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AUDIENCIA GENERAL: HISTORIA DE LA SALVACIÓN, SIGNO DEL AMOR DIVINO “La historia de la salvación es la expresión y el signo vivo de la “benevolencia”, del “beneplácito” y del amor divino”. Eran palabras del Papa en su catequesis de la Audiencia General del miércoles comentando el Cántico “Dios Salvador”, que abre la Carta a los Efesios. Este miércoles, Juan Pablo II durante la audiencia general, ha proseguido hablando en su catequesis del desarrollo de algunos Salmos y Cánticos. En esta ocasión, concretamente reflexionó sobre el Cántico a los Efesios: “Dios Salvador”. El espléndido himno de “bendición”, que abre la Carta a los Efesios y que se proclama cada lunes en la Liturgia de las Vísperas, y que será objeto -anunció el Papa- de una serie de meditaciones a lo largo de nuestro itinerario. Esta vez, dijo el Papa, miraremos este texto solemne y bien estructurado, destinado a exaltar la maravillosa obra de Dios, hecha por nosotros en Cristo. Se parte de un “primero” que precede al tiempo y a la creación: y que es la eternidad divina en la que toma vida un proyecto que nos supera, una “predestinación”, es decir, el designio amoroso y gratuito de un destino de salvación y de alegría, explicó el Santo Padre. En este proyecto trascendente, que engloba la creación y la redención, el cosmos y la historia humana, recordó Juan Pablo II, Dios ha preestablecido, “en su benevolencia”, “recapitular en Cristo”, es decir, ha ordenado y a dado un sentido profundo a toda la realidad, tanto a la celestial como a la terrenal. Cierto es que, Él es “cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo”, pero también el “principio vital” de referencia del universo. Cristo desarrolla una función de “plenitud”, de modo que se revele en Él el “misterio” escondido en los siglos y toda la realidad produzca –en su orden específico y en su grado– el designio concebido del Padre desde la eternidad. Como tendremos ocasión de ver después, esta suerte de Salmo neotestamentario, prosiguió diciendo el Papa, fija su atención sobre todo en “la historia de la salvación, que es la expresión y el signo vivo de la “benevolencia”, del “beneplácito” y del amor divino”. Esta es la exaltación de la “redención mediante la sangre” de la cruz, la “remisión de los pecados”, la abundante efusión “de la riqueza de la gracia”, subrayó Juan Pablo II. Esta es la filiación divina del cristiano y el “conocimiento del misterio de la voluntad” de Dios, mediante el cual se entra en la intimidad de la misma vida trinitaria. Tras haber observado el himno que abre la Carta a los Efesios, el Pontífice aludió a san Juan Crisóstomo, extraordinario maestro y orador, fino intérprete de la Sagrada Escritura, que vivió en el siglo IV y que fue también Obispo de Constantinopla, en medio de todo tipo de dificultades, y subordinado incluso a la experiencia de un doble exilio. En su Primera homilía sobre la Carta a los Efesios, comentando este Cántico, san Juan Crisóstomo reflexiona con gratitud sobre la “bendición” con la que hemos sido bendecidos “en Cristo”. ¿Qué cosa te falta, en efecto? Te has convertido en inmortal, eres libre, eres hijo, justo, hermano, coherente, con él reinas, con él eres glorificado. Todo ha sido dado –como está escrito. Tu primicia es adorada por los Ángeles, querubines, serafines: “¿Qué cosa te falta, pues?”. Dios ha hecho todo esto por nosotros, continua Crisóstomo, “según el beneplácito de su voluntad”. ¿Qué significa esto? Significa que Dios apasionadamente y ardientemente anhela nuestra salvación. ¿”Y porqué nos quiere de este modo? ¿Por qué motivo nos quiere tanto? ¿Sólo por bondad? La “gracia”, en efecto, es propia de la bondad”. Precisamente por esto, concluye el Padre de la Iglesia, san Pablo afirma que todo fue hecho “en honor y gloria de su gracia que nos ha dado en su Hijo dilecto”. Dios en efecto “no solamente nos ha liberado de los pecados, sino que nos ha hecho también amables . . . : he adornado vuestra alma y la he hecho bella, deseable y amable”. Y cuando Pablo declara que Dios lo ha hecho mediante la sangre de su Hijo, San Juan Crisóstomo exclama: “Nada es mas grande que esto: que la sangre de Dios haya sido derramada por nosotros. Más grande que los hijos y otros dones; grande, en efecto, ha sido el don del Hijo de Dios, por el cual nos han sido perdonados los pecados: pero más grande ha sido que esto haya ocurrido mediante la sangre del Señor”. Este fue el resumen que la catequesis del santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia, leído por el responsable de la Sección española de la Secretaría de Estado: Queridos
hermanos y hermanas: La obra de Cristo, con la remisión de los pecados, la efusión de las riquezas de su gracia, la filiación divina del cristiano y el dar a conocer el misterio de su voluntad, hacen que se pueda entrar en el misterio íntimo de la misma vida trinitaria. Este fue el saludo del Papa en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo VI: Saludo con afecto a los peregrinos y familias de lengua española. En especial a los miembros de la Asociación de Feriantes de España y a los alumnos del Colegio Seminario de Barbastro, así como al grupo de peregrinos chilenos. Que vuestra visita a la memoria de los Apóstoles Pedro y Pablo os reafirmen en vuestra fe. Muchas gracias por vuestra atención. Después de haber saludado en varias lenguas el Papa saludó en primer lugar a los universitarios de Roma, reunidos con el cardenal vicario para reflexionar sobre el tema “Testimonios del Evangelio en la Universidad. La visita de la imagen de la Virgen de Loreto, les ha dicho Juan Pablo II, sea para todos una invitación a ser cada vez más fieles discípulos de Cristo. Después saludó de manera particular al cardenal Vlk, a los demás cardenales, como a los obispos amigos del “Movimiento de los Focolares, presentes con la señora Chiara Lubich, con motivo del convenio anual sobre el tema de la santidad, como exigencia primaria a proponer a todos los miembros del Pueblo de Dios.
