religiosas un discernimiento serio y profundo acerca de su compatibilidad con la Verdad revelada por Jesucristo. Y pone el ejemplo de la necesidad de mantener una adecuada y prudente vigilancia sobre ciertos ritos que sugieren el acercamiento del augusto Misterio Trinitario al panteón de los espíritus y divinidades de los cultos africanos, corriendo el riesgo de modificar las fórmulas sacramentales en su referencia trinitaria. Debe corregirse oportunamente la introducción en el rito sacramental de ritos, cantos y objetos pertenecientes explícitamente al universo de los cultos afro-brasileños.

El Papa termina su discurso a los Prelados brasileños de la Región Sur 1 subrayando que hay otro sector que merece toda la atención de su solicitud pastoral: las comunidades indígenas. El Papa está al corriente de la labor que se está haciendo en este campo procurando que los indígenas adquieran mayor conciencia de su propia identidad, de los valores de sus culturas y del lugar que deben ocupar en el conjunto de la población brasileña. El Pontífice termina agradeciendo a los Obispos brasileños sus esfuerzos pastorales y el espíritu con el que guían al Pueblo de Dios.

 

UN PONTIFICADO DE IMPULSO DEL COMPROMISO ECUMÉNICO

Juan Pablo II recordó su anhelo de impulsar a lo largo de su Pontificado el compromiso ecuménico, en su saludo, el lunes, a una delegación ecuménica de Finlandia. El Santo Padre recibió por la mañana a una delegación ecuménica de Finlandia que había viajado a Roma para celebrar la festividad de San Enrique, su santo patrón. En su saludo, tras destacar con gratitud los encuentros mantenidos también en otras ocasiones, "que han contribuido significativamente a reforzar las relaciones entre luteranos y católicos", Juan Pablo II recordó que "con el Concilio Vaticano II la Iglesia católica se ha comprometido de modo irreversible a recorrer el camino de la acción ecuménica, poniéndose a la escucha del Espíritu del Señor, que enseña a leer atentamente los " signos de los tiempos". (Ut Unum Sint, 3).

El Papa reiteró, una vez más, su anhelo de impulsar a lo largo de su Pontificado el compromiso ecuménico y subrayó la importancia de la Declaración Común sobre la Doctrina de la Justificación, como "signo de la nueva situación de 'fraternidad redescubierta'" y de comunión, a pesar de que ésta sea aún incompleta. Juan Pablo II finalizó su saludo a la delegación ecuménica luterana asegurando sus oraciones para que con esta fraternidad "podamos promover cada vez más una espiritualidad compartida que nos asista en el camino hacia la comunión plena".

 

"VEINTE AÑOS DE EXPERIENCIA CANÓNICA"

El Papa recibió el viernes a los participantes en la Jornada Académica, organizada por el Consejo Pontificio para los Textos legislativos, donde se han analizado los "Veinte años de experiencia canónica".

"La intención que predominó en la redacción del nuevo Corpus Iuris Canonici fue la de poner a disposición de los pastores y de todos los fieles un instrumento normativo claro que contuviese los aspectos esenciales del ordenamiento jurídico". Así lo manifestó Juan Pablo II a los participantes en la Jornada Académica, organizada por el Consejo Pontificio para los Textos legislativos, donde se han analizado los "Veinte años de experiencia canónica" que han transcurrido desde el 25 de enero de 1983, cuando el mismo Pontífice promulgó el nuevo Código de Derecho Canónico.

Una fecha que coincide con la del primer anuncio del Concilio Vaticano II, y que, como recordó el Pontífice, reafirma que ambos emanaron de la intención común de restaurar la vida cristiana. "El nuevo Código de Derecho Canónico, así como el Código de los Cánones de las Iglesias orientales -subrayó el Santo Padre- debe interpretarse y aplicarse en la óptica teológica del positivismo jurídico. Las normas canónicas hacen referencia a una realidad trascendente: una realidad compuesta de datos históricos y contingentes, pero también por aspectos esenciales y permanentes en los que se concreta en derecho divino".

En otro momento de esta audiencia el Pontífice advirtió contra el peligro de interpretar y aplicar las leyes eclesiásticas separándolas de la doctrina del Magisterio. "La dimensión jurídica -afirmó el Papa- al ser teológicamente intrínseca a las realidades eclesiales puede ser objeto de enseñanzas magisteriales, incluso definitivas. Este realismo en la concepción del derecho funda una interdisciplinaridad auténtica entre la ciencia canónica y las demás ciencias sacras".

Por último el Papa recordó una de las novedades más significativas del Código de Derecho Canónico y del sucesivo Código de los Cánones de las Iglesias Orientales: las normas que ambos contienen sobre los derechos y deberes de todos los fieles. A través de estos se alcanza el verdadero sentido del auténtico servicio pastoral en favor de las personas y las comunidades que componen la Iglesia.

 

EL VALOR DE LA LLAMADA A LA SANTIDAD LIGADA A LA VIDA CONYUGAL Y FAMILIAR

Juan Pablo II recibió el lunes a los participantes en el Encuentro Mundial de los Equipos de Nuestra Señora, movimiento fundado por el Abad Henri Caffarel. Evocando la figura de este fundador, en el centenario de su nacimiento, el Santo Padre puso de relieve la clarividencia de este sacerdote que, "mostrando la grandeza y belleza de la vocación al matrimonio, anticipó las enseñanzas fecundas del Concilio Vaticano II, destacando el valor de la llamada a la santidad ligada a la vida conyugal y familiar" (cf. Lumen Gentium, n 1).

Y, evocando la historia de los Equipos de Nuestra Señora y la atención del Padre Henri Caffarel para con la familia - que lo llevó a dedicarse también al "movimiento espiritual para las viudas de guerra", que hoy se denomina "Esperanza y Vida" - el Papa puso de relieve asimismo la importancia de los primeros Centros de Preparación Matrimonial y de los Equipos dedicados a la juventud, extendidos hoy en todo el mundo.

Ante las amenazas que se ciernen sobre la familia, el Pontífice expresó su satisfacción por el tema elegido para este encuentro mundial de los Equipos de Nuestra Señora, subrayando que los "Matrimonios están llamados por Cristo a la Nueva Alianza". Queridos amigos - afirmó Juan Pablo II - doy gracias a Dios por los frutos que vuestro movimiento lleva a través del mundo entero. Os exhorto a testimoniar sin cesar y de manera explícita la grandeza y la belleza del amor humano, del matrimonio y de la familia".

En este contexto, el Santo Padre aseguró sus oraciones "también por aquellos hogares que están en la prueba". Con el anhelo de que puedan encontrar "testimonios de la ternura y misericordia de Dios". "Quiero reiterar mi cercanía espiritual a las personas separadas, divorciadas y a los divorciados que se han vuelto a casar, que como bautizados, están llamados, en el respeto de las reglas de la Iglesia, a participar en la vida cristiana" afirmó Juan Pablo II, evocando la Exhortación Familiaris Consortio.

Y tras, destacar la importancia de los sacerdotes como "consejeros espirituales", invitando a rezar por las vocaciones, el Santo Padre confió a los miembros de este Movimiento a Nuestra Señora del Magnificat y a los beatos esposos Luis y María Quattrocchi.

 

BENDICIÓN DE LOS CORDEROS EN LA FESTIVIDAD DE SANTA INÉS

Juan Pablo II bendijo el martes, como es tradicional en la festividad de Santa Inés, los corderillos cuya lana se utilizará para los palios que impondrá a los nuevos Arzobispos metropolitanos.

