AUDIENCIA GENERAL: “DIOS GUÍA HISTORIA HUMANA, A PESAR DE PRESENCIA DEL MAL”
TIERRA SANTA, CONFLICTO SIN FIN QUE SE NUTRE DE ODIO Y VENGANZA RECÍPROCA
UNA VIDA SANTA REDUNDA SIEMPRE EN BENEFICIO DE LOS FIELES
EL MUNDO CREDITICIO DEBE HACER SIEMPRE REFERENCIA A LOS VALORES DEL HOMBRE
PROMOVER INCANSABLEMENTE UNA AUTÉNTICA PASTORAL Y PEDAGOGÍA DE LA SANTIDAD
VIBRANTE VITALIDAD DE LAS DIÓCESIS DE LA REGIÓN DEL PACÍFICO
ANUNCIAR CON PASIÓN EL MENSAJE LIBERADOR DE CRISTO
ÁNGELUS: CRISTO OFRECE ESPERANZA A LA HUMANIDAD SACUDIDA POR EL TERRORISMO 
FALLECE EL PATRIARCA GRECO-ORTODOXO DE ALEJANDRÍA Y DE TODA ÁFRICA
III CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CONGREGACIÓN DEL DIVINO AMOR
SEPTIEMBRE: INTENCIÓN GENERAL PARA EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN
VISADOS Y RÉGIMEN FISCAL DEL PERSONAL RELIGIOSO EN ISRAEL
NUEVAS FORMAS DE LUCHA CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA EN EL MUNDO
NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO
«JERUSALÉN, ENCRUCIJADA DE LA PAZ»
REUNIÓN DEL CONSEJO DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES DE EUROPA
JEREZ DE LA FRONTERA: XV SEMANA DE TEOLOGÍA
IV CONGRESO EUROPEO PARA DIRECTORES PEREGRINACIONES Y RECTORES SANTUARIOS
CREACIÓN DEL PATRIARCADO GRECO-CATÓLICO DE UCRANIA
147 OBISPOS ASISTEN A UN SEMINARIO DE ACTUALIZACIÓN EN ROMA
CONGRESO DE ABADES BENEDICTINOS EN ROMA
194º ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE
PUENTE DE COMUNICACIÓN Y SOLIDARIDAD CON LAS IGLESIAS POBRES Y OPRIMIDAS

SEPTIEMBRE 2004
SEMANA DEL 13 AL 19

 

AUDIENCIA GENERAL: “DIOS GUÍA HISTORIA HUMANA, A PESAR DE LA PRESENCIA DEL MAL”

Juan Pablo II un miércoles más presidió el miércoles la Audiencia General en la plaza de san Pedro, ante miles de fieles y peregrinos llegados de todo el mundo. En su habitual catequesis, el Santo Padre se refirió al Cántico del Libro del Apocalipsis que lleva por título “Las bodas del Cordero”. Se trata de un himno que va acompasado por la expresión “aleluya”, palabra de origen hebreo que significa “alabad al Señor”.

“La Iglesia, en la tierra - dijo el Papa - armoniza su canto de alabanza con el de los justos que ya contemplan la gloria de Dios. Se establece de este modo un canal de comunicación entre ‘historia’ y ‘eternidad’, que tiene su punto de partida en la liturgia terrena de la comunidad eclesial y tiene su meta en aquella celestial, donde han llegado ya nuestros hermanos y hermanas que nos han precedido en el camino de la fe”.

“En esta comunión de alabanza se celebran substancialmente tres temas -prosiguió diciendo el Pontífice. Ante todo, las grandes propiedades de Dios: su salvación, su gloria y potencia, es decir, la trascendencia y la omnipotencia salvífica. La oración es contemplación de la gloria divina, del misterio inefable, del océano de luz y de amor que es Dios”.

En segundo lugar, el Cántico exalta el “reino” del Señor, señaló Juan Pablo II, es decir, el proyecto divino de redención del género humano. Retomando un tema de los Salmos del Reino de Dios, se proclama que “el Señor ha tomado posesión de su reino interviniendo con autoridad en la historia”. El Libro del Apocalipsis celebra la meta hacia la cual es conducida la historia, a través de la eficaz obra de Dios, a pesar de las tempestades, laceraciones y devastaciones cumplidas por el hombre y Satanás”.

Finalmente, el tercer tema del himno es típico del Libro del Apocalipsis y de su simbología: “Han llegado las bodas del Cordero; su esposa esta lista”. Como tendremos ocasión de profundizar en sucesivas meditaciones sobre este Canto, ha dicho el Papa, la meta definitiva a la que nos conduce el último Libro de la Biblia es el la del encuentro nupcial entre el Cordero, que es Cristo, y su esposa purificada y transfigurada que es la humanidad entera”.

Este fue el resumen que de su catequesis hiizo el Papa para los fieles de nuestra lengua presentes en la Audiencia General y que leyó en nombre del Pontífice un colaborador suyo de la Secretaría de Estado.

El Cántico que hemos escuchado está acompasado del Aleluya, término que significa “alabad al Señor”. En esta alabanza, la Iglesia en camino se une a los justos que ya contemplan la gloria de Dios para cantar al unísono su inmensidad y omnipotencia. Se ensalza también su Reinado, es decir su intervención en la historia para salvar al género humano, guiándolo en las dificultades, para llegar al final dichoso de las bodas del Cordero, es decir, el encuentro nupcial entre Cristo y la humanidad redimida y purificada, que es la esposa. Un momento supremo de intimidad entre el Creador y la criatura en la paz y el gozo de la salvación.

Después de la alocución catequética, el Papa saludó a todos los presentes en distintas lenguas. Estas fueron sus palabras en español.

Saludo a los peregrinos de lengua española. A la Orquesta Sinfónica Juvenil de Costa Rica, al grupo de la Compañía “Stanhome”, así como a los demás grupos de España, México, Chile, Argentina y otros Países latinoamericanos. Os deseo el gozo de alabar a Dios con la oración y con las obras de cada día. Muchas gracias por vuestra atención.

Al final de la Audiencia, como es habitual, el Santo Padre saludó a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. “Queridos fieles, hoy la Iglesia celebra la memoria de Nuestra Señora de los Dolores, que por fe se quedó junto a la cruz de Jesús. Mi deseo es que podáis encontrar en Ella, la confortación y el apoyo, para superar cualquier obstáculo en vuestra cotidiana existencia”, dijo el Papa.

Juan Pablo para la audiencia en la plaza de san Pedro II llegó al Vaticano en helicóptero desde Castel Gandolfo. Esta es la primera vez en los dos últimos años que el Papa utiliza este medio para desplazarse de su residencia estival a Roma. Hasta ahora siempre había utilizado el coche. Fuentes de la Santa Sede han indicado que la decisión se ha tomado para evitar el tráfico romano en un día de huelga en los transportes. El Santo Padre regresará a Roma definitivamente a finales de mes.