DERECHO INTERNACIONAL DEBE PERSEGUIR Y PREVENIR EL TERRORISMO “El derecho internacional debe desarrollar instrumentos legales multilaterales que efectivamente posean la capacidad de hacer un seguimiento profundo, contrastar y prevenir el odioso crimen del terrorismo”. Esta fue la afirmación de Juan Pablo II, el sábado, en su discurso al nuevo embajador de Turquía, a quien, en este sentido, renovó su solidaridad con toda la nación por los recientes atentados terroristas. En este contexto el Papa recordó el papel particular que las Naciones Unidas deben desempeñar en la comunidad internacional, insistiendo en la necesidad de una reforma del Organismo que refleje los cambios a los que se ha enfrentado el genero humano en el siglo XXI. “Entre ellos –subrayó el Santo Padre- el azote mortal del terrorismo representa un gran problema que desafía la lógica tradicional de un sistema creado para regular las relaciones con los Estados”. Y uno de los requisitos fundamentales para asegurar el orden mundial y por lo tanto para alcanzar la paz, es como recordó Juan Pablo II, el derecho internacional, que hoy más que nunca debe aspirar a la paz en la justicia y la solidaridad. La comunidad internacional tiene que asumir un papel especial en la promoción de los derechos humanos, fomentando la libertad de los pueblos y preparando a las culturas e instituciones a que contribuyan a construir la paz. En este contexto el Papa saludó los progresos realizados para llegar a un acuerdo justo con respecto a Chipre y animó a los partidos involucrados a que no escatimen esfuerzos para lograr la reunificación y pacificación de la isla. Juan Pablo II observó con satisfacción que la Constitución de la República de Turquía reconoce la libertad de conciencia, de igual forma que la libertad religiosa, de culto y enseñanza. “Estas garantías constitucionales, que han formado parte de la legislación ordinaria y del tejido vital de la sociedad, consienten a los ciudadanos, independientemente de sus creencias religiosas, realizar su contribución a la construcción de la sociedad”. Retomando su discurso al cuerpo diplomático a principios del año, el Papa reafirmó que la Iglesia y el Estado no son rivales sino compañeros, que a través del diálogo fomentan el desarrollo humano integral y la armonía social. En este mismo contexto el Pontífice manifestó su esperanza en que el comité parlamentario de derechos humanos de la Asamblea Nacional Turca dé una respuesta positiva a la petición presentada el pasado mes de septiembre sobre las religiosidad popular y las necesidades pastorales de los cristianos y las minorías no musulmanas que viven en Turquía.
ANUNCIO RENOVADO DEL EVANGELIO Y VIDA RELIGIOSA COHERENTE ANTE LOS DESAFÍOS DE LA SECULARIZACIÓN “Un auténtico anuncio renovado del Evangelio y una coherente vida religiosa ante los desafíos actuales de la secularización”. Lo pidió el Santo Padre a los obispos franceses de la provincia de París, en visita ad limina. En su discurso el viernes, a los obispos de la provincia eclesiástica de París y del Ordinariato Militar de Francia en visita ad limina apostolorum, Juan Pablo II puso el acento en el anuncio del Evangelio y en la misión especial que tiene que tener el obispo ante los desafíos que comporta el mundo actual. El Papa se hace eco de los informes quinquenales que le han presentado los prelados y alude a la secularización de la sociedad francesa, entendida a menudo como un rechazo, en la vida social, de los valores antropológicos, religiosos y morales que la están marcando profundamente. Pero al mismo tiempo se subraya el hecho de la necesidad de un anuncio renovado del Evangelio entre las personas ya bautizadas. Si por una parte está habiendo una consistente disminución de niños catequizados, crece, en cambio, el número de catecúmenos entre jóvenes y adultos, así como se da también el caso de un “redescubrimiento del sacramento de la Confirmación”. Para el Santo Padre “son signos que indican que la transmisión de la fe puede desarrollarse a pesar de condiciones difíciles”. El Pontífice confía en que esta ansiedad que tienen los hombres de ‘ver a Jesús’ y que llaman por ello a la puerta de la Iglesia, ayude a los obispos franceses a suscitar una “nueva primavera de la evangelización y de la catequesis”. Respecto a la catequesis de los niños y de los jóvenes, Juan Pablo pide “una educación religiosa y moral de calidad, que les forme con elementos claros y sólidos en la fe, que les haga conducir una vida espiritual intensa y que esta formación catequética vaya acompañada de una práctica religiosa regular”. Y en este sentido, el Papa agradecía calurosamente la tarea que desarrollan los servicios diocesanos de catequesis y animando a todos sus miembros a transmitir fielmente el tesoro que la Iglesia ha recibido de los apóstoles. Conviene prestar atención también “a la formación de los mismos padres y de los catequistas, para que puedan llegar al mismo corazón de la fe que tienen que comunicar”. Y es que “la gestión cristiana no puede reposar -dice el Papa- en una simple actitud sociológica, o en un rudimentario mensaje cristiano que no conducen verdaderamente a una participación en la vida de la Iglesia. “Los pastores y los catequistas tienen que recordar también que los niños y los jóvenes son muy sensibles a la coherencia entre las palabras y los hechos de las personas” subraya el Santo Padre. Por ello, no pueden tomar conciencia de la necesidad de participar en la Eucaristía dominical o en la práctica del Sacramento de la Penitencia, cuando sus padres y educadores no viven una vida religiosa y eclesial. “Cuánto más esté en armonía el testimonio de fe y de vida moral con la profesión de fe, más los jóvenes comprenderán que la vida cristiana ilumina toda su existencia y les da fuerza”.
RELACIÓN IMPRESCINDIBLE ENTRE PATERNIDAD Y MATRIMONIO El Papa destacó “la relación imprescindible” entre paternidad y matrimonio, y animó la investigación para la superación natural de la esterilidad. El sábado, Juan Pablo II recibió a los 120 miembros de la Pontificia Academia para la Vida que este año celebran el décimo aniversario de su fundación y que han organizado dos jornadas de estudio sobre el delicado problema de la procreación artificial. “Un tema que conlleva graves problemas e implicaciones -dijo el Papa- que merecen un atento examen porque están en juego valores esenciales no solamente para el fiel cristiano sino para el ser humano como tal”. El Pontífice destacó “la imprescindible relación que existe entre la procreación de una nueva criatura y la unión esponsal, en la que el esposo se convierte en padre y la esposa en madre, a través de la unión conyugal”. “Este diseño del Creador -subrayó el Santo Padre- está inscrito física y espiritualmente en la misma naturaleza del hombre y de la mujer, y como tal tienen valor universal”. El acto en el que el esposo y la esposa se convierten en padre y madre a través del recíproco don total de sí mismos les hace cooperadores del Creador, al poner en el mundo a un nuevo ser humano, llamado a la vida para la eternidad. Se trata de “un gesto tan rico” dijo el Papa “que transciende la misma vida de los padres no puede ser sustituido por una mera intervención tecnológica, empobrecido de valor humano y sometido a determinismos de la actividad técnica e instrumental”. Pero Juan Pablo II desea que el camino de la “verdadera prevención y de la auténtica terapia” continúe progresando y por eso animó a la comunidad científica a que prosiga investigando sobre las causas de la infertilidad masculina y femenina, y exhortó a los especialistas a que pongan a punto aquellas intervenciones que con métodos naturales puedan ser útiles a tal fin, de modo que se pueda “prevenir situaciones de sufrimiento en los esposos, deseosos de encontrar en el hijo una confirmación y la plenitud de su donación recíproca.
