AUDIENCIA GENERAL: “EL JUICIO DE DIOS”
«NO PODEMOS CALLAR» ANTE LAS VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS
EN TODOS LOS CONTINENTES
PROCLAMACIÓN EFICAZ DEL EVANGELIO PARA CONTRARRESTAR EL AGNOSTICISMO
TESTIGOS DE PAZ Y DE AMOR DONDE LA PROVIDENCIA DIVINA OS CONDUZCA
BULGARIA Y MACEDONIA RINDEN HOMENAJE A CIRILO Y METODIO
“CONTINUAR POR LA VÍA DEL DESARROLLO Y DE LA PAZ”
300 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE SAN PETERSBURGO
REGINA COELI: CREYENTES SE CONVIERTAN EN SEMBRADORES DE ESPERANZA, AGENTES DE PAZ
ACOGER E IMPLORAR EL DON DEL ESPÍRITU SANTO, LUZ DE VERDAD Y FUERZA DE AUTÉNTICA PAZ
REFLEXIONES PARA EL DÍA DE PENTECOSTÉS
PROFUNDO PESAR POR LAS INUNDACIONES EN REPÚBLICA DOMINICANA Y HAITÍ
CONMEMORACIÓN DEL CENTENARIO DE LA SINAGOGA DE ROMA
LOS AFRICANOS DEBEMOS VENCER LAS DIFICULTADES POLÍTICAS Y ECONÓMICAS, LAS SITUACIONES DE VIOLENCIA Y DE POBREZA
RUMANÍA: INAUGURADO CENTRO SOCIO SANITARIO “CASA DE LA SAGRADA FAZ DE JESÚS”
RATIFICACIÓN DEL ACUERDO ENTRE LA SANTA SEDE Y EL ESTADO DE BRANDEBURGO
PRESENCIA INTERNACIONAL PARA RENDIR SERVICIO A TODA LA FAMILIA HUMANA
AREZZO: MARCHA POR LA PAZ EN IRAK Y EN ORIENTE MEDIO
«UN MENSAJE DE ESPERANZA» PARA LA COMUNIDAD CATÓLICA DE JERUSALÉN
«CRISTIANOS Y MUSULMANES JUNTOS CONTRA EL TERRORISMO»
EL CARDENAL RENATO MARTINO VIAJA A UGANDA
NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO
125 ANIVERSARIO PRESENCIA DE AGUSTINOS RECOLETOS EN SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
OBISPOS MEXICANOS ESPERNA QUE SE CLARIFIQUE ASESINATO DE POSADAS
GUADALAJARA: III CUMBRE LATINO AMÉRICA - UNIÓN EUROPEA
LA COMUNIDAD DE SAN EGIDIO Y EL PROCESO DE PAZ EN LIBERIA
UN PASO ADELANTE EN EL CAMINO PARA PONER FIN A LA GUERRA EN SUDÁN
DÍA DE ÁFRICA
“LLEVAMOS EL AMOR AL MUNDO ENTERO”
DIÁLOGO POR LA PAZ. EXPERIENCIAS DE LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD
HEMOS LEÍDO PARA USTEDES

MAYO 2004
SEMANA DEL 24-31

 

AUDIENCIA GENERAL: “EL JUICIO DE DIOS”

Juan Pablo II un miércoles más presidió por la mañana la Audiencia General en la plaza de San Pedro ante miles de fieles y peregrinos llegados de todo el mundo. En su catequesis el Santo Padre prosiguió reflexionando sobre los Cánticos de la Liturgia de las Vísperas y en concreto habló del que lleva por título “El juicio de Dios”, que se canta el jueves de la primera semana.

Un himno, dijo Juan Pablo II, que es el fruto de la selección de algunos versículos de los capítulos 11 y 12 del Apocalipsis, “cuando se oye la última de las siete trompetas que resuenan en este “libro de lucha y de esperanza”, y aparecen los 24 ancianos de la Corte celestial, que representan a todos los justos de la Antigua y de la Nueva Alianza, y entonan un himno que quizá se cantaba ya en las asambleas litúrgicas de la Iglesia en sus orígenes”. “Adoran a Dios, soberano del mundo y de la historia, dispuesto a instaurar su reino de justicia de amor y de verdad.

Es una oración, dijo el Pontífice, en la que se siente pulsar el corazón de los justos que aguardan en la esperanza la llegada del Señor para que haga más luminoso el vivir de la humanidad, a menudo inmerso en las tinieblas del pecado, de la injusticia, de la mentira y de la violencia. El canto de los 24 ancianos se modula sobre la rima de dos salmos: uno, es un canto mesiánico; el otro, celebra la realeza divina. De tal modo que se consigue el objetivo de exaltar el juicio justo y resolutivo que el Señor está a punto de cumplir en la historia humana.

Dos son los aspectos de esta intervención benéfica, como dos son también los trazos que definen el rostro de Dios. Él es Juez, pero también Salvador; condena el mal, pero recompensa la fidelidad; es justicia, pero es sobre todo amor. Significativa es la identidad de los justos, ahora salvados en el Reino de Dios. Ellos están distribuidos en tres categorías de “siervos del Señor”: profetas, santos y los que temen su nombre. Es una especie de retrato espiritual del pueblo de Dios, según los dones recibidos en el bautismo y florecidos en la vida de fe y de amor.

El himno está elaborado, dijo también Juan Pablo II, con la utilización de otros versículos del capítulo 12, que se refieren a una escena grandiosa y gloriosa del Apocalipsis. En ella se enfrenta “la mujer que ha dado a luz al Mesías” y “el dragón de la maldad y de la violencia”. En este duelo entre el bien y el mal, entre Iglesia y Satanás, de pronto resuena una voz celestial que anuncia la derrota del “Acusador” Satán. El demonio es obligado a callar y en la base de su derrota está “la sangre del Cordero”, la pasión y muerte de Cristo Redentor. Una victoria a la que está asociado también el testimonio del martirio de los cristianos.

Este fue el resumen de la catequesis del Papa en español leído por el P. Fernando del Río, agustino, de la Secretaría de Estado.

Queridos hermanos y hermanas:
En el Cántico que hemos escuchado se evoca el himno que entonan los justos de todos los tiempos, al manifestar Dios todo su esplendor e instaurar definitivamente su reino de justicia, de amor y de verdad. Lo alaban porque condena el mal pero recompensa la fidelidad. Es, pues, el Salvador que ha vencido al Acusador, es decir, a quien insinúa dudas e incertidumbres en el creyente fiel y en quien hace el bien con sincero corazón.

El Cántico se transforma así en una gozosa profesión de fe en la victoria definitiva de Dios en Cristo Jesús, a la que ha querido asociar a cuantos han confiado en Él con perseverancia, no obstante las dificultades, que ha llevado a muchos de ellos incluso al martirio.

Y este fue el saludo del Papa en español a los fieles y peregrinos de nuestra lengua presentes en la plaza de san Pedro.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, e invito a todos a acoger en sus corazones los dones del Espíritu Santo, para ser así testigos en el mundo del amor supremo de Dios y de la salvación definitiva en Cristo.

Y como es ya habitual, al final de la Audiencia, el Santo Padre dirigió unas palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. A todos ellos, el Papa les invitó a que imiten a San Felipe Neri, cuya memoria se celebraba ese día: “esforzaos como él en servir a Dios con dicha y en amar al prójimo con sencillez evangélica”.

 

«NO PODEMOS CALLAR» ANTE VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS EN TODOS LOS CONTINENTES

«No podemos callar» ante las violaciones de los derechos humanos en todos los continentes. «La humanidad está herida y escarnecida». Era el nuevo apremiante llamamiento del Papa contra las torturas, el terrorismo y las guerras y en favor del diálogo entre las religiones y de la solidaridad de la comunidad internacional hacia los países pobres, al recibir el jueves a siete nuevos embajadores ante la Santa Sede.

«De todos los continentes llegan constantemente informaciones inquietantes sobre la situación de los derechos humanos, mostrando a personas –hombres, mujeres y niños– torturados y profundamente escarnecidos en su dignidad, yendo en contra de la Declaración universal de los Derechos del hombre (cf. art. 5)». Lo lamentaba Juan Pablo II el jueves, advirtiendo que junto con las víctimas de estas violaciones se hiere y escarnece a «la humanidad entera».

En su discurso a los embajadores de Surinam, Sri Lanka, Malí, Yemen, Zambia, Nigeria y Túnez - que presentaron sus Cartas Credenciales - el Papa hizo hincapié, una vez más, en que «todo hombre es nuestro hermano en humanidad, por lo que no podemos callar ante semejantes violaciones, que son intolerables». Y, en este contexto, recordando el deber de «todas las personas de buena voluntad, tanto de aquellos que tienen cargos de responsabilidad como de los simples ciudadanos, de hacer todo lo posible para que se respeten los derechos de todo ser humano», Juan Pablo II lanzó un nuevo llamamiento: «Hoy me apelo a la conciencia de nuestros contemporáneos. Pues es la conciencia de los hombres la que debe ser educada, para que cesen para siempre las violencias insoportables que pesan sobre nuestros hermanos en humanidad y para que todos los hombres se movilicen en favor del respeto de los derechos fundamentales de toda persona. No podremos vivir en la paz y en nuestro corazón no podrá morar la paz hasta cuando todos los hombres no sean tratados dignamente».

Reiterando que «nuestro deber es el de la solidaridad para con todos» y que «no se podrá alcanzar la paz si no nos movilizamos todos», «con el fin de que todo hombre del planeta sea respetado», y recordando asimismo que «sólo la paz permite esperar en el futuro», el Santo Padre puso de relieve, en particular, la responsabilidad de los diplomáticos. Pues ellos tienen la misión de estar al servicio de las relaciones fraternas entre las personas y entre los pueblos. En su discurso general a los siete nuevos embajadores, el Papa expresó sus mejores deseos de paz para los gobiernos y pueblos de estos países, así como para toda la humanidad.

