DICIEMBRE 2003
SEMANA DEL 8 AL 14

ARCHIVO

AUDIENCIA GENERAL: EL SEÑOR NO ES INDIFERENTE A LAS VICISITUDES HUMANAS

El Señor no es indiferente a las vicisitudes humanas, al contrario, su mirada es manantial de acción, porque interviene de forma decisiva en la historia. Así lo ha manifestado el Papa en la catequesis del miércoles reflexionando sobre el capítulo 19 del Apocalipsis: “La boda del Cordero”.

Este miércoles, el Santo Padre celebró su habitual audiencia general en el Aula Pablo VI del Vaticano. El Pontífice en su catequesis, continuó reflexionando sobre la serie de los Salmos y de los Cánticos, en esta ocasión en concreto lo hizo sobre el Cántico del Apocalipsis referente a la boda del Cordero, y recordó que constituyen estos Salmos y Cánticos la oración eclesial de las Vísperas. “Nos encontramos, manifestó Juan Pablo II, ante un pasaje hímnico, del capítulo 19 del Apocalipsis y compuesto de una secuencia de Aleluyas y aclamaciones”.

Detrás de estas alegres invocaciones está el dramático lamento entonado en el capítulo precedente por el rey, por los mercaderes y por los navegantes ante la caída de la Babilonia imperial, la ciudad de la malicia y de la opresión, símbolo de la persecución desatada respecto a la Iglesia.

En antítesis a este grito que brota de la tierra, resuena en los cielos en un coro alegre de impronta litúrgica que, además de la aleluya, repite también el amén. Las distintas aclamaciones parecidas a las antífonas, que ahora la Liturgia de las Vísperas une en un único cántico, en realidad en el texto del Apocalipsis están en los labios de diversos personajes. “Encontramos, ante todo, manifestó el Pontífice, una “muchedumbre inmensa”, constituida por la asamblea de los ángeles y de los santos. Después se distingue la voz de los “veinticuatro ancianos” y de los “cuatro vivientes”, figuras simbólicas que parecen los sacerdotes de esta liturgia celestial de alabanza y de acción de gracias. Se eleva, finalmente, una voz solista que hace partícipe en el canto la “muchedumbre inmensa” de la que se había partido”.

Seguidamente el Papa manifestó que en ocasiones futuras ilustrará cada antífona de este grandioso y festivo himno. Ahora, dijo, nos detendremos en dos anotaciones. Una, concerniente a la aclamación de apertura que dice: “Salvación, gloria y potencia son de nuestro Dios; verdaderos y justos son sus juicios”. En el corazón de esta invocación alegre está la representación de la intervención decisiva de Dios en la historia: el Señor no es indiferente, como un emperador impasible y aislado, respecto a las vicisitudes humanas. Por el contrario, su mirada es manantial de acción, porque Él interviene y derrumba los imperios prepotentes y opresores, abate a los orgullosos que lo desafían, juzga a cuantos perpetran el mal.

Nuestra oración, subrayó Juan Pablo II, entonces, debe sobre todo invocar y alabar la acción divina, la justicia eficaz del Señor, su gloria obtenida con triunfo sobre el mal. Dios se hace presente en la historia, poniéndose al lado de los justos y de las víctimas, precisamente como declara la breve y esencial aclamación del Apocalipsis y como muchas veces se repite en el canto de los Salmos.

También el Papa pusto el acento sobre otro tema del Cántico. Está desarrollado de la aclamación final y es uno de los motivos dominantes del mismo Apocalipsis: Han llegado las bodas del cordero; su esposa está preparada”. Cristo y la Iglesia, como el Cordero y la esposa, están en profunda comunión de amor. Esta mística relación esponsal Juan Pablo II la ha hecho brillar por medio del testimonio poético de un gran Padre de la Iglesia siria, san Efrén, que vivió en el siglo IV.

Este fue el resumen que de su catequesis hizo el Papa en español para los peregrinos de nuestra lengua, presentes en la audiencia, y que fue leído por Mons. Miguel Huguet de la Secretaría de Estado:

Queridos hermanos y hermanas:
El Cántico bíblico proclamado antes, tomado del libro del Apocalipsis, contiene una serie de Aleluyas y aclamaciones. La primera aclamación se refiere a la intervención decisiva de Dios en la historia, el cual no es indiferente a las vicisitudes humanas. A este respecto, nuestra oración debe invocar y alabar sobre todo la acción divina y su triunfo sobre el mal, porque Dios se hace presente en la historia estando de la parte de los justos y de las víctimas.

En otro momento este Cántico dice que "llegó la boda del Cordero, su esposa se ha embellecido". Cristo y la Iglesia, como el Cordero y la esposa, están en profunda comunión de amor.

Este fue el saludo del Santo Padre Juan Pablo II:

Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española, en especial a los venidos de España, de México y de otros Países de América Latina. En este tiempo de Adviento, que nuestra oración al Señor sea con corazón puro y sincero, confiando plenamente en su infinita misericordia.
Muchas gracias.

El Santo Padre, después de haber saludado en varias lenguas, se dirigió a los jóvenes a los enfermos y a los recién casados. En el Adviento, les dijo, tiempo de espera que nos prepara a la Navidad, está particularmente presente María, la Virgen de la esperanza. A Ella os confío, para que os preparéis a acoger a Cristo que viene a realizar su Reino de justicia y de paz.

 

TIERRA SANTA: NECESIDAD DE SALIR DE LA SITUACIÓN ACTUAL

El camino para la paz, la necesidad de salir de la situación actual y de actos concretos de reconciliación por parte de todos, así como la vida de la Iglesia Católica en Tierra Santa. Fueron algunos de los temas de la audiencia del jueves de Juan Pablo II al ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Silvan Shalom.

