ALEMANIA, MODELO DE FEDERALISMO PARA EUROPA El Papa, tras esta semana de intensa oración, reanudó sus actividades públicas el sábado recibiendo en audiencia al presidente de la República Federal de Alemania, Johannes Raur. En sus palabras de bienvenida, Juan Pablo II puso de relieve dos ejemplos positivos que la nación alemana brinda hoy al mundo. Es decir, el federalismo, como modelo para Europa, y la constante ayuda a los pobres en numerosos países del planeta. Recordando la herencia de las raíces cristianas del continente europeo, el Papa se refirió a las numerosas manifestaciones, precisamente, de la fe cristiana en Alemania. Fe que sigue guiando aún hoy a numerosas personas en los valores de la vida y en la convivencia pacífica. Una vez más, Juan Pablo II hizo hincapié en la responsabilidad de los cristianos en la política, por el bien común de la sociedad alemana y de los pueblos de Europa. Tras evocar el gran prestigio de Alemania, en su constate preocupación de impulsar la participación de los países más desfavorecidos en el bienestar económico de esta nación, Juan Pablo II expresó su satisfacción por la considerable ayuda del estado alemán a las organizaciones eclesiales, con el fin de realizar proyectos importantes que favorecen el desarrollo integral de numerosos pueblos pobres del mundo. En este contexto, el Papa subrayó la generosidad alemana, recordando que esta nación no se concentra únicamente en sus propios problemas. Y finalizó su saludo con el anhelo de que prosiga y prospere cada vez más la colaboración entre la Iglesia y el estado de Alemania y entre esta república y la Santa Sede.
CONCLUYEN LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES El sábado finalizaron los ejercicios espirituales que desde el pasado domingo han sido predicados a Juan Pablo II y a sus colaboradores de la curia romana, en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico del Vaticano. Los ejercicios espirituales se celebran en el Vaticano todos los años en el periodo de Cuaresma desde que los instituyó Pío XI en 1929. El Santo Padre en su discurso de clausura agradeció a Monseñor Bruno Forte la dedicación y el “tono informal que nos ha ayudado a elevar nuestros espíritus a Cristo”, enfatizó el Pontífice, que ha alabado la pasión con la que el predicador ha expuesto los contenidos del argumento central: “Seguir a Cristo, Luz de la vida”, dándole una visión cotidiana. “Gracias porque, con el estilo que caracteriza su investigación teológica y su actividad pastoral ha ofrecido preciosos estímulos a nuestra mente y a nuestro corazón para seguir, cada vez con mayor entrega, a Aquél que es la Luz del mundo”. Así mismo, el Santo Padre agradeció su presencia a todos los que habían tomado parte y colaborado en estos ejercicios: “Para finalizar dirijo un saludo a todos los que habéis tomado parte en estos ejercicios, con un pensamiento de gratitud, también para aquellos que han colaborado en el desarrollo de los mismos, cuidando con atención la liturgia y los cantos. Encomendando a cada uno a la celestial protección de la Santísima Virgen, os doy a todos mi bendición”.
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN EL VATICANO
ÁNGELUS: PERDÓN Y RECONCILIACIÓN EN ÁFRICA, ORIENTE MEDIO, TIERRA SANTA E IRAK En la cita del Ángelus, Juan Pablo II hizo un llamamiento para que se tome la vía del perdón y de la reconciliación ante las dolorosas situaciones existentes en algunos países de África, Oriente Medio, Tierra Santa e Irak. El Santo Padre, como es tradicional, dirigió el domingo la oración mariana del Ángelus. El Papa, señaló que durante la semana de los ejercicios espirituales en el Vaticano, que finalizaron el sábado por la mañana, no ha olvidado la dolorosa situación existente en algunos países de África, Oriente Medio, y sobre todo, en Tierra Santa y en Irak: “Son nuestros hermanos que sufren por actos inaceptables de violencia y de terrorismo, que sólo pueden agravar las condiciones de vida de aquellas queridas poblaciones. Mientras rezo por ellos e invito a rezar, quisiera pedir a todos una vez más tomar el camino del perdón y de la reconciliación” En su reflexión previa el Papa se refirió a la liturgia de la palabra de este segundo domingo de Cuaresma marcada por el relato de la transfiguración de Cristo. Como nos relata Lucas “Jesús se transfiguró mientras rezaba en lo alto del monte Tabor, inmerso en el diálogo íntimo y profundo con Dios Padre. De su persona, continuó el Papa, se irradia una luz fulgurante, anticipación de la gloria de la resurrección”. “Cada año, en preparación a la Pascua, la Cuaresma nos invita a seguir a Cristo en el misterio de oración, fuente de luz y de fuerza en la hora de la prueba. Orar, en efecto, significa sumergirse con el espíritu en Dios en actitud de humilde adhesión a su voluntad. De este abandono confiado en Dios deriva la luz interior que transfigura al hombre transformándole en testigo de la resurrección. Pero esto solo puede ocurrir escuchando a Cristo y siguiéndole dócilmente hasta la Pasión y la Cruz ”. Para Juan Pablo II, como ya afirmó en su primera Encíclica Redemptor Hominis, “el hombre sólo puede comprenderse en profundidad si se acerca a Cristo, entra dentro de Él, se apropia y asimila toda la realidad de la redención. Como es todavía hoy actual esta verdad. Que la Virgen Madre del Redentor nos ayude a volver a comenzar desde Cristo para construir un mundo según la dimensión del hombre”. Tras el rezo mariano del Ángelus y del recuerdo por los fieles difuntos, el Santo Padre invitó a los jóvenes universitarios a participar el próximo sábado 13 de marzo en el Aula Pablo VI del Vaticano en la vigilia mariana organizada con ocasión de la Segunda Jornada Europea de los Universitarios con el tema “Cristo esperanza para Europa”. Después el Pontífice saludó en diversas lenguas a los peregrinos presentes en la plaza de San Pedro, este fue su saludo en español.
310 ENCUENTROS PASTORALES EN MÁS DE 25 AÑOS DE PONTIFICADO Juan Pablo II recibió el sábado por la tarde a los fieles de las parroquias romanas de Santa Brígida, San Hilario y San Máximo y les entregó simbólicamente su primera encíclica, “Redemptor hominis”. Juan Pablo II celebrado la Eucaristía en el Aula Pablo VI del Vaticano para los fieles de las parroquias romanas de Santa Brígida, San Hilario y San Máximo, que alcanzan el número 310 con las cuales el Papa ha realizado encuentros pastorales en los más de 25 años de su pontificado. “Este es mi Hijo, el elegido, escuchadlo” (Lc 9,35). El Papa comenzó así su homilía, recordando que la liturgia de este II de Cuaresma nos hace protagonistas de la escena de la Transfiguración de Jesús en el Tabor. La misteriosa voz de lo alto nos invita a seguirle dócilmente. «“Escuchar y seguir a Cristo”. Hace 25 años, continuó el Pontífice, justamente al inicio de la cuaresma, sentí la necesidad de exhortar a todo el pueblo cristiano a realizar esta experiencia fundamental. “Jesucristo es el camino principal de la Iglesia”, escribía en su primera encíclica “Redemptor hominis”, que esta tarde entregó de nuevo a sus fieles romanos. El Papa se refirió después a los problemas de estas parroquias, situadas en la zona de Palmarola. Concretamente, a la difusión de las modernas sectas, sobre todo entre los que se encuentran en una situación de dificultad y soledad. Por ello, hizo un llamamiento para que se realice una labor de nueva evangelización fuerte y valerosa. Es necesario que Cristo se encuentre con cada ser humano. “Anunciar a Cristo, afirmó, es hacer experimentar a todos, pero de modo especial a los que sufren la pobreza espiritual y material, la ternura y la misericordia divinas”. Juan Pablo II concluyó su homilía invitando a estas tres parroquias romanas a transformarse en escuelas de educación a la fe auténtica, conscientes de ser custodios de un gran tesoro y a poner a la Eucaristía en el centro de todos sus proyectos pastorales. “Que la Virgen María, nos ayude a reconocer en Jesucristo al Hijo de Dios y al Señor de nuestra vida”.