 

TIERRA SANTA, DESFIGURADA POR UN CONFLICTO SIN FIN QUE SE NUTRE DEL ODIO Y DE LOS DESEOS DE VENGANZA RECÍPROCOS

“No podrá haber un apaciguamiento duradero en las relaciones internaciones hasta cuando la voluntad del diálogo no prevalezca sobre la lógica del enfrentamiento”. Juan Pablo II recibió el sábado en el palacio apostólico de Castel Gandolfo las cartas credenciales de la nueva embajadora de Egipto ante la Santa Sede, Nevine Simaika Halim. “La necesidad de edificar una cultura de la paz que permita una real solidaridad entre los hombres y dé verdaderas oportunidades para un futuro de concordia entre las naciones” fue el tema principal que el Papa desarrolló en su discurso.

La Santa Sede no cesa de recordar en estos tiempos turbulentos que estamos viviendo, “que no podrá haber un apaciguamiento duradero en las relaciones internaciones hasta cuando la voluntad del diálogo no prevalezca sobre la lógica del enfrentamiento”, dijo el Santo Padre, que señaló cuán difícil es reinstaurar la paz civil en Irak, o en Tierra Santa, que está desgraciadamente desfigurada por un conflicto sin fin que se nutre del odio y de los deseos de venganza recíprocos... o como otros países viven martirizados por el terrorismo que golpea cruelmente a los inocentes.

En todas partes, dijo el Papa, la violencia revela su horror y su incapacidad de resolver los conflictos. No produce nada de bueno, sino el rencor, la destrucción y la muerte. El Santo Padre hizo un llamamiento a la Comunidad Internacional y a sus responsables para que se favorezca el retorno a la razón y a las negociaciones, que son el único camino posible para resolver los conflictos entre los hombres, pues los pueblos tienen el derecho de vivir en la serenidad de la paz.

El Papa abogó también ante el embajador egipcio insistiendo en que se asegure el principio de la libertad religiosa. Y en este sentido hizo otro llamamiento a los responsables de la sociedad civil para que estos derechos sean efectivamente respetados por todos.

Para llevar a buen término esta misión esencial para el futuro de la humanidad como es la construcción de la paz, las religiones tienen que jugar un papel importante. Todas ellas tienen en común, subrayó el Pontífice, los deberes del hombre frente al Creador y a sus semejantes. Todas ellas difunden unos enseñamientos en los que se honra el don sagrado de la vida. “Por tanto las religiones están llamadas a un compromiso de denuncia y de rechazo de cualquier recurso a la violencia”, que es contrario a su propia finalidad, y que busca únicamente reconciliar a los hombre entre ellos mismos y con Dios.

La presencia en Egipto de la prestigiosa universidad islámica Al-Azhar, que el Santo Padre visitó no hace muchos años, tiene un papel importante en el mundo musulmán y es una oportunidad más para el diálogo interreligioso sea una realidad. “Es importante desarrollar un mejor conocimiento recíproco de las tradiciones y de la mentalidad de ambas religiones, de su papel en la historia, así como de sus responsabilidades en el mundo contemporáneo”, dijo el Papa. Todo ello a través de encuentros entre los responsables religiosos. Pero conviene suscitar igualmente el respeto y el deseo de conocimiento mutuo a nivel de personas y comunidades de creyentes. Sólo así, cristianos y musulmanes podrán trabajar mejor y servir juntos la causa de la paz que lleve a un futuro mejor a la humanidad.

 

UNA VIDA SANTA REDUNDA SIEMPRE EN BENEFICIO DE LOS FIELES

“Sois concientes de que el ministerio de la santificación requiere el testimonio de una vida santa, que no es sólo un asunto personal, sino que redunda siempre en beneficio de los fieles”. Con esta recomendación Juan Pablo II se dirigido el viernes a los 147 obispos que han asistido a un seminario de actualización organizado por las Congregaciones para los Obispos y para las Iglesias Orientales.

Los 147 obispos procedentes de distintos países de Asia, América, África y Europa, han asistido a un seminario de actualización del 10 al 17 de septiembre organizado por las Congregaciones para los Obispos y para las Iglesias Orientales.

El Santo Padre elogió estas iniciativas, y días de intensa fraternidad episcopal, “que favorecen la comunicación y la comunión entre las Iglesias y la uniforme solicitud del cuerpo episcopal con respecto al rebaño del Señor, a cuyo servicio está cada obispo”.

Tras recordar que “con la consagración el obispo se convierte plenamente en maestro, sacerdote y guía de la comunidad cristiana, el Pontífice expresó su deseo de que en “el Año de la Eucaristía, que comienza el próximo 10 de octubre con la apertura en México del Congreso Eucarístico Internacional, constituya una ocasión providencial para profundizar en la importancia central del sacramento eucarístico en la vida y en la actividad de cada iglesia particular.

De hecho el Santo Padre recordó a los prelados que como obispos tienen la labor de vigilar la celebración de los Sacramentos y el culto en general. “Debéis tutelar la expectativa de los fieles –subrayó el Papa- de tener una celebración digna en la que nada sea improvisado o se deje al azar. La liturgia es la gran escuela de la vida cristiana, donde se adora, se ama, se conoce al Señor y se refuerza la voluntad de seguir al Maestro, y se hace el propósito de ofrecer el propio testimonio coherente”.

 

MUNDO CREDITICIO DEBE HACER SIEMPRE REFERENCIA A VALORES DEL HOMBRE

Juan Pablo II recibió en Castelgandolfo a los dirigentes del grupo bancario Capitalia, en el segundo aniversario de su fundación, ante quienes afirmó que “el mundo crediticio debe hacer siempre referencia a los valores del hombre, si quiere realmente ayudar al crecimiento y al desarrollo”. “El complejo mundo crediticio -dijo el Papa- solicita una reflexión de la Iglesia por “las numerosas implicaciones éticas que supone y requiere. Sería del todo insuficiente limitarse solamente a perseguir el máximo provecho económico”.

Es necesario en cambio, afirmó el Santo Padre, hacer siempre referencia a los valores superiores del vivir humano, si se quiere realmente ayudar al crecimiento y al desarrollo de las comunidades. El gran economista católico italiano Giuseppe Toniolo observaba a propósito de este tema, -recordó el Pontífice-, “cómo la moral cristiana debe considerarse el factor más potente que suscite en los pueblos energías económicas y garantice relaciones más regulares y eficaces”.

En esta perspectiva, dijo el Papa a los dirigentes de Capitalia, “la presencia de los bancos en la sociedad puede convertirse en un instrumento de verdadero progreso, ofreciendo apoyo a todas las válidas iniciativas, de pequeños y grandes grupos que recurren a vosotros para sus legítimas necesidades de servicios económicos y financieros. “Una visón superior de la actividad crediticia, ésta, que Juan Pablo II cree que puede contribuir al bien de cuantos se valen de la actividad bancaria”.