JUAN PABLO II, DOCTOR “HONORIS CAUSA” POR UNIVERSIDAD DE OPOLE Ante una delegación de la Universidad polaca de Opole, que le confirió el doctorado “honoris causa”, Juan Pablo II dijo que "los hombres de ciencia, fieles a la verdad histórica, tienen la tarea de rendir testimonio de que la sabiduría y la ciencia en Europa han crecido también sobre el terreno fértil del Cristianismo". El martes Juan Pablo II recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a Mons. Alfred Nossol, arzobispo de Opole, Polonia, con una delegación de unas veinte personas de la Universidad de Opole. Durante esta audiencia, las autoridades académicas de la Universidad de Opole confirieron al Santo Padre el doctorado Honoris causa de este ateneo polaco. Una honorificencia propuesta por la facultad de Teología y aprobada por unanimidad por el Senado académico de esta Universidad. En su discurso, el Papa destacó que este título le viene conferido cuando se celebran los diez años de existencia de la histórica unificación de la Escuela Superior de Pedagogía de Opole con el Instituto Teológico Pastoral, que dio inicio a la Universidad de Opole. Un dinámico centro de investigación que está desarrollando un importante papel para miles de jóvenes estudiantes. Juan Pablo II afirmó que la Universidad coopera con la Iglesia en la obra de integración de la sociedad en Opole. “Si la Iglesia -dijo el Papa- anima los procesos de unificación en base a la fe común, a los comunes valores espirituales y morales, y a la misma esperanza y caridad que sabe perdonar, la Universidad, por su parte, hace lo propio”, dado que los valores y los medios se fundamentan en un patrimonio de cultura común. Aunque la Universidad, como señaló el Papa, tiene que ser “accesible no solamente a los que profesan un mismo credo, sino a los que tienen otras convicciones”. En este punto, el Santo Padre, aludió a la integración social, "que no podemos entender como la anulación de las diferencias, la unificación en el modo de pensar y el olvido de la Historia -dijo- , sino como una búsqueda perseverante de los valores que son comunes a los individuos que tienen raíces diferentes y una visión propia del mundo y de la sociedad en la que les ha tocado vivir". La Universidad, creando la posibilidad para el desarrollo de las ciencias humanísticas, puede ser una ayuda para la purificación de la memoria que no olvide las equivocaciones y las culpas del pasado, pida perdón y sepa perdonar, señaló el Papa. También las ciencias pueden ser útiles en esta obra de unión. Podrán manifestarse diferencias en relación a la valoración ética de las investigaciones, pero los investigadores -explicó el Pontífice- si reconocen los principios de la verdad y el bien común no podrán rechazar el colaborar para conocer el mundo en base a las mismas fuentes, a parecidos métodos y a un fin común, como es el de someter la tierra conforme a las recomendaciones del Creador. Finalmente el Santo Padre hablando de las raíces cristianas comunes de Europa, y dijo que “si bien las catedrales, las obras de arte, la música o la literatura, en cierto modo, hablan en silencio de esta herencia común cristiana, la Universidad, en cambio, puede hablar en voz alta y en lenguaje contemporáneo” y dar testimonio del sólido legado que representan “los secretos de la ciencia y del saber, crecidos sobre el fértil terreno del cristianismo”. Como declaró el rector magnífico de este ateneo, profesor Musielok, con la entrega del doctorado al Santo Padre se ha querido expresar la gratitud al Pontífice por su contribución a la creación del Ateneo. Una empresa que fue posible gracias al permiso que fue concedido hace 10 años para que el naciente Instituto Teológico-Pastoral Diocesano de Opole, afiliado entonces a la Universidad Católica de Lublín, pudiera convertirse en Facultad de Teología. El decano de la Facultad de Teología, padre Tadeusz Dola, ha recordado que ésta ha sido la primera universidad estatal polaca con la Facultad de Teología, después de la supresión por parte del régimen comunista de las Facultades Teológicas de las Universidades de Cracovia y de Varsovia, al inicio de los años 50.
ÁNGELUS: FIESTA LITÚRGICA DE LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO Este domingo, así como en los días festivos, el Santo Padre se asomó a la ventana de su estudio privado que da a la plaza de san Pedro para rezar el Ángelus con los fieles congregados. En su breve alocución previa a la oración mariana, el Papa comenzó refiriéndose a la fiesta litúrgica de la Cátedra de San Pedro “que, pone en evidencia el ministerio singular que el Señor confió al apóstol san Pedro, de confiar y confirmar a la Iglesia en la unidad de la fe”: “En esto consiste el “ministerium petrinum”, el servicio peculiar que el Obispo de Roma está llamado a ofrecer a todo el pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se sostiene en prerrogativas humanas sino sobre el mismo Cristo como piedra angular de la comunidad eclesial” El Papa pidió a todos los presentes que recen para que la Iglesia, en la variedad de las culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades de fe y de moral trasmitidas por los apóstoles. Más adelante el Pontífice invitó a fijar nuestra mirada en Cristo para tomar conciencia de la Iglesia como misterio de unidad. La cuaresma, dijo el Papa, que iniciamos el próximo miércoles, con el austero y significativo rito de la ceniza, constituye un tiempo privilegiado para intensificar el compromiso de conversión a Cristo. “El itinerario cuaresmal se transformará así en una ocasión propicia para examinarnos con sinceridad y verdad a nosotros mismos, para volver a poner orden en la propia vida y en las relaciones con los demás y con Dios” El Santo Padre finalizó sus palabras antes del rezo del Ángelus deseando que nos sostenga la Virgen María en este exigente camino espiritual. Que sea Ella la que nos haga dóciles a la Palabra de Dios y la que nos impulse a la conversión personal y a la reconciliación fraterna. Y tras el rezo del Ángelus y la oración por los files difuntos, Juan Pablo II saludó en latín, de modo especial a los profesores y alumnos del Instituto Pontificio Latinitas que celebran en estos días el 40 aniversario de su fundación por el Papa Pablo VI, instándoles a trabajar con diligencia y constancia en la Universidad Salesiana. También el santo Padre saludó a los peregrinos de varias parroquias italianas venidos a Roma para renovar su confesión de fe en la tumba del apóstol Pedro. Y a todos los peregrinos presentes les deseó un buen domingo.