Juan Pablo II recibió al ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Silvan Shalom, que, acompañado de su séquito, mantuvo un encuentro también con el cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano y con el Secretario de la Sección para las Relaciones con los Estados, Mons. Lajolo. Al final de estos encuentros con el jefe de la diplomacia israelí, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede señaló que «en las conversaciones las Partes han expresado su punto de vista sobre el camino que se debe seguir para lograr la paz en Tierra Santa».

En particular, «se ha hecho hincapié en la necesidad de salir de la situación actual, así como en la necesidad de actos concretos de reconciliación por parte de todos». En dichos encuentros, se han examinado además «las cuestiones bilaterales que interesan la vida de la Iglesia Católica en Tierra Santa, a la luz de los compromisos asumidos en el Acuerdo Fundamental de 1993».

 

“EL DIALOGO ENTRE LAS RELIGIONES, CONDICIÓN PARA UNA VERDADERA PAZ''

“El dialogo entre las religiones es condición para una verdadera paz'', lo recordó el viernes recibiendo a 4 nuevos embajadores, e insistiendo en el deber de la Comunidad Internacional para que se reanuden las negociaciones en Tierra Santa.

Juan Pablo II recibió el viernes por la mañana en el Vaticano a los nuevos embajadores de Dinamarca, Singapur, Qatar y Estonia ante la Santa Sede. En el discurso que ha dirigido conjuntamente a los cuatro diplomáticos, el Santo Padre afirmó que el futuro de los pueblos y la esperanza del mundo serán el precio del respeto que los hombres hayan mantenido en la defensa de los valores humanos fundamentales, como son la paz, la amistad o la solidaridad.

Para que el mundo tenga un desarrollo duradero, una perdurable estabilidad internacional y una credibilidad las instancias de los gobiernos nacionales e internacionales, conviene -dijo Juan Pablo II- que todos los actores de la vida pública, especialmente en el campo político y económico, tengan siempre un sentido moral más afinado en la conducta de los asuntos públicos, teniendo como objetivo primordial el bien común.

En el discurso individual del Papa a los embajadores, Juan Pablo II ha pedido a Estonia que “apoye los esfuerzos de la Santa Sede para asegurar que el tratado de la Constitución Europea reconozca el lugar del cristianismo en la historia del continente y en su futuro”.

En este mismo sentido se expresó Juan Pablo II en su discurso al embajador danés a quien ha manifestado que “una visión de Europa desvinculada de Dios sólo puede derivar en fragmentación social, confusión moral y desunión política”. El Papa subrayó cómo el eclipse del sentido de Dios ha proyectado su sombra sobre toda Europa y como muchas personas están desorientadas, y viven en la incertidumbre y sin esperanza. “Teniendo en cuenta el gran número de europeos que carecen de raíces espirituales, no es extraño la proliferación de movimientos políticos y sociales que construyen una visión de Europa que prescinde de la herencia religiosa, y de su misma alma cristiana”.

En su discurso al embajador de Dinamarca el Papa subrayó también la necesidad de defender a ultranza los derechos humanos fundamentales, para lograr la coexistencia pacífica entre los pueblos, porque solo mediante el respeto y protección de la inviolable dignidad de cada persona se construirá una base segura de solidaridad y armonía en el mundo.

En otro contexto, el Papa elogió la generosidad con la que se distingue este país entre la comunidad internacional. “Podemos encontrar expresiones tangibles de esta solidaridad en el mando danés de operaciones de pacificación, en la asistencia generosa a través de los proyectos de ayuda y en la disposición constante para participar en proyectos destinados a la estabilidad y seguridad internacional, necesarios para el progreso social y económico en el mundo”.

En este mismo sentido el Pontífice subrayó cómo Dinamarca ha procurado potenciar la introducción de programas de educación a la paz, ha apoyado proyectos que combaten la pobreza y la injusticia y ha promovido, sobre todo, la tolerancia en relación a los inmigrantes.

Dirigiéndose al embajador de Qatar, Juan Pablo II dijo que la “globalización” que caracteriza a nuestra época no puede ser entendida solamente como un fenómeno económico, marcado por los intercambios financieros y comerciales, ni tampoco solamente como una aceleración prodigiosa de la comunicación entre los hombres gracias a los avances considerables de la técnica. La globalización para el Papa ha de expresar más fundamentalmente la toma de conciencia de que “existen valores comunes en todas las culturas porque ellas están enraizadas en la naturaleza de las personas”.

El reconocimiento de nuestra común pertenencia a un mismo mundo y a un misma familia humana son para el Santo Padre condiciones que han de “transformar las mismas relaciones entre las personas y entre los pueblos, de manera que sea siempre respetado el bien común y que cesen los enfrentamientos violentos y mortales entre los hombres, dado que todos somos hermanos creados a la gloria del único Dios”.

En este sentido señaló que la Santa Sede no cesa de preocuparse constantemente por la situación en Tierra Santa y que aprovecha todas las ocasiones para recordar a la comunidad internacional el deber que tiene para instar a las partes en conflicto a que se comprometan “en verdaderas negociaciones para construir un futuro de paz y fraternidad”.

Juan Pablo subrayado que para la Iglesia católica la “libertad religiosa” forma parte de los derechos humanos fundamentales y que se esfuerza en recordar siempre en todo el mundo que el necesario respeto de este derecho “es válido para los creyentes de todas las religiones”.

