AUDIENCIA GENERAL: LLAMAMIENTO A LA PAZ ENTRE TODOS LOS PUEBLOS En la Audiencia General del miércoles Juan Pablo II hizo un llamamiento a la necesidad de paz y justicia entre todos los pueblos en recuerdo de la celebración de la solemnidad de la Anunciación. Este miércoles Juan Pablo II, durante la Audiencia General, recordó a los fieles la celebración de la solemnidad de la Anunciación, “que nos lleva a contemplar la Encarnación del Verbo eterno hecho hombre en el seno de María”. Bajo la protección de la Virgen el Santo Padre volvió a hacer un llamamiento por la paz entre lo pueblos, ya que “siempre es más grande la necesidad de justicia y de paz entre todos los pueblos de la tierra, ¿Cómo responder a esta sed de esperanza y de amor si no por medio de Cristo, a través de María?” interpeló el Papa. Por la paz en el mundo el Santo Padre lanzó una súplica a la Virgen; “Madre de Cristo, se revela, una vez más, en la historia del mundo la infinita potencia salvadora de la Redención: ¡potencia del amor misericordioso!. ¡Qué se detenga el mal!, ¡transforma las conciencias!, ¡qué en tu corazón inmaculado se desvele para todos la luz de la esperanza!”. Esta plegaria de Juan Pablo II dirigida a la Virgen es una petición de esperanza y paz tras los acontecimientos mundiales ya que como recordó el Pontífice, “tanta sangre se sigue derramando en muchas regiones del mundo. Es urgente la necesidad de que los hombres abran sus corazones a un esfuerzo valiente de mutua comprensión”. Juan Pablo II afirmó, durante la Audiencia General, algunos momentos significativos del inicio de su pontificado, como el 8 de diciembre de 1978, cuando en la Basílica de Santa María la Mayor, encomendó la Iglesia y el mundo a la Virgen, acto que renovó el 4 de junio del año siguiente. En particular, el Papa recordó el 25 de marzo de 1984, Año Santo de la Redención; “Han pasado veinte años desde aquel día en el que en Plaza San Pedro, en unión espiritual con todos los obispos del mundo....., encomendé la humanidad entera al Corazón Inmaculado de María, respondiendo a lo que Nuestra Señora había pedido a Fátima”, dijo el Santo Padre. En referencia a aquella época, el Papa explicó “los momentos difíciles, de gran preocupación e incertidumbre que la humanidad vivía”, señalando que “a veinte años de distancia, el mundo sigue estando marcado por el odio, la violencia, el terrorismo y la guerra”. Así mismo Juan Pablo II recordó también a los sacerdotes y laicos muertos en tierra misionaria en 2003, lanzando una oración por los “Misioneros mártires” ya que este era el día dedicado a todos ellos. La petición de paz por la celebración del Día de la Anunciación evoca “el ‘sí’ de la Virgen que ha abierto las puertas a la realización de la salvación del Padre ...., modelo de redención para todos los hombres”, subrayó Juan Pablo II quién puntualizó que la fiesta de la Inmaculada lleva a los orígenes de la salvación y al mismo tiempo lleva a analizar el Misterio Pascual. “El Fiat de la Virgen, que mañana recordaremos, resuena a aquel del Verbo encarnado. En íntima sintonía con el Fiat de Cristo y de la Virgen, cada uno de nosotros está llamado a unir el propio ‘sí’ a los misteriosos modelos de la Providencia Divina, finalizó el Santo Padre. Este fue el resumen de la catequesis en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia.
Asimismo, el Papa dirigió en español, un saludo a los fieles concentrados en la Plaza San Pedro.
Como siempre, al finalizar la audiencia general de los miércoles, Juan Pablo II se dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, este fue su mensaje. “Para finalizar, os dirijo un cordial saludo a vosotros, queridos jóvenes, a vosotros queridos enfermos y a vosotros, queridos recién casados. Qué el día de hoy en recuerdo de los misioneros mártires, sea para cada uno la ocasión propicia para redescubrir la fe en Cristo, único salvador, y alimente la esperanza de un mundo más justo y fraterno”.
JUAN PABLO II SUEÑA CON UNA “EUROPA SIN NACIONALISMOS EGOÍSTAS” Juan Pablo II sueña con una “Europa sin nacionalismos egoístas”, “una Europa cuya unidad se funde sobre la verdadera libertad”, “una unidad espiritual donde la familia sea una institución abierta a la vida y al amor desinteresado. Este era el esbozo de la Europa con la que sueña Juan Pablo II y que expresó el miércoles por la tarde recibiendo en el Vaticano el Premio Internacional Extraordinario Carlomagno, en una ceremonia en la que reafirmó su deseo de una Europa que sea "factor activo de paz en el mundo" y un lugar de raíces cristianas donde se protege a la familia. "Pienso en una Europa sin nacionalismos egoístas, en la que las naciones sean centros vivos de una riqueza cultural que merece ser protegida y promovida, en provecho de todos. Pienso en una Europa en la que las conquistas de la ciencia, de la economía y del bienestar social no se orienten al consumismo sin sentido, sino que estén al servicio de cada hombre que lo necesite y de la ayuda solidaria a aquellos países que intentan alcanzar la meta de la seguridad social. Pueda Europa, que ha sufrido tantas guerras sangrienta, convertirse en un factor activo de la paz en el mundo". El Premio Internacional Carlomagno le fue concedido en reconocimiento a su compromiso y al de la Santa Sede en favor de la unidad de los pueblos de Europa y le fue entregado por el alcalde de la ciudad alemana de Aquisgrán, Jurgen Linden, y el presidente del consejo directivo del premio, Walter Evershein, en una ceremonia solemne que se celebró el miércoles por la tarde en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. “La libertad de religión y las libertades sociales han madurado –agregó Juan Pablo II- como frutos preciosos sobre el humus del Cristianismo. El sueño descrito por el Santo Padre prosiguió con la imagen de una Europa unida gracias al compromiso de los jóvenes, pero advirtió que no podrá nacer una generación juvenil abierta a la verdad, a la belleza, a la nobleza y al sacrificio "si en Europa la familia ya no se presenta como una institución abierta a la vida y al amor desinteresado". Una familia en la que el Papa incluyó a los ancianos como "parte integrante de la misma". La Europa con la que el Pontífice sueña cuenta además con una "unidad política, espiritual", en la que los políticos cristianos de todos los países actúen con la conciencia de las riquezas humanas que conlleva la fe; hombres y mujeres comprometidos en hacer fecundos esos valores "poniéndose al servicio de todos para lograr una Europa del hombre en la que resplandezca la cara de Dios". Tras resaltar la contribución del emperador Carlomagno a los pilares políticos y culturales de Europa, Juan Pablo II se refirió a la nueva Europa, a la unidad y a la reconciliación. La acertada unión de la cultura clásica y la fe cristiana con las tradiciones de distintos pueblos tomó forma en el imperio de Carlomagno y se desarrolló de distintas formas como herencia espiritual y cultural de Europa a lo largo de los siglos. Aunque la Europa moderna se presenta bajo muchos aspectos como una realidad nueva, todavía podemos reconocer un alto valor simbólico en la figura histórica de Carlomagno. Juan Pablo II quiso recordar también el protagonismo de otros padres de la unidad europea. De hecho manifestó que “no se deben subvalorar a aquellos pensadores y actores políticos que han dado y siguen dando prioridad a la reconciliación y al crecimiento conjunto de sus pueblos en vez de insistir en los propios derechos y en la exclusión”. “La Santa Sede –dijo más adelante- reconoce y alienta la actividad y el compromiso de otras tantas personalidades en favor de la paz y de la unidad de los pueblos europeos”. Y de forma especial el Santo Padre se mostró grato hacia todos los que han puesto sus fuerzas al servicio de la construcción de la casa común europea basándose en los valores transmitidos por la fe cristiana y por la cultura occidental. La ciudad