AUDIENCIA GENERAL: CANTO DE CONFIANZA A DIOS QUE NOS SOSTIENE DURANTE TRIBULACIONES Este miércoles, Juan Pablo II durante la audiencia general, prosiguió hablando en su catequesis del desarrollo de algunos Salmos. Concretamente, en esta ocasión, reflexionó sobre la segunda parte del Salmo 26: “Junto a Dios no hay temor”, cuya primera parte ya fue comentada por el Pontífice el miércoles anterior. El elemento común de todo este Salmo, es la confianza en el Señor del que ora: "Espera en el Señor, sé valiente, ten animo, espera en el Señor", señaló el Santo Padre. La primera parte del Salmo inicia con un grito pidiendo piedad al Señor, para después dar inicio a su búsqueda, por temor a ser abandonados por Él. De ahí la confianza que hay que tener en el Señor, como se recuerda en otros Salmos. Resaltan tres símbolos de gran intensidad espiritual en el Salmo 26. El primero es la pesadilla de los enemigos, por lo que, como señaló Juan Pablo II, “en el mundo hay un mal agresivo, que tiene en Satanás su guía espiritual”. La segunda imagen ilustra de forma clara la confianza serena del fiel, a pesar de haber sido abandonado incluso por sus padres. Como explicó el Santo Padre, “a pesar de perder el afecto de los seres queridos, el que reza no está del todo solo porque ante él está Dios misericordioso”. Y sobre todo, continuó el Pontífice, “Dios es la mano paterna y materna que toca con amor.... a los ancianos, a los enfermos olvidados por todos y a los que ninguno acariciará nunca”. Por último, el tercer símbolo que aparece a lo largo de todo el Salmo, es “el rostro de Dios”, ya que en el lenguaje de los Salmos, “buscar el rostro del Señor” es sinónimo de la entrada en el templo para recibir la comunión. Juan Pablo II finalizó su catequesis recordando el análisis de San Agustín de los Salmos: “Tu rostro buscaré Señor... para amarte gratuitamente, ya que no encuentro nada que pueda ser tan precioso”. Este fue el resumen de la catequesis del Santo Padre en español para los peregrinos de nuestra lengua presentes en la audiencia: La segunda parte del Salmo 26 es un canto de confianza elevado al Señor, que salva en el momento de la prueba y nos sostiene durante la tribulación. A este respecto, es muy bella la exhortación que el salmista se dirige a sí mismo: "Espera en el Señor, sé valiente, ten animo, espera en el Señor" (v. 14). Como en otros salmos, aparece la certeza de que la fortaleza y la esperanza vienen del Señor. Tres símbolos resaltan en este Salmo. El primero es la pesadilla de los enemigos, descritos como falsos testigos que respiran violencia, el segundo es la pérdida de los afectos naturales más queridos y el tercero, varias veces repetido, es la búsqueda del rostro divino que en el lenguaje de los salmos es sinónimo de la entrada en el templo y más específicamente la intimidad con Dios a través de la oración. Con la confianza que da poder contemplar el rostro de Dios, el cristiano entra en contacto con su gloria. A este respecto San Agustín completa la oración del salmista al decir: "No buscaré cualquier cosa insignificante, sino tu rostro, oh Señor, para amarte gratuitamente, ya que no encuentro nada más valioso". Y este fue el saludo que el Papa dirigió en español a los fieles concentrados en la Plaza San Pedro.
Como siempre, al final de la audiencia general de los miércoles, Juan Pablo II se dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, este fue su mensaje: Dirijo, finalmente, un afectuoso saludo a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Mañana celebramos la festividad de Santa Catalina de Siena, patrona de Italia y de toda Europa. Que el ejemplo de esta gran santa ayude cada uno de vosotros a ser perseverantes en la fe, y en cada situación a dar generosa testimonio a Cristo y a su Evangelio.
EL MUNDO ESTÁ AMENAZADO POR FRACTURAS CADA VEZ MÁS PROFUNDAS Juan Pablo II advirtió que “el mundo contemporáneo está amenazado por fracturas cada vez más profundas provocadas por el alejamiento del hombre de Dios”. Recibiendo el martes en audiencia a los miembros de la Congregación para la Educación Católica, el Pontífice reivindicó el papel de las universidades y facultades eclesiásticas en la gran primavera que Dios está preparando para el Cristianismo. En este panorama de fractura, en el que el Papa resaltó las profundas diferencias entre los países ricos y los pobres, el Papa, no obstante, subrayó que el hombre contemporáneo presta hoy mayor atención a valores como la tutela de la dignidad de la persona, la defensa de los más débiles y marginados, el respeto de la naturaleza, el rechazo de la violencia o la solidaridad mundial. En la misma línea el Pontífice, en distintas encíclicas, ha intentado indicar el camino para llevar a cabo la reconciliación profunda entre la fe y la razón (Fides et ratio), entre el bien y la verdad (Veritatis splendor), la fe y la cultura (Redemptoris missio), las leyes civiles y las morales (Evangelium vitae), entre Occidente y Oriente (Slavorum apostoli), entre el Norte y el Sur (Centesimus annus). “Es necesario –dijo Juan Pablo II en este sentido- que las instituciones culturales eclesiásticas acojan estas enseñanzas, las estudien, las apliquen y desarrollen las consecuencias. En sintonía con su vocación pueden contribuir a curar al hombre de sus miedos y sus laceraciones internas”. No olvidó el Papa mencionar la actuales insidias del individualismo, del pragmatismo, del racionalismo que se extienden incluso en los ambientes encargados de la formación. Y en este contexto recomendó que las instituciones culturales eclesiásticas se esfuercen en unir siempre la obediencia de la fe con la audacia de la razón: «Los docentes no deben olvidar que la actividad de la enseñanza es inseparable del compromiso de profundizar en la verdad, en particular la verdad revelada. No deben disociar el rigor de su actividad universitaria de la apertura humilde y disponible a la Palabra de Dios, escrita o transmitida, recordando siempre que la interpretación auténtica de la Revelación ha sido confiada al único magisterio de la Iglesia, que ejerce tal labor en el nombre de Jesucristo.» Juan Pablo II se mostró orgulloso del creciente número de centros y facultades eclesiásticas de enseñanza que no sólo se ocupan de las disciplinas fundamentales, sino otros muchos campos. “En los últimos años –subrayó el Santo Padre- se constata un gran interés para responder a las necesidades actuales: se ha dedicado una atención particular a la bioética, a los estudios islámicos, a la movilidad humana”. En este sentido el Papa ha animado las iniciativas que se inclinan a profundizar los nexos entre la Revelación divina y las áreas nuevas del saber en la realidad actual.
“LOS POLÍTICOS SON GUÍAS CIVILES A LOS QUE EL SEÑOR ENCOMIENDA LA PROMOCIÓN ESPIRITUAL Y CIVIL DE CADA PUEBLO” “Gracias a la contribución de todos, el sueño de un mundo mejor puede llegar a ser realidad. Que Dios conceda a la humanidad el ver realizada esta profecía de paz”, con estas palabras Juan Pablo II despidió a los miembros de Asociación Nacional de Ayuntamientos de Italia, a quienes recibió el lunes por la mañana, en el marco de las celebraciones del primer centenario del nacimiento de Giorgio La Pira, cuya vida se caracterizó por su profundo compromiso político, en la defensa de la paz y de los derechos humanos. El Santo Padre recordó, durante la audiencia en la Sala Clementina del Vaticano, “el esfuerzo hecho por La Pira a favor de la amistad entre los pueblos que evocan a Abraham - judíos, cristianos e islámicos”, ya que se entrevistó en los años 60 y 70 con las personalidades más relevantes del mundo político de la época, con el fin de lograr el diálogo entre los pueblos. Entre otros, se entrevistó con Ho Chi-Minh, Nasser, presidente de Egipto en 1956 y Abba Eban, político israelí y representante de la ONU entre (1948-1959). El Papa apreció el gesto de la Asociación Nacional de Ayuntamientos de Italia de ofrecer ayuda concreta al “Caritas Baby Hospital” de Belén, porque “honra la memoria de La Pira”, dijo el Pontífice, quien ha exaltado después la figura de este político italiano al cual ha definido como “un amante de la paz, que invitaba a los interlocutores a promover este bien en todos los ámbitos; social, político, económico, cultural y religioso”. El Obispo de Roma recordó que Giorgio La Pira aplicó el Evangelio, en la teoría y en la práctica, inspirándose en el mandamiento del amor y del perdón, como lo demuestra el “Congreso por la paz y la civilización cristiana” que organizó en Florencia en 1952 y 1956 con el fin de favorecer la amistad entre cristianos, judíos y musulmanes. El mensaje de paz de La Pira, recalcó Juan Pablo II, sigue siendo actual: “Los políticos son guías civiles, a los que el Señor encomienda, a través de técnicas que cambian en el tiempo, la promoción espiritual y civil de cada pueblo y de todos en general”. Este mensaje fue una de las cartas escritas por La Pira en 1964 en la que se demuestra “el extraordinario talante de hombre político y de creyente, capaz de unir la contemplación y la oración con la actividad social y administrativa, con predilección por los pobres y por los que sufren”, afirmó Juan Pablo II. Por último, el Santo Padre hizo un llamamiento a los alcaldes, para que se inspiren en la labor de este personaje y para “que os pongáis al servicio de vuestras comunidades, con especial atención a los jóvenes y favoreciendo el progreso espiritual”, dijo el Papa, añadiendo que “no hay que olvidar favorecer los valores humanos y cristianos que son un patrimonio rico de Europa”.