En cuanto al embajador de Singapur, el discurso del Santo Padre se centró en el elogio de una sociedad que, compuesta por distintas etnias y grupos religiosos, ha sabido convivir en paz y armonía durante muchos años. Asimismo el Papa resaltó cómo este país asiático se caracteriza por una profunda apreciación a la importancia de las dimensiones espirituales y trascendente de la vida humana.

 

LA PROMOCIÓN DEL DESARROLLO SOCIAL INSPIRADO EN LA EQUIDAD

La promoción del desarrollo social exige adoptar iniciativas que deben inspirarse siempre en los principios éticos que tengan en cuenta la equidad. Era una de las afirmaciones de Juan Pablo II en su discurso al nuevo embajador de Paraguay.

Juan Pablo II recibió el martes por la mañana en el Vaticano las cartas credenciales del nuevo embajador de Paraguay ante la Santa Sede, Marcos Martínez Mendieta. En el discurso que le entregó, el Papa hace alusión a las buenas relaciones entre el Paraguay y la Santa Sede y a las profundas raíces cristianas del pueblo paraguayo, las cuales son "parte de su alma nacional, tesoro de su cultura y fuerza para construir un futuro en la libertad, en la justicia y en la paz" .

Desde los comienzos de la evangelización del continente, la fe cristiana arraigó en el Paraguay y conformó incluso su vida pública. Este patrimonio inicial de la fe, es el que los Obispos, junto con el propio presbiterio y las diferentes comunidades religiosas, quieren preservar y acrecentar con la nueva Evangelización, siguiendo incansables en el cumplimiento de su labor evangelizadora, asistencial y educativa para bien de la sociedad.

A ello les mueve, dice el Pontífice, su vocación de servicio, contribuyendo así a la elevación integral del hombre y a la tutela y la promoción de los valores supremos. El Santo Padre asegura al embajador la constante voluntad de la Iglesia paraguaya de seguir colaborando con las autoridades y las diversas instancias públicas al servicio de las grandes causas del hombre, porque aunque la misión de la Iglesia es primordialmente religiosa, sin embargo, de ella se "derivan energías que pueden servir para establecer y consolidar la comunidad humana según la ley divina".

“Es de desear, afirma el Santo Padre, que el diálogo constructivo entre las autoridades civiles y los Pastores de la Iglesia acreciente las relaciones entre las dos Instituciones y que los esfuerzos por mejorar siempre la educación alcancen sus objetivos, haciendo posible que la formación integral de la persona esté al alcance de todos, preparando a las nuevas generaciones a asumir plenamente sus responsabilidades como ciudadanos capaces de ser actores de la marcha de la Nación”.

Es ineludible dedicar especial cuidado a la educación en los verdaderos valores morales y del espíritu, promoviendo una auténtica política cultural que los consolide y difunda. Es necesaria una nueva propuesta de dichos valores fundamentales, como son la honestidad, la austeridad, la responsabilidad por el bien común, la solidaridad, el espíritu de sacrificio y la cultura del trabajo, la capacidad de diálogo y la participación a todos los niveles, que pueden asegurar un mejor desarrollo para todos los miembros de la comunidad nacional.

Este complejo proceso se mantiene o decae según sea la defensa de los valores que encarna y promueve ya que "una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia". Son muchos los retos que deben afrontarse para afirmar y consolidar un clima de pacífica y armónica convivencia. El Papa señala que las diversas instituciones e instancias públicas han de favorecer el bien común como razón de su ser y objetivo prioritario de su actividad, teniendo en cuenta que el bien de la Nación debe prevalecer sobre las ambiciones personales y de cada grupo político.

El deseo de promover el conveniente desarrollo en todos los campos exige adoptar iniciativas que incrementen realmente la calidad de vida de los ciudadanos, cuidando especialmente el campo de la salud, la vivienda, las condiciones laborales. Y tales iniciativas, subraya el Papa, deben inspirarse siempre en los principios éticos que tengan en cuenta la equidad y la necesaria aportación de esfuerzos y sacrificios por parte de todos, reduciendo las desigualdades que generan marginación y ofenden a la condición de hermanos, hijos de un mismo Padre y copartícipes de los dones que el Creador puso en manos de todos los hombres.

 

DEDICACIÓN TOTAL Y AMOR DEL SACERDOTE A DIOS Y A LOS HOMBRES

Juan Pablo II recibió, el martes en la sala Clementina del Vaticano, a 200 seminaristas del Seminario Mayor de la diócesis polaca de Radom. Una visita de cortesía recordando la que hizo el Santo Padre en 1991. En su breve discurso el Santo Padre recordó la rica tradición de este seminario que fue pensado no solamente como casa de formación, sino también como centro científico, que en el curso de los decenios ha ido incrementándose con las cátedras de teología escolástica, de derecho canónico, de Biblia y de historia de la Iglesia. Cátedras que sirvieron para una versátil preparación del clero de la diócesis de Cracovia.

El Papa habló a los jóvenes seminaristas, de la dedicación total que han de tener los presbíteros en el amor al Padre y a los hombres. “Una dedicación que se os pedirá por parte de Dios y de los hombres, -les dijo- cuando la Iglesia os llame. Es necesario entonces que recordéis que en la memoria de Cristo se inscribe también la Resurrección y Pentecostés. El servicio pastoral de un sacerdote está formado por una gran diversidad de acciones de las cuales, como dice el Concilio, la Eucaristía es fuente y culmen. Sea cual sea su género, la invitación a imitar su más profundo sentido es siempre actual y justo y debería ser el primer testimonio del contenido de su servicio.