alemana de Aquisgrán ha concedido este premio al Santo Padre "de forma extraordinaria y única", en reconocimiento "a su compromiso personal y al de la Santa Sede en favor de la unidad de los Pueblos de Europa sobre la base de los valores radicados en la naturaleza humana y eficazmente promovidos por el Cristianismo". El Premio Carlomagno fue creado en 1949 y durante estas décadas ha premiado a personalidades e instituciones que promueven de forma eminente los esfuerzos para unificar a los pueblos europeos y su compromiso por vivir en paz, en libertad, en la democracia y en la seguridad social. Entre las personalidades galardonadas en estos años se encuentra el Rey Juan Carlos de España, en 1982; el filósofo español Salvador de Madariaga (1973) y el que fuera presidente del Gobierno español Felipe González (1993). Otros galardonados fueron los artífices de la construcción de la unidad europea, desde los fundadores -los franceses Jean Monnet y Robert Schumann, el italiano Alcide de Gasperi, el alemán Konrad Adenauer, Jacques Delors y el fundador de la Comunidad de Taizé, el hermano Roger. En esta misma ceremonia, el alcalde de Aquisgrán resaltó en su discurso como “el camino hacia la plena unificación de Europa ha dejado de ser una utopía”, ya que el próximo 1 de mayo, y gracias a una gran ampliación del número de los estados miembros, la Unión Europea se acerca a la propia compleción. No ocultó, sin embargo, el alcalde alemán que todavía es necesario encontrar respuestas para muchas cuestiones vitales, como la seguridad exterior, la protección contra el terrorismo y la violencia. Recordando que el Papa ha insistido continuamente en que “Europa debe respirar con sus dos pulmones”, el alcalde elogió la forma en que el Santo Padre ha promovido de forma determinante el cumplimiento del proceso de integración europea, que sólo fue posible tras la caída del telón de acero. De la misma forma se subrayó la promoción del diálogo interreligioso con las iglesias cristianas, con judíos y musulmanes, fundamento y premisa para la paz interna de Europa. “Su recogimiento ante el muro de las lamentaciones en Jerusalén, el acto en memoria en el Yad Vashem, el rezo en la Mezquita de Damasco- finalizó el alcalde de Aquisgrán- son símbolos de la sólida convicción de que el diálogo y la reconciliación son el fundamento para la convivencia de la humanidad, la libertad y la paz.
EL TESTIMONIO DEL EVANGELIO DE CRISTO ILUMINA EL CAMINO DE LA PAZ «En un mundo en el que las sombras de la pobreza, de la injusticia y del secularismo acechan sobre todos los continentes, la necesidad de auténticos discípulos de Jesucristo es más urgente que nunca». En su Mensaje a las Misioneras del Apostolado Católico, Juan Pablo II reiteró, con estas palabras, que «es precisamente el testimonio del Evangelio de Cristo lo que dispersa las sombras e ilumina el camino de la paz, impulsando la esperanza en los corazones, incluso de los pueblos más marginados y desalentados». En el Mensaje, que entregó este martes a las participantes en el Capítulo General de las Hermanas Misioneras del Apostolado Católico, a las que recibió en audiencia, el Papa recordaba que «los hombres y mujeres de distintas religiones, culturas y grupos sociales», que encuentran estas religiosas, «anhelan alcanzar sentido y dignidad en sus vidas, algo que nunca podrán conseguir plenamente por medio de alguna religiosidad vaga». Pues – escribe Juan Pablo II - «sólo por medio de la gozosa fidelidad a Cristo y de su valiente proclamación como Señor – testimonio que se funda en su mandamiento de ir y hacer discípulos de todas las gentes (cf. Mt 28,19) – podréis asistir a los demás en el camino que conduce a su conocimiento. Y así podréis experimentar la plena belleza y fertilidad de vuestra vocación misionera». Tras recordar la importancia del tema elegido para este decimoquinto Capítulo General, «Reaviva tu primer amor – responde a los desafíos de hoy», el Santo Padre expresó su confianza en que, «guiadas por el Espíritu Santo e inspiradas en el ejemplo de San Vicente Pallotti», estas misioneras sabrán alentar a todas las hermanas en su compromiso de testimoniar la inseparable unidad del amor a Dios y del amor al prójimo». (cf Vita Consecrata, 63). A las queridas misioneras del Apostolado Católico, el Santo Padre les recordó que la Iglesia cuenta con ellas para «hablar de Cristo» a aquellos a los que estas religiosas sirven, haciendo también que esas personas lo «vean». Testimonio que requiere que ellas mismas, en primer lugar, contemplen el Rostro de Cristo».
PROMOVER EL MENSAJE DE JESÚS MÁS ALLÁ DE LAS IGLESIAS Juan Pablo II recibió el viernes en visita “Ad Limina” a varios obispos de Australia a quienes felicitó por la labor que están realizando en este continente y al mismo tiempo les recordó la importancia del Domingo como “la sucesión semanal del tiempo, el día de la resurrección de Cristo”. Este fue el saludo del Santo Padre a los Obispos presentes en Roma: “’Gracia, misericordia y paz de parte de Dios y de Cristo Jesús, señor Nuestro’. Con afecto fraternal doy una calurosa bienvenida a los Obispos de Australia en su visita ‘Ad Limina’. Agradezco al Arzobispo Carroll sus buenos deseos y amables sentimientos expresados por el. Estos sentimientos son recíprocos y le aseguro que usted y las personas que están a su cargo pastoral estarán en mis oraciones”. El Santo Padre quiso recordar que la llamada del Señor “ven, sígueme” es tan valida hoy como hace dos mil años. La alegría y esperanza cristiana de cada discípulo, “la viven los innumerables sacerdotes, religiosos, hombres y mujeres australianos que juntos procuran responder a la llamada de Cristo y transmitir su verdad”. “Sin embargo, - recalcó el Papa - los resultados positivos alcanzados no deben llevar a descuidar el hecho de que la razón misma, movida a indagar de forma unilateral sobre el hombre como sujeto, parece haber olvidado que éste está también llamado a orientarse hacia una verdad que lo transciende” (Fides et Ratio, 5). Por todo ello Juan Pablo II quiso recordar a los obispos australianos la importancia de la participación activa de “todo el Pueblo santo de Dios en las mismas celebraciones litúrgicas, especialmente en la misma Eucaristía, en una misma oración, junto a un único altar, que el Obispo preside rodeado de su presbiterio y sus ministros”, como ya mencionó en su “Dies Domini” y quedó reflejado en el Concilio Vaticano II. Pero no hay que olvidar, continuó el Papa, que la celebración de la Eucaristía no termina con la salida del templo, por eso instó a los obispos de Australia a promover el mensaje de Jesús más allá de las Iglesias, practicando el ejemplo que Él nos enseñó. “La contribución de hombres consagrados y mujeres a la misión de la Iglesia ha sido de gran valor para su nación”, comentó Juan Pablo II en su discurso, añadiendo que “los relatos atestiguan la admiración hacia estos hombres y mujeres, cuyo ‘regalo de amor del Señor Jesús’ enriquecen la vida de sus Diócesis”. Finalmente, el Papa quiso reconocer la “noble contribución que la Iglesia en Australia hace a la justicia social y a la solidaridad. Su defensa de los derechos fundamentales de los refugiados, inmigrantes y asilados, ... son ejemplos del compromiso practico y concreto de amor para cada ser humano” (Novo Millennio Ineunte, 49), señaló el Pontífice. Por su parte, el arzobispo de Canberra y Goulburn y presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Australia, Monseñor Francis P. Carroll, agradeció al Santo Padre su labor de paz que sirve como inspiración a toda la humanidad: “Apreciamos sus esfuerzos constantes por la paz mundial, su promoción de la justicia social y sus llamadas elocuentes por la compasión hacia los pobres y los desfavorecidos. Nosotros nos empeñamos en continuar el camino de este testimonio, mensaje del Evangelio, siguiendo las verdades de tradición católica y social enseñadas por la Iglesia”.