EL
MUNDO TIENE URGENTE NECESIDAD DEL GRAN SIGNO PROFÉTICO
DE LA CARIDAD FRATERNA «El mundo tiene urgente necesidad del gran signo profético de la caridad fraterna. No basta ‘hablar’ de Jesús; también hay que hacer que se ‘vea’». En su Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud 2004, el Papa recuerda a la Beata Teresa de Calcuta. «El mundo tiene urgente necesidad del gran signo profético de la caridad fraterna. No basta ‘hablar’ de Jesús; también hay que hacer algo para que se ‘vea’, por medio del testimonio elocuente de la propia vida». Lo señala Juan Pablo II en el Mensaje que dirige a los jóvenes de todo el mundo, con motivo, precisamente de la Jornada Mundial de la Juventud 2004, que se celebrará el próximo, 4 de abril, Domingo de Ramos. Dirigiéndose a sus ‘queridos amigos’ - en este Mensaje a la juventud dado a conocer el lunes - el Papa pone de relieve la necesidad de aprender a descubrir a Jesús en la Eucaristía, para saberlo descubrir también en los hermanos y hermanas, «en particular en los más pobres». Pues, «la Eucaristía recibida con amor y adorada con fervor se vuelve escuela de libertad y de caridad para cumplir el mandamiento del amor». En ella, «Jesús habla el maravilloso lenguaje de la entrega sin límites y del amor hasta el sacrificio de su propia vida». Y aunque no sean palabras fáciles, el Pontífice recuerda que «Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por los amigos» (Jn 15, 13). En este contexto, y haciendo hincapié en que «es con esta libertad interior y esta ardiente caridad que Jesús nos educa a encontrarlo en el prójimo, en primer lugar en el rostro desfigurado del pobre», Juan Pablo II evoca a la Beata Teresa de Calcuta, recordando que a ella le gustaba dar su ‘tarjeta de visita’, en la que se leía: «Fruto del silencio es la oración; fruto de la oración, la fe; fruto de la fe, el amor; fruto del amor, el servicio y fruto del servicio, la paz». «He aquí el camino que lleva al encuentro con Jesús», indica el Papa, exhortando a la juventud a «salir al encuentro de todos los sufrimientos humanos con el impulso de la generosidad y con el amor que Dios infunde en los corazones por medio del Espíritu Santo. Una vez más, el Pontífice recuerda las palabras de Jesús, «En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40). Tras subrayar que ésta constituye la última etapa antes de la gran cita de Colonia, donde el próximo 2005 se celebrará la XX Jornada Mundial de la Juventud, el Papa invita a los jóvenes a intensificar su camino de preparación espiritual, profundizando en el tema elegido para la Jornada de este 2004, «Queremos ver a Jesús» (Jn 12, 21). Con el deseo que esta búsqueda no sea «simple curiosidad intelectual», sino «profunda exigencia de encontrar una respuesta al sentido de nuestra vida», el Pontífice señala que «aquel que se acerca a Jesús con corazón libre de prejuicios puede alcanzar con mayor facilidad la fe, porque es el mismo Jesús el primero que le ha visto y amado». Tras recordar la mirada de amor de Jesús al joven rico que le preguntaba qué debía hacer para tener vida eterna, Juan Pablo II subraya que «el aspecto más sublime de la dignidad del hombre estriba en su vocación de comunicar con Dios en este profundo intercambio de miradas que transforma la vida». «Para ver a Jesús – enfatiza el Santo Padre – ante todo hay que dejarse mirar por él». El Papa pregunta a los jóvenes si quieren contemplar la belleza del Rostro de Cristo, invitándolos a no responder pronto, sino a profundizar en el silencio. Para que pueda emerger este anhelo de ver a Dios, a menudo sofocado por los ruidos del mundo y las seducciones de los placeres. «El cristianismo no es una simple doctrina; es un encuentro en la fe con Dios que se ha hecho presente en nuestra historia con la encarnación de Jesús», afirma Juan Pablo II, para luego invitar a la juventud a buscar este encuentro, contemplando a Jesús que nos busca ardientemente. A buscarlo con los ojos de carne, por medio de los acontecimientos de la vida y en el rostro del prójimo. Pero también con los ojos del alma, por medio de la oración y de la meditación de la Palabra de Dios. «Ver a Jesús, contemplar su Rostro es un anhelo que no se puede suprimir, un anhelo que, lamentablemente, el hombre llega también a deformar. Es lo que sucede con el pecado, cuya esencia está precisamente en apartar la mirada del Creador para dirigirla a la criatura», subraya el Papa, invitando luego a los jóvenes a no dejarse distraer ni apartar de esta búsqueda, sino a perseverar en ella porque lo que está en juego es la realización y la dicha plena. Sin olvidar la importancia de reconocer la presencia de Cristo en la Iglesia, «a pesar del opaco diafragma colocado a menudo por el pecado de los hombres», Juan Pablo II invita a los jóvenes a no sorprenderse ante la Cruz que pueden encontrar en su camino, pues «el amor es más fuerte que la muerte». Y «si Jesús aceptó morir en la cruz, haciendo de ella el manantial de la vida y el signo del amor, no lo hizo por debilidad, ni por amor al sufrimiento. Lo hizo para obtenernos la salvación y hacernos partícipes desde ahora en su vida divina». El Papa explica que, precisamente «ésta es la verdad» que ha querido recordar a los jóvenes del mundo entregándoles una gran Cruz de madera, al finalizar el Año Santo de la Redención, en 1984. Cruz que desde entonces ha recorrido numerosos países, en preparación de las Jornadas de la Juventud. Cruz ante la cual han rezado cientos de miles de jóvenes, presentando a sus pies cargas y angustias y descubriendo que Dios los ama. Así, subraya Juan Pablo II, «muchos de ellos han encontrado también la fortaleza necesaria para cambiar de vida». Cruz que este año, en el vigésimo aniversario de ese evento será acogida en Berlín y, tras peregrinar por toda Alemania, llegará a Colonia. La Cruz de Cristo que el Papa vuelve a confiar a sus «queridos jóvenes», para que la lleven «por el mundo como signo del amor del Señor Jesús para con la humanidad, anunciando a todos que no hay salvación y redención sino en Cristo muerto y resucitado» y que «Dios se sirve de la amistad humana para conducir los corazones al manantial de la caridad divina».
AFIRMAR EL PREDOMINIO DEL SER SOBRE EL TENER El Papa hizo el sábado un llamamiento a los empresarios cristianos a quienes les pide que no olviden afirmar el predominio del ser sobre el tener. El sábado por la mañana comenzaba en la sede del Consejo Pontificio Justicia y Paz, el Seminario que durante dos días ha reunido a empresarios internacionales, expertos y docentes de 27 países de todo el mundo para debatir el tema de “la responsabilidad del empresario y la globalización”. En el mensaje a los participantes en este Seminario Juan Pablo II manifiesta que “los cristianos con responsabilidad en el mundo de los negocios están frente al reto de compatibilizar la legítima obtención de beneficios con una solicitud profunda para difundir la solidaridad y eliminar la plaga de la pobreza que continúa afligiendo a tantos miembros de la familia humana”. El mensaje del Santo Padre incluye una referencia indirecta a la situación crítica que vive la industria no sólo en Italia, sino en otros países del mundo: “La Conferencia tiene lugar en un momento en que el sector financiero y comercial se están convenciendo de la necesidad de auténticos comportamientos éticos que garanticen que el mundo de las finanzas sea sensible a sus fundamentales dimensiones humanas y sociales”. “En un mundo tentado por el consumismo y por las perspectivas materialistas –continúa el Papa- los empresarios cristianos están llamados a reafirmar la prioridad del ser sobre el tener”. En cuanto al tema de la globalización el Papa subraya que “una verdadera globalización que respete los valores de los distintos grupos y naciones puede contribuir notablemente a la unidad de la familia humana y hacer posible formas de cooperación no sólo económicas, sino sociales y culturales. La globalización debe convertirse en algo más que un sinónimo de absoluto relativismo de los valores y homogeneización de los estilos de vida y para ello, concluye el Pontífice, los líderes cristianos deben comprometerse a dar testimonio de las potencialidades liberadoras y transformadoras de la verdad cristiana”. «EL EMPRESARIO. RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GLOBALIZACIÓN»