 

PROMOVER UNA AUTÉNTICA PASTORAL Y PEDAGOGÍA DE LA SANTIDAD

«El obispo, en su ministerio, debe promover incansablemente una auténtica pastoral y pedagogía de la santidad». El Papa recibió el jueves a 118 prelados procedentes de América, África, Asia y Oceanía y consagrados recientemente, que han participado en el curso de formación promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

«El Obispo, en su ministerio, debe promover incansablemente una auténtica pastoral y pedagogía de la santidad». El Santo Padre expresó su alegría por «la vitalidad» de las Iglesias a las que pertenecen estos prelados, de los que 23 son de países de habla hispana. Once de Colombia, cuatro de Perú, dos de Bolivia y dos de Ecuador, y uno respectivamente de Chile, Guatemala, Nicaragua y Guinea Ecuatorial. A todos les recordó que su «primer cometido es el de ser guardianes celosos de la integridad de la fe y de la unidad de la Iglesia».

Tras exhortar a los obispos a ser «modelos para el pueblo cristiano, poniendo en un camino espiritual, en una vida sacramental intensa y en la formación permanente, el impulso de ser servidores del Evangelio», el Papa hizo hincapié en la necesidad de guiar al pueblo de Dios por la senda de la santidad. Y ha citado, en este contexto, las palabras de san Pablo: «Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe».

A los «queridos hermanos en el episcopado», que dentro de algunos días se desplazarán a sus respectivas comunidades - «tan a menudo probadas» - Juan Pablo II les pidió que lleven a esos pueblos «la afectuosa cercanía del Papa», que reza por todos los que sufren. Y, tras reiterar que la Iglesia cuenta con sus Pastores - testigos de Cristo «por medio de sus palabras y de toda su vida» - el Santo Padre pidió a la Virgen María, Reina de las Misiones, que ayude a estos obispos misioneros en el servicio que les ha sido confiado.

Y, precisamente, uno de los prelados que Juan Pablo II recibió el jueves en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, Mons. Rigoberto Corredor, -- obispo de la diócesis colombiana de Garzón - nos habló sobre este curso de formación para obispos consagrados recientemente, que comenzó el pasado día cinco y que ha finalizado el sábado 18 de septiembre:

 

VIBRANTE VITALIDAD DE LAS DIÓCESIS DE LA REGIÓN DEL PACÍFICO
EL PAPA ADVIERTE TAMBIÉN DE LOS PELIGROS DEL SECULARISMO Y CONSUMISMO

Los peligros del exceso de secularismo y consumismo y de los medios de comunicación, que distorsionan la vida, la familia, la religión y la moralidad y la importancia del «genio femenino», en el discurso de Juan Pablo II a la Conferencia Episcopal del Pacífico en Visita ad Limina.

El Papa recibió el sábado a los miembros de la Conferencia Episcopal del Pacífico, que han finalizado su quinquenal Visita ad Limina Apostolorum. Visita que, como siempre, ofrece al Santo Padre la oportunidad de analizar la realidad de la vida pastoral en las diócesis de los países a los que pertenecen los obispos que, con tal motivo acuden a Roma.

En lo que se refiere a la región del Pacífico, Juan Pablo II destacó su satisfacción por la vibrante vitalidad de sus diócesis. Como son la gran participación en las celebraciones litúrgicas, la actividad de la juventud en la misión de la Iglesia, el florecimiento de las vocaciones y la activa presencia de la fe en la vida civil de todas las naciones de esta zona del mundo. Todo ello – señaló el Papa – es motivo de gran alegría y esperanza.

Sin embargo, citando los temores de los obispos de Oceanía - «con la prudencia de un padre preocupado por su familia» - Juan Pablo II puso en guardia contra el peligro del exceso de secularismo y consumismo, así como contra los aspectos más insidiosos de los medios de comunicación, que «ofrecen una perspectiva distorsionada de la vida, de la familia, de la religión y de la moralidad, desestabilizando los verdaderos cimientos de los valores de la cultura tradicional».

Ante estos desafíos, el Papa recomienda que los pueblos de Oceanía comprendan cada vez más «la necesidad de renovar su fe y de perseverar en su vida cristiana». Contando para ello con sus obispos, que – como «firmes ministros de la verdad y valientes testigos de Cristo» - podrán impulsar a sus pueblos «al rechazo de los aspectos negativos de las nuevas formas de colonización, abrazando todo lo que engendra vida nueva en el Espíritu».

Tras reiterar, una vez más la importancia de la unidad de la Iglesia y de que los obispos mantengan relaciones de comunión y escucha con sus colaboradores – sacerdotes, religiosos y religiosas y catequistas – sin olvidar «los contactos directos con los pobres, los enfermos y los ancianos», siendo «ejemplo concreto de humildad y servicio», Juan Pablo II hizo hincapié en la necesidad de cuidar la formación de los seminarios y la formación permanente de los sacerdotes.

Y, en su recorrido por la realidad eclesial en Oceanía, el Papa dirigió unas palabras especiales a los hombres y mujeres consagrados, destacando la importancia de la vida espiritual y generosidad en favor de los pobres y necesitados. En particular, Juan Pablo II subrayó la «gran contribución de las religiosas en el desarrollo social de las mujeres y de los menores en esta región». Y recordó que, lo que él ha llamado «genio femenino», sirve a enriquecer también la organización pastoral de las diócesis. En este contexto, el Pontífice señaló la necesidad de que las órdenes religiosas preparen de forma adecuada a las hermanas, también con programas de formación teológica y espiritual.

 

ANUNCIAR CON PASIÓN EL MENSAJE LIBERADOR DE CRISTO

Ante un mundo que está perdiendo el sentido de la existencia, el Papa invitó a los cristianos a salir de una fe intimista para anunciar con pasión el mensaje liberador de Cristo. En su discurso a los obispos de Nueva Zelanda, llegados a Castelgandolfo en visita ad limina, Juan Pablo II reiteró que “hoy es más urgente que nunca que los cristianos hablen con pasión de Cristo y lo muestren ante humanidad que parece perder cada vez más el sentido de la existencia.

Este es el mensaje de Juan Pablo II a los obispos neocelandeses llegados a Castelgandolfo el lunes en visita ad limina. El Santo Padre estimula a los cristianos para que abandonen el intimismo de una vida de fe vivida solamente en el interior de sus comunidades. El mundo -dijo el Pontífice- tiene “necesidad del mensaje liberador de Cristo”.