EL OBISPO ES EN PRIMER LUGAR UN CRISTIANO LLAMADO A LA OBEDIENCIA DE LA FE Juan Pablo II recibió el jueves, al final de su visita Ad Limina Apostolorum, a los obispos de Baltimore y Washington (EE.UU), a quienes en su discurso instó a reflexionar sobre el misterio de la Iglesia y, en particular, sobre el ejercicio del ministerio episcopal. “Estas reflexiones- señaló el Papa- sirven como punto de partida para la meditación personal y la oración, y esto contribuye a la creación de una perspectiva pastoral útil para la renovación y la reconstrucción de la Iglesia en Estados Unidos”. El Santo Padre quiso recordar en su discurso, la misión de los Obispos en todo el mundo; “la indefectible santidad de la Iglesia”, porque “Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella” (Ef 5 25, 26). La Iglesia, continuó el Obispo de Roma, nos ha sido donada y se ha vuelto “en Cristo y por Cristo, es la fuente y origen de toda santidad” (Lumen Gentium 47). Esta verdad fundamental de la fe, “necesita ser apreciada y entendida por todos los miembros del Cuerpo de Cristo”, prosiguió Juan Pablo II, añadiendo que, “desde esta perspectiva, la santidad de la Iglesia se transforma en una fuente de gratitud y alegría que hemos recibido en Cristo a través de los sacramentos”. Esta perspectiva fue ya debatida en el Concilio Vaticano II donde se reafirmó que “todo cristiano, de cualquier estado o condición, está llamado a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad” (Lumen Gentium, 40), por lo que se invita a cada miembro de la Iglesia a reconocer de forma honrada sus pecados para después seguir el camino de la penitencia y la renovación. En particular, prosiguió el Santo Padre, “Él nos llama, como Obispos, a continuar con nuestra actividad como ministros de la gracia de Cristo”. Analizando la función de los Obispos, Juan Pablo II explicó que “ante todo, el obispo es en primer lugar un cristiano (vobiscum sum Christianus - cf. Santo Augustine, Sermo 340.1) llamado a la obediencia de la fe”. En el último Sínodo de los Obispos ya se insistía en que “el objetivo del sacrificio de la ordenación y del ejercicio del ministerio episcopal coincide con la santificación, en la que los obispos, con la ayuda de la gracia de Dios, tienen que progresar continuamente” (Pastores Gregis 11). Por este motivo, señaló el Papa, “es importante que los obispos no sólo sean contempladores, sino que tienen que ser los que enseñen el camino de la contemplación” (Pastores Gregis 17). De ahí que “el obispo sea considerado el constructor de la iglesia”, continuó Juan Pablo II, para después remarcar que hay que “imitar la pobreza de Cristo”, por eso, el Papa invitó a los Obispos a “comprobar la pobreza”, mostrando su convicción de que “la Iglesia se encuentra en continua renovación interior”. En este contexto, Juan Pablo II evocó las memorables palabras de Pablo VI en su Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi: “será sobre todo mediante su conducta, mediante su vida, como la Iglesia evangelizará al mundo, es decir, mediante un testimonio vivido de fidelidad a Jesucristo, de pobreza y desapego de los bienes materiales, de libertad frente a los poderes del mundo, en una palabra de santidad” (Evangelii Nuntiandi 41). Juan Pablo II finalizó su discurso agradeciendo a los Obispos sus esfuerzos por llevar la santificación a la Iglesia en América y del mismo modo les recordó el modelo a seguir en San John Neumann, cuya vida estuvo dedicada al servicio de los demás.
PROCESO GLOBALIZACIÓN DEBE DIRIGIRSE A DESARROLLO INTEGRAL DEL HOMBRE El proceso de globalización debe regirse por valores éticos profundos y dirigirse al desarrollo integral de cualquier hombre; es necesario educar a las conciencias en un alto sentido de la responsabilidad y atención al bienestar de toda la humanidad. Estas fueron las condiciones enumeradas el viernes por Juan Pablo II para que la familia humana, constituida por distintos pueblos y diversas razas, culturas y religiones, pueda lograr fórmulas de cooperación económica, social y cultural inspiradas en la fraternidad humana. El vasto fenómeno social de la globalización fue el tema central del discurso del Santo Padre a los participantes en la Conferencia internacional que se ha celebrado en Roma sobre la Globalización, y que ha sido organizada por la Fundación vaticana Centesimus Annus-Pro Pontifice. “Un fenómeno – como subrayó el Papa- que plantea numerosos retos a la comunidad internacional y que espera respuestas eficaces y éticamente responsables. Esta Conferencia –como evidenció el Santo Padre- parte de la consideración de que en el proceso de globalización mundial cada vez se abre más la brecha existente entre los países ricos y los pobres. Por esta razón es cada vez más apremiante la intervención para salvaguardar la dignidad de la persona y promover el bienestar común frente a situaciones como las de las poblaciones que viven en condiciones de miseria inaceptable, sufriendo hambre y pobreza y crecientes desigualdades sociales. Juan Pablo II insistió en el reto, siempre vigente, de dar vida a una globalización solidaria, individuando las causas de los desequilibrios económicos y sociales y planteando opciones dirigidas a asegurar a todos un porvenir marcado por la solidaridad y la esperanza.
JUAN PABLO II RECIBIÓ LA CIUDADANÍA DE HONOR DE DUBROVNIK Juan Pablo II recibió la ciudadanía de honor de Dubrovnik y bendijo toda la tierra croata, recordando su «milenaria cultura impregnada en la fe católica» y su «constante fidelidad a los Pontífices, aún en tiempos difíciles». Con conmoción y gratitud, el Obispo de Roma recibió el jueves a una delegación de la ciudad croata de Dubrovnik que le entregó la ciudadanía de honor de esta villa, «confirmando los lazos profundos y seculares que la unen a los Pontífices» y para recordar la Visita pastoral que Juan Pablo II realizó, el pasado seis de junio, precisamente a Dubrovnik, donde beatificó a una «hija ilustre de Croacia, María de Jesús Crucificado Petkovic». Tras expresar su profunda alegría y agradecimiento por habérsele incluido entre los «ciudadanos de la antigua y bella Dubrovnik - auténtica perla del Adriático croata, centro de cultura milenaria impregnada en la fe católica y caracterizada por su constante fidelidad a los Sucesores de Pedro, aún en tiempos muy difíciles» - y reiterando su anhelo de que «este patrimonio cultural y religioso pueda desarrollarse y seguir creciendo también en el futuro, brindando abundantes frutos para Dubrovnik y para toda la nación croata», Juan Pablo II finalizó sus palabras invocando la bendición de Dios sobre ésta, que a partir de hoy es también su ciudad y sobre toda la tierra de Croacia.
LA FAMILIA, LUGAR DE EXPRESIÓN DE LA SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL Juan Pablo II recibió el viernes en audiencia a la asamblea plenaria a los miembros de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que celebran el décimo aniversario de su creación, cumpliendo el objetivo encomendado por Juan Pablo II ese 1 de enero de 1994 de: "promover el estudio y el progreso de las ciencias sociales, económicas, políticas y jurídicas a la luz de la doctrina social de la Iglesia". El Papa en su discurso quiso recordar la importante labor que desempeña esta Academia, a través de sus investigaciones sobre el valor de la familia y la transmisión a través de las generaciones se este valor: “Expreso mi esperanza de que vuestras investigaciones sirvan como valiosa contribución al desarrollo de la enseñanza social de la Iglesia”. El Santo Padre continuó analizado la importancia que una vez tuvieron los valores familiares, ya que “la familia era el primer lugar donde se expresaba la solidaridad intergeneracional”, señaló el Papa, comparando después estos valores con los actuales, donde, según el Obispo de Roma “las nuevas generaciones están sufriendo cambios significativos en muchas áreas. Los lazos del matrimonio se han debilitado y ahora se perciben como un mero contrato entre dos individuos – prosiguió el Obispo de Roma, añadiendo que- las presiones de una sociedad de consumo pueden causar que las familias desvíen la atención de la casa al trabajo o a otros aspectos de la vida social”. Ante esta situación, de inestabilidad en los lazos del matrimonio, Juan Pablo II considera que es también peligroso el hecho de que los niños crezcan en manos diferentes de las de los padres, porque produce un distanciamiento de las relaciones entre ambos. De ahí que el Papa haya alentado en su discurso a los miembros de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales a proseguir con sus estudios para que “contribuyan al desarrollo de la Iglesia en general y de la familia”. Por último el Santo Padre dedicó una atención especial a todas las personas ancianas que viven en una situación precaria, ya que muchos de ellos carecen de recursos económicos suficientes o sufren enfermedades físicas, por este motivo hay que darles “un cuidado especial para que no se sientan abandonados” recordó Juan Pablo II que lanzó la alarma ante el aumento del número de ancianos y la falta de asistencia.