INTENCIÓN GENERAL PARA EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN PARA MARZO «Para que, respetando las tierras, las culturas, las tradiciones y los derechos de los indígenas en todo el mundo, se instaure una verdadera armonía entre ellos y las sociedades donde viven». Es la Intención General que Juan Pablo II propone para el Apostolado de la Oración, en este mes de marzo. Hace tan sólo unos días, el pasado martes 24 de febrero, en su bienvenida al nuevo embajador de México - además de destacar varios temas importantes como el del diálogo; la promoción integral del ser humano; la plena libertad religiosa; la pobreza; la justicia social; la ética de los gobernantes y responsables de la vida pública y el creciente fenómeno de la emigración - Juan Pablo II reiteró - una vez más - la «especial atención que requieren los pueblos indígenas, tan numerosos en México y, relegados a veces al olvido». El Papa recordó que en la Basílica de Guadalupe, al canonizar al indio Juan Diego, señaló que "la noble tarea de edificar un México mejor, más justo y solidario, requiere la colaboración de todos. En particular, es necesario apoyar hoy a los indígenas en sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico. ¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México!" (Homilía, 31.07.03). Como señala el Consejo Pontificio Justicia y Paz, invitándonos a orar de manera especial por el respeto de los pueblos indígenas y su plena integración en las sociedades en que viven, el Santo Padre «manifiesta una vez más su preocupación evangélica por los más pequeños». Este Consejo Pontificio que - como afirma Juan Pablo II en la Constitución Apostólica Pastor Bonus - «tiene como finalidad promover la justicia y la paz en el mundo según el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia (art. 142), recuerda que el Papa se ha dirigido, en numerosísimas ocasiones, «a la comunidad internacional, en general - y a los cristianos, en particular - para abogar por el respeto y la promoción de estos pueblos, cuyas culturas representan una riqueza enorme para la humanidad». El Pontífice «es consciente de los sufrimientos y esperanzas de los indígenas, lo mismo que de la riqueza de muchas de sus tradiciones y costumbres». En este contexto, exhortándonos a profundizar en la intención general de oración para el mes de marzo, el Consejo Pontificio Justicia y Paz hace hincapié en que el Santo Padre conoce muy bien «la especial relación de estos pueblos con la tierra y el gran respeto por la creación». Y evoca las palabras de Juan Pablo II en su discurso a los indígenas en Quezaltenango, en 1983: «La Iglesia conoce, queridos hijos, la marginación que sufrís; las injusticias que soportáis; las serias dificultades que tenéis para defender vuestras tierras y vuestros derechos; la frecuente falta de respeto hacia vuestras costumbres y tradiciones. Por ello, al cumplir su tarea evangelizadora, ella quiere estar cerca de vosotros y elevar su voz de condena cuando se viole vuestra dignidad de seres humanos e hijos de Dios; quiere acompañaros pacíficamente como lo exige el Evangelio, pero con decisión y energía, en el logro del reconocimiento y promoción de vuestra dignidad y de vuestros derechos como personas». Este año finaliza el Decenio de las Poblaciones Indígenas del Mundo, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1993, precisamente para la década 1994-2004, con el lema «Las poblaciones indígenas: la colaboración en acción». Al término de estos diez años seguramente podrán descubrirse avances, pero también se vislumbrarán, con mayor claridad, muchos desafíos todavía pendientes en la tarea de fortalecer la colaboración entre las poblaciones indígenas y la comunidad internacional y entre las poblaciones indígenas y los estados. El mismo Consejo Pontificio Justicia y Paz señala además que «a diez años de distancia de esta proclamación se habrán rectificado algunos aspectos negativos provocados en las comunidades indígenas por años de colonización y marginación. Sin embargo, es evidente que aún queda mucho por hacer en el campo de la promoción, respeto y desarrollo de las poblaciones indígenas en el mundo, sobre todo de las que habitan en países pobres». En la actualidad, y según los datos de las Naciones Unidas, los pueblos indígenas viven en amplias zonas de la superficie de la Tierra y ascienden a unos 300 millones de personas. Estos pueblos, así denominados porque estaban viviendo en sus tierras antes de que llegaran los colonizadores de otros lugares, son los descendientes de las personas que habitaban un país o una región geográfica en el momento en que llegaron poblaciones de culturas u orígenes étnicos diferentes. La historia enseña que los recién llegados se convirtieron en el grupo dominante, apoderándose por la fuerza de las tierras y poniendo en grave peligro las culturas y el sustento – incluso la existencia – de los pueblos indígenas. En su documento titulado «Para una mejor distribución de la tierra, el reto de la reforma agraria», el Consejo Pontificio Justicia y Paz, cita el llamamiento, particularmente dramático, que hizo Juan Pablo II en Oaxaca, en México, a los hombres de gobierno y a los latifundistas. El Papa dijo textualmente a los «responsables de los pueblos, clases poderosas que tenéis a veces improductivas las tierras que esconden el pan que a tantas familias falta, la conciencia humana, la conciencia de los pueblos, el grito del desvalido, y - sobre todo - la voz de Dios y la voz de la Iglesia os repiten conmigo: no es justo, no es humano, no es cristiano continuar con ciertas situaciones claramente injustas». Hay que poner en práctica medidas reales, eficaces, en el ámbito local, nacional e internacional, en la amplia línea marcada por la Encíclica Mater et magistra (parte tercera). Y es claro que quien más debe colaborar en ello, es quien más puede». (33) Juan Pablo II, Discurso a los Indígenas y Campesinos de México, Cuilapan, Oaxaca, 29 de enero 1979.
XV ANIVERSARIO DE LA ENCÍCLICA ‘REDEMPTOR HOMINIS’ “El Redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia”, este es el tema principal de la primera Encíclica de Juan Pablo II, publicada el 4 de marzo hace veinticinco años. Este primer documento del Papa que vio la luz a los escasos cuatro meses como pontífice es un himno de alabanza y de conmoción por lo que él mismo define como “el tremendo misterio de amor de Dios por el hombre; Dios se hace carne y se deje clavar en la cruz para salvar a la humanidad”, remarca en el documento. Del mismo modo, Karol Wojtyla remarcó en su primera encíclica Redemptor hominis, publicada el 4 de marzo de 1979, la defensa de los derechos humanos, uno de los temas en los que más ha insistido, desde el inicio de su pontificado. El documento muestra la preocupación del Pontífice para con los más necesitados, su angustia por el afán de materialismo del hombre, reiterando por ello la necesidad de la paz, la solidaridad, la justicia, el respeto por los derechos humanos y la libertad, argumentos que han constituido la piedra angular de sus más de 25 años de pontificado. En esta primera encíclica, Juan Pablo II no se olvida de sus predecesores, Juan Pablo I, Pablo VI y el beato Juan XXIII hacia quienes muestra su admiración por el trabajo realizado en favor de la Iglesia. De Juan Pablo I, a pesar de su corto pontificado de apenas 33 días, recuerda su gran personalidad. De Pablo VI cita concretamente la encíclica Ecclesiam suam como testimonio de la confianza del espíritu de verdad y amor que tiene que dominar y transmitir la Iglesia. Y por su parte, del beato Juan XXIII señala la convocatoria del Concilio Vaticano II finalizado por su sucesor y cuya evolución siguió muy de cerca el mismo Juan Pablo II. La situación del mundo contemporáneo y la vicisitud entre progreso o amenaza vienen analizadas en esta primera encíclica, problemas a los que Juan Pablo II responde remarcando lo ya afirmado en el Concilio Vaticano II “se trata no tanto de «tener más» cuanto de «ser más»”. “Una civilización con perfil puramente materialista condena al hombre a la esclavitud”, afirma el Papa en la Encíclica quien apela a la búsqueda de la solidaridad entre los países para subsanar las diferencias entre los más desarrollados con los más pobres. La amenaza de las armas atómicas, la contaminación atmosférica, el drama de la pobreza, el hambre y los mecanismos económicos que agrandan las diferencias entre ricos y pobres se señalan en este documento que a pesar de sus más de 25 años sigue teniendo actualidad. El Papa advierte que “el hombre de hoy parece estar amenazado por lo que produce, vive siempre con miedo a que los productos por él creados se transformen en armas de autodestrucción”, por todo esto apela a la solidaridad y la búsqueda de la paz como instrumentos de lucha contra la mecanización del hombre. Así mismo Juan Pablo II remarca en esta encíclica la gran labor realizada por la Organización de Naciones Unidas que “a través de la defensa de los Derechos del Hombre intenta alejar estas diferencias”. Por este motivo el Papa, señala también la importancia de la Iglesia que “ha enseñado siempre el deber de actuar en favor del bien común y, al hacerlo, ha educado también buenos ciudadanos para cada Estado”. Éste es el último apartado de la Redemptor hominis firmada por Karol Wojtyla durante el primer año de su pontificado, donde la Iglesia aparece como responsable de la verdad y como la vía que acerca al hombre a Cristo, “la madre de nuestra confianza” finaliza.
FALLECE EL PADRE DE EMANUELA ORLANDI Con la lectura de un telegrama del Papa, antes de la bendición final, concluyó el sábado, en la parroquia de Santa Ana en el Vaticano, el funeral de Ercole Orlandi, el padre de Emanuela, la joven que desapareció en 1983 y cuyo paradero se desconoce aún. El telegrama del Santo Padre destaca la labor del fallecido en la Prefectura Pontificia y se une al dolor de esta familia, ya tan duramente probada, impartiéndoles su bendición Apostólica.