Justicia y Paz, que Juan Pablo II invocó también en su discurso al nuevo embajador de Túnez, tras recordar el apego de esta nación, precisamente a la causa de la paz. «Ante la actual situación internacional, marcada por la violencia intolerable del terrorismo y sacudida por la inestabilidad de numerosas regiones del mundo, en especial en Oriente Medio», el Papa enfatizó que «es urgente» que se unan los esfuerzos de los hombres de buena voluntad en favor de la paz.

Subrayando luego que «la Santa Sede no escatima esfuerzo alguno para que se logre la paz» y que, al mismo tiempo, «recuerda a cada miembro de la comunidad internacional sus propias responsabilidades» en esta importante meta, Juan Pablo II volvió a insistir - como ya ha afirmado en numerosas oportunidades - en que «sólo por medio de las negociaciones, en un diálogo franco y firme, se podrá lograr que los adversarios y los beligerantes encuentren caminos nuevos para resolver los conflictos y para restaurar una situación estable de justicia y de respeto mutuo».

El Papa dirigió un nuevo y apremiante llamamiento «a las personas que tienen alguna autoridad en el desarrollo de las guerras», recordándoles que «su primera misión es la de brindar la paz a los hombres y a los pueblos, para que cada uno pueda afrontar su porvenir y el de sus familias con confianza y serenidad». Bien sabemos, señaló también Juan Pablo II que «la violencia y la guerra» «no pueden resolver los conflictos. Todo lo contrario, lo que hacen es engendrar profundas heridas y daños de tal alcance que provocan rencores duraderos entre las personas y los pueblos, minando, por largo tiempo, toda posibilidad de diálogo y respeto».

Expresando su satisfacción por la convergencia entre Túnez y la Santa Sede en lo que respecta al logro de la paz en todo el mundo, el Papa se refirió, en particular, «al conflicto que dura ya desde hace demasiados años en Tierra Santa y que hiere gravemente la conciencia de todos los creyentes». Y, en este mismo contexto, hizo hincapié en la «larga experiencia de la fe cristiana en el diálogo con las sociedades humanas a lo largo de la historia», subrayando que «la religión, en su esencia verdadera, es un poderoso camino de humanización para el hombre».

El Santo Padre alentó el compromiso de Túnez en favor del diálogo sincero entre las culturas y las religiones y recordó que éstas -«en particular el Cristianismo y el Islam, tienen mucho que hacer aún, cada uno en su lugar, para establecer entre ellas un diálogo verdadero, respetuoso y fecundo, para denunciar toda manipulación de la religión al servicio de la violencia y para convencer a los hombres, sobre todo a los responsables políticos, que tienen que comprometerse en la construcción de la fraternidad y de una paz justa y duradera entre todos».

Los esfuerzos realizados para la democratización de Nigeria fueron el hilo conductor del discurso del Papa al nuevo embajador de esta nación africana. El Pontífice elogió y animó al pueblo de Nigeria que está afrontando complejos retos para reforzar su democracia. En particular el Papa citó los episodios de violencia en la región del delta del Níger, las tensiones étnico-políticas en el noroeste del país y los problemas de corrupción, pobreza y enfermedades.

En este contexto el Santo Padre subrayó el papel fundamental de las religiones en la construcción de la paz. “Cuando comunidades o pueblos de distintas religiones conviven en la misma área es posible que se desarrolle o aumente la tensión, porque implica pasiones que pueden evolucionar en violentos conflictos”. Por esta razón –subrayó el Papa- es de vital importancia hacer el llamamiento de que el recurso a la violencia en el nombre de la religión es una perversión y que nunca puede ser justificada.

El Pontífice expresó su deseo de que los enfrentamientos sangrientos entre las comunidades nigerianas de distinta etnia o credo religioso puedan resolverse a través del diálogo sincero, la reconciliación y la comprensión mutua. Y precisamente el papel de la Iglesia Católica en Nigeria se dirige a la pacificación por medio de la educación, la sanidad y el servicio social. Por esta razón Juan Pablo II expresó su deseo de que el gobierno pueda resolver las dificultades que están encontrando los misioneros para renovar sus visados.

En su discurso al embajador de Yemen el Papa expuso la visión de la Iglesia respecto a los derechos humanos, cuyo respeto implica la garantía de la paz y el desarrollo. Y entre ellos el Santo Padre se refirió en particular a la libertad de una auténtica práctica religiosa, la posibilidad de construir lugares de culto incluso para las minorías religiosas, la participación activa de los todos los ciudadanos en la vida democrática y el acceso a la educación.

En este mismo contexto el Santo Padre pidió para la comunidad católica yemení la prometida autorización para construir una Iglesia y un centro pastoral en la capital, y que en la ciudad de Aden le sea restituida su propiedad. En otro momento de su discurso el Pontífice elogió los recientes esfuerzos del gobierno para erradicar el daño perpetrado por grupos terroristas, muy apreciados por la comunidad internacional.

También en sus discursos a los embajadores de Malí y de Sri Lanka, el Papa reiteró la necesidad de impulsar las relaciones pacíficas y fraternas entre todos los hombres. Y pasando revista a las necesidades de ambos países, Juan Pablo II subrayó el aumento de la desertificación en Malí, dirigiendo un llamamiento a la solidaridad de la Comunidad internacional. Con el anhelo de que se cumplan las promesas formuladas por los países industrializados en favor de los más pobres.

En lo que respecta a Sri Lanka, el Papa manifestó su esperanza en el actual proceso de paz. Y destacó que el cese del fuego, que se ha decretado en esta nación asiática, «representa una preciosa oportunidad» para que las partes en conflicto concentren sus esfuerzos en la construcción de una paz duradera, en el respeto de las diferencias y en el compromiso de la reconciliación, la justicia y la solidaridad.

Otro de los embajadores recibidos por el Papa fue el de Zambia, a quien Juan Pablo II manifestó que “la solidaridad es el instrumento seguro para superar los contrastes étnicos y la intolerancia religiosa”. Especial hincapié hizo el Papa en las plagas que afligen a África, como la deuda externa, los conflictos y el SIDA, que sólo pueden resolverse a través de un espíritu de solidaridad que defienda la libertad de cada persona y la seguridad de cada nación. También el Pontífice elogió el papel pacificador de Zambia especialmente en la zona de los Grandes Lagos.

La globalización y el diálogo entre las distintas religiones y culturas fueron los temas principales del discurso del Papa al embajador de Surinam. Juan Pablo II manifestó que para que exista una convivencia pacífica entre comunidades con distintas tradiciones culturales y religiosas es necesaria una defensa vigorosa y la promoción del ser humano. En cuanto a la globalización, que en sí misma es un fenómeno neutral, el Papa subrayó los aspectos de ésta que empeoran la situación de los pobres. Por esta razón, advirtió el Pontífice, la comunidad internacional debe esforzarse en el plano ético y de responsabilidad, y como signo tangible de solidaridad ha renovado su llamamiento a la reducción de la desuda externa de los países en vías de desarrollo.

 

PROCLAMACIÓN EFICAZ DEL EVANGELIO PARA CONTRARRESTAR AGNOSTICISMO

Para contrarrestar la difusión del agnosticismo y del relativismo, en las sociedades contemporáneas occidentales, se requiere una proclamación eficaz del Evangelio. El Santo Padre recibía el vienes a los obispos de la séptima región de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, de las provincias eclesiásticas de Indianápolis, Chicago y Milwauke, que concluían así su quinquenal Visita ad Limina Apostolorum. Y en su discurso, Juan Pablo II puesto de relieve la necesidad de una «proclamación eficaz del Evangelio en las sociedades contemporáneas occidentales para contrarrestar la difusión del agnosticismo y del relativismo».

Tras hacer hincapié en que «la misión profética le corresponde a todo cristiano, y, en especial a los obispos, que son «mensajeros del Evangelio y maestros de la fe», el Papa reflexionó sobre los desafíos que debe afrontar la Iglesia en Estados Unidos. Señalando que en este país, la Iglesia está llamada a una nueva evangelización, para «responder a las profundas necesidades religiosas y a los anhelos de una sociedad que corre el riesgo de perder sus raíces espirituales, cediendo ante una visión del mundo sin alma y meramente materialista», el Pontífice reiteró la necesidad de percibir «los signos de los tiempos».

En particular, el Santo Padre puso de relieve también la importancia de «preparar a la juventud al diálogo entre los mismos jóvenes sobre el mensaje cristiano para la construcción de un mundo más justo, humano y pacífico». En este contexto, Juan Pablo II recordó el papel de relieve que les corresponde a los laicos, que están llamados a «impulsar la misión profética de la Iglesia, evangelizando los distintos sectores de la vida familiar, social, profesional y cultural».

El Papa animó a los prelados estadounidenses a perseverar en el compromiso profético que asumieron desde el Concilio Vaticano II sobre importantes temas sociales, como el respeto de la vida humana y la tutela de la familia, de la justicia y de la paz. Juan Pablo II destacó como «elemento esencial», en el diálogo de la Iglesia con la sociedad de hoy, «la correcta presentación de la relación entre fe y razón en la catequesis y en la oración». Finalmente, el Papa exhortó a una auténtica comprensión bíblica para que se aprecie mejor el papel de la Iglesia. Para que «la Palabra de Dios no quede encadenada. Sino que resuene por doquier en toda su verdad liberadora, de gracia y salvación».

 

TESTIGOS DE PAZ Y DE AMOR DONDE LA PROVIDENCIA DIVINA OS CONDUZCA

«Que mantengáis encendido, en la mente y en corazón, el fuego vivificante del Espíritu Santo, que en estos días estamos implorando ardientemente, siendo testigos de paz y de amor en todos los lugares donde la Providencia divina os conducirá». Era el deseo de Juan Pablo II recibiendo el sábado a los miembros de la Academia Pontificia Eclesiástica, institución en la que desde hace 303 años se forman los sacerdotes que serán miembros del servicio diplomático de la Santa Sede, en las Nunciaturas y en la Secretaría de Estado.