“El anuncio del Evangelio es un deber que ningún creyente puede ignorar”. La sociedad protegida por “exagerado individualismo” está experimentando “las trágicas consecuencias de la eclipse del sentido de Dios”: el alejamiento de la Iglesia, el derrumbamiento de la vida familiar, el aborto, la prostitución, una visión de la vida que “busca los placeres y el éxito personal, antes que el bien, la sensatez y la sabiduría”. “La fractura entre Evangelio y cultura” es radical, afirma el Papa, y se manifiesta como “crisis de sentido”. Los cristianos, por tanto, están llamados a difundir “con pasión el esplendor de la verdad de Cristo que desvanece las tinieblas”. Jesús nos invita a no tener miedo.

“Y es solamente contemplando la grandiosa belleza del destino final de la humanidad, la vida eterna en el Paraíso, como pueden ser adecuadamente explicados la multitud de alegrías y los dolores cotidianos, haciendo capaces a los hombres de acoger los desafíos de la vida con la confianza que nace de la fe y de la esperanza”. “El discípulo de Cristo -afirma el Papa- no tiene tiempo para estar ocioso”. Antes bien debe “arder en el deseo de hablar de Cristo y de mostrarlo al mundo”: en las casas, en las escuelas, en los ambientes de trabajo, en todas partes. Por eso el cristiano ante todo debe vivir su fe de manera coherente.

El Santo Padre hizo suya la preocupación de los obispos neozelandeses respecto a la observancia de la misa dominical cada vez menos practicada por los fieles. El domingo señaló Juan Pablo II, es “el supremo día de la fe” y “el día de la esperanza cristiana”: en cambio se está transformando, cada vez más, en el concepto popular de fin de semana, dominado únicamente por la diversión y el deporte. La consecuencia es que las personas quedan atrapadas en una búsqueda de novedades sin sentido. A través de este camino no se llegará nunca a tener la experiencia de “frescura del agua viva de Cristo”.

Por tanto, Juan Pablo II lanzó un nuevo llamamiento a defender “la santidad y la unicidad del matrimonio”, matrimonio que no puede ser comparado a “otras formas de cohabitación”, y expresó su vivo agradecimiento a las escuelas católicas neozelandesas que dan una extraordinaria contribución a la evangelización de la cultura.

 

ÁNGELUS: CRISTO OFRECE ESPERANZA A HUMANIDAD SACUDIDA POR TERRORISMO

En sus palabras antes del Ángelus, en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, Juan Pablo II reflexionó sobre la esperanza que ofrece Cristo ante la inquietud de la humanidad sacudida por el terrorismo.

«Ante el mal, que se manifiesta en el mundo, de distintas formas, el hombre, afligido y desconcertado, se pregunta ¿por qué?». En sus palabras antes del rezo dominical del Ángelus, en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, Juan Pablo II reflexionó sobre la esperanza que ofrece Cristo ante la inquietud de la humanidad sacudida por el terrorismo: «En el alba del tercer milenio, bendecida por el Gran Jubileo y rica en tantas potencialidades, la humanidad está marcada por la desconcertante propagación del terrorismo. La sucesión de atroces atentados contra la vida humana perturba e inquieta las conciencias y suscita en los creyentes la sufrida pregunta que se repite en los Salmos: ¿Por qué, Señor? ¿hasta cuando?».

«Dios ha respondido a esta pregunta angustiada que mana ante el escándalo del mal no con una explicación de principio, casi como queriendo justificarse, sino con el sacrificio de su mismo Hijo en la Cruz», recordó el Santo Padre, poniendo de relieve que «en la muerte de Jesús se encuentran al aparente triunfo del mal y la victoria definitiva del bien». Se encuentran «el momento más oscuro de la historia y la revelación de la gloria divina; el punto de ruptura y el centro de atracción y de recomposición del universo». «Cuando yo sea levantado de la tierra – dijo Jesús – atraeré a todos hacia mí’. ( Jn 12,32).: «La Cruz de Cristo es para los creyentes icono de esperanza, porque en ella se ha cumplido el diseño salvífico del amor de Dios».

En este contexto, el Papa hizo hincapié en que «por ello la liturgia, nos invitaba hace unos días a celebrar la exaltación de la Santa Cruz, festividad en la que el creyente encuentra confortación y valor». Juan Pablo II introdujo la oración mariana exhortando a «proseguir nuestro camino», con la «mirada dirigida a Cristo crucificado, en unión espiritual con la Virgen María» y «sostenidos por la potencia de la Resurrección».

Después del rezo, el Papa saludó a los peregrinos presentes en francés, inglés, alemán, español, polaco e italiano. Sus palabras en nuestra lengua fueron acogidas con el canto dedicado a la Virgen de Guadalupe:

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a la Escola Provincial de Gaitas de Orense. En el gozo del Señor Resucitado, os deseo a todos un feliz domingo.

Antes de despedirse, Juan Pablo II se refirió al Día Mundial del Alzheimer, asegurando sus oraciones por todos los que padecen esta enfermedad y por cuantos se dedican a su cuidado.

 

FALLECE EL PATRIARCA GRECO-ORTODOXO DE ALEJANDRÍA Y DE TODA ÁFRICA

Juan Pablo II envió un telegrama de pésame al Santo Sínodo del Patriarcado greco-ortodoxo de Alejandría y de toda África, al conocer «la trágica muerte de Su Beatitud Pedro VII, Patriarca de esta ilustre sede», que falleció al caer el helicóptero en el que viajaba junto con los Metropolitas Ireneo de Pelasio y Crisóstomo de Cartagena, el Obispo Nektaro de Madagascar, los vicarios patriarcales de Atenas y Chipre y otras personas.

El Santo Padre hace hincapié en que la trágica muerte del Patriarca Pedro VII, mientras volaba hacia el Santo Monte Athos, es «motivo de profundo dolor y aflicción para las Iglesias hermanas ortodoxas del Patriarcado de Alejandría, para el Obispo de Roma y para la Iglesia católica, así como para todos aquellos que apreciaron el ministerio del Patriarca fallecido con relación a África y su compromiso en favor de la unidad cristiana».

El Papa recuerda con «gratitud el fraterno intercambio de mensajes y la cercanía espiritual» que les unió a él y al Patriarca Pedro VII, así como su participación en la Jornada Mundial de Oración por la Paz, en Asís en 2002. Tras destacar su «constructiva contribución en el diálogo teológico en lo que respecta al diálogo entre las Iglesias y en la comisión mixta internacional, Juan Pablo II asegura sus oraciones a Dios por los fallecidos, rogando por el consuelo en esta hora de dolor para el Patriarcado de Alejandría.

 

III CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CONGREGACIÓN DEL DIVINO AMOR

Su Santidad el Papa envió un menaje a la superiora general de las religiosas del Divino Amor con motivo de la celebración, el próximo año, del tercer aniversario de la fundación de esta Congregación. Familia religiosa, la del Divino Amor, fundada en 1705 por el que fuera obispo de Montefiascone y Corneto, en Tarquinia, el cardenal Marco Antonio Barbarigo.