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN EL VATICANO En la luminosa capilla Redemptoris Mater del Vaticano dieron inicio el domingo, ante la presencia del Papa Juan Pablo II, los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana sobre el tema “Siguiéndote a ti, luz de la vida”. La semana de ejercicios en el Vaticano este año está dirigida por Mons. Bruno Forte, docente de teología dogmática en la Pontificia facultad teológica de Italia Meridional. “Creo que sea muy necesario vivir un momento de reflexión profunda, de oración contemplativa, de escucha de lo que Dios puede decir al corazón de nuestro corazón”. De esta manera se ha expresado el predicador, que en la sesión del martes habló “del camino hacia la Cruz; del Evangelio de los sufrimientos; de la Cruz como historia trinitaria. “Toda la vida de Jesús -ha dicho Mons. Forte- está orientada por la Cruz, y las mismas narraciones del Evangelio son como historias de la Pasión...si queremos saber quién es Dios debemos arrodillarnos a los pies de la Cruz. Hablando del sentido de esta semana de reflexión, Mons. Bruno Forte señaló, en una entrevista a Radio Vaticana, que “es necesario recordar que el desierto ( la imagen bíblica que de algún modo trae a la memoria el retiro espiritual), no es la ausencia de los hombres, sino la presencia de Dios, que es a quien debemos buscar de la manera más profunda posible. El lunes, el teólogo de los Ejercicios desarrolló el tema de la “historia de libertad que representa Jesús” y a la cual todos estamos llamados: “En la vida de Jesús, como en cualquier acontecimiento verdaderamente humano hay sobre todo la libertad ejercitada y las elecciones que orientan de manera decisiva toda la vida. Es la que se llama la opción fundamental, el sentido de la vida. Y luego, está el nivel de la libertad situada: es decir, la elección instantánea. El conjunto de las elecciones de la libertad situada produce el estilo de vida de una persona”. “¿Y ha habido, en la vida de Jesús, una opción fundamental? ¿Cuál ha sido el estilo de vida de Jesús? La opción fundamental de Jesús se puede observar en cualquier momento de su obrar. Jesús nos da a entender que nadie es tan libre como quien es libre de su propia libertad. La causa de la vida de Jesús es Dios, Su Reino. Y esto nos da a entender también cuál es el estilo de vida de Jesús. El estilo de vida de Jesús ha sido el de su pobreza y la libertad radical, la confianza incondicionada en el Padre, signo de un amor intenso por la vida y de un confiar completamente, perdidamente en Dios”. Hasta el sábado, el predicador habló al Pontífice y a los cardenales dos veces al día, en sesiones de mañana y tarde. El Papa asistió a los sermones del teólogo no visto por los demás participantes, como signo y uso de discreción recíproca, recogido en el oratorio de San Lorenzo, que se abre en el lado derecho de la Capilla. Entre una predicación y otra, los prelados se retiran en meditación y oración en algunas salas contiguas a la Capilla Redemptoris Mater, en la zona reservada normalmente a las audiencias pontificias. Los Ejercicios Espirituales del Adviento y de la Cuaresma en el Vaticano celebran este año el 75 aniversario, al haber sido instituidos en el 1929 por el Papa Pío XI, que era un convencido admirador y seguidor espiritual de San Ignacio de Loyola, el fundador de los jesuitas, definido por el Papa Rati el patrono de los ejercicios espirituales. El camino de los Ejercicios Espirituales examinó en la sesión del miércoles, el día de la Resurrección de Jesús y de la plena Revelación del Amor de Dios cumplida en ella mediante la efusión del Espíritu. “Al principio –manifestó el miércoles Mons. Bruno Forte- hubo la experiencia de un encuentro: a los pávidos fugitivos del Viernes Santo, Jesús se mostró viviente; todo empieza con este encuentro”. El miedo -indicó el predicador- fue sustituido por la valentía y los fugitivos se convirtieron en testigos, para serlo ya hasta el final, en una vida entregada sin reservas a Él, a Cristo, que incluso habían traicionado en la hora de las tinieblas: “Así pues, existe una fisura entre el ocaso del Viernes Santo y el alba de Pascua, un espacio vacío en el que ha acontecido una cosa tan importante como es el origen mismo del Cristianismo en la historia: el anuncio registrado en los textos del Nuevo Testamento confiesa el encuentro con el Resucitado como experiencia de gracia”. “La resurrección -dijo Mons. Forte- es un acontecimiento trinitario en el que el Padre derrama el espíritu sobre el crucifijo y lo resucita a la vida”. En la tarde del martes el teólogo centró su propia meditación sobre la figura de Abraham “aquel que introdujo la fe en el mundo y que es considerado por judíos, musulmanes y cristianos el padre de los creyentes”. Sucesivamente fueron ilustrados dos pasos del Evangelio de Juan: las bodas de Cana y la escena de la Virgen a los pies de la Cruz, protagonista María, que como Abraham ofreció su Isaac, su hijo Jesús, a Dios. Los ejercicios espirituales prosiguieron el jueves en el Vaticano y en esta ocasión Mons. Bruno Forte profundizó en el don de la participación en la vida trinitaria, que se expresa en una relación nueva de unidad entre Dios y los hombres. En su meditación el teólogo ha ilustrado precisamente el elemento central de esta relación: la Iglesia. “La Iglesia, que Jesús fundó en la Tierra es la comunidad de los hijos hechos tales en el Hijo, de los amados en el Amado. Es la Iglesia del amor. Todo en la Iglesia –dijo el predicador- procede del amor de la Trinidad. El corazón latente de la Iglesia es el ágape, el amor que procede de lo más alto, vuelve y constituye la regla de vida de los discípulos de Jesús”. El miércoles por la tarde Mons. Bruno Forte se detuvo en la figura de Moisés, el salvado de las aguas, que condujo a su pueblo por el camino de la liberación de la esclavitud de Egipto hacia la Tierra prometida atravesando el Mar Rojo, que prodigiosamente se abrió ante él: «Moisés es el amigo de Dios, con quién el Eterno habla cara a cara: Gregorio di Nissa, uno de los clásicos de la espiritualidad cristiana, ha escrito una espléndida vida de Moisés, en la que se presenta como modelo de la perfección en materia de virtud. Moisés es el ejemplo del camino que todos deberíamos recorrer para agradar a Dios, viviendo nuestra experiencia de bautizados, porque nosotros como él hemos sido salvados de las aguas. Por lo tanto la vida de Moisés es un camino pascual como la vida del cristiano.» Después, la lectio divina se dedicó a la escena de la visitación de María a Isabel. “En la escuela de María -concluyó el teólogo- aprendemos a actuar siguiendo a quien nos ha revelado al Dios-Trinidad-Amor, es decir en la caridad”. El camino de los Ejercicios Espirituales llegó el viernes al cumplimiento de la vida unitiva en la cual los discípulos, transformados por el Espíritu Santo y participes de la Vida trinitaria, constituyen la Iglesia del amor. “Una Iglesia en misión -dijo el predicador, Mons. Bruno Forte- llamada a irradiar, en el tiempo, la belleza de la Trinidad, convocando a todas las gentes al encuentro de la salvación que cambia la vida: “La Iglesia de la Trinidad, en camino hacia la patria trinitaria, es la Iglesia en misión. Toda la Iglesia está invitada anunciar todo el Evangelio a todo hombre, a cada hombre”. El predicador ilustró el lugar en el que la Iglesia nace y se expresa: la Eucaristía. “Nosotros vivimos en un mundo que es una multitud de soledades. Estamos todos juntos, pero no hay nadie. En cambio, la Iglesia tiene una riqueza inmensa: la unidad que Cristo nos dona, el ágape que Él en la Eucaristía nos transmite. Esto debemos anunciar al mundo”. El jueves por la tarde, el teólogo centró su comentario cuaresmal sobre la figura de Pedro, “el pescador de hombres” que dio su vida por Jesús. “Aceptando el confiar perdidamente en el amor de Cristo, -dijo Mons. Forte- Pedro aprendió a no ser nadie. Esta es la escuela de la fe: cuando comprendes que no eres nadie y Jesús lo es todo. Los Ejercicios para la Curia Romana en el Vaticano terminaron el sábado. Las diferentes sesiones de mañana y tarde se han celebrado en la capilla Redemptoris Mater que se encuentra ubicada en el segundo piso del Palacio Apostólico. La capilla Redemptoris Mater fue restaurada recientemente, en 1999, después de tres años de trabajos. La restauración fue un regalo de todos los obispos del mundo al Papa con motivo de sus 50 años de sacerdocio. Las paredes de la capilla, que antes estaban desnudas, están revestidas de mosaicos de fuerte colorido oro, azul y rojo, símbolos de la tradición del cristianismo oriental, junto a imágenes de la época actual. En la representación de la resurrección de los muertos aparece una imagen de Juan Pablo II y, junto al emblema de la iglesia universal, se asoman los mártires del siglo XX, los del estalinismo, los del nazismo y los del fundamentalismo islámico. Otras representaciones de la vida de nuestros días pueden verse en la peculiar decoración de la capilla vaticana: un hombre con un ordenador, una niña con una pelota o una madre con sus hijos. CONCLUYEN LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES
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LA PRESENCIA DE LOS CRISTIANOS EN TIERRA SANTA “Son numerosos los cristianos que abandonan Tierra Santa para buscar otra morada donde se pueda vivir con paz y dignidad. Esta situación hace necesaria y urgente la intervención de toda la Iglesia Católica para sostener la presencia de éstos en la cuna del cristianismo”. Con este llamamiento el prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales se dirige a los obispos, en una carta que tradicionalmente se envía al principio de la Cuaresma, para sensibilizar sobre las necesidades de la Iglesia en Tierra Santa. De hecho el dicasterio que preside el cardenal Ignace Daoud manifiesta su solidaridad con los hermanos de Tierra Santa y “obra con el propósito de que puedan sentir de modo concreto la solidaridad, el interés y el apoyo de la Iglesia universal”. Para ello el purpurado pide el compromiso de la oración y la solidaridad concreta a todas las Iglesias particulares y comunidades cristianas del mundo. El mismo Juan Pablo II lo ha recordado recientemente a los miembros de la Reunión Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO) con estas palabras: “Vosotros ponéis justamente singular atención a los territorios de Tierra Santa por el significado que esta región, convertida en sagrada por Jesús, reviste para todos los cristianos. A ella se dedica una colecta especial, y mis venerados predecesores, a partir de León XIII, han insistido en que todas las comunidades católicas contribuyesen en ella generosamente. Tierra Santa continúa siendo, por desgracia, teatro de conflictos y violencias, y las comunidades católicas presentes en ella sufren y tienen necesidad de ser sostenidas y ayudadas en muchas de sus necesidades urgentes”.