EJERCER CON BONDAD, SABIDURÍA Y VALENTÍA EL MINISTERIO DE LA CONFESIÓN «Gran responsabilidad de todos los confesores es la de ejercer con bondad, sabiduría y valentía este ministerio», siendo «dignos ministros de la ‘palabra de reconciliación’». Lo reiteró el sábado por la mañana Juan Pablo II en su audiencia a los participantes en el Curso sobre el Foro interno, que cada año promueve el Tribunal de la Penitenciaría Apostólica. «El sacramento de la Penitencia es el sacramento del perdón y de la gracia, del encuentro que regenera y santifica, el sacramento que, junto con la Eucaristía, acompaña el camino de los cristianos hacia la perfección». El Papa hizo hincapié en la importancia de la Penitencia, «sacramento de purificación» y de «iluminación» que realiza «un encuentro unificador con Cristo». En este contexto, Juan Pablo II subrayó que «progresivamente, de confesión en confesión, el fiel va experimentando una comunión cada vez más profunda con el Señor misericordioso, hasta llegar a la identificación plena con Él, que se produce en aquella perfecta ‘vida en Cristo’ en la que consiste la santidad verdadera». «Visto como encuentro con Dios Padre por Cristo en el Espíritu, el Sacramento de la penitencia revela así no sólo su belleza, sino también la oportunidad de su celebración asidua y ferviente», señaló el Papa, recordando luego que «es un don asimismo para nosotros los sacerdotes que, aun llamados a ejercer el ministerio sacramental, también tenemos faltas que hacernos remitir. La alegría de perdonar y de ser perdonados van juntas». El Santo Padre ha reiterado también que los confesores «tienen la tarea de hacer amable y deseable» este encuentro: «Gran responsabilidad de todos los confesores es la de ejercer con bondad, sabiduría y valentía este ministerio. Al tiempo que deseo a los confesores que la gracia del Señor os haga dignos ministros de su ‘palabra de reconciliación’, encomiendo vuestro precioso servicio a la Virgen Madre de Dios y Madre nuestra, que la Iglesia en este tiempo de Cuaresma invoca, en una de las Misas que se le dedican, como ‘Madre de la Reconciliación’» En su bienvenida a los participantes en este Curso, que siguen con particular interés no sólo sacerdotes y confesores, sino también seminaristas que anhelan prepararse a ejercer con generosidad y solicitud el ministerio de la Reconciliación, «tan esencial para la vida de la Iglesia», el Papa saludó de forma especial al cardenal Stafford, Penitenciario Mayor, y a los religiosos de distintas órdenes dedicadas, precisamente, al ministerio de la Penitencia en las Basílicas patriarcales de Roma, en beneficio de la ciudad y del mundo». Juan Pablo II puso de relieve que hace treinta años entraba en vigor en Italia el ‘nuevo Rito de la Penitencia, promulgado por la Congregación para el Culto Divino’. Subrayando, en especial, la ‘novedad de la fórmula de la absolución sacramental, que ilumina mejor la dimensión trinitaria de este sacramento’. Es decir, «la misericordia del Padre, el misterio pascual de muerte y de resurrección del Hijo y la efusión del Espíritu Santo».
ÁNGELUS: ESCUCHAR EL GRITO MUDO DE DOLOR DE LOS NIÑOS EN EL MUNDO Juan Pablo II pidió en el Ángelus que no se quede sin ser escuchado “el grito mudo de dolor” de nuestros hermanos más pequeños, que sufren por el hambre, la guerra y las enfermedades, y que lanzan al mundo de los adultos una angustiosa llamada. Juan Pablo II, a las doce de la mañana, como cada domingo, dirigió desde el balcón de su despacho del Palacio apostólico del Vaticano el rezo del Ángelus, con los miles de peregrinos congregados en la Palaza de San Pedro. En sus palabras previas a la oración mariana el Papa se referió a su Mensaje para la Cuaresma 2004 con el que invitaba a poner a los niños en el centro de atención de la comunidad cristiana: «Muchos de ellos son víctimas de graves enfermedades, incluida la tuberculosis y el SIDA, les falta la educación y sufren el hambre. Desnutrición y malnutrición, agravadas por preocupantes carencias sanitarias, continúan siendo las causas cotidianas de muerte para bastantes de estos pequeños, privados incluso del mínimo indispensable para sobrevivir.» El Papa continuó poniendo en evidencia cómo en algunos lugares de la tierra, especialmente en los más pobres, niños y adolescentes son víctimas de una horrible forma de violencia, siendo reclutados para combatir en los llamados “conflictos olvidados”. De este modo, afirmó el Pontífice, sufren una doble agresión escandalosa: se les hace víctimas y al mismo tiempo protagonistas de la guerra, siendo arrastrados en el odio de los adultos. Privados de todo, ven su futuro amenazado por una pesadilla difícil de alejar: «Estos hermanos nuestros más pequeños, que sufren por el hambre, la guerra y las enfermedades, lanzan al mundo de los adultos una angustiosa llamada. ¡Que su grito mudo de dolor no quede sin ser escuchado!» Que el tiempo cuaresmal, concluyo el Pontífice, nos impulse a intervenir con valentía en favor de la infancia en peligro y abandonada. Y ha pedido a la Virgen Madre Dios, que ayude a los niños en dificultad y haga fructíferos los esfuerzos de los que con amor intentan aliviarles los sufrimientos. Y tras el rezo mariano del Ángelus y del recuerdo por los fieles difuntos, el Papa recordó que han pasado ya diez años de aquel 7 de abril de 1994, cuando estallaron graves enfrentamientos en Ruanda entre los hutu y los tutsi, que concluyo con un genocidio, en el que fueron bárbaramente asesinadas centenares de miles de personas: «Pidamos al Señor que una tragedia semejante no se vuelva a repetir nunca más. A vosotras, queridas poblaciones, a vosotros jefes religiosos y civiles, y a todos vosotros que en la comunidad internacional, os empeñáis generosamente para llevar la paz en la amada Región de los Grandes Lagos, os digo: ¡No os desaniméis! Sed constructores de la civilización del amor, animados por la palabra del Salvador: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9)». El Papa concluyo sus palabras saludando a los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro en diversas lenguas. Y a los jóvenes de Roma y del Lazio les invitó a participar el próximo jueves, 1 de abril, a las 5 de la tarde en la Plaza de San Pedro, en la preparación festiva del Domingo de Ramos, Jornada Mundial de la Juventud 2004.