Al final de esta mañana, como es tradicional en el día en que se celebra la memoria litúrgica de Santa Inés, Juan Pablo II bendijo dos corderillos, cuya lana se utilizará para confeccionar los sagrados palios que el Papa impondrá - en la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo - a los nuevos Arzobispos metropolitanos, como símbolo del ministerio pastoral episcopal y signo de especial unión con la Iglesia de Roma.

 

ÁNGELUS: UNIÓN FIEL Y FECUNDA DEL HOMBRE Y DE LA MUJER, AUTÉNTICO EVANGELIO DE VIDA Y DE ESPERANZA PARA LA HUMANIDAD

La unión fiel y fecunda del hombre y de la mujer, bendecida por la gracia de Cristo, afirmó el Papa en el Ángelus del domingo, constituye un auténtico Evangelio de vida y de esperanza para la humanidad.

A mediodía, fiel a su cita dominical con los fieles romanos y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Juan Pablo II se asomó a la ventana de su residencia para rezar con ellos la oración mariana del Ángelus. En sus palabras anteriores a la misma, el Pontífice recordó la celebración en Manila, Filipinas, del IV Encuentro Mundial de las Familias, que comenzó el miércoles pasado y se clausuró el domingo con una Misa solemne, presidida por el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia y Legado del Papa en tan importante acontecimiento eclesial.

Aludiendo al tema del Encuentro: "La familia cristiana: una buena noticia para el tercer milenio", Juan Pablo II, definiéndolo muy significativo, subrayó que la unión fiel y fecunda del hombre y de la mujer, bendecida por la gracia de Cristo, constituye un auténtico Evangelio de vida y de esperanza para la humanidad. Este gozoso mensaje ha sido proclamado por miles de familias de toda raza y nación, reunidas en Manila, renovando al mismo tiempo el compromiso de ser protagonistas de la nueva evangelización.

El Santo Padre, citando la Exhortación Apostólica "Familiaris consortio", afirmó una vez más que "el porvenir de la sociedad pasa a través de la familia". Esta afirmación es hoy más actual que nunca. Y el Papa se preguntó: ¿Pero de qué familia se trata? No ciertamente, responde, de la familia inauténtica basada en los egoísmos individuales. La experiencia demuestra que tal 'caricatura' de la familia no tiene futuro y no puede dar futuro a ninguna sociedad. La familia, en cambio, es una buena noticia en la medida en que acoge y hace propia la vocación perenne puesta por Dios al comienzo de la humanidad, cuyo proyecto original de vida es compartido, gracias a Dios, por numerosos cónyuges no cristianos.

Por esta razón se puede decir que la familia es para nuestros días vía privilegiada de diálogo entre las diversas religiones y culturas, y por tanto vía de reconciliación y de paz. El Papa terminó su breve alocución anterior al Ángelus con estas palabras: "A María Santísima, Reina de la familia, confiamos los frutos espirituales del gran Encuentro de Manila, y, desde ahora, la próxima cita mundial de las familias que tendrá lugar en el 2006 en Valencia, España. Roguemos para que cada familia, como auténtica "iglesia doméstica", y "buena noticia" de amor y de vida, sea signo de esperanza para la comunidad eclesial y para todo el mundo".

Terminado el rezo del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, Juan Pablo recordó que ese mismo día se celebraba la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra, que ha llegado a su quincuagésima edición. Este año se celebra también el centenario del nacimiento de su célebre iniciador, Raúl Follereau, cuyo nombre irá siempre unido a la lucha contra la lepra, la pobreza y la marginación.

Tras afirmar con energía la gran actualidad de su llamamiento a destinar recursos no a los arsenales bélicos, sino a combatir la miseria y las enfermedades, Juan Pablo II manifestó afectuosamente su cercanía a los hermanos y hermanas que sufren todavía causa del morbo de Hansen, y alienta a multiplicar los esfuerzos para vencerlo tanto en el plano sanitario como en el plano social.

El Papa terminó su encuentro con los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, saludando con gran afecto a los chicos de la Acción Católica de Roma, que dedican el último domingo de enero a la paz. Los ha acompañado el Vicario de Roma, Cardenal Camilo Ruini. Con ellos estaban también los padres y los asistentes y educadores para ofrecer a todos un mensaje de fraternidad y de esperanza. Símbolo de este mensaje las palomas que dos chicos soltaron desde la ventana del Papa.

ACCIÓN CATÓLICA: CARAVANA DE LA PAZ EN ROMA

 

VALENCIA, SEDE DEL V ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS EN EL 2006
DISCURSO COMPLETO

"La familia fundada en el matrimonio es patrimonio de la humanidad". Juan Pablo II exhortó a los esposos cristianos a ser la "buena noticia para el tercer milenio", en su discurso en video-conferencia con Manila con motivo del IV Encuentro Mundial de las Familias.

Un encuentro en el que el Papa anunció que la ciudad española de Valencia sería la sede del V Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará en el 2006. "Anunciad con alegría al mundo entero el maravilloso tesoro que, como iglesias domésticas, lleváis con vosotros. Esposos cristianos, en vuestra comunión de vida y amor, en vuestra entrega recíproca y en la acogida generosa de los hijos, ¡sed en Cristo luz del mundo!". Con estas palabras, en conexión televisiva con Manila, Juan Pablo II se dirigió el sábado a los más de 5 mil participantes en el IV Encuentro Mundial de las Familias que durante la semana se ha celebrado en la capital de Filipinas.

El Santo Padre dijo que estaba "con el pensamiento y la oración" con las queridas familias de Filipinas y de tantas regiones de la tierra, reunidas en Manila con motivo de este encuentro cuyo tema ha sido: "La familia cristiana, buena noticia para el tercer milenio". Después de agradecer el empeño en la preparación de este evento del arzobispo de Manila, cardenal Jaime Sin, y del legado Pontificio Cardenal Alfonso López Trujillo, y de haber escuchado, siempre en video conexión directa, el testimonio de algunas familias representantes de los cinco continentes, el Papa insistió en el lema del encuentro.

"Sed ante todo "buena noticia para el tercer milenio" viviendo con empeño vuestra vocación. El matrimonio que habéis celebrado un día, más o menos lejano, es vuestro modo específico de ser discípulos de Jesús, de contribuir a la edificación del Reino de Dios, de caminar hacia la santidad a la que todo cristiano está llamado".

Juan Pablo II explicó a los esposos cristianos, que permanezcan siempre aferrados a la certeza "del amor de Cristo en el sacramento del matrimonio", la única que puede dar sentido, fuerza y alegría al deber conyugal y familiar. "La gracia que habéis recibido en el matrimonio --dijo el Papa-- es la gracia del amor que se ofrece, del amor que se consagra y perdona; del amor altruista que olvida el propio dolor; del amor fiel hasta la muerte; del amor fecundo de vida.

"Ciertamente, esto no siempre es fácil, y en la vida cotidiana no faltan las insidias, las tensiones, el sufrimiento y también el cansancio --señaló el Santo Padre. Pero no estáis solos en vuestro camino. Con vosotros actúa y está siempre presente Jesús".

La familia fundada en el matrimonio, --dijo más adelante el Pontífice-- es patrimonio de la humanidad, es un bien grande y sumamente apreciable, necesario para la vida, el desarrollo y el futuro de los pueblos. La familia, como educadora por excelencia de personas, es indispensable para una verdadera "ecología humana". El futuro de la humanidad se fragua en la familia.

"Queridas familias cristianas, os encomiendo dar testimonio en la vida cotidiana de que, incluso entre tantas dificultades y obstáculos, es posible vivir en plenitud el matrimonio como experiencia llena de sentido y como "buena noticia" para los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Sed protagonistas en la Iglesia y en el mundo: es una necesidad que surge del mismo matrimonio que habéis celebrado, de vuestro ser iglesia doméstica, de la misión conyugal que os caracteriza como células originarias de la sociedad".