REGINA
COELI: SALUDO AFECTUOSO A 10 NUEVAS NACIONES DE UNIÓN EUROPEA «Sólo una Europa que no aparta, sino que vuelve a descubrir sus propias raíces cristianas podrá estar capacitada para afrontar los grandes retos del tercer milenio», así lo afirmó Juan Pablo II al saludar el domingo a las 10 nuevas naciones de la Unión Europea. Al mediodía del domingo, como ya es habitual, el Santo Padre se asomó a la ventana de su despacho privado del Palacio Apostólico del Vaticano, para dirigir el rezo mariano del Regina Coeli. En sus palabras antes de la oración a María, se refirió a la ampliación de Europa: «En estos días, Europa vive otra importante etapa de su historia. Diez naciones, que ya por cultura y tradición eran y se sentían europeas, vienen ahora a formar parte de esta Unión de Estados.» El Papa, más adelante insistió en que esta unidad, si quiere ser duradera, no puede ser sólo económica y política: «Como pude recordar en mi peregrinación a Compostela, en noviembre de 1982, el alma de Europa permanece unida también hoy, porque hace referencia a los valores comunes humanos y cristianos.» Y es que, para el Santo Padre, la historia de la formación de las Naciones europeas camina paralelamente a la evangelización. Por tanto, a pesar las crisis espirituales que han marcado la vida del Continente hasta nuestros días, su identidad sería incomprensible sin el Cristianismo. Por ello, continuó el Pontífice, la Iglesia ha querido ofrecer en estos años diversas contribuciones a la consolidación de su unidad cultural y espiritual, de manera particular con los Sínodos Especiales para Europa, de 1990 y 1999. De este modo, afirmó Juan Pablo II, la linfa vital del Evangelio puede asegurar a Europa un desarrollo coherente con su identidad, en la libertad y en la solidariedad, en la justicia y en la paz. Para el Papa, sólo una Europa que no aparta, sino que vuelve a descubrir sus propias raíces cristianas podrá estar capacitada para afrontar los grandes retos del tercer milenio: la paz, el diálogo entre las culturas y las religiones, la salvaguardia de la creación. El Pontífice hizo un llamamiento a todos los creyentes en Cristo del Occidente y Oriente europeos, para que ofrezcan su propia contribución a esta gran tarea por medio de una abierta y sincera cooperación ecuménica. El Pontífice concluyó sus palabras, saludando con afecto a las 10 nuevas naciones de la Unión Europea, y dirigiendo su pensamiento a los numerosos Santuarios que a lo largo de los siglos han mantenido viva, en cada una de esas naciones, la devoción a la Virgen María. A ella y a los Santos y Santas que veneramos como Patronos de Europa, confió el presente y el futuro del continente. Y tras el canto del Regina Coeli y del recuerdo por los fieles difuntos, el Papa saludó a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro en diversas lenguas. En italiano recordó la ceremonia de ordenación de los 26 nuevos presbíteros de la Diócesis de Roma, a los que deseó que sean en medio del Pueblo de Dios, imágenes vivas de Cristo Buen Pastor. Y en esta Jornada Mundial de Oración por la Vocaciones, el Papa envió un saludo especial a cuantos trabajan con empeño en el camino de formación al sacerdocio y a la vida consagrada, invitando a todos a rezar para que no falten numerosas y santas vocaciones en la Iglesia. A todos deseó un buen inicio del mes de mayo, dedicado de modo particular a la Virgen. Este fue su saludo a los peregrinos españoles: «Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo parroquial de San Roque, de Sevilla. En este domingo del Buen Pastor, renuevo a todos la invitación a orar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Feliz domingo».
“SACERDOTES
EN UNA ÉPOCA EN QUE FUERTES TENDENCIAS CULTURALES
“No tengáis miedo, Dios está siempre con vosotros. Con su ayuda llegaréis al corazón de los hombres”. Eran los consejos del Papa a los 26 nuevos presbíteros que ordenó el domingo en la basílica vaticana. “Ha resucitado el Buen Pastor que ha dado la vida por sus ovejas”. La liturgia, dijo el Papa en su breve homilía, nos invita hoy a fijar la mirada sobre Cristo Buen Pastor. El Hijo unigénito del Padre, el Buen Pastor de la humanidad, muerto en la Cruz y resucitado el tercer día. “Esta es la Buena Nueva que los apóstoles, animados por el Espíritu Santo, han llevado a todas las gentes empezando por las de Jerusalén. Este es el anuncio feliz que continúa sonando al comienzo del tercer milenio. De aquella mirada llena de compasión de Cristo Buen Pastor resucitado, se ha originado en la Iglesia el misterio de la vocación pastoral. Y dirigiéndose a los nuevos presbíteros, Juan Pablo II dijo que “de esta mirada de amor” también ha nacido “vuestra llamada al sacerdocio”. El Santo Padre acogió con afecto, uno a uno, a los 26 candidatos y saludó también al cardenal vicario Camillo Ruini, a los miembros del Consejo Episcopal diocesano, rectores, superiores y profesores de los distintos seminarios que han cuidado la formación de los nuevos presbíteros, en Roma. Asimismo, el Papa expresó su vivo reconocimiento a las familias, a los sacerdotes que se han encargado del crecimiento de la fe y a cuantos en las distintas comunidades parroquiales y eclesiales han ayudado a descubrir a los nuevos presbíteros el “don y misterio” de la vocación y a decir sí a la llamada del Señor. «Vosotros os convertís en sacerdotes en una época en que, incluso aquí en Roma, fuertes tendencias culturales parecen querer hacer olvidar a Dios, sobre todo a los jóvenes y a las familias. Pero no tengáis miedo: Dios estará siempre con vosotros. Con su ayuda podréis recorrer los caminos que conducen al corazón de cada hombre y anunciarle que el Buen Pastor ha dado la vida por él y quiere que sea partícipe de su misterio de amor y salvación.» Para llevar a término esta obra, dijo el Papa a los nuevos ordenandos, es necesario que “Jesús sea siempre el centro de vuestra vida, unidos íntimamente a Él en la oración, la meditación personal cotidiana, la fidelidad a la Liturgia de las Horas y sobre todo la devota cotidiana celebración de la Eucaristía. Si seréis colmados de Dios, seréis verdaderos apóstoles de la nueva evangelización”. Los nuevos sacerdotes son 17 italianos, un español, un panameño, un peruano, un mexicano, un polaco, un húngaro, un joven de Guinea Ecuatorial, otro de Madagascar y un indio. Todos han estudiado en los seminarios de Roma, diócesis a la que serán destinados la mayor parte de los nuevos sacerdotes.
XLI JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES 2004 El domingo se celebró en todo el mundo la XLI Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2004, en coincidencia con el IV domingo de Pascua. Juan Pablo II auguró, en su mensaje para este día publicado en noviembre de 2003, que “todos los fieles se unan en una ferviente oración por las vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y al servicio misionero”. “Sígueme” (Jn 21 22), señalaba el Santo Padre, recordando que “son muchos los que han respondido y siguen respondiendo con generosidad a su constante invitación... son hombres y mujeres que aceptan poner su existencia totalmente al servicio de su reino”, añadía el Pontífice que en su mensaje pidió el “sí” a aceptar “el don inestimable de la bondad divina,- continuó el Papa, explicando que este don es preciso “implorarlo con insistencia, confianza y humildad”. “Deseo de corazón que se intensifique cada vez más la oración por las vocaciones- señalaba Juan Pablo II - una oración que ha de ser adoración del misterio de Dios y acción de gracias por las ‘maravillas’ que él ha hecho y sigue haciendo, a pesar de la debilidad de los hombres; una oración contemplativa, llena de asombro y gratitud por el don de las vocaciones”. El Obispo de Roma finalizó su mensaje por la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2004 con una llamada a la oración para “que aquellos que el Señor ha elegido y llamado sean testigos fieles y gozosos del Evangelio, al que han consagrado su existencia”. En este contexto estuvo con nosotros Mons. Celso Morga, jefe de oficina de la Congregación para el Clero que nos habló de esta “Jornada de Oración por la Vocaciones”.