PROMOCIÓN DE COMUNIÓN FRATERNA PARA UN INCISIVO TESTIMONIO CRISTIANO EN EL MUNDO En el marco de los encuentros pastorales con los fieles de su Diócesis, Juan Pablo II presidido, el sábado por la tarde en el Aula Pablo VI, la Santa Misa para los feligreses de tres comunidades parroquiales que se encuentran en el sector norte de la capital italiana: de los Santos Crisanto y Daría, de Santa Felícitas e hijos mártires y de San Juan de la Cruz. En su homilía, el Papa, refiriéndose a la liturgia de este V Domingo de Cuaresma, ha recordó la invitación a rechazar con decisión el mal y a acoger la gracia purificadora y renovadora de Dios, que en Cristo ha manifestado su amor misericordioso, siempre dispuesto a perdonar al pecador arrepentido y a darle una nueva esperanza de vida. Más adelante, el Pontífice les felicitó por la preparación que han realizado para este encuentro, reflexionando sobre las prioridades pastorales y los retos apostólicos más urgentes. La promoción de una comunión fraterna, continuó el Papa, es la condición indispensable para un incisivo testimonio cristiano en el mundo de hoy. Y les animó a continuar siendo parroquias unidas, en las que se respetan la diversidad de los ministerios y carismas, mostrando así el rostro de una familia acogedora, animada por el deseo de anunciar y testimoniar el evangelio. Preocupaos no sólo de los “cercanos” sino también de los que viven al margen de la fe. Juan Pablo II continuó su homilía invitándoles a ocuparse de corazón de las familias y de los jóvenes: «No os canséis, además, de suscitar con la oración y el ejemplo las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Y, por último, no os olvidéis de las necesidades espirituales y materiales de los hermanos cercanos y lejanos». De modo especial, el Pontífice les agradeció el compromiso de cada una de las comunidades de “adoptar un niño a distancia”. Dejaos conquistar por Cristo, concluyó el Papa. Que su palabra y amor misericordioso penetren en vuestras conciencias y os orienten en las elecciones de cada día. Cristo cuenta con vosotros. ¡No lo defraudéis!
ASESINATO DEL JEQUE AHMED YASSIN, UN ACTO DE VIOLENCIA INJUSTIFICABLE El director de la oficina de Prensa vaticana, respondiendo a algunas preguntas de periodistas sobre el asesinato del jeque Ahmed Yassin declaró el lunes que «la Santa Sede se une a la comunidad internacional al reprobar este acto de violencia injustificable en todo estado de derecho». En su declaración, el doctor Joaquín Navarro Valls señaló asimismo que «la posición y los sentimientos de la Santa Sede se expresan claramente con las palabras del Santo Padre al Cuerpo Diplomático del 12 de enero pasado, cuando el Papa reiteró «a los responsables de estos dos pueblos – el israelí y el palestino - que la opción por las armas; el recurso, por una parte al terrorismo y, por otra, a las represalias; la humillación del adversario y la propaganda llena de rencor no conducen a ninguna parte. Sólo el respeto de las legítimas aspiraciones de los unos y de los otros, la vuelta a la mesa de negociaciones y el compromiso concreto de la comunidad internacional pueden conducir al comienzo de una solución. La paz auténtica y duradera no puede ser fruto de una mera exhibición de fuerza, la paz es ante todo fruto de una acción moral y jurídica».
COMO
LOS VIRUS, LA FE NO SE CONTAGIA HABLADO DE ELLA, SINO POR CONTACTO” El vienes tuvo lugar, en la capilla Redemptoris Mater del vaticano, la segunda predicación de Cuaresma, a cargo del predicador de la Casa Pontificia, padre Raniero Cantalamessa. La predicación, en esta ocasión a la que asistió como es habitual el Santo Padre, trató de forma particular, “el nacimiento e impetuoso desarrollo del movimiento pentecostal y carismático dentro de las distintas iglesias cristianas. “Un hecho que surge, según el convencimiento de muchos, por la insistencia demasiado unilateral sobre el problema de la justificación por la fe, que ha dejado en la sombra la doctrina y la experiencia del Espíritu”. “Esta denominada tercera fuerza –subrayó el padre Cantalamessa- ha asumido, en algo más de un siglo, proporciones imprevisibles y constituye hoy, según las estadísticas, la componente con un crecimiento más rápido, dentro del cristianismo”. Para el predicador este movimiento podría ayudar a encontrar finalmente la solución a los problemas que se arrastran desde hace siglos, y que ni siquiera el documento conjunto de la Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial de las Iglesias ha conseguido un pleno acuerdo. De hecho en la teología y espiritualidad del movimiento pentecostal la justificación de por fe no se contempla como una imputación externa de justicia que deja al creyente como antes; se tiene la convicción, como por parte católica, de que el Espíritu Santo trasforma realmente la persona, dándole un corazón nuevo y morando en ella. Especial relevancia dio también el padre Raniero Cantalamessa a la fe, a la toma de conciencia del don inmenso, del privilegio increíble del poder creer y no dejar de agradecérselo a Dios Padre. “Lo que ocurre en el mundo exterior por la mañana cuando se alza el sol, –recomendó el predicador- debe repetirse dentro de cada persona, al surgir el Sol que es Cristo. Mucha atención a dar por descontado el don de la fe, como si habiendo creído una vez permaneciese intacto para siempre. Es necesario custodiar este don con temor. Insistiendo en el tema de la fe, el padre Cantalamessa aseguró también que el peso específico de un ministro de Dios reside en su fe. Los fieles detectan inmediatamente en él si verdaderamente cree en lo que dice y en lo que celebra. “La fe es contagiosa –continuó diciendo el predicador. Al igual que un virus, la fe no se contagia hablado de ella, sino estando en contacto”.
"FE Y MARTIRIO. LAS IGLESIAS ORIENTALES CATÓLICAS EN LA EUROPA DEL SIGLO XX" El martes fue presentado en la sala de prensa de la Santa Sede el volumen "Fe y martirio. Las iglesias orientales católicas en la Europa del siglo XX". Presentado el acto el cardenal. Ignace Moussa I Daoud, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales; el Prof. Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio; y otros dos prelados en representación de las iglesias de Ucrania y Rumania. En sus palabras de presentación el cardenal Ignace Moussa I Daoud recordó cuando, el 7 de mayo de 2000 en el Coliseo, el Santo Padre en el contexto del Gran Jubileo conmemoró solemnemente el martirio de los cristianos del siglo XX. Estos "nuevos mártires" son tan numerosos que es imposible que puedan celebrarse procesos canónigos regulares en la Iglesia con el fin de que vengan reconocidos por su heroicidad. Pero son, mártires auténticos que han derramado su sangre por la fe en el Evangelio, por el amor de Cristo, y por la obediencia al Padre. Son figuras de creyentes, obispos sacerdotes, consagrados y laicos que permanecieron en su lugar y creyeron que la gracia del Señor valiese más que la vida. Juan Pablo II ha escrito en la encíclica Tertio millennio adveniente, que en lo posible no han de perderse sus testimonios y en este sentido las iglesias locales no han de dejar de perder la memoria de todos aquellos que sufrieron el martirio recogiendo la necesaria documentación. Es en base a esta petición del Santo Padre que se promovió en 1998 el Encuentro internacional cuyos actos fueron presentados en este volumen que recoge en distintos escenarios de la iglesias orientales una gran variedad y riqueza de testimonios y de documentación inédita que llega hasta los años sesenta.