El Santo Padre terminó pidiendo "la oración en familia" como garantía de unidad en un estilo de vida coherente con la voluntad de Dios. Y anunció que Valencia será la sede del próximo Encuentro Mundial.

"Al confiaros a María, Reina de la familia, para que acompañe y ampare vuestra vida, me alegra anunciaros que el quinto Encuentro Mundial de las Familias tendrá lugar en Valencia, España, en el 2006".

 

CONCLUSIÓN DE LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Juan Pablo II presidió el sábado por la tarde, en la patriarcal Basílica de san Pablo Extramuros de Roma, la celebración de las Segundas Vísperas de la solemnidad de la Conversión de San Pablo, como conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, junto con los miembros de las Iglesias y Comunidades eclesiales presentes en Roma y que están unidas por el "único bautismo en el Señor Jesucristo".

El Papa comenzó su homilía recordando el tema de este año: "Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro" (2 Cor 4,7), exhortando a todos los cristianos a proseguir en la peregrinación terrena sin dejarnos vencer por las dificultades y las aflicciones, con la certeza de poder superar todos los obstáculos gracias a la ayuda y a la potencia que viene de lo Alto. "Deseo, continuó diciendo el Pontífice, que la Iglesia de Roma, "que preside en la caridad", se convierta cada vez más en un modelo de unas relaciones ecuménicas fraternas".

El Papa, recordando que como cristianos debemos ser conscientes de tener que dar testimonio del "glorioso evangelio", invitó a todos los presentes a unir sus esfuerzos para servir a la paz y a la reconciliación, a la justicia y a la solidaridad, sobre todo al lado de los pobres y de los últimos de la tierra. En este sentido se refirió a la Jornada de Oración por la paz en el mundo celebrada hace un año en Asís. La paz, dijo, constituye un reto y un empeño para el movimiento ecuménico.

Juan Pablo II, dando gracias al Señor por todos los frutos conseguidos a lo largo de este año, recordó también las dificultades, problemas y desilusiones que todavía se encuentran en el camino ecuménico, y afirmó que sólo el Espíritu de Dios será capaz de darnos la plena unidad visible. Por ello el Papa ha insistido en la importancia del "ecumenismo espiritual", que se realiza a través de oración elevada a Dios, cuando es posible, en comunión. A ella se une la escucha de la Palabra de Dios. Destacó también el importante papel que desarrollan las comunidades de vida consagrada y los movimientos espirituales surgidos recientemente para favorecer el encuentro con las antiguas venerables Iglesias Orientales. "Deseo que la espiritualidad de la comunión crezca cada vez más, terminó diciendo el Papa. Que sigamos con valentía este camino confiando en la potencia del Espíritu".

 

MENSAJE PARA LA XXXVII JORNADA DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
DOCUMENTO COMPLETO

"Los medios de comunicación prestan con frecuencia un valiente servicio a la verdad, pero a veces funcionan como agentes de propaganda y desinformación al servicio de intereses restringidos o de prejuicios nacionales, étnicos, raciales y religiosos, de avidez material y de falsas ideologías de distinta tendencia. Los periodistas tienen el grave deber de seguir las indicaciones de su conciencia moral y resistir a las presiones que les empujan a "adaptar" la verdad para satisfacer las exigencias de los poderes económicos o políticos". Esta es la afirmación de Juan Pablo II en su Mensaje con motivo de la trigésimo-séptima Jornada de las Comunicaciones Sociales que se celebrara el 1 de junio, y que se hizo público el viernes, en el día de San Francisco de Sales, patrono de la prensa católica.

Juan Pablo II recuerda en este Mensaje la Encíclica Pacem in terris del Beato Papa Juan XXIII y cómo ésta "llegó como un faro de esperanza para los hombres y mujeres de buena voluntad en los oscuros días de la Guerra Fría. Al afirmar que la auténtica paz requiere "guardar íntegramente el orden establecido por Dios", (Pacem in terris, 1), el Santo Padre señaló la verdad, la justicia, la caridad y la libertad como los pilares de una sociedad pacífica (ibid., 37).

Efectivamente el Papa Juan XXIII tenía muy en cuenta esos medios cuando llamaba a la "serena objetividad" en el uso de los "medios de información que la técnica ha introducido" y que "tanto sirven para fomentar y extender el mutuo conocimiento de los pueblos"; él condenaba "los sistemas de información que, violando los preceptos de la verdad y la justicia, hieren la fama de cualquier país" (ibid., 90).

En este contexto Juan Pablo II recuerda que mientras "hoy recordamos el cuadragésimo aniversario de la Pacem in terris, la división de los pueblos en bloques contrapuestos es casi sólo un recuerdo doloroso, pero todavía la paz, la justicia y la estabilidad social están ausentes en muchas partes del mundo. El terrorismo, el conflicto en Medio Oriente y otras regiones, las amenazas y contra-amenazas, la injusticia, la explotación y las violaciones a la dignidad y la santidad de la vida humana, tanto antes como después del nacimiento, son realidades que causan consternación en nuestros días.

El Mensaje, cuyo tema de este año es "los medios de comunicación social al servicio de la auténtica paz a la luz de la "Pacem in Terris", destaca que el poder de éstos ha crecido enormemente desde entonces y que "la exigencia moral fundamental de toda comunicación es el respeto y el servicio a la verdad. Los medios masivos tienen una irrenunciable responsabilidad en este sentido, pues constituyen la escena donde hoy en día se intercambian las ideas y donde los pueblos pueden crecer en el conocimiento mutuo y la solidaridad".

En cuanto a las responsabilidades especiales de los medios de comunicación, en el Mensaje se cita la exigencia de que nunca se favorezca la división entre los grupos y el deber de promover la justicia y la solidaridad en las relaciones: Enfrentar a unos contra otros en nombre de la religión es un error particularmente grave contra la verdad y la justicia.

"Los medios -escribe el Papa- sirven a la libertad sirviendo a la verdad, y por el contrario, obstruyen la libertad alejándose de la verdad y difundiendo falsedades o creando un clima de reacciones emotivas incontroladas ante los hechos. Sólo cuando la sociedad tiene libre acceso a una información veraz y suficiente, puede perseguir el bien común. Los medios deben ser libres y usar correctamente esa libertad. Su situación privilegiada les obliga a estar por encima de las meras preocupaciones comerciales".

Por último el mensaje del Pontífice, retomando las palabras del beato Papa Juan XXIII en el tenso clímax de la Guerra Fría, insiste de nuevo en el tema de la paz: "Es necesario que la norma suprema que hoy se sigue para mantener la paz sea sustituida por otra completamente distinta, en virtud de la cual se reconozca que una paz internacional verdadera y constante no puede apoyarse en el equilibrio de las fuerzas militares, sino únicamente en la confianza recíproca".

 

TELEGRAMA DE PÉSAME POR EL TERREMOTO EN MÉXICO

El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, envió en nombre del Santo Padre Juan Pablo II un telegrama de pésame y de solidaria cercanía a los afectados por el terremoto ocurrido esta madrugada en el Estado de Colima, México. El telegrama, remitido al Nuncio Apostólico en aquel País, Mons. Giuseppe Bertello, reza así:

El Santo Padre Juan Pablo II, profundamente apenado al conocer la dolorosa noticia del terremoto en ese estado de Colima, que ha ocasionado numerosas victimas, heridos y graves daños materiales, ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos y eleva fervientes plegarias para que el señor conceda su consuelo a los afectados por la desgracia e inspire en todos sentimientos de solidaridad para superar la adversidad, animados por los valores morales siempre abiertos a la esperanza. Asimismo, ruego a vuestra excelencia transmita el sentido pésame de Su Santidad a los familiares y exprese a heridos y damnificados su paterna solicitud y sentimientos de cercanía, a la vez que alienta a instituciones y hombres de buena voluntad para que, en estos momentos difíciles, presten eficaz ayuda con espíritu generoso y caridad cristiana, mientras imparte de corazón su confortadora bendición apostólica como signo de benevolencia al querido pueblo mexicano.