APREMIANTE SUPLICA POR LIBERTAD DE LOS SECUESTRADOS EN IRAK Juan Pablo II hizo el jueves por la tarde una "apremiante súplica" en nombre de Dios para que sean liberados todos los ciudadanos secuestrados en Irak, entre ellos tres italianos, tras concluir una manifestación organizada por sus familiares. Así lo informó el secretario para las relaciones con los Estados, el arzobispo Giovanni Lajolo en el mensaje que leyó en la plaza de San Pedro del Vaticano: "En nombre del único Dios, que a todos nos juzgará, Juan Pablo II renueva a los secuestradores su apremiante súplica para que sean devueltas inmediatamente las personas secuestradas a sus familias". "El Santo Padre no duda que se haga todo lo posible y nada se deje de intentar para garantizar la incolumidad de los rehenes y se llegue lo más pronto posible a su liberación". Mons. Lajolo, comunicó a los cerca de cuatro mil manifestantes que llegaron al Vaticano, tras recorrer varias calles de Roma y encabezados por los familiares de los tres secuestrados italianos, que Juan Pablo II había celebrado la misa "por la liberación de los rehenes detenidos en Irak, como por todos los que sufren en aquel país". A los rehenes, el Santo Padre expresó sus "sentimientos paternales" y les animó a tener coraje y a no perder la esperanza "ante esta dura prueba". Y a los familiares les manifestó su afecto "y particular cercanía en estos momentos de aprensión y angustia". Juan Pablo II expresó su agradecimiento a todos los que trabajan para restablecer en Irak un clima de reconciliación y de diálogo, con el objetivo de que el país alcance la recuperación de su soberanía plena y la independencia, "en condiciones de seguridad para toda la población". El Obispo de Roma animó a la comunidad católica de Irak y a todos los cristianos del país a continuar trabajando "para que se restablezca una atmósfera de concordia y de colaboración entre todos las grupos religiosos y sociales de Irak". Mons. Lajolo afirmó que Juan Pablo II, que se había recogido en oración en su capilla privada, invitaba a todos los presentes a rezar a Dios, "que ama la vida de todos los hombres y no quiere la muerte de ninguno", para lograr una "positiva conclusión" de esta "dolorosa situación". En la plaza de San Pedro se guardó un minuto de silencio, tras el que se rezó el Padrenuestro y se cantó el Salve Regina.
MOLUCAS: VIOLENTOS ENFRENTAMIENTOS EN LA REGIÓN Juan Pablo II mostró su pesar por las víctimas de la violencia en Ambon, en las Molucas (Indonesia), “que han causado la pérdida de numerosas vidas, injurias y la quema de casas, colegios e iglesias”, en un telegrama enviado por el Pontífice al ordinario de esta región. “En estos momentos de sufrimiento deseo asegurar a toda la comunidad cristiana mi afecto paternal y solidaridad” dice el Santo Padre, añadiendo que espera “que las relaciones pacíficas entre las distintas religiones y grupos sociales se restablezcan pronto”. El Obispo de Roma asegura que en sus oraciones ha pedido paz “para todos aquellos que han muerto y el conforto para todos los que sufren y los que han perdido a los familiares”. Por último el Papa imparte su bendición a todos los miembros de la Iglesia: Padres, misioneros, hombres y mujeres religiosos y a todos en general”. A raíz de la oleada de enfrentamientos entre grupos católicos y musulmanes en esta región, el obispo de la diócesis de Ambon, monseñor Pietro Canisius Mandagi MSC, lanzó el viernes un mensaje de auxilio dirigido a la ONU y a todas las naciones del mundo. El prelado quiso matizar en su mensaje que la violencia no ha sido originada por motivos religiosos, sino políticos, pero el problema, es que “la guerra está todavía demasiado cerca y las heridas del pasado no se han cicatrizado. Por ello es fácil, aprovechar esta situación y encender la violencia”, explica monseñor Mandagi que ha solicitado ayuda internacional para evitar que el conflicto se convierta en un enfrentamiento religioso. El prelado ha pedido, en primer lugar, que se defienda el derecho del pueblo de Ambon a una vida segura y al mismo tiempo ha solicitado al gobierno indonesio que ponga fin a la violencia y en el caso de que no sea posible, evacuar a la población. El obispo de la diócesis de Ambon finaliza su mensaje pidiendo que todos oren por el bien de los ciudadanos de esta región. Ante esta oleada de violencia, la ONU retiró esta semana a su personal de la ciudad después de que una de sus oficinas fuera incendiada. Las comunidades musulmana y cristiana en las Molucas eran un ejemplo de concordia hasta que, en enero de 1999, un incidente trivial entre miembros de ambos credos desencadenó un conflicto sectario. En febrero de 2002, los dirigentes de ambas comunidades firmaron un acuerdo de paz, cuando la violencia ya se había cobrado más de 7.000 vidas y había originado decenas de miles de evacuados. La situación parecía que volvía a la normalidad, cuando el pasado domingo, 25 de abril, volvió a prenderse la mecha de la intolerancia.
MENSAJE
DEL PAPA PARA LA JORNADA MISIONERA MUNDIAL Los desafíos sociales y religiosos a los que la humanidad hace frente en nuestro tiempo motiva a los creyentes para renovarse en el fervor misionero. En el mensaje del Papa para la Jornada Misionera Mundial en el que se subraya la necesidad de apóstoles expertos en la celebración, adoración y contemplación de la Eucaristía. El jueves se hizo publico el Mensaje de Juan Pablo II para la 78 Jornada Misionera Mundial 2004 que se celebrará el 24 de octubre con el tema: “Eucaristía y Misión”, porque “la misión -como explica el Papa en este documento- está aún lejos de cumplirse y por eso debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio”. El Santo Padre señala los desafíos sociales y religiosos a los que la humanidad hace frente en nuestro tiempo como motivación de los creyentes para renovarse en el fervor misionero. Y una ocasión extraordinaria para esta unánime toma de conciencia misionera alrededor de la Mesa del Cuerpo y la Sangre de Cristo es precisamente el Congreso Eucarístico Internacional, que tendrá lugar en la ciudad mexicana de Guadalajara el mes de octubre, porque “reunida alrededor del altar, la Iglesia comprende mejor su origen y su mandato misionero”. “Eucaristía y Misión”, como subraya el tema de la Jornada Misionera Mundial de este año, forman un binomio inseparable. A la reflexión sobre los lazos que existen entre el misterio eucarístico y el misterio de la Iglesia, se une este año una elocuente referencia a la Virgen Santa, gracias a la celebración del 150 aniversario de la definición de la Inmaculada Concepción (1854-2004). Juan Pablo II trascribe su experiencia personal en este mensaje recomendando que “para vivir de la Eucaristía es necesario demorarse largo tiempo en oración ante el Santísimo Sacramento, experiencia que yo mismo hago cada día encontrando en ello fuerza, consuelo y apoyo”. El mensaje del Santo Padre se sitúa fundamentalmente “alrededor de Cristo eucarístico” donde “la Iglesia crece como pueblo, templo y familia de Dios” y “al mismo tiempo, comprende mejor su carácter de sacramento universal de salvación y de realidad visible jerárquicamente estructurada”. “Al término de cada santa Misa, prosigue el documento, cuando el celebrante despide la asamblea con las palabras “Ite, misa est”, todos deben sentirse enviados como “misioneros de la Eucaristía” a difundir en todos los ambientes el gran don recibido”. El Pontífice subraya además la necesidad de apóstoles expertos en la celebración, adoración y contemplación de la Eucaristía para evangelizar al mundo. “La Iglesia, Pueblo de Dios en camino a lo largo de los siglos, renovando cada día el sacrificio del altar, espera la vuelta gloriosa de Cristo. Después de la consagración, la asamblea eucarística reunida alrededor del altar, confirma el deseo del encuentro final con Aquél que vendrá a llevar a cumplimiento su designio de salvación universal”. El Santo Padre recuerda que “el Espíritu Santo, con su acción invisible, pero eficaz, conduce al pueblo cristiano en este su diario camino espiritual, que conoce inevitables momentos de dificultad y experimenta el misterio de la Cruz”. Y precisamente en estas dificultades es la Eucaristía “el consuelo y la prueba de la victoria definitiva para quien lucha contra el mal y el pecado; es el “pan de vida” que sostiene a todos cuantos, a su vez, se hacen “pan partido” para los hermanos, pagando a veces incluso con el martirio su fidelidad al Evangelio. El Papa expresa también en el mensaje su deseo de que la coincidencia del Congreso Internacional Eucarístico con el 150 aniversario de la definición de la Inmaculada ofrezca a los fieles, a las parroquias y a los Institutos misioneros la oportunidad de afianzarse en el ardor misionero, para que se mantenga viva en cada comunidad «una verdadera hambre de la Eucaristía» (Ibíd., n. 33). Finaliza su mensaje Juan Pablo II recordando, con agradecimiento y aprecio, la contribución que las Obras Misionales Pontificias ofrecen a la acción apostólica de la Iglesia. El Papa aprovecha esta ocasión para invitar a “apoyarlas espiritual y materialmente, para que también gracias a su aportación el anuncio evangélico pueda llegar a todos los pueblos de la tierra”. El mensaje fue presentado el jueves por la mañana en la sala de prensa de la Santa sede por el cardenal Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que quiso resaltar el llamamiento del Papa a relanzar "con valor" la misión y explicó con detalle los problemas que encuentran los misioneros para ejercer el mandato de Jesús. En este contexto el purpurado evidenció el problema que presentan para la evangelización la difusión de las sectas, a las que calificó como plagas de langostas, que "destruyen todo donde vayan", y las dificultades para evangelizar en los países comunistas, a los que se refirió como "zonas de silencio". El cardenal Sepe precisó que la asistencia de la Iglesia a las poblaciones en tierras de misión no se limita a una sola nación o continente, sino que se dirige a todos los pueblos sin distinción de fe religiosa, cultura, lengua o sistema político.