«CRISTO ESPERANZA PARA EUROPA»: II JORNADA EUROPEA DE UNIVERSITARIOS «Cristo esperanza para Europa», es el lema de la II Jornada europea de universitarios que se va a celebrar en Roma el próximo sábado 13 de marzo. El momento culminante de dicha Jornada será la vigilia mariana con Juan Pablo II, a las seis de la tarde en Aula Pablo VI, en el Vaticano. Este encuentro, patrocinado por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, por la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea y organizado por la Oficina para la pastoral universitaria del Vicariato de Roma - la diócesis del Papa - coincide este año con el ingreso en la Unión Europea de 10 países. Y en esta cita con el Santo Padre participarán también, precisamente, jóvenes de esos diez países europeos, en conexión por satélite con sus respectivas capitales. La vigilia, que contará también con la animación de coros universitarios, precedida por la colocación en el Aula Pablo VI de la Cruz que llevarán los estudiantes, empezará con reflexiones y testimonios dedicados a «Cristo esperanza para Europa» y después del rezo del Rosario que presidirá Juan Pablo II, los mismos universitarios cumplirán una peregrinación con la misma Cruz, para llevarla a la Iglesia romana de Santa Inés, en Plaza Navona.
«EL EMPRESARIO. RESPONSABILIDAD SOCIAL Y GLOBALIZACIÓN» «El empresario. Responsabilidad social y globalización». Es el tema del encuentro internacional organizado por el Consejo Pontificio Justicia y Paz y por la Unión Internacional de Empresarios Cristianos, que se celebró viernes y sábado en el Vaticano. En esta cita participaron unos setenta empresarios, expertos y docentes universitarios procedentes de 27 países de los cinco continentes. Entre los temas que se afrontaron destacaron los de la corrupción, tanto en lo que se refiere a la economía como a la política; el empleo de los provechos de las empresas y el impacto de la publicidad y de las políticas de mercado. La Conferencia que celebró en la misma sede del Consejo Pontificio Justicia y Paz se propuso también profundizar en la responsabilidad social de las inversiones directas en los países en desarrollo y los convenios que tutelan a los trabajadores en las contingencias económicas actuales. El Comunicado de prensa del Consejo Pontificio Justicia y Paz, que anunciaba esta conferencia, ponía de relieve que los debates sobre estas temáticas tan importantes y actuales en la vida empresarial se van a realizar en vísperas de la publicación, por parte del mismo dicasterio vaticano, «del anunciado y esperado compendio de principios fundamentales de la Doctrina social de la Iglesia, en una confrontación abierta de los mismos con las actuales problemáticas empresariales en la era de la globalización». AFIRMAR EL PREDOMINIO DEL SER SOBRE EL TENER
“INTER MIRIFICA: 40 AÑOS DESPUÉS” El Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, que celebra este año su 40 aniversario, lleva a cabo su asamblea plenaria anual en el Vaticano del 8 al 12 de marzo sobre el tema: “Inter Mirifica: 40 años después”. El cardenal Eugenio de Araújo Sales, arzobispo emérito de Sao Sebastiao do Río de Janeiro, uno de los primeros miembros del dicasterio, preside la misa de apertura el lunes 8 en la Iglesia del Colegio Teutónico. Según el presidente del consejo, el arzobispo John P. Foley, «se ha solicitado a cada miembro y cada consultor que hable de los acontecimientos más significativos en la comunicación en los últimos cuarenta años y que manifieste “un sueño” para la próxima década en este sector. Esta intervención se publicará posteriormente y se utilizará como documento para ilustrar el 40 aniversario de Inter Mirifica y de este consejo. Se discutirá también sobre un texto titulado Espiritualidad y cine». Inter Mirifica: Decreto sobre los Medios de Comunicación Social, un documento del Concilio Vaticano II, que fue promulgado por el Papa Pablo VI el 4 de diciembre de 1963. El nombre Inter Mirifica corresponde a las dos primeras palabras del documento en latín, que significa “entre los maravillosos”. El primer párrafo del decreto afirma, efectivamente: “Entre los maravillosos inventos de la técnica que, sobre todo en estos tiempos, el ingenio humano, con la ayuda de Dios, ha extraído de las cosas creadas, la madre Iglesia acoge y fomenta con especial solicitud aquellos que atañen especialmente al espíritu humano y que han abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad noticias, ideas y doctrinas de todo tipo. Entre tales inventos sobresalen aquellos instrumentos que, por su naturaleza, pueden llegar no sólo a los individuos, sino también a las multitudes y a toda la sociedad humana, como son la prensa, el cine, la radio, la televisión y otros similares que, por ello mismo, pueden ser llamados con razón medios de comunicación social”. El actual Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales ha tenido una serie de precursores a lo largo de los años. La primera oficina de ese tipo fue la Comisión Pontificia para el Estudio y la Evaluación Eclesiástica de las Películas sobre Temas Religiosos y Morales, fundada el 30 de enero de 1948. Meses más tarde esta oficina, cuyo personal estaba formado por un presidente y cuatro miembros y ocupaba una sola habitación, tomó el nombre de Comisión Pontificia para Cinematografía didáctica y religiosa. Su tarea era analizar los problemas educativos y pastorales de la recién nacida era audiovisual. La comisión fue sustituida por la Comisión Pontificia para el Cine y sus estatutos fueron aprobados por el Papa Pío XII en enero de 1952. El personal aumentó y se amplió el espacio. Volvió a cambiar de nombre en 1954, cuando se transformó en la Comisión Pontificia para el Cine, la Radio y la Televisión y adquirió un papel más activo en la preparación, realización y participación en los Congresos Católicos Internacionales. El 22 de febrero de 1959, el Beato Juan XXIII, en su Motu proprio Boni pastoris, agregó está oficina a la Secretaría de Estado. En 1960 se instituyó el Secretariado preparatorio para la Prensa y el Mundo del Espectáculo dentro de la Comisión Pontificia como uno de los 12 órganos preparatorios del Concilio Vaticano II. Inter Mirifica fue el resultado de la obra y los estudios de esta oficina. El Papa Pablo VI, en su Motu proprio In fructibus multis, del 2 de abril de 1964 transformó la Comisión en Comisión Pontificia para las Comunicaciones Sociales, confiándole el estudio de todos los problemas concernientes al mundo del cine, la radio, la televisión y la prensa periódica. El Papa asistió a la primera asamblea plenaria de esta nueva comisión, celebrada el 28 de septiembre de 1964. Con la Constitución Apostólica Pastor Bonus, promulgada por Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, esta comisión pasó a denominarse oficialmente a partir del 1 de marzo de 1989 Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales. El arzobispo Foley fue nombrado presidente el 9 de abril de 1984. Entre los documentos elaborados por el Consejo Pontificio a lo largo de sus cuatro décadas de existencia hay que citar: La Iglesia e Internet (2002), Ética en Internet (2002), Ética en las Comunicaciones Sociales (2000), Ética en la Publicidad (1997), 100 años de cine (1995-1996), Aetatis Novae (1992), Criterios de colaboración ecuménica e interreligiosa en las comunicaciones sociales (1989), Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales: una respuesta pastoral (1989), Orientaciones sobre la formación de los futuros sacerdotes para el uso de los instrumentos de comunicación social (1986), Llamada a los religiosos y religiosas de vida contemplativa (1973), Communio et Progressio (1971), Reglamento sobre las grabaciones audiovisuales de las ceremonias y de los lugares dependientes directamente de la Santa Sede (1965).