 

BENDICIÓN DE LOS MILITARES DE LA AERONÁUTICA ITALIANA

El Santo Padre saludó el miércoles desde su estudio privado a los militares de la Aeronáutica Militar Italiana, a quienes bendijo, con motivo de la Fiesta de la Virgen de Loreto, Patrona del Arma. Antes de la bendición Juan Pablo II, manifestó que la fiesta de su celestial Patrona, le ofrecía la oportunidad de invitarles a dirigir siempre la mirada a la Virgen de Loreto. “Que Ella sea el modelo, subrayó, al que hay que hacer continua referencia, y la guía segura de su existencia: invocadla con confianza en toda situación: será para vosotros sostén, consuelo y esperanza. Aprovecho la ocasión para desear una feliz y Santa Navidad a vosotros y a vuestras familias”.

 

OTRAS AUDIENCIAS

Juan Pablo II destacó «la importancia del deporte, en especial en la formación de la juventud», la gran labor de los oftalmólogos y la generosidad de los que sostienen las iniciativas de caridad del Papa, en una audiencia el sábado a miembros de Comités Olímpicos Europeos, de la Asociación italiana de oftalmólogos y de un grupo comercial.

El Santo Padre recibió el sábado por la mañana a los miembros de los 49 Comités Olímpicos Europeos, que participan en la Asamblea del Comité Olímpico Internacional; a los miembros de la Asociación italiana de oftalmólogos y de investigadores en enfermedades de la vista; así como a los empresarios del grupo de distribución comercial «Interdis».

En su saludo a estos tres grupos de peregrinos, Juan Pablo II se dirigió, en primer lugar, a los participantes en la Asamblea anual del Comité Olímpico Internacional. Destacando, una vez más, «el valor y la importancia del deporte, en especial en la formación de la juventud», y, tras recordar que «Europa es la cuna del deporte moderno, que se originó en las competiciones de la antigua Grecia, marcadas por el respeto y la amistad mutua», el Papa expresó su profundo anhelo de que el lema de las Olimpiadas modernas - «Más rápido, más alto y más fuerte» siga caracterizando el deporte de las nuevas generaciones.

Luego, en sus palabras a los miembros de la Asociación italiana de oftalmólogos y de investigadores sobre enfermedades de la vista, Juan Pablo II se refirió a la festividad de Santa Lucía, deseando que ella los ayude en sus actividades en favor de aquellos que sufren problemas oculares.

Y, saludando a los miembros del grupo «Interdis», el Santo Padre les expresó su «profunda gratitud por la generosa aportación y apoyo a las iniciativas de caridad del Papa, en favor de los más necesitados». Finalmente, Juan Pablo II deseó feliz Navidad a todos.

 

ÁNGELUS: ALEGRÍA CRISTIANA PUEDE CONVIVIR CON SUFRIMIENTO, PORQUE SE BASA EN EL AMOR

En el Domingo Gaudete, Juan Pablo II invitó a los cristianos a vivir el gozo de amar, que “El Señor, que está cerca”, ha venido a traer a este mundo”. También el Papa pidió a los niños una oración por él y por los que a él se encomiendan ante las imágenes del Niño Jesús que como cada año bendijo.

“Estad siempre alegres en el Señor,... El Señor está cerca”. Con estas palabras del Apóstol Pablo a los filipenses Juan Pablo II comenzó su breve a locución previa al Ángelus, junto a los miles de fieles presentes en la plaza de san Pedro para venerar a la Madre de Dios. Este domingo en la plaza vaticana se encontraban miles de niños romanos que llevaban en sus manos al Niño Jesús.

Estas mismas palabras, recordó el Papa, quiso el Siervo de Dios Pablo VI que titularan en 1975 su memorable exhortación apostólica sobre el gozo cristiano: “Gaudete in Domino”. Este gozo que según el Santo Padre caracteriza el adviento, ya que nos hace revivir la espera del acontecimiento más alegre de la historia: El nacimiento del Hijo de Dios de la Virgen María: “Saber que Dios no está lejano, sino cercano, no es indiferente, sino que se compadece, no es extraño a nosotros, sino que es un Padre misericordioso que nos sigue amorosamente respetando nuestra libertad: todo esto es motivo de un gozo profundo que los diversos acontecimientos cotidianos no pueden oscurecer”.

“Este gozo, afirmó Juan Pablo II, puede convivir con el sufrimiento porque está basado en el amor. El Señor que esta cerca, viene a ofrecernos su gozo, el gozo de amar. Sólo así se puede comprender la alegría serena de los mártires incluso en medio de las penas, o la sonrisa de los santos de la caridad ante los que sufren: una sonrisa que no ofende, que consuela. Pidamos a la Virgen Santa, ha terminado implorando el Santo Padre, el don del gozo cristiano”.

Tras el rezo del Ángelus y de la oración por los fieles difuntos, el Papa, saludó con afecto a los niños de Roma, presentes en la plaza de san Pedro para bendición de las estatuillas del niño Jesús que pondrán en sus nacimientos la noche santa de Navidad: “Cuando coloquéis en el nacimiento la imagen del Niño Jesús decid una oración por mí y por tantas personas que se dirigen al Papa en sus dificultades. Feliz Navidad”.

Dirigiéndose a los peregrinos de lengua española dijo:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, especialmente a los fieles de las parroquias de San Pablo, Santa María y los Dolores de Murcia, y de La Merced de Madrid.¡Qué el Adviento prepare vuestros corazones al encuentro con Cristo! Muchas gracias.