Juan Pablo II envió un mensaje al obispo de Rímini, Mons. Mariano de Nicoló, con ocasión de la convocación nacional en esta ciudad italiana, del 29 de abril al 2 de mayo, de los distintos grupos y comunidades de la “Renovación en el Espíritu”. El Papa desea que el testimonio de cada uno de estos carismas de vida espiritual “suscite en la Iglesia aquella conversión interior sin la cual difícilmente el hombre puede resistir a las tentaciones de la carne y a las concupiscencias del mundo”. Nuestro tiempo, escribe el Papa, “tiene necesidad de hombres y mujeres que como rayos de luz, sepan comunicar la fascinación del Evangelio y la belleza de la vida nueva en el Espíritu”. “Al Evangelio de Cristo es necesario corresponder, sin embargo, -explica el Santo Padre - con la audacia de la fe, que es la madre de todos los milagros del amor, y con aquella firme confianza que nos hace impetrar de Dios todo bien para la salvación de nuestras almas”. “Cada uno de nosotros como verdaderos discípulos de Cristo debemos aplicarnos a seguir sin descanso sus enseñanzas convirtiendo nuestro propio camino de renovación espiritual en una permanente escuela de conversión y de santidad”.
XVII CENTENARIO DE LA MUERTE DE SAN AMBROSIO MÁRTIR El Santo Padre escribió un mensaje al obispo italiano de Frosinone-Veroli-Ferentino, Mons. Salvatore Boccaccio, en ocasión del décimo-séptimo centenario de la muerte de san Ambrosio Mártir, protector de la ciudad de Ferentino y patrono, junto a santa María Salome, de esta diócesis. El Papa se une a la dicha de cuantos celebrarán el próximo 1 de agosto, al término del año jubilar, a “este insigne testigo de Cristo y las maravillas que realizó en su heroica existencia, que acabó con el martirio, según cuenta la tradición, en agosto del año 304, durante la feroz persecución del emperador Diocleciano”. Desde entonces muchas cosas han cambiado en estos diecisiete siglos de historia, afirma el Santo Padre. “Avanza, por ejemplo, el secularismo que amenaza incluso a sociedades de antigua evangelización como ésta, y las lleva hacia formas de agnosticismo que constituyen una verdadero desafío para los creyentes”. En este contexto adquiere una extraordinaria elocuencia e importancia, dice el Papa “el testimonio de aquellos santos que por su fidelidad al Evangelio no han dudado en dar su vida por Cristo”, como lo hizo san Ambrosio. Solamente, quien está dispuesto a seguir totalmente a Cristo puede exponerse sin reservas al servicio del hombre, que es el “primer y fundamental camino de la misión de los creyentes en el mundo”. “Con el ofrecimiento de sus vidas, los mártires dan testimonio de que este apasionado servicio a la causa del hombre puede realizarse eficazmente solamente si se está íntimamente unidos a Cristo. Esto es posible a través de la oración y si se nutre nuestra vida con la Eucaristía, la Palabra de Dios, y si se renueva constantemente con el sacramento de la Reconciliación.
VALORACIÓN DE PROYECTO DE COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA «El viernes - 30 de abril – concluyó la valoración de todos los cardenales y presidentes de las Conferencias episcopales del proyecto de Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, preparado por la Comisión especial de purpurados, coadyuvada por el Comité de redacción». En una nota de prensa se recuerda además que «en la preparación de dicho proyecto se ha intentado cumplir lo que solicitaba el Santo Padre en la carta que dirigió, el 2 de febrero de 2003, al Card. Joseph Ratzinger». En esa carta al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Juan Pablo II señalaba que «el compendio del Catecismo de la Iglesia católica deberá exponer, de modo conciso, los contenidos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia, respetando su totalidad e integridad doctrinal, de modo que constituya una especie de vademécum, que permita a las personas, creyentes y no creyentes, abarcar, con una mirada de conjunto todo el panorama de la fe católica». Asimismo, en su carta al Card. Ratzinger, el Papa recomendaba que el mismo Compendio «tendrá como fuente, modelo y punto de referencia constante el actual Catecismo de la Iglesia católica, que manteniendo intacta su autoridad e importancia, podrá encontrar, en esa síntesis, un estímulo para una mayor profundización y, más en general, un ulterior instrumento de educación en la fe». Por lo tanto, el citado proyecto de Compendio, se propone reflejar fielmente el Catecismo de la Iglesia Católica tanto en su estructura como en la articulación de sus contenidos y en su lenguaje, teniendo que ser ‘no un Compendio de la fe católica cualquiera’. El proyecto enviado a los cardenales para que lo valoren es la séptima parte del mencionado Catecismo y está redactado en forma dialógica. Se ha preferido esta forma de preguntas seguidas por respuestas sintéticas, pues se considera que invita mejor a su lectura, instaurando un diálogo ideal entre texto y lector. Además, al final del proyecto, se han colocado, como apéndice, algunas oraciones y fórmulas de la doctrina católica.
GLOBALIZACIÓN: AUMENTA LA BRECHA ENTRE EL NORTE Y EL SUR DEL MUNDO Se celebró el sábado y el domingo en el Vaticano un Congreso internacional promovido por la Fundación Centesimus Annus pro Pontifice que ha analizado la forma de afrontar la globalización. Este encuentro parte de la constatación de los efectos, muchos de ellos positivos, provocados por la integración de las economías gracias a los intercambios comerciales, las inversiones extranjeras, el progreso tecnológico y otros factores, y al mismo tiempo la constatación paralela del ensanchamiento de la brecha entre el Norte y el Sur del mundo en el mismo proceso de globalización. El cardenal Atilio Nicora, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede apostólica abrió el viernes los trabajos de este congreso, cuyos participantes fueron recibidos el mismo día por el Papa. El purpurado afirmó, en una entrevista concedida a Radio Vaticano, que la Iglesia no condena a priori el proceso de globalización, sino que lo observa con mucha objetividad. “Como todos los grandes fenómenos humanos, en sí mismo no es ni bueno ni malo, es una forma de evolución de la organización social entre los hombres del planeta que radicalmente depende de cómo los hombres la gestionen”. El purpurado afirmó en este sentido que “puede ser una ocasión preciosa para afianzar la unidad de la familia humana o por el contrario puede convertirse en un objeto peligrosísimo de difusión de impulsos negativos y distorsionadores de la dignidad de las personas. El llamamiento que la doctrina social de la Iglesia dirige a todos los hombres de buena voluntad es el de un uso responsable de los instrumentos de gobierno de este gran fenómeno dando preeminencia a la participación y la solidaridad”. Entrevistamos al Profesor Morante, que ha participado en esta Mesa redonda sobre “Globalización y desarrollo internacional”, que nos habló sobre la problemática que plantea para Hispanoamérica. Para terminar, profesor, que se podría aconsejar ante esta situación creada internacionalmente desde la doctrina social de la Iglesia.