PRIMERA FASE DE LA CAUSA DE CANONIZACIÓN ÁLVARO DEL PORTILLO El Cardenal Ruini, vicario de Roma, presidió el viernes en el Palacio del Laterano la sesión de apertura del tribunal del Vicariato de Roma, que intervendrá en la causa de canonización de monseñor Álvaro del Portillo, prelado del Opus Dei (Madrid, 1914 - Roma, 1994). La Congregación para las Causas de los Santos ha establecido que en la primera fase de la Causa, o investigación diocesana sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad de Álvaro del Portillo, intervengan dos tribunales: uno del Vicariato de Roma y uno de la Prelatura del Opus Dei. Las sesiones de este segundo tribunal darán comienzo el 20 de marzo. Los dos tribunales son igualmente competentes para realizar —con la necesaria coordinación— la instrucción de la causa (recibir las declaraciones de testigos y recoger documentos), pero no están llamados a pronunciar una sentencia: esto compete exclusivamente a la Santa Sede.
JORNADA MISIONERA DÍA DE HISPANOAMÉRICA: “NOS UNIMOS A SU COMPROMISO MISIONERO” El 7 de marzo la Iglesia española celebra la Jornada Misionera del Día de Hispanoamérica con el lema “Nos unimos a su compromiso misionero”, en comunión con el Congreso Americano Misionero (CAM2) que se celebró en Guatemala el pasado mes de noviembre. Esta Jornada viene celebrándose en España, desde el año 1959, el primer domingo de marzo y tiene por objeto recordar a la Iglesia española el compromiso misionero con Latinoamérica, iniciado con la primera evangelización. Con este motivo la Pontifica Comisión para América Latina ha enviado un mensaje, firmado por el Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Comisión para hacer llegar a los fieles de España su aprecio y aliento en la obra de sostenimiento y ayuda a la evangelización en América Latina. El mensaje recuerda cómo las tierras de Iberoamérica recibieron el don de la fe hace mas de 500 años, gracias en gran medida a la aportación de España, siendo hoy el continente que cuenta con cerca de la mitad de todos los católicos del mundo. “España” - se lee en el mensaje - “tiene una rica y fructífera tradición misionera. Durante siglos, millares de españoles, hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos y laicos, han cruzado los mares para llevar la luz de la fe, especialmente en Hispanoamérica”. La Nueva Evangelización convocada por Juan Pablo II, a la vez que es un desafío para la Iglesia de España, “interpela a la Iglesia en Hispanoamérica para buscar siempre nuevas y audaces maneras de hacer presente el Evangelio”, señala el mensaje. Para ello pide que se incremente el numero y se promueva la formación de evangelizadores. Una respuesta concreta de este desafío ha sido el II Congreso Americano Misionero, “evento que ha comenzado ya a dar sus frutos, reforzando la conciencia misionera de la Iglesia en América de cara a l tercer milenio”. Con motivo de esta Jornada la delegación de Misiones de la Conferencia Episcopal Española ha publicado un folleto en el que además del mensaje de la Pontificia Comisión para América Latina, se encuentra una guía para la celebración litúrgica del día, una catequesis para jóvenes y adultos y amplia información sobre el número de sacerdotes diocesanos españoles en tierras de misión.
CONGRESO DE LA OBRA “AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA” El presidente del Consejo Pontificio para las comunicaciones sociales, el arzobispo John Foley, intervino hoy en el Congreso de la Obra “Ayuda a la Iglesia Necesitada”, que se celebra en Alemania. El responsable del dicasterio vaticano dedicado a los medios de comunicación habló precisamente de la formación de los futuros periodistas y del uso de prensa, radio, televisión e Internet para comunicar la buena nueva como hizo el padre van Straaten durante su vida y como esta Fundación sigue haciendo. El presidente del dicasterio vaticano narró su propia experiencia y constató como a menudo, en el área de Religión los responsables de muchos medios de comunicación envían a cubrir eventos religiosos a periodistas que carecen de preparación religiosa. Mons. Foley subrayó la necesidad de formar a periodistas especializados que puedan informar con objetividad y profesionalidad sobre acontecimientos religiosos. Ayuda a la Iglesia Necesitada fue fundada por el padre van Straaten, un sacerdote de la orden Premonstratense. Nacido en 1913 Holanda se convirtió en un personaje familiar para millones de personas tras la Segunda Guerra Mundial, a raíz de la campaña que lanzó en favor de los refugiados alemanes del Este; una campaña que le valió el famoso apodo de "padre Tocino". Empezó en Bélgica y Holanda reuniendo alimentos, ropa y medicamentos para los refugiados. En la actualidad, la Asociación fundada por él apoya a los cristianos perseguidos y necesitados en más de 150 países de todo el mundo, fundamentalmente, a través de "proyectos pastorales”.
ARCHIDIÓCESIS
DE MÉXICO ARCHIDIÓCESIS
DE MONTEVIDEO (URUGUAY) ARCHIDIÓCESIS
DE FLORIANÓPOLIS (BRASIL) DIÓCESIS
DE AÑATUYA (ARGENTINA) DIÓCESIS
DE VALLE DE LA PASCUA (VENEZUELA) DIÓCESIS
DE MINAS (URUGUAY) VICARIATO
APOSTÓLICO DI REQUENA (PERÚ)
DIÓCESIS
DE PÉRIGUEUX (FRANCIA) DIÓCESIS
DE SAN MINIATO (ITALIA) DIÓCESIS
DE DILI (TIMOR ORIENTAL) DIÓCESIS
DE BAUCAU (TIMOR ORIENTAL) NUNCIATURA
APOSTÓLICA EN SIRIA CONSEJO
PONTIFICIO PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
COMISIÓN
TEOLÓGICA INTERNACIONAL El Santo Padre ha nombrado algunos nuevos miembros de la Comisión y ha renovado el mandato de otros del pasado quinquenio. La Comisión resulta ahora compuesta por los siguientes miembros:
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO DOMINGO
II DE CUARESMA (C): 7 de marzo de 2004 Siguiendo la invitación del Señor, Abraham dejó su tierra para seguir la vocación de Dios. Confiando en su palabra, se desinstaló. Contra toda esperanza, creyó la promesa de una descendencia. Y Dios se comprometió con rito de Alianza: A tus descendientes les daré esta tierra. Aquella salida de Abraham era ya un presagio del éxodo de Israel hacia la tierra prometida. Una salida de la esclavitud a la libertad, de la condición de esclavos a la dignidad de hijos, que era ya figura del tránsito de Cristo de la muerte a la vida, de su condición de siervo a la exaltación de Señor como hijo de Dios. Es Cristo que, como Cabeza, nos muestra en sí mismo el camino de nuestra propia transformación; del paso de nuestras aspiraciones terrenas a la herencia gozosa de los hijos de Dios. Es el camino del cambio necesario para poder experimentar las alegrías de la Pascua. En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña para orar. Hoy nos sube a nosotros con él, para mostrarnos en él la meta de nuestro esfuerzo penitencial. Es así como nos quiere animar en el empeño de nuestra propia conversión, para recuperar mejor la altura de los hijos de Dios. Es mientras oraba que el aspecto de su rostro cambió. Sí, es en ese momento de profunda intimidad con el Padre, del que es Hijo, cuando se transfigura como Señor. Es un presagio de su propio destino cuando, vuelto definitivamente al Padre, se manifestó a los suyos en el esplendor de la gloria. Es la revelación del cumplimiento de todas las promesas de Dios en la Ley y los profetas. Por eso, aparecen junto a él Moisés y Elías con gloria. Lo que ocurre es que para llegar a ese destino hay que pasar por la muerte con su pasión. Y es esa hoy su conversación. Y es ese el motivo de su oración: acoger y disponerse a cumplir los planes de Dios. Los discípulos no lo entendían aún del todo. Y Pedro le dice a Jesús: Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. No sabía lo que decía. Y es que Pedro busca la instalación, sin más riesgos, sin más cambio, sin pasar por la pasión. Quiere la gloria, pero sin la cruz; quiere la victoria, pero sin la humillación; quiere la transformación, pero sin el esfuerzo; quiere la Pascua, pero sin la Cuaresma. Es el Padre, el mismo que invitó a Abraham, el que hoy nos invita y nos muestra el camino para alcanzar la promesa: ese destino que hoy comienza a brillar en Cristo. Con voz potente nos dice a todos: Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle. La misma frase que en Isaías presentaba al Siervo, aquel Siervo sufriente, obediente de Dios y sus planes de salvación. Y es que ese Siervo es justo su Palabra hecha carne, que se hará potente en la cruz, para ser la mejor noticia en la resurrección. Esa Palabra cumplida que se impone sobre tantas voces que nos quieren convencer. Esa palabra que es la única que da el sentido definitivo a la vida verdadera del hombre. Pablo, que ha experimentado en sí mismo esta transformación en Cristo, nos transmite hoy el significado de este misterio, el sentido de nuestra conversión cuaresmal: Os repito, como tantas veces, y con lágrimas en los ojos: Hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo. Su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Salgamos, pues, hermanos con la fe de Abraham, de nuestras instalaciones ramplonas; rompamos con esa vida fácil y placentera que nos arrastra sólo a lo terreno. Subamos con Jesús a su altura, a ese encuentro con su Padre que nos transforma también en hijos, destinados a su herencia. Sólo así podremos anhelar como el salmista: Espero gozar de la dicha del Señor en el País de la Vida. Por su boca, es el Espíritu quien nos anima, diciendo: Espera en el Señor, se valiente, ten ánimo, espera en el Señor.