Cardenal Angelo Sodano
Secretario de Estado de Su Santidad

 

TELEGRAMA DE PÉSAME POR LA MUERTE DE GIOVANNI AGNELLI

Juan Pablo II transmitió su pésame por el fallecimiento del senador italiano Giovanni Agnelli, empresario y presidente de honor de Fiat. En un telegrama enviado al Arzobispo de Turín, Cardenal Severino Poletto, el Santo Padre ruega al Purpurado que transmita a la viuda del fallecido y a todos sus familiares su profunda participación en el dolor.

El Papa recuerda la insigne figura de este protagonista de "momentos importantes de la historia italiana, que supo prodigarse con generoso impulso por el bien y desarrollo económico y social" de su país. La muerte del histórico empresario italiano Giovanni Agnelli se ha producido hoy en su residencia turinesa. Nombrado senador vitalicio en 1991 padecía de cáncer desde hacía tiempo.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

ARCHIDIÓCESIS DE MONTERREY (MÉXICO)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis presentada por el cardenal Adolfo Antonio SUÁREZ RIVERA, en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado arzobispo metropolitano a monseñor Francisco ROBLES ORTEGA, hasta ahora obispo de Toluca.

DIÓCESIS DE FLORENCIA (COLOMBIA)
Juan Pablo II ha nombrado obispo de la diócesis al reverendo Jorge Alberto OSSA SOTO, del clero de la diócesis de Istmina-Tadó, hasta ahora vicario general y Rector del Seminario Mayor "San Pio X".

ARCHIDIÓCESIS DE SÃO SEBASTIÃO DO RIO DE JANEIRO (BRASIL)
El Santo Padre ha nombrado auxiliar de la archidiócesis al sacerdote Assis LOPES, rector del Seminario mayor "São José" y párroco en Río de Janeiro, asignándole la sede titular episcopal de Zarai.

DIÓCESIS DE LIMEIRA (BRASIL)
Juan Pablo II ha nombrado obispo de la diócesis a monseñor Augusto José ZINI FILHO, hasta ahora obispo titular de Megalopoli de Proconsolare y auxiliar de São Sebastião do Rio de Janeiro.

DIÓCESIS DE ITABIRA-FABRICIANO (BRASIL)
El Pontífice ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Lélis LARA, C.SS.R., en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico. El Papa ha nombrado en su lugar a monseñor Odilon GUIMARÃES MOREIRA, hasta ahora obispo titular de Fiumepiscense y auxiliar de Vitória.

ARCHIDIÓCESIS DE CHICAGO (ESTADOS UNIDOS)
El Papa ha aceptado las renuncias a los cargos de auxiliares de la archidiócesis presentadas por los monseñores:
Raymond E. GOEDERT, John R. GORMAN, y Thaddeus J. JAKUBOWSKI. En su lugar el Papa ha nombrado 3 nuevos auxiliares para esta archidiócesis estadounidense: el sacerdote Francis J. KANE, del clero de la misma archidiócesis, párroco de "Saint Joseph Parish" in Wilmette, asignándole la sede titular episcopal de Sault Sainte Marie en Michigan; el sacerdote Thomas J. PAPROCKI, del clero de la misma archidiócesis, párroco de "Saint Constance Parish" en Chicago, asignándoles la sede titular episcopal de Talattula; y el padre Gustavo GARCIA-SILLER, M.Sp.S., superior del Vicariato "Cristo Sacerdote" de los Misioneros del Espíritu Santo en California, asignándoles la sede titular episcopal de Esco.


DIÓCESIS DE REIMS (FRANCIA)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al cargo de auxiliar de Reims presentada por monseñor François GOURGOUILLON, en conformidad a los cánones 411 e 401 § 2 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado obispo auxiliar al reverendo Joseph BOISHU, de la archidiócesis de Rennes, hasta ahora delegado para la formación de los laicos y para los nuevos ministerios, asignándole la sede titular episcopal de Gauriana.

ORDINARIATO MILITAR PARA ESLOVAQUIA
El Santo Padre ha erigido el Ordinariato Militare para Eslovaquia y ha nombrado primer Ordinario Militar a monseñor František RÁBEK, hasta ahora obispo auxiliar de Nitra.

DIÓCESIS DE PATHEIN (BIRMANIA)
El Papa ha nombrado auxiliar de la diócesis al reverendo John HSANE HGYI, rector del Seminario Mayor Teológico Nacional Yangon, asignándole la sede titular episcopal de Puppi.

DIÓCESIS DE NIAMEY (NÍGER)
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Guy ROMANO, C.SS.R., en conformidad al canon 401 § 2 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Pontífice ha nombrado obispo de Niamey a monseñor Michel Christian CARTATÉGUY, S.M.A., hasta ahora obispo titular de Aulona y Auxiliar de la misma diócesis.

DIÓCESIS DE LICHINGA (MOZAMBIQUE)
El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por monseñor Louis GONZAGA FEREIRA DA SILVA, S.I., en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico.

ENVIADO ESPECIAL DEL PAPA PARA LA XI JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
El Santo Padre ha nombrado a monseñor Javier LOZANO BARRAGÁN, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, Su enviado Especial a la celebración de la XI Jornada Mundial del Enfermo, que tendrá lugar el próximo 11 de febrero en Washington.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO (B): 26 de enero de 2003
"Dejaron las redes, y le siguieron"

Hay una palabra que se ha repite en la lectura evangélica de hoy. Es ésta: dejaron. "Dejaron las redes y le siguieron". "Dejaron a su padre Zebedeo..." Cosa difícil dejar. ¡Cosa difícil! Acaso lo más difícil que hay en el mundo para nosotros. Dejar el dinero, dejar aquella amistad... Dejar la casa, la tierra, la vida. ¡Dejar! Cosa siempre dolorosa; porque, con frecuencia, supone el tener que arrancarse. En dos circunstancias resulta especialmente difícil. Me lo recuerda aquella palabra de Pedro: "Señor, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido". ¿Todo? Sí, porque él no tenía más que las redes y las dejó. Depende de lo que uno tiene. Puede que sea una miseria; y no por eso resulta menos difícil. Otra circunstancia: si uno tiene el corazón puesto en aquello, aunque no nos sea necesario para vivir. Como en el caso de aquel joven del Evangelio, que vino a Jesús. Era rico. Le dijo Jesús: "Anda, vende todo cuanto tienes y dalo a los pobres; luego ven y sígueme". El joven se entristeció y se alejó de Jesús. Cuando se tiene el corazón puesto en las cosas, es bien difícil dejarlas.

Y es que la dificultad no está precisamente en las cosas, sino en nosotros mismos. Nosotros ponemos el afecto en aquello que amamos. Al ponerlo en algo concreto, salgo de mÍ para meterme en la cosa. Me abrazo con ella. Entonces ella me coge, y ya es difícil que me suelte. Así, lo realmente difícil no es dejar, sino soltarse. El afecto del corazón nos hace esclavos de aquello que amamos.