PRINCIPALES RETOS Y PROBLEMAS A QUE SE ENFRENTA IGLESIA NORTEAMERICANA El jueves finalizó la visita “Ad Limina Apostolorum” de un grupo de obispos estadounidenses con un discurso del Santo Padre en el que se les instó “a ser los que enseñen el camino de la contemplación”. Uno de ellos Monseñor Francisco González, obispo de Washington, relató en una entrevista a Radio Vaticano cuales con los principales retos y problemas a los que se enfrenta la iglesia norteamericana.
SEMINARIO «ÉTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA» Tras haber leído un telegrama - en el que Juan Pablo II exhorta a impulsar una «adhesión cada vez más consciente a los valores humanos y cristianos para lograr una auténtica promoción de la cultura de la solidaridad», el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, Card. Renato Martino, clausuró el miércoles un seminario sobre el tema «Ética y Administración Pública», organizado por el citado dicasterio vaticano y por el departamento de la Función Pública del gobierno italiano. En un comunicado de prensa, el Consejo Pontificio Justicia y Paz señala que en este encuentro se puso de relieve que «la ética en la administración pública es un instrumento necesario e indispensable para el progreso colectivo de toda sociedad civil». El cardenal Martino reiteró que, entre los principios cristianos mencionados por el Papa, los encargados de la administración pública deben considerar, de forma especial, «el reconocimiento de la dignidad y de los derechos de todas las personas; el respeto de parte del poder público del legítimo espacio de autonomía de las minorías y la promoción de un espíritu de solidaridad que facilite el desarrollo armonioso de toda la sociedad». Asimismo, el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz puso de relieve que los responsables de la administración pública tienen el deber de salvaguardar la confianza en las relaciones con los ciudadanos - que representa un importante «capital» - evitando «actuar según intereses de parte, o, peor aún, según intereses personales». En ese contexto, el purpurado exhortó a sentar las bases que «aseguren las condiciones necesarias para una leal colaboración, que persiga el verdadero bien común».
«SOLIDARIDAD ENTRE LAS GENERACIONES, BIENESTAR Y ECOLOGÍA HUMANA» La Academia Pontificia para las Ciencias Sociales celebró su décima sesión plenaria, en el Vaticano, del 29 de abril al 3 de mayo, sobre el tema «Solidaridad entre las generaciones, Bienestar y Ecología Humana». En la cita participaron la mayoría de sus 33 académicos, provenientes de todos los continentes, además de numerosos expertos en las materias que se refieren al mencionado tema. Esta Academia fue fundada por Juan Pablo II, en enero de 1994, para promover el estudio y el progreso de las ciencias sociales - Economía, Derecho, Ciencias Políticas y Sociología - con el fin de brindar elementos útiles a la Iglesia en la profundización y desarrollo de su doctrina social. Desde el primer momento de su fundación, la Academia Pontificia para las Ciencias Sociales centró sus trabajos en cuatro temas principales. Trabajo y empleo, democracia, globalización y solidaridad entre las generaciones. Las conferencias y las investigaciones dedicadas a los primeros tres temas han dado vida a distintas publicaciones utilizadas en el Magisterio de la Iglesia y, en la actualidad, se están desarrollando nuevos estudios sobre proyectos que se refieren a la democracia y a la globalización. La sesión plenaria que se celebró, a partir del jueves, ha sido la primera dedicada a la solidaridad entre las generaciones. Los trabajos se abrieron con una reflexión sobre el tema de la misma conferencia, enfocados según el actual Magisterio social católico. La relación sobre este tema estuvo a cargo del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
DIÓCESIS
DE FAENZA-MODIGLIANA (ITALIA) ARCHIDIÓCESIS
DE DUBLIN (IRLANDA) ARCHIDIÓCESIS
DE MERAUKE (INDONESIA) DIÓCESIS
DE ALIWAL (SUDÁFRICA) NUNCIATURA
APOSTÓLICA EN HAITÍ NUNCIATURA
APOSTÓLICA EN INDONESIA Y TIMOR ORIENTAL CONGREGACIÓN
PARA LA DOCTRINA DE LA FE CONSEJO
PONTIFICIO PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS 750°
ANIVERSARIO DE LA CONSAGRACIÓN DE LA BASÍLICA PATRIARCAL
DE SAN FRANCISCO EN ASÍS 17º
CENTENARIO DEL MARTIRIO DE SAN DOMNIO
DOMINGO
IV DE PASCUA (C): 2 de mayo de 2004 Para
llevar a cabo sus planes de salvación, Dios eligió
un pueblo nómada, acostumbrado al pastoreo. El Señor
quería revelarse, así, como el pastor que conduce
a los hombres a su verdadero destino. Siempre se fijó
y escogió a pastores como guías de su pueblo:
Abraham, Moisés, David,... Eran ya figura anticipada
de Cristo que hoy se nos revela como pastor de los que buscan
la verdadera vida. Por eso, nos dice: mis ovejas escuchan
mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy
la vida eterna. Jesús llamaba e invitaba a la comunión con Dios. Pero, ante su revelación, no todos reaccionaban igual. Unos se mantenían al margen, porque no respondía a sus intereses o expectativas. Otros lo rechazaban abiertamente, porque no coincidía con sus convicciones. Y otros, en cambio, se entusiasmaban y lo seguían. Todo depende de captar o no el inaudito amor de Dios que en Él se desvelaba. Algo que sólo en el amor puede ser apreciado. Y no por cualquier amor sino por el que pone en nosotros el mismo Espíritu de Dios. Sólo ese Espíritu de lo alto que actúa de antemano en lo profundo del corazón puede hacernos entender el amor que en Cristo se manifiesta. Sólo el que sin cerrarse se deja llevar por ese Espíritu de arriba sabe escuchar de verdad a Jesús. Por eso Él mismo reconoce a los que lo acogen, de esta manera: Mi Padre es el que me los ha dado. Y es, entonces, cuando promete: Nadie arrebatará de mi mano a los que ya están así en las manos de Dios. Sí, lleno del Espíritu Jesús se puso en las manos de Dios hasta morir entregando su espíritu a sus manos. Y es el mismo Espíritu de Dios, quien lo ha resucitado para siempre. Ponerse, pues, en las manos de Cristo, es ponerse en las manos de Dios que nos salva así de los caminos que llevan a la muerte, conduciéndonos a la vida. Es siempre el mismo Dios que nos conduce hacia sí por medio de su Hijo, el Pastor, en la fuerza de su propio Espíritu. La lectura del Libro de los Hechos nos narra hoy cómo Pablo y Bernabé anunciaron este evangelio, esta buena noticia de la salvación cumplida en Cristo. También ellos experimentaron el rechazo de la sinagoga, mientras los paganos acogían gozosamente la Palabra. Supieron reconocer así la obra del Espíritu. Ese que es el que construye y congrega a la Iglesia como rebaño de Jesús. Ese mismo es el que nos reúne cada domingo en el mejor encuentro con el pastor que nos conduce a Dios. Gentes de toda clase y condición, de todo pueblo y cultura, de toda raza y color allí reunidas por el Espíritu con el Señor. Nuestra asamblea nos hace descubrir que aquello que nos une como Iglesia de Cristo no son las afinidades humanas, ni las corrientes sociológicas, ni las sintonías psicológicas, sino la realidad de estar bautizados en el mismo Espíritu de Dios y el hecho de haber acogido un mismo Evangelio: la realidad gozosa de haber sido conducidos por un mismo pastor para ser el pueblo que camina hacia el Padre, hacia la vida de la resurrección. Y, por eso, llenos de alegría, proclamamos con el salmista lo que somos: Su pueblo y ovejas de su rebaño. El Apocalipsis nos traslada hoy allí donde está el Cordero inmolado y triunfante junto a los que, por ponerse en sus manos, han alcanzado la vida. En ellos se ha cumplido la Palabra de Cristo: Mis ovejas escuchan mi voz, me siguen y yo les doy la vida. No perecerán para siempre, nadie las arrebatará de mi mano.