MENSAJE DE CUARESMA DEL PATRIARCA DE JERUSALÉN DE LOS LATINOS “La Cuaresma debe hacernos volver a Dios y a los hermanos, para alejar todos los males que hay en nosotros, para tener la fuerza del espíritu y ser fuertes en todas las situaciones de nuestra vida. Entonces los otros respetarán nuestra fuerza porque es fruto del amor y no del orgullo o la opresión de los otros”. Es un fragmento del Mensaje enviado a la Agencia Fides que el Patriarca de Jerusalén de los Latinos, su Beatitud Michel Sabbah, ha preparado con motivo de la Cuaresma. La segunda parte del mensaje que tiene por tema, “El conflicto de Tierra Santa en nuestra vida hoy” comienza recordando la invitación de la cuaresma a compartir: “Los difíciles tiempos que atravesamos y las numerosas privaciones a las que nos vemos sometidos, exigen que sepamos compartir... Viviendo en nuestras almas y recordando en nuestra oración la opresión de los unos y el miedo de los otros y asumiendo la responsabilidad de poner fin a ello, es como hacemos nuestra Cuaresma y construimos el Reino de Dios en nosotros y en nuestra sociedad en guerra”. La situación en la que se encuentra Tierra Santa y Palestina es una situación de guerra, señala el Patriarca: “asedio impuesto a todos, muerte para muchos, prisión y tortura , privaciones, demolición de casa y terrenos cultivados, atentados y víctimas inocentes. En medio de todo esto, nuestra vida es una búsqueda difícil y penosa de la justicia y la paz”. Si bien los responsables de la guerra parecen actuar “como si hicieran planes de una guerra permanente y no de una paz definitiva” sin embargo, “el hombre no está llamado a vivir en esta tierra en una guerra permanente. Dios ha dicho: habitad la tierra en paz con Dios que la ha elegido como su morada y en paz con todos los que la habitan. No puede haber paz donde perdura la opresión y a violencia. Privar a un pueblo de su libertad y de su tierra es una opresión que ninguna conciencia puede aceptar”. El mensaje recuerda que también los párrocos, religiosos y religiosas en todas las parroquias pasan horas ante los controles para realizar su servicio pastoral y exhorta a tener paciencia y a presentar a Dios en la oración a toda persona, palestina o israelita. “Acojamos pues estas dificultades como un compartir con todos los pobres de esta Tierra”. Por ultimo el mensaje concluye con una invitación a la esperanza: “La Cuaresma, tiempo de ayuno y de oración, es un tiempo de vuelta a Dios, Un tiempo de toma de conciencia del Reino de Dios que está en nosotros, con vistas a establecerlo fuera de nosotros, para que sea un reino de creyentes en Dios, lleno de su amor y de su fuerza”.
I CENTENARIO DEL NACIMIENTO DEL TEÓLOGO ALEMÁN KARL RAHNER La Universidad Pontificia Lateranense ha organizado un encuentro internacional con motivo del I centenario del nacimiento del teólogo alemán Karl Rahner. El encuentro, que se celebró los días 4 y 5 de marzo, se titula precisamente «Karl Rahner y la cuestión antropológica, problemáticas y perspectivas». Y se propuso destacar la actualidad pero también las problemáticas de las principales tesis de este insigne teólogo, con el fin de determinar el valor de sus trabajos en varias disciplinas, como la epistemología, la lectura trinitaria y la cristología, así como sus repercusiones en la interpretación de las instancias de la teología contemporánea. La presencia de representantes de distintas escuelas teológicas y filosóficas de varias nacionalidades marcó esta cita, cuya primera sesión estará dedicada a una introducción general para reflexionar sobre las líneas portantes de la antropología de Karl Rhaner. En las sesiones sucesivas se intentó un análisis crítico de algunas de sus tesis principales. El jesuita alemán Karl Rahner nació en Friburgo de Brisgovia el 5 de marzo de 1904, donde vivió hasta 1922. En este año, tras haber obtenido el título de Bachiller, entra en el noviciado de la Compañía de Jesús en Feldkirch (Austria). Tras cursar Filosofía fue profesor de latín en el juniorado de Feldkirch y, en 1929, comienza sus estudios de teología en la Facultad que por entonces tenía la Compañía de Jesús en Valkenburg (Holanda). El 26 de julio de 1932, es ordenado sacerdote en Munich. Continuó sus estudios hasta 1933. En 1934 es enviado a su Friburgo natal para doctorarse en Filosofía y dedicarse al mundo de la Enseñanza. Karl Rahner inició su actividad, ya como docente, en Innsbruck, y de aquí fueron naciendo sus Escritos de Teología - obra de 16 volúmenes sobre teología dogmática -. Fue profesor en Innsbruck, Munich y Muster. Como profesor emérito continuó una incansable actividad literaria y de conferenciante hasta su muerte el 30 de marzo de 1984. Uno de los momentos más significativos de su trayectoria fue su participación en el Concilio Vaticano II, en el que actuó como perito, particularmente en la Subcomisión Eclesiológica. La riqueza de la aportación teológica de Karl Rahner se ha manifestado tanto en la teología espiritual cuanto en la teología sistemática y en la teología aplicada.
ÉXITO EDITORIAL DEL TRÍPTICO ROMANO El Tríptico romano, el libro de reflexiones poéticas compuesto por Juan Pablo II en el verano y otoño de 2002 y publicado en marzo de 2003, ya es un éxito editorial. Además del original polaco, se ha traducido al italiano, inglés, francés, alemán y español. A lo largo de 2003, la Librería Editora Vaticana, que tiene los derechos de la publicación, ha alcanzado acuerdos para la traducción y publicación en holandés, húngaro, coreano, croata, ruso, checo, rumano, esloveno, malayalam (India), catalán, vasco, noruego y portugués. En 2004 está prevista la edición en japonés y búlgaro. Existe además un servicio en lengua italiana, realizado por el Centro Televisivo Vaticano, con la lectura íntegra de los textos, acompañados por imágenes de la Capilla Sixtina y con música de fondo.
LA EUCARISTÍA, TEMA ASAMBLEA GENERAL DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS 2005 La Eucaristía será el tema sobre el que debatirán los padres sinodales durante la XI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que se celebrará el mes de octubre de 2005. Para ellos invitamos a un experto, Mons. Jesús Catalá, obispo de Alcalá de Henares, para que nos hable de los pormenores de esta asamblea post conciliar y de la importancia que reviste para la Iglesia.