EL PAPA SE ENCUENTRA CON LOS SEMINARISTAS DE ROMA Juan Pablo II se reunió el sábado por la tarde con los alumnos de los Seminarios del Divino Amor, Redemptoris Mater, Capranica y Romano Mayor, una cita “esperada y deseada en la fiesta de la Virgen de la Confianza”, en la que el Papa se encuentra con los seminaristas de Roma. El acto tuvo inicio con unas palabras del Cardenal Vicario de Roma Camilo Ruini en las que agradeció al santo Padre su celo e interés por las actividades que viene desarrollando su diócesis en el campo de las vocaciones sacerdotales. El Rector del Seminario Mayor de Roma, por su parte reiteró el compromiso del Papa informándole de la composición del seminario, cuyos alumnos proceden de los cuatro continentes así como de los retos que deben abordar en la sociedad actual para poder ser fieles a su vocación sacerdotal. Por último, un diácono ecuatoriano agradeció a Juan Pablo II el cariño y la atención que les dispensa continuamente. El acto continuó con la interpretación musical de algunos versos del Tríptico Romano, Obra del Papa, musicalizados por Mons. Marco Frisina. La interpretación corrió a cargo de la orquesta y coros de la Diócesis de Roma junto a un coro de los seminaristas romanos. El acto concluyó con las palabras del Santo Padre que afirmó haberse convertido en un deudor por este don ofrecido por los seminarios de Roma. “Tendré que pagar. Un justo, pero debido precio. Intentaré hacerlo”. Estas palabras del Pontífice, que provocaron un entusiasmado aplauso por parte de los miles de seminaristas y familiares presentes en el Aula Pablo VI. El Papa concluyó asegurándoles su oración sincera por ellos, tras haber ofrecido el sacrificio eucarístico de la mañana por las intenciones de su seminario romano.
PAPA DEPLORA BRUTAL ATENTADO EN JERUSALÉN El Santo Padre envió un telegrama al Delegado Apostólico de Jerusalén Mons. Pietro Sambi, por medio del Secretario de Estado, en el que deplora el nuevo y brutal atentado que se produjo la mañana del domingo en Jerusalén. En el telegrama el Papa asegura su espiritual cercanía a los familiares de las víctimas, y exhorta a las autoridades y ciudadanos a no dejarse arrastrar por la dinámica absurda de la violencia e intensificar el compromiso para acelerar la llegada de la tan ansiada paz.
PROFUNDO PESAR POR EL DESASTRE FERROVIARIO EN IRÁN Juan Pablo II manifestó su profundo pesar por el desastre ferroviario en Irán, donde la explosión el miércoles de un tren cargado con gasolina, fosfatos y otros materiales tóxicos causado la muerte de al menos 309 personas. En un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, el purpurado transmite a las autoridades y al pueblo iraní el dolor del Santo Padre por esta catástrofe ferroviaria. Confiando las numerosas víctimas a la misericordia del Altísimo, el Papa manifiesta su esperanza en que las familias afectadas por este drama encuentren alivio en la solidaridad general. Por último Juan Pablo II imparte una bendición especial a los numerosos heridos. La explosión del tren ocurrió cerca de la población de Neishbour, al norte de Irán y se teme que pueda elevarse el número de víctimas entre los centenares de heridos, muchos en condiciones graves, que siguen ingresados en hospitales de la zona. La agencia oficial de noticias iraní IRNA elevó a 530 las víctimas, incluyendo muertos y heridos, en el accidente. La tragedia comenzó a las 10:45 de la mañana hora local cuando el tren, que arrastraba 51 vagones, algunos cargados con sulfatos, diesel, gasolina y algodón, esperaba para partir en la estación de Abu Muslim, cercana a Neishbour, a unos 600 kilómetros al noroeste de Teherán. De repente, una explosión, de naturaleza desconocida, en uno de los vagones, puso en marcha todo el convoy, que impulsado por la onda expansiva se desplazó por la vía sin control hasta descarrilar en la siguiente estación. Equipos de bomberos y de protección civil llegaron de inmediato al lugar de los hechos para tratar de controlar el tren y apagar el fuego, momento en el que se desató la parte más trágica del siniestro. Las llamas se propagaron a toda velocidad por los 48 vagones, lo que causó una segunda y fortísima explosión que rompió los cristales de casas que se encontraban a unos 10 kilómetros a la redonda.
DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA “Los progresos de las ciencias biomédicas plantean perspectivas prometedoras para el futuro de la humanidad y la cura de enfermedades graves, pero a menudo presentan serios problemas con relación al respeto de la vida humana y de la dignidad de la persona”. Con esta afirmación el Pontífice ha querido evidenciar el importante papel desempeñado por la Academia Pontificia para la Vida en un mensaje dirigido a esta Institución que cumple el décimo aniversario de su fundación. “A menudo que pasa el tiempo es siempre más evidente la importancia de la Academia para la Vida”, escribe el Papa, quien además cita, en este contexto “el dominio creciente de la tecnología médica en los procesos de la procreación humana, los descubrimientos en el campo de la genética y la biología molecular, la introducción de cambios en el tratamiento terapéutico de los pacientes graves, y la difusión de corrientes de pensamiento de inspiración utilitarista y hedonista. Todos estos son factores –precisa Juan Pablo II- que pueden conducir a conductas aberrantes, e incluso a la redacción de leyes injustas en relación a la dignidad de la persona y al respeto exigido de la inviolabilidad de la vida inocente”. Juan Pablo II agradece el trabajo de la Academia, del que se benefician los organismos doctrinales y pastorales de la Sede Apostólica. “Éstos son los primeros que se benefician de vuestra colaboración –escribe el Papa- en lo que concierne a los conocimientos y datos necesarios para las decisiones que se deben asumir en el ámbito de la norma moral concerniente a la vida”. La aportación de la Academia es preciosa también para los intelectuales, especialmente los católicos, quienes deben estar activamente presentes en las sedes privilegiadas de la elaboración cultural, en escuelas y universidades, en los ambientes de la investigación científica y técnica. Y es precisamente en esta perspectiva con la que se instituyó la Academia Pontificia para la Vida: con la misión de “estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de la biomedicina y del derecho relacionados con la promoción y defensa de la vida, sobre todo en relación directa con la moral cristiana y las directrices del Magisterio de la Iglesia”. El Pontífice expresa además, en su mensaje, la necesidad de sensibilizar cada vez más a los investigadores, sobre todo en el ámbito biomédico, respecto al beneficioso enriquecimiento que puede emanar de la conjugación del rigor científico con las instancias de la antropología y la ética cristiana.