''HOY HA CAÍDO EL ÚLTIMO TRAMO DEL MURO DE BERLÍN” El presidente del Consejo Europeo y primer ministro irlandés, Bertie Ahern, dio "cien y mil veces" la bienvenida a los diez países que el sábado, en una solemne ceremonia en Dublín, se incorporaron a la UE para formar el grupo de los Veinticinco. En una conferencia de prensa junto a los presidentes de la Comisión, Romano Prodi, y del Parlamento Europeo, Pat Cox, Ahern, anfitrión de la nueva Europa, ofreció "la mano de la amistad" a los nuevos miembros en la jornada que "marca el triunfo de su tenacidad y su perseverancia sobre el legado de la historia". "Hoy -añadió Ahern-, abrimos las puertas a la gran familia europea y les damos, en la mejor tradición irlandesa: cien y mil veces la bienvenida". Presentando esta noticia nuestra emisora, Radio Vaticana, en un editorial, ha dicho que ''ha caído hoy el último tramo del Muro de Berlín”. Del histórico ingreso de los 10 nuevos países en la Unión Europea, se recuerda la aventura comenzada en 1957, con la Comunidad Económica ... “una aventura que se ha convertido en un desafío con la Unión de los 15 estados miembros a la que se llegó en 1995”. “Y el último tramo del muro de Berlín ha caído” porque, observa nuestro editorialista, “de los diez países que han adherido a la Unión Europea, 8 son centroeuropeos y han vivido desde muy cerca la trasformación de Países comunistas o regiones de la Unión Soviética a democracias de economía de mercado”. ''Si la economía - sostiene Radio Vaticana - ha sido el primer nivel de esta integración, es necesario recordar que la Unión de 25 países dará vida al más grande bloque comercial del mundo. Ciertamente con desequilibrios que habrá que compensar: ya que el rédito medio de los 74 millones de nuevos ciudadanos es la mitad de la de los otros 15 países. Pero es de esperar que se multipliquen las perspectivas de crecimiento y se abran nuevas salidas económicas''. Radio Vaticano cree que el asentamiento de los 25 será positivo si se llega a resolver el nudo crucial, es decir: las reformas de las instituciones pensadas no para 25 ni tan siquiera para 15, sino pensadas solo para los 6 estados fundadores. Este es el desafío central. Y el desafío inminente es la Constitución, la firma de la nueva Carta Magna que según esperanzadoras promesas será promulgada el próximo mes de junio, al final de la presidencia irlandesa. Y es que “una constitución es necesaria por que el nuevo gigante, que se moverá con los pies de 450 millones de ciudadanos, más grande que los EE.UU. y Rusia juntos, debe ser ágil para tomar decisiones políticas” y no solo económicas. ''En este sentido no faltan cuestiones internas que resolver, como el fenómeno de la inmigración y las emergencia internacionales como el terrorismo”. “En perspectiva, están ya esperando a las puertas de entrada Rumania y Bulgaria; es de desear que entren también pronto los países de los Balcanes... y luego queda la delicada decisión que hay que tomar el próximo mes de diciembre sobre la apertura a las negociaciones con Turquía”. “Queda a las espaldas sólo una derrota: la fallida reunificación de Chipre antes de su entrada hoy en la Unión sólo de la parte griega de la isla. En todo caso hoy celebramos una fecha histórica”.
OBISPOS EUROPEOS AGRADECEN AL PAPA ESFUERZO POR UNIDAD CONTINENTE Los miembros de la Comisión de las Conferencias de Obispos de la Comunidad Europea (COMECE), que culminaron la semana pasada una peregrinación a Santiago de Compostela con el fin de remarcar la responsabilidad de los cristianos en la construcción de una Europa unida, agradecieron en una carta al Santo Padre su esfuerzo por la unidad del continente. Santiago de Compostela -«capital espiritual de Europa» en palabras del Santo Padre- fue el lugar elegido por la COMECE para subrayar la ampliación de la Unión Europea ante la inminente entrada, el próximo 1 de mayo, de diez nuevos miembros. Por este motivo la Iglesia, presente en todas las naciones europeas, también ha querido contribuir al éxito de una Europa más unida. «Hemos venido por el Camino de Santiago para celebrar, en este Año Santo, la importante ocasión de la entrada de diez nuevos Estados miembros a la Unión Europea», se dice en la carta al Santo Padre. «De cada país ha participado una delegación formada por obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Hemos andado juntos un sendero que durante siglos ha sido recorrido por peregrinos de toda Europa hacia la tumba del Apóstol», por este motivo, añaden los obispos, «deseamos expresar especial gratitud a Su Santidad por el gran compromiso demostrado durante su pontificado a la unidad de nuestro continente en reconciliación y solidaridad». La misiva a Juan Pablo II concluye con un agradecimiento final por «las indicaciones pastorales y doctrinales dadas por el Papa en su Exhortación apostólica “Ecclesia in Europa”, que inspira nuestro ministerio».
CARDENAL AMIGO TOMA POSESIÓN DEL TÍTULO CARDENALICIO El martes, 27 de abril, fiesta de la Virgen de Montserrat, el arzobispo de Sevilla, cardenal Carlos Amigo Vallejo, tomó posesión del título cardenalicio. Un título que por primera vez será el de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, en Roma. Para que nos hablase de la fiesta, de la ceremonia, de la toma de posesión y de la historia de la Iglesia Nacional Española invitamos al rector de la Iglesia de Santiago y Montserrat, Mons. José Luis González Novalín. El Cardenal Arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, tomó posesión del Título Presbiteral de Santa María de Montserrat de los Españoles, en Roma, en el curso de una solemne ceremonia Eucarística, en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat. Al finalizar esta celebración, el Card. Amigo Vallejo concedió una entrevista a nuestra emisora, en la que, en primer lugar, le hemos pedido que nos hable sobre el significado para él y para la Iglesia en España de esta toma de posesión cardenalicia, dado que es la primera con el Título de la Iglesia Nacional Española en Roma: Asimismo el Card. Carlos Amigo Vallejo sintetizó ante nuestros micrófonos lo que ha querido destacar en su homilía: En este día especial para la Iglesia en España, el Cardenal Arzobispo de Sevilla evocó la cercanía de Juan Pablo II a todos los españoles, en particular, en ocasión de los terribles atentados terroristas del pasado 11 de marzo en Madrid: También el Obispo de Jerez, Mons. Juan Del Río Martín, que ha viajó a Roma para acompañar al Card. Carlos Amigo Vallejo en esta feliz circunstancia, nos concedió una declaración en la que destaca la especial alegría que caracteriza este año la festividad de la Virgen de Montserrat e hizo hincapié en la misión de Juan Pablo II como profeta de la paz y la importancia de la oración para vencer «la lacra diabólica del terrorismo»:
LXXXII ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA El lunes, 3 de mayo, se inaugura la LXXXII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cuyas sesiones se prolongan hasta el viernes 7 de mayo. La Asamblea inicia con un discurso del presidente de la CEE, cardenal Antonio Mª Rouco Varela y a la sesión de apertura asiste y saluda a los obispos el Nuncio Apostólico en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro. Uno de los capítulos principales de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española lo constituye el seguimiento de las distintas acciones previstas en su vigente Plan Pastoral. En este sentido, se reflexionará sobre las conclusiones del Encuentro de responsables de Piedad Popular, que tuvo lugar a finales de enero en Santiago de Compostela. A esta ciudad, se produjo el peregrinaje, el pasado mes de abril, de los obispos españoles bajo el lema “Testigos de Cristo para una Europa de la esperanza”, con el fin de mostrar el apoyo de la Iglesia de cara a la integración, hoy, de diez nuevos miembros a la Unión Europea. Los participantes en este peregrinaje de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar informarán a los obispos sobre las conclusiones del mismo. Asimismo, la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural, informará sobre la exposición de arte sacro “Christus Splendor. 2000 años de Cristianismo en España”, que tendrá lugar en el segundo semestre de este año en Barcelona en el entorno del “Foro Universal de las Culturas”. Por último, el secretario General de la CEE, el padre Juan Antonio Martínez Camino, presentará un informe sobre las iniciativas que se están estudiando y programando para la celebración del 150 aniversario de la definición del dogma de la Inmaculada de María y que tendrá lugar entre diciembre de 2004 y durante todo 2005. Coincide con esta Asamblea la celebración del primer aniversario de la V Visita Apostólica a España de Juan Pablo II, el 3 de mayo de 2003, en la que el Papa se encontró con más de 700.000 jóvenes y en la que canonizó a cinco beatos españoles. Por este motivo, los obispos españoles concelebrarán la Eucaristía en la Catedral de la Almudena de Madrid y durante la misma, se orará también por el eterno descanso de los tres obispos españoles fallecidos en los últimos tres meses. Con motivo de este aniversario, las cinco familias (jesuitas, teresianas, angélicas, carmelitas y compañía de la Cruz) han organizado diversas celebraciones en Madrid, Getafe, Sevilla y Zaragoza. El acto principal será la Eucaristía del martes a las ocho de la tarde en la catedral de La Almudena, que contará con la presencia de la práctica totalidad de los obispos españoles, reunidos en Plenaria en Madrid. Para Jesús de las Heras, coordinador de comunicación del viaje, «el primer sentimiento es agradecimiento y memoria agradecida a la visita, así como de una renovación de lo que se sembró». En este sentido, destacó el ejemplo de los cinco nuevos santos, «muy populares, hombres y mujeres de su tiempo, que han calado en la sociedad y en los jóvenes». A su vez, destacó la «impresionante afluencia» de fieles, tanto en Cuatro Vientos como en la misa de Colón, así como los millones de españoles que siguieron los actos a través de los medios de comunicación. «El pueblo dio un gran testimonio de gratitud al Papa», señaló De las Heras, quien apuntó que el propio Pontífice «guarda un gran recuerdo» de su, hasta la fecha, última visita a España.