LOS ESPAÑOLES VUELVEN A LAS “FUENTES CRISTIANAS DE LA PROPIA HISTORIA” El arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, declaraba en Roma que a pesar de la secularización que padece España, la “nostalgia de Dios” está llevando a los españoles a volver a las “fuentes cristianas de la propia historia”. “Cuando por razones históricas se verifica un alejamiento del camino cristiano, y después explota en los corazones la nostalgia de Dios, de lo religioso, -declaró el purpurado español en una entrevista concedida al diario italiano Avvenire- entonces casi automáticamente se vuelve a las fuentes cristianas de la propia historia”. El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) indicó que a pesar de que la sociedad española está “sometida a un proceso de secularización interna como las demás sociedades de Europa”, ella “sigue estando profundamente identificada con las tradiciones religiosas más características de su historia”. Según el arzobispo de Madrid, en la sociedad española “hay raíces profundas del alma, del corazón, de la cultura del país, que vienen del cristianismo, de la catolicidad” y que “no han desaparecido, que están vivas”. Aparentemente, “se tiene la impresión de que estamos empeorando, pero tal vez es el final de un proceso histórico en el que ya hay muchas señales de luz: podemos decir que el futuro ya ha abierto la puerta, el camino ha comenzado”, indicó el purpurado. Como “signos llenos de esperanza”, el cardenal mencionó las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, “de forma especial los institutos femeninos”. En este campo, añadió, se percibe una mejora “sobre todo desde el punto de vista cualitativo”. Para el presidente del Episcopado, los laicos tienen “un gran papel” en la actual situación. “La presencia en España de nuevas realidades eclesiales es hoy un elemento decisivo, sobre todo para la evangelización”, concluyó.
OBISPOS VENEZUELA: ADOPTAR ACTITUD RACIONAL FRENTE CONFLICTO Los obispos de Venezuela en un apremiante llamamiento - ante los recientes enfrentamientos entre opositores y la Guardia Nacional en la zona oriental de Caracas – exhortan «a todos los venezolanos a tener una actitud racional frente al conflicto y la ingobernabilidad». Los prelados recuerdan que la paz y la tranquilidad del país dependen de las decisiones que se tomen en el Consejo Nacional Electoral (CNE), «del cual se exige institucionalidad y no parcialidad política». Reiterando la necesidad de «calma y cordura», el secretario general de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Mons. José Luis Azuaje, se dirigió el martes a las autoridades y a los líderes de la oposición, destacando la importancia de impulsar mensajes ‘constructivos’, que generen paz y fomenten la unidad al pueblo. En este contexto, el Prelado señaló que «nunca se debe llamar a la confrontación». Mons. Azuaje recordó la necesidad de que «todos los venezolanos trabajen en favor de la paz», sin caer en «el juego de los verdaderos violentos para lograr la participación democrática en un proceso electoral» y puso de relieve que los Obispos venezolanos están muy pendientes de la situación del país y que también están a la espera de la decisión del Consejo Nacional Electoral para hacer un pronunciamiento oficial. El secretario general de la Conferencia Episcopal de Venezuela señaló que «cuando se violentan los procedimientos o las pautas que se le dictaron a la ciudadanía para lograr un objetivo, los ánimos se alteran y se apela a la violencia, poniendo en peligro la paz del país». El prelado venezolano afirmó que de acuerdo a lo que se ha visto «durante los últimos días, de parte de los organismos de seguridad del Estado, pareciera que estamos en guerra, lo cual no se corresponde con un país pacífico y democrático como el nuestro». Mientras, el martes el Poder Electoral falló que las firmas válidas presentadas por la oposición y necesarias para convocar la consulta no son suficientes, y que cerca de un millón de rúbricas dudosas deberán someterse a un proceso de revisión entre el 18 y 22 de marzo.
“MISEREOR”: “DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA” La Conferencia Episcopal Alemana inició esta semana la campaña caritativa “Misereor” para llevar ayuda y alimentos a los países más pobres bajo el lema “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Según los responsables, la campaña de este año resalta el problema del hambre, concretamente en el hecho de que “830 millones de personas no tienen el alimento suficiente para sobrevivir”. Los organizadores consideran que para alcanzar el objetivo propuesto en 1996 por la Conferencia Mundial sobre el Hambre en el Mundo, de reducir la pobreza a la mitad en el año 2015, “aún queda mucho trabajo por hacer”. Asimismo, la obra quiere subrayar “la distribución injusta de los bienes del Creador” haciendo un llamado a la reflexión sobre el “hambre de Dios” que se vive en los países del norte, donde las personas poseen alimentos en abundancia pero tienen “hambre de vida”. La campaña incluye propuestas de reflexión para niños, adolescentes y jóvenes; un curso de solidaridad, una comida cuaresmal y varios talleres que pretenden fomentar el compromiso común por la justicia. También se ha editado un calendario cuaresmal que ofrece sugerencias particulares para las familias que quieren reflexionar durante este período sobre las causas del hambre en el mundo.
ASAMBLEA ORDINARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL HELVÉTICA Durante la reciente Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Helvética celebrada en Villars-sur-Glane del 1 al 3 de marzo, los obispos suizos han hablado de la posibilidad que Juan Pablo realice un viaje al país alpino los próximos 5 y 6 de junio. Al respecto, los prelados, en su comunicado final, se hacen eco de que el pasado mes de febrero mons. Renato Boccardo, organizador de los viajes del Pontífice, visitó Suiza "para perfilar el programa del eventual viaje", que tendrá como único destino Berna. Como siempre ahora la visita apostólica será sometida a la aprobación directa del Papa. De este viaje, así como de otras posibles visitas a Austria y Francia durante este año se habla desde hace meses, pero la Santa Sede de momento no se ha pronunciado todavía oficialmente. En los últimos meses, Juan Pablo II, que en mayo cumplirá 84 años, tiene estabilizada su salud y realiza una actividad casi normal. No es de extrañar, pues, que acepte realizar cortos viajes a países cercanos como Suiza. Se habla también de visitas a Francia y Austria. En Berna el Papa presidiría el Primer Encuentro Nacional de jóvenes católicos, al que se espera asistan más de 10 mil muchachos suizos. Sobre los preparativos del Encuentro hablaron también los obispos helvéticos en su Asamblea Ordinaria. Por otra parte, los prelados han decidido proclamar 2005 y 2006, años de las Vocaciones. El primero de ellos será centrado en la vocación del presbítero, al servicio de Dios y de la comunidad. Durante el segundo año se pondrá el acento sobre la diversidad de las vocaciones en la Iglesia: vida religiosa; compromiso de los laicos en la pastoral, en el voluntariado, diaconado y sacerdocio. Todas estas vocaciones serán examinadas y presentadas bajo el aspecto de su enriquecimiento recíproco, de la espiritualidad, de la solidaridad y del compromiso misionero.
Los
proyectos de Jesús. La amplia bibliografía reciente sobre el problema del Jesús histórico, se enriquece con este libro de Senén Vidal . Su claridad expositiva, unida a su erudición y a la profunda reflexión que se trasluce en todo él, han de ser muy útiles a los estudiosos de esta problemática. ¿Cuál fue el talante y cuáles las reacciones que vivió el Jesús prepascual? ¿Cómo llegó su imagen y su mensaje a los redactores de los escritos neotestamentarios? ¿Qué influencia tuvo en las comunidades cristianas primitivas? ¿Qué papel jugó el mensaje y la predicación de Pablo? Senén Vidal lo analiza pormenorizadamente en unas páginas, cuya lectura apasiona. Porque poco a poco uno ve entrando en la figura de Jesús, y se identifica con este Hombre que vive entre los hombres, para aportarles la salvación del Reino. Un Jesús que avanza en un mundo caótico y deprimido, entre gente que vive una intensa crisis religiosa, política y social. Convive con las inquietudes de sus compatriotas, y sufre con ellos, intentando dar una respuesta a su infelicidad, con los diferentes planteamientos que le va sugiriendo su contacto con la realidad humana y su visión de Ungido, identificado con el Padre. Un libro como éste, de una capacidad de profundización tan necesaria en esta clase de estudios, con la serenidad de quien expone unas hipótesis que no son aventuradas, y con un castellano lúcido, es importante para la formación y el conocimientos bíblicos. Hoy es amplia la bibliografía reciente sobre el Jesús histórico, lo hemos dicho antes, pero este texto de Vidal tiene la ventaja de que su pensamiento no está expresado a través de las traducciones, sino en un lenguaje sin fisuras. Se puede decir que es un buen discípulo de la escuela lingüística leonesa, que tantos y tan buenos autores tiene en la literatura actual. Un libro para profundizar en el Jesús que nació y vivió en Galilea, y que aportó a los primeros cristianos un mensaje que ellos se esforzaron en vivir y transmitir a las futuras generaciones. No es importante este reencuentro con este Jesús vivo, al que los discípulos vieron cansado en el pozo de Jacob, que jugaba con los niños, que comentaba las escrituras en la Sinagoga, que sentía tristeza ante las turbas hambrientas, que dormía sobre un cabezal en la barca de los pescadores. Y llegar a él como en un reportaje directo, descubriéndole casi a hurtadillas, sin que se diera cuenta, adivinándole preocupado por acertar en la transmisión de su mensaje. La bibliografía que acompaña al libro es un estímulo para profundizar en el tema, y para hacer confianza al autor. |