En vísperas de la solemnidad de Pentecostés, que ilumina la vocación misionera de la Iglesia, recordando que después de haber recibido este soplo vital, los Apóstoles iniciaron con valentía y entusiasmo a recorrer el mundo, para anunciar la Buena Nueva, el Papa deseó a los alumnos de la Academia Pontificia Eclesiástica que mantengan vivo el fuego del Espíritu Santo, testimoniando la paz y el amor: «Queridos alumnos, os deseo que mantengáis encendido, en la mente y en corazón, el fuego vivificante del Espíritu Santo, que en estos días estamos implorando ardientemente, y que seáis testigos de paz y de amor en todos los lugares donde la Providencia divina os conducirá».

Al recibir a los miembros de la Academia Pontificia Eclesiástica, encabezados por su presidente, el arzobispo español Justo Mullor García, el Santo Padre destacó su alegría por esta audiencia especial, con la que se clausura el año académico de dicha institución. Y tras felicitar a Mons. Mullor García por el vigésimo quinto aniversario de su ordenación episcopal, el Papa extendió su saludo a toda la comunidad de esta Academia, formadores y alumnos, que proceden de varios países.

Refiriéndose a la evangelización en el contexto de culturas distintas y, en especial en el diálogo con las instituciones civiles nacionales e internacionales - marco en el que se desarrolla la específica misión de los alumnos de la Academia Pontificia Eclesiástica - Juan Pablo II recordó a los futuros miembros del servicio diplomático de la Santa Sede que «manteniéndose en contacto con el Papa, las Representaciones Pontificias están llamadas a representarlo ante las comunidades eclesiales de los países a donde han sido llamados, ante los gobierno de las naciones y ante los organismos internacionales».

Tarea –señaló el Santo Padre– que requiere especiales cualidades y formación. Ello exige del personal de dichas Misiones, capacidad de diálogo, conocimiento de los distintos pueblos, de sus expresiones culturales y religiosas, así como de sus legítimas expectativas. Al mismo tiempo –destacó Juan Pablo II - es indispensable una adecuada formación teológica y pastoral y, sobre todo, una fidelidad madura y total a Cristo. Con la oración y la constante búsqueda de su voluntad.

Juan Pablo II finalizó sus palabras a los alumnos y formadores de la Academia Pontificia Eclesiástica rogando que la Virgen María vele sobre todos ellos y los haga «mansos y valientes apóstoles de su Hijo divino». Con el anhelo de que «nunca las dificultades» frenen su generosa dedicación a Cristo y a la Iglesia. Recordamos que entre los ilustres miembros de esta Institución se encuentra el Siervo de Dios Pablo VI.

 

BULGARIA Y MACEDONIA RINDEN HOMENAJE A CIRILO Y METODIO

El lunes, Juan Pablo II recibió en sendas audiencias, al presidente de la República de Macedonia, Branko Crevenkovski, acompañado de su esposa y séquito y al presidente del parlamento de Bulgaria, Oghnjan Gerdjikov, también acompañado de su esposa y séquito. Con estas delegaciones, ambas naciones rinden homenaje a Cirilo y Metodio, compatronos de Europa y que se veneran en la basílica romana de San Clemente.

Y es que, ese día los pueblos macedonio y búlgaro celebran la fiesta religiosa ortodoxa y la civil de la herencia cultural eslava a la que estos dos santos hermanos de Salónica – Cirilo y Metodio - aportaron una contribución fundamental, con la creación de un alfabeto nuevo adaptado a la lengua eslava. Recordamos que en Roma se encuentra la tumba de San Cirilo y que, Juan Pablo II donó a los fieles de la comunidad ortodoxa búlgara de esta ciudad la iglesia romana de los Santos Vicente y Anastasio, que se encuentra en la plaza Fontana di Trevi.

En su saludo al presidente de la República de Macedonia, el Papa expresó su satisfacción por el sabio compromiso de este pueblo en el camino de la paz y reconciliación. Y alentó a los macedonios a proseguir por esta senda, pues el diálogo y la búsqueda de la armonía les conducirá a dedicar cada recurso humano y espiritual al progreso material y moral de la nación, en espíritu de cooperación con los países vecinos.

Juan Pablo II expresó asimismo su esperanza de que la República de Macedonia alcance pronto su legítimo anhelo de ser miembro de pleno derecho de la Europa unida, en la que «cada pueblo pueda sentirse en su hogar y plenamente aceptado».

Luego, en sus palabras a la delegación de Bulgaria, encabezada – recordamos - por el presidente del parlamento, el Papa extendió su saludo también al Patriarca Maxime y a los miembros del Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa búlgara. Con el anhelo de que el ejemplo de los santos Cirilo y Metodio «sostengan los esfuerzos de todos para reafirmar los valores espirituales que dan al alma al pueblo búlgaro su identidad y su fortaleza».

Refiriéndose luego con satisfacción al lugar que Bulgaria ha encontrado en la escena internacional, deseando que prosiga por el camino que ha emprendido hacia la libertad y la democracia, intentando consolidar también la concordia nacional, Juan Pablo II subrayó asimismo los esfuerzos de este país por permanecer de manera estable en las instituciones de la Unión europea y ha deseado que pronto también esta nación pueda realizar sus legítimas aspiraciones, «aportando, gracias a sus riquezas culturales y espirituales, arraigadas en sus tradiciones seculares, su propia contribución en la construcción europea».

 

“CONTINUAR POR LA VÍA DEL DESARROLLO Y DE LA PAZ”

“Continuar por la vía del desarrollo y de la paz”. Era el mensaje de Juan Pablo II al recibir el viernes al Primer Ministro de la República de Eslovenia, que ratificó el Acuerdo de colaboración entre la Santa Sede y este país.

Juan Pablo II recibió al Primer Ministro de la República de Eslovenia, Anton Rop, tras haber ratificado el Acuerdo entre la Santa Sede y este país sobre algunos temas jurídicos de interés común. El Papa, en su discurso al Primer Ministro esloveno, le instó a “continuar por la vía del desarrollo y de la paz” y al mismo tiempo dirigió, también, un saludo al Presidente de esta República, Janez Drnovsek, augurando que la colaboración entre Vaticano y Eslovenia continúe: “El Acuerdo que hoy ha entrado en vigor, testimonia el empeño de la República de Eslovenia de mantener buenas relaciones con la Sede Apostólica”.

Con estas palabras el Obispo de Roma recordó la importancia de estas buenas relaciones, porque “están fundadas en el respeto mutuo y en la colaboración leal de todos los habitantes de vuestro país, que desde hace poco forma parte de la Unión Europea”, señaló el Pontífice.

En referencia a esta reciente incorporación de Eslovenia a la Europa unida, Juan Pablo II reconoció en su discurso el “empeño” de este pueblo de “hacer de Europa una verdadera familia de Pueblos en un contexto de libertad y de mutua cooperación, salvaguardando, al mismo tiempo, la propia identidad cultural y espiritual”.

Por último el Santo Padre dirigió un pensamiento con afecto al pueblo esloveno, país que ha visitado ya en dos ocasiones, en 1999 y en 1996, y por el cual dijo “continuaré rezando”.

 

300 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE SAN PETERSBURGO

«En San Petersburgo, puerta que conduce al gran país de la Federación Rusa, todo habla del fecundo diálogo cultural, espiritual, artístico y humano entre el occidente y el oriente de Europa». Lo recordó Juan Pablo II al recibir al presidente de la asamblea legislativa de esta ciudad, manifestando asimismo su anhelo de que «esta constructiva disposición a la apertura siga ejerciendo su influencia positiva por el bien de la recíproca comprensión entre personas de tradiciones humanas, religiosas y espirituales distintas».

Señalando que con esta visita del presidente de la asamblea legislativa de San Petersburgo, Igor Sergeevich Rimmer, acompañado de su séquito, se ponen de relieve los sentimientos de estima recíproca y de intensas relaciones entre esta ciudad y la Sede Apostólica a lo largo de tres siglos - es decir, desde la fundación de la misma San Petersburgo - el Papa recibió con gratitud la medalla conmemorativa este importante aniversario, que la mencionada delegación ha venido a entregarle.

 

REGINA COELI: “QUE LOS CREYENTES SE CONVIERTAN ''EN SEMBRADORES DE ESPERANZA, EN AGENTES DE MISERICORDIA Y DE PAZ''

En sus palabras antes de Regina Coeli, Juan Pablo II pidió que los creyentes, testigos de Cristo, ''hombre nuevo'', se conviertan ''en sembradores de esperanza, en agentes de misericordia y de paz'', para ser ''signo e instrumento de la unidad de todo el genero humano''.

Juan Pablo II fiel a su cita dominical con los peregrinos llegados de todo el mundo a la plaza de san Pedro para rezar la oración del Regina Caeli, dedicó su tradicional alocución previa a la oración mariana para hablar de «la Iglesia, que está hoy de fiesta por la solemnidad de Pentecostés, que recuerda la prodigiosa efusión del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles en el Cenáculo».

«Cincuenta días después de Pascua se realizó lo que había prometido Cristo a los discípulos: es decir, que habrían recibido un bautismo en el Espíritu Santo, y serían investidos de la potencia de lo alto, para tener así la fuerza de anunciar el Evangelio a todas las naciones», dijo el Papa.

«Y animados por el fuego del Espíritu, -prosiguió el Papa, explicando el sentido de Pentecostés- los Apóstoles salieron del Cenáculo y empezaron a hablar de Cristo, muerto y resucitado, a todos los fieles llegados a Jerusalén de todas las partes, y cada uno les oía hablar en su propia lengua nativa». «Con Pentecostés se cumple el proyecto de Dios, revelado a Abraham, de dar vida a un pueblo nuevo. Nace la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo esparcido en el mundo. La Iglesia está compuesta de hombres y mujeres de todas las razas y culturas, reunidos en la fe y en el amor de la Santísima Trinidad, para ser signo e instrumento de unidad de todo el género humano».