Y, sin embargo, es necesario dejar. Precisamente aquí está el secreto de la vida: dejar y aprender a dejar. Si no nos soltamos y dejamos aquello que nos retiene, jamás seremos personas libres. Nunca llegaremos a ser adultos. Es ley de vida. En la medida que el hombre deja más, es más hombre; tiene mayor libertad. Hay que estar muriendo continuamente, para vivir. Dejando, vamos naciendo a una vida mejor. Lo dijo el Señor: "El que ama su vida, la perderá; el que la pierda por mi, la guarda para la vida eterna". Entonces el problema fundamental es que aprendamos a dejar. Es aquí donde radica también todo el problema de la educación para la vida.

La libertad no es problema de anchura, sino de profundidad. Y también de altura. Para ser libre he de poseerme a mÍ mismo. El problema es ser. El hombre, por naturaleza, tiende siempre a ser esclavo. El único que puede librarlo es el Señor. En el Evangelio de hoy nos ofrece una lección profunda: "Venid conmigo ? les dijo Jesús ?, y os hará pescadores de hombres" Es el camino del amor el que aquí se indica: "conmigo". Les ensanchó el horizonte. Les hizo trascender toda la anchura del mundo, para contemplar la belleza del Reino de los cielos. Por estos caminos quizás acertemos a ser más libres. Por aquí es posible que alcancemos la técnica del dejar y del arrancarse, para ser adultos, para ser personas, para ser cristianos. "Porque, si alguno me sigue, y no deja a su padre y a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta sí mismo, no puede ser mi discípulo".

Me dices tú: Eso vale para Vd., que dejó su casa y su familia hace mucho tiempo, para ser sacerdote. O para esas Religiosas, que se arrancaron de los suyos un día. Pero para mí es tarde. Me resulta imposible. Porque tendría que dejar a mi mujer y a mis hijos. Yo tengo ya mi ocupación, me debo a mi negocio, a mi cargo, a mi trabajo. No tengo tiempo para más. Hermano: Supuesta la diversidad de oficios y de ocupaciones, todos podemos oír y debemos aceptar esta palabra: "Ven conmigo, te haré pescador de hombres" ¿Piensas que sólo yo puedo ser instrumento de Jesucristo? ... Te equivocas. En la Iglesia todos podemos y debemos ser instrumento suyo, cada cual desde el puesto que tiene en la vida. Mientras estás con tu mujer y con tus hijos, mientras trabajas en lo tuyo, puedes tener el corazón en Jesucristo?... ¡Puedes! Entonces debes ejercitarte también en dejar. Vale también para ti esta consigna.

¿Tienes un negocio? Ocúpate de él; es tu obligación, lo quiere Dios. Pero ten cuidado, no te hagas esclavo de tu negocio. No seamos esclavos de nada ni de nadie. Ni en el mundo, ni en la Iglesia. Que también podría ocurrir. No nos atemos a nada, sino al Señor. Que sirviéndole fielmente toda vuestra vida, podamos mostrar a los hombres los horizontes del Reino de Dios.

 

LA FAMILIA CRISTIANA: BUENA NUEVA PARA EL III MILENIO

Con el lema elegido por Juan Pablo II, "La Familia Cristiana: Buena Nueva para el Tercer Milenio", se inauguró el miércoles en la capital de Filipinas el IV Encuentro Mundial de las Familias, promovido por el Consejo Pontificio encargado de la pastoral familiar. En una solemne Concelebración Eucarística, que contó con la presencia del enviado papal, Cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del citado dicasterio, el Arzobispo de Manila destacó que había rezado mucho por el éxito de este encuentro mundial. Sabemos -añadió el Cardenal Jaime Sin- que "Filipinas está muy cerca del corazón del Papa. Y sobre todo en estos días queremos estar en comunión con el Santo Padre, renovándole asimismo nuestro afecto, estima, reconocimiento y oración".

El Arzobispo de Manila, en su bienvenida a los cinco mil participantes, recordó que "sin una visión cristiana del futuro la civilización muere" y exhortó a "ser cada vez más fieles a la sabiduría de Dios y al plan divino de salvación, para dar al mundo valores que no tienen ocaso". En este encuentro, que es el cuarto después del de Roma en 1994, en Río de Janeiro en 1997 y de nuevo en Roma durante el Jubileo del Año 2000, se ha llevado a cabo un Congreso teológico pastoral en el que se ha disertado sobre diversos temas relativos a la defensa de la familia y la vida, delegados de distintas diócesis y conferencias episcopales; obispos encargados de pastoral familiar; así como numerosos expertos y miembros de movimientos y asociaciones para la familia y la vida de todo el mundo.

Paralelamente se llevó a cabo un Congreso para niños y jóvenes. El sábado 25 se celebraron Misas por grupos idiomáticos. El mismo día por la tarde tuvo lugar un gran encuentro de testimonios y una fiesta de las familias, momento en el que Juan Pablo II - a través de una conexión en videoconferencia, en directo desde Roma - dirigió un Mensaje a las familias. La clausura del evento fue el domingo 26 con una multitudinaria Eucaristía presidida por el Legado Pontificio, Cardenal Alfonso López Trujillo.

VALENCIA, SEDE DEL V ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS EN EL 2006
ÁNGELUS: UNIÓN FIEL Y FECUNDA DE HOMBRE Y MUJER, AUTÉNTICO EVANGELIO DE VIDA Y DE ESPERANZA

 

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Como todos los años, del 18 al 25 de enero se celebra la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos, una celebración que tanta raigambre ha ido adquiriendo en la vida de las diversas comunidades eclesiales. El día 25, jornada de clausura del Octavario, como se denominaba también a estas celebraciones, ha pasado a ser una fecha importante, no sólo porque la Iglesia la dedica a festividad de la Conversión de San Pablo, sino también porque, como dijo el Papa el domingo, en ese día y en la Basílica de San Pablo Extramuros, donde tiene lugar la ceremonia de clausura, "han tenido lugar acontecimientos de gran importancia ecuménica, que han marcado el camino ecuménico. Allí fue donde el Beato Juan XXIII comunicó a la Iglesia la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II. La sorpresa de todo el mundo fue enorme, cuando el 25 de enero de 1959, el Papa Juan XXIII, elegido como sucesor de Pedro tres meses antes, a los 77 años de edad, anunciaba la convocación de un nuevo Concilio. Este Pontífice sencillo, de origen campesino, había sido elegido como Papa de transición, después del importante y largo pontificado de Pío XII, que a toda la cristiandad le había parecido como algo heroico y místico en medio de los difíciles años de la Segunda Guerra Mundial. Ahora Juan XXIII lanzaba esta idea que él definía "como una flor espontánea de una primavera inesperada" y como "un rayo de luz celestial". Juan XXIII deseaba, con la celebración del Concilio, que la Iglesia viviera "un nuevo Pentecostés".

También en la Basílica de San Pablo Extramuros tuvo lugar una ceremonia de especial significación ecuménica cuando el 18 de enero del 2000, en que se celebraba el Gran Jubileo, Juan Pablo II abrió la Puerta Santa de la Basílica, acompañado de dos jerarcas no católicos, el Primado de la Iglesia anglicana y un representante del Patriarca Ortodoxo de Constantinopla. Luego el día 25 de ese mismo mes tuvo lugar en la misma Basílica una solemne celebración ecuménica. El día 25, Juan Pablo II presidió también en la Basílica de San Pablo las Solemnes Vísperas que clausuraron la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de este año 2003.