 

INMACULADA: INCERTIDUMBRE Y TEMOR POR EL FUTURO DEL PLANETA
«GRITO DE DOLOR DE LAS VÍCTIMAS DE LAS GUERRAS Y DE TANTAS FORMAS DE VIOLENCIA QUE ENSANGRIENTAN LA TIERRA»

«¡Reina de la paz, ruega por nosotros!» Con estas palabras, en la tarde de ayer a los pies de la imagen de María que se encuentra en la Plaza de España de Roma, Juan Pablo II imploró a la Inmaculada Concepción que escuche «el grito de dolor de las víctimas de las guerras y de tantas formas de violencia que ensangrientan la Tierra». También este año, como viene haciendo desde el comienzo de su Pontificado, el Papa rindió homenaje a la imagen de la Inmaculada que se encuentra en el corazón de Roma, dando comienzo al camino hacia el ciento cincuenta aniversario del dogma proclamado por el beato Pío IX.

«¡Reina de la paz, ruega por nosotros! A ti dirigimos nuestra mirada con intensa trepidación, a Ti recurrimos con confianza en estos tiempos marcados por tantas incertidumbres y temores por la suerte presente y futura de nuestro Planeta».

Elevando una súplica apremiante y confiada, Juan Pablo II le pidió a la Madre de Dios que aleje «las tinieblas de la tristeza y de la soledad, del odio y de la venganza» y que abra «la mente y el corazón de todos a la confianza y al perdón». «Madre de la misericordia y de la esperanza, obtén para los hombres y las mujeres del tercer milenio el don precioso de la paz». «Paz en los corazones y en las familias, en las comunidades y entre los pueblos. Paz, sobre todo, para aquellas naciones en las que cada día se sigue combatiendo y muriendo».

Que «cada ser humano, de toda raza y cultura, encuentre y acoja a Jesús, venido a la Tierra en el misterio de la Navidad para donarnos ‘su’ paz». El Pontífice finalizó su rezo a María, Reina de la paz, rogándole que nos done a «Cristo, paz verdadera del mundo!»

Tuvimos con nosotros a don Carlos Abella y Ramallo, embajador de España ante la Santa Sede, que nos expresó su gran emoción al poder vivir, también este año tan de cerca, el homenaje de Juan Pablo II a la Inmaculada Concepción, puesto que la sede diplomática española se encuentra precisamente ante esta histórica imagen de la Madre de Dios:

Asimismo, el embajador español destacó el recuerdo, tan vivo aún, del último viaje del Papa a tierra española, «tierra de María», según las palabras del mismo Pontífice:

Finalmente, don Carlos Abella y Ramallo puso de relieve la súplica de Juan Pablo II a la Madre de Dios por la paz en el mundo:

 

MARÍA ES LA AURORA RESPLANDECIENTE DE BELLEZA

Juan Pablo II antes del Ángelus del lunes 8 de diciembre, invitó a unirse a él cuando, por la tarde, invocara la intercesión de la Madre de Dios por la Iglesia, por Roma y por todo el mundo. «La fe nos revela que la Inmaculada Concepción de la Virgen es prenda de salvación para toda criatura humana que peregrina en la tierra». Y la misma fe «nos recuerda que, gracias a su singular condición, María es nuestro sostén inquebrantable en la dura lucha contra el pecado y sus consecuencias». En su meditación antes del rezo del Ángelus, en este día en el que la Iglesia celebraba la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Juan Pablo II invitó a unirse a él cuando, por la tarde, invocara la intercesión de la Madre de Dios por la Iglesia, por Roma y por todo el mundo:

«Os invito a uniros a mí, invocando la intercesión de María Inmaculada por la Iglesia, por la ciudad de Roma y por el mundo entero»

Tras poner de relieve que «si Cristo es el día que no conoce ocaso, María es la aurora resplandeciente de belleza», el Papa ha recordado que al ser «elegida para ser la Madre del Verbo encarnado, María es, al mismo tiempo, la primicia de su obra redentora». En este contexto, el Pontífice hizo hincapié en que «la gracia de Cristo Redentor ha obrado en Ella anticipadamente, preservándola del pecado original y de todo contagio de culpa».

Por ello, «María es la ‘llena de gracia’, como afirma el Ángel cuando le lleva el anuncio de su maternidad divina», señaló el Santo Padre, poniendo de relieve luego la importancia de la fe ante este «gran prodigio y misterio», que la mente humana no puede pretender comprender.

Refiriéndose a la bella tradición - que se renovó también este año - como viene haciendo desde el comienzo de su Pontificado, de rendir homenaje a la imagen de la Virgen Inmaculada, que se encuentra en la Plaza de España, en Roma, Juan Pablo II recordó que precisamente esa estatua encumbrada en una columna fue colocada por voluntad del beato Papa Pío IX, «en perenne memoria del dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado el 8 de diciembre de 1854». Por lo que entramos en el ciento cincuenta aniversario de «ese solemne acto del magisterio de la Iglesia».

 

EUROPA NO PUEDE OLVIDAR SUS RAÍCES CRISTIANAS
SANTA MISA PARA LOS UNIVERSITARIOS DE LOS ATENEOS ROMANOS

Juan Pablo II presidió el jueves por la tarde, a las cinco en la Basílica de San Pedro, la tradicional Santa Misa para los Universitarios de los Ateneos romanos. Asistieron a esta Liturgia Eucarística los participantes en el Encuentro internacional dedicado al tema de la integración europea y al papel de la movilidad internacional de los universitarios, así como los que participan en el Encuentro europeo de delegados nacionales de pastoral universitaria.