Siendo conformados por el Espíritu a Cristo, hombre nuevo, los creyentes se convierten en sus testigos, sembradores de esperanza, agentes de misericordia y de paz.

El Santo Padre terminó sus breves palabras antes del rezo mariano de Regina Coeli, dirigiéndose precisamente a María Santísima, que contemplamos en el Cenáculo mientras recibe con los Apóstoles y los discípulos el don del Espíritu Santo. «Invoquemos confiados -ha dicho el Papa- su materna intercesión, para que renueve en la Iglesia los prodigios de Pentecostés y todos los hombres puedan acoger el gozoso anuncio de la salvación».

 

«ACOGER E IMPLORAR EL DON DEL ESPÍRITU SANTO, FUERZA DE AUTÉNTICA PAZ»

Juan Pablo II, al presidir las primeras vísperas de la solemnidad de Pentecostés, en la Plaza de San Pedro, invitó a «acoger e implorar el don del Espíritu Santo, luz de verdad y fuerza de auténtica paz».

Juan Pablo II presidió a las seis de la tarde del sábado, en la Plaza de San Pedro, las primeras vísperas de la Solemnidad de Pentecostés. En su homilía puso de relieve cómo “desde todos los lugares de la Iglesia se eleva unánime este canto: “Veni Creator Spiritus!, ¡Ven Espíritu Creador! Invoca al Espíritu del que recibe vida, el Soplo vital que anima su ser y su actuar».

El Papa invitó a todos los reunidos con él en la Plaza de San Pedro, «convertida en un gran Cenáculo», a revivir la experiencia de los Discípulos el día de Pentecostés. Y dirigiendo su pensamiento a su país natal, envió un saludo especial a los jóvenes polacos reunidos en oración en Lednica.

El Pontífice saludó de modo particular a los miembros de la Renovación en el Espíritu, pertenecientes a la familia del movimiento carismático católico, presentes en gran número en la solemne vigilia de oración que teñían del color rojo del Espíritu la Plaza de San Pedro, con los pañuelos y distintivos confeccionados para la ocasión. «Deseo que la espiritualidad de Pentecostés, les dijo, se difunda en la Iglesia, como un renovado impulso de oración, de santidad, de comunión y de anuncio». Y concluyó invitando a todos los creyentes a «acoger e implorar el don del Espíritu Santo, junto con la Virgen Orante, Madre de Cristo y de la Iglesia, luz de verdad y fuerza de auténtica paz».

Este encuentro de oración de universitarios y postuniversitarios, ha llegado ya a su octava edición, celebrándose cada año en la víspera de Pentecostés. En esta edición de 2004 han participado unos 150.000 jóvenes, muchos de ellos provenientes de diversas naciones europeas. El lema de este año era: “Dejaos pescar en la red del amor”.

Juan Pablo II alabó también la iniciativa de este movimiento denominada “Zarza ardiente”, que es una invitación a los fieles a volver a la contemplación del misterio eucarístico, para interceder por la plena unidad de los cristianos y por la conversión de los pecadores. El Papa expresó su deseo de que «esta iniciativa conduzca a redescubrir los dones del Espíritu». Y concluyó su homilía invitando a todos los creyentes a «acoger e implorar el don del Espíritu Santo, junto con la Virgen Orante, Madre de Cristo y de la Iglesia, luz de verdad y fuerza de auténtica paz».

 

REFLEXIONES PARA EL DÍA DE PENTECOSTÉS
DE LOS ESCRITOS DE SAN JUAN DE ÁVILA

¡Qué de grandezas usó el Espíritu Santo con los apóstoles! ¡Qué mercedes tan grandes les hizo! Dioles gracias del entendimiento. ¿Qué son ni qué saben los letrados ni filósofos del mundo sin éstas? Cuantos teólogos hay, sin gracia del Espíritu Santo nada son. Lo primero que les dio fue que claramente conociesen lo que les cumplía en todas las operaciones humanas, que sin errar pudiesen saber: “Esto me cumple y esto no me cumple”. Acá bien podemos nosotros conocer cuál es bueno y cuál es malo, pero no en particular. Nadie puede saber sino el Espíritu Santo cuál es mejor de esto, casado o no casado, clérigo o no clérigo, fraile o no fraile; aquí el Espíritu Santo alumbra, sabe particularmente cuál es mejor para tí. El Espíritu Santo es ayo de niños. ¡Y qué bien enseñado será el niño que de tal ayo saliere enseñado!

El Espíritu Santo, ayo del entendimiento y ayo y gobernador de la voluntad, no te dejará pasar con cosa mala de cuantas tu sensualidad te pidiere. Y pensarás hacer alguna cosa que no te cumpla. Él hará como no la hagas, sino al contrario de lo que pensabas hacer. Si no, preguntadlo a Jeremías, que, porque le maltrataban algunos porque profetizaba, dijo: ¿Quién me mete a mí en estas barajas? Profetízoles la verdad, y por eso me hacen muchos males. No tengo de profetizar más. Estando en este propósito, descendió fuego del cielo y tocóle, y como le tocó, vuelve, y si antes hablaba una palabra, después hablaba cuatro.

Cuando viene fuego del cielo, cuando viene el Espíritu Santo, quita el temor que el hombre tiene; pobreza, ni deshonra, ni hambre, ni vituperios, muerte, ni tentaciones de carne, ni al mundo, ni al demonio; todo cuanto mal estas cosas le pueden hacer, no lo tiene en una picadura de mosca. ¿Quién nos separará del amor de Cristo?, dice el apóstol san Pablo. Nada de esto nos puede apartar, porque, aunque parezcan muy crueles, nada nos espanta. Antes, cuantas cosas más graves nos acaecieren, tanto más crece nuestra caridad con la de Jesucristo, saliendo en todo lugar y en todas las cosas vencedores, ricos y honrados, no por nuestras fuerzas, no por nuestros merecimientos, sino por la ayuda y amparo de Jesucristo.

Cuando tengas el Espíritu Santo, él mata todo lo que daña. Cuando viene el Espíritu Santo, no basta nadie a resistirle. Esfuerza, hermano, que hoy es día de perdón, hoy se da fuerza para vencer y derribar aquello que te derribaba; hoy se dan fuerzas, si tú las quieres tomar; hoy es el día en el cual prometió Dios quitar el corazón de piedra, quitar la sequedad del alma; hoy es el día en que da corazones blandos, corazones arrepentidos; hoy es el día en que dará corazones aparejados para llorar vuestros pecados y saberlos conocer; hoy es el día en que os dará un soplo, dentro de vuestros corazones; un soplo que os dé vida, un soplo que os dé fortaleza, un soplo que os dé castidad, un soplo que os dé humildad, un soplo que os dé caridad y amor y todas las otras virtudes, un soplo que refresque vuestras almas.

Plegue al Espíritu Santo, por los merecimientos de Jesucristo, y por aquella sangre que derramó en la cruz por nosotros, tenga por bien venir en nuestros corazones y sanar nuestras almas, alumbrar nuestros entendimientos, para que conozcamos a Dios, y enderezar nuestra voluntad para solamente amar a Dios y olvidarse de las cosas del suelo, y darnos sus siete dones, para que, teniendo su gracia, nos dé la gloria.

 

PROFUNDO PESAR POR LAS INUNDACIONES EN REPÚBLICA DOMINICANA Y HAITÍ

Juan Pablo II, al conocer la dolorosa noticia de las graves inundaciones que se han originado en la República Dominicana y Haití transmitió su profundo pesar en sendos telegramas que ha enviado, en su nombre, el cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano.

El Santo Padre expresa su tristeza por las numerosas víctimas mortales y tantas familias sin vivienda, ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos y eleva sus plegarias al Señor para que conceda su consuelo a los afectados, inspirando asimismo sentimientos de solidaridad cristiana en quienes pueden colaborar prestando su ayuda ante los trágicos efectos de esta catástrofe natural.

Además de su sentido pésame a los familiares de los difuntos, Juan Pablo II expresa su paterna solicitud y cercanía espiritual a los damnificados, impartiendo a todos su Bendición Apostólica.

 

CONMEMORACIÓN DEL CENTENARIO DE LA SINAGOGA DE ROMA

«¡Shalom! ¡Oh, qué bueno, qué dulce habitar los hermanos todos juntos! (Sal 133 (132), 1). Con este deseo de paz y con este salmo de «la unión fraterna», Juan Pablo II daba comienzo al Mensaje que dirigió al Gran Rabino de Roma, con motivo de la conmemoración del centenario de la Sinagoga de la capital italiana, y que leyó en nombre del Santo Padre su Vicario General para la diócesis del Papa, cardenal Camillo Ruini.

«Lamentablemente, el pensamiento dirigido a Tierra Santa suscita en nuestros corazones preocupación y dolor por la violencia que sigue marcando esta región, por la demasiada sangre inocente derramada por israelíes y palestinos, que oscurece el surgimiento de una aurora de paz en la justicia», señaló Juan Pablo II, exhortando a rezar al «Eterno, en la fe y en la esperanza, al Dios de Shalom, para que la enemistad no siga arrollando en el odio a aquellos que evocan al padre Abraham – judíos, cristianos y musulmanes – y ceda su lugar a la conciencia clara de los vínculos que nos unen y de las responsabilidades que pesan sobre las espaldas de los unos y de los otros».

«El Dios de la justicia y de la paz, de la misericordia y de la reconciliación, nos llama a colaborar sin titubeos en nuestro mundo contemporáneo, desgarrado por conflictos y enemistades. Si sabremos unir nuestros corazones y nuestras manos para responder a la llamada divina, la luz del Eterno se acercará para iluminar a todos los pueblos mostrándonos los caminos de la paz, del Shalom. Quisiéramos recorrerlas con un solo corazón». Es el anhelo de Juan Pablo II, «no sólo en Jerusalén y en Tierra Santa, sino también en Roma».