REUNIÓN DEL CONSEJO POSINODAL DE LA SECRETARÍA GENERAL DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS PARA LA ASAMBLEA ESPECIAL PARA LÍBANO Este jueves se dio a conocer un comunicado de prensa sobre la reunión del Consejo Posinodal de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos para la Asamblea Especial para Líbano, que tuvo lugar la semana pasada en el Vaticano. La octava reunión de dicho Consejo, que fue constituido por Juan Pablo II, el 24 de enero de 1995, estuvo presidida por el secretario general del Sínodo, cardenal Jan Schotte y contó con la participación, entre otros, del cardenal Sfeir, patriarca de Antioquía de los Maronitas y presidente de la Asamblea de Patriarcas y Obispos Católicos de Líbano y del cardenal Ignace Moussa I Daoud, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. Siguiendo el orden del día, el encuentro comenzó con la relación del secretario general sobre la actividad de la Secretaría del Sínodo desde la última reunión del Consejo. Seguidamente la sesión prosiguió con las comunicaciones de los miembros sobre la situación eclesial, religiosa, civil y política en Líbano y, luego, se profundizó en la aplicación de la Exhortación Apostólica Posinodal en las distintas Iglesias católicas orientales en Líbano. La cita finalizó sin que se estableciera la fecha para la próxima reunión del mismo Consejo.
ARCHIDIÓCESIS
DE FORTALEZA (BRASIL) DIÓCESIS
DE SANTA MARÍA (BRASIL) ARCHIDIÓCESIS
DE ROUEN (FRANCIA) DIÓCESIS
DE REGENSBURGO (ALEMANIA) DIÓCESIS
DE HEXHAM Y NEWCASTLE (INGLATERRA) DIOCESI
DE LOWICZ (POLONIA) DIÓCESIS
DE SYRACUSE (ESTADOS UNIDOS) DIÓCESIS
DE HELENA (ESTADOS UNIDOS) DIÓCESIS
DE CAMDEN (ESTADOS UNIDOS) ARCHIDIÓCESIS
DE KANANGA (REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO) COMISIÓN
PARA EL ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO TRIBUNAL
ECLESIÁSTICO DE LA CIUDAD DEL VATICANO El Papa ha nombrado promotor de Justicia ante el Tribunal Eclesiástico de la misma Ciudad del Vaticano, a Mons. Antonio NICOLAI, Defensor del Vínculo. CONGREGACIÓN
PARA EL CLERO DOMINGO
V DE CUARESMA (C): 28 de marzo de 2004 Desterrado en Babilonia, el pueblo de Israel pudo escuchar por boca de Isaías la promesa de Dios. El profeta les recordaba la bondad y fidelidad de Yahvé. Como antaño liberó a los padres de la esclavitud de Egipto, también ahora libraría a su pueblo de esta nueva esclavitud: Como abrió camino a través del mar, extinguiendo a los enemigos, así abrirá un camino por el desierto y ríos en el yermo. Apagará la sed de su pueblo escogido y formado para proclamar su alabanza. Estas palabras del profeta nos las dirige hoy el Espíritu como anuncio de la Pascua. Un año más, la Iglesia como pueblo de Dios se dispone a celebrar la gran novedad de la salvación; el cambio de lo que es desierto y camino sin salida en paraíso, por fin, hallado. Hasta poder exclamar con el salmista: El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres. A experimentar esta alegría nos prepara hoy el Señor. Frente a otras expectativas, Jesús, el Mesías de Dios, no vino a condenar sino a salvar. Vino a inaugurar el tiempo de la gracia y del perdón misericordioso de Dios. Contemplemos hoy con gozo su actitud que refleja los verdaderos sentimientos del Padre frente a otras ideas sobre Dios. Viene del huerto donde se ha pasado la noche en intimidad de oración con Aquél de quien se sabe el hijo. Amanece y entra en el Templo para transmitir su vivencia, esa experiencia del amor de Dios, a los que acuden con ganas de escucharle. Justo entonces los escribas y los fariseos le traen una mujer y, colocándola en medio, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; Tú ¿qué dices?” Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. No, no le traían también al adultero, como hubiera sido lo justo, sino sólo a la mujer. A aquellos doctores no les importaba la ley, que de hecho no habían cumplido apedreando a los adúlteros, como estaba prescrito. Y mucho menos la persona, a la que humillaban en público. Sólo querían coger a Jesús y desprestigiar su fama de Maestro. Frente a su forma de entender a Dios le oponen el precepto de la ley que mandaba castigar al pecador. La reacción de Jesús es sorprendente. No dice nada sino que inclinándose escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “El que esté sin pecado, que tire la primera piedra.” E inclinándose siguió escribiendo. Ellos, al oírlo se fueron escabullendo hasta quedar sólo Jesús, con la mujer, en medio. Y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?”; ¿ninguno te ha condenado? Pues tampoco yo. Anda y en adelante no peques más. Esa mujer somos hoy nosotros si nos reconocemos pecadores perdonados por Dios. No, Jesús no anula la ley sino el pecado; no condena sino que otorga el perdón. Y es que Él sabe que quien así experimenta la misericordia de Dios está capacitado para saber perdonar y amar sin acusar. Es la transformación del amor de Dios que no puede dar la ley. Esta actitud de Jesús es lo que inspira hoy a San Pablo, aquel fariseo, perfecto conocedor y cumplidor de la ley, que confiaba en la justicia de sus propias obras hasta que se encontró con el Señor. Y por eso nos dice hoy desde su propia experiencia: Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en Él, no con una justicia mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios. Por eso olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús. No tengamos miedo a reconocer nuestras miserias. Acojámonos al amor del Señor y olvidemos ya el pecado. Experimentemos hoy lo que aventaja la misericordia de Dios a la ley, su perdón a nuestra justicia. Sólo una comunidad, que se sabe perdonada ante Él y acogida así por Dios, puede ser testimonio y signo sacramental de esa paz profunda que transforma el mundo. Corramos hacia delante, dejando lo que queda atrás. Vayamos hacia la Pascua, que es la fuente de la salvación, para transformar este desierto, las asperezas entre los hombres, en ese paraíso prometido por Dios.