Esta fue la “última importante iniciativa apostólica de un pastor - dice el Papa- que desde el inicio de su ministerio episcopal en las diócesis del Alto Lazio se empeñó eficazmente en llevar a cabo la reforma eclesiástica según las indicaciones del Concilio de Trento”. El Pontífice habla de él como de un “prelado preocupado por la renovación pastoral de sus parroquias y por la vida religiosa y moral de su población”.

El Santo Padre invita a las religiosas del Divino Amor, al alba del tercer milenio, a ir “mar adentro” a través del propio carisma de la Congregación y a ser siempre “testigos de la misericordia de Dios en cualquier situación”. Carisma que se une a la espiritualidad de comunión y misión que el mismo Juan Pablo II ha indicado a la Iglesia en la carta apostólica “Novo millennio ineunte”, al término del Gran Jubileo del año 2000. El Papa exhorta a las religiosas especialmente a cultivar el espíritu de acogida en sus casas, abriéndolas a los necesitados para difundir el “buen perfume de la caridad contribuyendo así a la realización de aquella Divina historia por amor de la que hablaba vuestro fundador”.

 

SEPTIEMBRE: INTENCIÓN GENERAL PARA EL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN
PARA QUE «LOS ANCIANOS SEAN PLENAMENTE RECONOCIDOS COMO UNA RIQUEZA PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL Y HUMANO DE LA SOCIEDAD»

En el desarrollo de su misión pontificia, Juan Pablo II hace hincapié constantemente en la necesidad de llamar la atención de toda la humanidad sobre la necesidad de afrontar responsablemente el desafío de construir «una sociedad para todas las edades».

En su Carta al presidente de la II Asamblea Mundial sobre el envejecimiento, que la Organización de las Naciones Unidas celebró en abril de 2002, el Santo Padre expresa su satisfacción por las numerosas iniciativas de la ONU orientadas a comprender y solucionar los problemas planteados por el aumento creciente del número de personas que han entrado en la etapa de la ancianidad.

El Papa que ha escrito una Carta dirigida a los ancianos, de los que se siente cercano no sólo por «solicitud pastoral, sino también por compartir personalmente su condición», recuerda que el Consejo Pontificio para los Laicos ha publicado un documento titulado «La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo». Y reiterando que la Iglesia católica ha demostrado una atención especial siempre también en favor de esta categoría de personas, «promoviendo iniciativas propias y colaborando con las autoridades públicas y la sociedad civil», Juan Pablo II recomienda la necesidad de afrontar el envejecimiento - «que atañe a la humanidad entera» - de una manera global y, más en particular, integrada en la compleja problemática del desarrollo».

Pues «se está produciendo por doquier un cambio profundo de la estructura de la población, que lleva a replantearse los proyectos de sociedad y a discutir de nuevo no sólo su estructura económica, sino también la visión del ciclo vital y las relaciones entre generaciones». Por lo que «se puede decir que una sociedad se muestra justa en la medida en que responde a las necesidades asistenciales de todos sus miembros y que su grado de civilización se mide por la protección prestada a los miembros más débiles del entramado social».

Una vez más Juan Pablo II señala que «es necesario no dejarse guiar principalmente por criterios económicos, sino inspirarse más bien en sólidos principios morales». Tras recordar que «para ser creíble y efectiva, la afirmación de la dignidad de la persona anciana está llamada a manifestarse en políticas orientadas a una distribución equitativa de los recursos, de modo que todos los ciudadanos, y también los ancianos, puedan beneficiarse de ellos». El Santo Padre insiste en que se debe aplicar «el principio de solidaridad, del intercambio entre las generaciones, de ayuda recíproca». Solidaridad que «ha de llevarse a cabo no sólo en el ámbito de cada nación, sino también entre los pueblos, mediante un compromiso que lleve a tener en cuenta las profundas desigualdades económicas y sociales entre el norte y el sur del planeta».

En efecto, advierte asimismo Juan Pablo II «la presión de la pobreza puede poner en entredicho muchos principios solidarios, causando víctimas en los sectores más frágiles de la población, entre ellos el de los ancianos».

Nuestra civilización – afirma el Papa - «tiene que asegurar a los ancianos una asistencia rica en humanidad e impregnada de valores auténticos. A este respecto, pueden tener un papel determinante el desarrollo de la medicina paliativa, la colaboración de los voluntarios, la implicación de las familias – que por ello han de ser ayudadas a afrontar su responsabilidad – y la humanización de las instituciones sociales y sanitarias que acogen a los ancianos. Un amplio campo en el que la Iglesia Católica, en particular, ha ofrecido – y sigue ofreciendo – una contribución relevante y permanente».

El Santo Padre invita a «reflexionar sobre la ancianidad», acción que significa «tomar en consideración la dimensión humana de cada persona, desde el nacimiento hasta su ocaso, es don de Dios, imagen y semejanza suya, y esforzarse para que cada momento de su existencia sea vivido con dignidad y plenitud».

Una ayuda para la solución de los problemas relacionados con el envejecimiento de la población – que presenta el Papa - «proviene ciertamente de la inserción efectiva del anciano en el entramado social, utilizando la aportación de experiencia, conocimientos y sabiduría que él puede ofrecer. Los ancianos, en efecto, no deben ser considerados como un peso para la sociedad, sino como un recurso que puede contribuir a su bienestar. No sólo pueden dar testimonio de que hay aspectos de la vida, como los valores humanos y culturales, morales y sociales, que no se miden en términos económicos o funcionales, sino ofrecer también una aportación eficaz en el ámbito laboral y en el de la responsabilidad. Se trata, en fin, no sólo de hacer algo por los ancianos, sino de aceptar también a estas personas como colaboradores responsables, con modalidades que lo hagan realmente posible, como agentes de proyectos compartidos, bien en fase de programación, de diálogo o de actuación».

No sólo hace falta también – subraya el Papa - que tales políticas se complementen con programas formativos destinados a educar a las personas para la ancianidad durante toda su existencia, «haciéndolas capaces de adaptarse a los cambios, cada vez más rápidos, en el modo de vida y de trabajo. Una formación centrada no sólo en el hacer, sino, y sobre todo en el ser, atenta a los valores que hacen apreciar la vida en todas sus fases y en la aceptación tanto de las posibilidades como de los limites que tiene la vida». En los «momentos particulares de sufrimiento y dependencia, las personas ancianas no sólo necesitan ser atendidas con los medios que ofrecen la ciencia y la técnica, sino también acompañadas con competencia y amor, para que no se sientan un peso inútil y, lo que es peor, lleguen a desear y solicitar la muerte».

 

VISADOS Y RÉGIMEN FISCAL DEL PERSONAL RELIGIOSO EN ISRAEL

Juan Pablo II recibió el martes en audiencia, en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo, al ministro del Interior de Israel, Avraham Poraz, acompañado de su séquito. Antes de que el Papa le recibiera, el mismo ministro israelí había sido recibido en la Ciudad del Vaticano por el Secretario de Estado de Su Santidad, cardenal Angelo Sodano.