Vale la pena recordar lo que el Santo Padre decía en la Carta Apostólica "Novo Millennio Ineunte", cuando, en el capítulo IV "Testigos del amor", se pregunta: "¿Y qué decir, además de la urgencia de promover la comunión en el delicado ámbito del campo ecuménico? La triste herencia del pasado nos afecta todavía al cruzar el umbral del nuevo milenio. La celebración jubilar ha incluido algún signo verdaderamente profético y conmovedor, pero queda aún mucho camino por hacer. "En realidad, leemos en el documento pontificio, al hacernos poner la mirada en Cristo, el Gran Jubileo ha hecho tomar una conciencia más viva de la Iglesia como misterio de unidad. "Creo en la Iglesia, que es una": esto que manifestamos en la profesión de fe tiene su fundamento último en Cristo, en el cual la Iglesia no está dividida. La oración de Cristo nos recuerda que el don de la unidad ha de ser acogido y desarrollado de manera cada vez más profunda. La invocación "ut unum sint", "que sean uno", es a la vez, imperativo que nos obliga, fuerza que nos sostiene y saludable reproche por nuestra desidia y estrechez de corazón".

El recuerdo del tiempo en que la Iglesia respiraba con "dos pulmones", añade el Santo Padre, ha de impulsar a los cristianos de oriente y de occidente a caminar juntos, en la unidad de la fe y en el respeto de las legítimas diferencias, acogiéndose y apoyándose mutuamente como miembros del único Cuerpo de Cristo. El Papa termina este tema recordando que en esta perspectiva de renovado camino postjubilar mira a las Iglesias de Oriente, deseando que se recupere plenamente ese intercambio de dones que ha enriquecido a la Iglesia del primer milenio. Con análogo esmero, afirma, se ha de cultivar el diálogo ecuménico con los hermanos y hermanas de la Comunión anglicana y de las Comunidades eclesiales nacidas de la Reforma. La confrontación teológica sobre puntos esenciales de la fe y de la moral cristiana, la colaboración en la caridad y, sobre todo, el gran ecumenismo de la santidad, con la ayuda de Dios, producirán frutos en el futuro. El Pontífice concluye con esta frase del Salmo 133, versículo 1: "Vez qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos".

MEDITACIONES DE LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
AUDIENCIA GENERAL: SEMANA DE ORACIÓN PARA LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
CONCLUSIÓN DE LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

 

ACCIÓN CATÓLICA: CARAVANA DE LA PAZ EN ROMA

El domingo 26 de enero tuvo lugar la Caravana de la Paz de los chicos de Acción Católica. Esta manifestación situada al término del Mes de la Paz, se añade a las demás actividades programadas por Acción Católica y que han comprendido iniciativas de oración y sensibilización, en las que han tomado parte todos los socios, niños, jóvenes y adultos y cientos de miles de personas en todas las diócesis.

El eslogan de este año es: "Puede parecerte extraño, pero la paz está al alcance de tu mano". La Caravana de la Paz comenzará el domingo próximo a las 8 y media con una concentración en la Plaza Navona, desde donde se trasladarán en manifestación por las calles del centro hasta la Plaza de San Pedro, donde están previstos talleres de juego, canto y espectáculos que expresen el deseo y la capacidad de construir la paz. A mediodía tendrá lugar la oración del Ángelus, al final de la cual el Papa liberará dos palomas, signo de paz.

Durante toda la mañana se recogieron los donativos de los grupos parroquiales, cuya recaudación se destina a la Asociación "Manos Extendidas" que se ocupa de niños y chicos de algunas regiones de la India, separados de sus familias y utilizados como mano de obra en las canteras de cal. Una iniciativa que ha sido bautizada como "Libera las manos".

 

JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

"Comparte los frutos de la paz", es el lema de la Jornada de la Infancia Misionera, que el domingo celebró la Iglesia española. No cabe duda de que hay una necesidad grande de comunicar a los demás los frutos de la paz que uno encierra dentro de sí mismo. La paz lleva consigo alegría, esperanza, fraternidad, entusiasmo, optimismo, amor, deseos de hacer el bien, cultura, progreso. Se comprende mejor lo que es la paz cuando falta. La paz produce frutos en abundancia tanto espirituales como materiales.

Los medios de comunicación nos informan continuamente sobre los conflictos cruentos, sobre las guerras en acto en muchas partes del mundo, sobre las amenazas de guerra que se ciernen sobre algunos países y la implicación de otros en esas guerras, casi inminentes. De esto se deduce que no estamos en el mejor de los mundos y que la paz falta en muchos lugares de la tierra. Y los que más sufren, como ocurre siempre, son los débiles, los pequeños, los niños, los ancianos, los enfermos, los pobres…

El 26 de enero, Jornada de la Infancia Misionera, se hace un llamamiento especial a los niños que son los que mejor pueden recordar a los mayores, puesto que en su inocencia muestran lo más hermoso que hay en el corazón de los seres humanos, para que en sus familias, en las parroquias, en los colegios, en las mismas pandillas de chicos, se comprometan a preocuparse de los niños inmigrantes, de los pobres, de los necesitados, a solidarizarse con ellos y a ser promotores de paz y a dejar que crezcan en ellos los frutos de la paz.

 

OBISPOS ALEMANES EXHORTAN A EVITAR LA GUERRA EN IRAK

Los obispos católicos alemanes han exhortado a todos los responsables a hacer lo posible para evitar la guerra en Irak y consideran que un ataque preventivo es contrario a la doctrina católica y al Derecho Internacional. En una declaración difundida esta semana al final de una reunión de la Conferencia episcopal en Würzburg (sur de Alemania), los prelados manifestaron su apoyo a "los esfuerzos de las Naciones Unidas para ejercer presiones sobre Irak a fin de impedir la producción de armas atómicas, biológicas y químicas y para debilitar lo más posible la capacidad de agresión iraquí".
"La amenaza puede ser éticamente consentida en la medida en que una estrategia política debe estar orientada a evitar la guerra, pero en ningún caso a una lógica de intensificación que al final haga inevitable la guerra", puntualizan los obispos. Puesto que el conflicto sólo se puede considerar "en caso de ataque o para defenderse de gravísimos crímenes contra la humanidad", la Conferencia Episcopal alemana se ha mostrado "profundamente preocupada por el hecho de que en los últimos meses la prohibición de una guerra preventiva --prohibición establecida por el Derecho Internacional-- se ponga en discusión cada vez más".

"Una estrategia de seguridad que reconozca la guerra preventiva --continúa el comunicado-- está en oposición a la doctrina católica y al Derecho Internacional": es una "agresión" que "vaciaría de contenido la prohibición de la violencia, confirmada por el Derecho Internacional, promoviendo la inestabilidad política y desquiciando las bases de todo el sistema internacional de la comunidad de los Estados".

Además de las víctimas, entre las "consecuencias previsibles" del conflicto --dicen los obispos alemanes-- existe el riesgo de "gravísimos trastornos políticos en toda la región de Oriente Medio y Próximo, que anulan los logros de la alianza internacional contra el terrorismo". A ello habría que añadir el aumento de la influencia de "fundamentalistas islámicos en la zona" y el enconamiento de los "prejuicios, ya de por sí arraigados, del mundo árabe y musulmán contra Occidente".

Precisamente, este miércoles, Francia y Alemania mostraron su posición común en la crisis iraquí al coincidir en "la necesidad de hacer todo lo posible para evitar una guerra en Irak" y abogaron por que se alcance una solución pacífica al respecto. El juicio que comparten Francia y Alemania se basa en dos ideas: toda decisión bélica corresponde sólo al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas...y la guerra es siempre la peor de las soluciones y la constatación del fracaso.

En el 40 aniversario del tratado del Eliseo que reunió en Paris a los representantes de los parlamentos de las dos naciones junto al presidente francés Jacques Chirac y al canciller alemán Gerhard Schroeder, ambos dirigentes insistieron con fuerza en la necesidad de dar más tiempo a los inspectores de la ONU antes de emprender una operación militar.