CELEBRACIONES LITÚRGICAS DEL SUMO PONTÍFICE El próximo 25 de febrero, Miércoles de Ceniza, día en el que comienza la Cuaresma, Juan Pablo II presidirá en la Basílica Vaticana, a las 10 y media de la mañana, la Celebración de la Palabra, con la bendición e imposición de la ceniza. La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice recuerda – en una nota firmada por Mons. Piero Marini - que el primer día de Cuaresma, día de ayuno, la Celebración presidida por el Papa comenzará, como es tradicional, con los ritos de introducción. Luego tendrá lugar la Liturgia de la Palabra y la homilía del Santo Padre, la bendición y la imposición de la ceniza, la oración de los fieles y el rezo al Señor, para finalizar con los ritos de conclusión.
JOSÉ MANYANET Y VIVES, ENTRE LOS BEATOS QUE SERÁN CANONIZADOS EL 16 DE MAYO El Papa presidió el jueves por la mañana el Consistorio para las Causas de Canonización de seis beatos - que serán canonizados el 16 de mayo - entre ellos el español, José Manyanet y Vives, presbítero, fundador de la Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia de Jesús, María y José y de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret. Los otros cinco beatos que serán proclamados santos son el presbítero maronita libanés Nimatullah Al Hardini y los italianos Luis Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia y de la Congregación de las Hermanitas Misioneras de la Caridad; Annibale María de Francia, fundador de los Padres Rogacionistas del Corazón de Jesús y de las Hijas del Divino Celo; Paola Elisabetta, fundadora del Instituto de Religiosos y Religiosas de la Sagrada Familia, y Gianna Beretta Molla, madre de familia.
ASAMBLEA GENERAL DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA Con una Celebración Eucarística, presidida por el Card. Javier Lozano Barragán, que encabeza el dicasterio para la Pastoral de la Salud, dio comienzo el jueves la Asamblea General de la Academia Pontificia para la Vida, que conmemora el décimo aniversario de su fundación. El lema de esta cita en el Vaticano - que finalizó el próximo domingo, 22 de febrero – es «La dignidad de la procreación humana y las tecnologías reproductivas, aspectos antropológicos y éticos». Inauguró los trabajos el Prof. Juan de Dios Vial Correa, que en calidad de presidente de la Academia presentó una relación dedicada, precisamente, a los diez años de actividades de esta institución que, por voluntad de Juan Pablo II, tiene el objetivo de «estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de biomedicina y de derecho, relativos a la promoción y a la defensa de la vida, sobre todo en la relación directa que éstos tienen con la moral cristiana y las directivas del Magisterio de la Iglesia». En el marco de esta conmemoración, la Academia Pontificia para la Vida ha rendido homenaje al Prof. Jerome Lejeune, el ilustre científico genetista que fue su primer presidente. Como cada año, en la clausura de la Asamblea, se dio a conocer un comunicado final. Compendio de los trabajos, que como es tradicional se desarrollaron con un enfoque pluridisciplinar. Es decir, desde los puntos de vista antropológico, teológico, ético, y jurídico, enlazados con las tecnologías de reproducción artificial. Tuvimos ante nuestros micrófonos a uno de los participantes en este encuentro, el Rector de la Facultad de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, Gonzalo Miranda, que nos sintetizó el Magisterio de la Iglesia sobre temas tan actuales e importantes, como son los de la clonación humana, la reproducción asistida y la ingeniería genética:
COMUNICADO CONSEJO PONTIFICIO PROMOCIÓN UNIDAD CRISTIANOS El pasado 19 de febrero, en la capital de Rusia, tuvo lugar un encuentro entre el Jefe del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, el Metropolita de Smolensk y Kaliningrado, Kirill, y el Presidente del Consejo Pontifico para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Cardenal Walter Kasper. Así se lee en un comunicado de prensa difundido por el Consejo Pontificio esta semana, en el que se afirma que en el curso de las conversaciones se examinaron por ambas partes las materias en discusión en las relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y la católica, especialmente en Rusia y Ucrania. En particular, el cardenal Kasper ha confirmado que la Santa Sede ha recibido la respuesta escrita de la Iglesia ortodoxa rusa acerca de la posible institución de un Patriarcado greco-católico en Ucrania, como las respuestas de todas las Iglesias ortodoxas locales sobre la cuestión. Así mismo, el comunicado afirma que el Cardenal Kasper ha indicado que la posición unánime de la Iglesia ortodoxa ha sido tomada en consideración por las autoridades de la Iglesia católica. La parte católica ha asegurado a la ortodoxa el deseo de la Santa Sede de mantener y reforzar ulteriormente las relaciones positivas con las Iglesias ortodoxas. Las dos partes han convenido que, para la solución de cuestiones singulares en las relaciones entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica, se debe constituir un grupo conjunto de trabajo, compuesto por representantes de las dos Iglesias, que examinará tales cuestiones y formulará propuestas para su solución. Según la nota del Consejo pontificio, en el encuentro han participado, el Arzobispo Antonio Mennini, Representante de la Santa Sede ante la Federación Rusa, el Obispo Brian Farell, Secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Reverendo Padre Jozef Maj, Oficial del mismo Consejo, los vicedirectores del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, el Obispo Mark de Egorryevsk y el Arcipreste Vsevolod Chaplin, además del Padre Igor Vyhanov, en función de Secretario para los Asuntos Intercristianos.