Juan Pablo II ha escrito un nuevo libro que saldrá en las librerías el próximo 18 de mayo y cuyo título en italiano es 'Alzatevi, andiamo!' (Levantaos y vamos). Editado por la editorial Mondadori, en el nuevo volumen, el Santo Padre cuenta sus experiencias humanas y pastorales como arzobispo de Cracovia (Polonia), de donde salió en octubre de 1978 para acceder a la cátedra de San Pedro en Vaticano. Karol Woityla empezó a escribir ese volumen autobiográfico este último verano durante su estancia de reposo en Castel Gandolfo. El Pontífice ya publicó en 1996 un libro, "Don y misterio", en el que narraba sus experiencias como joven sacerdote y la vocación que le llevó a tomar los votos, coincidiendo con su medio siglo de sacerdocio. Asimismo, ha escrito poesía y un libro-entrevista, "Cruzar el umbral de la esperanza", firmado junto al periodista católico Vittorio Messori.
55 MINUTOS DE ORACIÓN Y REFLEXIÓN ESPIRITUAL DEL PAPA EN UN CD El martes fue presentado un nuevo CD con la voz de Juan Pablo II mientras reza y recita algunos salmos. 55 minutos de oración y reflexión espiritual bajo las notas de músicas gregorianas y melodías inéditas de autores como Rossini, Donizetti o Paisiello. El CD que lleva por título ''Levanta la voz con fuerza'', fue presentado en la sede de la revista Famiglia Cristiana, y ha sido puesto ya a la venta en las librerías católicas. La idea ha sido realizada por los Paulinos bajo la dirección de don Giulio Neroni, en colaboración con Radio Vaticana que ofrecido los textos grabados del Papa. “Cuenta mucho la voz, la manera con la que el Santo Padre eleva la palabra bíblica que lee. Es una gran sugestión para el que está rezando'', ha comentado el cardenal Achille Silvestrini. El CD que recoge 25 textos y está dividido en tres secciones: El camino del hombre; Abrid las puertas a Cristo; y la Madre, es un verdadero fresco que revela la riqueza de la relación del Papa con las Sagradas Escrituras.
ROMA: MISA POR LAS VÍCTIMAS DEL 11 DE MARZO En la hora del dolor de los españoles, la comunidad cristiana ha sentido la necesidad de reunirse en oración también en Roma, donde el viernes por la mañana en la basílica de Santa María la Mayor el cardenal secretario de estado Angelo Sodano presidió una misa por las víctimas del 11 de marzo. “Una vez más - dijo el cardenal Sodano, en su homilía - Caín ha matado a Abel. Una vez más el odio del hombre ha llevado la muerte a personas inocentes. Nuestra fe, sin embargo, nos prohíbe ser pesimistas. Después del Viernes Santo llega la Pascua de Resurrección”. Y recordando las palabras del Papa durante el Ángelus del 14 de marzo, el cardenal subrayó que “el amor es más fuerte que la muerte”. “Y es ésta la misma fe que también hoy nos lleva a mirar la potencia de Cristo que mueve con fuerza la gran losa puesta encima de su sepulcro. También Él - afirmó el purpurado -, sabe mover y conmover el corazón de los hombres más rebeldes y puede abrir los ojos de los más ciegos. Por esto nosotros queremos hoy invocar a Dios omnipotente y misericordioso, pidiéndole que nos ayude en esta hora de prueba, haciendo comprender también a los corazones más duros cuál es el único camino a seguir para los que se reconocen hijos del Padre que está en los cielos”. El cardenal Angelo Sodano dijo que ciertamente “estamos afligidos ante el fenómeno anti-humano y anti-cristiano del terrorismo. Preocupados por las manifestaciones de esta depravación del ánimo humano..., pero lo que nos ha de hacer reflexionar más a nosotros, creyentes, es esta mezcla explosiva de odio dentro del corazón del hombre, que puede explotar cuando menos se piensa”. Nuestro deber acabado diciendo el secretario de estado es el de “proclamar los grandes valores humanos que sólo pueden dar una base segura de esperanza a la sociedad humana. Y será deber nuestro también “recordar a todos el primado de Dios en nuestra vida, de aquel Dios que nos ha creado y que un día nos juzgará”.
CARDENAL ETCHEGARAY GALARDONADO CON PREMIO INVESTIGACIÓN DE LA PAZ DE LA UNESCO El cardenal Roger Etchegaray, presidente emérito del Consejo Pontificio Justicia y Paz ha sido galardonado junto con el gran muftí de Bosnai Herzegoviva, Mustafá Ceric con el premio Felix Houphouet-Boigny 2003 para la investigación de la Paz de la UNESCO. Un jurado internacional presidido por el ex secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger, designó a estas dos personalidades religiosas reconociendo en ellas “su acción en favor de la paz”. El jurado señaló que “la reconciliación entre las distintas entidades religiosas es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo” y “de vital importancia para la humanidad en su conjunto si se quiere evitar un baño de sangre”. El secretario ejecutivo del jurado, Alioune Traone, precisó también que el galardón “constituye una fuerte señal que se envía a la Comunidad Internacional en favor del diálogo interreligioso, fundamento esencial para la paz y la comprensión entre los pueblos”. El cardenal Etchegaray de 82 años de edad, presidente del dicasterio Justicia y Paz durante 3 lustros, de 1984 a 1998, ha sido en numerosas ocasiones el enviado del Papa a zonas en crisis del mundo, especialmente en Tierra Santa e Irak. La última vez que estuvo en este país fue en 2003, poco antes de que estallara el conflicto bélico. El premio Felix Houphouet-Boigny para la investigación de la Paz de la UNESCO dotado con 122.000 euros ha sido recibido entre otros por el rey Juan Carlos I de España; el presidente norteamericano Jimmy Carter; Yitzar Rabin, Shimon Peres y Yasser Arafat y el presidente sudafricano Nelson Mandela.
CARDENAL MARTINO ASISTE A III CONGRESO MUNDIAL DE FAMILIAS EN MÉXICO Familia, pobreza, desarrollo social, educación a la paz y participación democrática, son los temas principales que abordará el cardenal Renato Martino durante su visita pastoral a México que comenzó el domingo 28 de marzo y se prolongará hasta el viernes 2 de abril. El presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, cardenal Martino, estará presente en la inauguración del III Congreso Mundial de las Familias, cuya finalidad primordial es la de sensibilizar a los gobiernos a llevar a cabo iniciativas legislativas y sociales concretas en defensa de la institución familiar, célula primaria y fundamental de la sociedad. El compromiso de la iglesia en favor de los pobres será el tema del primer discurso del purpurado, en un encuentro con alumnos y profesores de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. El día siguiente, martes, el cardenal visitará el Ministerio para el Desarrollo Social, un acto que se inscribe en la particular atención que la Iglesia presta a las poblaciones indígenas, y en el que se incluye también una visita a una de las zonas habitadas por los indígenas. El miércoles intervendrá en el Congreso Mundial de las Familias sobre el tema “familia, cultura y globalización”. La serie de actos programados del cardenal prosigue con un encuentro, el jueves, con los obispos mexicanos y los miembros de la comisión episcopal de pastoral social, en el que hablará de la misión de la Iglesia frente a los nuevos escenarios de violencia, con una referencia particular a la educación a la paz. Por último está prevista una visita al Instituto mexicano de Doctrina Social, en el que afrontará el tema: “La subjetividad de las sociedad civil” y donde tratará especialmente el principio de subsidiariedad y la participación democrática y social de los ciudadanos en la vida social.