En su homilía el Pontífice reflexionó sobre las palabras de Isaías. “No temas, yo vengo en tu ayuda”. La promesa de Dios, ha encontrado total actuación en el nacimiento de Jesús en Belén. ¡En Él Dios se ha hecho uno de nosotros! Por esto no debemos tener miedo. El tiempo de Adviento, que estamos viviendo, nos exhorta ala esperanza.

Y, tras saludar a los presentes de manera particular a las autoridades académicas, Juan Pablo II prosiguió con las palabras de Isaías: “Cambiaré ... la tierra árida en manantiales”. Su sed les lleva al ardiente anhelo de verdad, de justicia y de paz, presente en el alma de todo hombre. Las más íntimas aspiraciones humanas, subrayó el Pontífice encuentran, en efecto, respuesta plena solamente en Dios. No os detengáis, les dijo a los Universitarios ante las dudas y las dificultades.

Seguidamente el Papa aludió al congreso que durante estos días estaban celebrando, dedicado a la integración europea. Para la unidad de Europa, sin duda adquieren gran importancia las estructuras sociales, políticas y económicas, pero no se pueden desatender absolutamente los aspectos humanísticos y espirituales. Es indispensable que la Europa de hoy salvaguarde su patrimonio de valores, y reconozca que ha sido sobre todo el cristianismo la fuerza capaz de promoverlos, conciliarlos y consolidarlos.

Juan Pablo II finalizó su homilía recordando que la Navidad constituye una ocasión privilegiada para subrayar uno de los valores cristianos más sentidos. Con el nacimiento de Jesús, en la sencillez y en la pobreza de belén, Dios ha devuelto dignidad a la existencia de todo ser humano. Confío a la maternal intercesión de María este deseo de augurio. ¡Buen adviento y buena Navidad!

En el curso de esta celebración los universitarios le ofrecieron al Santo Padre el libro y el DVD titulado «El Papa de los gestos. Signos y palabras de una Encíclica nunca escrita», así como el CD «Sapientiam Dedid Illi», obras que fueron presentadas el pasado viernes en la sede de Radio Vaticano. También esta tarde, la Conferencia de Rectores dió a Juan Pablo II 20 becas de estudio.

 

FALLECE EL CARDENAL PAULOS TZADUA

Juan Pablo II manifestó su pesar por el fallecimiento del cardenal Paulos Tzadua, arzobispo emérito de Addis Abeba. “Archidiócesis – se lee en el telegrama de pésame- donde él ejerció con generosidad el ministerio episcopal”.

El jueves por la mañana falleció en una clínica de Roma el cardenal Paulos Tzadua, Arzobispo emérito de Adis Abeba, Etiopía. El purpurado, que estaba internado desde hace tiempo debido a una larga enfermedad, había nacido en la Eparquía de Asmara, Eritrea, el 25 de agosto de 1921, había sido creado cardenal por Juan Pablo II, en el Consistorio del 25 de mayo de 1985. Con el fallecimiento del cardenal Paulos Tzadua, el Colegio Cardenalicio consta ahora de 193 purpurados, de los que 132 son electores.

El martes, 16 de diciembre, a las 11, en el altar de la Confesión de la Basílica Vaticana, tendrán lugar las Exequias del cardenal Paulos Tzadua, Arzobispo emérito de Adis Abeba. La Liturgia Exequial será presidida por el Santo Padre Juan Pablo II que pronunciará la homilía y el rito de la Última Commendatio y de la Valedictio. La Santa Misa será celebrada por el cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio, con el que concelebrarán los cardenales presentes en Roma.

 

55 ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

“El mundo en el vivimos vive bajo la sombra de la guerra, el terrorismo y otras amenazas a la supervivencia y a la innata dignidad del ser humano. En el origen de muchas de estas sombras reside la negación de algunos derechos universales y paradójicamente son los mismos seres humanos los artífices de tales sombras”. Con estas palabras se dirigía el martes el arzobispo Celestino Migliore a la Asamblea General de las Naciones Unidas con ocasión del 55 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

El observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas evidenció que “la dignidad, la libertad y la felicidad reconocidas en la Declaración no se cumplirán totalmente sin la solidaridad de todos los pueblos”. Mons. Migliore afirmó también que “los derechos humanos no son una creación del Estado, sino que provienen del carácter y la naturaleza misma de la humanidad. Reconociendo algunos derechos fundamentales comunes a los miembros de la familia humana, la Declaración ha contribuido al desarrollo del derecho internacional y ha retado con valentía a las leyes humanas que niegan a los hombres y a las mujeres la dignidad que les corresponde”.

 

CIMIENTOS ÉTICOS DE LA INFORMACIÓN PARA COMBATIR LA VIOLENCIA

La Santa Sede reitera que la verdad, la dignidad de la persona y la promoción del bien común son los cimientos éticos de la información y recomienda la tutela de los menores contra todo tipo de violencia. Intervención de Mons. Foley en la cumbre mundial de Ginebra.

«La paz se logra y afianza cuando se trata a cada persona con la dignidad que le corresponde y se permite su desarrollo integral, y una valiente contribución de los medios de comunicación, lejos de destacar la violencia, la inmoralidad y la superficialidad, puede fomentar una mayor apertura, respeto y conocimiento, llegando así a impulsar la reconciliación y las buenas relaciones entre los pueblos de distintas culturas, ideologías y religiones». Lo reiteraba, en Ginebra, el Presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, Mons. John Foley, que presidía además la Delegación de la Santa Sede en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información.