Tras recordar que el «gobierno de Israel conoce muy bien» «las posiciones de la Santa Sede sobre la paz, sobre el conflicto israelo-palestino y, en general, sobre la situación en Oriente Medio», posiciones que «ha podido presentar también personalmente en el curso de las últimas visitas al Vaticano del Jefe del Estado de Israel y del ministro de Asuntos Exteriores» - el cardenal Secretario de Estado ha propuesto que el encuentro de este martes se centrara «sobre las cuestiones de competencia» del ministro israelí del Interior.

La declaración del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, que dio la noticia, señalaba que en el curso de las conversaciones mantenidas se habían mencionado los Acuerdos de 1993 y 1997 – Fundamental Agreement y Legal Personality Agreement, respectivamente. En particular, «se ha hablado sobre el régimen de visados para ingresar a Israel para el personal religioso de la Iglesia católica - cuestión sobre la cual el ministro ha asegurado que ha dado las instrucciones necesarias para una solución satisfactoria».

Asimismo, «se ha examinado también el estado de marcha de las negociaciones, en curso en Jerusalén, para la realización de un acuerdo que defina el régimen fiscal de las instituciones eclesiástica en Israel».

Acompañaban al ministro del Interior de Israel, el embajador de este país ante la Santa Sede; el consejero de la misión y el director del Departamento para las Relaciones con los Cristianos. Con el cardenal Angelo Sodano, se encontraban Mons. Giovanni Lajolo, Secretario para las Relaciones con los Estados, y los Monseñores Franco Coppola y Joseph Murphy, Oficiales de la Secretaría de Estado.

 

NUEVAS FORMAS DE LUCHA CONTRA EL HAMBRE Y LA POBREZA EN EL MUNDO

El cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, viajó el sábado a Nueva York, para participar en una reunión en la Organización de las Naciones Unidas, que se propone examinar nuevas formas de lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo. El comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede que daba la noticia añadía que se trata de una iniciativa querida por el presidente del Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, con el apoyo del Secretario General de la ONU, Kofi Anan, y de varios jefes de estado y de gobierno, además de otras organizaciones internacionales.

Durante su estancia en Estados Unidos, el cardenal Sodano recibirá asimismo el premio de la Fundación «Path to Peace», que se otorga a aquellos que trabajan en favor de paz. El cardenal Secretario de Estado ofrecerá también una conferencia en la Universidad de San Juan de Brooklyn, sobre el tema «La levadura del Evangelio en la sociedad contemporánea».

 

NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

DIÓCESIS DE LUZIÂNIA (BRASIL)
El Pontífice ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis presentada por Mons. Agostinho Stefan JANUSZEWICZ, O.F.M.Conv., en conformidad al canon 401 § 2 del Código de Derecho Canónico. Le sucede Mons. Afonso FIOREZE, C.P., hasta ahora obispo coadjutor de la misma diócesis.

NUNCIATURA APOSTÓLICA EN BIELORRUSIA
El Santo Padre ha nombrado nuncio apostólico en Bielorrusia a Mons. Martin VIDOVIC, oficial de la Secretaría de Estado, elevándolo al mismo tiempo a la sede titular de Nona, con dignidad de arzobispo.

ORDINARIATO MILITAR PARA LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Juan Pablo II ha aceptado la renuncia al cargo de auxiliar del Ordinariato Militar para los Estados Unidos presentada por los monseñores:

  • Francis X. ROQUE, en conformidad a los cánones 411 y 401 § 1 del Código de Derecho Canónico;
  • Joseph Madera, en conformidad a los cánones 411 y 401 § 1 del Código de Derecho Canónico.

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA
El Papa ha nombrado consejeros de la Penitenciaría Apostólica a los sacerdotes Guido GATTI y Giovanni COLOMBO.

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO 25 DEL TIEMPO ORDINARIO (C): 19 de septiembre de 2004
«No podéis servir a Dios y al dinero»

El profeta Amós denuncia el grado de injusticia a que se llega, cuando todo se condiciona al dinero; cuando sólo cuenta ganar más. Llevado del Espíritu de Dios, arremetía contra los que explotaban y empeoraban la situación de los más pobres, con tal de acumular más beneficios. Y, en el nombre del Señor, les advertía: «Escuchad los que exprimís al pobre y despojáis a los miserables. Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa y compráis por dinero al pobre... Jura el Señor, por la gloria de Jacob, que no olvidará jamás vuestras acciones». Sí, el dinero tiene ese peligro: esclaviza fácilmente el corazón y lo arrastra a la injusticia. El Señor quiere hoy enseñarnos a darle su justo valor y a saberlo utilizar.

Como siempre, nos propone una parábola de la que sacar la lección. Hoy nos cuenta la de aquél administrador que fue despedido por estafador. Y, a pesar de que no era honrado y «arreglaba» las cuentas para quedarse con lo que no era suyo, el Señor nos lo pone de ejemplo. No por ser ladrón, sino por la astucia con que actuó cuando se vio descubierto y despedido por su patrón. Al verse ya sin futuro, aquel administrador tuvo que pensárselo: «¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas y mendigar me da vergüenza». Y dándole vueltas a su problema, encontró la solución: «Ya sé lo que voy a hacer –se dijo–, para que, cuando esté ya en la calle, encuentre quien me reciba en su casa» Fue llamando, entonces, uno a uno a los deudores de su patrón, haciéndoles un recibo por la mitad de lo que debían. Y el amo terminó por felicitar al administrador aquél, que lo estafaba, por la astucia con que había procedido. Con esta parábola, el Señor nos quiere dar el criterio, para saber manejar el dinero con astucia evangélica. Él quiere darnos hoy su consejo, para sacarle al dinero la ganancia que nunca se perderá. Su consigna es ésta: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas».

Ante el peligro de apegarnos al dinero y vivir sólo para disfrutar de lo que con él podemos tener, el Señor nos da la fórmula para saberlo gastar, sin que nos prive del Reino; para saberlo dar, de forma que invirtamos en el único tesoro que nos quedará, cuando del todo tengamos que dejarlo; para saberlo administrar con astucia, de modo que obtengamos esas ganancias que nos exigirá, cuando a su vuelta nos pida las cuentas. El Señor, pues, nos aconseja hoy cómo invertir el dinero para que, cuando vuelva a imponer definitivamente la justicia de Dios frente a las injusticias del mundo, nos pueda felicitar diciendo: «venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer, estuve desnudo y me vestisteis, estuve enfermo y me antecedisteis, me vi en la cárcel y vinisteis a verme». Sí, en aquel día donde se decide nuestro futuro definitivo, la prueba de nuestra justicia que más pesará en el juicio de Dios, será el testimonio de todos aquellos a los que ayudamos, cuando se vieron necesitados. Ganarse, pues, estos amigos con el dinero, que de suyo arrastra a la codicia y a la injusticia, es su mejor inversión. Será la recomendación de los que ahora son pobres, la que más valga en el futuro de Dios. Sencillamente, porque esa será la mejor prueba de que, a pesar del egoísmo latente y ambiental en este mundo nuestro, en nuestro corazón se impuso el amor y en nuestras obras la solidaridad. Y el amor es lo único que permite disfrutar de la fiesta eterna, por ser precisamente el goce ya y para siempre del amor inmenso de Dios.