KÓSOVO: CONDENA ENFRENTAMIENTOS ÉTNICOS ENTRE ALBANESES Y SERBIOS Los obispos católicos y el Sínodo de la Iglesia ortodoxa serbios, condenaron en sendos comunicados, la quema de iglesias y mezquitas en Kósovo, tras los enfrentamientos étnicos entre albaneses y serbios. La justicia y el derecho natural por una parte; Dios y el derecho divino, por la otra, piden que en este momento de odio y violencia se calme el lenguaje de la pasión y vuelva a hablarse la lengua de la paz y de la búsqueda activa de la civilización del amor". Este es uno de los pasajes centrales del mensaje difundido el fin de semana por los obispos católicos de Serbia y Montenegro, mientras en algunas localidades y ciudades del país balcánico, empezando por el polvorín de Kósovo, se han producido, y se mantienen, graves incidentes étnicos entre serbios y albaneses. La semana pasada al menos 28 personas murieron y un millar resultaron heridas en la peor ola de violencia registrada en Kósovo desde que terminó la guerra, hace casi cinco años. Además, un centenar de casas fueron destruidas, así como una treintena de templos y monasterios ortodoxos, mientras más de 3.000 serbios se vieron obligados a huir de sus hogares. "Sentimos profundo dolor por estos eventos - prosigue la nota de los obispos católicos - que han provocado luto, heridos, violencia y destrucción. Expresamos nuestra cercanía a la Iglesia ortodoxa serbia y a la comunidad islámica, por la destrucción de todas las cosas santas que se ha producido". "Iglesias y mezquitas - subraya el comunicado - son lugares que superan las categorías humanas, porque representan símbolos de la fe, lugares de oración. Son centros de valores espirituales que nunca podrán ser sustituidos y que ayudan en el camino de la civilización del amor". Más adelante los obispos católicos serbios subrayan que las iglesias y las casas quemadas "representan actos que hay que condenar con firmeza porque destruyen también la posibilidad de recorrer el camino de la convivencia común y del respeto recíproco". Los prelados dirigen finalmente un llamamiento a las autoridades, nacionales e internacionales, para que se adopten las medidas oportunas para "encontrar una solución pacífica a éste y a otros graves problemas que atañen a la convivencia en nuestro país". También la iglesia ortodoxa serbia, en ocasión de la convocatoria de la sesión extraordinaria del Santo Sínodo de los obispos, ha lanzado un llamamiento a los albaneses en Kósovo y a sus líderes para que se acabe con "estos gestos enfermos, que ponen en duda su salvación y la salvación de su propio futuro". En el texto se subraya que "la violencia, la injusticia y el odio no han traído nunca nada de bueno a nadie". Dirigiéndose a los fieles ortodoxos del país, los obispos invitan a una "oración más intensa para que vuelva a reinar la paz entre nosotros y en el mundo entero". El mensaje invita a evitar cualquier forma de insensata y loca venganza, como las cometidas por personas imprudentes e insensatas contra las mezquitas de Belgrado y Nish. "Hemos de defendernos del mal, pero no de una manera deshumana, o cumpliendo también nosotros actos brutales". Los obispos ortodoxos deploran en el documento las continuas violencias, a pesar de la presencia de las tropas de la OTAN, desde hace 5 años. Y recuerdan que tales devastaciones se han manifestado particularmente en las iglesias y en los monasterios (son más de 115 los ultrajados o destruidos), además de las casas y propiedades de la minoría serbia. En el texto se habla de "limpieza étnica total planificada" y también de "destrucción de todas las huellas espirituales y culturales de la presencia cristiana en las poblaciones serbias de Kósovo". Según los obispos ortodoxos existe el riesgo de que una "postura pasiva de las fuerzas internacionales pueda contribuir a la escalada del terror en el corazón de Europa".
UN MINUTO DE SILENCIO EL 7 ABRIL PARA RECORDAR GENOCIDIO EN RUANDA A partir de este año, el 7 de abril se celebrará con un minuto de silencio la “Jornada de reflexión sobre el genocidio en Ruanda”, porque “nadie –exhortó Kofi Annan- debe olvidar que en Ruanda tuvo lugar un genocidio planificado y llevado a cabo a la luz del sol”. Diez años después del genocidio de Ruanda, las Naciones Unidas han celebrado una conferencia en memoria de las víctimas en la que el secretario general, Kofi Annan, entonó un "mea culpa" personal y en nombre de la organización. La conferencia, que tenía como objetivo analizar uno de los dramas más escandalosos en la historia de la organización, ha dado una oportunidad para plantear si la comunidad internacional está ahora mejor preparada que entonces para afrontar una crisis de esas dimensiones. Annan, quien estaba al frente del departamento de mantenimiento de la paz cuando ocurrió el genocidio, pronunció el viernes un discurso que reflejaba remordimiento y un profundo pesar por no haber reaccionado de forma adecuada a las señales de lo que se avecinaba. Unas 800.000 personas de la etnia tutsi y hutus moderados, fueron asesinadas de forma salvaje con machetes y otras armas cortantes durante los meses de abril, mayo y junio de 1994. El genocidio de Ruanda "nunca debió ocurrir", dijo el diplomático para agregar que la comunidad internacional fracasó, y ese fracaso dejó a todos con una sensación de arrepentimiento amargo" y pesar duradero. Annan expresó una opinión, ahora generalizada, de que "si la comunidad internacional hubiera actuado con rapidez y determinación podría haber detenido buena parte del genocidio", pero estimó que "no había la voluntad política ni las tropas" necesarias para ello. En aquel momento, aseguró el secretario general "pensé que hacía todo lo que podía. Pero, después del genocidio, me di cuenta de que podía y debía haber hecho más para hacer sonar la alarma y recabar apoyo". "Este recuerdo penoso, junto con el de Bosnia Herzegovina, han influido gran parte de mis pensamientos y muchas de mis acciones como secretario general", agregó en alusión a las matanzas de bosnios musulmanes en Srebrenica. Annan ya reconoció su responsabilidad tras la divulgación, en diciembre de 1999, del informe de una comisión independiente que detallaba los errores de juicio y análisis, la descoordinación, la incapacidad y la falta de voluntad en que incurrieron los distintos órganos de la ONU, incluido el Consejo de Seguridad y los Estados miembros. El informe apuntaba a Annan como uno de los responsables, ya que no notificó al Consejo ni al entonces secretario general, Butros Gali, un informe del jefe de la Misión de la ONU en Ruanda (UNAMIR), sobre preparativos de las milicias hutus para un supuesto asesinato masivo de tutsis en Kigali. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Bill Graham, cuyo país ha liderado los esfuerzos de autocrítica, preguntó a la audiencia si estamos ahora mejor preparados para afrontar una nueva Ruanda y dio una respuesta negativa porque, en su opinión, no se han sacado las lecciones prácticas de la tragedia. El ministro subrayó que se sabe lo que hay que hacer, pero "falta la voluntad política" para poner en marcha medidas que podrían evitar sucesos parecidos en el futuro. Para Graham, en Ruanda no se utilizó inmediatamente el término genocidio porque ello habría obligado a la Comunidad internacional a actuar en base a la Convención contra los genocidios.