PRIMER DVD CON IMÁGENES EXCLUSIVAS DE LA SABANA SANTA El miércoles fue presentado, en Atrium Torino, Sindone, el primer DVD sobre la Sindone, la Sábana Santa, con imágenes exclusivas de cómo aparece actualmente después de los trabajos de conservación y restauración efectuados en 2002. El DVD ha sido producido por la Comisión Diocesana para la Sindone de la archidiócesis de Turín, en estrecha colaboración con el Museo dedicado a la Sábana Santa y el apoyo de Tele-subalpina y Euphon. «La archidiócesis de Turín – dijo durante la conferencia de presentación Mons. Guido Fiandino, obispo auxiliar de Turín – tiene un objeto muy precioso, que debe siempre continuar valorizando. Y este DVD es un instrumento de gran utilidad, que profundiza muy bien sobre los aspectos científicos, artísticos, pastorales, teniéndolos separados pero a la vez relacionados entre sí.». El DVD sobre la Sábana Santa es un documental de argumento y temática religiosa, social y artística a la vez. Gian Maria Zaccone, director científico del Museo de la Sindone, recordó que «la esencia de la Sábana Santa esta impresa en su tela. Y que es un objeto que hay que ver, aunque el DVD, sea un apoyo tecnológico moderno de imágenes y un instrumento privilegiado para difundir su conocimiento».
COLOMBIA: RESISTENCIA PACÍFICA ANTE VIOLENCIA, SECUESTRO E INJUSTICIA “Los dirigentes y hombres de empresa tienen la obligación de reconocer a los trabajadores su dignidad, haciéndolos partícipes de los beneficios que el capital y la empresa proporcionan”. Este era el llamamiento del arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, cardenal Pedro Rubiano, en su mensaje con ocasión del Día del Trabajo, en el que además subrayó la dignidad inalienable de todos los trabajadores. El purpurado manifestó también su “preocupación por la situación de los niños involucrados en el trabajo de los mayores; por la condición de las mujeres atropelladas en sus derechos laborales; por los desplazados y los desempleados que aspiran a vivir en condiciones de equidad y justicia”. Con esta motivación el arzobispo de Bogotá ha invitado a “todos los colombianos para que el primero de mayo fiesta de San José Obrero y día universal del trabajo”, sea “un signo claro de resistencia pacífica ante la violencia, el secuestro y la injusticia en los hogares, en los templos, y en todos los edificios se ice una bandera blanca y en las marchas los participantes lleven un pañuelo blanco como símbolo del compromiso de todos en la construcción de la paz”. Aunque el “el trabajo ha sido querido y bendecido por Dios” –dijo en otro momento el cardenal, sin embargo, “a lo largo de la historia, se han oscurecido estos conceptos y se han negado a los trabajadores derechos fundamentales como el derecho al empleo y a un salario justo”.
IGLESIA Y SOCIEDAD, CICLO DE CONFERENCIAS EN LA DIÓCESIS DE LEÓN Con el título “Iglesia y Sociedad” inició el martes en la diócesis de León un ciclo de conferencias. Para que nos hablara de ello entrevistamos al Vicario de Relaciones Públicas, Don Antonio Trobajo Díaz.
ROMA: ENCUENTRO INTERNACIONAL DIVERSIDAD CULTURAL Y GLOBALIZACIÓN El prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cardenal Crescenzio Sepe, que es también Gran Canciller de la Pontificia Universidad Urbaniana, abrió el jueves un encuentro internacional sobre «Diversidad Cultural y Globalización», con especial atención a la región subsahariana de África. Este encuentro internacional, organizado conjuntamente por la Pontificia Universidad Urbaniana y el centro cultural San Luis de Francia, de Roma, y patrocinado por la UNESCO, se proponía responder a los desafíos para preservar la expresión de las diversidades culturales propias de cada civilización, ante las fuertes influencias ejercidas por la globalización sobre las culturas. En cuatro mesas redondas se afrontaron, hasta el viernes 30, las problemáticas culturales, económicas y políticas del continente africano. También participó en este encuentro, entre otros, el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, cardenal Renato Martino; el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Francis Arinze, y el padre Justo Lacunza Balda, rector del Instituto Pontificio de Estudios Árabes e Islamismo.
“MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA: RIESGOS Y RIQUEZA” Con el título “Medios de Comunicación en la familia: riesgos y riqueza”, tuvo lugar, el martes por la tarde, una mesa redonda en el Palacio de Congresos del Eur, en Roma, que se dedicó a la relación entre la familia y la cultura mediática en las grandes metrópolis. Organizada por el centro para la pastoral familia de la diócesis de Roma, participaron en la mesa redonda el cardenal ALFONSO LÓPEZ TRUJILLO, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, GIUSEPPE DE RITA, presidente del Censis; DOMENICO VULPIANI, dirigente de la Policía de Estado, Sección de Correos y Comunicaciones; y el vicepresidente de los Médicos Católicos Italianos VINCENZO MARIA SARACENI, asesor de ambiente de la región italiana del Lazio.
1. Relevancia social de la fe cristiana hoy Antonio González ha hecho un buen trabajo de síntesis de la situación actual del mundo, en los aspectos sociales. Era un trabajo necesario, para poder enfrentarse con el desafío de contestar a la pregunta con que abre su trabajo: ¿qué relevancia social tiene la fe cristiana en el mundo actual? Una relevancia social que afirma es constitutiva a la fe cristiana, porque en definitiva resulta de lo que la fe cristiana entiende por salvación. Es un efecto directo de la fe cristiana auténtica. Por más que ese efecto se concrete siempre en situaciones históricas y culturales que es preciso reconocer y analizar. Consecuente con este planteamiento, en una primera parte simplificadora, intenta exponer los problemas de la aldea global, resumiéndolos en los que surgen de la globalización, la enorme desigualdad pobreza/riqueza, las crisis ecológicas, el déficit de democracia, y la coexistencia, con frecuencia conflictiva de las distintas ideologías. A este capítulo inicial, añade un análisis lúcido y coherente de los sistemas económicos, sus relaciones básicas, y lo referente a las jerarquías de valores, y las tendencias básicas de la sociedad. Como hemos dicho, este análisis inicial es importante para que pueda entrar con toda claridad en el tratamiento específicamente cristiano de los problemas que ha anunciado en los primeros capítulos de la obra. Tratamiento cristiano que ha de encontrar su fuente primera de inspiración en la historia de Jesucristo y en la historia de su pueblo, como se nos presenta en la Escritura. Recurriendo a ella, se esfuerza desde el primer momento para hacer comprender que hay algo nuevo, que a veces se escapa a la reflexión de los teóricos sociales, que, si recurren a ella es más para confirmar con textos sus proposiciones que para descubrir horizontes, a veces sorprendentemente insospechados. Arrancando de Babel, nos hace ver la radicalidad bíblica, para analizar después lo que supuso la elección de Abrahan, y el comienzo del reinado de Dios sobre su pueblo escogido. La estrategia del Mesías, dando un giro importante a planteamientos anteriores, afirma claramente que el reinado es de los pobres, vivido en la comunicad de los discípulos, y lo que supuso el simbolismo de la cruz, con la cancelación del pecado de Adán, y el advenimiento del Espíritu de la libertad. Pero la Historia evoluciona, y de las primeras comunidades mesiánicas, bien descritas por el autor, se va casi sin solución de continuidad a la función universal de la nueva sociedad, con la entrada de la relación entre religión y poder. El conflicto estaba servido, y el constantinismo empezaba su labor, que sería superado por los signos de los tiempos, y la entrada de las disidencias, que hicieron que los cristianos tuvieran nueva y más profunda conciencia de su identidad. Y en nuestro tiempo, hay que afirmar que la ética social cristiana no es un conjunto de obviedades que expresan solamente una voluntad genérica de mejorar nuestro mundo, sin salirnos de sus esquemas rutinarios. La ética social cristiana es el evangelio mismo con su poder transformador. Hay que leer este texto, fruto de la reflexión teológica y de la experiencia personal de Antonio González. Es iluminador para no quedarse estancados en una visión global descomprometida. Un poema de Julia Esquivel, guatemalteca, sintetiza el pensamiento del autor, y la actitud radical que lo inspira:
Si de verdad |