Los gobiernos de Francia y Alemania habían sido invitados por los obispos de ambos países a crear relaciones bilaterales cada vez más estrechas y a promover iniciativas de conocimiento recíproco. La propuesta mira a las nuevas generaciones, que "deben comprender qué significa vivir la fraternidad reconciliada" hoy en Europa, afirmaron los presidentes de las Conferencias Episcopales de Francia y Alemania, monseñor Jean-Pierre Ricard y el cardenal Karl Lehman.

Este fue el mensaje que hicieron llegar en un comunicado conjunto difundido con ocasión del cuadragésimo aniversario del Tratado del Elíseo --22 de enero de 1963--, con el que los dos Estados quisieron ratificar una unión más cercana, poniendo fin a siglos de conflictos y guerras.

Recordando las "comunes raíces cristianas" que unen a los dos pueblos, Mons. Ricard y el cardenal Lehman recalcaron que Europa ha heredado del cristianismo valores como "la inviolabilidad de la dignidad humana, el reconocimiento de la libertad y la voluntad de trabajar para la solidaridad y la justicia".

"Estos son valores --se lee en el documento-- que han inspirado el modelo de sociedad europea y sobre la base de ellos podemos hoy continuar el proceso de integración. La Unión Europea es sobre todo una comunidad de valores". Finalmente los dos prelados subrayan el compromiso de la Iglesia en Francia y Alemania y el ofrecimiento de su contribución y trabajo "para la reconciliación y la construcción de un futuro común para los pueblos europeos" a partir de "múltiples contactos" que se han ido creando entre diócesis, movimientos, escuelas y asociaciones.

 

VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA

El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, convocó una "Vigilia de Oración por la Paz, tan amenazada en estos momentos por la posible guerra en Irak, y la situación que se vive en numerosos puntos del planeta, en especial Tierra Santa".

La Nota de Prensa del Arzobispado de la capital española señalaba que la Vigilia sería en la Catedral de la Almudena el domingo, 26 de enero, a las siete de la tarde. En la convocación, el Cardenal Rouco, recordaba, en comunión con el Santo Padre, que "sólo el Espíritu Santo puede inspirar las mentes de quienes gobiernan las naciones y mover su corazón, para que logren solucionar los conflictos de acuerdo con la dignidad humana". El Purpurado, reiterando que "la paz en la tierra -suprema aspiración de toda la humanidad- es un don de Dios", evoca el reciente "llamamiento realizado por Su Santidad, el Papa, Juan Pablo II, al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, con un rotundo '¡no a la guerra!'"

De esta forma- afirma el Cardenal Rouco - "reunidos para escuchar la Palabra de Dios y celebrar la Eucaristía, queremos dejarnos transformar por el Espíritu Santo: para que borre en nuestros corazones cuanto pueda poner en peligro la paz y nos convierta a todos en testigos de la verdad, de la justicia y del amor fraterno; que haga de nosotros instrumentos de paz".

 

LLAMAMIENTO DE LOS MISIONEROS ITALIANOS

Los misioneros italianos han dirigido un llamamiento a los senadores italianos en defensa de la ley 185/90 sobre el comercio de armas, una ley que para los religiosos "obstaculiza la proliferación de los traficantes de armas y hace posible que sean perseguidos cuando pertenecen a la criminalidad organizada". El próximo 28 de enero el senado italiano discute las enmiendas a esta norma previstas en el proyecto de ley 1547. En este contexto los misioneros se dirigen a los senadores responsables del futuro cambio, advirtiéndoles que la modificación beneficiará aún más a las ya ricas industrias que fabrican armas y a los traficantes, sobre todo a los criminarles sin escrúpulos.

"Nosotros -se lee en el llamamiento de los misioneros- que trabajamos en el Sur del mundo somos testigos directos de la devastación que las guerras y las armas provocan a estas poblaciones ya empobrecidas por la explotación, las enfermedades y de una deuda externa insoportable. En los países donde trabajamos seguimos viendo armas ligeras y pesadas y durante muchos años hemos visto también muchísimas minas, fabricadas en Italia"."Si se modifica esta ley -afirman los religiosos- sufrirán, morirán y se empobrecerán miles de personas del Sur del mundo, las mismas que Italia, a través de la cooperación, querría prestar ayuda".

 

FAVORECER EL CRECIMIENTO GLOBAL DE LAS OPORTUNIDADES

Un mayor esfuerzo para favorecer el crecimiento global de las oportunidades. Esta fue la exhortación de Mons. Amédée Grab, presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, que se contiene en un mensaje dirigido a los participantes al vértice económico mundial de Davos, en Suiza. Cada vez más hombres y mujeres tienen que poder gozar "en plenitud del don de la vida y de todo lo que este don encierra y abre".

Mons. Grab subraya en su mensaje el papel de quien asume públicamente responsabilidades económicas, políticas y científicas para "aumentar las oportunidades a disposición" de todos los seres humanos. Por otra parte el presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa expresa el deseo de que la "búsqueda del bien común" supere los peligros que a veces han dado lugar a "decisiones que comprometían" la dignidad de millones de vidas humanas. "Tales peligros, continúa diciendo, no nos tienen que desanimar, sino responsabilizar" ya que "el recuerdo de los errores y de las culpas no debe ser eliminado sino asumido y convertido en un compromiso más humilde e intenso".

Exhortando a los líderes reunidos en Davos a "continuar con valentía y con espíritu crítico sus compromisos", Mons. Grab dirige así su atención a la dramática situación en Oriente Medio. "Es necesario, se lee en el mensaje, un gran esfuerzo de responsabilidad y de diálogo, de apertura y de firme resistencia a los abusos, para que se amplíe cuanto antes el área en la que están vigentes las condiciones jurídicas y sociales que sirvan para una convivencia civil entre las personas y las naciones". El Presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, concluye su mensaje pidiendo a las sociedades libres que busquen "todas las formas pacíficas para la defensa y el restablecimiento de los derechos y de las libertades".

 

BREVES RELIGIOSAS

El Arzobispado Castrense de España ha organizado, un año más la "Jornada Mundial por la Paz", que se celebró el 22 de enero, en la Santa Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, en Madrid, a las 7 y media de la tarde. Esta celebración se inscribe en el contexto de la Jornada Mundial por la Paz convocada por el Santo Padre y que se celebra el día uno de enero de cada año. Como se sabe, este año lleva por lema "Pacem in terris: una tarea permanente", en el cuadragésimo aniversario de la encíclica "Pacem en terris" del Papa Juan XXIII. La ceremonia consistió en una Eucaristía presidida por el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Manuel Monteiro de Castro. El Arzobispo Castrense, Mons. Manuel Estepa, concelebrante principal, al inicio de la Eucaristía hizo la presentación de la Jornada que, al igual que en ediciones anteriores, tiene por objetivo rezar por la paz.

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La religiosa de la Compañía de María Nuestra Señora, Ana María Garbayo Abascal, natural de Tudela, Navarra, ha sido nombrada, para un período de cuatro años, nueva secretaria general de la Unión de Conferencias de Superiores Mayores (UCESM), que agrupa a 42 Conferencias Nacionales de Religiosos y Religiosas de Europa, pertenecientes a 24 Países, con un número aproximado de 400 mil religiosos y religiosas. El Presidente de la UCESM es, desde hace tres años, el también español, P. Jesús María Lecea Saiz, escolapio, que preside también la Conferencia Española de Religiosos.

 

HEMOS LEÍDO PARA USTEDES. REVISTA DE LIBROS

Saber optar
Joâo Batista LIBANIO, Discernimiento y vida consagrada, Mensajero, Bilbao 2002, 98 pág.