PERFIL Y CARISMA DE LA BEATA PIEDAD DE LA CRUZ ORTIZ REAL La extremeña Matilde del Sagrado Corazón Téllez Robles y la valenciana Piedad de la Cruz Ortiz Real, religiosas fundadoras españolas, fueron beatificadas el domingo por el Santo Padre en la plaza de san Pedro. Para hablarnos del perfil y el carisma de la valenciana Piedad de la Cruz estuvo con nosotros la superiora y vicaria general de la orden fundada por la nueva beata.
«CRISTIANOS EN ARGELIA: LA IGLESIA DE LA DEBILIDAD» El arzobispo de Argel, Mons. Henri Tessier, presentó el jueves en la basílica romana de los Santos Apóstoles un libro en italiano, titulado «Cristianos en Argelia: la Iglesia de la debilidad». En la introducción de esta obra, el prelado señala que lo que diferencia a los mártires de Argelia del resto de los mártires del siglo XX es que «no dieron la vida por no renegar su fe, ni por defender a una comunidad cristiana, sino por fidelidad al pueblo musulmán». Entre los mártires católicos de Argelia, destacan los siete monjes trapenses de Nuestra Señora del Atlas, en Thibirine, cuyos cadáveres aparecieron el 21 de mayo de 1996. Habían sido secuestrados dos meses antes por un grupo terrorista islámico. El 1 de agosto de ese mismo año fue asesinado también Mons. Pierre Claverie, obispo de Orán. El Arzobispo de Argel hace hincapié en que los 19 religiosos y religiosas martirizados en Argelia no se habían quedado en este país para apoyar a una comunidad cristiana, puesto que la mayor parte de los cristianos había tenido que abandonar esta nación africana ante el creciente radicalismo fundamentalista argelino. Mons. Tessier afirma: «nuestros mártires forman parte del pequeño grupo de religiosos y religiosos que se quedó en Argelia por fidelidad a un pueblo musulmán. Cada cual había reafirmado su propia vocación, en respuesta al llamamiento que la Iglesia en Argelia les había hecho de acercarse a los hermanos y hermanos musulmanes». Los religiosos mártires en tierra argelina «creyeron en la palabra de la Iglesia que les había mandado a buscar hermanos y hermanos a los que amar por encima de las barreras entre el cristianismo y el Islam», subraya asimismo Mons. Tessier, que añade: «creyeron que el servicio a los pobres, a las mujeres en dificultad, a los minusválidos, a los jóvenes y a los menores es un servicio del Señor Jesús, aunque esos pobres, mujeres, jóvenes y niños sean musulmanes. Estos mártires quisieron mostrar «a los hermanos y hermanas del Islam que daban su vida por ellos, porque Dios nos invita a amarnos los unos a los otros. Y este mandamiento supera toda las diferencias religiosas».
DÍA DE LOS MÁRTIRES MISIONEROS El Nuncio Apostólico en Colombia, Monseñor Beniamino Stella ha querido recordar para Radio Vaticano la obra incansable de los misioneros que han sacrificado su vida por llevar a cabo la labor evangelizadora, en memoria del Día de los “Mártires Misioneros” celebrado el martes. En especial, ha querido dirigir su plegaria por el Arzobispo de Cali, Monseñor Duarte, asesinado hace dos años y a quien conocía personalmente. Asimismo, el prelado ha pedido fortaleza y ánimo a Jesús y a la Virgen para que los misioneros puedan seguir llevando a cabo su labor. Oigamos al propio Monseñor Stella. El Nuncio Apostólico en Colombia, Monseñor Beniamino Stella, recordó también para Radio Vaticano, la veneración que en todo el continente latinoamericano se tiene por la Virgen de Guadalupe, imagen a la que el prelado ha pedido que vele por la Iglesia en estos países con el fin de lograr la paz tan deseada por todos. Asimismo, Monseñor Stella quiso señalar la importancia del tiempo de Pascua, ya que es “un tiempo de sacrificio” que, según el prelado, prepara a todos hacia el camino de la renovación y de la purificación personal.
REUNIÓN DE “CARITAS INTERNATIONALIS” EN ROMA En la sede de “Caritas Internationalis” en el palacio San Calixto de Roma tuvo lugar este martes y miércoles un encuentro sobre las ayudas destinadas a las poblaciones de Bam, afectadas por el violento terremoto que asoló el sur este de Irán el 26 de diciembre de 2003. Participaron en la reunión representantes y exponentes de Caritas de distintos países y también obispos iraníes. Con este motivo estuvo con nosotros Juan Morello, de Caritas España, responsable de la zona en los países árabes, que ha asistido a esta reunión en la que se ha hablado del papel actual y futuro de Caritas en Irán. ¿Y cuál es la situación actual tres meses después del seísmo? ¿Y hasta cuándo seguirá el programa de emergencia de Caritas en Irán?
RETOS DEL NUEVO GOBIERNO EN EL SALVADOR Con una participación histórica, el 70% de los casi tres millones y medio de votantes, el partido de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) consiguió más de la mitad de los votos de unas elecciones marcadas por los descréditos entre los dos partidos principales, el del vencedor ARENA con Tony Saca y el del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de Schafik Handal. El Arzobispo de San Salvador y presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador, Monseñor Fernando Sáenz Lacalle, analizó para nuestros micrófonos cuales son los retos a los que se tendrá que enfrentar este nuevo gobierno, y nos da una perspectiva del tipo de democracia que hay actualmente en este país. El nuevo presidente iniciará su gestión de cinco años el próximo 1 de junio y se enfrentará a algunos retos, entre ellos, reducir la pobreza, eliminar el desempleo y bajar la inseguridad pública. En esta línea Monseñor Lacalle analizó los dos pilares fundamentales de la democracia según la Conferencia Episcopal. Por último, el Presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador pidió a la población que ore por este país que sufrió durante doce años (1980- 1992) una cruenta guerra civil, hasta que el 16 de enero de 1992 se firmaron los Acuerdos de Paz entre el gobierno del presidente Alfredo Cristiani de ARENA y la guerrilla del FMLN.
“FE CRISTIANA Y CULTURA EN CHINA, AYER Y HOY” “Fe cristiana y cultura en China ayer y hoy”, es el tema de la jornada de estudio creada con el fin de dar a conocer la cultura de este país en general y su historia religiosa en particular, y que tuvo lugar el sábado en Milán. Esta reunión ha sido organizada por el Instituto Pontificio de Misioneros Extranjeros (PIME), en colaboración con el Servicio Nacional para el Proyecto cultural y la oficina diocesana para la Pastoral Misionera de Milán. A través del análisis de la cultura en China se pretende focalizar la relación entre fe y cultura en este país, así como el estudio de la historia de la evangelización en algunas etapas decisivas de su historia. El testimonio de fe de los católicos chinos es, además, - como explican los propios organizadores en un comunicado -, un acontecimiento que los creyentes conscientes y abiertos al mundo no pueden no conocer. Entre los participantes se encuentran varios misioneros que han transcurrido más de diez años en China, en ciudades como Taiwán o Hong Kong, y que aportarán su perspectiva desde el punto de vista de los procesos de evangelización en este país. Entre los temas que se analizarán están los inicios de la presencia cristiana en la iglesia sirio - oriental, el arte chino, la contradicción de la política religiosa del gobierno, el espacio que tiene hoy el cristianismo y por último, se propone un análisis para diferenciar la Iglesia oficial de la clandestina, un fenómeno emergente en los últimos años en este país. |