Así pues, hermanos, para saber darle al dinero su justo valor, es menester decidir el presente desde ese futuro de Dios. Lo que más cuente entonces ha de ser hoy lo más importante. Es lo que termina por advertirnos el Señor: Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar al administrar lo que Dios creó para todos, ¿lo vuestro, esa paga que merecen sólo las buenas obras, quién os la dará? ¡No podéis servir a Dios y al dinero! Se trata de no poner en él el corazón, sino más bien de servir con él al Señor, ayudando a los necesitados. Porque lo que con ellos hicisteis, lo hicisteis conmigo.

 

«JERUSALÉN, ENCRUCIJADA DE LA PAZ»

«Jerusalén, encrucijada de la paz», «fulcro de una posible solución de la controversia palestino-israelí » y «elemento de unión y de pacificación entre árabes e israelíes». Fue el tema que desarrolló el cardenal. Jean Louis Tauran, en la jornada de clausura del encuentro sobre «Jerusalén, el símbolo», que se ha venido celebrando, desde el pasado viernes en el monasterio italiano de Camaldoli.

El purpurado que durante 13 años fue Secretario para las Relaciones con los Estados, hizo hincapié en Jerusalén como «fulcro de una posible solución de la controversia palestino-israelí » y como «ciudad de la paz y elemento de unión y de pacificación entre árabes e israelíes». En este contexto, el cardenal Tauran reiteró la conocida convicción de la Santa Sede de que «para salvaguardar el carácter sagrado y único de Jerusalén es necesario elaborar un estatuto especial, garantizado en el ámbito internacional, para los lugares más sagrados de la ciudad» - es decir, los lugares santos de las tres religiones.

Tras evocar los pontificados de Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo II - que ha señalado la importancia de enlazar «los problemas de los lugares con garantías que abarquen también la tutela de las comunidades que residen en ellos», el cardenal Tauran sintetizó las tres preocupaciones principales de la Santa Sede. Ellas son «la salvaguarda del carácter sagrado de Jerusalén», «la supervivencia de las comunidades religiosas, en particular de la católica» y «la paz en Tierra Santa».

«Desde siempre los papas han tenido conciencia de que Jerusalén ofrece una imagen de tres mundos y que ninguna de las tres religiones monoteístas debe prevalecer sobre las demás, contando con una hegemonía plena sobre la ciudad». Recordó asimismo, el cardenal Tauran señalando que «hay muy pocos casos como éste en la historia del derecho internacional, en el que religión y política están estrechamente entrelazadas».

«Lo que se debe evitar es que esta ciudad santa se vuelva un museo de piedras y de santuarios para los peregrinos», recomendó luego el purpurado, que señaló también que las Iglesias cristianas están preocupadas por el fenómeno de la emigración de los cristianos. «Para nosotros los santuarios están y deben estar en comunidades vivas, con escuelas, hospitales, artesanía, trabajo y todo lo relacionado con la vida social. Si a raíz de un lento y continuo éxodo las comunidades cristianas desaparecieran – advirtió el cardenal Tauran – Jerusalén se volvería como el Coliseo de Roma. Y ésta es una desgracia que se debe evitar».

En este mismo encuentro, el sábado 11 de septeimbre, tercer aniversario de los atentados perpetrados en Estados Unidos se reflexionó sobre el tema «Conflictos, dolor, reconocimiento en nombre de la religión». Se celebró un momento de oración en el que los participantes manifestaron su solidaridad a todas las víctimas del terrorismo, y, en especial, se recordó a las personas secuestradas en Irak, entre las que se encuentran dos cooperantes italianas.

En este acto se leyó un trozo del Corán y un Salmo, meditando sobre la reconciliación. Al final de la lectura, un representante de la unión de comunidades y organizaciones islámicas de Italia encendió un cirio que entregó al abad camaldulense. El cirio fue llevado por don Emanuele Bargelini a la iglesia del monasterio y quedó encendido toda la noche.

 

REUNIÓN DEL CONSEJO DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES DE EUROPA

Los presidentes de las 34 Conferencias Episcopales que forman parte del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa se reunirán del 30 de septiembre al 3 de octubre en Leeds, Inglaterra por invitación del cardenal Cormac Murphy O’Connor, arzobispo de Westminster. En la primera jornada de trabajos, las discusiones estarán dedicadas al tema del papel del cristianismo y de la Iglesia en la Europa actual: como el “estado de salud” del cristianismo europeo; la relación entre identidad cristiana y encuentro entre religiones; o como el cristiano puede contribuir a desactivar el fundamentalismo violento y el terrorismo.

El debate sobre la actualidad ecuménica y sobre la contribución de las Iglesias en Europa será introducido por el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y por el arzobispo de Westminster, cardenal O’Connor. A la luz del debate en Leeds, los presidentes aprobarán un programa para tercera asamblea ecuménica europea. Otro tema de la agenda: la relación entre Iglesias e Instituciones europeas, tras la aprobación del Tratado constitucional y el debate en referencia a Dios o a las raíces cristianas. Se abordarán especialmente temas que en la actual agenda de la Unión europea interesan o preocupan mayormente a las Iglesias y las cuestiones éticas más urgentes.

 

JEREZ DE LA FRONTERA: XV SEMANA DE TEOLOGÍA

Desde el lunes 20 hasta el 23 de septiembre, se va celebra en Jerez de la Frontera, la XV Semana de Teología, cuyo título será «Brotes de Esperanza».

Al convocar estas jornadas de reflexión, Mons. Juan Del Río Martín recuerda lo que señala Juan Pablo II, en su Ecclesia in Europa: «Sería injusto no reconocer los signos de la influencia del Evangelio de Cristo en la sociedad […] Considerando Europa como comunidad civil, no faltan signos que dan lugar a la esperanza: en ellos, aún entre las contradicciones de la historia, podemos percibir con una mirada de fe la presencia del Espíritu de Dios que renueva la faz de la tierra […] La fuente de la esperanza, para Europa y el mundo entero, es Cristo, y la Iglesia es el canal a través del cual pasa y se difunde la ola de gracia que fluye del Corazón traspasado del Redentor». (Juan Pablo II, Ecclesia in Europa, nn. 11-18)

Los temas anunciados estarán dedicados a las «aportaciones de los cristianos a la vida social y a la construcción de la paz», que es el título de la conferencia que pronunciará Mons. Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, el primer día del encuentro. El martes, 21, Doña Dolores Alexaindre Parra, profesora de Sagrada Escritura de la Universidad Pontificia de Comillas ofrece una charla titulada «Vigías en la noche. Iconos bíblicos de esperanza».