Una de las tareas más complejas en la vida es saber discernir, intentar descubrir el sentido de las cosas y, al mismo tiempo, acertar en la opción que se haga como consecuencia del discernimiento. Es un principio elemental para que la vida no esté siempre sujeta al vaivén del último acontecimiento o de los impactos inmediatos que nos sacuden momentáneamente, pero que acaban siendo una simple conmoción pasajera.
De ahí que nos sea sumamente útil que aparezcan textos, aunque sean breves, que nos ayuden en esta tarea, que, insisto es urgente y no es nada fácil.

Joâo Batists Libanio nos ayuda de manera especial en este campo, sobre todo porque se dedica a hablarnos del discernimiento en que entraña la opción por la vida consagrada.
Partiendo de la base de que ante el juicio de Dios, una fe confesada con palabras que no vaya acompañada de una vida consecuente se pierde en el vacío. No nos basta con "conocer" el camino, y tener presentes los peldaños y las encrucijadas, hay que vivirlo, hay que cargar sobre los hombros el propio petate, y avanzar por las sendas que nos indica el estilo de vida que entraña la fe.

La actitud de quien discierne e intenta descubrir cuál es la auténtica dimensión de su consagración personal dice muy bien Libanio que exige purificación, generosidad y clima de oración, tres cualidades que hacen que se despeje el camino o, por lo menos, se tenga la libertad en situación de despegue para emprender el vuelo hacia donde lleve el descubrimiento de la posible opción.

Y si el que discierne se da cuenta del mundo en que vive, no bastará con una simple declaración de principios, sino que será necesario llegar al "vaciado" absoluto de todo aquello que nos impida seguir el camino al que somos llamados.

Todo ello supondrá, evidentemente, una tensión dialéctica entre el propósito general y la mediación concreta de la situación, con un sentido realista que evite el que todo quede concretado solamente en palabras genéricas.

Hay que tener en cuenta, además, la manera de ser de cada uno y sus reacciones dentro de un momento objetivo de la realidad que nos circunda, en su dimensión teológica en nuestro caso.

Entrando en el análisis de la VIDA CONSAGRADA y su existencia concreta, debemos tener en cuenta los elementos que la constituyen, y los condicionamientos que la rodean según la opción de cada uno, y su manera de ser.

Libanio pasa después a analizar la VIDA CONSAGRADA en el post-concilio y, una vez más, el conjunto de circunstancias históricas que nos rodean. Y una de las figuras principales que hay que tener en cuenta es la del POBRE. En nuestro mundo hay que contar con él como una de las factores importantes de consagración al evangelio.

Termina este texto - breve pero valioso - con un análisis muy claro de los criterios ignacianos de discernimiento. Tener a mano estas páginas en unos Ejercicios pueden ser un instrumento muy útil para no sentirse perdido en el momento de la opción.

 

FRAY LUIS DE LEÓN

Fray Luis de León, ante la gran abundancia de papeles que dejó Santa Teresa, optó con gran acierto por un tríptico fundamental. Se trataba de lo mejor de la Madre Teresa, distribuido en tres libros o volúmenes. En el primero de ellos colocó era la "Vida", en el segundo "Camino"; y en el tercero "Las Moradas". A estos tres libros añadió, no siempre con acierto, según el P. Tomás Álvarez, algunos escritos menores. Por ejemplo a "Vida" le añadió una pequeña antología de escritos íntimos, unas 16 páginas. Al lado de "Camino" puso, en este caso desacertadamente, los "Avisos", atribuidos a la Santa en ediciones anteriores del libro. Los 69 "Avisos de la Madre Teresa de Jesús para sus monjas" habían sido atribuidos a la Santa por el primer editor del "Camino". En realidad, afirma documentadamente el P. Álvarez, se debían a los confesores jesuitas de la misma. Por último, a "Las Moradas" agregó 17 soliloquios teresianos de sabor agustiniano, con el título de "Exclamaciones".

Por lo que respecta a los escritos teresianos descartados por Fray Luis vamos a prescindir de ellos, ya que quedan fuera de la relación directa del fraile agustino con la obra de la Santa. Este hecho, esta omisión por parte del Profesor de Salamanca ha traído consecuencias más bien negativas, pues en espera de ser incorporados a los escritos de la Madre Teresa, no pocos fueron mermando o incluso perdiéndose definitivamente. Vamos a ocuparnos, pues, del trabajo realizado por Fray Luis de León sobre el tríptico citado. Comenzamos por el "Libro de la Vida". El Maestro trabajó a conciencia sobre él pues disponía del autógrafo teresiano, pudiendo cotejarlo con el manuscrito destinado a la imprenta. Sobre las páginas del Autógrafo había pasado años atrás la pluma de un censor insigne, el P. Domingo Báñez, detalle este que Fray Luis no pudo ignorar.

El P. Domingo Báñez, dominico español, es una de las figuras más preclaras de la Teología del s. XVI. Fue muy versado también en Filosofía y en Derecho. Precisamente uno de los capítulos más interesantes de la vida del P. Báñez es el de sus relaciones con la reformadora del Carmelo. Llegó Báñez a Ávila cuando se discutía la obra reformadora de S. Teresa (1561-62), tomando inmediatamente la defensa de la Santa y de su reforma. En 1562 funda Santa Teresa el Convento de San José de Ávila, primero de la reforma carmelitana. Al P. Báñez se debe, en parte, el que fuese adelante. Desde entonces fue su confesor y director espiritual, personalmente o por carta. La influencia del P. Báñez, como afirma la Santa en sus escritos, fue extraordinaria; frecuentemente recuerda a su Maestro en sus obras. La correspondencia fue abundante, aunque, por desgracia, sólo se conservan cuatro cartas de la Santa al P. Báñez y una de éste a aquélla. El director espiritual correspondió a esas muestras de afecto y confianza, defendiendo siempre la reforma y dirigiendo su alma con la sabiduría y tino que sólo un teólogo de su talla podía hacer. Decíamos que su pluma de censor había pasado sobre las páginas del Autógrafo teresiano. Precisamente los últimos tres folios del manuscrito teresiano lucían la caligrafía del dominico y concluían con su firma, que dice así: "Fecha en este colegio de San Gregorio de Valladolid, en siete días de julio de 1575 años, fray Domingo Bañes. La misma grafía había diseminado notas y tachaduras a lo largo del manuscrito con correcciones sumamente sobrias pero que creaban problemas al editor.

Fray Luis esquiva con frecuencia las correcciones del P. Báñez. No obstante, los escrúpulos teológicos del censor siembran titubeos en el editor que opta por una vía media entre el original teresiano y la corrección bañeciana. Frente a ese pequeño drama en el que alternan los dos grandes teólogos, el censor y el editor, se puede decir que son insignificantes los pasajes en que el texto teresiano pone a prueba el aticismo del humanista, su concepción elegante del estilo y de la composición, pues admiraba el estilo teresiano. Sus intervenciones son debidas casi siempre a los famosos anacolutos de la Autora. De ordinario, Fray Luis completa la frase con gran sobriedad, consciente de que a la Escritora, que va de vuelo, se le ha ido el hilo. Anacoluto es la interrupción de una frase con la introducción de otra nueva, dejando la primera sin concluir, pasando así a otra idea diversa de la inicial, que queda incompleta. De ello habla Fray Luis en su Carta, con lo que damos por terminado nuestro encuentro de hoy. El Maestro hablando de que el castellano de la Madre Teresa es la misma elegancia, añade: "…aunque en algunas partes de lo que escribe, antes de que acabe la razón que comienza, la mezcla con otras razones, y rompe el hilo, comenzando muchas veces con cosas que ingiere; mas ingiérelas tan diestramente y hace con tan buena gracia la mezcla, que ese mismo vicio le acarrea hermosura y es el lunar del refrán. Así que yo los he restituido a su primera pureza".