«Juntos podemos hacer mucho en favor de aquellos que sufren cerca de nosotros debido a la marginación, por los inmigrantes y por los extranjeros, por los débiles y los indigentes. Compartiendo los valores en favor de la defensa de la vida y de la dignidad de todo ser humano, podremos aumentar nuestra fraterna cooperación de forma concreta».

Tras recordar que la comunidad judía romana es la más antigua de Europa occidental, Juan Pablo II destacó el importante significado de dicha conmemoración en Roma y, por lo tanto, la resonancia especial que produce en el corazón de su obispo, que es precisamente el Papa. Subrayando que al no poder acudir personalmente a esta celebración había pedido al cardenal Ruini que le representara, acompañado del presidente de la comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, cardenal Walter Kasper, el Santo Padre dirigió un cordial saludo al actual Gran Rabino de Roma y a todos los miembros de la comunidad judía romana, dedicando unas palabras especiales al Gran Rabino emérito, Elio Toaff, «que con espíritu abierto y generoso» le recibió en esa misma Sinagoga, el 13 de abril de 1986.

«Evento que permanece grabado en mi memoria y en mi corazón como símbolo que ha caracterizado, en los últimos decenios, las relaciones entre el pueblo judío y la Iglesia católica, después de los periodos a veces difíciles y atormentados», señaló el Papa, haciendo hincapié luego en que «la comunidad cristiana de Roma, a través del Sucesor de Pedro», participaba en la celebración de ayer con «el pueblo primogénito de la Alianza», «nuestros hermanos predilectos» en la fe de Abraham, nuestro patriarca…

Pasando revista a los importantes vínculos que nos unen y al importante camino «que hemos recorrido juntos desde ese 13 de abril de 1986, cuando, por primera vez – después del Apóstol Pedro – el Obispo de Roma», visitó la Sinagoga en lo que «fue un abrazo entre hermanos que se volvían a encontrar después de un largo periodo en el que no faltaron incomprensiones, rechazos y sufrimientos», Juan Pablo II ha recordado también que la Iglesia católica, con el Concilio Ecuménico Vaticano II, convocado por el beato papa Juan XXIII… abrió sus brazos a los judíos, recordando asimismo que «Jesús es judío y lo es por siempre».

Evocando «el reiterado, claro y definitivo rechazo del antisemitismo en todas sus expresiones» que la Iglesia reafirmó en el Concilio, el Papa destacó la necesidad también de seguir desarrollando la amistad, la estima y las relaciones fraternas. Relaciones que nos ven unidos asimismo en el «recuerdo de todas las víctimas de la Shoá, en especial de cuantos, en octubre de 1943, fueron arrancados de sus hogares y de la querida comunidad judía romana para ser internados en Auschwitz. Que su recuerdo sea una bendición y nos impulse a obrar como hermanos».

Sin olvidar a todos aquellos cristianos que, contra todo riesgo brindaron ayuda de forma concreta a los judíos perseguidos y, además de los pronunciamientos oficiales, la acción a menudo escondida de la Sede Apostólica, Juan Pablo II se ha referido asimismo a «la firme reprobación por parte de la Iglesia por las faltas de sus hijos e hijas de toda época» y al acto de arrepentimiento y solicitud de perdón «por sus responsabilidades de cualquier forma conectadas con las plagas del antijudaísmo y del antisemitismo». En este contexto, el Papa evocó la invocación de la misericordia de Dios, durante el Gran Jubileo, en la basílica de San Pedro en Roma, y su peregrinación a Jerusalén, cuando rindió homenaje a las víctimas de la Shoá.

 

LOS AFRICANOS DEBEMOS VENCER LAS DIFICULTADES POLÍTICAS Y ECONÓMICAS, LAS SITUACIONES DE VIOLENCIA Y DE POBREZA

«Los hombres de todas las religiones brindemos un rostro nuevo a África. El rostro de la amistad entre las personas y los pueblos». Era el llamamiento en nombre del Papa, en el funeral del cardenal Thiandoum, Arzobispo emérito de Dakar.

«Que la vida y la muerte del cardenal Thiandoum reavive nuestra esperanza. Que el mensaje que nos deja nos impulse a todos, en especial a todos los africanos, a darnos la mano. Juntos debemos vencer las dificultades políticas y económicas, las situaciones de violencia y de pobreza. Amando al continente africano, los hombres de todas las religiones brindemos un rostro nuevo a África. El rostro de la amistad entre las personas y los pueblos». Es el llamamiento que pronunció el jueves - en nombre del Papa – el cardenal Bernardin Gantin, Decano emérito del Colegio Cardenalicio, al presidir el funeral del cardenal Hyacinthe Thiandoum, arzobispo emérito de Dakar.

En su homilía, el Card. Gantin puso de relieve el profundo aprecio y los lazos de fraterna amistad que unieron a Juan Pablo II - desde que era Arzobispo de Cracovia - y al cardenal Thiandoum. «Hombre de una cualidad excepcional», afirma el mismo Papa en su último libro «Levantaos. Vamos».

Las exequias tuvieron lugar en la catedral de la capital senegalesa, donde desde el jueves se encuentra también la tumba de este purpurado, que - como subrayó también Juan Pablo II al conocer la noticia de su fallecimiento - ha sido «una presencia luminosa de África en la Iglesia». A lo largo de toda su vida como sacerdote, obispo y cardenal, Hyacinthe Thiandoum desarrolló su apostolado siguiendo el modelo del Buen Pastor.

El cardenal Thiandoum «supo ser padre, amigo, consejero», entregándose plenamente a las obras pastorales, eclesiales y humanas. En favor de los más pequeños, de los débiles, de los heridos por la vida, para que todos pudieran conocer la presencia misericordiosa de Cristo que cura con amor el sufrimiento de todos». Y «en esta tierra del Islam» - recordó también el enviado del Papa - numerosas personas quedaron prendadas por su testimonio de tolerancia y diálogo. Y por su impulso a la construcción de un una sociedad cada vez más humana y a la consolidación de relaciones fraternas y solidarias, trabajando sin cesar en la reconciliación entre las personas y los pueblos.

 

RUMANÍA: INAUGURADO CENTRO “CASA DE LA SAGRADA FAZ DE JESÚS”
ACOGIDA DE ANCIANOS Y DISCAPACITADOS EN INSTALACIONES ASISTENCIALES

El Santo Padre envió un mensaje al cardenal Fiorenzo Angelini, presidente emérito del Consejo Pontificio para la pastoral de los agentes sanitarios, que preside la delegación vaticana que inauguró el martes cerca de la ciudad de Bacau, en Rumanía, el Centro Socio sanitario “Casa de la Sagrada Faz de Jesús”. Se trata de un centro sanitario realizado, en la colina de Magura, por la Congregación de las religiosas Benedictinas Reparadoras de la Sagrada Faz de Nuestro Señor Jesucristo.

“Con la mente y el corazón”, el Papa se dirige en su mensaje a Rumanía, nación muy querida por el Pontífice, que recuerda con viva conmoción su memorable visita en 1999. “Peregrino de la fe y de la esperanza -escribe- fui acogido entonces con mucho calor por el presidente, las autoridades estatales, por Su Beatitud el Patriarca Teoctist y por todo el pueblo de la venerable iglesia ortodoxa de Rumanía. El Papa abraza también fraternalmente a los queridos obispos católicos rumanos de rito bizantino y latino.

Las nuevas instalaciones asistenciales con un lugar anexo de culto dedicado a Jesús, Eterno Sacerdote, están destinadas a acoger a personas ancianas y discapacitadas, empezando por los mismos sacerdotes. “Se trata de un importante servicio en favor de cuantos se encuentran en situación de pobreza o enfermedad y no tienen familiares que puedan ayudarles en sus necesidades”.

“La iniciativa constituye por tanto, -acaba diciendo Juan Pablo II- una concreta respuesta al mandamiento divino de amar a Dios y al prójimo con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas. Al mismo tiempo el centro sanitario prestará una solidaria aportación a las necesidades del país que, tras salir del juego comunista, está ahora reorganizando su vida económica y social.

 

RATIFICACIÓN DEL ACUERDO ENTRE LA SANTA SEDE Y EL ESTADO DE BRANDEBURGO

En la Nunciatura Apostólica de Berlín, el Nuncio Apostólico en Alemania, Mons. Erwin Josef Ender, y el Ministro presidente del Estado de Brandeburgo, Matthias Platzeck, procedieron el martes al intercambio de los instrumentos de ratificación del Acuerdo entre la Santa Sede y el mencionado Estado de Brandeburgo.

Dicho Acuerdo, que regula las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado de Brandeburgo, que había sido firmado en Potsdam el 12 de noviembre de 2003, entró en vigor el 26 de mayo.

 

PRESENCIA INTERNACIONAL PARA RENDIR SERVICIO A TODA LA FAMILIA HUMANA

"La presencia internacional de la Santa Sede está motivada exclusivamente por el deseo de rendir un servicio común a toda la familia humana. Desea de este modo atestiguar su interés constructivo en la causa del ser humano, la atención a sus necesidades fundamentales, empezando por el derecho fundamental a la nutrición, que es un ingrediente esencial del derecho a la vida".

Esta era la afirmación de monseñor Renato Volante, observador permanente de la Santa Sede en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y jefe de la delegación de la Santa Sede en la XVII Conferencia de la FAO para Asia y el Pacífico, celebrada en Pekín (China), del 17 al 21 de mayo.