ARCHIDIÓCESIS
DE KINGSTON EN JAMAICA (JAMAICA) ARCHIDIÓCESIS
DE NASSAU (BAHAMAS) DIÓCESIS
DE SAN NICOLÁS DE LOS ARROYOS (ARGENTINA)
DIÓCESIS DE ZÉ DOCA (BRASIL) NUNCIATURA
APOSTÓLICA EN ERITREA
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO
VII DEL TIEMPO ORDINARIO (C): 22 de febrero de 2004 El hombre está hecho para la comunión, por eso sufre con las rupturas, por eso aspira siempre a la paz. Toda la historia de la humanidad está trenzada de ambiciones que esclavizan y de rebeldías contra esa violencia. Sí, la historia de la humanidad parece encerrada en ese círculo, cansino y diabólico, de una violencia respondida con otra violencia. La paz siempre parece una aspiración utópica, un ideal nunca logrado totalmente. Dios, que nos hizo para el amor y la paz, como reflejo de su propio misterio personal, nos quiere dar hoy su estrategia, ese mecanismo que puede destruir el círculo maldito que aprisiona las mejores aspiraciones de la humanidad. Y no quiere simplemente repetir un tópico sino darnos un ejemplo vivo, una realidad hecha historia. Escuchamos hoy lo que hizo David cuando tuvo en sus manos al Rey Saúl, que lo perseguía a muerte. Allí estaba Saúl durmiendo en la tienda del campamento y David logró entrar, pero no atentó contra la vida del Rey. Se limitó a tomar la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl y marcharse mientras todos dormían. Y cuando ya estuvo lejos, desde lo alto de una cima, gritó: Aquí está la lanza del Rey. Que venga uno de los mozos a recogerla. El Señor pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor. Y es que David era un joven piadoso y le dejaba el juicio a Dios; y es que David quería romper el odio con la lealtad, la injusticia con la razón. Pero David era sólo figura, un destello del que había de venir como Príncipe de la paz. Hoy es Jesús quien nos dice con toda claridad: A los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian, al que te pegue en una mejilla preséntale la otra. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Y termina por darnos la consigna que ha de regular las relaciones humanas: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. No, Jesús no venía a levantar heridas, no se presentaba como un líder revolucionario. Él venía, más bien, a inmunizarnos el corazón de toda esa tentación, que siempre nos acecha, de responder a la violencia con otra violencia, al mal con otro mal, a la injusticia con otra injusticia. Y la medicina es la misericordia del Padre, de la que él es el mejor experto. Por eso nos dice hoy dónde está el secreto para lograr la paz: Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Este ideal es una justicia nueva, la de los hijos de Dios, y por eso su medida es el amor de Dios. Así la regla es: Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. Ahora entendemos por qué David supo reaccionar de aquella manera, por ser piadoso. Y por qué dejó entonces el juicio a Dios, como hoy termina por recomendarnos Jesús: No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Y es que desde el principio el hombre está hecho a imagen de Dios, como hijo. Y fue el Maligno quien inoculó la codicia que destruye la comunión y da origen a la injusticia y a la violencia. Pero Jesús ha venido a restaurar el ideal, el parecido con nuestro Padre, para que podamos tratarnos como hermanos. Ha venido a destruir el círculo diabólico de la violencia que impide la paz. Ha venido ha reconciliar a los hombres con Dios, para que sean capaces de reconciliarse entre sí. Ha venido de la comunión íntima con Dios en el cielo para mostrarnos así el secreto de la paciencia frente al ofensor, del bien frente al mal, del amor frente al rechazo, de la vida frente a la muerte. En él se ha manifestado la imagen del hombre celestial frente al hombre terreno, arrastrado por sus reacciones instintivas. Es San Pablo quien nos lo expresa hoy así: El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre, es del cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales; nosotros que somos imagen del terreno, lo seremos del hombre celestial.
DIRECTORIO PARA LA PASTORAL FAMILIAR EN ESPAÑA La Conferencia Episcopal Española presentó el pasado 2 de febrero el Directorio para la pastoral familiar en España. Mons. Juan Antonio Reig Plá, obispo de Segorbe-Castellón y presidente de la Subcomisión para la Familia de la Conferencia, nos habló sobre el iter de elaboración, el contenido y los retos que presenta para la Iglesia española.
XII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO: JORNADAS DE TRABAJO Con motivo de la XII Jornada Mundial del Enfermo se han celebrado en Lourdes (Francia), del 9-11 de febrero unas sesiones de trabajo organizadas por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud. El Secretario de este Dicasterio, Mons. José Luis Redrado Marchite nos hizo un balance de las mismas.
XXXII ENCUENTRO DE LOS OBISPOS DE LA IGLESIA EN AMÉRICA Las amenazas a la familia en el continente americano están en el centro del trigésimo segundo Encuentro de los obispos de la Iglesia en América, que inició el martes en San Antonio, Texas. Partiendo de la consideración y de la Exhortación Apostólica post-sinodal “Ecclesia in America” según la cual son numerosos los peligros que amenazan la solidez del instituto familiar y que constituyen otros tantos desafíos para los cristianos, los obispos del continente americano quieren dar respuestas a estos desafíos, quieren buscar las estrategias pastorales mejores para afrontarlas en los distintos países del continente para promocionar así y defender a la familia, que es la primera célula social e indispensable iglesia doméstica en la comunidad cristiana. Participaron en este encuentro una veintena de prelados miembros de las distintas Conferencias Episcopales de Canadá, de los EE.UU. y de las Conferencias Episcopales latino-americanas (Celam). Nacidos en 1967 como Encuentros Interamericanos de los obispos, estas citas informales se celebran anualmente sobre distintas problemáticas que afectan a la Iglesia del Continente. En 1999, en ocasión de la asamblea celebrada en Cuba, se cambió el nombre por “Encuentro de los obispos de la Iglesia en América”, queriendo subrayar así la unidad de la Iglesia americana de los dos hemisferios, en sintonía con las indicaciones dadas por el Santo Padre tras la celebración del Sínodo de los Obispos para América. El primer encuentro de esta nueva serie tuvo lugar en Vancouver en el 2000 sobre el tema jubilar de la deuda de los países pobres. Siguió el de 2001, en los EE.UU., dedicado a la inmigración. El de 2002, en Brasil, sobre la globalización de la economía y el del año pasado, en Québec, sobre la globalización de la cultura. Los trabajos de esta 32ª edición se clausuró el jueves, 19 de febrero.