Don Víctor Cortizo Rodríguez, abogado y director del departamento de pastoral de la juventud de la conferencia Episcopal Española, habla, el miércoles 22, sobre «Una visión confiada y esperanzada en los jóvenes de nuestro tiempo». Y el día de la clausura, Don Olegario González de Cardenal, profesor de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca ofrecerá una conferencia sobre «Raíz y ramas de la esperanza en la Iglesia contemporánea».

 

IV CONGRESO EUROPEO PARA DIRECTORES DE PEREGRINACIONES Y RECTORES DE SANTUARIOS

Del lunes 20 al viernes 24 de septiembre, tiene lugar en el santuario mariano de Kevelaer, en Alemania, el 4º Congreso Europeo para los Directores de Peregrinaciones y para Rectores de Santuarios. El Congreso está promovido por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes en colaboración con el santuario de Kevelaer, y tiene como tema “El Ecumenismo de la Santidad. La peregrinación en los inicios del Tercer Milenio”. Nos habló de los objetivos del Congreso el secretario del dicasterio, arzobispo Agostino Marchetto.

El arzobispo Agostino Marchetto nos explicó también cuáles son las experiencias vividas en concreto dentro de la santidad como camino de la unidad.

Monseñor Marchetto, ¿Qué quiere decir, para un cristiano, hacer una peregrinación?

Según su opinión, monseñor, ¿Cuál es la forma más provechosa de vivir una peregrinación?.

Por último, ¿qué ofrecen las peregrinaciones a este mundo cada vez más secularizado?

 

CREACIÓN DEL PATRIARCADO GRECO-CATÓLICO DE UCRANIA

La semana anterior se hizo pública una carta pastoral del cardenal Lubomyr Husar, arzobispo de Lviv de los ucranianos, consagrada al problema de la creación del Patriarcado greco-católico de Ucrania. Se trata de un proyecto que ha sido duramente criticado por los ortodoxos. El cardenal Husar recuerda que la idea del patriarcado en Ucrania tiene una larga tradición, no sólo entre los ortodoxos, sino también entre los católicos de rito griego. El cardenal en su carta hace referencia al decreto del Concilio Vaticano II sobre las Iglesias de Rito Oriental, así como a la exhortación apostólica de Juan Pablo II, “Pastores gregis”.

En el detallado texto de la carta, el responsable de la Iglesia greco-católica en Ucrania rechaza las objeciones que se han hecho contra la elevación del Arzobispado a Patriarcado. “La creación del Patriarcado -escribe el purpurado-, no es una decisión contra los ortodoxos y no afecta sus derechos. No se trata de un acto opuesto al ecumenismo”. Por otra parte, también califica de “injustas” las objeciones de que “el patriarcado podría disminuir las relaciones de los greco-católicos ucranianos con la Santa Sede”. Para el cardenal Husar es falsa también la acusación de que “el patriarcado reforzaría las tensiones y envidias entre las distintas nacionalidades en Ucrania”.

“El patriarcado fundado sobre virtudes cristianas no puede favorecer el chovinismo”, dice el purpurado ucraniano, que apoya a los partidarios de la idea del patriarcado y rechaza cualquier tipo de tensión dictada por emociones o nerviosismo. “La Iglesia greco-católica en Ucrania debe esperar el momento oportuno, elegido por el Papa para erigir el nuevo Patriarcado”. Por eso pide el cardenal Husar “prudencia”. “Los fieles -dice- deben mostrase maduros y pacientes. Sin la bendición del Santo Padre y sin nuestra humildad, el patriarcado se convertiría en una herida en el Cuerpo de la Iglesia Universal”.

 

147 OBISPOS ASISTEN A UN SEMINARIO DE ACTUALIZACIÓN EN ROMA

Juan Pablo II recibió el viernes en audiencia a los 147 obispos procedentes de distintos países del mundo, que han asistido a un seminario de actualización en Roma organizado por las Congregaciones para los Obispos y para las Iglesias Orientales. Entre los participantes se encontraba el prelado colombiano Misael Vacca, recientemente secuestrado, y liberado poco después, por la guerrilla de su país que nos cuenta sus impresiones tras el encuentro con el Papa.

 

CONGRESO DE ABADES BENEDICTINOS EN ROMA

Del 21 al 29 de septiembre, Roma acoge a 230 abades benedictinos, la orden monástica más antigua de occidente. Se trata de un Congreso que los abades celebran cada cuatro años para reflexionar sobre los temas que interesan a toda la Confederación benedictina y la gestión del Colegio y del Ateneo de San Anselmo en la Ciudad Eterna.

A la cita han sido invitados cinco representantes de otras confesiones cristianas y 24 de las religiosas benedictinas. Además de los temas mencionados, también se tratará sobre la globalización desde el punto de vista secular y eclesial. Intervendrán Norbert Waltar del Deustsche Bank, de Frankfurt, y Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio.

 

194º ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE

El viernes se celebró en la basílica romana de Santa María de Trastevere una Misa de acción de gracias en el 194º aniversario de la independencia de Chile. La ceremonia litúrgica fue presidida por el arzobispo Leonardo Sandri, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, que pidió oraciones por la paz en el mundo ante la plaga del terrorismo.

 

PUENTE DE COMUNICACIÓN Y SOLIDARIDAD CON IGLESIAS POBRES Y OPRIMIDAS

Más de 500 peregrinos de diversas nacionalidades emprendieron una peregrinación al santuario mariano de Czestochowa. La peregrinación, en la que participan personas procedentes de Holanda, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Portugal y España ha sido organizada por la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).

En la guía editada para esta peregrinación -que finaliza el 19 de septiembre-, el P. Joaquín Alliende-Luco, asistente eclesiástico internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, indicó que: “Ya hemos peregrinado a Roma ( en mayo de 2000) y a Fátima (en octubre de 1997); ahora, nos dirigimos a Polonia. La Iglesia polaca simboliza para nosotros a todas las Iglesias perseguidas del siglo XX. Es una Iglesia profundamente mariana cuyo hogar espiritual es el santuario de Czestochowa”.

Tras subrayar que esta Asociación Internacional “es un puente de comunicación y solidaridad con las Iglesias más pobres y oprimidas y, sobre todo, con las Iglesias mártires de nuestros tiempo”, el sacerdote chileno señaló que el objetivo de la peregrinación al santuario ubicado al sur de Polonia “pretende ser una auténtica escuela de fe, esperanza y amor”.