"Parece que la situación de la seguridad alimentaria se hace cada vez más preocupante – observó el prelado -, el crecimiento de los sistemas de producción cada vez más ligado a métodos a larga escala, mientras aumenta el degrado ambiental que para el mundo de la agricultura significa también empobrecimiento del suelo y escasez de agua. Todo ello socava los niveles de seguridad alimentaria. Frente a estos desafíos, se hace cada vez más necesario mirar al futuro para comprender cual puede ser el papel de la FAO en los próximos años en esta región del mundo".

Monseñor Volante finalizó citando el discurso de Juan Pablo II en la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996. "Es de esperar –decía el Santo Padre en aquella ocasión- que vuestras reflexiones inspiren también medidas concretas para combatir la inseguridad alimentaria, que tiene entre sus víctimas a tantos de nuestros hermanos y hermanas, porque nada cambiará en el ámbito mundial si los responsables de las naciones no ponen en práctica los compromisos escritos en vuestro plan de acción para implementar políticas económicas y alimentarias basadas no solamente en el beneficio sino también en la división solidaria".

 

AREZZO: MARCHA POR LA PAZ EN IRAK Y EN ORIENTE MEDIO

El lunes por la noche, en el santuario franciscano de La Verna, en la provincia italiana de Arezzo, se celebró una marcha por la paz en Irak y en todo Oriente Medio, en la que participaron numerosos cristianos, judíos y musulmanes y que fue organizada por la Asociación Rondine Cittadella della Pace, con la colaboración de la comunidad franciscana y de los monjes de Camaldoli. Esta manifestación había sido presentada al Santo Padre durante la audiencia general del pasado 12 de mayo y dio comienzo con una conexión con Ur de los Caldeos, Bagdad y Jerusalén. Conexión en la que se pudo escuchar el saludo del Nuncio apostólico en Irak, Arzobispo Fernando Filoni, y del cardenal Walter Kasper.

La iniciativa, que fue bendecida por Juan Pablo II, forma parte de un amplio plan de paz. Plan que prevé además la firma de un «compromiso político común», por parte de personalidades de relieve de Europa. El Nuncio Apostólico en Irak declaró a nuestra emisora que se unía a todos los presentes en el santuario franciscano de La Verna recordando el texto bíblico de Tobías, «Aquel que es amigo de Dios ama la paz. Bienaventurados los que se alegran por la paz». El arzobispo Fernando Filoni destacó la gran necesidad de paz que tiene el pueblo iraquí. Pueblo que desde hace demasiados años sufre violencias, conflictos y violaciones de los derechos humanos.

Tras reiterar que «la paz no es sólo ausencia de guerras», sino que «la paz es devolver la dignidad que le corresponde a todo pueblo, reconstruir relaciones de respeto y de confianza entre los pueblos e impulsar el respeto y la estima hacia todas las culturas», el Nuncio Apostólico en Irak afirmó que la Iglesia iraquí, aún siendo pequeña, anhela ser fermento de bien, por medio de su testimonio del compartir los sufrimientos y de su caridad sin distinción, con el apoyo moral y espiritual de todos los que desean la paz verdadera».

 

«UN MENSAJE DE ESPERANZA» PARA LA COMUNIDAD CATÓLICA DE JERUSALÉN

El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y de la Comisión para las Relaciones con el Judaísmo, viajó el lunes a Jerusalén, para realizar una visita que finalizó el viernes. El cardenal Walter Kasper mantuvo encuentros con varias autoridades políticas y religiosas, en los que se trataron varios temas. Como las crecientes dificultades para la comunidad católica de Tierra Santa, que obligan a emigrar a numerosos católicos, en especial a los jóvenes. Otro tema delicado es el problema de la concesión de visas a los religiosos católicos.

Antes de emprender su viaje a Jerusalén, el cardenal Kasper declaró a nuestra emisora que con esta visita desea impulsar las relaciones entre católicos y judíos en Tierra Santa. El purpurado hizo hincapié, asimismo, en los encuentros que mantendrá con el patriarca ortodoxo y con el ecuménico. Y destacó que en la difícil situación en esta atormentada región «es necesario que la Iglesias colaboren en favor de la paz y del bien del pueblo judío y del pueblo palestino».

El mismo presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y de la Comisión para las Relaciones con el Judaísmo, expresó su deseo también de mantener encuentros con los Grandes Rabinos y con el jefe del estado israelí. Entre los problemas políticos que afecta a la comunidad católica en Tierra Santa, recordó los referidos a las visas y a las propiedades cristianas. El grave daño que supone el hecho de los que se ven obligados a emigrar y el profundo anhelo de los cristianos de «ser piedras vivas» de la sociedad. A la comunidad católica, el cardenal Kasper desea llevar «un mensaje de esperanza».

 

«CRISTIANOS Y MUSULMANES JUNTOS CONTRA EL TERRORISMO»

«Cristianos y musulmanes juntos contra el terrorismo», es el llamamiento que lanzó el Patriarca armenio Aram I Keshichian, durante el segundo congreso sobre «Diálogo internacional iraní y armenio» en Beirut. El Patriarca recordó que la religión constituye «el camino que conduce a la cooperación y la confianza recíproca entre los pueblos» y expresó su satisfacción por «el papel de la comunidad cristiana en Irán y las relaciones de convivencia, ya históricas, entre armenios cristianos e iraníes musulmanes».

El Patriarca armenio Aram I Keshichian hizo hincapié en que «las necesidades del mundo contemporáneo imponen a las religiones la superación de las diferencias teológicas, concentrándose en los valores espirituales, éticos y sociales». En este congreso en la capital libanesa participaron universitarios y académicos de Teherán, miembros del comité para el diálogo religioso en Irán, así como varios exponentes religiosos y laicos.

 

EL CARDENAL RENATO MARTINO VIAJA A UGANDA

El presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, el cardenal Renato Martino, viajó el domingo a Uganda, donde permanecerá cuatro días, en los que se reunirá con autoridades, organismos de Justicia y Paz y representantes de asociaciones religiosas y laicas que trabajan en el campo social. Asimismo, el cardenal Martino, a quien acompaña monseñor Bernard Munono Muyembe, también miembro del Consejo, tiene previsto visitar diferentes campos de refugiados y hospitales donde se encuentran las víctimas de la guerra que desde hace 18 años golpea a Uganda.

Serán tres las ciudades que visitarán, Gulu, Kalongo y Kitgum, todas al norte de este país que desde hace años sufre sanguinarios enfrentamientos armados. Dentro del programa, el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, tiene previsto la celebración de una solemne ceremonia, en Namugongo, en honor de los Mártires Ugandeses, por la fiesta anual de San Carlo Lwanga y de 21 Compañeros canonizados por Pablo VI en 1964.

A su llegada a la capital de Uganda, el cardenal Martino, pronunciará un discurso a los parlamentarios, a los miembros de la Comisión de Justicia y Paz y a los líderes locales, sobre el empeño de los cristianos laicos en el campo social político a la luz de la doctrina social de la Iglesia.

El lunes día 1 de junio viajará a Gulu para visitar los campos de refugiados de la zona y para reunirse con los líderes religiosos y laicos con el fin de trabajar por la paz y la reconciliación. Estos encuentros los repetirá los días sucesivos en las otras dos ciudades que visitará en el norte de Uganda, hasta el viernes, fecha en la que está previsto que regrese a Roma.

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

DIÓCESIS DE ARAÇATUBA (BRASIL)
El Santo Padre ha nombrado obispo de Araçatuba al sacerdote Sérgio KRZYWY, del clero de la diócesis de Assis, hasta ahora director espiritual del Instituto Teológico di Marília.

ARCHIDIÓCESIS DE WELLINGTON (NUEVA ZELANDA)
Juan Pablo II ha nombrado arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Wellington a Mons. John Atcherley DEW, hasta ahora obispo titular de Privata y Auxiliar de la misma archidiócesis.

DIÓCESIS DE DUNEDIN (NUEVA ZELANDA)
El Pontífice ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis, presentada por Mons. Leonard Anthony BOYLE, en conformidad al canon 401 § 2 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado obispo de Dunedin al reverendo Colin CAMPBELL, rector del Seminario Nacional en Auckland.

DIÓCESIS DE ADRIA - ROVIGO (ITALIA)
Juan Pablo II ha nombrado obispo de Adria - Rovigo (Italia) a Monseñor Lucio SORAVITO DE FRANCESCHI, hasta ahora párroco de la catedral de Udine y Vicario Episcopal para los Laicos.

DIÓCESIS DE BELLUNO-FELTRE (ITALIA)
Asimismo, el Papa ha nombrado obispo de Belluno - Feltre (Italia) a Monseñor Giuseppe Andrich, hasta ahora administrador diocesano de la misma diócesis.

SUPREMO TRIBUNAL DE LA SIGNATURA APOSTÓLICA
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia presentada por el cardenal Mario Francesco POMPEDDA, a norma del can. 354 del CIC, como prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y ha nombrado en su lugar prefecto del mismo tribunal a Mons. Agostino VALLINI, hasta ahora obispo de Albano, promoviéndolo al mismo tiempo a la dignidad de arzobispo.

BASÍLICA PATRIARCAL DE SANTA MARÍA LA MAYOR (ROMA)
El Papa ha acogido la renuncia presentada por el cardenal Carlo FURNO, al cargo de arcipreste de la Basílica Patriarcal de Santa María la Mayor en Roma y ha llamado a sucederle en el mismo encargo al cardenal Bernard Francis LAW, arzobispo emérito de Boston.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO DE PENTECOSTÉS (C): 30 de mayo de 2004
«Recibid el Espíritu Santo»

Hoy el evangelio comienza por decirnos cómo se encontraban los Apóstoles después de la muerte de Jesús: estaban en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Como José de Arimatea que, siendo discípulo de Jesús, lo mantenía en secreto por miedo a los judíos (Jn 19,38). O como aquél Nicodemo, que reconociéndolo como Maestro enviado por Dios, fue a verlo de noche para que nadie se enterara. O como tantos cristianos que creen en Jesucristo, pero que no dan la cara, cuando llega la ocasión. Esos que se callan y no lo manifiestan por respeto humano o porque no esté bien visto en el ambiente. Esos que pretenden encontrarse nada más que a solas con el Señor, y prescinden de acudir a su encuentro, con los demás, en la misa del domingo. Esos que son creyentes, pero que jamás entran en contacto con la Iglesia, ni se enrolan para nada en su misión... Sí, todavía quedan miedos o cobardías. Y el Señor viene hoy a disiparlas, como aquella vez.