CONMEMORACIÓN DEL 25 ANIVERSARIO DE LA CONFERENCIA DE PUEBLA Con una Misa solemne en la Basílica de Guadalupe, se clausuró en Ciudad de México la conmemoración del 25 aniversario de la Conferencia de Puebla, inaugurada por Juan Pablo II el 28 de enero de 1979. En el curso de los tres días dedicados a evocar este evento, los directivos del Consejo Episcopal Latinoamericano asistieron a la presentación del Centro Bíblico y del Observatorio de la realidad, que impulsará el mismo CELAM. El Centro Bíblico tiene como misión desarrollar la pastoral bíblica en el continente, y su actividad primera será la de coordinar una traducción de la Biblia que ayude en esa misión de difusión de la Palabra de Dios. Monseñor Santiago Silva, obispo Auxiliar de Valparaíso (Chile) y responsable del mencionado Centro, indicó que esta institución contará con instalaciones en Bogotá para la coordinación de trabajos. Por su parte, el doctor Rodrigo Guerra, de México, secretario del Observatorio, señaló que el objetivo del mismo es el de ofrecer a los obispos información relevante, análisis social y propuestas de lectura sobre las situaciones sociales, políticas, económicas y religiosas que se viven en el continente, con el fin de colaborar en una animación pastoral que esté comprometida con esa realidad. Este Observatorio está constituido por una serie de profesionales en distintas ramas de las ciencias sociales, auxiliados por redes de especialistas que en América Latina y el Caribe, evalúan las evoluciones con visión cristiana. La reunión que se celebró del 12 al 15 de este mes de febrero en Puebla, bajo la presidencia del cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago de Chile, preparó, entre otras cosas, la Quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano. En la jornada de apertura, cada presidente de departamento presentó un balance de las actividades más significativas, y sobre todo las líneas maestras que guiarán a los departamentos en este año 2004. Asimismo, los directivos del CELAM se plantearon la necesidad de una mayor interacción con las Conferencias Episcopales y realidades nacionales, para dar a conocer todas las actividades y tareas que se realizan en este organismo. Para profundizar más entrevistamos al Dr. RODRIGO GUERRA, Experto en Doctrina Social de la Iglesia y Consejero del CELAM, en el marco de la conmemoración del aniversario de la Conferencia de Puebla, inaugurada por Juan Pablo II, hace 25 años.
PERÚ ATRAVIESA UN DIFÍCIL MOMENTO POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL La Conferencia Episcopal del Perú dirigió un llamamiento a los peruanos con el fin de que asuman «su responsabilidad personal para resolver el difícil momento político, económico y social que atraviesa el país». El documento, firmado por el presidente de la misma Conferencia, Mons. José Hugo Garaycoa Hawkins, y por el secretario General, Mons. Juan José Larrañeta Olleta, manifiesta la urgencia de hacer frente a la inestabilidad que sufre la nación peruana. La nota de los Obispos señala que «el Perú vive, en la actualidad, momentos de zozobra, preocupación y descontento». Y, tras poner de relieve que «millones de peruanos, especialmente los del sector más pobre, se preguntan angustiados: ¿Dónde vamos? ¿Cuál es nuestro futuro? ¿Podremos vivir en paz social, crecer en familia con dignidad y garantizar para nuestros hijos un país de esperanza?», los prelados peruanos hacen hincapié en que «el creciente deterioro político - social y la pérdida de valores morales ocasionan confrontaciones internas, diferencias irreconciliables y cerrazón en aquellos que tienen la grave responsabilidad de conducir los destinos de nuestra nación». La Conferencia Episcopal del Perú reitera que «esta grave responsabilidad recae sobre el poder Ejecutivo, Legislativo y el poder Judicial; pero también recae sobre toda esa amplia familia que constituyen los partidos políticos, sin olvidar el papel cada vez más preponderante de los medios de comunicación social». Los prelados afirman que «todos, sin excepción, hemos sido generadores de esta delicada situación; todos tenemos nuestro grado de responsabilidad. Por eso a todos nos incumbe realizar el gran esfuerzo en orden a encontrar el desarrollo basado en la justicia, la verdad y la solidaridad». Los Obispos peruanos finalizan este documento afirmando «queremos y buscamos un País sin divisiones, donde todos tengan igualdad de condiciones. Deseamos un Perú donde todos los peruanos, especialmente los más pobres y vulnerados, puedan volver a creer que este país, con sus fragilidades y limitaciones, puede ser un lugar donde vale la pena vivir». El documento exhorta a los peruanos a participar activamente en la solución en este momento difícil, trabajando «con generosidad y grandeza». El presidente de Perú, Alejandro Toledo, remodeló por quinta vez el gabinete de ministros con el objetivo de afrontar la crisis política suscitada por problemas de corrupción en su entorno y su baja popularidad entre los peruanos. Toledo resaltó que su gobierno ha lanzado el programa nacional de superación de la pobreza, pero la inestabilidad social y democrática debido a la crisis económica continúa haciéndose sentir. Para hablarnos de la situación de Perú en estos momentos críticos para el país entrevistamos a Mons Garaycoa.
LLAMAMIENTO DE LOS OBISPOS DE HAITÍ Ante la gravedad de la actual crisis haitiana, la agencia de noticias MISNA señala que los obispos de Haití dirigen un llamamiento «a los haitianos para se respete la vida de todo ser humano, la integridad moral de las personas, el derecho de todos a la libertad y a la información verídica; así como el derecho constitucional a manifestar de forma respetuosa y pacífica». El presidente de la Conferencia Episcopal de Haití, el arzobispo Hubert Constant, pone de relieve «la profunda preocupación» de los prelados «por el empeoramiento de la situación que está llevando a una guerra civil». Los obispos se dirigen a las autoridades y a los grupos opositores invitando al diálogo y a hacer todo lo posible para detener la violencia. Los obispos haitianos solicitan asimismo que se permita la ayuda de las organizaciones humanitarias y manifiestan su pésame a las familias que han perdido a sus queridos en esta grave crisis. También la Unión Europea pidió a todas las fuerzas políticas de Haití «sin excepción» que se abstengan de cualquier tipo de comportamiento violento. Una declaración de la presidencia irlandesa de turno de los Quince, afirma que «la UE está muy preocupada por los recientes episodios de violencia» que se viven en algunas ciudades del país y considera que la crisis «debe resolverse pacíficamente, a través del diálogo y el compromiso». Haití, el país más pobre de América, vive una grave crisis política acentuada en las últimas semanas con los actos de protesta organizados por los grupos de oposición que piden la dimisión del presidente, Jean-Bertrand Aristide. En la declaración, la Unión Europea alerta de que el deterioro de la situación de seguridad en el país «se ha visto acompañado de serias violaciones de los derechos humanos y de las reglas democráticas». Asimismo, los quince recuerdan que el presidente Aristide aceptó el pasado 31 de enero el plan de paz propuesto por la Comunidad Económica del Caribe (CARICOM), en el que uno de los puntos clave era el derecho a las manifestaciones pacíficas. En este sentido, instan a las partes implicadas a respaldar el plan de CARICOM y piden a las autoridades del país que «honren los compromisos del presidente Aristide y los pongan en práctica, conforme a los plazos fijados en el plan de acción». La UE se suma a la comunidad internacional al desaprobar los disturbios provocados por grupos armados en las manifestaciones pacíficas celebradas los días 12 y el 15 de este mes contra el Gobierno de Aristide y se muestra «alarmada» por «las frecuentes violaciones del derecho humanitario internacional».
JORNADAS DE HERMANDADES Y COFRADÍAS El cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, abrió el lunes las II Jornadas de Hermandades y Cofradías, promovidas por el Consejo Local de Unión de Hermandades y Cofradías de Jerez y la Escuela Diocesana de Teología. Jornadas que se celebraron hasta el jueves 19 de febrero y cuyo lema es «Aproximación canónico - pastoral en el siglo XXI» El tema de la primera conferencia, a cargo, precisamente, del cardenal Amigo Vallejo, está dedicado a la «Religiosidad popular: Celebración de la fe y expresión cultural». Mañana martes y el miércoles intervendrán el Secretario Canciller de la Diócesis de Plasencia, Juan José Gallego Palomero, y José Francisco González Díaz, pregonero de la Semana Santa de Málaga, para abordar la dimensión eclesial de las hermandades. La conferencia final correrá a cargo de Miguel Ángel Montero Jordi, Juez de 1ª Instancia del Tribunal Interdiocesano de Sevilla, que analizará las «Consideraciones canónico-pastorales sobre las asociaciones públicas de fieles en el derecho universal y particular de la Iglesia».
BELGRADO: ENCUENTRO DE PRESIDENTES EPISCOPADOS EUROPA SUR ORIENTAL Desde el viernes hasta el domingo se reunieron en Belgrado los presidentes de las Conferencias Episcopales de Albania, Bulgaria, Bosnia Herzegovina, Grecia, Serbia y Montenegro, Rumania y Turquía, para abordar los problemas, actuales y urgentes, a que se enfrentan estos países en el ámbito ecuménico, interreligioso, social y político. En representación de la Santa Sede asistieron Mons. Eugenio Sbarbaro, Nuncio Apostólico en Serbia Montenegro y Mons. Faustino Sainz Muñoz Nuncio Apostólico ante la Unión Europea. Participaron también en el encuentro representantes del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y de la Comisión de las Conferencias Episcopales de las Comunidades Europeas (COMECE). El sábado se dedicó la sesión de estudio al tema “la pobreza como desafío para la Iglesia”. Un segundo momento de los trabajos se centró en el tema “Europa y el cristianismo” en el contexto del proceso de unificación europea. En el debate participó también Mons. Irinej, Obispo ortodoxo de Novi Sad. Durante la jornada, los participantes en el encuentro fueron recibidos por S. B. Pavle, el Patriarca de la Iglesia ortodoxa serbia, para un intercambio fraterno. Por la tarde en la catedral de Belgrado, los jóvenes se reunieron en una vigilia de oración por la unidad de los cristianos, a la que siguió una concelebración eucarística presidida por el Obispo Amédée Grab, presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, y acompañada por un coro ortodoxo. El domingo por la mañana, 22 de febrero, concluyó el convenio con una síntesis de los trabajos y la definición de algunas propuestas concretas para el futuro.
Hoy
es posible la mística El Ayuntamiento de Ávila junto con el Centro Internacional de Estudios Místicos han editado un volumen sumamente interesante, en el que se recogen las conferencias tenidas en el Seminario Internacional que se celebró para conmemorar los diez años de funcionamiento de este Centro Internacional. Una serie de estudios, necesariamente breves por tratarse de conferencias pronunciadas en el fin de semana que duró el Seminario, pro que nos dan una visión amplia y muy actual de lo que ha sido la evolución de la mística y la vida contemplativa desde sus comienzos, con los padres del desierto y los cenobitas. Las cuestiones que se plantean en este Seminario nos acercan a lo que es la realidad hoy de la mística, y su urgencia, en el mundo de la frivolidad, la velocidad y la globalización de las ansias de resolver los problemas de la existencia humana con una dimensión puramente material. ¿Podrá sobrevivir la mística en la megalópolis moderna, se pregunta inicialmente el seminario? ¿Podrá seguir el camino que el cristianismo encontró pronto, para sentir la respuesta a la necesidad de la unión con Dios? Los primeros padres y monjes dieron la pauta para intentar esta unión. Un recorrido por los primeros siglos de la vida cristiana nos da la clave de lo que han sido las maneras de reencontrar el camino interior de la unión. ¿Puede ser un reflejo de estas actitudes la mística moderna? Un recorrido por las distintas fases de esta relación interior con el Creador nos recuerda las maneras cómo los cristianos lo han intentado a través de los siglos y de las escuelas. Se analiza en un sugerente estudio la mística judía en España, para entrar luego en la relaciones entre mística y zen, su influencia en la educación, y la viabilidad cara el futuro. Es evidente que lo central de este Seminario tenía que entrar en el análisis de los dos grandes místicos del siglo XVII, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Su obra es la quintaesencia de esta entrada en el misterio...La palabra de Juan de la Cruz en su breve poema,
Yo no supe dónde entraba, Un último análisis sobre la mística comparada cierra este breve volumen, denso e inspirador, que puede ser un instrumento de iniciación en el conocimiento de la necesaria vinculación de la vida cristiana con una mística transformadora; urgente en la trepidante, absurda y cruel superficialidad de nuestras vidas en el siglo XXI. |
Voz
del Papa