En esta cita convocada para establecer políticas concretas, con el fin de superar el gran desequilibrio tecnológico entre los países del mundo - construyendo una sociedad que respete los derechos de las personas y de las sociedades - la Santa Sede hizo hincapié en las implicaciones humanas y morales en el sector, precisamente, de la información. En este contexto, Mons. Foley subrayó la necesidad de medidas firmes para prevenir abusos y actos ilegales. Es decir, «el racismo, la xenofobia, la violencia y todas las formas de abusos de menores, como la pederastia y la pornografía, así como el tráfico y la explotación de seres humanos».

Tras poner de relieve que es necesario impulsar la tecnología de la información, de forma que esté al alcance de todos - recordando siempre los cimientos fundamentales que tutelan «la verdad, la dignidad de la persona y el bien común» - el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales evocó el llamamiento pronunciado por Juan Pablo II, en su discurso al Secretario General de la ONU, en abril de 2000.

Llamamiento en el que el Papa exhortaba a «impulsar cada vez más el sentido de la solidaridad internacional», de forma que el sistema de las Naciones Unidas brinden «la especial oportunidad de contribuir a la globalización de la solidaridad, por medio del servicio como punto de encuentro para los estados y la sociedad civil, por el bien común». También en este sentido, Mons. Foley hizo hincapié en el importante papel de los medios de comunicación en la construcción de la paz, con la esperanza de que esta cita de Ginebra sirva, precisamente, para fortalecer el compromiso en favor de la paz.

 

«CAMINAR DESDE CRISTO IMPULSANDO RENOVACIÓN EN PASTORAL MIGRANTES Y REFUGIADOS»

«Caminar desde Cristo impulsando la renovación en la pastoral de los migrantes y refugiados». Se ha hecho público el Documento final del V Congreso Mundial dedicado a esta Pastoral que reunió en Roma, del 17 al 22 de noviembre a delegados y observadores de 84 países, así como a Delegados fraternos de la Comunión anglicana, del Patriarcado Ecuménico y del Consejo Ecuménico de las Iglesias y a embajadores y representantes diplomáticos ante la Santa Sede.

El Documento consta de tres partes, la primera, que resume los intensos días de trabajos del citado Congreso Mundial, hace hincapié en el magisterio del Santo Padre y en la Audiencia de Juan Pablo II, y pone de relieve «las alentadoras e iluminadoras» palabras del Pontífice, así como su «importante apoyo en la obra en favor de los migrantes y refugiados».

La segunda parte - que destaca que los migrantes y refugiados no sólo tienen necesidades materiales sino también espirituales «a las que la Iglesia está llamada a responder con un cuidado pastoral particular, en un campo de acción específico en el marco de la pastoral ordinaria de la misma Iglesia» - resume las recomendaciones del Congreso y destaca que «las tragedias de las migraciones, forzadas y voluntarias, está aumentando en todo el mundo». Por lo que es necesario afrontar respuestas apropiadas, teniendo en cuenta, en primer lugar, la dignidad humana de los mismos migrantes y refugiados.

La tercera parte está dedicada a los llamamientos que el V Congreso Mundial de la Pastoral para los Migrantes y Refugiados dirige a la Iglesia, a la Santa Sede, a los gobiernos, a las Asambleas Legislativas y a las Organizaciones Internacionales. En primer lugar se exhorta al respeto y tutela de la dignidad y de los derechos humanos de estas personas, haciendo hincapié en la libertad de conciencia, de culto y de religión.

Se señala la necesidad de brindar un cuidado especial a los niños migrantes, a los jóvenes y a las mujeres, recomendando que se apliquen duras sanciones a los que explotan a estas categorías desamparadas. Se recuerda que no bastan políticas represivas y restrictivas para controlar las migraciones y se hace un llamamiento a todos los países para que ratifiquen la Convención internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los trabajadores migrantes y sus familiares.

La última parte de este Documento denuncia «las tragedias permanentes que se originan con la muerte de numerosos migrantes en tantas zonas del mundo», como por ejemplo en el Estrecho de Gibraltar, entre Marruecos y España, en Río Grande y el desierto entre México y Estados Unidos, así como en la zona de mar entre África y la Isla italiana de Lampedusa, en el Mediterráneo.

El Congreso invita a «afrontar las verdaderas causas que provocan estos graves y dramáticos acontecimientos, ejerciendo mayores esfuerzos y utilizando todos los medios posibles para evitar semejantes tragedias». Asimismo este Documento Final exhorta a todos los migrantes y refugiados para que, en especial, los cristianos, «sean auténticos testimonios de fe», sobre todo en los países donde son minoría.

También se alienta a los migrantes y refugiados a colaborar en la construcción de una sociedad que se desarrolle en el respeto recíproco y en el reconocimiento de la inalienable dignidad de todo ser humano. Se les invita a aprender el idioma del país que los acoge; que se comprometan en el diálogo, profundizando en la cultura que los recibe, teniendo en cuenta sus propios derechos pero también sus propios deberes. El llamamiento finaliza dirigiéndose a todas las sociedades civiles y a todos los individuos para luchar contra el racismo, la xenofobia y los nacionalismos exacerbados.

 

“EL PAPA DE LOS GESTOS”, DVD DEL PONTIFICADO DE JUAN PABLO II

“El Papa de los gestos. Signos y palabras de una encíclica nunca escrita” es el título del DVD que resume a lo largo de 30 minutos el Pontificado de Juan Pablo II, y en que se incluye una secuencia de las mejores y más emblemáticas fotografías del Santo Padre.