Era también domingo, el día escogido siempre por el Señor Resucitado para encontrarse con los suyos. Aquellos primeros discípulos estaban encerrados por miedo. Y en esto que entró Jesús y se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. No, el Señor no se oculta. Da la cara y se pone en medio para darles la paz. Esa paz que es fruto de su victoria sobre el pecado y la muerte. Por eso, no se avergüenza de mostrarse como el crucificado, enseñándoles las manos y el costado. Sus llagas no son los vestigios de un fracaso, sino las señales de hasta dónde los amó. Son el trofeo de su victoria, la victoria de su entrega por ellos y del amor de Dios a todos los hombres. Y los discípulos, entonces, se llenaron de alegría. Es la primera condición para perder el miedo. Porque sólo el amor disipa los reparos y nos hace capaces de correr riesgo; porque es la alegría lo que nos impulsa a contagiar y compartir, sin poder ya callar.

Pero el Señor quiere lanzarlos a dar testimonio valiente y convincente de su salvación. Han de continuar su misión. Esa que a él le ha costado la cruz. Y, por tanto, en las llagas no sólo les muestra el resultado de su entrega, sino también el riesgo que han de estar siempre dispuestos a correr. Es lo que les encarga, a continuación: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. Era el mismo aliento que Dios exhaló sobre el hombre para darle la vida. El mismo que expiró el Señor desde la cruz al inclinar la cabeza, consumada ya su obediencia. El mismo que derramó sobre su Iglesia en este domingo de Pentecostés, para que manifestara al mundo entero las maravillas de Dios. En todas las lenguas; a todas las gentes; por todos los tiempos. El único capaz de destruir los efectos del pecado. El único capaz de reconciliar a los hombres con Dios, concediendo el perdón. El único capaz de congregar a los hijos de Dios dispersos. El único con el que poder discernir entre lo bueno y lo malo, según Dios.

Hoy nos asegura S. Pablo que nadie puede decir “Jesús es Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Sí, hermanos, sólo si le abrimos el corazón y nos dejamos invadir por Él, se nos quitarán los reparos y los miedos para confesar al Señor. Frente a los alardes que hace el mundo de sus vanos criterios; frente a las convicciones autosuficientes, donde sólo cuenta el hombre y sus proyectos; frente a todas las pretensiones arrogantes donde sólo cuenta lo que acaba con la muerte... El Espíritu que hoy exhala sobre los suyos el Señor nos puede quitar todos los reparos y todos los complejos. Nos puede iluminar para encontrar nuestro lugar en su Iglesia y en su misión. ¡Ese lugar que nadie ocupa, si no soy yo!

 

125 ANIVERSARIO PRESENCIA DE AGUSTINOS RECOLETOS EN SAN MILLÁN DE LA COGOLLA

En el conocido monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, célebre por haber sido cuna de la lengua española, están de fiesta este año porque se celebra el 125 aniversario de la presencia en el mismo de la orden de los frailes Agustinos recoletos.

Para que nos hable de esta efemérides, de este importante monasterio que pertenece a la provincia de san José, de la exposición conmemorativa y de la acción pastoral de la orden de los agustinos recoletos, invitamos al padre José Ángel Nieto, que es el prior del monasterio de San Millán de la Cogolla

 

OBISPOS MEXICANOS ESPERAN QUE SE CLARIFIQUE ASESINATO DE POSADAS

El lunes se cumplieron once años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, arzobispo de Guadalajara, en el aeropuerto internacional de la ciudad de esa ciudad, y los obispos del país han manifestado su disconformidad con el resultado que han arrojado las investigaciones que durante tres regímenes políticos se han venido llevando a cabo.

El cardenal Norberto Rivera Carrera y los miembros del episcopado mexicano conservan aún la esperanza de que se clarifique este asesinato en el murieron, además del cardenal Posadas, otras seis personas más. A su regreso de Roma, donde participó en la celebración del cumpleaños del Papa, el cardenal Rivera subrayó que «es importante, no solamente para la Iglesia, es importante para la historia de México que se llegue a conocer la verdad».

La nueva esperanza que se abre ahora reside en que en la Comisión que se ha formado en el Congreso mexicano, se revise todo el proceso y se esclarezcan algunos interrogantes que persisten todavía. La mencionada Comisión especial tiene de plazo desde mayo hasta diciembre de 2004 para citar nuevamente a testigos, reencauzar el juicio e investigar todas las anomalías que se hayan planteado alrededor de este crimen al que algunos miembros del episcopado han definido como crimen «de Estado».

El propio cardenal Rivera Carrera resumió la opinión de los obispos mexicanos al decir que «desde un principio se borraron evidencias» de forma intencional. Las dos tesis del asesinato del cardenal Posadas que se han manejado hasta ahora tienen que ver, una, con la confusión y otra con el complot. La tesis de la confusión, esgrimida por el gobierno en turno en 1994, y todavía no suficientemente desmentida, indica que el cardenal Posadas fue víctima del fuego cruzado entre dos bandas enfrentadas de narcotraficantes.

La tesis del complot, defendida por el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, sucesor de Posadas en Guadalajara, indica que sectores estatales se aliaron para acallar al cardenal, que estaba en conocimiento de presuntas revelaciones que involucraban altos funcionarios de la administración local y federal.

 

GUADALAJARA: III CUMBRE LATINO AMÉRICA - UNIÓN EUROPEA

Los secretarios generales de la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) y sus homólogos del Consejo Episcopal Latino Americano (CELAM), han enviado un mensaje conjunto a los participantes en la cumbre Latino América - Unión Europea que el viernes se abrió en Guadalajara (México), haciendo un llamamiento al fortalecimiento de la dimensión espiritual y ética entre las dos regiones.

Se trata de la 3ª cumbre Latino América - Unión Europea, y en esta ocasión, el punto de mira está en el tema de la cohesión social. En su mensaje conjunto, el obispo Andrés Stanovnik y monseñor Noël Treanor, hicieron un llamamiento a los jefes políticos para que “reconozcan la importancia de los valores comunes y de la cohesión social espiritual”. Asimismo, enfatizaron la importancia de la herencia de la fe cristiana que comparten las dos regiones.

Otros de los puntos que remarcaron en su carta los miembros de la COMECE y del CELAM, han sido, por un lado, la función de las élites, especialmente en Latino América, pidiendo que se comporten de forma ética, sobre todo en relación con los impuestos, y por otro lado, al Sindicato Europeo le ha solicitado que cambie sus políticas injustas con relación al acceso a la comercialización y a los subsidios exportadores, especialmente en el sector de la agricultura.

Para finalizar, los Secretarios Generales hablan en su misiva de la “necesidad de promover formas de integración regional que ofrezcan más comercio libre y justo, y para que las dos regiones para trabajen juntas en la construcción de sistemas mejores de gobierno mundial”. Concluyen afirmando el compromiso de la Iglesia Católica tanto con los Sindicatos Europeos, como con Latino América, “con el fin de trabajar por el bien común mundial”.

 

LA COMUNIDAD DE SAN EGIDIO Y EL PROCESO DE PAZ EN LIBERIA

La Comunidad de San Egidio desde hace tiempo está empeñada en dar vida, participar y sostener el proceso de paz en Liberia. Con esta intención y dado el delicado momento que atraviesa el país africano, donde se ha iniciado el proceso de desarme tras la firma de los acuerdos de paz en agosto del año pasado, la Comunidad de San Egidio ha invitado en Roma a los representantes del gobierno y de las distintas facciones para discutir juntos sobre el futuro de Liberia.

Durante los dos días que ha durado el encuentro, cada una de las partes ha expresado su empeño para que la reconstrucción de la paz en Liberia sea una realidad. Con tal motivo han firmado un declaración en la que confirman la aspiración que tiene toda la población del país para vivir en paz y en la que se comprometen a sostener sin ahorrar esfuerzos para que sea respetado y escrupulosamente aplicado el contenido del acuerdo de paz firmado en agosto de 2003 en Accra.

 

UN PASO ADELANTE EN EL CAMINO PARA PONER FIN A LA GUERRA EN SUDÁN

Los miembros de la Campaña Italiana por la Paz y los Derechos Humanos en Sudan han mostrado su satisfacción ante la firma del acuerdo, el pasado miércoles 26 de mayo en Naivasha (Kenia), del protocolo de acuerdo de paz entre el gobierno de Khartoum y el del Movimiento de Liberación de las Personas de Sudán (Sudan People’s Liberation Movement/ Army) ya que, como señalan en un comunicado de prensa: “significa un paso adelante fundamental en el duro camino para poner fin a una de las guerras civiles más largas de los últimos decenios”.

Han sido 21 años de guerra que han causado inimaginables sufrimientos, además de dos millones de víctimas y casi cinco millones de refugiados y desplazados. A través de la firma del acuerdo, ambas partes tienen que demostrar, en los próximos meses, su empeño de paz, proceso que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional que acompañará a esta región.

Pero los miembros de la Campaña italiana por la paz y los derechos humanos en Sudán, no quieren que el optimismo haga olvidar los otros numerosos focos de conflicto que todavía están abiertos en este país africano. Por ello, en el comunicado ratifican su empeño a informar y sensibilizar a la opinión pública y al mundo político sobre la situación en Sudán, con el fin de conseguir la paz que con la firma de este acuerdo ha dado sus primeros pasos.

 

DÍA DE ÁFRICA

El 25 de mayo Naciones Unidas estableció el Día de África, el motivo por el que se eligió esa fecha fue que este día de 1963, 32 países independientes de África, se reunieron en Addis Abeba, la capital de Etiopía, para firmar la Carta mediante la cual se creó la Organización de la Unidad Africana (OUA). Este hecho marcó uno de los objetivos principales que caracterizaron el pensamiento de los líderes africanos desde los años sesenta, cuando celebraron su independencia y buscaban una forma de integrarse política y económicamente.

Llegar a esta unidad no fue fácil ya que los mismos africanos estaban divididos entorno al carácter que tenía que darse a esta nueva organización continental, pero se logró, y actualmente, 39 años después, sí hay motivo para celebrarlo. Este fue un gran logro, pero, al mismo tiempo, no hay que olvidar los graves problemas que afectan al continente africano, como el hambre, la pobreza y el SIDA principalmente.

“Hacer progresos en cuanto al desarrollo humano es como correr una carrera de obstáculos, con problemas constantes, con nuevos obstáculos que superar y con logros que pueden retroceder ante fuerzas como las epidemias, los conflictos armados y la perturbación económica, (PNUD 1998, 34), esta combinación lleva lamentablemente a África”. De este modo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha denunciado la situación que se vive en el continente africano.

Este llamamiento ya lo hizo Juan Pablo II en 1999, cuando se preguntaba “¿Por qué los avances para resolver el problema de la deuda son tan lentos?, ¿Por qué tantas vacilaciones?, ¿Por qué tanta dificultad para proporcionar los fondos necesitados, incluso para las propuestas ya acordadas?”. Ante estas preguntas, el Papa respondió diciendo: “son los pobres quienes pagan el costo de la indecisión y del retraso”.

En África uno de los principales factores en la reversión del desarrollo humano es la incidencia de la epidemia del SIDA que aumenta a un ritmo de 16.000 nuevos contagios por día, pasando de 22,3 millones de infectados en 1996 a casi 31 un año después, es decir, 9 millones de casos más en un sólo año. A esto hay que añadir, que África es el continente que tiene más migrantes per cápita y menos que pueden migrar a países más ricos del norte.

Paradójicamente, otro de los graves problemas de África ha sido su riqueza, ya que ha sido un continente continuamente explotado hacia fuera, nunca hacia dentro, de ahí que la deuda del continente siga aumentado día a día.

La creación de la Organización de la Unidad Africana (OUA) ha servido para presentar al mundo los problemas reales que vive este continente y para que se intentaran encontrar soluciones concretas. Uno de los problemas principales de este continente es que a partir de la independencia en los años sesenta, iniciaron los conflictos como herencia de la colonización misma, ya que los estados africanos fueron delimitados al azar. Este ha sido un gran reto para los africanos, de ahí los primeros conflictos y luchas interétnicas a partir de los años sesenta, pero hoy sigue siendo un problema real que tiene que ver con cuestiones nacionales y de identidad cultural.

Son varias las zonas conflictivas en este sentido. Entre ellas, la región de los Grandes Lagos, que abarca la República Democrática del Congo, Rwanda, Burundi, Uganda y Tanzania. Los problemas en esta región, donde a primera vista tenían un carácter étnico, han tomado otra dimensión que tiene que ver con disponer de espacio territorial que sea suficiente y disponer de recursos minerales, indispensables para ciertas economías del mundo desarrollado.

En particular, en el Congo existen enfrentamientos sangrientos desde hace seis años. En Angola, desde 1975 cuando accedió a la independencia. Los otros focos incandescentes están entre Etiopía y Eritrea. Aunque si bien desde diciembre del año pasado, ha habido un avance hacia la pacificación de esta región.

¿Pero existe una esperanza para África?. Sí, la gran esperanza de este continente es Sudáfrica, que hoy en día, se perfila como el país líder desde el punto de vista político, en términos de su práctica democrática. A nivel económico, es un país con una infraestructura económica sólida y con capacidad para incentivar y promover los procesos de integración a nivel no solamente sub-regional, sino también puede servir también de modelo para otras regiones.

Sudáfrica ha dado lecciones de lo que deberían ser las relaciones mundiales de hoy en día, basadas en la tolerancia, por eso es necesario dar a conocer al mundo la realidad de este continente explotado por unos pocos y olvidado por todos, en el que el hambre, la pobreza, la marginación y el SIDA están a la orden del día, sobre todo el 25 de mayo, día en el que todos somos africanos.

 

“LLEVAMOS EL AMOR AL MUNDO ENTERO”
V CONGRESO NACIONAL DE LA INFANCIA MISIONERA

Se clausuró el sábado en el santuario polaco de Jasna Gora el V Congreso Nacional de la Infancia Misionera con el eslogan “Llevamos el amor al mundo entero”. Para este encuentro misionero que inició ayer viernes en la localidad de Czestochowa, los niños llevan preparándose ya desde hace tiempo. Ayer por la tarde tuvieron lugar dos encuentros sobre dos temas distintos: “La historia y el jubileo de los 160 años de la Infancia Misionera” y otro sobre “el compromiso de la Infancia Misionera, según el Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II”. Un momento particularmente sugestivo fue la iniciación misionera de los niños. Durante esta celebración los pequeños portaban una vela como símbolo de la Luz que llevan al mundo y con la cual rezaron en la vigilia de Pentecostés. La celebración eucarística de hoy ha sido presidida por el secretario general de la Conferencia Episcopal Polaca, Mons. Piotr Libera.

 

DIÁLOGO POR LA PAZ. EXPERIENCIAS DE LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD

Concluyó el domingo en el Centro del Movimiento de los Focolares Mariápolis de Castel Gandolfo, el séptimo Congreso del Centro del Diálogo, entre personas de diversas convicciones, sobre el tema: “En diálogo por la paz. Experiencias de libertad, igualdad, fraternidad”.

El encuentro se inició el viernes con una introducción sobre los temas fundamentales a tratar: la paz, los grandes valores humanos, el debate sobre las exigencia de nuevos criterios para el compartir, la interdependencia y la igualdad en las relaciones internacionales, todo ello como fundamento de un nuevo orden mundial.

Se han presentado experiencias de solidaridad en zonas de guerra y de fraternidad islámico-cristiana en Argelia. El domingo Chiara Lubich, fundadora del Movimiento Focolar, tuvo una intervención sobre la fraternidad como base de la paz. Entre los participantes se encontraba Paula Luengo, de Tucumán, Argentina, que nos resumió la importancia de este encuentro.

La situación en su país no es de las mejores en este momento....

Pero, usted que está implicada en proyectos de educación de niños y jóvenes ¿ve todavía una puerta abierta a la esperanza?

 

HEMOS LEÍDO PARA USTEDES

Bonaventura de SOUSA SANTOS, Crítica de la razón indolente. Contra el desperdicio de la experiencia, Desclée de Brouwer, Bilbao 2003, 470 pág.

Un libro para leer despacio, durante horas de tranquilidad, y con tiempo por delante. Su contenido, que es profundamente dialéctico, nos coloca ante la realidad en que vivimos, y nos invita a poner sobre el tapete las líneas constitutivas de nuestra manera de ser y de vivir. Nos cuestiona la realidad en sus dimensiones más íntimas, y nos traslada a un mundo de ideas que, necesariamente, nos han de cuestionar todo el montaje cerebral y social de nuestra existencia.

El profesor de Sousa Santos, ha trabajado durante muchos años la idea fundamental que expone en cuatro volúmenes, de los cuales el que intentamos analizar o, mejor, presentar, el primero. Bajo el sugestivo título genérico de CRITICA DE LA RAZÓN INDOLENTE, nos habla de en este primer volumen de una búsqueda, que nos lleve a un nuevo sentido común, para situar la ciencia, el derecho y la política en lo que él llama la “transición paradigmática”, en un segundo volumen, todavía no editado en español, analiza el DERECHO DE LA CALLE, incidiendo en el orden y desorden en las sociedades subalternas, para culminar su obra con dos últimos textos sobre emancipación y redención de la REDÓPOLIS, y una perspectiva hacia un futuro de la cultura política…

He dicho inicialmente que se trata de un amplio análisis dialéctico que necesita tiempo y serenidad de lectura y reflexión. Porque de Sousa Santos va al fondo mismo constitutivo de las sociedades actuales, y hace una autopsia implacable y sutil de las estructuras o paradigmas que las constituyen. Y se enfrenta con la indolencia de un pensamiento filosófico, social o político, que no se atreve a diseccionar con valentía el cuerpo de doctrinas, prejuicios, rutinas y esquematismos caducos que, según él, nos dictan los comportamientos.

No admite las inercias de transiciones preconcebidas, o aceptadas sin crítica. Y replantea con vigor las antinomias que surgen de una asunción sin juicio crítico de palabras e ideas que pasan a ser del acerbo común sin haber pasado por el crisol de una reflexión seria, que calibre su valor, su verdad o su capacidad de vigencia.

La razón indolente presencia el espectáculo, se detiene en sombras ficticias, no analiza con seriedad la serie gestual que podría delatar una manipulación inaceptable. Y se deja llevar sin capacidad de reacción ante las exigencias de nuevos paradigmas.

Es importante ver hasta qué punto esta reflexión filosófica tiene implicaciones sociales, culturales y religiosas, en la confrontación de las culturas en un mundo globalizado. Y de Sousa Santos se atreve a diagnosticar, invitando a seguirle en los planteamientos de nuevos paradigmas, que ayuden a reclasificar la realidad, en nuevas líneas estructurales, para él inevitables.

Libro profundo, para quien desee pensar con seriedad en las coordenadas que rigen el pensamiento de hoy, y que recomendamos a quienes busquen maneras de reorientar una sociedad tan compleja como la que estamos viviendo hoy.

Esperemos los tres volúmenes que completan la obra, para ver la amplitud y coherencia de un pensamiento que no es fácil captar en su totalidad y su trascendencia.