El DVD, que fue presentado a la prensa en Radio Vaticano, ha sido producido por RaiTech en colaboración con la Universidad “La Sapienza” de Roma. Este DVD fue entregado al Santo Padre, junto a un CD musical del concierto en honor del Pontífice con ocasión del doctorado “Honoris Causa” en jurisprudencia que le confirió La Sapienza el pasado 17 de mayo, durante la Santa Misa para los universitarios de los Ateneos romanos, el jueves, a las cinco de la tarde en la Basílica Vaticana.

La Santa Misa, presidida por Juan Pablo II, congregó a los participantes en el Congreso Internacional : “Hacia la integración europea: el papel de la movilidad internacional de los estudiantes universitarios, así como a los componentes del Encuentro europeo de los delegados nacionales de pastoral universitaria. Precisamente el lunes por la tauvo lugar la apertura de ambas reuniones con una Concelebración eucarística en la Basílica romana del Sagrado Corazón de Roma presidida por Mons. John Magee, obispo delegado de la Conferencia Episcopal irlandesa.

El encuentro y el Congreso se desarrollaron desde el martes hasta el día 11 en la Universidad Pontificia Lateranense y otras sedes como el Ateneo Agustinianum o la Conferencia Episcopal Italiana. El Congreso está promovido por el Consejo de las Conferencia Episcopales de Europa y el Vicariato de Roma, con el patrocinio del Ministerio de las Universidades y de la Investigación. Participan delegaciones de 30 países europeos, delegados de 34 conferencias episcopales, entre ellos 6 obispos, una veintena de rectores de ateneos y exponentes de organismos universitarios europeos. En este mismo contexto se desarrolla también el encuentro del comité europeo de los capellanes y la convención de profesores y estudiantes del programa Erasmus y Sócrates de las universidades romanas.

El objeto del Congreso Internacional es el de explorar los distintos aspectos de la movilidad universitaria, considerada como un significativo recurso para la construcción de una conciencia común europea. A partir de la reflexión sobre las raíces culturales del viejo continente, rectores, docentes, y responsables eclesiales han profundizado sobre los aspectos científicos y formativos relacionados con los programas de cooperación y movilidad internacional, las cuestiones relacionadas con la colaboración universitaria, el papel de las capellanías en la acogida y en la asistencia espiritual de los estudiantes extranjeros y además está prevista una mesa redonda con la participación de estudiantes italianos y extranjeros usuarios de los proyectos Erasmus y Sócrates.

Durante este año académico 2003-2004 más de mil 800 estudiantes extranjeros frecuentan los cursos en los Ateneos romanos estatales y privados, mientras más de 2 mil universitarios romanos son huéspedes de universidades extranjeras, la mayoría españolas.

 

CONCIERTO DE NAVIDAD EN VATICANO

El viernes por la mañana, Juan Pablo II se reunió con los artistas del Concierto de Navidad, “una manifestación organizada en el Vaticano para sostener la construcción de nuevas iglesias, especialmente en la zona periférica de Roma. El Papa manifestó su deseo de que se puedan alcanzar los objetivos fijados e impartió una bendición especial extendida a todos los que vean el concierto por televisión.

 

AOSTA REGALA ESTE AÑO EL ÁRBOL DE NAVIDAD

El árbol de Navidad que la provincia del Valle de Aosta ofreció de regalo al Papa Juan Pablo II es un colosal abeto de 30 metros de altura y 110 años de edad que el viernes será instalado en la Plaza San Pedro. El árbol, que estará junto al gran nacimiento que se está poniendo a punto en la misma plaza, ha sido entregado junto con otros 20 árboles de menor tamaño que se colocarán en la Ciudad del Vaticano, y son un regalo de esta región autónoma italiana que el Santo Padre ha visitado durante siete años en sus vacaciones.

Durante la audiencia general del próximo miércoles 17 de diciembre, 300 valdostanos, entre ellos el presidente de la región, entregarán simbólicamente el abeto a Juan Pablo II. Uno de los árboles, decorado por artesanos del Valle de Aosta, adornará el Aula Pablo VI y a sus pies se depositará el Nacimiento de madera, hecho a mano, que el año pasado estuvo en la basílica superior de San Francisco, en Asís.

En la tarde del mismo día el Cardenal Edmund Szoka, presidente del Gobernatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, presidirá la ceremonia oficial de iluminación del árbol. Participarán en el acto representantes del Valle de Aosta y grupos de coros y danzas de la región.

 

PRIMER OFICIO RELIGIOSO COMO CARDENAL DEL ARZOBISPO DE HO CHI MIN

Alrededor de 1.500 personas asistieron el martes, a la misa presidida en la ciudad de Ho Chi Minh (la antigua Saigón) por el cardenal Jean Baptiste Pham Minh Man, en su primer oficio religioso desde que en septiembre fuera creado cardenal por Juan Pablo II. La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de Notre Dame, donde el purpurado vietnamita, de 69 años, hizo una ofrenda floral a la Virgen antes de presidir la ceremonia eucarística a la que también asistieron varios obispos locales. "El puesto de cardenal que me ha sido asignado es la alegría del pueblo de Dios y de la nación vietnamita", dijo el cardenal Man, que en 1998 ya había sido nombrado arzobispo de Ho Chi Minh.

La designación no fue en principio bien recibida por las autoridades de Vietnam, donde el régimen comunista mantiene un riguroso control sobre la vida religiosa del país. Sin embargo, Hanoi acabó por aceptar el nombramiento del nuevo cardenal, una figura incómoda para el régimen por sus posicionamientos públicos a favor de los derechos humanos. Vietnam cuenta con ocho millones de católicos, el 10 por ciento de la población del país, la segunda comunidad católica de Asia por detrás de Filipinas.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS